3/5 – Sombra para nuestros hijos

Junio 27

Sombra para nuestros hijos

John MacArthur

Comenzando la semana pasada dije que íbamos a hablar un poco acerca de la familia. Y hemos titulado esta serie breve, “Sombra para los hijos.” Comenzamos con un proverbio chino antiguo que dice, “Una generación planta los árboles y la siguiente generación disfruta de la sombra.” La pregunta que hacemos es, ¿acaso esta generación está plantando algún árbol para proveer sombra para la próxima generación? Podríamos estar convencidos de que no lo está haciendo. En realidad, este es un problema serio a largo plazo.

El Antiguo Testamento dice que los pecados de los padres son visitados en los hijos hasta la tercera y cuarta generación. Eso no significa que, si un padre peca, tres o cuatro generaciones de sus hijos serán castigadas, eso es plural. Los pecados de los padres, los líderes colectivos de cualquier período de tiempo, cualquier cultura, cualquier nación, cualquier sociedad, los pecados de esos líderes, para invertir los pecados de esos líderes se van a necesitar tres o cuatro generaciones, inclusive en las mejores circunstancias. Ya hemos tenido unas dos generaciones de líderes que se han estado esforzando por atacar a la familia, siempre claro, la sociedad está en contra de Dios, y en contra de Cristo, y en contra de las Sagradas Escrituras, y a un grado u otro en contra de la iglesia verdadera.

Pero hemos tenido generaciones de liderazgo, educadores, psicólogos, inclusive políticos, que han estado atacando a la familia. Y ahora estamos comenzando a cosechar en la tercera y cuarta generación, el resultado de este ataque. La familia está en un modo de supervivencia en nuestra sociedad. El ataque ha continuado destrozando lo que es el cimiento de la civilización, la familia, lo que es el cimiento de una sociedad sensata, segura. Y ciertamente, lo que es el cimiento de un cristianismo que está transmitiéndose a través de la iglesia.

Recientemente una encuesta presentó una pregunta, y únicamente voy a resumir lo que está pasando con un par de comentarios a partir de esta encuesta. Porque todos estamos conscientes de esto, usted no necesita evidencia estadística, pero me pareció que esto era interesante. La pregunta en esta encuesta nacional es esta, ¿acaso el hogar ideal es un matrimonio en dónde el marido provee, y la esposa cuida de los hijos? La respuesta fue, ‘Sí’, por 30% de la gente. Esa misma encuesta presentó otra pregunta, a personas solteras, ¿Te quieres casar? El 40% dijo sí, el 60% no se quiere casar, el 70% no cree que un hogar ideal es un matrimonio en el que un marido provee y una esposa cuida de los hijos.

Debido a esto, estamos viendo el cañón apocalíptico que va a devastar esta sociedad. El matrimonio y los hijos en hogares estables con padres que proveen y padres que cuidan a sus hijos está desapareciendo rápidamente. Y no estoy aquí para desalentarlo por esto, únicamente estoy aquí para decirle que esto es la realidad, pero esto no es nuevo, no es nuevo. Después de la caída en el libro de Génesis, Génesis capítulo 3, la maldición del pecado fue desatada en contra de la sociedad humana. El hombre fue maldecido. La mujer fue maldecida. La tierra fue maldecida. El universo fue maldecido y por lo tanto la sociedad fue maldecida. El pecado fue desatado en toda forma imaginable.

Y en los primeros capítulos de Génesis, usted lo ve todo. Cuando usted llega al sexto capítulo de Génesis, usted ha estado ya en 1600 años de la historia humana, y la raza es tan corrupta que leemos en Génesis 6, de la evaluación y acción de Dios. “Y Jehová vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda intención de los pensamientos del corazón era de continuo solo el mal. Y le dolió a Jehová que había hecho al hombre sobre la tierra, y estaba entristecido en su corazón y Jehová dijo, ‘Destruiré al hombre que he creado sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta los animales, a cosas que se arrastran, hasta las aves del cielo, porque me arrepiento de haberlos hecho.”

Ahora, la tierra se corrompió a los ojos de Dios. Y la tierra estaba llena de violencia. Dios vio la tierra y aquí estaba corrompida porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Pero Noé halló gracia a los ojos de Dios. Y, Dios, le dijo a Noé, el fin de toda carne ha venido delante de mí, porque la tierra está llena de violencia debido a ellos. Y he aquí voy a destruirlos junto con la tierra.” Después vino el diluvio. La población entera del planeta, algunos suponen que para ese entonces eran millones, fue ahogada, excepto por ocho personas, Noé, su esposa, tres hijos y sus esposas.

La corrupción en el mundo no es nueva, no es nueva. De hecho, se espera en toda sociedad, en todo período de tiempo. Hay un ciclo que se lleva a cabo en el mundo humano. Es descrito para nosotros de una manera en el capítulo 14 del libro de los Hechos, en dónde en el versículo16 dice de Dios. En las generaciones pasadas, Él permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos. Dios ha permitido que la maldición tenga su efecto, y que todas las naciones sigan por sus propios caminos. Siguen el camino de la maldición, hasta el pecado y el infierno. Él no se dejó a si mismo sin testimonio, haciéndonos bien, y dándonos lluvia del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y alegría nuestros corazones.

En otras palabras, Dios demostró lo que llamamos, gracia común, pero, aun así, toda nación en la historia humana ha estado en una espiral descendente. Romanos 1 lo describe en estos términos, “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo en contra de toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen la verdad con injusticia.” Eso es lo que todos los países hacen. Eso es lo que todas las sociedades hacen, eso es lo que todas las naciones hacen.

“Porque lo que se conoce de Dios, les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque los atributos invisibles de Dios, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación, siendo entendidos por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible, por imagen de hombre corruptible, y de aves, y de cuadrúpedos, y de serpientes.”

Adoraron ídolos, adoraron a la creación, en lugar de adorar al Creador, por lo cual Dios también los entregó en las concupiscencias de sus corazones a la impureza, porque habían cambiado la verdad de Dios por una mentira. Y después los entregó a pasiones degradantes, las mujeres intercambiando la función natural por aquello que no es natural,” lesbianismo, como se llama.

“De la misma manera también los hombres abandonaron la función natural de la mujer, y ardieron en su deseo unos con otros, hombres con hombres, cometiendo actos indecentes y recibiendo en sus propias personas la paga debido a su error. Y así como no consideraron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no son correctas, siendo llenos de toda injusticia, impiedad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidio, contención, engaño, malicia, chismes, calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, arrogantes, jactanciosos, inventores de males, desobedientes a los padres, sin entendimiento, sin ser dignos de confianza, no amorosos, crueles, quienes habiendo conocido la ley de Dios, que aquellos que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que se complacen con aquellos que las hacen.”

Esa es la historia del mundo, así es la dirección de todas las naciones. Han seguido ese camino terrible. Dice usted, “¿Qué hay acerca de la gente religiosa? ¿Acaso la gente religiosa en cierta manera no frena esa marea de corrupción?” Lo hacen en la superficie, pero la forma más poderosa de corrupción es la religión. La religión falsa es tan poderosa que cuando el Hijo de Dios vino al mundo y pasó tres años en un país pequeño, ministrando por todo ese país, día tras día, tras día, cuando todo se había dicho y hecho, hubieron 500 creyentes congregados en Galilea, y 120 en Jerusalén. Él había venido a los suyos, y los suyos no le recibieron y fue su religión lo que hizo que lo rechazaran.

Para Israel, a quien se le dio la ley de Dios, se le dio la revelación de Dios, siguieron un camino de pecado, el reino fue dividido como usted sabe. El reino del Norte fue llevado en cautiverio y nunca regresó, el reino del Sur fue llevado a Babilonia, y regresó 70 años después. El juicio devastador vino sobre Israel. De todas las personas religiosas sobre la tierra en tiempos antiguos, ellos fueron los únicos que tuvieron la revelación de Dios. A ellos se les dieron las Escrituras, los Pactos, las Promesas, pero en medio de su religión, hicieron concesiones, se volvieron justos a sus propios ojos. Fueron juzgados, el reino del Norte fue juzgado, el reino del Sur fue juzgado, Dios los trajo de regreso y eso duró un poco de tiempo.

Y el Hijo de Dios vino y lo rechazaron. Y antes de que Él se fuera, Él se puso de pie y vio al templo y dijo: “Va a ser destruido, y ni siquiera una piedra va a quedar una encima de la otra. Todo va a ser demolido, Dios va a destruir este sistema.” En el 70 DC, los romanos vinieron, y literalmente masacraron a cientos de miles de judíos. Josefo el historiador dice, “Hay un número que no se ha contado de cuerpos judíos, que los romanos arrojaron por encima del muro, en profanación.” Mire, siempre ha sido una lucha en un mundo caído. La lucha podría ser debido a que la sociedad es pagana en su corrupción, podría ser porque es religiosa en su corrupción, y para ser honesto con usted, la religión no es una protección. La religión es una corrupción más poderosa que cualquier otra corrupción porque conlleva este engaño de que todo está bien con Dios.

Siempre ha sido una lucha levantar matrimonios fuertes, leales, amorosos, e hijos estables, obedientes, respetuosos, por no decir nada de matrimonios piadosos e hijos piadosos. Aun así el patrón de Dios no ha cambiado, un hombre, una mujer, desde Génesis en una unión de por vida, criando hijos para conocer a Dios y para transmitir la justicia de generación a generación. El principio de la historia de Génesis, nos dice que, desde el principio mismo, la corrupción fue masiva, a tal grado que Dios literalmente ahogó al mundo entero, excepto por ocho personas.

Entonces, ¿usted piensa que vive en tiempos difíciles? Así ha sido siempre. La religión falsa dominando en algunos lugares, el paganismo dominando en otros lugares, las naciones siguiendo su propio camino, descendiendo en el ciclo de inmoralidad, homosexualidad y una mente reprobada, pero, aun así, la Palabra de Dios no ha cambiado. Y el diseño de Dios para la familia no ha cambiado.

Permítame recordarle de lo que dije el domingo pasado, como una especie de cimiento. El matrimonio es una bendición, la Biblia lo llama, “la gracia de la vida.” ¿Quiere usted lo mejor de la vida? El matrimonio es la gracia de la vida. Esa es la intención de Dios para el matrimonio, ese es su diseño, el matrimonio es una bendición. La segunda cosa que le dije la última vez, es que los hijos son una bendición. Los hijos son una bendición, son el producto de dos volviéndose uno. Los hijos son herencia de Jehová, para enriquecernos, para bendecirnos, para alentarnos. Y cuando envejecemos, para apoyarnos, para cuidar de nosotros.

Entonces, el matrimonio es una bendición, Dios lo diseñó así. Los hijos son una bendición, Dios lo declaró así. La crianza de los hijos debe ser algo gozoso y satisfactorio, la crianza de los hijos debe ser algo gozoso y satisfactorio. Dios no le permite a toda persona tener hijos, eso ciertamente está dentro de Su propósito para la mayoría de la gente, pero no para todos, para la mayoría de los creyentes, pero no para todos. Pero cuando Dios le permite a los creyentes tener hijos, la crianza de los hijos debe ser gozosa y satisfactoria. El cuarto principio que le di, y quiero que piense en esto de nuevo, es que los padres tienen la responsabilidad de moldear la virtud de sus hijos. Los padres tienen la responsabilidad de cultivar la virtud de sus hijos, por causa de la sociedad, por causa de la civilización, y por causa del reino de Dios.

El enfoque, el centro de atención en el hogar, no está en los hijos sino en que los padres formen a los hijos. Vimos Proverbios 22:6, “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él.” Sus hijos son definidos por como los cría usted. La crianza de los hijos debe ser gozosa, debe ser satisfactoria, pero es la responsabilidad que domina el hogar, conforme usted se esfuerza por criar a los hijos con virtud. También le dije la semana pasada, que los padres tienen la influencia más poderosa, tienen la influencia más poderosa. ¿Por qué? porque usted los tiene 24 horas al día, 7 días a la semana. Porque llegan a éste mundo en sus brazos, y gran parte de lo que va a determinar sus vidas, lo que va a suceder en esos primeros cinco años, cuando el mundo ni siquiera tiene una gran influencia en ellos, está en manos de usted. Su intimidad, su amor, su devoción, su disciplina, su instrucción es tan, tan importante.

Esa es la razón por la que se les dijo a los hijos de Israel, como usted recuerda, en Deuteronomio 6, cuando entraron a la tierra prometida, cómo debían criar a sus hijos. “Oye Israel, Jehová nuestro Dios, que Uno es. Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” Esa es la primera lección que enseñar a los hijos. “Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón, y se las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano.” En otras palabras, afectan lo que haces.

“Estarán como frontales,” como letreros en tu frente, para determinar lo que piensas. “Las vas a escribir en los postes de tu casa, y en tus puertas,” para que literalmente estén dominando tu vida, conforme entras y sales. Y si haces esto, cuando Jehová tu Dios te lleve a la tierra que juró a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, para darte grandes y majestuosas ciudades que no construiste, y casas llenas de buenas cosas que no llenaste, y cisternas escarbadas que no escarbaste. Viñas y olivos que no plantaste, y comas y estés satisfecho. Entonces ten cuidado de no olvidarte de Jehová, temerás únicamente a Jehová tu Dios, y a Él adorarás.” Esa es la primera lección que le enseñamos a los hijos.

El matrimonio es una bendición, los hijos son una bendición, la crianza tiene la intención de ser gozosa y satisfactoria. Los padres tienen la responsabilidad de moldear la virtud de sus hijos, y los padres tienen la influencia más poderosa. Y finalmente le dije que la crianza de los hijos es el plan de Dios. La crianza de los hijos es el plan de Dios. Génesis 1. Tengan hijos, llenen la tierra. Y después el diluvio, capítulo 9, el diluvio termina, a Noé y a su familia Dios les dice que hagan lo mismo que Adán y Eva se les dijo que hicieran en Génesis 1, tengan hijos, tengan familias.

1 Corintios capítulo 7, usted también recuerda que afirma el matrimonio, y afirma el matrimonio quizás por una razón diferente, debido a las inmoralidades cada uno debe tener su propia esposa, y cada mujer debe tener su propio marido. El marido debe cumplir su deber con su esposa, y de la misma manera la esposa con su marido. La esposa no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido, y así mismo el marido no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. Dejen de privarse el uno al otro, dejen de negarse el uno al otro, a menos de que sea por mutuo consentimiento, por un tiempo para que puedan entregarse a la oración. Y vuélvanse a unir para que Satanás no los tiente debido a su falta de dominio propio. Esto digo a manera de concesión, no de mandato.” Pablo quiere decir que Jesús no dio este mandato, sino que, “estoy dando esto como del Espíritu Santo.” Cásense, cásense.

La soltería no es la norma. Más adelante en el capítulo él dice, “para algunos que tienen el don, lo es.” Y hay algunos a quienes el Señor decide no darles hijos, eso está dentro de sus propósitos también. Pero para la mayoría es matrimonio y una familia. ¿Cómo podemos hacer aquello a lo que Dios nos ha llamado? No lo podemos hacer en nuestra propia fuerza. Esa es la razón por la que, vayamos a Efesios capítulo 5, y podríamos comenzar con el versículo 15. “Mirad cómo andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando el tiempo porque los dias son malos.” El reconocimiento, usted vive en un mundo pagano, ciertamente los creyentes en Éfeso vivían así. “No sean insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor. Y no os embraguéis con vino en lo cual hay disolución,” aquí viene, “antes bien, sed llenos del Espíritu.”

Es el Espíritu Santo quien nos guía a la adoración, a hablarnos entre nosotros con salmos, himnos, con canticos espirituales, haciendo melodía en nuestros corazones al Señor. Es el Espíritu Santo quien nos guía a estar agradecidos por todo lo que ha venido a nosotros, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Le ofrecemos gracias a Dios por ello. Es el Espíritu Santo quien nos capacita a someternos unos a otros, en el temor de Cristo. Es el Espíritu Santo que hace que las esposas estés sujetas a sus propios maridos, como al Señor. “Porque el marido es la cabeza de la esposa, así como Cristo también es la Cabeza de la iglesia.”

Es el Espíritu Santo quien hace que los maridos, en el versículo 25, amen a sus esposas, “así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella.” Es el Espíritu Santo, quien está detrás de todo esto. No nos sorprende cuando la familia es un desafío difícil en el mundo, porque están tratando de hacerlo menos el Espíritu Santo. La sociedad va a fracasar en eso, aunque puedan haber algunos vestigios de esto aquí y allá, pero dentro del marco del plan del reino de Dios, entre aquellos que pertenecen a Cristo, y poseen el Espíritu Santo, éste debe ser el patrón. Las esposas que se someten a sus propios maridos como al Señor, esposas que entienden que el marido es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, y el Salvador del cuerpo.

Como la iglesia está sujeta a Cristo, también las esposas deben estar a sus maridos en todo. Maridos, bajo el poder del Espíritu Santo, por la gracia de salvación, que aman a sus mujeres, “así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a Sí mismo por ella, para que la santificara habiéndola limpiado por el lavamiento del agua, con la Palabra, a fin de presentársela a sí mismo, en toda su gloria, no teniendo mancha, ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama, porque nadie aborreció su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, así como Cristo con la iglesia.”

“Porque somos miembros de Su cuerpo. Por esta razón, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Este misterio es grande, pero estoy hablando en referencia a Cristo y a la iglesia. No obstante, cada uno entre vosotros debe amar a su propia esposa, como así mismo, y la esposa debe respetar a su marido.” Todos conocemos esto, ¿verdad? Éste es el ambiente necesario para que la casa de los hijos, sea eficaz y exitosa. Una esposa que se somete a su marido, como al Señor, un marido que ama a su mujer como Cristo ama a la iglesia. Un marido quien, en un sentido temporal, como también en un sentido espiritual, es el santificador de ella, el que la mantiene pura, el que le permite a ella mostrar su gloria, la gloria de ella. El que trabaja, el que se esfuerza por verla santa, e irreprensible.

Obviamente es muy difícil para personas sin el Espíritu Santo, que no conoce a Cristo, formar familias significativas. Sucede, hay personas disciplinadas, hay ciertos vestigios de los propósitos de Dios, y la ley Dios escrita en el corazón humano, inclusive el corazón humano no redimido. Y hay formas de religión que han capturado esos ideales y las han implementado a la fuerza en personas, y sucede, por lo menos de una manera externa. Pero entre cristianos, ésta debe ser la norma.

Todo comienza con una esposa sumisa, que entiende que espiritualmente ella es igual, porque en Cristo no hay varón ni mujer, Gálatas 3:28. No estamos hablando de inferioridad espiritual, estamos hablando de funciones por diseño divino, pero en dónde la esposa se ve a sí misma como la que cuida el hogar, la que cuida de los hijos, la que apoya amorosamente a su marido. Y el marido se ve a sí mismo como el salvador, el proveedor, y el que ama a su esposa, usted tiene una posibilidad de criar a hijos que honran al Señor.

Llegamos entonces al capítulo 6, y veamos los versículos 1 al 4, o simplemente los voy a volver a leer. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Ese es un versículo muy corto, es el cuarto versículo, ¿no es cierto? muy, muy breve. Tiene un aspecto negativo y uno positivo.

El aspecto negativo, en un sentido es lo opuesto al aspecto positivo, y nos demuestra la línea fina por la que se debe caminar entre una disciplina amorosa, e instrucción, y provocar a los hijos a ira. Ahora, la última vez, vimos la sumisión de los hijos, versículo 1, deben obedecer a sus padres, porque esto es recto. Hay algunas cosas que son rectas, son correctas porque Dios las considera correctas, pero no solo obedecerlo, versículo 2, “honra a tu padre y a tu madre,” esto es una actitud. Obedece en todo, sin límites. Honra, el espíritu de respeto. Ustedes obedecen como hijos, ustedes honran, porque es correcto, porque el Señor lo manda, e inclusive añade una promesa.

La promesa está en Éxodo 20, versículo 12, está en los diez mandamientos. Es el primer mandamiento con una promesa, y la promesa es, vida larga. Para que te vaya bien, eso es calidad. Para que tengas una vida larga sobre la tierra, eso es cantidad. Los hijos obedientes viven sus vidas en plenitud, tanto en términos de privilegio, como de bendición, como de tiempo.

Ahora, los hijos no llegan al mundo conociendo esto, ¿verdad? no vienen al mundo obedeciendo, ¿verdad? No llegan al mundo con una actitud reverente, honorable hacia sus padres. Es esencial enseñarles a los hijos estas responsabilidades, porque usted está tratando de superar su naturaleza caída. Ese bebe pequeño, precioso, llegó a este mundo como un pecador, un pecador aterrador, y un pecador potencialmente mortal. Un escritor lo dijo de esta manera: “Todo bebe comienza una vida como un salvaje, completamente egoísta y centrado en sí mismo. Él quiere lo que quiere, cuando lo quiere, su mamila, la atención de su madre, sus amigos, sus juguetes. Niéguelo estos una vez, y él las toma con enojo y agresión, lo cual sería homicida si él no fuera tan inútil. Él está sucio, no tiene ningún valor moral, no tiene conocimiento, no ha desarrollado ninguna habilidad, esto significa que todos los niños, no solo ciertos niños, todos los niños nacen siendo delincuentes. Si se les permite continuar en su mundo infantil, centrados en sí mismos, si se les da libertad de responder a sus acciones impulsivas, por satisfacer todo deseo, todo niño crecería y terminaría siendo un criminal potencial, un ladrón, un homicida, y un violador.” (Fin de la cita).

Ahora, hay personas que de hecho creen en lo que es llamado, “regeneración presuntuosa.” Hay personas que creen que, si usted toma ese pequeño salvaje y le rocía agua, él de pronto se vuelva algún tipo de santo. Y usted ahora puede presumir, o dar por sentado que él es regenerado, debido a su bautismo. Si usted está presumiendo que su pequeño salvaje es regenerado, usted está equivocado, usted tiene una gran tarea como padre. Es una tarea incomparable, su tarea consiste en caminar por esa línea tan delgada entre hacer enojar a su hijo, y disciplinar a su hijo. Proverbios dice que el instrumento que usted usa para esto, es una vara. Es correcto, una vara. Si usted no usa la vara, como vimos la última vez, sus hijos van a crecer y van a traerle tristeza a usted, lo van a humillar a usted, van a ser una desgracia para usted. Se van a volver, Proverbios dice, “desastres.” Es esencial criar a un hijo disciplinado, para ver la promesa de una vida de bendición y plena.”

Proverbios 4:10 apoya ésta promesa, dice: “Oye hijo mío, oye y recibe mis palabras, y se multiplicarán tus años de vida.” Lea Proverbios 4, no voy a tomar el tiempo de hacerlo, lea Proverbios 4, lea Proverbios 5, lea la primera parte de Proverbios 7, simplemente sigue diciendo lo mismo. “Escucha la instrucción, escucha la instrucción, Hijo mío escucha la instrucción. Cuando usted cría hijos obedientes y respetuosos, tienen la promesa de una vida bendecida, de una vida plena. La tragedia de nuestra sociedad, es que los padres están preocupados por cómo se ven sus hijos. Están preocupados por la moda, la apariencia física. Están preocupados por el mérito académico, están preocupados por el mérito deportivo, y aparentemente, les importa muy poco su virtud.

Pero el mandato del versículo 4 a los padres es muy directo. “No provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.” No es un mandato que tiene nada que ver con la ropa que usan, con lo que pueden lograr académicamente, deportivamente, económicamente. Todo tiene que ver con la disciplina y la instrucción con respecto a las cosas del Señor.

Entonces, veamos ese versículo 4 esta noche, con un poco de tiempo. Así es como los padres deben someterse, usted debe someterse a este deber. Esta es la parte de arriba del estándar de sumisión, de autoridad, que sostiene a la familia. Los padres guían y gobiernan, pero también se someten a una autoridad ordenada por Dios, amorosa, espiritual, disciplinada, que no abusa de los hijos.

En el día de Pablo existían ciertas actitudes que hacían que la vida para los hijos fuera peligrosa, como lo es en el mundo en muchos lugares en la actualidad, existían lo que se llamaba la “Patria Potesta” romana. Esa es una frase latina para el poder del padre. Un padre romano en el tiempo en el que Pablo escribió esto, tenía poder absoluto sobre su familia. Él podía vender a sus hijos como esclavo, él podía hacerlos trabajar en su campo, él podía encadenarlos, él podía tomar la ley en sus propias manos, él podía castigar, inclusive aplicar la muerte en su hijo, mientras que ese hijo viviera. No había límites de edad para la patria potestas.

Los historiadores nos dicen que cuando un niño nacía, era colocado a los pies de su padre. Y si el padre se inclinaba para levantar al niño, significaba que él reconocía al niño, y quería que viviera. Si le daba la espalda y se iba caminando, el niño literalmente podía ser dejado ahí, aventado. Se ha descubierto una carta del año 1 AC, de un hombre llamado Hilario, a su esposa Alis. “Hilario a Alis, su esposa. Saludos cálidos.” Cuando usted recibe ese saludo en una carta de su marido, está en problemas. Ésta es la carta. “Debes saber que todavía estamos en Alejandría,” él estaba afuera. “No te preocupes si cuando todos regresan, yo me quedo en Alejandría. Te ruego que cuides del pequeño niño. Y tan pronto como reciba el sueldo, te lo voy a enviar. Sí, buena suerte para ti. Tienes un niño, si es niño que viva, si es niña, aviéntala, deséchala.” (Fin de la cita).

Los hijos que no eran deseados, comúnmente se dejaban en el foro. Eran recogidos en la noche, por personas que los cuidaban para que se volvieran esclavos, y para llenar las casas de prostitutas, ahí en Roma. Séneca dijo: “Matamos a un buey salvaje, estrangulamos a un perro loco, le metemos el cuchillo al ganado más enfermo, y a los hijos que nacen siendo débiles y deformados, los ahogamos.”

Entonces, ¿usted piensa que vive en un mundo difícil? Ah. Pablo estaba hablándole a un mundo en dónde los hijos, donde los niños eran abusados de manera severa, y siempre lo son en el paganismo. La Biblia dice, “Y vosotros padres, ustedes padres, no provoquen a sus hijos a ira. No hagan nada que los haga enojar. Críenlos en la disciplina y amonestación del Señor. Es eso opuesto a la sociedad, esa cultura, esta cultura, esa sociedad, esta sociedad. Los padres es el término, ‘páteres,’ palabra griega páter, normalmente usada para el hombre de las familias. Pero a veces es usada para incluir a la madre. En Hebreos 11, creo que es el versículo 23, en dónde se está refiriendo a los padres de Moisés, esta es la palabra que es usada.

Entonces, es una palabra que puede significar ‘padre,’ o inclusive puede estirarse para incluir a los padres, ambos. Ciertamente incluye la idea del liderazgo del padre, porque ha sido explicado eso en el capítulo 5, él es el padre que guía, a él se le da el lugar primordial de liderazgo. Pero también incluye a la madre, esa es la razón por la que Proverbios 4 dice, “Oye la instrucción de tu padre, y de tu madre.” Ambos necesitan estar involucrados en criar a un niño mental, física, social, y espiritualmente. Ha habido todo tipo de estudios que se han realizado del desarrollo de los niños. Y básicamente han llegado a las mismas conclusiones. He recolectado algunos de estos a lo largo de los años, y éste es el resumen.

La mayoría de los psicólogos, y aquellos que analizan la conducta de los niños, identifican cuatro factores necesarios para evitar el tener hijos delincuentes, hijos criminales: 1) la disciplina del padre; firme, justa, coherente, sensata. 2) la supervisión de la madre; con ellos en el hogar, cuidando de ellos. 3) El amor del padre y la madre entre sí; el amor demostrado. 4) La unidad de la familia; estar juntos en la casa, en el hogar, sentados en la mesa, pasando tiempo para hablar de la vida. Amar y reírse, y llorar, y hacerlo todos juntos.

Otra forma de la misma lista, vino de un psicólogo cristiano, hace algunos años atrás, quien dijo: “La clave para criar a hijos buenos, se encuentra en las siguientes cinco cosas: 1) ame; padres con amor genuino el uno por el otro, que fluye hasta los hijos. Disciplina regular, coherente. En tercer lugar, coherencia. Ambos padres se quedan juntos, usan las mismas reglas, de manera incoherente implementan esas reglas para que el niño entienda claramente lo que está bien, y lo que no es aceptable. No hay un capricho, y no hay un conflicto. Cuatro, ejemplo en familia saludable, los padres no esperan que los hijos vivan al nivel de estándares que ellos no mantienen. Y cinco, y pensé que esto es interesante, un hombre como cabeza de la casa.

Él escribe, “La gran mayoría de los neuróticos y delincuentes, crecieron en hogares en dónde no había padre. O el padre estaba ausente o era débil, y la madre era dominante. Usted puede ver que inclusive la psicología entiende, simplemente a manera de observación, que lo que la Biblia dice acerca de la crianza de los hijos, es correcto. Ahora, específicamente, ¿cuál es la responsabilidad de los padres? Doble. Veamos el versículo 4, “Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,” eso es muy simple, no haga enojar a sus hijos. Colosenses 3:21 lo expresa de esta manera, “Y vosotros padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desanimen.” Usted literalmente puede quitarles la vida en desanimo. Usted puede hacer que estén enojados y estén frustrados, no provoquéis a ira a vuestros hijos, por cierto, es usada solo aquí y en Romanos 10:19.

La forma del nombre significa ‘irritación,’ una forma intensa de irritación, que enfurece a los hijos. No haga lo que hace enojar a sus hijos, y hace que se amarguen, y se exasperen, y se desanimen, y se den por vencidos en tratar de agradar, tratando de entender la vida. Nuestra autoridad nunca debe ser abusiva, nunca irritante, nunca llevar a la amargura. ¿Cómo hace usted eso? ¿Cómo es que usted provoca a sus hijos a ira? Permítame darle unas cuantas ilustraciones. Hay muchas maneras en las que usted puede provocar a ira a sus hijos. Hay muchas maneras para provocar a ira a sus hijos.

Una. Puede hacerlo mediante sobreprotección. Y la gente lo hace. Nunca confíe en ellos, nunca les dé una oportunidad de desarrollar independencia. Acorrálelos. Nunca les permita pensar por sí mismos, cuando hacen una sugerencia dígales que es torpe. Prívelos de alguna contribución, hágalos sentir de segundo nivel. Mire, si usted quiere desarrollar a un niño saludable, ese niño necesita sentirse amado, y que lo escuchan, y que es oído. El necesita poder, o ella necesita poder expresarse a sí mismo, o a sí misma. Poco a poco, así es como se refina. Óigalos. Tome algunos riesgos. Suélteles la cuerda un poco. Deles algo de independencia, no sea sobreprotector.

Otra manera en la que los padres hacen que sus hijos se enojen es por el favoritismo, al favorecer a un hijo por encima de otro. Me gustaría que fueras como tu hermano, nunca nos da problemas. Esa es una especie de historia Esaú-Jacob, ¿no es cierto? Rebeca prefirió a Jacob por encima de Esaú, los resultados tristes son bien conocidos. No los compare entre sí, no haga que uno se sienta inferior al otro.

Hay una tercera manera en la que usted puede provocar a ira a sus hijos, o exasperarlos, y eso es al empujar el mérito, lo cual, en mi experiencia, normalmente es para hacer que un padre se vea bien. Rara vez tiene que ver con los hijos. Algunos padres literalmente aplastan a sus hijos con presión por sobresalir en la escuela, en los deportes. Entonces, el hijo literalmente se amarga, porque nunca hay un nivel de mérito satisfactorio. Es una de las razones por las que no me gustan los deportes organizados para niños pequeños, y no me gusta la competencia académica para niños pequeños. Déjelos ser niños. Déjelos fallar. Déjelos hacer algo que no sea tan bueno como la mayoría de los demás, y afírmelos.

El empujarlos para que alcancen algo puede ser algo terrible, terrible, para los hijos. Los puede llevar al desánimo y al enojo. Y después cuando usted refuerza el fracaso al decir, “Nunca vas a llegar a nada, ¿porque es que nunca ganas? ¿Por qué es que nunca eres el primero de tu grupo? ¿Por qué es que no sacas las calificaciones que todo mundo saca?” Usted destruye el incentivo, y usted destruye el sentido de bienestar y amor. Busque maneras de recompensarlos, no todos son capaces de alcanzar lo que a usted le gustaría que alcancen, para que usted se vea bien.

Otra manera en la que usted hace enojar a sus hijos, es no sacrificarse por ellos. hacerlos sentir como si fueran una interrupción en su vida, un intruso. Estoy ocupado, estoy ocupado, podrías por favor irte, me estás molestando. Oh si los dejas irse a una esquina, y hacen su trabajo y luchan, y usted está demasiado ocupado como para prestarles atención, y usted los deja que hagan las cosas por sí solos, nunca hace cosas con ellos, que quieren hacer.

Me acuerdo, cuando tuve una plática con un par de niños pequeños hace años atrás, y uno de los niños estaba hablando con su amigo de su padre, acerca de su padre, que le gustaba jugar con él, y me acuerdo ésta afirmación profunda que hizo el otro niño, hablando de su padre, quien era un pastor de jóvenes, y él dijo: “Oh, mi padre nunca tiene tiempo para mí. Él está demasiado ocupado con los hijos de otras personas.” Aplastante, usted tiene que hacerlos sentir como si son la persona más importante en su mundo. Llévelos a lugares a dónde quieren ir. Haga cosas que con ellos que quieren hacer.

Otra manera en la que usted puede hacer que sus hijos se amarguen y se enojen, es al no permitirles crecer. Déjelos cometer errores. Déjelos crecer. Ríase cuando presentan ideas ridículas. No los condene. No espere perfección, únicamente progreso. Otra manera en la que usted puede exasperar a sus hijos, es al descuidarlos. Obviamente, siempre pienso en la historia de David y Absalón, no descuide a sus hijos, hablamos de eso un poco en el punto anterior. Permítame elevarla un poco. Aquí hay una manera en la que usted realmente puede herir a sus hijos, es una forma de abuso, mediante palabras amargas, palabras amargas. Usted tiene el vocabulario más poderoso en la casa, muchas más palabras están a su disposición para aplastar a su hijo, de lo que su hijo jamás podría llegar a tener.

Usted usa su vocabulario, y dice cosas a sus hijos que usted nunca recibirá de regreso, palabras aplastantes, palabras devastadoras que rompen sus corazones. Y, ¿necesito también añadir la crueldad física? Algunas veces, creo que el sarcasmo y el ridículo es peor que la crueldad física. Ahora, todo esto es un desafío para nosotros, ¿no es cierto? es un desafío. Pero así funciona. Si un niño vive con critica, aprende a condenar. Si un niño vive con ridículo, el aprende a ser penoso, y temeroso. Si un niño vive con vergüenza, él aprende a sentirse culpable. Si un niño vive con intolerancia, él aprende a estar enojado.

Por otro lado, si un niño vive con tolerancia, él aprende a ser paciente. Si un niño vive con aliento, él aprende la confianza. Si un niño vive con reconocimiento, él aprende a valorarlo, si un niño vive con justicia, él aprende lo que es la rectitud. Si un niño vive con amor seguro, aprende a confiar. Si un niño vive con aprobación, aprende a disfrutar. Si un niño vive con amor y amistad, él busca encontrar amor en el mundo.

Entonces, no debemos provocar a ira a nuestros hijos. Ahora, el lado positivo. Por otro lado, “Criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.” “Criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.” Criadlos asume, que no van a llegar ahí por sí mismos. Usted lo tiene que hacer. No sucede por accidente. Usted de hecho, podría comenzar a reconocer que criarlos en la disciplina y amonestación del Señor, involucra dos cosas. Involucra evangelizarlos, después involucra edificarlos. La palabra ahí para disciplina, es de hecho, paideia. Es la palabra para preparar, para aprender instrucción, disciplina. Disciplina como dolor, conforme es aplicado a un hijo. Realmente significa ‘criar a un hijo,’ preparar mediante regla, y mediante normas implementadas por amor y recompensas, y disciplina y castigo. Usted hace todo eso.

Susana Wesley, la madre de 17 hijos, incluidos a Juan y a Carlos, una vez escribió: “El padre que estudia para sujetar la voluntad personal en su hijo, trabaja junto con Dios en la renovación y salvación de un alma. El padre que permite la voluntad personal, cumple con el trabajo del diablo, hace de la religión impráctica, de la salvación inalcanzable, y hace todo lo que está en su capacidad, por ahogar el alma y el cuerpo de su hijo en el infierno para siempre.” (Fin de la cita).

Entonces, debemos criar a estos hijos, debemos disciplinarlos, criarlos en la disciplina, en la instrucción del Señor, nouthesia, significa instrucción verbal, escuche, con miras al juicio. ‘Instrucción verbal con miras al juicio.’ Permítame decirlo de manera muy simple, el peor problema que sus hijos tienen, el peor problema que sus hijos tienen, el peor asunto que enfrentan, la realidad más devastadora que enfrentan en el mundo, es la ira de Dios, es la ira de Dios. Eso va más allá de cualquier otra cosa, más allá de cualquier otra cosa. Su primera responsabilidad, es mostrarles cómo pueden escapar de la ira de Dios. Ese es su problema más grande. Ese es el problema más grande de usted, y de mí.

Usted no nada más puede decirles a sus hijos que Jesús quiere arreglar tus problemas, Jesús quiere darte un propósito, Jesús quiere calmara tu corazón turbado. Jesús quiere hacer de tu vida algo lleno de satisfacción. Usted tiene que comenzar con la ira de Dios. El peor problema que sus hijos tienen, es la ira final, terminal, eterna de Dios. La mejor promesa que sus hijos jamás van a oír, es la salvación de Dios, ¿verdad?

Entonces, ¿qué va a hacer para instruir a sus hijos de ésta manera? Usted va a sacar su Biblia. Y usted va a tener a sus hijos frente a usted, y quizás va a comenzar en Génesis. Y usted va a hablar de la Creación, de la maravilla de la Creación. Y después va entrar al capítulo 3, y usted va a decir que algo terrible sucedió, Satanás vino en forma de serpiente, y Eva pecó, y Adán pecó, y la raza humana entera cayeron en pecado, y Adán fue maldecido, y Eva fue maldecida. Horrible. Y esa es la razón por la que todos somos malos. Y esa es la razón por la que todos somos pecaminosos.

Y después usted va a decir, y usted llega al capítulo 5 de Génesis, “permíteme hablarte de un hombre,” está aquí en el versículo 17 de Génesis 5, es un hombre llamado Enoc. Enoc vivió hace mucho, mucho, mucho tiempo atrás, en la primera parte de Génesis, pero Enoc era un predicador. De hecho, él es el primer predicador. Y, ¿sabes tú cual fue su sermón? Lo tenemos en el libro de Judas, aquí está su sermón. “He aquí, el Señor vino, con miles de sus santos, para ejecutar juicio sobre todos, y para convencer a todos los impíos de todas sus obras impías, que han hecho de una manera impía, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado en contra de Él.” Wow. Ése es el primer predicador. Y ese es el primer sermón.

Otro predicador, un predicador poderoso, llamado Pablo, dijo esto: “Esto es indicación clara del justo juicio de Dios, para que seáis considerados dignos del reino de Dios, por el cual estáis sufriendo, porque después de todo es simplemente justo para Dios, recompensar con aflicción a aquellos que os afligen a vosotros, y consolar a aquellos de ustedes, de vosotros que estáis afligidos. Y para nosotros también, cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo, con los ángeles poderosos y llama de fuego, dando retribución a aquellos que no conocen a Dios, y a aquellos que no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús, estos pagarán la pena de eterna destrucción alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.”

El primer en la Biblia, Enoc, y en cierta manera el predicador final en la Biblia, en un sentido, uno de los finales, Pablo, tenían el mismo mensaje. Después usted podría ir de regreso a Génesis, capítulo 3 y decir, “Sabes una cosa, la gente sabía que era pecaminosa, y sabía que eran pecaminosos, y querían de alguna manera cubrir su pecado, y entonces consiguieron algunas hojas de higuera, y trataron de vestirse con hojas de higuera, y no sirvieron. Fueron inadecuadas. Pero permítame, darte unas buenas noticias, Dios vino y mató un animal. La primera muerte que jamás existió, la primera muerte que jamás existió en el mundo. Y Dios mató un animal, y tomó la piel y los cubrió. Dios quiere cubrir nuestro pecado.

¿Cómo es que Él va a hacer eso? Bueno, ahí atrás en Génesis 3, en el versículo 15, Él dijo que va a venir un hombre nacido de una mujer, y algún día Él va a aplastar la cabeza de la serpiente. Y al aplastar la cabeza de la serpiente, Él va a terminar con el dominio del pecado. ¿Quién es ese hombre? ¿Quién es ese hombre? ¿Cómo es que Él va a hacer eso? Bueno, va a venir un hombre, Él va a hacer eso. Él va a nacer de una mujer, Él se va a convertir en esa cubierta, quizás Él va a tener que morir.

Después usted puede ir a Génesis 22, y usted puede contarles a sus hijos la historia de Isaac. Abraham e Isaac van al monte Moriah, eso es Jerusalén, y Dios va a proveer un cordero. Abraham dice, “Dios va a proveer un Cordero.” Dios no va a dejar que esto pase, Dios o va a resucitar a este hijo de los muertos o Él va a proveer un cordero. Y llegan allá arriba, Isaac está llevando la madera, y es colocado sobre la madera, un retrato de Cristo, e Isaac va a morir como un sustituto, por el pecado de Abraham. En cierta manera es lo que parece. Y no hay cordero, pero hay un carnero. Y el carnero es el sustituto, en un sentido. Isaac es el sustituto para Abraham, y el carnero es el sustituto para Isaac.

Y de nuevo, usted puede contarle a sus hijos, que va a haber un cordero, pero el Cordero no vino en ese momento. El Cordero no vino en ese momento. Pero hay un retrato del cordero y puede ir a Éxodo 12, y puede ir a la Pascua, y usted puede contar la historia maravillosa cuando el cordero fue matado y la sangre estuvo sobre los postes de las puertas. Y en la noche, el ángel de la muerte pasó y nadie podía ver la sangre porque era de noche, la colocaron en la noche, pero nadie necesitaba ver la sangre, sólo Dios necesitaba ver la sangre.

Y usted puede hablarles de Levítico 1, y puede contarles que hubieron dos animales y uno era sacrificado, y el segundo animal demostraba el efecto del sacrificio, porque la expiación era hecha por un animal. Los pecados eran colocados en el otro animal y llevado. Y usted puede contarles que cuando Jesús vino, Juan el Bautista dijo, “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Y después usted puede ir a la cruz, y contarles que Él murió y resucitó. Todo lo que le acabo de decir, un niño lo podría entender, ¿verdad?

Y después usted podría contarles que algún día, cuando usted vaya al cielo, Apocalipsis 5, usted va a estar congregado alrededor del trono de Dios, y van a estar cantando, “digno es el Cordero, digno es el Cordero.” Ésta es una responsabilidad tan grande, pero tenemos a un Dios grande, y un gran mensaje. Deles el evangelio de una manera tan rica como pueda usted, y después continúe edificándolos con la Palabra de Dios. Oremos.

Padre, te damos gracias por el tiempo maravilloso que hemos disfrutado en comunión a lo largo de este día. Gracias por tu verdad, tu Palabra, tu Palabra es verdad. Gracias Señor por estas personas preciadas. Oro por todos nosotros que somos padres, y abuelos, y todos nosotros que estamos casados; y maridos y mujeres. Y oro por las personas solteras, Señor, llévalos al cónyuge correcto, continúa causando que tu iglesia, aquellos que son redimidos, críen hijos piadosos que transmitan justicia de una generación a la siguiente, que transmitan el evangelio, la estafeta de la verdad del evangelio a la siguiente generación.

Ayúdanos a plantar árboles, árboles para la sombra de la generación que viene después. Gracias por el privilegio, gracias por el poder y el espíritu para hacer esto, y gracias por Tu palabra, que nos da la instrucción y la verdad que necesitamos. Estas cosas traemos delante de Ti, con esperanza y gratitud en el nombre de Cristo. Amén.

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Felicidad de confiar en Dios

Jueves 27 Junio

Bienaventurado el hombre que puso en el Señor su confianza.

Salmo 40:4

(Jesús dijo:) Era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.

Lucas 24:44

Felicidad de confiar en Dios

Cuando leemos en la Biblia un salmo descubrimos los sentimientos experimentados por el autor. Muchos salmos, como el Salmo 40 citado en el encabezamiento, son escritos proféticos que anuncian los padecimientos del Mesías, el Señor Jesús. Asimismo, al leerlos nos sentimos identificados en las diversas circunstancias de nuestra vida presente, ya sea en la tristeza o en el gozo.

En el Salmo 40 David evoca situaciones extremas de las que Dios lo sacó. A través de estas experiencias David nos habla anticipadamente de “los sufrimientos de Cristo” en la cruz (1 Pedro 1:11). Ese es el verdadero sentido de este salmo.

Nuestras vidas también encuentran su sentido a la luz de la vida de Cristo. Cuando atravesamos situaciones de angustia, podemos decirnos: «Jesús me precedió y estuvo allí conmigo». Por supuesto, Jesús nunca pecó, pero sufrió el peso y el castigo por nuestras faltas: “Me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades” (Salmo 40:12). Por eso él puede comprendernos y consolarnos, incluso cuando lloramos debido a nuestras faltas.

“Dios se inclinó a mí, y oyó mi clamor”, atestigua David (v. 1). No dudemos en invocar a Dios, en expresar ese clamor de la fe cuando estemos en “el pozo de la desesperación” (v. 2). Dios responde a quien le ora. Entonces brotará en nosotros esa dulce exclamación: “Bienaventurado el hombre que puso en el Señor su confianza”.

Daniel 1 – 2 Timoteo 3 – Salmo 77:1-9 – Proverbios 18:6-7

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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Perversiones de Satanás

Junio 26

Perversiones de Satanás

Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. (Efesios 5:3-4)

Tanto el amor de Dios como el amor de sus hijos es clemente, incondicional y altruista, pero por seguro Satanás pervertirá eso. El amor terrenal es superficial, egoísta, sensual y sexual, y Satanás le ha hecho creer al mundo esa definición del amor.

A diferencia del amor del mundo, el versículo de hoy termina indicando que debemos dar gracias. Pablo dijo que “Dad gracias a Dios en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Ts. 5:18). Cuando somos agradecidos por todo, nos salimos de nosotros mismos, porque la acción de gracias se dirige a Dios.

En vez de hablar de las personas, ámelas de una manera que transmita gratitud. Recuerde que el amor de Dios es desinteresado y agradecido, pero el amor del mundo es egoísta e ingrato.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

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Las ideas tienen consecuencias

Las ideas tienen consecuencias

No sé si el deterioro moral de nuestra sociedad se ha agudizado en los últimos años, o si es que ahora tenemos más información que antes, pero últimamente el periódico está que asusta. Tal parece que nuestra sociedad se está cayendo a pedazos, y que la justicia ya no tiene los ojos vendados, sino que se conforma con mirar el panorama sin involucrarse demasiado.

Algunos gritan espantados que “esto es el acabose”; pero, como diría Mafalda, el célebre personaje de Quino ¿no será más bien que éste es el “continuose” del “empezose” de muchas filosofías que han penetrado profundamente en el mundo occidental en las últimas décadas y han minado la base de nuestro edificio moral?

Aunque muchos profesan aún los valores morales más elevados y se espantan cuando ocurren aberraciones como las que vemos en los medios de comunicación todos los días, lo cierto es que esas cosas no son más que consecuencias extremas de la misma filosofía de vida que muchos asumen hoy como buena y válida.

No es lo que profesamos creer lo que revela nuestras convicciones morales, sino el estilo de vida que vivimos.

Creo que si tomáramos una pócima que nos obligara decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, a diario escucharíamos comentarios como éstos: “Yo creo que lo más importante en la vida es ganar mucho dinero como sea, en el menor tiempo posible, y poder disfrutarlo mientras se pueda”. “Me visto sensualmente y con la intención de que los hombres quieran ver más y no me quiten los ojos de encima”. “Creo que mi valía como ser humano lo determina el monto de mi cuenta bancaria, la marca de ropa que uso, el auto que manejo, los lugares que visito y la gente que conozco”. “Gozar de la buena vida es más importante que vivir una vida buena.”

He ahí el producto de una mente secularizada; pero tal parece que muchos no son capaces de ver hacia dónde nos lleva esa clase de filosofía a final de cuentas.

Si profesas creer que somos animales más desarrollados en la cadena evolutiva, que la muerte nos sumerge en la nada de dónde venimos, y que todo es relativo ¿por qué te espantas cuando ves a tantas personas tratar de implantar la ley de la selva y hacer lo que les venga en ganas? Es absurdo intentar levantar un sólido edificio moral echando por tierra la base que lo sostiene.

Debemos vivir de cierto modo porque el Dios que nos creó a Su imagen y semejanza así lo demanda en Su Palabra, y ante Él nos presentaremos algún día para ser juzgados. Quita esa base y estarás edificando sobre arena movediza.

© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

El pastor Michelén ha formado parte del Consejo de Ancianos de Iglesia Bíblica delSeñor Jesucristo en Santo Domingo, República Dominicana, durante más de 30 años.Tiene la responsabilidad de predicar la Palabra regularmente en el día del Señor.Tiene una Maestría en Estudios Teológicos y es autor de varios libros: Historia de las Iglesias Bautistas Reformadas de Colombia, Coautor junto al Pastor Julio Benítez; La Más Extraordinaria Historia Jamás Contada, Palabras al Cansado – Sermones de aliento y consuelo; Hacía una Educación Auténticamente Cristiana, El que Perseverare Hasta el Fin; y publica regularmente artículos en su blog “Todo Pensamiento Cautivo”https://www.todopensamientocautivo.com/

Él es instructor asociado en Universidad Wesleyana en Indiana (IWU), extensión en español; enseña Filosofía en el Colegio Cristiano Logos; y durante 10 años, ha sido profesor regular de la Asociación Internacional de Escuelas Cristianas (ACSI)  para América Latina.

El pastor Michelén, junto a su esposa Gloria tiene tres hijos y cuatro nietos.

2/5 – Sombra para nuestros hijos

Junio 26

Sombra para nuestros hijos

John MacArthur

Dios ha diseñado que la sociedad exista en familias, en familias. Dios diseñó la familia, Dios creó al hombre y a la mujer y dijo: “Hagan familias.” Dios repitió eso en primer lugar cuando dijo eso en Génesis 1, estaban Adán y Eva y después que Él había destruido el mundo entero y regresó a Noé y reiteró ese mandato en el noveno capítulo de Génesis, “Hagan familias, hagan familias. Llenen la tierra, llenen la tierra.”

Las familias son la unidad que transmiten la verdad y la justicia de generación a generación. Las familias son las unidades que proveen disciplina, e instrucción, y por lo tanto crean la civilización, mantienen unida a la sociedad. Proveen como un proverbio chino dice, “sombra para los hijos. Una generación planta los árboles, la siguiente generación disfruta de la sombra.” Estamos viviendo en una época en la que uno se preguntaría si algún árbol con sombra está siendo plantado para generaciones futuras. Hay una generación de jóvenes, inclusive jóvenes cristianos en la actualidad quienes tienen miedo del prospecto de traer niños al mundo.

Nuestra sociedad, no solo permite la destrucción de la familia, la ayuda y contribuye a eso. Nuestra sociedad produce leyes para destruir a la familia, las vemos todo el tiempo. Estamos viviendo en una sociedad dónde todos los tabúes han sido abolidos. Solo queda un tabú, y esa es la Biblia, y la moralidad bíblica. La fornicación y el adulterio abundan a un nivel sin precedentes, y para aquellas personas que se casan, el divorcio es una ayuda que está lista para sacarlos de ese matrimonio.

Todos estamos conscientes del hecho de que tenemos un rechazo general de liderazgo masculino, tenemos una sociedad feminizada, madres que trabajan, hijos sin padres, sin madres, aborto, millones de niños siendo matados en el vientre de su madre. Eso se ha estado llevando a cabo por décadas. La pornografía no solo es abundante, sino que está protegida por la expresión libre. Tenemos medios masivos de comunicación dominantes que contaminan la mente de la gente con entretenimiento que está corrupto. Y después tenemos redes sociales, en dónde la gente puede explotarse a sí misma, corromperse a sí misma, y corromper a otros, está por todos lados.

La sociedad no va a ofrecer solución alguna, únicamente va a incrementar la corrupción y mientras que esto es lo que este mundo pecaminoso ha escogido, se ha convertido en juicio divino. Según Romanos 1, cuando Dios juzga a una sociedad habrá una revolución sexual, seguida de una revolución homosexual, seguida de mentes reprobadas, en dónde no hay manera de retroceder porque la manera de pensar está tan corrupta. Y, si usted fuera a identificar en dónde se encuentra el área más corrupta del pensamiento, usted probablemente tendrá que responder afuera del mundo del entretenimiento mismo, en las universidades, las cuales tienen la responsabilidad de preparar académicamente a la generación siguiente.

La sociedad no ofrece solución y de hecho, ésta sociedad está ahora bajo el juicio de Dios, y apresurándose a toda velocidad para llegar al infierno. Entiendo porque la gente ve esto y se pregunta cómo va a hacer para sus hijos, y sus nietos. La sociedad no tiene solución. Aparentemente, muchos en la iglesia no están dispuestos a ponerse de pie y proveer para la gente un entendimiento verdadero, bíblico, de relaciones sexuales, matrimonio y la familia.

Entonces, lo que quiero hacer para usted y para nosotros es simplemente ver en la Palabra de Dios, y poder presentar un entendimiento, un marco de referencia para entender el matrimonio y la familia, y criar hijos como Dios lo ha diseñado. Y quiero que abra su Biblia en el sexto capítulo de Efesios, porque quiero simplemente colocar este pasaje en su mente, y después vamos a ir a muchos lugares. No tengo idea cuán lejos vamos a llegar, he escrito muchas cosas de qué hablar.

Efesios 6:1. “Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, el cual es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros padres, (padre y madre) no provoquéis a vuestros hijos a ira, sino criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.”

Este es un resumen de lo que el Nuevo Testamento enseña. Usted encuentra un pasaje casi idéntico en el tercer capítulo de Colosenses también. Y como usted puede ver al ver ese pasaje, se basa en el Antiguo Testamento, de tal manera que nada ha cambiado. Esta es una reiteración y aclaración de lo que el Antiguo Testamento dice. Dios ya ha establecido Su patrón divino para la familia. Como dije, es difícil en la actualidad para la iglesia, definir esto con la precisión que la Biblia lo demanda, porque la iglesia, la iglesia contemporánea está tan pronta a absorber el mundo, y para hacer que la gente mundana se sienta cómoda, y regresar a los mandatos claros, precisos, exactos, demandantes, bíblicos, con respecto al matrimonio y a la familia, amenazaría a iglesias que están tratando de capturar al mundo.

Entonces, comencemos en dónde necesitamos estar y lo que necesitamos entender. Permítame darle cinco cosas que son elementales. Número uno, los hijos son una bendición de Dios. Los hijos son una bendición de Dios. Ahí es donde usted tiene que comenzar, no son un problema, no son una prueba, son una bendición de Dios. Dios bendijo a Adán y Eva, y Dios les dijo, “Fructificad y multiplicaos. Y llenad la tierra.” Al principio la civilización entendió eso, e inclusive después del diluvio. Cuando eso fue repetido, la gente entendió que los hijos eran una bendición del Señor. De hecho, no tener hijos era un desastre en la mente de la gente.

En el capítulo 29 de Génesis, por ejemplo, Raquel era estéril. “Lea concibió y dio a luz a un hijo, y lo llamó Rubén, porque ella dijo: ‘Porque Jehová ha visto mi aflicción, ciertamente ahora mi marido me amará.” Era como si no tener un hijo haría que su marido no la amara a usted. Y lleva volvió a concebir, y dio a luz a un hijo, y dijo: “Porque Jehová ha oído que no soy amada, Él por tanto también me ha dado este hijo. Y entonces lo llamó Simeón.” Ella volvió a concebir, y dio a luz un hijo y dijo, “Ahora, esta vez mi marido se acercará a mí, se apegará a mí, porque le he dado tres hijos. Y ella lo nombró, Leví.”

Ella en el versículo 35 volvió a concebir, y dio a luz un hijo y dijo, “Esta vez alabaré a Jehová.” No fue sino hasta que tuvo un cuarto hijo, que ella creía que podía dejar de anhelar por algo más y estar satisfecha. Los hijos son una bendición del Señor, un tipo de vergüenza en su mente no tener muchos hijos. Y el capítulo 30 dice, “Cuando Raquel vio que ella no le daba hijos a Jacob, ella tuvo envidia de su hermana. Y le dijo a Jacob, “Dame hijos o moriré. Dame hijos o moriré.” Y después a ella se le ocurrió un plan torpe, como usted sabe, y quiso una especie de hijo postizo, Dios en su gracia, ahí en el versículo 23, le mostró su favor y ella concibió y dio a luz un hijo. Ella dijo: “Dios me ha quitado mi oprobio.” Ella lo nombró José diciendo: “Que el Señor me de otro hijo.”

Fue casi como si un hijo no era suficiente. Lo era. El deseo del corazón de una madre, por tener muchos hijos, porque los hijos eran una bendición tal como Dios lo dijo. Escuche el Salmo 127, versículo 3, “He aquí, herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima es el fruto del vientre. Como saetas en la mano del valiente, así son los hijos de uno, habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre cuya aljaba está llena de ellos. No se avergonzará en cuando hablen con sus enemigos en la puerta.” Fue de hecho, una especie de menosprecio personal, una especie de vergüenza el no tener hijos. Ciertamente, hubieron algunos para quien Dios no diseño que tuvieran hijos, pero como un asunto general, los hijos fueron una bendición, y no tener hijos era no disfrutar de bendición.

Segundo principio que entender, la crianza de los hijos es una bendición. Esto va de la mano con el primer punto, la crianza de los hijos es una bendición. Hay tres veces en los Proverbios en dónde habla de un hijo que hace que el corazón de su padre esté contento. Proverbios 29:17 dice, “Corrige a tu hijo, y te dará descanso. Sí, traerá deleite a tu alma.” Los hijos son una bendición, y ser un padre es una bendición.

Un tercer principio. La crianza de los hijos es medida por los padres, y no los hijos. La crianza de los hijos es medida por los padres y no los hijos. ¿Qué quiero decir con eso? Simplemente, me refiero al principio de Proverbios 22:6, “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él.” Realmente los hijos son un testimonio de como los padres los criaron. Vivimos en una época en la que el enfoque está en los hijos. El enfoque debe estar en el padre.

Ahora, ¿qué significa, ‘instruye al niño, o prepara a un niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él? No es una garantía de salvación, simplemente es un axioma, un truismo, simplemente es una verdad evidente en sí misma, los hijos llegan a volverse aquello para lo que usted los cría. Ese es un hecho general. Un equivalente del Nuevo Testamento sería Lucas 6:40, cuando un hombre ha sido preparado de manera plena, él será como su maestro. Usted será responsable por moldear a sus hijos. Van a ser aquello a lo que usted los guía. Se volverán aquello que usted permite que se vuelvan. Van a adoptar la forma que usted ha provisto para ellos en su crianza. Nada de lo que usted haga garantiza su salvación. Eso no es lo que está diciendo, pero está diciendo que sus hijos serán los productos de su crianza. Y esa es la razón por la que dije que, el tercer punto en la crianza es medida por los padres, no el talento del hijo, no la belleza del hijo, sino los esfuerzos de los padres.

Entonces, conforme usted ve hacia adelante, y usted se dice a sí mismo, “No sé si quiero criar a un hijo en el mundo que está por venir o en el mundo que existe, recuerde esto. En cualquier ocasión en cualquier mundo, cualquier hijo llegará a ser aquello que usted lo formó y quiso que llegara a ser. La crianza de los hijos es una responsabilidad sin descansos, no hay descansos para tomar café, no hay vacaciones porque es tan importante. No puede ser un trabajo de medio tiempo. Esa es la razón por la que las madres que trabajan pueden ser un desastre tan serio.

Una cuarta cosa en que pensar con respecto a eso, y es obvio, es que la crianza de los hijos es la influencia más poderosa en la vida de un hijo. La crianza de los hijos, es la influencia más poderosa en un hijo. Es más poderosa que la sociedad, es más poderosa que sus amigos, es más poderosa que los medios masivos de comunicación, porque la crianza de los hijos puede controlar todo eso, es una responsabilidad de tiempo completo. De hecho, si usted regresa a Deuteronomio, ahí en el capítulo 6, usted recordará que incorporado, parte del diseño de Dios al principio al revelarle a Su pueblo Su ley de nuevo, lo cual Él lo hace en el libro de Deuteronomio, conforme se preparan para entrar a la tierra prometida, están las palabras conocidas de Deuteronomio 6:4 “Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy estará sobre tu corazón.”

Ese es el resumen de todos los mandamientos, amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y después, versículo 7, “Y las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” Eso es crianza de hijos. Nunca se detiene, nunca se detiene. “Las vas a atar como señal en tu mano,” de tal manera que básicamente afectan todo lo que haces. “Las colocas como señales en tu frente,” de tal manera que controlan la manera eficaz, lo que piensas. Ese es el simbolismo ahí, las escribes en los postes de tu casa, en tus puertas, de tal manera que cuando entras y sales, la ley del Señor domina todo. Así es como los padres tienen la influencia más grande.

Mantenga en mente que los hijos de Israel en este punto en el tiempo estaban viviendo en medio del paganismo. El paganismo estaba tan mal en ese entonces, que Dios les dijo que cuando entraran a la tierra prometida, literalmente mataran a las naciones que ocupaban la tierra. No hicieron eso, y entonces tuvo esta batalla constante con una sociedad corrupta. La historia de Israel, francamente, es una lección viva de los peligros de no enseñarle a sus hijos, de no tener la ley de Dios dominando a sus hijos, de no enseñarles, de no hablarles la ley de Dios cuando se sientan, cuando caminan, cuando se acuestan, cuando se levantan, haciéndola lo que controla su conducta, lo que controla su manera de pensar, y su ir y venir.

Obviamente Israel fracasó al no hacer eso, aunque se les mandó en Deuteronomio 6. Si usted llega, por ejemplo, una generación más tarde, simplemente una generación más adelante, a Jueces capítulo 2, versículo 7, dice aquí, “El pueblo sirvió a Jehová todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, que habían visto toda la gran obra que Jehová había hecho por Israel.” Josué claro, los habría llevado a la tierra, versículo 10, “toda esa generación también llevada a sus padres, y se levantó otra generación después de ellos que no conoció a Jehová, ni la obra que Él había hecho para Israel.”

Esa generación, no hizo lo que se les dijo que hicieran, enseñar la ley de Dios a sus hijos, para que amaran a Jehová su Dios con todo su corazón, con toda su alma, y con todas sus fuerzas. Esa generación entera fracasó en su crianza de hijos. Versículo 11, aquí está la siguiente generación, “Entonces, los hijos de Israel hicieron lo malo a los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.” Literalmente, adoraron a los señores falsos. “Y, dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses de entre los dioses de los pueblos que los rodeaban, y se postraron ante ellos, y de esta manera provocaron a Jehová a ira, entonces dejaron a Jehová y sirvieron a los baales y a Astarot.”

Una generación. Se les dio un mandato claro, toman la ley del Señor que había sido dada a Moisés, y fue dada por segunda vez en Deuteronomio, enséñaselas a tus hijos. No lo hicieron. Se volvieron a los dioses de los cananeos. Un patrón en la vida de Israel repetido una y otra vez, y otra vez, y otra vez, y todos conocemos la historia terrible, trágica, que resultó de esto. Me imagino que el resumen de esto está en Jueces 21:25, “Todo mundo hacía lo que bien le parecía.” ¿Se oye conocido? Esa es la sociedad estadounidense. Ese es el mundo en el que vivimos. Estamos ahí por la misma razón por la que Israel estuvo ahí.

El pueblo de Israel vivió en este mar de paganismo, se les dijo que hacer para protegerse a sí mismos, enseñarles a sus hijos. Fue una responsabilidad de tiempo completo, y tenía que estarse llevando a cabo todo el tiempo, no solo por preceptos sino, por ejemplo. Amar a Jehová tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Los hijos son una bendición, la crianza de los hijos en sí mismo es una bendición. De hecho, una familia es medida por la crianza de los hijos. Sea lo que sea que usted hace, va a decidir qué tipo de hijo tiene usted, y la crianza de los hijos es por diseño de Dios, la influencia más poderosa en la vida de un hijo. Es una responsabilidad de tiempo completo, que está incorporada en el comienzo mismo de la ley de Dios, y cuando es ignorada tragedia sobre tragedia, no solo el declive de una familia sino el declive de una sociedad entera.

Y eso nos lleva en cierta manera a una quinta verdad elemental, la crianza de los hijos es el plan de Dios para el hombre. La crianza de los hijos es el plan de Dios para el hombre. La excepción es no ser un padre. ¿No es eso en cierta manera obvio? Porque si usted no tiene padre, usted ya no tiene personas. La crianza de los hijos es el plan de Dios. Decir eso es decir que el matrimonio es el plan de Dios. El matrimonio es el plan de Dios. Dios nos diseñó como criaturas sexuales, seres sexuales, y eso únicamente puede ser cumplido en una unión entre un hombre y una mujer, en un matrimonio de por vida. Cualquier otra cosa diferente a esa relación, es devastador y corrompedor.

En 1 Corintios capítulo 7 usted podría ver esto conforme en cierta manera continuamos construyendo nuestro entendimiento en línea con esto. En 1 Corintios capítulo 7 Pablo dice, “Acerca de las cosas que me escribisteis, bueno le es al hombre no tocar mujer.” Él se refiere a una manera sexual, pero si vas a tener dificultades con eso, entonces dice, “pero debido a las fornicaciones, cada uno tenga su propia esposa, y cada esposa debe tener su propio marido. Usted no puede tener a personas con deseos sexuales por todos lados, sin conyugues. Algunas veces cuando la gente dice, ¿cuál crees tú que es el problema más grande en la familia en la actualidad? Lo he respondido de esta manera: la soltería, la soltería es un gran problema. Usted no tiene matrimonio, usted no tiene hijos, lo que usted tiene es inmoralidad.

Pablo procede a decir en el versículo 9, “Si no tienes dominio propio, cásate. Mejor es casarse que estarse quemando de pasión.” Tenemos una sociedad de solteros que están empujando, empujando, empujando el matrimonio más, y más hacia adelante a un mañana nebuloso. La soltería epidémica es mortal para la familia, produce inmoralidades masivas en toda dirección. Es una señal de egoísmo. Casi 50% de la población en Estados Unidos, que tienen más de 18 años de edad es soltera. Y viendo esta estadística desde otra perspectiva, solo únicamente 50% de las casas en Estados Unidos son parejas que están casadas. Y la casa más común en Estados Unidos, la casa más común en Estados Unidos desde el año 2000, es una persona viviendo sola.

Millones de personas solteras viviendo solas, ese tipo de conducta se ha incrementado en 100% desde 1990. Casi 50% de todos los nacimientos ahora son ilegítimos. El 90% de los estadounidenses en esta encuesta, en la encuesta Harris dijo: “La sociedad debe valorar todo tipo de familias por igual, todo tipo de familias por igual. No importa si son un hombre y una mujer, si están casados, o no, o si son del mismo sexo.” En dichas situaciones, dijeron 90% de las personas encuestadas, no tiene efecto en los hijos. Entonces, la solución para el gobierno de los Estados Unidos es ceder a la inmoralidad, al vicio sexual, a la desviación, la homosexualidad, y la lujuria desenfrenada domina la sociedad.

Y, por cierto, si usted resulta quedar embarazada, mate al bebé. Necesitamos entender que Dios ha diseñado que la gente tenga familias, tenga familias, tenga familias. Como cristianos y como la iglesia, necesitamos guiar al mundo al mantener en alto el matrimonio y a los hijos como la bendición más preciada de Dios en toda la vida humana. Observe en primer lugar, que el matrimonio es la gracia de la vida, ¿verdad? es lo que el Nuevo Testamento dice. En segundo lugar los hijos son una bendición del Señor, y la promesa es que usted los crie de la manera correcta. Cuando son mayores van a demostrar de esa manera que usted ha invertido en sus vidas. Ese es el diseño de Dios.

Los cristianos no pueden ser tan egoístas que no quieren casarse, y muchas personas no quieren casarse, porque después pueden encontrarse a alguien mejor. Es momento para que los cristianos dejen de interrumpir el plan de Dios para los hijos al quedarse solteros. Cásense, sea un marido, tome a una esposa. Y entre los cristianos creo que todavía en la mayoría de los casos es iniciado por los hombres. A los hombres les gustaría pensar que quizás las mujeres deberían venir tras ellos, pero las mujeres cristianas son más sensatas, creo yo, más reservadas, y los hombres necesitan guiar en eso. No sé qué es lo que los hombres cristianos están esperando. Hay muchas damas cristianas fieles, a quienes ellos podrían cuidar como Cristo amó a Su iglesia, y con quienes podrían cuidar hijos piadosos, y quienes serían para ellos, gozo supremo.

En la creación, recuerde usted la afirmación, no es bueno que el hombre esté, ¿qué? solo. Cásense, críe hijos. Críelos para que conozcan al Señor. Entonces, esa sería una especie de percepción elemental que quiero colocar en su mente. Ahora, quiero que regrese a Efesios, y en cierta manera vamos a hablar un poco más acerca de lo que este texto dice de manera específica. En primer lugar, habla de la sumisión de los hijos, y después habla de la sumisión de los padres, ambos sometiéndose al diseño de Dios.

Versículos 1 y 2, “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa.” ¿Necesito decir que, se necesita enseñarles a los hijos a hacer eso? No vienen al mundo listos para hacer eso, vienen al mundo como réprobos, réprobos, pequeños hermosos, pero réprobos. Vienen al mundo como pecadores caídos, llevando la naturaleza de Adán, y la culpabilidad de Adán. Pero, veamos simplemente esto en particular, los niños deben ser instruidos con esto. Pero los niños “deben obedecer a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo.”

¿Qué queremos decir con ‘hijos,’ tekna?  No significa bebés pequeños, no significa niños pequeños, significa cualquier hijo que todavía sería clasificado como un hijo, lo cual sería cualquier hijo que está en el hogar, y no han comenzado aún su propia vida adulta. Hablando en términos generales, cualquier descendiente que todavía está bajo cuidado de los padres. Todavía bajo el cuidado de los padres. De hecho, realmente no se aplica a los más pequeños porque usted realmente no los puede mandar, no tienen una facultad inclusive para comprender eso. Se refiere a aquellos que tienen la suficiente edad como para razonar. Y, por cierto, este es el único mandato en la Biblia a los hijos. Aquí está, “Obedeced a vuestros padres en el Señor.”

Este tipo de obediencia es tan esencial para la civilización, la sociedad se mantiene junta, en un tipo de manera cohesiva, saludable, y segura, cuando los hijos obedecen a sus padres. De hecho, eso está en los mandamientos de Éxodo 20, “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que Jehová tu Dios te da.” En otras palabras, si no haces eso, podrías morir, sino haces eso podrías morir. Y eso está reiterado en el siguiente capítulo de Éxodo, capítulo 21, y en el versículo 15, “El que golpeara a su padre o a su madre, ciertamente morirá.” Versículo 17, “EL que maldijere a su padre o a su madre, ciertamente morirá.” La pena capital para un hijo que le pega a un padre o maldice a un padre, repetido en el capítulo 20 de Levítico, versículo 9, “Si alguno maldijera a su padre o a su madre, ciertamente morirá.” Él ha maldecido a su padre o a su madre, su sangre está sobre él.

El siguiente versículo habla sobre el hombre que comete adulterio con la esposa de otro hombre, mismo castigo. La pena de muerte debe ser aplicada a los hijos que no obedecen a sus padres, así de urgente es este asunto de la obediencia. Criar una generación de personas que pueden hacer una civilización real, demanda que los hijos obedezcan a los padres. Eso es simplemente, algo absolutamente elemental. Observe el libro de Proverbios por un minuto, y permítame mostrarle tan solo unas cuantas cosas aquí, conforme en cierta manera continuamos con nuestro estudio bíblico. Proverbios realmente es verdad transmitida de los padres y las madres, pero en particular de los padres a sus hijos.

Entonces, el versículo 8 del capítulo 1, “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la enseñanza de tu madre. De hecho, son una corona de gracia para tu cabeza, y adornos para tu cuello.” En otras palabras, hay una belleza en un hijo que recibe instrucción de sus padres y la obedecen. En el capítulo 2, versículo 1, “Hijo mío, si recibieres mis palabras, y guardareis mis mandatos dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría, si inclinares tu corazón a la prudencia.” Capítulo 3, comienza de la misma manera, “Hijo mío, no te olvides de mí enseñanza, sino guarda mis mandamientos en tu corazón, porque largura de días y años de vida y paz te añadirán.” Capítulo 4, “Oíd hijo la instrucción de un padre, y prestad atención para que adquiráis entendimiento, porque os doy buena enseñanza, no abandonéis mi ley. Cuando yo era hijo de mi padre, delicado y único a los ojos de mi padre, entonces él me enseñaba y me decía, que tu corazón se aferre a mis palabras, guarda mis mandamientos y vivirás.”

En el capítulo 4 de nuevo, versículo 10, “Oye hijo mío, y acepta mis dichos, y los años de tu vida serán muchos.” Capítulo 5, “Hijo mío, da atención a mi sabiduría, inclina tu oído a mi entendimiento.” Capítulo 7 de nuevo, “Hijo mío, guarda mis palabras, atesora mis mandamientos dentro de ti.” No solo obedécelas, sino atesóralas, “guarda mis mandamientos y vivirás. Y mi enseñanza como la niña de mis ojos.” Mismo capítulo, ahí en el versículo 24, “Ahora, por tanto, hijos míos, escuchadme, y prestad atención a las palabras de mi boca.” En el capítulo 8, versículo 32, “Ahora, por tanto, hijos, oídme, porque bienaventurados son los que guardan mis caminos.” Y sigue así a lo largo de esta sección maravillosa.

Usted encuentra en el capítulo 12, versículo 1, “Todo aquel que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que aborrece la reprensión es necio.” No solo debe usted obedecer, sino que debe aceptar de manera dispuesta la disciplina que lo guía a usted por el camino de la obediencia. Capítulo 13, versículo 1, “El hijo sabio acepta la disciplina de su padre, pero el burlador no escucha la reprensión.” Hay poca duda de que esto se encuentra en el corazón de este libro entero de Proverbios. Tan importante.

Capítulo 15, versículo 5, “Un necio rechaza la disciplina de su padre, pero el que escucha la reprensión es prudente.” ¿Quieres ser un hijo prudente? ¿quieres crecer para que llegues a ser un adulto sociable? Entonces, escucha la instrucción de tu padre, y acepta la disciplina de tu padre. Y uno más en el capítulo 28, versículo 7, “El que guarda la ley es un hijo sabio.” El que guarda la ley es un hijo sabio. El lado negativo, si maldices a tus padres y les pegas a tus padres, la pena de muerte. El lado positivo, escúchalos, aprende de ellos, acepta la disciplina que viene con la instrucción.

En Lucas, capítulo 2:52, en Lucas 2:52 hay una afirmación interesante con respecto a nuestro Señor, pero nos da algunas categorías en las que podemos pensar de los hijos. Lucas 2:52, “Jesús crecía en sabiduría y estatura, y en favor con Dios y los hombres.” Los hijos deben ser gobernados, deben ser disciplinados, deben ser instruidos, porque carecen de cuatro cosas. Carecen de sabiduría, carecen de estatura, carecen de favor con Dios, y carecen de favor con los hombres.

En otras palabras, son deficientes mentalmente, son deficientes físicamente, son deficientes socialmente, y son deficientes espiritualmente. Y eso es todo, simplemente son deficientes. Se necesita un esfuerzo en dónde no nos detenemos de manera deliberada para sacarlos de esas deficiencias y llevarlos a un lugar en dónde reciben sabiduría, y crecen hasta llegar a la fortaleza y tener favor con Dios, y favor con los hombres. Dios se preocupa por el aspecto social de la vida, por el aspecto físico, por el aspecto mental, como también por el aspecto físico.

Entonces, usted debe querer que sus hijos sean obedientes, usted entiende que cuando llegan al mundo son deficientes, sus aptitudes sociales no existen, simplemente gritan por lo que quieren, pelean, discuten, van a lugares y hacen cosas que usted no quiere que hagan. No tienen aptitudes sociales, no tienen entendimiento espiritual, son débiles y vulnerables, llevados por doquiera, no tienen sabiduría, y no tienen discernimiento.

Entonces, lo que usted tiene es un pecador, réprobo, pequeño, que es totalmente deficiente en toda área de la existencia. Y su responsabilidad delante de Dios, y su gran gozo, es eliminar esas deficiencias. Si usted no hace eso, usted termina con el tipo de hombre del que habla Proverbios 30:11, que maldice a su padre y no bendice a su madre. Usted termina con el tipo de hombre que se burla del padre, y menosprecia a su madre. Y Proverbios 30:17 dice, “Los cuervos de la cañada saquen el ojo que se burla del padre, y menosprecia a su madre, y los aguiluchos se los comerán.” Eso es bastante vívido.

Entonces, ¿qué hace usted como padre? Usted tiene una responsabilidad y el gozo y el privilegio y el mandato de criar a hijos, para que sean obedientes. Eso significa que usted tiene que ser el instrumento que Dios usa para ayudarles a incrementar, a crecer en sabiduría, estatura, favor con Dios, y favor con el hombre. Usted debe querer que su hijo, regresemos a Efesios, obedezca, obedezca. Enséñele a su hijo a obedecer. Ese es el único mandato, obedezcan a sus padres. Lo académico no es tan importante, el deporte no es tan importante, la moda no es tan importante, el físico no es tan importante, la obediencia importa todo. Obedeced. “Hupakouo,” literalmente significa ‘oíd debajo de’ ‘someterse’ someterse. Es un imperativo presente, y la idea de que habitualmente lo obedecen a usted. Y simplemente quiero decirle que así es como en un sentido es la crianza simple de los hijos. Lo único que usted está tratando de hacer es criar a un hijo obediente. Un hijo que aprenda la obediencia porque las consecuencias son tan dolorosas, las consecuencias de la desobediencia.

Pero hay otro aspecto de esto. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres.” ¿Qué significa eso? En el Señor, ¿qué significa eso? Colosenses 3:20 añade, “Obedeced a vuestros padres en el Señor, en todo.” Absolutamente en todo en el Señor. ¿Qué significa eso? Como si estuvieras obedeciendo a Cristo. Como si estás obedeciendo a Cristo. Eso es algo sorprendente. Usted realmente está enseñándole a sus hijos a obedecer, no debido a usted, sino debido a Dios. Su autoridad es una autoridad delegada. Es transmitida a usted desde el cielo. ¿Por qué debe usted hacer esto? Porque esto es justo.

Ahí hay una idea nueva. Algo que de hecho es lo correcto. Hay una cosa correcta y esa es la obediencia. La palabra es dikaion, la cual es ‘justo,’ ‘justo,’ usado con frecuencia de Dios, con frecuencia de Cristo, y con frecuencia de nosotros, cuando está hablando de nuestra justicia en Cristo, nuestra justificación es justo. Los hijos que desobedecen violan la ley de Dios. Esto debió haber sido algo desafiante en la primera iglesia, porque a los hijos judíos se les prohibía creer en Cristo. Probablemente a los hijos paganos se les prohibía creer en Cristo, y estaban siendo expuestos inicialmente al evangelio. ¿Qué iban a hacer?

Bueno, que dijo Jesús, sorprendente, Él dijo, “Si me quieres seguir, quizás tengas que odiar a tu padre, y odiar a tu madre.” Eso es Lucas 14. En Mateo 10 Él dijo, “Si amas a tu madre, o padre más que a mí, no eres digno de ser mi discípulo.” Aquí está el lugar en dónde los hijos hacen lo que es justo, lo que es correcto, cuando desobedecen. Esto es cuando obedecen al Señor, y los padres les están mandando que no lo hagan. Esa es una excepción rara. Fuera de eso, el primer deber de un hijo es obedecer.

Entonces, usted le enseña a sus hijos a obedecer. Y si usted hace eso, cuando sean grandes van a ser obedientes. El segundo deber entonces, en el versículo 2 es, “honrar a tu padre y a tu madre, el cual es el primer mandamiento con promesa. Obedecer es deber, honrar es actitud. Obedecer es deber, honrar es actitud. Usted no solo debe querer obediencia, usted no quiere a un hijo furioso, que lo obedezca a usted con un corazón enojado. Pero esta actitud corresponde al acto de obediencia. La obediencia de un hijo debe contener honor. Y eso, claro, sale de los diez mandamientos en Éxodo 20:12. Usted debe criar a un hijo que es tanto obediente a los padres, porque él se da cuenta que esos padres tienen una autoridad delegada del Señor, para traer la vida más bendita posible a ellos, y al mismo tiempo tener una actitud de honor hacia el padre y la madre.

Patricia y Yo solíamos hablar mucho de esto cuando estábamos criando a nuestros hijos, disciplinábamos por la actitud, disciplinábamos a nuestros hijos mucha más por actitud, que lo que hicimos por acciones, porque tendían a pensar que podían salirse con la suya con una actitud en lugar de un acto. Podíamos prevenir el acto, no podíamos prevenir la actitud. La disciplina por una actitud es tan importante como la disciplina por un acto si usted tiene un hijo que es obediente, reverente, reverente hacia los padres, como los representantes de Dios, con la autoridad delegada de criarlos para conocer y amar a Dios, y vivir en la plenitud de su bendición.

Entonces, este realmente es el quinto mandamiento, y versículo 12 es el quinto mandamiento. Y es el primer mandamiento que tiene que ver con las relaciones humanas. Los primeros cuatro tienen que ver con Dios, Éxodo 20, éste es el primero que tiene que ver la relación humana. Cuando usted entra a las relaciones humanas, lo primero que usted se encuentra son los padres y los hijos. Esto es tan esencial porque viene con una promesa, observe el versículo 3, “para que te vaya bien y para que tengas larga vida sobre la tierra. Este es el primer mandamiento con promesa.” Este es el quinto mandamiento, ese el primero que trata con las relaciones humanas, y es el primero con una promesa.

Los hijos piadosos, los hijos obedientes que honran a sus padres, no van a tener su vida cortada por la disciplina, no van a tener su vida cortada por el juicio divino, van a tener una vida larga, rica, plena, bendita. Eso es lo que usted quiere para sus hijos, ¿verdad? Ese es su deseo para sus hijos. Y aunque cuando el mandato fue dado por primera vez al pueblo de Israel, hubieron promesas físicas hechas a Israel, que iban de la mano con que estuvieran en la tierra. Todavía hay promesas que van de la mano con esto, de lo contrario no sería repetido aquí. Esto es para todos los creyentes, y esto no está ligado necesariamente a la tierra de Israel, sino que tendrás vida larga, no en esa tierra, sino en la tierra.

No se usted, pero me gustaría que mi hijo viviera una vida plena, una vida larga, ¿usted no? No garantiza un número de años, pero lo que garantiza es que su vida no será cortada por la disciplina divina. Esto es absolutamente esencial. Ahora, quiero cerrar al decir que para llevar a sus hijos a este punto, tiene que ejercer algo de disciplina firme. Regresemos a Proverbios de nuevo, y simplemente le voy a mostrar unas cuantas cosas que usted conoce. Proverbios 3, versículo 11, “Hijo mío, no menosprecies la disciplina de Jehová, ni aborrezcas su reprensión, porque aquel a quien Jehová ama, disciplina, así como el padre corrige al hijo a quien quiere.”

Dios lo hace, Dios disciplina, esto es repetido, no es cierto en Hebreos, “Todo aquel al que el Señor ama el disciplina.” En el capítulo 10 de Proverbios, un versículo conocido, versículo 13, “En los labios de quien discierne, la sabiduría se encuentra, pero la vara es para las espaldas del que carece de entendimiento.” No solo le dice a usted que hacer, le dice en dónde hacerlo. Dele en la parte de atrás. Esa es la razón por la que Dios proveyó acolchonamiento suficiente en ese lugar, esa es una vara para la espalda de un hijo que carece de entendimiento. En el capítulo 19 de Proverbios, versículo 18, “Corrige a tu hijo mientras que hay esperanza y no desees su muerte.” Guau. Si no disciplina usted a su hijo, acorta su vida. Lo ama usted, disciplínelo.

Proverbios 22, versículo 15, “La necedad está ligada al corazón del muchacho.” Eso es lo que estaba diciendo, que nacen siendo insensatos, y están caídos, “más la vara de la disciplina la alejará de él.” Esa amigos, es una promesa. ¿quiere usted alejar la necedad de su hijo? El castigo físico desde los primeros años, tan pronto como esa necedad se vuelve aparente y desafiante. Capítulo 23 de Proverbios, versículo 13, “No retenga la disciplina del hijo, le azotarás con vara, y no morirá. Lo azotarás con la vara, y rescatarás su alma de la muerte, de la tumba.” Todo esto está diciendo. Si quiere usted que su hijo viva una vida rica, completa, bendita, plena, va a demandar algo de disciplina seria, dolorosa, disciplina corporal. Claro que, si usted quiere destruir a la familia, usted podría hacer de eso, ilegal.

Proverbios 29, versículo 15, “La vara y la corrección dan sabiduría.” ¿Escuchó esto? “Pero el hijo consentido trae vergüenza a su madre.” Y después en el versículo 17, “Corrige a tu hijo y te dará descanso, y traerá deleite a tu alma.” No voy a llevarlo a lo largo de Proverbios de nuevo, pero si fuera a hacer otro viaje simplemente le diría que Proverbios dice esto, “Un hijo indisciplinado es tristeza para su madre, un rebelde para su padre, una tristeza para sus padres, un desastre para su familia, una desgracia para sus padres, una humillación para sus padres, y un abusador de sus padres.”

Entonces, es esencial tener un hijo obediente. Y es necesario, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra. Calidad de vida, te va bien. Cantidad de vida, larga vida sobre la tierra. Entonces, regresemos adonde comenzamos, los hijos son una bendición del Señor, la crianza de los hijos es una bendición, la crianza de los hijos define a la familia no el hijo, la crianza de los hijos es la influencia más grande que sus hijos jamás van a tener. Tiene que serlo por diseño divino, y la crianza de los hijos es el plan de Dios.

Entonces, usted podría ver al mundo hacia adelante, y decir, “Oh, no sé si quiero casarme. Usted va a terminar posponiendo esta carrera en la vida, posponiendo este llamado alto y glorioso, y lleno de deleite a ser una familia. Muchas cosas amenazan a la familia y al futuro, pero creo que con frecuencia la soltería en la iglesia evangélica es la amenaza más grande. Simplemente necesitamos pedirle al Señor que nos humille y nos dé un corazón para encontrar una persona que ame a Cristo, para criar hijos.

Dice usted, “Oh, el mundo va a ser,” el mundo siempre ha sido igual, ¿verdad? siempre ha sido igual. Usted puede proveer las protecciones que usted necesita para sus hijos, eso es lo que los padres hacen, pero este es el diseño de Dios. Necesitamos más matrimonios cristianos buenos y necesitamos más familias cristianas maravillosas, tenemos tantas aquí en Grace, Grace Church. El mundo necesita más, el mundo necesita más, y usted no tiene nada que temer porque este es un llamado divino, usted lo hace en el poder de Cristo, y la fortaleza del Espíritu, y el Señor lo va a usar para hacer que su familia sea una bendición.

Señor, hemos disfrutado de un gran privilegio al llegar al final de este día, disfrutando de un día maravilloso, fructífero de comunión y ministerio juntos. De nuevo hemos sido expuestos a tu palabra en tantos niveles hoy día, el día de hoy, cuan ricos somos, cuan bendecidos somos por tener la verdad y no estar corriendo por todos lados como personas en el mundo tratando de entender que es lo que es correcto, o lo que es verdad, dónde está la esperanza, en dónde están las respuestas, como vivir, como amar, como casarnos, como criar hijos. Todo está aquí para nosotros, y todo está simplemente cargado de promesas, simplemente está cargado de promesas.

Un matrimonio amoroso, un marido que ama a su mujer, y una mujer que se somete a su marido, hijos que son instruidos y disciplinados para ser obedientes, padres que los crían en la disciplina y amonestación del Señor, encuentran la vida más rica, más satisfactoria. Está bien con ellos–calidad de vida. Y pueden vivir mucho tiempo en la tierra–cantidad de vida. Vida a plenitud, y vida que es de lo más completo, que está encontrada en este regalo maravilloso de la familia. Ayúdanos Señor a buscar tu propósito en esta área.

Señor, sabemos que puede haber algunos a quienes se les ha dado un don para ser solteros, que no tienen un deseo como éste, y que ese es un don de Ti, y que si es un don de Ti, como dice la Escritura, pueden dedicarse continuamente a Ti sin estorbos. Estamos tan agradecidos por aquellos que han sido dotados y llamados de esa manera, y son una parte bendita de nuestra familia como tus hijos. Guíanos Señor, conforme pensamos en estas cosas en las semanas venideras, y conforme la gente que va más allá de nuestra iglesia oye estas verdades, oramos que hagas una obra en muchos corazones. Para Tú gloria oramos. Amén.

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¿Dónde está mi trapito?

Miércoles 26 Junio

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.

1 Corintios 13:11

Así dice el Señor:… Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros.

Isaías 66:12-13

¿Dónde está mi trapito?

Como la mayoría de los niños, mi pequeño Arturo tiene un «trapito» que atesora. Ese pedazo de tela, raído y sucio, tiene un valor inmenso para él. Lo usa para dormirse y tranquilizarse. ¡Pero esta noche nadie encuentra el trapito! Arturo llora desconsolado.

¿Qué hacer? ¿Reprocharle su tristeza? ¿Tratar de explicarle que ese ordinario pedazo de tela no tiene ningún valor? ¿Pedirle que deje de llorar y sea razonable como un adulto? ¡En absoluto! Yo, su mamá, buscaré por todos lados su valioso trapo, porque mi deseo ante todo es consolarlo. Cuando él sea más grande, aprenderá a despegarse de su tesoro. Pero ahora es muy pequeño para comprender. A su edad, la pérdida de su trapo le causa gran dolor.

Amigos cristianos, nos dirigimos a Dios para hablarle de cosas importantes. Pero muy a menudo tememos hablarle de nuestras pequeñas angustias. No nos atrevemos a hacerlo porque pensamos que son insignificantes y que Dios nos reprochará la importancia que les damos. Es cierto que debemos crecer en la fe para estimar las cosas como él lo hace. Pero estamos ante un “Padre de misericordias” y un “Dios de toda consolación” (2 Corintios 1:3). Él no subestima nuestras penas cotidianas. En nuestra pequeña medida, ellas son importantes, y Dios lo sabe.

Él valora nuestras confidencias, aun cuando lo sabe todo. Hablemos con él de todo lo que nos turba, con la confianza de un niño.

2 Reyes 25 – 2 Timoteo 2 – Salmo 76 – Proverbios 18:4-5

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La Búsqueda de amor del mundo

Junio 25

La Búsqueda de amor del mundo

Sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. (Colosenses 3:14)

Las personas del mundo buscan mucho el amor. Se considera como la meta suprema el amar y ser amado. Se ve al amor como la forma de experimentar las emociones extremas: nunca será tan feliz ni estará tan triste como cuando está enamorado.

La música actual estimula esa búsqueda del amor. Casi toda ella tiene el mismo mensaje implícito: sea la fantasía de un amor que se busca o la desesperanza de un amor perdido. Las personas siguen persiguiendo ese sueño esquivo. Fundamentan su concepto del amor en lo que hace para ellos. Las canciones, los dramas, las películas, los libros y los programas de televisión perpetúan continuamente la fantasía; el sueño de un amor perfecto satisfecho a la perfección.

El amor del mundo es implacable, condicional y ególatra. Se centra en el deseo, el placer egoísta y la lujuria; todo lo opuesto del perfecto amor de Dios. Las personas buscan amor, pero no es el amor verdadero; es la perversión de Satanás.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

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1/5 – Sombra para nuestros hijos

Junio 25

Sombra para nuestros hijos

John MacArthur

Fue en el año 1978, hace 12 años atrás, cuando nos embarcamos en un estudio de la epístola de Pablo a los efesios. Ha pasado casi esa cantidad de años desde que nos concentramos en un versículo muy, muy importante en Efesios que habla bien del tema de este día en particular. Abra su Biblia, si es tan amable, en Efesios, capítulo 6. Efesios, capítulo 6, versículo 4.

El versículo dice: “Y vosotros, padres,” refiriéndose a padre y madre, “no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Un proverbio chino antiguo dice esto: “una generación planta los árboles y otra recibe la sombra.” Usted y yo estamos viviendo aún en la sombra de algunos árboles que fueron plantados por algunos de nuestros padres y abuelos y bisabuelos. Estamos bajo la sombra, hasta cierto punto, por sus estándares morales, por su compromiso espiritual, su sistema de valores, su sentido de lo que es correcto y lo equivocado, su compromiso con el deber. Estamos bajo la sombra de lo que nuestros padres y abuelos plantaron.

La pregunta que enfrentamos el día de hoy es qué tipo de árboles están siendo plantados en la actualidad para proveer sombra para la generación futura de lo que bien podría ser el calor quemador de un mundo dominado por un anticristo. ¿Estamos plantando algo o estamos dejando a nuestros hijos totalmente expuestos? Es obvio, o debería serlo para cada uno de nosotros, que nuestra cultura, en términos de moralidad, valores, ética, deber, compromiso, se está desintegrando. Los sistemas mismos sobre los cuales basamos nuestra vida están confundidos, están torcidos y fuera de línea con el orden Divino de Dios. Permitimos a nuestro país la masacre de millones de niños no nacidos, mientras que al mismo tiempo sentenciamos a hombre esta semana a seis meses en la cárcel por matar a un colibrí, lo cual nos demuestra que aún no entendemos que el hombre es hecho a imagen de Dios, muy diferente de cualquier animal.

Estaba leyendo un artículo esta semana en la revista Reader’s Digest acerca de los derechos de los animales. Una de las personas que es citada en el artículo estaba exaltando la igualdad de todas las cosas creadas con esta afirmación: “una rata es un cerdo y un perro es un niño.” El artículo procedía a decir que hay personas que están reclamando que la matanza de seis millones de pollos para ser rostizados es el equivalente moderno de la masacre de Hitler de los judíos.

¿Qué tipo de valores va a tener nuestra cultura? A mí también se me dijo hace un par de semanas atrás que hay más personas en las escuelas de leyes en los Estados Unidos que en el resto de los programas de posgrado combinados. Es impensable pensar en lo que viene en el futuro en una sociedad que va a irse a demandar entre sí hasta la muerte en juicios, sin un estándar moral mediante el cual va a determinar lo que es correcto.

¿Vamos a sentenciar a la gente a la cárcel por matar a las aves y después, dejarlos estar libres cuando matan a niños? ¿Adónde va nuestra cultura? ¿Qué tipo de sistema de valores, qué tipo de moralidad, qué tipos de estándar estamos estableciendo para proveer sombra para la próxima generación? ¿Estamos plantando algo o los estamos dejando totalmente expuestos?

Bueno, las Escrituras son ciertamente claras cuando hablan de nuestra responsabilidad hacia nuestros hijos. Dios ha establecido los estándares y cualquier madre sabe que los hijos deben ser una bendición. Y normalmente, lo son cuando llegan. Hay algunas madres que no los quieren en absoluto y, por lo tanto, los abortan. Hay algunas madres que inclusive, habiéndolos dado a luz, no los quieren. Y por ello, los desechan en un contenedor para la basura o los regalan.

Y después, están la mayoría de las madres, que al principio los quieren y después de unos cuantos años, no están seguras de que todavía los quieren. Los hijos, supuestamente deben ser una bendición. Los hijos deben ser un gozo. Los hijos deben ser una bendición del Señor para llenar de gracia nuestras vidas de satisfacción y significado y felicidad y plenitud. Son dados para nuestro gozo y, sin embargo, terminan rompiendo el corazón, y rompiendo el corazón y rompiendo el corazón. Al ser dejados expuestos a este mundo y cuando no se les provee la sombra apropiada para protegerlos, ellos, de hecho, rompen su corazón.

Pero regresemos a la perspectiva básica de Dios. Génesis, capítulo 4, cuando regresamos al principio en el que Dios dio hijos, cuando leemos en Génesis 4, versículo 1: “el hombre,” este es Adán, “tuvo relaciones con su esposa Eva y ella concibió y dio a luz a Caín. Y ella dijo:

“he tenido a un hombre niño,” literalmente, con el Señor. En otras palabras, el Señor fue la fuente de este niño. El Señor me dio un niño.

En el versículo 25: “Adán volvió a conocer a su mujer y dio a luz a un hijo y lo llamó Set, porque Dios me ha dado otro descendiente.” Ella vio a sus hijos como regalos de Dios. Capítulo 17 de Génesis, versículo 20: “Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.” Inclusive a Ismael, Dios dice, lo bendeciré. ¿Cómo lo vas a bendecir? Al darle hijos. Doce príncipes le daré. Esa es una gran bendición.

Génesis, capítulo 29. En Génesis 29, versículo 31: “Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril. Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste.” Ella pensó que cuando ella le había dado su primer hijo a su marido, él la amaría. Ella descubrió que solo el hijo de ella la amaba. Para cuando ella tuvo el segundo hijo, ella tuvo el segundo hijo y sabía que el segundo hijo iba a llenar de nuevo el vacío de amor que ella no tenía por parte de su marido. El punto es este: que Dios le dio sus hijos para que ella pudiera disfrutar del amor de ellos. Los hijos son una bendición. Los hijos son una fuente de amor.

Raquel estaba sintiendo su esterilidad en el capítulo 30, versículo 1 y ella le dijo a Jacob: “dame hijos o moriré.” Versículo 2: “Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?” El punto es que sólo Dios puede dar hijos. Dios los da para gozo. Dios los da para bendición. Dios los da para llenar nuestras vidas. Versículo 6: “Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo.” De nuevo, un regalo de Dios.

Versículo 17: “Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido.” Versículo 19: “Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob. Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote.” Los hijos deben traer bondad, gozo, bendición, promesa, esperanza, satisfacción, significado para la vida. En el capítulo 33, versículo 5, y aquí Esaú se reúne con Jacob y Jacob le dice que aquellos que estaban con él eran los hijos que Dios en su gracia le había dado a tu siervo. Regalos de Dios dados en gracia para ser una bendición.

En Rut, ese libro maravilloso, en el versículo 13 del capítulo 4, escuche esto: “Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová.” Los hijos deben ser una bendición. Siempre ha sido así. Dios los da para nuestro aliento. Dios los da para nuestro gozo.

Proverbios 23:24: “el padre de los justos se regocijará grandemente y el que engendra a un hijo sabio estará gozoso en él.” Ese es el propósito de Dios. Los hijos son para hacernos felices. “Se sabio, hijo mío,” dice Proverbios 27:11, “y llena de gozo mi corazón.” Un hijo sabio, de hecho, llena de gozo el corazón del padre. Proverbios 29:3 dice: “un hombre que ama la sabiduría trae gozo a su padre.” Y así continúa.

Ahora, ¿cómo es con el propósito de Dios de que los hijos deben traernos gozo y felicidad, contentamiento, satisfacción y amor, en lugar de eso, se vuelven algo que rompe nuestro corazón? Los matrimonios y las familias en nuestra época tienden a ser zonas de guerra, áreas de desastre. Los hogares no son refugios. No hay paz, ni gozo, ni contentamiento, sino que más bien, conflicto, intimidación, aislamiento. En la generación de gente que está siendo criada en la actualidad, sin protección, en lugar de estar bajo algún tipo de sombra por algún tipo de estándar de vida apropiado y ordenado por Dios. Para hacer eso práctico, permítame tan sólo hablarle un poco de algo antes de que entremos a nuestro texto.

El departamento de policía de Houston publicó un pequeño folleto apropiadamente llamado Cómo Arruinar a Sus Hijos. Obviamente de manera sarcástica, dice, y garantizado para que sea un 99% infalible. Esto es lo que el departamento de policía de Houston experimentó al enfrentar con la delincuencia y los criminales y los ha llevado a concluir esto. Aquí está cómo arruinar a sus hijos.

Número uno, comience en la infancia a darle a su hijo todo lo que quiere. Número dos, cuando comienza decir malas palabras, ríase de él. Número tres, nunca le de ningún tipo de preparación espiritual hasta que tenga 21 años de edad, después, déjelo decidir por sí mismo. Número cuatro, evite usar la palabra “malo,” podría desarrollar sentimientos de culpabilidad. Cinco, recoja usted todo lo que él deja tirado en el piso para que experimente el evadir toda responsabilidad por todo lo que hace y culpar a los demás. Y sigue y sigue. Inclusive la cultura ve que un hijo sin disciplina e instrucción es un desastre potencial.

Otro libro escrito por un médico también adopta un enfoque más bien sarcástico a esto y sugiere cómo crear o cómo producir a un hijo trágico. Primero, aquí están 10 pasos fáciles para hacer que su bebé saludable, normal se convierta en un adicto a las drogas o un alcohólico. Aquí están. Diez pasos. Uno, consiéntalo. Dele todo lo que él quiere si usted puede pagarlo. Dos, cuando él haga algo que está mal, usted puede amenazarlo, pero nunca disciplinarlo. Tres, promueva su dependencia total de usted para que las drogas y el alcohol puedan reemplazarlo a usted cuando él sea mayor. Cuatro, protéjalo de su marido y de todos esos maestros malos que amenazan con disciplinarlo de vez en cuando y demándelos, si usted quiere. Cinco, tome todas sus decisiones debido a que usted es mucho mayor y mucho más sabio que él. Y él podría cometer errores y aprender de ellos si usted no lo hace. Seis, critique a su padre abiertamente para que su hijo pueda perder el respeto a sí mismo y la confianza. Siete, siempre sáquelo de los problemas para que usted le caiga bien a él. Además, él podría dañar la reputación de usted si él termina con antecedentes penales. Nunca deje que él sufra las consecuencias por su propia conducta.

Quiero detenerme aquí para decir que para mí este es uno de los asuntos más importantes en la crianza de los hijos. Los hijos deben sufrir las consecuencias de su mala conducta, de lo contrario nunca alterará la conducta de ellos. Número ocho, siempre entre y resuélvale los problemas para que él pueda depender de usted y corra usted cuando las cosas se ponen difíciles. Después, cuando él sea mayor y todavía no haya aprendido a cómo resolver sus propios problemas, él puede continuar huyendo de ellos mediante las drogas o el alcohol. Nueve, simplemente, para estar tranquila, asegúrese de dominar a su marido y llévelo a que él beba también. Diez, tome usted misma muchas medicinas que el doctor le ha recetado a usted para que el tomar medicinas que no son con receta no sean un gran paso serio para él. Así es como usted hace que su bebé saludable normal termine siendo un adicto a las drogas o alcohólico.

Él añade: “aquí está cómo hacer que su hijo normal termine siendo un homosexual. Uno, comience usando los diez pasos fáciles seguidos por la madre del alcohólico. Pero esto no será suficiente. Además, muestre su amor a su hijo al protegerlo con mucho cuidado. No le deje jugar fútbol americano o béisbol con los otros niños. Él podría lastimarse. No lo deje trabajar afuera, él podría enfermarse de neumonía con un mal clima. Tres, asegúrese de que pase mucho tiempo con usted y muy poco tiempo con su padre o con cualquier otro hombre adulto. Después, él sugiere: aquí está cómo hacer que su hijo normal termine siendo un criminal sociópata.

Uno, comience con los mismos diez pasos fáciles que la madre del alcohólico usa con las siguientes excepciones y adicciones. Nunca discipline a su hijo. El castigo físico es algo del pasado. De hecho, la disciplina ahora es considerada inmoral. Por cierto, es contra la ley en Suecia, la cual tiene la tasa de suicidio más elevada entre los adolescentes en el mundo. Deje que su hijo se exprese a sí mismo como él quiera. Él aprenderá a partir de su ejemplo a cómo conducirse, él no necesita disciplina alguna. No guíe su vida, deje que él guíe a la de usted. Deje que él lo manipule a usted. Deje que él lo haga sentirse a usted culpable si él no hace lo que quiere. Y no implemente las reglas de la casa, si es que hay alguna, de esa manera, él podría escoger qué leyes de la sociedad él romperá cuando sea mayor y él no temerá a las consecuencias debido a que él no sufrió nunca ninguna consecuencia. No lo moleste con hacer cosas en la casa. No lo moleste con ayudar a limpiar o a recoger la casa. Hágale todo. Por ejemplo, hágale su cama, límpiele todo para que entonces, él pueda ser irresponsable cuando él sea mayor. Y siempre culpe a otros cuando sus responsabilidades no se hacen. Asegúrese de ceder cuando él hacer un berrinche. Él podría pegarle a usted si es usted no cede. Nunca lo confronte cuando él está enojado. También ayudará si usted escoge creer sus mentiras y quizás usted quiera mentir un poco. Particularmente en sus impuestos. Critique a otros de manera abierta y de manera rutinaria para que él entonces se dé cuenta de que él es mejor que el resto de la gente. Dele mucho dinero y no lo fuerce a hacer algo para ganárselo. Él podría terminar con la idea de que él tendrá que trabajar más tarde para vivir si usted lo hace trabajar para tener dinero. Si él hace algo que vale la pena en la casa, asegúrese de pagarle ricamente por cada buena obra, no sea que él termine pensando que un sentimiento de responsabilidad es su propia recompensa.

Y después, el doctor dice: aquí están los plazos para hacer que su hija normal termina siendo una hija histérica. Use los mismos diez pasos fáciles que la madre del alcohólico usó, punto por punto, pero también añada esto: consiéntala, déjela hacer siempre lo que quiere, especialmente si ella llora o se enoja. Cásese con un marido inmaduro y nunca satisfaga usted sus necesidades físicas, sus necesidades de calidez y afecto. Y él se va a acercar demasiado, de hecho, a su hija, en lugar de acercarse a usted. Miéntase mucho a usted misma para que ella pueda aprender a usar la técnica de la negación también. Siempre alábela cómo se ve, nunca por su virtud. Coloque un espejo en toda pared para que ella pueda admirarse a sí misma de manera continua. Esta es una de las reglas más importantes para producir la histeria.

Y cuando ella huya, y probablemente ella va a hacer esto de manera frecuente, asegúrese de salir corriendo siempre tras de ella y discúlpese por no dejarla hacer lo que ella quiere siempre desde el principio. Cuando ella pretenda estar triste y ella finja suicidarse, al tragarse un par de docenas de aspirinas o píldoras para dormir, asegúrese de salvarla de manera dramática y mostrarle lo culpable que usted se siente por no dejarla hacer lo que ella quiere desde el principio. Aliéntela a ser una estrella de película. Ya para este punto, ella es tan dramática que la actuación sería bastante natural para ella. Divórciese y vuélvase a casar dos o tres veces para que ella pueda aprender lo que usted ya conoce: que todos los hombres no sirven para nada, pero, de cualquier manera, usted podría vivir con uno.

Usted podría seguir más allá de eso. Instrucciones para saber cómo criar a un esquizofrénico adulto: No muestre afecto. Tenga un padre débil o una madre débil. ¿Cómo desarrollar a un hijo obsesivo, rígido y tímido? Sea crítico, dominante, legalista, orgulloso. ¿Cómo desarrollar a un hijo que tiende a meterse en accidentes? Peleen entre ustedes y el hijo terminará castigándose a sí mismo en la forma de accidentes. ¿Cómo tener a un hijo obeso? Dele mucha comida y déjelo en casa solo. ¿Cómo tener a un hijo anoréxico? Igual, nada más que incluya que no respete a su marido. ¿Cómo tener a un hijo hipercinético? Nunca discipline y tenga un padre ausente. Y sigue así. Algunos estudios inclusive han indicado que los niños que mojan la cama, de alguna manera son más frecuentes en los hogares de mujeres.

El punto es este: Dios nos ha dado hijos y a menos de que obedezcamos el estándar de Dios, vamos a producir un desastre. Ahora, algunas veces, realmente, no es la culpa de la madre. Algunos maridos son débiles y no sabios. Algunos maridos están ausentes. Algunos maridos se han ido en su totalidad, pero a menos de que usted obedezca el estándar que Dios ha establecido, ese hijo que Dios le ha dado a usted para que sea un gozo y una bendición y un consuelo y consolación a lo largo de su vida, va a terminar rompiendo su corazón.

Ahora, necesitamos regresar a nuestro texto para descubrir cómo criar bien, correctamente a ese hijo. Hemos visto cómo hacerlo mal. ¿Cómo lo hacemos bien? Permítame leerle los primeros tres versículos: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”

Ahora, lo primero que dice y únicamente voy a mencionar esto brevemente, es que los hijos son llamados a obedecer y honrar. Obedecer es el acto y la honra es la actitud. Entonces, lo que queremos de los hijos es obediencia y honor. Necesitan aprender a manera de actitud a honrar a sus padres y en términos de acción, a obedecer a sus padres. De manera natural, no saben esto. ¿Entiende usted eso?

La Comisión de crimen de Minnesota reconoce esto cuando escribe, y cito: “todo bebé comienza la vida como un salvaje pequeño…” Y después, dijeron esto: “él es completamente egoísta y está centrado en sí mismo.” Él quiere lo que quiere cuando lo quiere, su mamila, la atención de su madre, los juguetes del otro niño, el reloj de su tío. Usted le niega estas cosas una vez y él se enoja, se llena de ira y agresividad, la cual sería homicida si él no fuera tan indefenso. Él está sucio, no tiene moralidad, no conoce nada y no tiene ninguna capacidad desarrollada.” Se oye como un vago. “Esto significa que todos los niños,” dice la Comisión de Minnesota, “todos los niños, no sólo ciertos niños, todos los niños nacen como delincuentes. Si se les permite continuar en su mundo egoísta de la infancia, y se les da la libertad y no se refrenan sus satisfacciones impulsivas para satisfacer todo deseo, todo niño va a terminar siendo un criminal, un ladrón, un homicida y un violador.” Fin de la cita.

Y entonces, si usted va a tener que prevenir eso, va a tener que trabajar un poco. Los niños se desarrollan en cuatro áreas, como se indica en Lucas 2:52: «Jesús creció en sabiduría, estatura, favor con Dios y los hombres.” ¿Verdad? Sabiduría, eso es mentalmente. Estatura, eso es físicamente. Favor con Dios, eso es espiritualmente. Y hombres, eso es socialmente. Mental, física, espiritual y socialmente se desarrollan los niños. Cuando llegan al mundo, no están desarrollados. Se les tiene que enseñar a obedecer porque esto es justo. Y Dios dio este mandato y colocó ahí una promesa con él de vida larga, si tienen ellos la actitud correcta. Honra significa el espíritu de obediencia. Obediencia significa el acto de obediencia. Deben honrar a sus padres, lo cual significa que tienen tal respeto hacia ellos que quieren hacer lo que es correcto y después, van a hacer lo correcto. Pero no van a hacer eso automáticamente. Deben ser entrenados para hacer eso.

La clave, claro, es el Señor Jesucristo y la vida llena del Espíritu inclusive para un hijo. Los hijos necesitan estar bajo el control del Espíritu Santo, pero sus padres necesitan enseñarles eso. Tenemos una tarea enorme frente a nosotros. Y si usted no les enseña a sus hijos a honrarlo a usted y a obedecerlo a usted, entonces sus hijos van a romper el corazón de usted. Esto es absolutamente esencial.

Regrese conmigo a Proverbios por un momento. Y permítame darle tan sólo un pequeño repaso de lo que dice en el libro de Proverbios, únicamente unos cuantos versículos clave. Proverbios… Usted no necesita buscarlos si usted simplemente quiere escuchar. Proverbios 3:11 y 12: “hijo mío, no rechaces la disciplina de Jehová o menosprecies Su reprensión, porque Jehová, a quien ama, disciplina, así como el padre al hijo a quien quiere.” Cualquier padre que realmente ama a su hijo y se deleita en él, lo va a disciplinar, lo va a reprender, lo va a corregir.

Proverbios, capítulo 10, versículo 13, aquí está el medio, el versículo 13 dice en la última parte del versículo: “pero una vara es para la espalda del que carece de entendimiento.” Ahora, en esta cultura moderna, diríamos “¡no!”, una computadora es para el que carece de entendimiento o una enciclopedia es para aquel que… No, una vara es para aquel que carece entendimiento. Y lo que él quiere decir aquí no es que no tienen información, sino que no la aplican. Si usted tiene a un hijo que demuestra una falta de sabiduría al vivir, saque una vara y úsela en la espalda de él o de ella. Eso es lo que dice la Biblia.

Capítulo 19, versículo 18 – y esto es tan práctico – versículo 18 del capítulo 19: “disciplina a tu hijo entre tanto que hay esperanza.” Porque va a llegar a un punto en el que no hay esperanza. Usted ya no lo puede hacer. Su hijo crece demasiado y usted trata de darle con una vara y él se la va a romper en la cabeza a usted. Y observe el versículo 18: “disciplina a tu hijo en tanto que hay esperanza y no desee la muerte de él.” Si usted no disciplina a un hijo mientras que hay esperanza, usted está deseando la muerte de él.

¿Qué quieres decir con eso? Uno, él va a terminar siendo un adicto a las drogas y va a morir de una sobredosis. Dos, va a terminar siendo alcohólico y quizás, a la edad de 19 años, va a terminar chocando con su auto en un árbol o en algún muro en algún lugar y se va a matar. Va a terminar siendo un homosexual a los 25 años de edad va a morir de sida. Él va a terminar siendo un criminal y va a terminar muriendo. No. Usted disciplina mientras que hay esperanza. La alternativa es desear la muerte de él.

Capítulo 22 de Proverbios, versículo 15: “la necedad está ligada al corazón del muchacho,” eso es correcto. “La necedad está ligada al corazón del muchacho, más la vara de la disciplina lo alejara de él.” Como puede ver, de nuevo, el castigo corporal es la consecuencia de la desobediencia, lo cual modifica la conducta. La consecuencia dolorosa inmediata altera la conducta. Proverbios 23:13 y 14: “no retengas la disciplina del niño, aunque lo disciplines con la vara, no morirá.” Él le va a decir a usted que se está muriendo, pero no se está muriendo. No morirá. Lo disciplinarás con la vara y librarás su alma del Seol. Usted no sólo ahora está hablando de salvar su vida, está hablando de salvar su alma, la persona entera, cuando usted usa esa vara.

Proverbios 29:17, me encanta esto, “corrige a tu hijo,” y a tu hija, ciertamente se implica aquí, “corrige a tu hijo e hija y Él te dará consuelo.” Él también deleitará tu alma. Permítame decirle algo. Oigo toda esta discusión de cómo criar a sus hijos y toda esta inteligencia de cómo hacer que tus hijos te amen y cómo pueden terminar deleitando tu alma. Y pueden darle a usted mil maneras psicológicas. Permítame hacerlo simple: la Biblia simplemente dice que, si usted lo corrige, en otras palabras, si usted lo corrige con una vara y lo disciplina a él o a ella y los hace vivir una vida obediente, van a deleitar el alma de usted.

No es tan difícil, no es tan complejo. Establezca un estándar, viva a la luz de ese estándar y corrija a la luz de ese estándar. Ahí está. Y Él le va a consolar a usted. En su edad mayor, él lo va a apoyar a usted, lo va a amar a usted, lo va a llamar bienaventurado y le va a deleitar su alma. Si usted no hace eso, Proverbios le dice lo que sucederá. Y no voy a buscar todos los versículos, simplemente, le voy a dar la lista.

Proverbios dice que, si usted no hace esto, que, si usted no disciplina a su hijo y cría a su hijo de manera apropiada, él va a ser tristeza para su madre, rebelde para su padre. Una tristeza para su padre, un desastre para su padre, una desgracia para sus padres, una humillación para sus padres. Va a usar a sus padres y después, vea el capítulo 29, versículo 15: “la vara y la reprensión dan sabiduría, pero el hijo que hace lo que quiere, trae vergüenza a su madre.” Él lo va a avergonzará a usted. Él va a ser pena para usted.

Si usted quiere un hijo que es una tristeza y un rebelde y una tristeza y un desastre y una desgracia y una humillación y que va a usarlo a usted y una vergüenza, entonces, no haga nada. Pero si usted disciplina a ese hijo, establece un estándar, vive a la luz de ese estándar, disciplina a la luz de ese estándar. Sus hijos van a amarlo a usted, se van a deleitar en usted y van a consolar su corazón.

Ahora, regresemos a Efesios y veamos los puntos específicos de lo que el apóstol Pablo dice. Tenemos un regalo tremendo por parte de Dios en nuestros hijos. Son para traernos gozo inmenso. Deben traernos deleite, bendición, felicidad, satisfacción, consuelo, gozo. Y estamos viendo una sociedad en donde los hijos para la mayoría de las personas son un dolor, un desastre. Rompen los corazones de sus padres con su bebida, con sus drogas, con su promiscuidad sexual, con su conducta criminal moderada o extrema, con su falta de valores, con su falta de honra y respeto hacia sus padres. Avergüenzan a sus padres. Son un terror para sus padres en algunos casos. Ellos manipulan y monopolizan el hogar. Esa no es la intención de Dios.

¿Cómo es que usted va a tomar a ese salvaje pequeño, tan hermoso o hermosa que es y garantizar que éste va hacer un gozo para usted? Aquí está el principio afirmado en el versículo 4, de manera negativa, “no provoquéis a ira a vuestros hijos, de manera positiva, “sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.” Ahí está. No es tan complicado. Usted no tiene que ser un psicólogo infantil para descifrarlo o entenderlo. Usted no tiene que ir a mil seminarios y comprar todos los libros que están ahí en la librería. No es tan difícil.

Usted dice: “bueno, ese fue un tiempo y lugar diferente.” No. En el día de Pablo, tuvieron una situación muy, muy difícil que estaban enfrentando en esa cultura terriblemente pagana. Por ejemplo, en el mundo romano, existía lo que se llamaba patria potestas, la cual es una frase en latín que significa el poder del padre. Y en esa sociedad, el padre tenía poder total, poder absoluto sobre su familia entera. Sin ningún respeto ni consulta en ninguna corte de la ley, él podía vender a cualquier miembro de su familia para que fuera esclavo. Él podía hacerlos trabajar en los campos en cadenas. Él podía tomar la ley en sus propias manos. Él podía castigarlos. Él podía aplicar la pena de muerte en sus propios hijos mientras que él viviera.

Aún si él tenía 60 años de edad y sus hijos tenían 40 años de edad, no había límite de edad en la patria potestas. El padre tenía el derecho y el poder sobre todos los hijos que tenía, inclusive el poder sobre la vida y la muerte. Se nos dice que cuando un niño nacía, era colocado a los pies del padre. Y si el padre se inclinaba y levantaba al niño, significaba que él reconocía al niño y quería quedárselo. Si él se daba la vuelta y se iba caminando, el niño era desechado.

Los hijos que eran desechados, y esto era muy común en tiempos antiguos, eran arrojados en montones de basura, eran dejados en la calle o dejados en el foro en Roma y después, eran recogidos por gente que los criaba para que fueran esclavos y prostitutas, para el negocio de la prostitución y la esclavitud en Roma. Para mostrarle esto, hay una carta que ha sido descubierta del año 1 a. C de un hombre llamado el Hilarión su esposo Aris. Aris. Esto es lo que esa carta dice traducida, Hilarión a su esposa Aris, “saludos cálidos”. Señoras, cuando ustedes reciben esa carta, están en problemas serios. ¿Saludos cálidos? Después, él escribe: “debes saber que inclusive ahora todavía estamos en Alejandría. No te preocupes si cuando el resto regresa, me quedo en Alejandría. Te ruego y te imploro que cuides del hijo pequeño; y tan pronto como recibamos el sueldo, te lo enviaré a ti. Si tiene buena suerte, y tienes al niño, si es un niño, déjalo vivir. Si es niña, deséchala.” Hijos, no deseados eran comunes, comúnmente dejados en las calles de la ciudad.

Séneca escribió, y cito: “matamos a un buey salvaje, estrangulamos a un perro loco, le metemos el cuchillo al rebaño más enfermo y a los niños que nacen débiles y deformados, los ahogamos.” Su mundo no era muy diferente del nuestro. Nada más que nosotros tenemos la tecnología médica para hacerlo antes de que nazcan. Mismo proceso.

Entonces, Pablo le estaba hablando a un mundo en el que los niños eran abusados severamente y no eran deseados. Y en nuestro mundo, también son abusados severamente y asesinados, inclusive los que nacen con mucha frecuencia, no son deseados. Permítame decirle algo: el abuso más grande de un hijo no es físico, el abuso más grande en contra de un hijo es dejar solo a ese hijo. Ese es el abuso más grande porque ese niño no puede desarrollarse físicamente, espiritualmente, socialmente, mentalmente por sí mismo. Será el salvaje que es de por vida.

Usted se deshace de su hijo cuando usted no pasar tiempo con su hijo, cuando usted no cría a su hijo en la disciplina e instrucción del Señor, usted se deshace de ese hijo. Y eso es común en nuestro día. Inclusive los hijos que nacen son desechados por todos lados. La mamá quiere ir allí, quiere ir allá y quiere ir aquí y quiere ir allá. El niño le estorba a la mamá y deja al niño con esta persona que lo cuida, deja al niño con este vecino y deja al niño con la abuela, “simplemente, no te metas en mi vida”. Ese es un niño que ha sido desechado. Criar a un hijo es una responsabilidad de tiempo completo. Así es como las madres en el pasado plantaron los árboles cuya sombra disfrutamos.

Observe el versículo 4, la palabra padres ahí es patera. Normalmente, es usada para la cabeza masculina de la familia. Pero algunas veces, es usada acerca de padres. Así es como es traducida, por ejemplo, en Hebreos 11:23, en donde habla de los padres de Moisés. Incluye, claro, la idea del padre como la cabeza, pero también la ayuda de la madre. Y realmente deberíamos traducirla de esta manera aquí, el versículo 1 dice: “hijos, obedeced a vuestros padres,” e implícito en el versículo 4, “y vosotros padres, hagan esto con sus hijos”.

Entonces, le estaba hablando a los padres y a las madres; y les está dando la responsabilidad juntos. ¿Se acuerda de lo que le dije en 1 Tesalonicenses, de cómo Pablo tomó la metáfora de la madre y después, la metáfora del padre al hablar de su relación con los tesalonicenses, habló de cómo la madre es la persona tierna, gentil, amorosa que cuida y el padre da la exhortación, el aliento, los mandatos? Él establece el estándar. Ése es el trabajo que llevan a cabo juntos. Proverbios 4:3 trae al padre y a la madre juntos en la instrucción de los hijos. Ambos tienen que estar involucrados en ese desarrollo mental, físico, social y espiritual.

Para tratar de darle un enfoque práctico a eso, unos cuantos años atrás, dos sociólogos en la Universidad de Harvard, llamados Glick identificaron los factores cruciales para predecir la delincuencia futura de los niños en edades de los cinco a los seis años. Y después, en su estudio, rastrearon eso por varios años y descubrieron que tenían un 90% de precisión. Ellos podían tomar a un niño de cinco años de edad, de seis años de edad y los factores en la vida del niño y con una precisión del 90%, predecir la delincuencia futura. Futura. Ya no usamos la palabra delincuencia. La conducta antisocial futura; la conducta antisocial futura. Y después, regresaron y presentaron cuatro factores necesarios para prevenir que hubiera niños delincuentes antisociales, disfuncionales.

Aquí están los cuatro. Estos son sociólogos de Harvard. Uno, la disciplina del padre debe ser firme, debe ser justa y debe ser coherente. En donde usted tiene un padre disciplinando firmemente, de manera justa y coherente o consistente, usted trabaja en contra del desastre futuro.

En segundo lugar, la supervisión de la madre. Eso es lo que dijeron. La supervisión de la madre. La madre sabe en dónde están en todo momento. Y sabe lo que están haciendo en todo momento y ella está involucrada en sus vidas a nivel personal, supervisándolos continuamente. En la presencia de ella, los controla. E inclusive cuando ellos están fuera de la presencia de ellas, ellas saben dónde está y lo que están haciendo. Y ellos saben que ya sabe.

El tercer factor, dijeron ellos, para garantizar que se evite el tener a un hijo disfuncional futuro, es el afecto demostrado del padre y de la madre. El afecto demostrado entre el padre y la madre. En donde el padre y la madre se aman el uno al otro y demuestran ese afecto frente a los hijos, hay una respuesta saludable. Se sienten seguros. Sienten que hay un control amoroso del mundo de ellos. También se sienten bien acerca del matrimonio para ellos mismos.

Y el cuarto, muy simple, la unidad de la familia, el tiempo que pasan juntos.

Ahora, ¿es eso muy complicado? ¿Se necesitó que sociólogos de Harvard descubrieran eso, descubrieran que el padre está a cargo de la disciplina, que la madre está ahí para supervisar, que los dos están ahí para amarse el uno al otro y que la familia debe estar junta y eso garantiza que usted no va a criar a un delincuente? ¿Qué tan difícil es eso? Eso es lo que la Biblia dice. Eso es lo que la Biblia dice. El marido es la cabeza de la familia. La madre, obviamente cuida de sus hijos y deben amarse el uno al otro. El marido amando a la esposa, la esposa amando al marido. Y deben hacer cosas juntos como familia. Eso es tan básico. Pero eso es lo que da lugar a hijos saludables.

El médico Paul Meier dijo que la clave para tener relaciones entre padres e hijos correctas puede resumirse en estas cinco cosas. Uno, amor, los padres amándose entre sí y a sus hijos. Dos, disciplina; estableciendo un estándar y haciendo que la gente viva a la luz de ese estándar o que pague las consecuencias. Tres, consistencia. La consistencia es muy, muy importante. Cuando usted está tratando con un hijo, no es importante que usted sea perfecto. Nadie espera eso. Es importante que usted sea consistente. Ambos padres necesitan marchar al mismo paso, usar las mismas reglas, implementar de manera consistente esas reglas para que un hijo no se salga con la suya en una ocasión y después, sea castigado por lo mismo en otra ocasión. Necesita ser consistente.

Usted tiene amor, disciplina, consistencia. Lo cuarto es el ejemplo. El ejemplo. En las familias saludables, los padres nunca esperan que los hijos vivan al nivel de un estándar que ellos mismos no guardan. Eso es lo que devasta a las familias de los pastores. Porque esta tan intensificado. Si un hombre está en el púlpito predicando, predicando, predicando todo el tiempo, se va a casa y vive de otra manera delante de sus hijos, eso es simplemente devastador. La hipocresía de esto es devastadora. Cancelan todo. Eso es verdad en la vida en particular de un cristiano.

Y lo quinto, dijo el doctor, amor, disciplina, consistencia, ejemplo; lo quinto que hace que un hijo este saludables que un hombre sea la cabeza del hogar. Dios nunca diseñó que hubiera un hogar sin un hombre. ¿Por qué cree usted que en el Antiguo Testamento si un hombre moría, esa mujer nunca debía quedarse sola? ¿Qué debía hacer? Ella tenía que casarse de manera inmediata con el siguiente pariente del marido. ¿Por qué? ¿Por causa de ella? Primordialmente, no por causa de ella. Claro que en parte por causa de ella. Pero para que hubiera un padre en el hogar.

La mayoría de los neuróticos, tanto niños como adultos, crecen en hogares en donde no hubo padre o el padre estuvo ausente o fue débil y la madre era dominante. Y de nuevo, lo digo, algunas veces, usted no puede evitar eso y tenemos un ministerio de apoyo para ayudar a esas madres que literalmente, han quedado solas por tener un marido infiel. Es algo trágico.

Entonces, ambos padres están involucrados. Ambos padres. Ahora, ¿qué es lo que hacen? De manera negativa no provocan a sus hijos ira. Eso es lo negativo. Usted entonces pregunta qué significa eso. No hacerlos enojar. Bueno, sí, pero significa más que eso. La palabra provoquéis es usada únicamente dos veces, tiene la idea de irritarlos. Tiene la idea de hacernos estar intensamente enojados por dentro, exasperarlos, amargarlos, desanimarlos de tal manera que se frustran, se enojan. Tenemos a muchas personas así. ¡Oh! Tenemos a muchas personas enojadas, muchas personas hostiles. ¿Leyó usted la semana pasada acerca del hombre que estaba manejando ahí por la autopista de la costa, un hombre se acercó a él y simplemente, le metió una bala en su cerebro? Esa es una persona muy enojada. Esa es una persona joven llena de enojo, hostilidad, amargura. ¿Cómo hace usted eso? ¿Cómo provoca usted a sus hijos a ese tipo de ira?

Permítame darle algunas maneras para que las pueda evitar. Una, al sobreprotegerlos. Si usted realmente quiere frustrar a su hijo, no confíe en ellos, llénelos de límites, no les dé suficiente oportunidad para desarrollar su propia independencia para que puedan describir descubrir quiénes son. Si usted realmente quiere frustrarlos, no deje que ellos tomen riesgos algunos y usted creará un estado de ánimo de enojo. Especialmente, cuando se comparan a sí mismos con lo que se les permite hacer a otros hijos.

Necesitan ser ellos mismos. Son personas. Necesitan a expresarse a sí mismos poco a poco. Poco a poco. Necesitan aprender a enfrentar la vida por sí mismos. Deles margen para hacer eso, déjelos hacer eso. Aprenderán y aprenderán de la mejor manera que aprenden, al chocar con la pared de vez en cuando. Pero si usted los sobreprotege, usted los va a provocar a ira. Y un hijo que es provocado a ira es un hijo enojado. Y un hijo enojado no va a tener una relación amorosa con sus padres.

En segundo lugar, otra manera de provocar a sus hijos a ira es mediante el favoritismo. Favorezca a un hijo por encima del otro. Eso es muy frustrante. Nunca compare a sus hijos. ¿Quiere ver la tragedia de eso? Lea de nuevo la historia de Jacob y Esaú. No compare a sus hijos el uno con el otro. Cada uno es único, cada uno es un regalo de Dios, cada uno debe ser amado y amado porque son especiales.

Otra manera de provocar a ira a sus hijos es al imponerles el mérito. Empújelos en el área del mérito. Simplemente, sigue empujando y empujando hasta que nunca tengan un sentido de haber alcanzado nada. Nunca nada es suficiente. Si sacan Cs, usted demanda Bs. Si sacan Bs, usted demanda As. Si sacan As, usted demanda que todas sean A y no lo pueden satisfacer a usted. Algunos padres, literalmente aplastan a sus hijos con la presión -escuela, deportes, mérito académico, música, lo que sea. El niño se vuelve muy, muy amargo.

Me acuerdo de una niña joven y estaba visitándola en la clínica psiquiátrica de UCLA. Ella eventualmente se suicidó. Una niña hermosa, pero ella nunca pudo alcanzar el promedio que sus padres la empujaron a alcanzar y finalmente, se suicidó. Y esa fue su manera de decir “estoy tan enojada con ustedes por el dolor que han causado en mi vida, porque nunca puedo tener éxito. Nunca puedo tener un sentido de haber alcanzado algo y voy a hacer que les duela el resto de su vida. Y entonces, se suicidó y, de hecho, dijo “ahora, vivan con eso.” Ella correspondió con el dolor.

Otra manera en la que usted puede provocar airar a su hijo es al darle demasiada libertad. Deles todo lo que ellos quieren y, ¿sabe una cosa? Si ellos no tienen ahora la siguiente cosa que quieren, se enojan. ¿Ha notado eso? ¿Ha notado en Navidad, cuando reciben más de lo que pueden recibir de manera posible, que cuando otro niño escoge otra cosa de una docena, ellos se enojan? Eso simplemente va a seguir hasta la edad adulta. La libertad excesiva, la satisfacción excesiva, lleva al enojo. Cuando no tienen lo que ellos quieren y cuando ellos crecen, y están en un ambiente en donde trabajan y alguien más les paga y ya no es mamá ni papa, y usted tiene que ganarse lo que tiene y ellos no tienen lo que quieren, se enojan tanto y lastiman para obtenerlo. Inclusive, van a matar para obtenerlo. Van a robar para obtenerlo.

Otra manera de producir un hijo enojado, amargado, es mediante el desánimo. Simplemente, recuérdele todo el tiempo que nunca van a alcanzar nada. Simplemente, recuérdeles todo el tiempo que nos sirven para nada, que son inútiles, que son un estorbo. No les dé ninguna recompensa, no los apruebe para nada, no hagas cosas amables para ellos, no los honre. Va a destruir la iniciativa de ellos. Va a destruir su incentivo, va a destruir su motivación.

Otra manera de provocar a sus hijos a ira es hacerlos sentir como si fueran un estorbo en la vida de usted. No se sacrifique por ellos, déjelos todo el tiempo. Hágalos preparar sus propias comidas, hágalos limpiar su propia habitación, hágalos comprar sus propias cosas. Hágalos conseguir su propio transporte. No los lleve a lugares porque usted no puede ser molestado. No deje que ellos se metan en su vida porque usted tiene que hacer sus cosas. Hágalos que se conviertan en sus esclavos en la casa y que hagan todo el trabajo de usted. No se sacrifique usted por ellos y ellos van a enojarse y amargarse en contra de usted.

Otra manera de provocar a sus hijos a ira es no permitirles crecer, al no dejarlos cometer errores. Al no dejarlos equivocarse. Alguna vez, ¿ha estado en alguna mesa en donde un niño tiró la leche y usted pensó que los padres acababan de ver el holocausto? Simplemente, una reacción excesiva increíble. O cuando un pequeño niño presenta una idea torpe y usted dice “hombre, eso es torpe”. Ahora, espere un momento. Déjeles compartir algo de sus ideas ridículas y no los condene. No espere perfección. Simplemente, progreso.

Usted también puede provocar a ira a sus hijos al descuidarlos. Al descuidarlos. La historia de Absalón probablemente es la historia del descuido. Una de las historias más tristes que conozco. Me acuerdo de un pastor, un amigo mío que era pastor de jóvenes, escuchó a este niño pequeño ahí en el patio de atrás con su amigo que era su vecino. El amigo vecino dijo: “voy al parque con mi papá.” Y ese pequeño niño hijo del pastor de jóvenes le dijo a su amigo: “oh, mi papá no tiene tiempo para ir al parque conmigo, él está demasiado ocupado con los hijos de otras personas.” Simplemente, lo despedazó. Cambió la manera en la que pensaba.

Yo le digo a la gente todo el tiempo, usted sabe, “tengo un trato con mis dos hijos”. Mis dos hijos crecieron a lo largo de la escuela jugando béisbol y el trato simple que hice con ellos fue: yo voy a sus juegos y ustedes vienen a mis sermones. Y así es, yo voy a ser parte de su vida, ustedes van a ser parte de mi vida. No es tan complicado.

No los descuide. Yo creo que es el pecado más grande en la actualidad. Simplemente, descuide a sus hijos. Simplemente, los deja solos. Ese es un hijo que ha sido desechado. Involúcrese en las vidas de ellos.

Otra manera en la que usted puede provocarlos a ira es mediante palabras amargas y crueldad física. La crueldad física debería ser obvia. Pero las palabras amargas, quizás no sean tan obvias. Su lengua es mucho más fibrosa que la de un niño. Y usted puede usar su lengua haciendo que se vean ridículos, con sarcasmo. Y usted puede destrozarlos con su lengua debido a su vocabulario superior. Así como usted puede golpearlos debido a su fuerza superior. ¿Se da usted cuenta de que les decimos cosas a nuestros hijos que no le diríamos a otro ser humano sobre la faz de la tierra fuera de nuestras esposas o nuestros cónyuges? Nunca diríamos las cosas que les decimos a nuestros hijos. Probablemente, ni siquiera les diríamos esas cosas a nuestro cónyuge. Eso no debe ser. Eso no debe ser. Una esposa que se rehúsa a someterse a su marido en amor como a Cristo, destruirá el principio entero de la autoridad y la sumisión en la vida del hijo. Un marido que se rehúsa a amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia, destruirá el principio de autoridad y sumisión en la vida del hijo. La familia simplemente necesita hacer lo que Dios dice que debe hacer. El marido ama a la esposa. La esposa se somete al marido en amor, ellos se aman y ellos crían a los hijos en las cosas de Cristo. No los provocan a ira. Y al final, el niño es la bendición, el gozo, el consuelo, la consolación que Dios quiso que fuera.

Otra cosa simple. Usted necesita poner un ejemplo y vivirlo. Alguien escribió: “si un niño vive con crítica, él aprende a condenar. Si un niño vive con hostilidad, él aprende a pelear. Si un niño vive con ridículo, él aprende a ser penoso. Si un niño aprende a vivir con vergüenza, él aprende a sentirse culpable. Si un niño vive con tolerancia, él aprende a ser paciente. Si un niño vive con aliento, él aprende la confianza. Si un niño vive con reconocimiento, él aprende a valorar. Si un niño vive con justicia, él aprende lo que es la justicia. Si un niño vive con seguridad, él aprende a tener fe. Si un niño vive con aprobación, él aprende a estar cómodo consigo mismo. Si un niño vive con aceptación y amistad, él aprende a encontrar amor en el mundo.”

No debemos provocar a nuestros hijos a ira, amargura, al desánimo. ¿Qué es lo que debemos hacer? Vayamos a lo positivo. “Sino criadlos, criadlos en la disciplina y amonestación o instrucción del Señor.” Eso es muy simple, no es cierto? La disciplina e instrucción del Señor asume las Escrituras. La ley del Señor, Deuteronomio 6, medita en ella todo el tiempo. Enséñasela a tus hijos.

Esta idea de disciplina es una palabra interesante. La palabra disciplina, paideia, significa criar a un niño e implica entrenamiento. Y el entrenamiento es un concepto interesante. Permítame ver si puedo darle una definición. Entrenamiento o preparación significa reglas y normas implementadas mediante recompensas y castigos. Eso es preparación. Reglas y normas implementadas mediante recompensas y castigos. Eso es lo que usted tiene que hacer con un niño. Usted dice “aquí está el estándar, lo establecimos, los seguimos al poner un ejemplo, te hacemos responsable a guardarlo. Si cumples con el estándar, te recompensamos. Si lo violas, te castigamos.” Así de simple. Muy simple.

La disciplina entonces es entrenamiento mediante reglas y normas implementadas por recompensas y castigos. Y tenemos que hacer eso. Decimos: “aquí está el estándar de Dios de la conducta correcta. Lo viviremos, mamá y papá, ése es el ejemplo, y vamos a hacerte responsable porque tu lo vivas y vamos a recompensarte cuando lo sigas y vamos a castigarte cuando no lo sigas.”

Pero, ¿qué hay acerca de la palabra instrucción? Esa es obvia. Eso significa simplemente enseñanza con advertencia en mente. La palabra es amonestación. Instrucción verbal con miras al juicio. Te advertimos, eso es enseñanza con dientes en ella. Si tú sigues haciendo eso, va a haber una consecuencia.

Susana Wesley, la madre de diecisiete niños incluyendo tanto a Juan como a Carlos Wesley, escribió en una ocasión: “el padre que estudia para someter la voluntad en su hijo, trabaja junto con Dios en la renovación y la salvación de un alma. El padre que permite que el hijo haga lo que quiere, hace el trabajo del diablo. Hace que la religión sea impráctica, que la salvación sea inalcanzable y hace todo eso en él para ahogar el alma y el cuerpo de su hijo para siempre,” fin de la cita.

Ahora, Dios perdona nuestros errores. Cometemos errores con nuestros hijos, pero si el formato está bien tenemos un estándar, vivimos bajo ese estándar, nos hacemos responsables a ese estándar y todo esto en un ambiente en donde la mamá y el papá se aman el uno al otro y los aman a ustedes, contribuimos a producir hijos piadosos.

Una madre podría mirar hacia atrás en su vida y decir: “si yo pudiera volverlo a hacer, ¿cómo lo cambiaría?” Quizás algunos de ustedes pueden identificarse con esta madre que dijo “yo amaría a mi marido más enfrente de mis hijos, yo me reiría de mis errores y mis gozos más con mis hijos. Yo escucharía más. Inclusive, al más pequeño de mis hijos. Yo sería más honesta acerca de mis propias debilidades, nunca pretendiendo la perfección, admitiendo que estaba equivocada. Yo oraría de manera diferente por mi familia, en lugar de enfocarme en ellos, me enfocaría en mí. Yo haría más cosas junto con mis hijos. Yo alentaría más. Yo reconocería más. Yo pondría más atención a las cosas pequeñas, acciones y palabras de gratitud. Yo compartiría a Dios de manera más íntima usando toda cosa ordinaria de todos los días y yo me movería hacia Dios.”

En este día de las madres en el año 1990, cuando todavía tenemos un poco de sombra de los árboles del pasado, sería bueno si los padres de nuevo se comprometieran con plantar algo como esto para el futuro. Inclinémonos juntos en oración.

Padre nuestro, Te damos gracias otra vez en esta mañana porque Tu Palabra viene a nosotros de una manera tan penetrante. Sabemos que no podemos ser todo lo que deberíamos ser fuera de la gracia de Dios, mediante Cristo y en el Espíritu Santo, podemos ser suficientes para la tarea de criar a los hijos que Tú nos has dado. Perdónanos por nuestros fracasos, perdónanos por los momentos en los que lastimamos a nuestros hijos, a nuestro cónyuge.

Y Señor, Te damos gracias por la gracia que cubre nuestros fracasos y errores. Oramos también por esos queridos amigos que existen en nuestras familias, en donde un padre no es un cristiano o en donde un padre está ausente. La lucha es tan difícil. Oramos, oh Dios, porque Tú seas para ellos el padre que la familia necesita. La madre que esa familia necesita.

Y oramos, Padre, porque Tú nos hagas invertir nuestras vidas en nuestros hijos para que sean el deleite, la bendición, el gozo, la fuente de amor, consuelo a lo largo de nuestra vida para cumplir con el diseño que Tú tienes al habérnoslos dado. Para que podamos conocer el gozo pleno de tener hijos piadosos, sabiendo plenamente que, si los instruimos en el camino por el que deben ir, no se alejaran de él. Y que aquellos por quienes hemos cuidado en su infancia en amor, cuidarán de nosotros en los últimos años de nuestras vidas. Que los vínculos de nuestra familia sean tan fuertes que disfrutemos todos lo mejor que Tú has diseñado para el matrimonio y la familia en todo su gozo. Y Te daremos gracias por esa posibilidad en Cristo. Amén.

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Mejor es sufrir haciendo el bien (4)

Martes 25 Junio

Mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.

1 Pedro 3:17

A vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.

Filipenses 1:29

Mejor es sufrir haciendo el bien (4)

En sus obras teatrales, Pedro Corneille (1606-1684) pone a sus personajes frente a decisiones imposibles y dolorosas de tomar. Elecciones entre dos valores igualmente estimables, como el deber y el amor.

En nuestra vida debemos tomar múltiples decisiones. ¿Cuáles son nuestras prioridades? Para uno será la familia, para otro los estudios o el éxito, el placer o la aventura… A menudo elegimos por comodidad o para no diferenciarnos del pensamiento de la mayoría. Tememos sufrir si no actuamos como todo el mundo, si no aceptamos la injusticia. Pero la Biblia nos dice: “Mejor es que padezcáis haciendo el bien… que haciendo el mal”.

¿He elegido el bien, a pesar del sufrimiento que me acarrea?

En mi trabajo quizá me enfrente a una situación delicada en la cual se me pida, por ejemplo, dar una respuesta equívoca o decir una mentira para obtener un buen negocio. Si no lo hago, corro el riesgo de que mi jefe se enoje, pero habré hecho lo correcto. ¡En primer lugar soy responsable delante de Dios!

Interiormente, la elección principal es la de la verdad. Quien no cree en el Señor Jesús está equivocado. No se trata solamente de decir o de conocer la verdad, sino de creer en ella: creer que Jesús murió para librarme de mis pecados.

Soy cristiano porque Dios me ha permitido encontrar la verdad. Esto me traerá oposición y sufrimientos… ¡Pero Dios me dice que esto es mejor!

(continuará el próximo martes)

2 Reyes 24 – 2 Timoteo 1 – Salmo 75 – Proverbios 18:2-3

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch

EL FENÓMENO DE LA DROGADICCIÓN

Hijos en las garras de las drogas

Nadie duda que uno de los dramas contemporáneos es el problema de la drogadicción en todos los niveles: niños, jóvenes, adultos y ancianos.

El abuso de las drogas es la pandemia más grave actualmente en todo el mundo. Es una de las principales causas de muchos:

-matrimonios deshechos

-fracasos en los estudios

-despidos de trabajo

-desempleo

-ruinas económicas

-delincuencia juvenil

-prostitución de niños, adultos y jóvenes

-actos de violencia

-enfermedades mentales

-sida y otras enfermedades

-etc…

1. EL FENÓMENO DE LA DROGADICCIÓN

Veamos algunas ideas generales.

1) El consumidor de droga

Entre los distintos consumidores de droga hay que distinguir diversas clases:

-El consumidor ocasional: es aquel que consume droga esporádica y excepcionalmente.

-El consumidor habitual: es quien consume repetidamente, pero mantiene el suficiente control tanto de la frecuencia cuanto de las dosis; su vida en la sociedad es prácticamente normal.

-El fármacodependiente o tóxicodependiente: es el sujeto que ha llegado a la dependencia de la droga; la consumición de droga se hace en él compulsiva y puede llegar en algunos casos al síndrome de abstinencia.

-El toxicómano: es el sujeto en quien la dependencia de la droga es tal que vive tan sólo para ella; recurre a cualquier medio para conseguirla; desaparece para él todo otro interés (personal, familiar, social); pierde todos los valores morales.

2) La dependencia

También hay que hacer alguna distinción entre los tipos de dependencia en que puede encontrarse un consumidor. Son fundamentalmente dos: el acostumbramiento y la dependencia propiamente dicha.

El acostumbramiento es el estado producido por el uso repetido de un medicinal (u otra sustancia) y se caracteriza: por la tendencia a perseverar en el uso de un determinado producto a causa de las sensaciones de bienestar que provoca; por una ligera tendencia a aumentar la dosis; por cierto grado de dependencia psíquica, pero no física; finalmente, porque los efectos sólo son adversos para la persona que consume.

La dependencia, en cambio, es el estado de intoxicación periódica o crónica resultante del repetido uso de una medicina u otra sustancia. Se caracteriza: por el deseo irresistible (compulsión) a tomar el producto permanentemente y a conseguirlo a cualquier costo; por la tendencia a aumentar la dosis; por la dependencia no sólo psíquica sino también física; y, finalmente, porque los efectos son adversos tanto para la persona en cuestión cuanto para la sociedad. Esta dependencia, a su vez, se considera sólo psíquica: cuando la satisfacción psíquica empuja al individuo a abusar de la sustancia que la produce; o incluso física: cuando la suspensión o limitación del fármaco produce una serie de perturbaciones que se denomina ‘síndrome de abstinencia’, cuando las perturbaciones llegan a calambres estomacales, náuseas, diarrea, convulsiones e incluso estado de coma.

3) Problemas sociales que favorecen el consumo

Nuestra sociedad contemporánea ha creado las condiciones para que el fenómeno de la drogadicción pueda ser considerado prácticamente una ‘cultura’ (o mejor ‘subcultura’); porque, en efecto, la drogadicción se coloca en una línea armonizable con otras manifestaciones propias de nuestro tiempo, como son:

-la búsqueda continua del placer

-el hedonismo en todos sus aspectos

-la intolerancia ante el dolor y la frustración

-la falta de valores

-el materialismo consumista

-la inmadurez cada vez más frecuente en adultos

-la desintegración del núcleo familiar

Este tipo de características de nuestro fin de siglo han creado un estado de vacío, de frivolidad y de cansancio psicológico tal que el instinto de supervivencia espiritual busca desesperadamente salidas alternativas. Es muy significativo que la Organización Mundial para la Salud haya indicado como razones por las que se comienza a consumir algunas drogas ‘suaves’ (como la marihuana): la curiosidad por los efectos y sensaciones producidas por las drogas, el conseguir la satisfacción de pertenecer a un grupo y ser aceptado por los miembros del mismo, el manifestar independencia o también hostilidad, el tener experiencias nuevas, agradables o peligrosas (el atractivo por las situaciones de riesgo), el adquirir una mayor capacidad creativa, el entrar más fácilmente en estado de sueño o éxtasis, el huir de algún problema.

4) Efectos principales de las drogas

Las drogas causan terribles efectos en sus víctimas. Muchos son totalmente imprevisi­bles; pero entre los más comunes podemos indicar:

a) Modificaciones en la estructura de la personalidad: degradan la persona, se pierde la noción de los valores morales, se pierden progresivamente los intereses culturales y profesio­nales, desaparece toda capacidad para dar y recibir afecto (los demás dejan de interesar excepto si son útiles para obtener más droga), la mentira pasa a ser comportamiento habitual, se pierde el sentido de responsabilidad, se pierde el sentido de la vida.

b) Modificaciones sobre el comportamiento en la familia: los hijos se aíslan de los padres (por ejemplo, viven encerrados en sus cuartos o se relacionan sólo con grupos cerrados de amigos), adquieren comportamientos irritables, se da una progresiva pérdida de respeto por los padres.

c) Alteraciones en el ámbito escolar y laboral: pérdida del sentido del estudio y del trabajo, disminución del rendimiento, abandono de dichas actividades.

d) Alteraciones sociales: delincuencia y prostitución para conseguir dinero o por el ambiente en que se maneja, conductas suicidas (se calcula que 1 de cada 25 alcohólicos intenta suicidarse por lo menos una vez en la vida; esto es más agudo en las drogas químicas).

e) Problemas físicos: artritis, cirrosis hepática, depresión, malnutrición, encefalopatías, herpes, hepatitis B, sida, sífilis, tuberculosis, etc.

f) Disturbios mentales: la drogadicción puede facilitar la aparición de disturbios mentales como: ansiedad, cuadros psicóticos (especialmente con las drogas con efectos alucinógenos: alucinaciones e ideas delirantes), disturbios mentales endógenos como esquizofre­nia.

2. LOS PADRES Y LOS HIJOS DROGADICTOS[1]

Es indudable que esta amenaza pesa con angustia sobre los corazones de muchos padres que tienen hijos ya iniciados en la droga o bien que temen que sus hijos entren en este callejón sin salida ¿Qué pueden hacer cuando los hijos se drogan y qué para que no se droguen quienes aún no han incursionado en este camino? He aquí algunos consejos orientativos.

1) Cuando los padres descubren que un hijo se droga.

A veces puede ser muy difícil para los padres abordar el problema, ya que con frecuencia los hijos van a negar la realidad por todos los medios. Ellos no tienen dificultad en mentir: es parte de la mentalidad que les crea la drogadependencia. Sin embargo, cuando hay sospechas, no puede pasar mucho tiempo sin que los padres alcancen la evidencia de que tienen o no un hijo drogadicto. En ese momento, ¿qué hacer?

Ante todo, es muy importante que el clima familiar sea de la mayor serenidad posible, evitando comportamientos hostiles por parte de los padres. No conviene comenzar con recrimi­naciones, acusaciones, quejas y críticas. Esto sólo suele conducir a una recíproca hostilidad por parte del hijo.

Los padres tienen que conversar seriamente con el hijo, haciendo que éste tome confianza con los padres y no miedo. Esto no significa que ellos deban tener una actitud tolerante en lo que a las drogas se refiere. Por el contrario, la comprensión no tiene que ser acompañada de la menor permisividad. Tienen que ser muy comprensivos con la persona, pero drásticos en cuanto a la necesidad de no volver a consumir drogas.

Es de gran importancia que el hijo se aperciba de la gravedad que su problema conlleva ya sea para él como para los demás y de las consecuencias que pueden ir surgiendo en el futuro, en caso de no cambiar.

¿Cuál es la mejor forma de ayudarlo? Para evitar, lo más rápido posible la larga serie de consecuencias para él, conviene explicarle la evolución posible del proceso en el que se ha metido. Lo mejor es que el hijo asuma que el problema es suyo. Los padres sólo pueden facilitar los medios para conseguir una adecuada rehabilitación, pueden ayudarlo y apoyarlo; pero sobre todo es necesario que el mismo drogadicto tome la decisión personal de abandonar la droga.

Tenemos que tener presente que en el drogadicto se mezclan una sensación de impoten­cia y fracaso, sentimientos de culpa y de frustración. Todas estas cosas lo llevan a pensar que el problema no tiene remedio. Por eso son frecuentes las depresiones, acompañadas en muchos casos con intentos de suicidio.

En estos casos, el trabajo paterno es muy importante procurando estimularlo a la perseverancia en la lucha.

También, una de las consecuencias más comunes de la drogadicción es la incapacidad de apreciar la vida. La vida parece carecer de interés. Esto hace que los drogadictos sientan un profundo vacío interior. Los padres tienen que ayudarlo a volver a disfrutar los aspectos gratificantes de la vida. Con un clima afectivo en la familia, y sobre todo hablando a los hijos de Dios. El drogadicto tiene que buscar en Dios lo que él busca en las drogas. Tiene que llenar su vacío espiritual con el amor de Dios. En este caso, la mejor ayuda que se le puede prestar es aproximarlo a la Iglesia.

Finalmente, lo más importante es no perder la esperanza en Dios. Cuando estamos ante problemas que parecen imposibles, hay que decir: para Dios no hay nada imposible (Lc 1,37). El peligro más grande para los hijos es, ciertamente, la desesperación de sus propios padres.

2) Qué deben hacer los padres para prevenir la drogadicción de los hijos.

¿Qué hacer para que los hijos no busquen la droga? ¿Cómo se los protege?

Primero, tenemos que recordar que la mejor protección es un buen clima familiar. Hay que evitar algunas cosas que predisponen, directa o indirectamente, al uso de la droga. Por ejemplo:

-la falta de dedicación del tiempo suficiente por parte de los padres

-los malos tratos

-las separaciones y divorcios

-el alcoholismo de los padres

-el excesivo interés por obtener dinero y hablar sólo o casi exclusivamente de dinero y de problemas materiales

-especialmente la ausencia de prácticas religiosas en la familia.

Segundo, los padres tienen que ofrecer a los hijos ambientes en que no sea normal el consumo de droga. Esto no siempre es fácil en algunas sociedades en que la droga corre en la escuela, la calle, la universidad, el trabajo, etc. Pero al menos, hay que facilitar la práctica de los deportes, el estudio, el contacto con la naturaleza (el mar, la montaña, el campo) y especialmente la actividad religiosa.

Tercero, es necesario dar a los hijos el ejemplo personal de vida y educarlos en las buenas costumbres; por ejemplo:

-en el valor del esfuerzo personal, del respeto por sí mismo y por los demás

-en la constancia de la voluntad

-en el sentido auténtico del sufrimiento

-en el interés por el trabajo y por la cultura

-en la confianza en la Providencia divina

-en la fidelidad a los seres queridos

-en la lealtad a las obligaciones personales

-en el sentido de la responsabilidad

-en los valores espirituales

Finalmente, lo más importante es la oración en común, es decir, en familia. La oración de la esposa, con el esposo y con los hijos. La mejor cosa que podría hacerse es orar en familia o leer el Evangelio; invocar a Dios en las comidas, ir a Iglesia juntos, etc.

Lo que no pueden los hombres, lo puede Dios.

Miguel A. Fuentes, IVE


[1] Los datos los tomo de: Aquilino Poino Lorente y Javier de las HerasOs teus filhos e as drogas, Ed. Rei dos livros, Lisboa 1994.