Oración genuina

Julio 17

Oración genuina

Constantes en la oración. (Romanos 12:12)

Para los cristianos consagrados, la oración será tan constante en su vida espiritual como el respirar lo es en su vida física. Eso fue así con los primeros creyentes y cómo adoraron, antes y después de la llegada del Espíritu Santo en el día de Pentecostés (Hechos 1:14; 2:42). Al principio la iglesia designó diáconos para que los apóstoles pudieran dedicarse persistentemente a “la oración y [al] ministerio de la palabra” (Hch. 6:4).

Dios quiere que usted ore “con el espíritu, pero… también con el entendimiento” (1 Co. 14:15) y “sin cesar” (1 Ts. 5:17). Por eso Pablo exhortó a Timoteo a que hiciera que “los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas” (1 Ti. 2:8).

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

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Dios habla al Corazón_4

Iglesia Evangélica de la Gracia

El Evangelio según Jonás

Dios habla al Corazón

David Barceló

David Barceló

Westminster en California (MA) y Westminster en Filadelfia (DMin)

David es licenciado en Psicología y graduado de los seminarios Westminster en California (MA) y Westminster en Filadelfia (DMin). Es miembro de la NANC y graduado en Consejería Bíblica por IBCD. David ha estado sirviendo en la Iglesia Evangélica de la Gracia, desde sus inicios en mayo de 2005, siendo ordenado al ministerio pastoral en la IEG en junio de 2008.

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Morir sin Dios

Miércoles 17 Julio

El publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que este descendió a su casa justificado.

Lucas 18:13-14

Morir sin Dios

Testimonio

«Antes de perder el conocimiento debido a un accidente automovilístico, vi desfilar ante mis ojos toda mi vida. Fue realmente como una película, pero transcurrió tan veloz e impresionante que solo pude exclamar: ¡Oh Dios, oh Dios, ten piedad de mí, pobre pecador! Veía cosas oscuras y reprimidas que había tratado de olvidar…

En otro tiempo negaba a Dios constantemente, pero era solo para ahuyentar los interrogantes que la filosofía atea provocaba en mí sin cesar. Y aunque me relacionaba con muchas personas cristianas, no quería volverme como ellas, pues constaté que eran personas comunes, que también cometían errores.

En mi estado de conmoción debido al accidente, repentinamente surgió en mí un grito, el grito del alma que anhela a Dios: ¡No puedo morir sin Dios! Fue justo antes de perder el conocimiento…

Al recuperarme, una certeza se impuso en mí: necesito confiar en Cristo el resucitado, necesito creer lo que los cristianos dicen de él.

Mi conciencia me remordía y eso era tan insoportable que todo en mí clamaba: ¡Señor, ten piedad de mí! En su gracia Dios guardó mi vida; ahora yo también soy cristiano. Pertenezco al Hijo de Dios y deseo obedecerle. Gracias, Señor, porque tu paz y tu salvación me fueron dadas gratuitamente».

Igor

Igualmente con usted, hoy todavía, Dios quiere comenzar una relación. Comenzar el diálogo… si no está hecho aún. Empezar en usted una nueva vida para conducirle por un nuevo camino hacia una nueva meta.

Nahum 1-2 – Lucas 6:1-19 – Salmo 84:8-12 – Proverbios 19:18-19

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