No seáis sabios en vuestra propia opinión

Julio 25

Debe regir la humildad

No seáis sabios en vuestra propia opinión. (Romanos 12:16)

Los cristianos presumidos y egoístas son una seria contradicción. Si hemos de seguir a Cristo debemos someternos a la voluntad de Dios como se presenta en su Palabra. Cualquier confianza que usted tenga en sí mismo, en su propia sabiduría o en sus talentos naturales debe subordinarse a los mandatos del Señor.

De ninguna manera debe ser presumido, ni en ningún sentido considerarse mejor que los demás creyentes. Más bien Dios quiere que usted acepte y abrace a cada miembro del cuerpo de Cristo: “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Fil. 2:4).

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros. Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org

Conocer a Cristo

Conociendo a Dios

Conocer a Cristo

Segunda Predicación – 2/4

 

Samuel Pérez Millos, es pastor en la Iglesia Evangélica Unida de la ciudad de Vigo, España, desde el 26 de septiembre de 1981. – Cursó los estudios de Licenciatura en Teología, en el Instituto Bíblico Evangélico, graduándose el 10 de junio de 1975.

http://www.unidavigo.es

La lección del castillo

Jueves 25 Julio

Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.

Hebreos 13:7

Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Proverbios 22:6

La lección del castillo

Entre los recuerdos de mi niñez hay uno que continúa muy vivo en mi memoria. Es el de un cuadro que representaba un castillo feudal cuyos muros amenazaban derrumbarse. Debajo había un versículo de la Biblia: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8).

¡Cuántas preguntas le hice a mi madre sobre ese cuadro! Con paciencia, ella me respondía: «Ese castillo tan imponente parece desafiar el tiempo, y sin embargo desaparecerá. Por el contrario, Jesucristo siempre es el mismo. Él no cambia, para él el tiempo no cuenta, él es Dios». Y yo trataba de imaginarme lo infinito de esa persona divina, pero no lo lograba.

«¿Sabes? Nadie puede comprenderlo. Jesucristo es el mismo ayer, en el pasado, cuando creaba los mundos, cuando nació en Belén, cuando era un niño como tú, cuando murió en la cruz, cuando resucitó y subió al cielo. Él es el mismo hoy: él te ve, se interesa por ti, te ama. Él es el mismo por los siglos: es el futuro que no tiene fin. Él volverá a buscarnos; así estaremos para siempre con él, en su paraíso».

Fue así como verdades magníficas y sólidas se anclaron poco a poco en mí. Padres cristianos, hablemos de Jesús a nuestros hijos. Ellos retendrán estas enseñanzas más de lo que suponemos.

“Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio” (Salmo 18:2).

1 Crónicas 6:49-81 – Lucas 9:44-62 – Salmo 88:8-12 – Proverbios 20:4-5

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch

4 – El rol del esposo

Entendiendo los Tiempos

Primera Temporada – Programa 4

El rol del esposo

 

ENTENDIENDO LOS TIEMPOS

Surge en el 2013 como programa de radio bajo la cobertura de la emisora cristiana Radio Eternidad en la estación 990am. Las temáticas de nuestro programa son diversas y contemporáneas con las necesidades que se presentan  hoy en día en la sociedad. Todo tema es llevado a la luz de la Palabra de Dios que es la única mediadora entre los hombres y la única verdad que puede hacerle libre. Tratamos diferentes temas con el propósito de entender el presente bajo una cosmovisión bíblica y actuar en base a esta. Con nuestro productor Andrés Figueroa y el equipo de Gracia TV, quienes semanalmente transmiten este programa en un formato para Radio y TV.

http://www.entendiendolostiempos.org/

La estrategia de Satanás y tu defensa

Julio 25

La estrategia de Satanás y tu defensa

Devocional de John Piper

1 Pedro 5:9: «al cual resistid firmes en la fe»

Los dos grandes enemigos de nuestras almas son el pecado y Satanás. Y el pecado es el peor enemigo, porque es la única forma en que Satanás puede destruirnos: haciéndonos pecar.

Puede que Dios le de cabida suficiente para tratarnos ásperamente, como hizo con Job, o incluso para matarnos, como hizo con los santos de Esmirna (ver Apocalipsis 2:10). Pero Satanás no puede condenarnos o robarnos la vida eterna. La única forma en que puede hacernos un daño definitivo es influenciándonos para que pequemos. Y eso es exactamente lo que trata de hacer.

Así que el principal negocio de Satanás es defender, promocionar, ayudar, hacer brillar y confirmar nuestra inclinación a pecar.

Lo vemos en Efesios 2:1-2: «estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, … conforme al príncipe de la potestad del aire». El pecado se conforma con el poder de Satanás en el mundo. Cuando consigue traer la maldad moral, es a través del pecado. Cuando pecamos, nos movemos en su influencia, y nos ponemos de acuerdo con él. Cuando pecamos, damos «lugar al diablo» como dice Efesios 4:27.

La única cosa que puede condenarnos en el día del juicio son los pecados no perdonados, ni las enfermedades, ni las aflicciones, ni las persecuciones, intimidaciones, apariciones o pesadillas pueden condenarnos. Satanás lo sabe. Por tanto su enfoque principal no es ver cómo asusta a los cristianos con fenómenos extraños (aunque existen bastantes), sino ver como corrompe a los cristianos con novedades inútiles y malos pensamientos.

Satanás quiere atraparnos en un tiempo en que nuestra fe no esté firme, cuando está vulnerable. Tiene sentido que la misma cosa que Satanás quiere destruir es también el medio para resistir sus esfuerzos. Es por eso que Pedro dice: «resistid, firmes en la fe» . Es también por lo que Pablo dice que el «escudo de la fe» puede «puede apagar todos los dardos de fuego del maligno» (ver Efesios 6:16).

La manera de atajar al diablo es fortalecer aquello que más quiere destruir: tu fe.

http://www.desiringgod.org/articles/satans-strategy-and-your-defense