19/63 – Un Salvador Confiable | Marcos 6:45-56

Iglesia Biblica del Señor jesucristo

Serie: Marcos

19/63 – Un Salvador Confiable | Marcos 6:45-56

Ps. Sugel Michelén

 

El pastor Michelén ha formado parte del Consejo de Ancianos de Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo en Santo Domingo, República Dominicana, durante más de 30 años.Tiene la responsabilidad de predicar la Palabra regularmente en el día del Señor.Tiene una Maestría en Estudios Teológicos y es autor de varios libros: Historia de las Iglesias Bautistas Reformadas de Colombia, Coautor junto al Pastor Julio Benítez; La Más Extraordinaria Historia Jamás Contada, Palabras al Cansado – Sermones de aliento y consuelo; Hacía una Educación Auténticamente Cristiana, El que Perseverare Hasta el Fin; y publica regularmente artículos en su blog “Todo Pensamiento Cautivo”https://www.todopensamientocautivo.com/

Él es instructor asociado en Universidad Wesleyana en Indiana (IWU), extensión en español; enseña Filosofía en el Colegio Cristiano  Logos; y durante 10 años, ha sido profesor regular de la Asociación Internacional de Escuelas Cristianas (ACSI)  para América Latina. El pastor Michelén, junto a su esposa Gloria tiene tres hijos y cuatro nietos.

Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo

34 – El Cristiano y El trabajo 1ra Parte

Entendiendo los Tiempos

Primera Temporada

34 – El Cristiano y El trabajo 1ra Parte

ENTENDIENDO LOS TIEMPOS

Surge en el 2013 como programa de radio bajo la cobertura de la emisora cristiana Radio Eternidad en la estación 990am. Las temáticas de nuestro programa son diversas y contemporáneas con las necesidades que se presentan  hoy en día en la sociedad. Todo tema es llevado a la luz de la Palabra de Dios que es la única mediadora entre los hombres y la única verdad que puede hacerle libre. Tratamos diferentes temas con el propósito de entender el presente bajo una cosmovisión bíblica y actuar en base a esta. Con nuestro productor Andrés Figueroa y el equipo de Gracia TV, quienes semanalmente transmiten este programa en un formato para Radio y TV.

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Salmos

Ministerios Ligonier

Renovando tu Mente

Salmos

R.C.Sproul

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La última cosa en el mundo que quisiera hacer sería cuestionar la sabiduría de Jesús, pero tengo que hacer una pregunta que siempre me ha intrigado y es esta: Que cuando los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «Señor, enséñanos a orar». Él respondió esa pregunta, por supuesto, dando la oración modelo llamada el Padre Nuestro, diciendo ‘cuando ores, ora así’.

Pero su respuesta me sorprende porque lo que yo habría pensado que haría, y estoy seguro que tenía buenas razones para no hacerlo, es que él hubiera dicho a sus discípulos: «Si realmente desean aprender cómo orar, sumérjanse en los Salmos”, porque en el libro de los Salmos tenemos una colección de 150 oraciones que fueron inspiradas originalmente por el Espíritu Santo.

Así que si quieres saber cómo se complace y se honra a Dios en oración, ¿por qué no te sumerges en las oraciones que él mismo inspiró en un momento dado?

Realmente el salterio, el libro de los Salmos, es uno de los más grandes tesoros de la iglesia cristiana. Los historiadores de la iglesia han dicho que, en esos períodos de la historia cristiana, donde una renovación, un avivamiento y un despertar apareció, y la iglesia estaba en su punto más fuerte, simultáneamente con esos períodos en la historia de la iglesia, hubo un fuerte enfoque en los Salmos en la vida del pueblo de Dios, sobre todo en la adoración del pueblo de Dios.

Martín Lutero, por ejemplo, llamó al Libro de los Salmos “la pequeña Biblia” porque vio en él un microcosmos de todo el contenido, no sólo del Antiguo Testamento, sino en su anticipación de algunos de los temas del Nuevo Testamento, que estaban ocultos, por así decirlo, dentro de ese cuerpo de literatura.

El libro de los Salmos es el libro del Antiguo Testamento más citado en el Nuevo Testamento y es muy rico en su variedad de contenido y temas. Ahora históricamente, en la vida de la iglesia, cuando hablamos de la oración, con frecuencia hemos hecho uso del acróstico ACTS (CASA en español) como una guía para esos elementos esenciales de la oración que debemos incluir cuando venimos delante el Padre.

Lo he encontrado muy útil ya que la tendencia es que cuando vamos a orar nos pasamos todo el tiempo suplicando, diciéndole a Dios lo que queremos de Él, expresando nuestras necesidades, nuestros sentimientos y cosas así, delante de Él.  Tenemos una tendencia a saltar los asuntos más importantes de la oración. Y este pequeño acróstico sirve para recordarme, por lo menos, de otros elementos cruciales en la oración, siendo el primero la adoración.

Ahora, menciono esto por la razón de que voy a dar cuatro elementos de la oración, pero cuando nos fijamos en el libro de los Salmos, los estudiosos históricamente han visto el salterio y han designado varios tipos o grupos distintos de Salmos, y por supuesto, ese listado es de más de cuatro en número, pero quiero ver algunos de los paralelismos entre este acróstico y esas distinciones de clasificación que hacemos en el Libro de los Salmos.

La “C” en la palabra CASA -al igual que en palabra inglesa ACTS, es la palabra confesión, la A representa la acción de gracias, y la S la súplica.

El apóstol en el Nuevo Testamento nos dice que debemos hacer nuestras peticiones ante Dios siempre con acción de gracias; para que la expresión de un corazón agradecido sea parte integral de la respuesta correcta del pueblo de Dios a Él en la oración.

Y, por supuesto, todas nuestras oraciones en algún punto deben incluir el elemento de la confesión de nuestros pecados. Ahora, como dije, cuando leemos los Salmos a veces casi me siento culpable porque tengo la sensación de que estoy escuchando a escondidas a un santo durante una conversación personal con Dios.

Pero a pesar de que los Salmos, en su mayor parte, fueron escritos por personas como David, y reflejan el sentido más profundo de la expresión personal de entrega, adoración y acción de gracias y alabanza y todo lo que involucra, también tenemos que entender que la función de los Salmos era corporativa en la historia de Israel.

En el verdadero sentido, el Libro de los Salmos era el himnario de Israel; o fue llamado libro de oraciones para el pueblo del pacto de Dios. Pero veamos ahora por un momento algunos de los diversos tipos de salmos que se designan en el Libro de los Salmos.

Como dije, tenemos la palabra adoración al comienzo de nuestro acróstico y cuando los estudiosos diferencian entre los distintos géneros encontrados en los Salmos, uno de los elementos más importantes podría encontrarse en lo que se conoce como salmos de alabanza.

La alabanza es un elemento importante de los Salmos. Y si recuerdas, en el Antiguo Testamento el punto esencial de la adoración era ofrecer un sacrificio a Dios, pero el sacrificio mayor que Dios deseaba era el sacrificio de alabanza.

Así que si quieres aprender a alabar a Dios correctamente, cómo expresar tu sentido de reverencia y temor y adoración ante Él, de nuevo sumérjanse en los Salmos. Salmo 8 empieza, por ejemplo, «Oh, Señor, Señor nuestro, cuán excelente”, o en nuestra traducción, “Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra”. Y en otro lugar leemos, «Te alabaré de todo corazón». Salmo 150, «Todo lo que respira alabe al Señor».

Una vez más, la idea de que Dios ha establecido su gloria y la puso arriba en los cielos y que por esta razón es muy digno de ser alabado, resuena en todo el libro de los Salmos.

Una segunda clasificación que encontramos es la clasificación que habla de los Salmos de sabiduría. Ahora, ustedes recuerdan que en nuestro último segmento hicimos una distinción entre la literatura de sabiduría y la literatura poética.

Ahora, los Salmos caen en ambas categorías. El libro de los Salmos es tanto sabiduría como poesía. Y así hay varios salmos en el libro de los Salmos que nos instruyen en los caminos de la sabiduría; y, obviamente, el más conocido de ellos es el primer salmo que pronuncia la bendición de Dios sobre la persona sabia: «¡Cuan bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite y en su ley medita de día y de noche!»

Y se dice del hombre sabio en Salmo 1 que será como árbol plantado junto a corrientes de agua fresca, que da su fruto a su tiempo; Pero el impío, por contraste, lo cual es un tema común en la sabiduría del Antiguo Testamento, no son así, sino que “son como paja que se lleva el viento», no tiene raíces, no tiene firmeza, no tiene sustancia en su vida.

Entonces el salterio empieza con esta instrucción para aquellos que quieren ser bendecidos y ser sabios para meditar día y noche en la palabra de Dios.

Ahora, un tercer tipo de salmos que encontramos con mucha frecuencia, que para algunos les resulta a veces un poco extraño, pero te pido que recuerdes que cuando hice el comentario hace unos mensajes atrás sobre el filósofo danés Kierkegaard, quien dijo que cada vez que se deprimía por la mezquindad de su propia generación, que a su juicio carecían de pasión, él centraba su atención en el Antiguo Testamento donde la gente mentía, mataba y robaba y cosas por el estilo.

Y decía: “porque al menos no es aburrido, y estas personas están apasionadamente comprometidas, existencialmente involucradas en todos los ámbitos de la vida y la existencia humana”. Bueno, una de las cosas que se nota en los Salmos es la expresión de dolor de la gente.

Dolor que se deriva de persecución, enfermedad, pérdida de seres queridos, pena, y todos esos escenarios en los cuales el dolor se levanta. Entonces, esta forma de Salmos se llama lamento.

Es interesante, no lo hemos mencionado todavía, pero uno de los libros cortos del Antiguo Testamento, presumiblemente escrito por el profeta Jeremías es el libro de las Lamentaciones. Y tenemos una tendencia a pensar en la comunidad cristiana que hay algo no espiritual al expresar el dolor o lamentar por lo que está pasando, pero la idea de expresar dolor delante de Dios está muy arraigado en el Antiguo Testamento y Jesús mismo es llamado, “varón de dolores y experimentado en aflicción”.  E incluso encontramos la forma literaria de lamento en los labios de Jesús cuando se lamenta por Jerusalén, ‘Oh, Jerusalén, Jerusalén, has apedreado a los profetas’ y a todos los enviados del Señor… “¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos… y no quisiste!”

Entonces, en el libro de los Salmos del Antiguo Testamento, tenemos a escritores de Salmos derramando sus corazones, llorando delante de Dios; como David diría, Oh Dios, “… todas las noches inundo de llanto mi lecho”.

Y encontramos este tipo de Salmos repetidamente en el Antiguo Testamento; de hecho, me gustaría dar sólo un ejemplo de ello en el salmo 102. Salmo 102 se titula: “Oración de un afligido”.  «Oh Señor, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; inclina hacia mí tu oído; el día en que te invoco, respóndeme pronto.

Porque mis días han sido consumidos en humo, y como brasero han sido quemados mis huesos. Mi corazón ha sido herido como la hierba y se ha secado, y hasta me olvido de comer mi pan. A causa de la intensidad de mi gemido mis huesos se pegan a la piel. Me parezco al pelícano del desierto; como el búho de las soledades he llegado a ser. No puedo dormir; soy cual pájaro solitario sobre un tejado. Mis enemigos me han afrentado todo el día”.

Aquí el salmista se siente desconectado de la comunidad, despreciado por sus contemporáneos; y este es un tema importante en los salmos de lamentación, la sensación de soledad que experimentan las personas cuando sus relaciones se desmoronan y se rompen.

Pero el elemento más fuerte de lamento que encontramos es cuando el salmista siente que Dios se ha retirado y ha retirado su gloria de su presencia. ‘Oh, Señor, ¿hasta cuándo clamaré y no oirás?’ A veces, cuando leo los Salmos pienso en Lutero la noche antes de su fatídica reunión ante el emperador y ante los representantes de la iglesia en el el concilio o la Dieta de Worms en Alemania.

Cuando estaba en agonía y arrodillado ante Dios, y clamó, «Oh Dios, ¿dónde estás Tú? ¿Te estás escondiendo? Necesito tu presencia en este momento crítico». él estaba atravesando por lo que algunos han llamado la noche oscura del alma.

Por lo que, él expresó su lamento ante el Señor y al final de su oración se levantó de sus rodillas, refrescado en su espíritu y alentado en su fe y preparado para resistir al mundo por la causa de Cristo.

Y uno incluso puede percibir mientras lee la oración de Lutero, que el mismo Lutero había sido sumergido en los Salmos. Y ese lenguaje de lamento que era tan familiar para él, ya que enseñó el libro de los Salmos a sus estudiantes universitarios en Wittenberg, y uno puede ver cómo esa literatura había permeado tanto su propia vida de oración.

Como dije, cuando las personas realmente pasan mucho tiempo en los salmos, estos empiezan a salir por sus propias bocas y sus labios en sus propias oraciones.

Otro tipo de Salmos muy importante que encontramos se llama usualmente Salmos mesiánicos. Hay varios de estos en el Antiguo Testamento.

A veces son vinculados a lo que ha sido llamado Salmos Reales o Salmos de Entronización, porque gran parte de la celebración en la vida del pueblo de Israel se centró en la promesa del reino de Dios.

Y el pueblo buscó al rey ungido que habría de venir, que subiría a Sion y allí manifestaría el reino de Dios sobre su pueblo. Y hubo celebraciones en Israel cada vez que un rey era coronado, ese sería un momento religioso en su historia y los salmos especiales fueron compuestos en la antigüedad para celebrar esos acontecimientos mientras ocurrieron.

Y luego más tarde, se le dio un significado futuro a la expectativa de aquellos que buscaron la reconstrucción de la casa de David y temas similares.

Como ya he dicho, el libro de los Salmos es el libro más citado en el Antiguo Testamento. Un salmo es el pasaje que más frecuentemente se cita del Antiguo Testamento. Se trata del Salmo 110. «Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra».

Y eso tiene el elemento de entronización, la promesa de la entrega de autoridad real a aquel, que es a la vez el hijo de David y el Señor de David. Salmo 110, como dije, es el verso del Antiguo Testamento más citado o aludido en el Nuevo Testamento.

El salmo dos nos da un poco de sabor de la expectativa mesiánica. Veamos eso brevemente, y luego uno más. En Salmo 2, leemos de la conspiración internacional de los reyes de este mundo.

«¿Por qué se sublevan las naciones, y los pueblos traman cosas vanas? Se levantan los reyes de la tierra, y los gobernantes traman unidos contra el Señor y contra su Ungido, diciendo: ¡Rompamos sus cadenas y echemos de nosotros sus cuerdas! El que se sienta como Rey en los cielos se ríe, el Señor se burla de ellos. Luego les hablará en su ira, y en su furor los aterrará, diciendo: Pero yo mismo he consagrado a mi Rey sobre Sion, mi santo monte.  Ciertamente anunciaré el decreto del Señor que me dijo: ‘Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy».

Y al final leemos «Ahora pues, oh reyes, mostrad discernimiento; recibid amonestación, oh jueces de la tierra. Adorad al Señor con reverencia, y alegraos con temblor.

Honren al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian!”

Salmo 22 es uno de los Salmos más notables en todo el libro. Empieza con un grito de agonía. Las palabras que dan inicio al Salmo 22 son las palabras: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Este salmo es sorprendente porque estas palabras, literalmente, son pronunciadas por nuestro Señor en medio de su expiación.

Y es difícil no llegar a la conclusión de que él estaba totalmente consciente al momento en que tomó sobre sí mismo la maldición del antiguo pacto por su pueblo y se expuso al abandono de Dios para redimir a su pueblo. No es de extrañar que las palabras de este Salmo vinieran a su mente mientras estaba en la cruz.

Y continúa, «¿Por qué estás tan lejos de mi salvación?» Y el verso 6: «Pero yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven, de mí se burlan; hacen muecas con los labios, menean la cabeza, diciendo: Que se encomiende al Señor; que El lo libre; que El lo rescate, puesto que en El se deleita».

El verso 12, «Muchos toros me han rodeado; toros fuertes de Basán me han cercado. Ávidos abren su boca contra mí, como un león rapaz y rugiente. Soy derramado como agua, y todos mis huesos están descoyuntados; mi corazón es como cera; se derrite en medio de mis entrañas.

Como un tiesto se ha secado mi vigor… Porque perros me han rodeado… Me horadaron las manos y los pies. Puedo contar todos mis huesos… reparten mis vestidos entre sí, y sobre mi ropa echan suertes».

Lees todo el Salmo 22 y suena como un relato de un testigo ocular de la crucifixión de Jesús, que tendrá lugar siglos más tarde. Así que los Salmos mesiánicos son muy importantes para el libro del Antiguo Testamento. Otra dimensión que llena la C en nuestro acróstico es el segmento llamado Salmos Penitenciales. Hay varios de estos. Si alguna vez quieres saber cómo confesar tus pecados ante Dios, entonces sumérgete en este grupo de salmos, los salmos de confesión; de los cuales el mayor es, por supuesto, Salmo 51, escrito por David después que fue llevado al arrepentimiento por la declaración profética de Natánen donde él clama a Dios para que Dios trate con él no de acuerdo con la justicia, sino de acuerdo con la misericordia, y que borre sus transgresiones;  y clama: «Mi pecado está siempre delante de mí».

Es un magnífico registro de la verdadera contrición en la vida del creyente. El siguiente grupo es uno de los más controversiales y sólo vamos a verlo rápidamente. Estos son los así llamados salmos imprecatorios, salmos de imprecación; y estos son los Salmos en que los santos, bajo la inspiración del Espíritu, están pidiendo maldiciones sobre sus enemigos.

Y parece ser confuso y sacude nuestra sensibilidad a la luz de la ética del Nuevo Testamento de amar a tus enemigos y versos similares. Pero recuerda que estos Salmos de imprecación están inspirados por Dios.

Y cuando David dice, «Odio a mis enemigos con un odio perfecto», lo que él está diciendo no es que él tiene esa mala voluntad, por así decirlo, un espíritu vengativo, sino ¿qué es un odio perfecto?

El odio perfecto es el tipo de odio que reproduce y refleja el odio de Dios. Creo que el pueblo de Dios que padeció bajo Hitler durante el Holocausto siempre tuvo derecho a presentarse ante Dios y orar para que Dios elimine ese flagelo del poder y de la autoridad. Me refiero de nuevo a que hay un realismo que se encuentra en las oraciones de estas personas en el Antiguo Testamento.

Finalmente, están las oraciones de acción de gracias y las que involucran una exaltación de la belleza y la maravilla y la majestad del amor de Dios o de la ley de Dios, Salmo 19, por ejemplo, y Salmo 119, el cual es un panegírico, que es el más largo de los Salmos y por completo celebra la dulzura y la excelencia de la ley de Dios.

Ese es el Salmo en el que el salmista dice: Oh, “cuánto amo tu ley». Porque, recuerden que para el judío, para el creyente, la oración fue una forma de comunicación de dos vías, y que gran parte de lo que estaban provocando estas oraciones era el resultado de meditar en la palabra de Dios, en la ley de Dios, día y noche.

Y como escuchaban la voz de Dios, entonces, expresaban con sus voces la dulzura y la maravilla de las cosas que se encuentran en su Palabra.

R.C. Sproul es el fundador de Ligonier Ministries, el maestro principal de la programación de radio Renewing Your Mind, y el editor general de la Biblia de estudio Reformation

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16/27 – La masculinidad de Cristo

Aviva Nuestros Corazones

Serie: El Cristo incomparable

16/27 – La masculinidad de Cristo

Nancy Leigh DeMoss

https://www.avivanuestroscorazones.com/podcast/aviva-nuestros-corazones/la-masculinidad-de-cristo/

Leslie Basham: Con ustedes Nancy Leigh DeMoss. En la voz de Patricia de Saladín.

Nancy Leigh DeMoss: El tema que estaremos hablando hoy es un tema que debo confesar no lo había pensado mucho antes de esta serie. De hecho, estuve tentada a traer a un profesor invitado el día de hoy, y cuando les diga cuál es el tema, sabrán  por qué.

Leslie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss.

En la temporada cercana al Domingo de Resurrección, nos hemos enfocado en Cristo. Nancy ha estado usando un libro clásico de Oswald Sanders como guía. El libro es “El Cristo incomparable”  [The Incomparable Christ – disponible en Inglés].

Ahora, ¿qué tema en este libro motivó a Nancy a  llamar un invitado especial?

Nancy: Hemos llegado a un capítulo en el libro titulado, “La masculinidad de Cristo”. Ahora, para serte sincera, si yo hubiera escrito un libro acerca del Cristo incomparable, probablemente no hubiera incluido un capítulo de la masculinidad de Cristo, pero estoy agradecida que Oswald Sanders lo hizo.

Una de las cosas que aprendí estudiando este capítulo, este tema. Siempre supe que era un reto ser una mujer verdadera, pero al estudiar esto, me doy cuenta de que no es menos retador ser un hombre verdadero. Y Jesús, por supuesto, es El Hombre Verdadero.

Desafortunadamente, nuestro concepto, en nuestra cultura, de lo que significa ser un hombre, ser varonil, ha sido muy confundido.  Ha sido distorsionado.  Me refiero, ¿Qué es realmente un hombre verdadero?

  • ¿Es independiente, un macho,  un pistolero como John Wayne? —“¡Nunca te disculpes, señor!”
  • ¿O es Rambo—el último guerrero?, pero ¿solitario? ¿Eso es lo que significa ser un verdadero hombre?
  • ¿O es alguien prepotente, arrogante y controlador?
  • ¿Es un hombre con un corazón salvaje?
  • ¿O es un hombre, al estilo Tom Hanks, tierno, sensible, cariñoso?

¿Qué es un verdadero hombre?

En la sesión de ayer hablamos de la humanidad de Cristo. Su humanidad es algo que Él comparte en común con nosotros, como hombres y mujeres. Y al Jesús obedecer al Padre, al Él resistir la tentación, Él modeló cualidades que deben ser vistas en todos los creyentes— sea hombre o mujer.

Pero Él exhibió esa obediencia humana como hombre, un varón, no como una mujer o como un ser andrógeno, sin sexo. Su género era masculino, y ese género no era un aspecto arbitrario de su encarnación.

Quizás nunca antes pensaste en esto, pero Dios no tiró una moneda en el cielo para decidir si Jesús iba ser hombre o mujer. El género masculino de Jesús era una parte necesaria e importante del plan redentor de Dios. Esto podría ser una sola sesión por sí misma, pero no iré por ahí. Hay muchísimas razones bíblicas para apoyar este punto—el que Jesús tenía que ser un hombre—pero aquí está el punto que quiero recalcar en esta sesión.

Y es, que Jesús vivió Su humanidad en maneras que son comunes para todos nosotros, pero también vivió Su humanidad en formas distintivamente masculinas. Él reveló piedad como un hombre. No solo era el ser humano perfecto; sino que también era el varón perfecto, y así, Él provee el modelo perfecto para los hombres.

Ahora, como he dicho, no había pensado mucho en este tema antes y he estado luchando con esto en las últimas semanas: La masculinidad de Cristo. ¿Qué significa? ¿Y qué  implica todo esto? Estoy todavía caminando sobre esto; sigo explorando todo esto. Pero déjenme compartirles algunas cosas que me han impactado desde que empecé a reflexionar en esto.

Empecé a preguntarme,  “¿Cómo ejemplifica Jesús la masculinidad perfecta? ¿Cómo desempeña Él el rol masculino? Bueno, lo hace de varias maneras.

En primer lugar, en los evangelios, al ver a Jesús moverse, operar, puedes ver su masculinidad elegante la forma que se guardó y sirvió e invirtió en las mujeres que lo rodeaban. Esto era algo fuera de lo común en una época donde la mujer era considera menos que un pedazo de  propiedad. Ves que Jesús les prestaba atención, proveía, protegía, era un caballero, por así decirlo, con las mujeres.

Ves a un Jesús que como hombre que no se comportaba extraño con las mujeres con que no estaba casado. Ahora, Él nunca estuvo casado, pero puedes ver Su capacidad de relacionarse y tener comunión y tener amistad con mujeres de manera que no era extraña o incómoda. Él era el hombre perfecto.

Lo vemos no tener miedo de invertirse en relaciones donde la gente rápidamente vería un escándalo. Los rabinos del tiempo de Jesús nunca hubieran tenido una conversación con la mujer del pozo, la mujer de mala reputación. Pero Jesús lo hizo. No se portó extraño, no tuvo miedo de entablar una conversación con esa mujer, para presentarle su necesidad de un Salvador, cuando algunas personas pudieron haberlo criticado.

Vemos como Jesús como hombre modela el balance perfecto de fuerza y ternura. Les voy a dar un par de ejemplos que se presentan, de manera interesante, en el Antiguo Testamento—dos profecías en el libro de Isaías que son acerca del Mesías y se cumplieron en Cristo. Muestran este equilibrio de fuerza y ternura.

En Isaías capítulo 40, el versículo 10, dice:

He aquí, el Señor DIOS vendrá con poder, y su brazo gobernará por Él. He aquí, con Él está su galardón, y delante de Él su recompensa.

Así que aquí tenemos el Dios de fuerza y poder quien gobierna,  quien dirige, quien juzga, quien ejecuta juicio—esa es la imagen del Mesías, una imagen de Cristo.

Pero después, en el siguiente versículo, el versículo 11 de Isaías capítulo 40 dice:

Como un pastor apacentará su rebaño, en su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; guiará con cuidado a las recién paridas.

¿Puedes ver aquí la ternura y la fortaleza? En una persona—el hombre perfecto.

Aquí hay otro ejemplo en Isaías capítulo 42, que se cita en el Evangelio de Mateo capítulo 12 y se aplica a Cristo, así que sabemos que esto es una profecía acerca de Cristo. Vemos en este pasaje que Jesús sabía cuando era apropiado hablar con suavidad y ternura y vendar las heridas de las personas. Isaías capítulo 42, el versículo 1 dice:

He aquí mi Siervo, a quien yo sostengo, mi escogido, en quien mi alma se complace. He puesto mi Espíritu sobre Él; Él traerá justicia a las naciones. No clamará ni alzará su voz, ni hará oír su voz en la calle.  No quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo mortecino (vv. 1-3).

Es un Salvador gentil, un Salvador tierno. Él no va a gritar cuando es tiempo de susurrar. Pero también sabía cuándo era apropiado levantar la voz y demostrar la ira de Dios en contra del pecado. En el mismo capítulo de Isaías 42 leemos el versículo 13:

El SEÑOR como guerrero saldrá, como hombre de guerra despertará su celo; gritará, sí, lanzará un grito de guerra, [este es el mismo que decía versículos anteriores que no alzará su voz ni clamará, ahora el esta gritando] contra sus enemigos prevalecerá.

El hombre perfecto, sabe cuándo susurrar, sabe cuándo gritar, sabe cuándo debe impartir misericordia, sabe cuándo debe impartir juicio. Misericordia y verdad se han unido en Cristo, el hombre perfecto.

Pero vamos por favor a un pasaje del Nuevo Testamento que no lo había pensado antes en este contexto, pero creo que nos dice mucho acerca de Cristo el hombre, acerca de Su masculinidad. Primera a los Corintios capítulo16—si tienes tu Biblia quiero pedirte que vayas allí. Y voy a leer dos versículos que describen una imagen de la masculinidad de Cristo.

Déjame explicarte un poco de contexto. Pablo está dando instrucciones a los ancianos de la iglesia de Corintio, que le habían escrito con algunas preguntas. Se refiere a estos ancianos como “hermanos” en los versículos 12 y 15.

Y entre esos dos versículos, los versículos 13 y 14, él les da cinco exhortaciones. Esos son los dos versículos que quiero ver ahora, 1 a los Corintios capítulo 16, versículo 13 y 14. Estos versículos, creo, dan una idea de las cualidades de carácter, que si bien no son exclusivamente masculinas, describen cómo debe lucir un liderazgo piadoso y varonil. En este programa, nos dirigimos a las mujeres—yo no le predico a hombres. Sé que algunos hombres me escuchan y de vez en cuando me escriben para recordarme esto, pero estoy predicando a las mujeres. Si los hombres quieren escuchar, ya depende de ellos.

Pero mujeres, es importante para nosotras saber, cuando oramos para que Dios levante líderes masculinos piadosos, ¿por qué estamos orando? ¿Qué tipo de cualidades estamos pidiéndole a Dios que ponga en nuestros pastores, en nuestros esposos, en los hombres y líderes espirituales? Pero por encima de todo, para el propósito de este programa, quiero que vean cómo estas cualidades son modeladas perfectamente en Cristo—la masculinidad de Cristo.

1era a  los Corintios capítulo 16, “Estad alerta, permaneced firmes en la fe, portaos varonilmente, [si tienen la NVI dice, “sean valientes”] sed fuertes. Todas vuestras cosas sean hechas con amor”.

Un comentarista escribió sobre este pasaje  ha señalado que las primeros cuatro de estas cinco exhortaciones, las que se encuentran en el versículo 13, son términos militares. Echemos un vistazo a cada uno de estos términos y su significado, y al hacerlo, podrás ver que esto es algo que Cristo modela.

Número uno: Estad alerta. Es un concepto de permanecer despierto, alerta, vigilante. Es la idea de un centinela que está destinado a proteger un campamento militar. Él tiene que estar continuamente en guardia. Tiene que cuidar del peligro, cuidar del enemigo. Y hombres de Dios… Ahora hay un sentido en el que todo esto se aplica a las mujeres también, pero creo que muestra particularmente características de santidad, liderazgo masculino piadoso. Vigilancia—estar en guardia en relación al peligro, a la tentación y el mal.

Pablo está diciendo, “tienen que estar alertas, tiene que estar atentos por su propia alma—como hombres—y también tienen que estar atentos por las almas de los demás, para que el enemigo no venga mientras están dormidos a causar estragos. Tu esposo, si estás casada, tiene una gran responsabilidad por tu familia, debe estar alerta, debe asegurarse que el enemigo no se introduzca en  la familia a través de los medios de comunicación o a través la cultura, o los programas de televisión o las películas que te pueden enviar en dirección opuesta a los caminos de Dios. Él tiene que estar vigilante de las tácticas sutiles del maligno. Porque él es el responsable de defender aquellos bajo su cuidado.

¿Y quién es más responsable como pastor que Cristo mismo, el Dios/hombre? Sé vigilante.

Número dos: Permaneced firmes en la fe. Este es el concepto de aferrarse a la verdad, no siendo movidos por vientos de doctrina, por modas, falsas enseñanzas. Y una vez más, nosotras como mujeres—hemos enseñado en este ministerio sobre la importancia del discernimiento, de permaneced firmes en la fe. Pero hay una gran necesidad de los hombres piadosos de mantenerse firmes en la verdad. Que sepan cuál es la verdad y que sus pies se planten ahí y sus corazones firmes en la verdad y permanezcan allí. No se moverán venga quien venga, ni por una enseñanza de moda nueva u otro enfoque. Estarán plantados firmemente en la verdad. “Estad alerta, permaneced firmes en la fe”.

Número tres: Portaos varonilmente. Ahora, esta es la única vez que esta palabra (es una sola palabra del griego) es usada en el Nuevo Testamento.

Sin embargo, en la versión griega del Antiguo Testamento, esta palabra (que es encontrada solo una vez en el Nuevo Testamento) es usada muchas veces, y cada vez es traducida como “valientes y fuertes”. Esto es portarse varonilmente actuar como un hombre, ser fuertes, ser valientes.

Puede que digas “¿Esto significa que las mujeres no deben ser fuertes ni valientes?” No, pero si quiere decir que hay un llamado específico a los corazones de los hombres para ser valientes y fuertes.  Una vez más, ¿Quién mejor modela esto que Cristo? ¿Qué tan valiente fue para ir en contra de la ola de los fariseos? Él no le temía a los fariseos. Ellos eran los líderes indiscutibles y hombres respetados de su época, pero Jesús no se doblegó ante ellos. El actuó como un hombre. Cuando supo la verdad, que siempre lo hizo, se mantuvo de pie. La defendió. Él era valiente. «Sé vigilante, permaneced firmes en la fe; actúen como hombres».

Número cuatro: sed fuertes, firmes, constantesAlguien que es fuerte no huirá cuando lo estén atacando. Él se mantendrá firme, Vemos a Jesús inconmovible en dirección hacia Jerusalén, incluso cuando los discípulos le dijeron: «¡Oh, no puedes dejar que eso te suceda!» Jesús dijo: «Seré arrestado, seré juzgado; voy a ser crucificado, y voy a morir «, y sus mejores amigos, sus discípulos, le dijeron:» Oh, no, no, no, Jesús… No dejes que eso suceda».

Pero Jesús era fuerte, pues puso Su rostro como un pedernal en dirección a Jerusalén, el lugar donde Él sabía que iba a sufrir, el lugar donde Él sabía que iba a ser objeto de abuso y de maltrato, porque sabía que ese era el plan y la voluntad de Su Padre Celestial. Él era fuerte, firme, constante. ¡Qué hombre era Cristo!

Así que tenemos estos cuatro términos militares: “Estad alerta, permaneced firmes en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes”. Y luego tenemos en versículo 14 de Primera a los Corintios 16, una exhortación final, que lo une todo: “Todas vuestras cosas sean hechas con amor.”

Todo tiene que ver con el motivo y la forma de actuar como un hombre, ser valiente.  Esto no es un hombre que está solo lanzándose hacia adelante, corriendo sobre las personas en su camino, causando estragos, siendo dominante, siendo autoritario. Se trata de un hombre que está haciendo todas esas cosas—ser firme, vigilante, actuando como un hombre, siendo fuerte—todo lo hace en amor. Esa es su motivación. Es su forma. No es por un beneficio propio. Él no está haciendo daño o controlando a los demás. Lo hace por amor.

Podemos ver esto en las relaciones de Cristo tanto con los hombres como con las mujeres. Siempre estaba buscando los intereses de los demás, nunca comportándose de manera inadecuada, nunca hablando ásperamente a menos que la dureza fuese necesaria como un medio por amor para derribar los corazones orgullosos de aquellos que se resistían. El hombre perfecto, el hombre verdadero es todo visto en Cristo.

Ahora, no solo en Su vida terrenal Cristo mismo se comportó de una manera varonil como un verdadero hombre, pero aún hoy, Cristo nos da un patrón de masculinidad verdadera. Recuerda  que dijimos que todavía está en ese cuerpo, en ese cuerpo humano, exaltado en el cielo. Él nos da un modelo desde cielo para la masculinidad verdadera como el Salvador, la cabeza, y el Esposo de Su Iglesia.

¿Cómo lo hace? Déjenme enumerar algunos aspectos:

  • Primero, Él toma la iniciativa en la búsqueda de Su esposa, la corteja y gana su corazón. Dios está haciendo esto en algunos de sus corazones—atrayendo sus corazones a Cristo. Es la iniciativa de Cristo que lo está haciendo.
  • Segundo,  Él demuestra Su masculinidad en ese amor tan poco común, en ese amor desinteresado y sacrificial,  Él da Su vida por la Iglesia. Él nos ha enseñado ese amor en la cruz, en su muerte sacrificial en nuestro nombre.
  • Tercero, Demuestra valentía y audacia en la protección de Su novia. Como el segundo Adán, Él interviene para revertir los efectos del fracaso del primer Adán de proteger y proveer liderazgo espiritual para la mujer.

Hoy en día oímos mucho hablar de los hombres pasivos. La pasividad fue uno de los primeros pecados de Adán. No intervino. No tomó liderazgo. No protegió a la mujer. Con esto no digo que la mujer no haya sido responsable. Si lo fue, los dos lo fueron. Pero estamos viendo aquí donde el rol se invierte y Eva toma la iniciativa, Adán es pasivo, y solo observa y deja que sucedan las cosas. Cristo revocó eso. Él interviene para revertir los efectos del fracaso de Adán. Él es un verdadero hombre. Él dirige, Él guía a Su novia. “Me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.” (Salmos 23:3) ¡Qué hombre! ¿Puedo escuchar un amén?

  • Él es también fiel en proveer para ella. Escuchamos hoy sobre padres y hombres que no han provisto para sus hijos. Han abandonado a sus esposas e hijos. Ahora, también hay madres haciendo esto.  Pero los hombres se llevan la culpa. A veces es algo justificado, pero Cristo nunca llevará ese título. Él nunca abandona a los que Él llama para proveer.
  • Toma la responsabilidad activa de la limpieza y santificación de Su novia. Él trabaja activamente en nuestra santidad. Él es un líder. Él es un hombre. Él es un guerrero y un libertador que pelea la guerra a nuestro favor  para rescatarnos del pecado y de la esclavitud, para vencer a Satanás y la carne y en última instancia, este sistema secular. ¡Qué hombre!
  • Y finalmente lo vemos como el Rey conquistador que un día volverá por Su novia, y tendrá la victoria sobre todos los enemigos, para reinar como Señor soberano del universo por siempre y para siempre.

Ahora, como solemos decir: Ese es el «Qué». Ahora bien, ¿cuál es el «¿Y ahora qué?» La masculinidad de Cristo, ¿cuál es la aplicación para nosotras? Somos mujeres. Me refiero a las mujeres de nuestra audiencia. ¿Cuál es la aplicación de todo esto para nosotras?

Bueno, algunas mujeres dirán: «Sí, debemos señalar las cosas que los hombres no están haciendo bien ya que no están siendo como Jesús». No. Esa no es la aplicación. Para nosotras como mujeres:

Número uno: Cristo es el único hombre perfecto que vivió en esta tierra. ¡Así que no esperen que otro hombre sea lo que solo Cristo es!  Nosotras vamos a quedar decepcionadas cuando esperamos que alguien, sea hombre o mujer, sea lo que Cristo solo puede ser.

Número dos: Como mujer, puede que hayas tenido algunas experiencias… Como yo al recibir una carta esta semana de una mujer que habla de sus experiencias que causaron desconfianza en los hombres. Es posible que te hayan herido enormemente, un padre, un novio, un esposo. Puedo decir: “Mira a Cristo” Él nunca te quedará mal.  Él nunca te abandonará. Él nunca fallará. En Él tienes una imagen de lo que la verdadera masculinidad debió  ser—y que por gracia de Dios, puede hallarse en hombres que siguen a Cristo.

Y esto me lleva a este punto: Es importante para nosotras como mujeres el afirmar y alentar la masculinidad en los hombres. No trates de feminizarlos. El objetivo no es que sean más como nosotras. El objetivo es que sean más como Jesús.  Así que tenemos que orar por nuestros hermanos cristianos para que sean transformados conformen a la imagen de Cristo, al orar lo mismo para nosotras.

Permítanme dejarles con este último pensamiento acerca de la masculinidad de Cristo tomado de Juan capítulo 4, al ver a la mujer en el pozo. La Escritura dice:

Entonces la mujer dejó su cántaro, [ahí en el pozo] fue a la ciudad y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre… que me ha dicho todo lo que yo he hecho. [Esta es una mujer que se había casado 5 veces y estaba viviendo con un hombre que no era su esposo, pero fue atraída a Él. “Venid, ved a un hombre”] ¿No será éste el Cristo? [Un hombre, el Cristo.] Y salieron de la ciudad e iban a Él. (vv.28-30)

Esta mujer había conocido a muchos otros hombres. Ahora había llegado a casa hablando de otro hombre. Ya se podrán imaginar la gente de ese pueblo que dirían, “Sí, otro hombre, ¿qué hay de nuevo en la vida de esta mujer?” Venid, ved un hombre.” Ya nos sabemos esta cantaleta” pero ella dice, “Este es diferente”, ni uno ha sido digno de ser seguido y ser adorado por esta mujer, mucho menos toda la ciudad. Cuando ella les dijo de la masculinidad de Cristo, ellos fueron a seguirlo.

Quiero sugerir que si permitimos que la gente vea a Cristo en Su perfecta deidad, Su perfecta humanidad; si nosotras lo dejamos ver a través de nosotras, entonces ellos serán atraídos a Él. Así que nuestro mensaje no es, “Vengan, síganme” sino “Vengan, vean a este hombre. ¿No será Él el Cristo?”

Leslie: Nancy Leigh DeMoss ha estado describiendo la verdadera masculinidad. Creemos que es vivida perfectamente en la persona de Cristo. Tengo que decir que nunca había reflexionado mucho sobre la humanidad de Cristo, pero ha sido un estudio muy enriquecedor. Yo diría esto para todos los mensajes de nuestra serie actual, El Cristo incomparable.

Los mensajes siguen un esquema del libro con el mismo nombre, “El Cristo incomparable” de J. Oswald Sanders. Nancy al estudiar estos temas, ha necesitado reflexionar sobre algunos temas que nunca hubiera considerado.

Nancy: Bueno, el capítulo de Oswald Sanders acerca de la masculinidad de Cristo fue una especie de revelación para mí. No había tomado el tiempo para pensar en ello antes como lo escuchamos hoy. Es realmente un tema muy importante. Cuando los hombres abrazan la masculinidad bíblica y las mujeres abrazan la feminidad bíblica, Dios es glorificado, y juntos presentamos una imagen precisa de Cristo y Su iglesia.

Una oyente llamada Jessica ha sido retada en esta área. Ella escribió diciéndonos, “Nunca pensé que abrazaría mi rol como la mujer bíblica de la manera que lo hago ahora”.

El escuchar Aviva Nuestros Corazones le ha mostrado el valor y la belleza de vivir ese rol como mujer. Ella dice, “Gracias por su fiel obediencia a Cristo”.

Estoy tan agradecida por aquellos que donan generosamente a Aviva Nuestros Corazones y hacen estas conexiones posibles. Podemos permanecer en el aire gracias al apoyo de radioescuchas quienes tienen un corazón sensible a este mensaje.

Leslie: ¿Cómo Jesús pudo ser humano y divino a la vez? ¿Como surgió la mezcla de la divinidad y la humanidad? Es una pregunta que se ha discutido durante siglos. Nancy Leigh DeMoss te ayudará a entender esto mañana en Aviva Nuestros Corazones.

Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.

Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.

Filipenses 1. “Varón de dolores”.

Usado con permiso del Ministerio Aviva Nuestros Corazones 

Tomado de: Aviva Nuestros Corazones

Todos los Derechos Reservados

Disponible sobre el Internet en: http://www.avivanuestroscorazones.com

 

No Resbalaremos

Isha – Salmos

DÍA 100 – Salmo 62

Dosis: Confianza

No Resbalaremos

“Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación. Sólo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector. ¡Jamás habré de caer!” (Salmo 62:1–2) (NVI)

¿Quién es la persona en la que más confías? ¿Aquella que crees jamás te decepcionaría? Ciertamente por más que las personas nos amen pueden fallarnos alguna vez. Pero en este salmo, el poeta expresa una confianza plena en Dios aún en las mayores dificultades de la vida, pues sólo en Él encuentra la paz y la protección que necesita como refugio y roca inconmovible. ¿Cuántas veces has necesitado confiar y depender de Dios de esta manera? ¿Necesitas en estos momentos protegerte en este refugio eterno?

El salmista empieza a describir la crisis en la que se encuentra. Ha sido traicionado, perseguido, y reconoce que han urdido un plan en su contra para destruirlo y desprestigiarlo: “¿Hasta cuándo atacarán todos ustedes a un hombre para derribarlo? Es como un muro inclinado, ¡como una cerca a punto de derrumbarse! Sólo quieren derribarlo de su lugar de preeminencia. Se complacen en la mentira: bendicen con la boca, pero maldicen con el corazón.” ¿Alguna vez te sentiste como una pared a punto de caer? Herida y atacada en tu dignidad. ¡David había sido traicionado y perseguido por su propio hijo! Tal vez de esta experiencia surgieron estas palabras de lo profundo de su alma. ¿Puedes identificarte con este dolor, alguien que amabas te traicionó?

Sin embargo en medio de esta circunstancia el salmista repite las palabras con las que inicia el salmo: “Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza. Sólo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector y no habré de caer. Dios es mi salvación y mi gloria; es la roca que me fortalece; ¡mi refugio está en Dios! A la convicción de Dios como refugio y roca inconmovible, de estabilidad y firmeza, añade el concepto de protector. David está seguro que Dios es quien guarda nuestra dignidad y nuestro prestigio. Dice “no habré de caer” en otras versiones “no resbalaré mucho”. David sabe que aunque podamos tambalearnos frente a las dificultades de la vida, Dios no nos suelta de su mano, Él hace que no perdamos el equilibrio. ¡No resbalaremos!

A veces es nuestro corazón el que decae. Tenemos frustraciones, angustias, pesares que Dios quiere que le entreguemos. El salmista habiendo vivido en carne propia esta experiencia, anima a otros a refugiarse en Dios como él lo hace. Confiando además en que finalmente, Dios pagará a los seres humanos de acuerdo a sus acciones de bondad o maldad. Amada, si estás sufriendo algún desengaño o alguna decepción, acude al mejor refugio, preséntale tu causa y pídele que Él defienda tu integridad, te consuele, y no te suelte de su mano. ¡Aprendamos a confiar en Él plenamente!

Oración: Señor permíteme experimentarte como mi roca y mi refugio en tiempo de angustia. Amén.

De Vergara, P. A., de Vera, A. D., & Harris, K. O. (2012). Isha-Salmos: Una dosis diaria de fe para ti. (P. A. de Vergara, Ed.) (Primera Edición, p. 115). Lima, Perú: Ediciones Verbo Vivo.