4/4 –Tu trabajo no es en vano

Aviva Nuestros Corazones

Serie: Mirando hacia atrás después de 80años

Entrevista con Kay Arthur

4/4 –Tu trabajo no es en vano

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Carmen Espaillat: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.

Toda esta semana hemos estado escuchando a Kay Arthur. Ella está en sus ochenta y recientemente fue su cumpleaños. Kay nos ha estado exhortando a ser fieles y hacer que cada día cuente hasta el fin de ellos. Vamos a retomar la conversación entre Kay Arthur y Nancy Leigh DeMoss.

Nancy: Kay, tú nos has hablado un poco acerca de la muerte y el morir, y de tu perspectiva al respecto. Has escrito un libro, un estudio, recientemente acerca del cielo y del infierno y de la vida después de la muerte. ¿Alguna vez piensas en tu funeral?

Kay Arthur: Sí. Lo he pensado. De hecho, tengo que sentarme y escribirlo, pero le dije a mi hijo el otro día, David es el director del ministerio ahora.

Así que yo estoy sentada aquí y yo estoy pensando: El ministerio va a continuar porque, número uno, no tiene mi nombre en él.

Nancy: Muy sabio.

Kay: Y número dos: Está fundamentado en la Palabra, eso es esencial para estos días. Nosotros tenemos que conocer la Palabra. Si la Palabra de Dios nos es quitada o si no la tenemos en nuestras manos, debemos poder hablarla—Su Palabra, no nuestra palabra. Nuestro testimonio es maravilloso y a las personas les gusta, pero nosotros hemos sido salvos por fe. La fe viene por el oír, la Palabra de Cristo. Es lo que Jesús es, y quien es Jesús es lo que nos salva. Es creer que Él es el Cristo; Él es el Hijo de Dios y es el único camino a Dios. Es tomar nuestra cruz cada día y seguirlo a Él. De eso es de lo que se trata el Cristianismo.

Así que uno se mantiene viviendo hasta que Él te lleve a casa. Así que ¿Cómo será mi funeral? No, no quiero un funeral, yo quiero una fiesta. Yo verdaderamente no quiero un ataúd en el frente de la iglesia. Yo quiero una fiesta.

Es por esto. Tú me preguntaste qué hice para mi cumpleaños. Yo pensé, ¿Qué tal si yo hago una fiesta aquí con la gente en Chattanooga, y yo me olvido de alguien? Me mortificaría. Y yo no quiero olvidar a nadie. Así es que no me den una fiesta.

Pero cuando yo muera, yo no estaré aquí. Yo quiero que todo el mundo celebre. Yo quiero que la gente comparta sobre lo que ha significado en sus vidas conocer a Dios. Yo quiero que ellos traigan a sus amigos perdidos. Y yo quiero que traigan a sus hijos y a sus nietos.

Cada verano nosotros tenemos dos campamentos de entrenamiento para adolescentes.

Bueno, yo les estoy enseñando a los hijos de los hijos que yo había enseñado. ¡He vivido mucho!

Nancy : Así es Kay.

Kay: Yo les enseñaba a ellos y yo les enseño ahora a sus adolescentes.

Nancy: Permíteme preguntarte esto. Déjame volver al tema del cielo. Acabas de escribir un estudio sobre esto. ¿Qué tú anticipas acerca del cielo?

Kay: Bueno Nancy cuando yo pienso acerca del cielo, yo pienso en estar con el Señor. Yo pienso en estar con Jesús, acerca de estar con Moisés y Abraham e Isaac, Jacob, Wycliffe y Tyndale—mis héroes.

Yo pienso en estar adorando al Señor. Dios no habla mucho acerca del cielo y yo no quiero agregar a las Escrituras mis sentimientos acerca del cielo. Pero yo amo el hecho de que cuando haya un nuevo cielo y una nueva tierra, nuestras lágrimas serán secadas de nuestros ojos y no habrá más tristeza, ni más lágrimas, ni más muerte porque las cosas viejas dejaron de ser.

Pero también lo que dice es esto, y pienso que es muy aleccionador. Él dice, “El vencedor heredará estas cosas”. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Y Él dice, “El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y el será mi hijo. Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Ver Apo. 21:7)

Veo esto y la primera palabra que atrae mi atención es “cobarde”. Cobardes cuando tienen que defender a Jesucristo. Cobardes cuando se trata de negarte a ti mismo y tomar tu propia cruz. Cobardes cuando se trata del mundo versus Jesús. Lo políticamente correcto versus la verdad bíblica.

Algo de lo que la gente no se da cuenta es que Isaías termina con nosotros los creyentes, los judíos creyentes y nosotros también, yendo y mirando en el lago de fuego y viendo personas en el lago de fuego donde el gusano no muere y el fuego no se consume. Ellos pueden manejar esto porque tú conoces y entiendes el amor, la rectitud, la justicia, etc. de Dios y la soberanía de Dios. Esto casi explota tu mente. Esto no es algo que tú piensas cuando piensas en el cielo, pero está justo ahí, en el centro de todo esto.

Nancy: Mientras nosotras estamos en este lado del cielo, de este lado de la eternidad, yo sé que tú has hablado mucho acerca del hecho que estamos viviendo los tiempos del fin los tiempos finales. Estos son días difíciles y la dificultad incrementándose como la Escritura dice que será. ¿Qué Escritura o Palabra del Señor puedes dar a los creyentes que están viviendo en este mundo que les anime y que nos ayude a mantenernos en el curso correcto mientras vivimos estos tiempos difíciles?

Kay: En 1era a los Corintios 15, el cual es el capítulo de la resurrección, comienza con un relato del Evangelio y explica lo que es el Evangelio y explica en ese capítulo en la medida que inicia: “El Evangelio. . . por el cual también sois salvos si retenéis la Palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano” (versos. 1–2).

De manera que esto está delante de mí, mucho más ahora que tengo ochenta. Yo sé esto: que Aquél que empezó la buena obra en mí la completará. Yo s é esto, que es Él quien me capacita. Pero por el lado humano, yo sé que si yo soy una verdadera creyente, yo voy a asirme más rápidamente de la Palabra del Señor, que no me iré, que no le daré la espalda a Él.

En la medida en que ese capítulo llega a un cierre, 1era a los Corintios 15, verso 58, dice, “Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”.

Y luego tú llegas a 2da de Pedro y él está escribiendo esta corta epístola como un recordatorio. Esa palabra es usada una y otra vez en sinónimos: “recuerda” y “trae estas cosas a la mente”. Pero él dice, “El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento” (2 Ped 3:9).

Volviendo atrás a tu capítulo favorito, el capítulo de tu padre en Hechos 20, donde Pablo dice a los ancianos de Éfeso que han venido a Mileto a encontrarse con él, “Por tanto soy inocente de la sangre de todos, pues no rehuí declarar a vosotros todo el propósito de Dios” (ver versos. 26–27). Tú sabes, yo he sido fiel.

Y luego volver a 2da de Pedro 3, verso 10, “Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas. Puesto que todos estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en piedad, esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor” (vv. 10–12).

Y luego él sigue y dice, “Pero según su promesa nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia. Por tanto, amados, puesto que aguardáis estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por Él en paz, sin mancha e irreprensibles” (versos. 13–14).

Yo amo esto. Yo amo esto. Esto es lo que yo quiero que nosotras seamos. Que estemos expectantes esperando el día de su venida, y debemos estar allá afuera. Nosotros debemos estar sosteniendo la verdad para que las personas se puedan arrepentir, tengan un cambio de mente y que vean que Dios es Dios, que Él es justo y Santo, que ellos necesitan ser salvos. Que ellos vean que separados de Él, no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombres en el cual podamos ser salvos. Ellos deben saber y entender que Jesús es el único camino.

Nancy: Amén, Amén a todo eso, yo te he escuchado a través de los años Kay, numerosas veces, hacer un llamado urgente. Yo te he escuchado orar, implorar a Dios por un avivamiento en la iglesia. ¿Es algo que aún carga tu corazón?.

Kay: Yo quiero ver avivamiento. Anhelo verlo. Yo quiero prepararme para esto. Yo quiero mantener mis cuentas limpias. El avivamiento viene muchas veces cuando las personas empiezan a confesar sus pecados. Dios te usa poderosamente Nancy. Yo recuerdo un año en el ministerio de Cruzada para Cristo, cuando tú hablaste sobre avivamiento. Tú y yo tenemos el mismo corazón con relación a esto.

Pero el avivamiento viene y va y mengua, yo creo, porque las personas se alejan de la Palabra. Yo creo que ellos quedan atrapados en lo que está pasando. Nosotras vemos la salvación de las personas y eso. Honestamente, Nancy, yo oro por avivamiento; amaría ver avivamiento. Pero mi mayor oración es que estemos dispuestas a sufrir.

Nancy: Que es realmente lo que Dios puede usar para traer avivamiento.

Kay: Yo creo que eso es lo que Él va a usar. Yo de verdad creo que la mano del juicio de Dios está sobre esta nación. Yo creo de verdad que las personas han sido cobardes. Yo creo que nos encontramos en una guerra que es muy intensa, Yo creo que parte de nuestro problema es la codicia, lo cual es idolatría. Esto es como Colosenses la define. Yo creo que somos una nación idólatra. Yo creo que nosotros necesitamos recordar que todo va a ser destruido con un calor intenso. Se quemarán.

Una de las cosas que estoy haciendo es limpiando closets. Yo estoy limpiando armarios. Me estoy deshaciendo de cosas. Yo me enojo conmigo misma y me pregunto, ¿por qué te compraste esto? Ahora, mientras más posesiones tienes, más cosas tienes que cuidar. ¿Por qué nosotras almacenamos cosas cuando hay tantas personas en necesidad?

De todas maneras eso es otro asunto, pero yo creo que con el empuje para ser políticamente correctos, y la intolerancia… Y es la intolerancia al Cristianismo. Esto no es intolerancia a ninguna otra religión. Pero creo que nos hemos alejado tanto de los padres fundadores y del porqué este país fue fundado y de lo que Dios quería hacer. Harvard y Princeton en sus primeros días . . . Yo creo que nos hemos alejado tanto de esto que quizás tomará (como he estado diciendo por años) halando la alfombra económica de debajo de América, poniéndola delante de nuestras caras.

Nancy: Sí.

Kay: Quizás va a tomar una gran persecución de la iglesia para poder separar lo verdadero de lo falso, las ovejas de los cabritos para decirlo de alguna manera, y veremos la verdadera cristiandad es. La sangre de los mártires, lo hemos escuchado antes, es el semillero del Evangelio.

Nancy: Así es, en estos tiempos verdaderamente que, como tú nos has llevado de vuelta una y otra vez en esta conversación, no hay nada más importante que nosotras como creyentes podamos hacer que conocer la Palabra de Dios para vivir en esta cultura, en este tiempo de oscuridad. Yo pienso que hay una tendencia, en algunos casos, de acobardarnos y llenarnos de temor y escondernos u ocultar nuestras cabezas en la arena o mantenernos en nuestro pequeño cónclave y en nuestro capullo, con relación a lo que está pasando en la cultura o ser combativos. Y de verdad, nada de esto es a lo que Dios nos está llamado. Él nos ha llamado a ser audaces y valientes. Mujeres y hombres de fe y de humildad y hacer que el Evangelio sea cre íble por la manera como nosotros vivimos la Palabra de Dios.

Kay: Exactamente, exactamente. La otra cosa que me gustaría agregar para las mujeres es tratar de aplicar la Palabra de Dios en nuestras vidas más que dejarla en el conocimiento “¿Cómo me ayudaría esto?”

Encontramos una advertencia en 2da a Timoteo 3 “mujercillas cargadas de pecados, llevadas por diversas pasiones, siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad”.

Yo he tenido que regresar varias veces a la casa de mi hijo durante este tiempo, y he tenido que pasar mucho tiempo en el carro de la rehabilitación y te he estado escuchando. Tú estabas enseñando sobre las bienaventuranzas. Yo estoy tan agradecida por tu integridad a la Palabra de Dios. Yo estoy tan agradecida por llamarnos a nosotras las mujeres a la obediencia a La Palabra de Dios, no permitirle al mundo atraparnos en su moldeY no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovaci ón de vuestra mente”. La única manera de que nosotras seamos transformadas es a través de la Palabra de Dios. Yo aprecio tanto esto y estoy tan agradecida de ti. Yo estoy tan agradecida de que tú seas casi 30 años más joven que yo porque esto seguirá.

¿Sabes algo? Hay algunas Escrituras que me hacen pensar que yo podría estar viva cuando Jesús vuelva si yo cumpliera 10 años más.

Nancy: Y sea que estemos vivas para verle regresar o sea que Él nos lleve antes, nosotras tenemos, como escuché a un amigo decir recientemente después de que a su esposa le fuera diagnosticado un cáncer avanzado, “Lo mejor está por venir”. Lo mejor está por venir.

Kay, estoy tan agradecida por esta conversación esta semana, y yo sé que nuestras oyentes han sido muy bendecidas.

Yo quiero decirte de nuevo, ¡Feliz cumpleaños!, y quiero felicitarte por el crédito y el honor al Señor. Gracias por estos 50 años caminando con el Señor, enseñando Su Palabra a otros.

Hay un versículo que ha estado en mi corazón, Kay, en la medida en que pienso en ti y en nuestros oyentes que yo sé que están agradecidas por esta conversación. Es un versículo de Hebreos capítulo 13, el versículo 7. Dice: Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios,

Y ciertamente tú estás en esa categoría para muchas de nosotras, miles y miles de mujeres. “Recuerda tus líderes.” Tú eres una de las que has hablado La Palabra de Dios a nosotras.

Y luego dice, “Considerando el resultado de su conducta, imitad su fe”.

Esto no se trata de alabar a un héroe o de celebrar una persona. Esto es acerca de celebrar la Gloria de Dios, Su Bondad, Su Poder, lo que Él ha hecho por otras vidas. En la medida que vemos tu vida, ahora tienes más de ochenta años, una “octogenaria”, creo que así le llaman. Nosotras consideramos el resultado de la manera de tu vivir y el llamado a nosotras es a imitar tu fe, no sólo observar y ser una espectadora y amar a Kay Arthur, sino empezar a ser nosotras mismas mujeres de fe que siguen a Cristo; que nosotras mismas empecemos en la medida en que pasemos la Palabra de Dios a otros de la próxima generación, que empecemos a ser aquellas que su fe sea digna de ser imitada.

Así que te digo gracias de nuevo. Te honramos. Honramos al Señor por lo que vemos en ti. Yo he recibido más de Su gracia en mi propia vida como resultado de tu fidelidad al tomar el llamado que Él te dio. Y quiero decirte una vez más: “¡Muchas gracias!”

Y también quiero hacerte una pregunta e invitarte a orar por nosotros al llegar al cierre. Pero antes de hacer eso, yo sé que muchas de las que nos escuchan quieren saber cómo pueden orar por ti en estos años. Tú has dicho muchas cosas en estos días que han pasado, y sé que ellas habrán tomado sus notas, pero de una manera sencilla, ¿hay alguna forma en particular que tú desees que estemos orando por ti?

Kay : Ora para que yo pueda terminar bien, que Dios siga refinándome para que yo no me avergüence cuando le vea cara a cara. Esa es mi pasión. Ora para que mi mente se mantenga intacta hasta que Él me lleve a casa. Ora para que yo sea todo lo que mi esposo necesite y para el ministerio que Dios me ha llamado y para mis hijos. Si ellos van a imitar mi fe, ellos van a estudiar la Palabra de Dios inductivamente, nada me daría mayor gozo. Yo miro a tantos y digo, “Tú eres mi legado. Aquí tienes esta joven mujer, estudiando la Palabra de Dios, viviéndola, criando a sus hijos, y siendo todo lo que Dios quiere que tú seas. Tú eres mi legado y yo vivo si te mantienes firme en el Señor”. Esta es la manera en que yo vivo.

Nancy: Bueno y tú has vivido bien, y te mantienes viviendo bien, y damos gracias a Cristo y a Su gracia por ello.

Yo me digo en la medida en que cerramos, ¡Qué dulce conversación hemos tenido esta semana! Si tú pudieras interceder y orar en favor de nuestras oyentes. Tú iniciaste esta conversación hablando acerca de los tiempos que vivimos y qué necesita el pueblo de Dios para tiempos como estos. ¿Puedes orar por nosotras? En la manera que el Señor te guíe en este momento y por las mujeres de la próxima generación, para que Dios las bendiga y ponga su mano sobre ellas.

Kay: Padre, yo te doy las gracias por este regalo de cumpleaños de poder haber hecho estos programas con Nancy y su preciosa audiencia. Te agradezco haber levantado a Nancy y a estas mujeres a ser mujeres de Dios en medio de esta torcida y perversa generación. Oh Padre, yo oro por ellas. Yo oro por cada una de ellas, para que ellas te conozcan de tal manera y que puedan organizar sus vidas para que puedan tener tiempo para conocer tu Palabra y un corazón para obedecer Tu Palabra, de manera que, Padre, ellas estén preparadas para los días que tenemos por delante, preparadas para interceder, preparadas para enseñar a sus hijos, preparadas para apoyar a sus esposos, preparadas para estar solteras, siendo piadosas y puras.

Lo que sea que tú le hayas llamado a hacer, Padre, que ellas sean mujeres de fe, firmes, que no se muevan, siempre abundando en Tu obra, sabiendo que su labor no es en vano.

Padre, yo oro por todos nosotros. Padre yo oro que podamos decir como Pablo “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Señor Jesucristo el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

Oh Padre, gracias por Tu Hijo. Nuestro Señor Jesucristo. Agradecemos que siempre vive para interceder por nosotras. Bendito Espíritu Santo, nosotras Te damos gracias que habitas en nosotras y nunca nos dejarás ni desampararás. Te agradecemos que podemos caminar en el fruto del Espíritu y no en el fruto de la carne.

Y yo oro, Padre, que Tú nos equipes en estos últimos días. Que seamos mujeres que entienden los tiempos, que sepan que hacer y que veamos que tenemos que movilizarnos como un valiente ejército, poderosos hijos, adolescentes y adultos para la venida del Rey.

Nosotros Te agradecemos ahora, Padre, por lo que Tú vas a hacer. Nosotras Te agradecemos por lo que estás haciendo a través de Aviva Nuestros Corazones. Todo el mundo quizás no vea el avivamiento pero puede el avivamiento venir a nosotras. Así que aviva nuestros corazones para que podamos presentar a ti un corazón sabio. En Tu Nombre oramos, amén.

Nancy: Amén.

Carmen: Esta es Kay Arthur. Ella quiere servir al Señor todos sus días.

Mañana vamos a comenzar una nueva serie acerca de una característica muy importante en la mujer, y también en los hombres: la mansedumbre. Descubre de qué se trata a partir de mañana, aquí en Aviva Nuestros Corazones.

Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.

Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se cite otra fuente.

Tomado de: Aviva Nuestros Corazones

Todos los Derechos Reservados

Disponible sobre el Internet en: http://www.avivanuestroscorazones.com

3/4 – Abrazando el llamado de Dios en los años dorados

Aviva Nuestros Corazones

Serie: Mirando hacia atrás después de 80años

Entrevista con Kay Arthur

3/4 – Abrazando el llamado de Dios en los años dorados

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Carmen : Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss, en la voz de Patricia de Saladín.

Los últimos dos días, Kay Arthur ha estado compartiendo con nosotros su pasión por la Palabra de Dios. Hoy, ella nos da un ejemplo de cómo abordar las últimas temporadas de la vida. Es la tercera parte de una serie titulada, “Mirando hacia atrás Después de los ochenta”.

Nancy : Ha sido un gozo tener esta conversación con mi querida amiga —mi amiga de toda la vida—Kay Arthur, mientras acaba de celebrar su cumpleaños. Ella no es una extraña para muchas de nuestras oyentes. Muchas de ustedes han hecho los estudios bíblicos de Precepto, los estudios inductivos de la Biblia, y te han enseñado a amar la Palabra de Dios.

De hecho, cuando grabamos esta serie originalmente en inglés, invitamos a la gente a publicar en Facebook lo que les gustaría decirle a Kay o qué le gustaría preguntarle. Una de nuestras oyentes escribió y dijo, “Me encanta Kay Arthur. Le doy gloria al Señor en primer lugar, y luego a Ministerios Precepto, por ayudarme a aprender a estudiar la Biblia”.

Kay, yo sé, miles y miles de personas en todo el mundo podrían decirte lo mismo —y quisieran decírtelo esta semana habiendo celebrado tu cumpleaños recientemente. Así que, gracias por este ministerio, y gracias por no jubilarte a los sesenta y cinco años, o en algún momento hace mucho tiempo. Gracias por estar ahí y por mantenerte fresca.

Kay Arthur: Bueno, conoces el versículo que dice, en esencia, que no hay jubilación en tiempos de guerra. Y yo realmente creo que es tiempo de guerra. Creo que vamos a enfrentar una guerra en nuestra nación como nunca hemos visto antes, si caminamos con el Señor, si nos aferramos a Su Palabra en medio de esta generación maligna y perversa.

Así que no hay jubilación. Me retiraré cuando Dios me lleve a casa o me haga incapaz de hacer nada —estoy orando para que no me pase a mí. Estaré en la línea de batalla hasta entonces.

Nancy : Has sido una gran inspiración y un ejemplo para muchas de nosotras, las mujeres más jóvenes y siervas del Señor el ver personas como tú y dicen, «Si Dios puede darle la gracia de hacer esto a su edad madura, Él me puede dar la gracia para permanecer en la carrera, en la batalla y mantenerme fiel. Tú has sido una inspiración para mí. Quiero que hablemos hoy de algo que algunas personas no se sienten cómodas hablando, pero yo sé que tú sí…el tema es todo este asunto del envejecer.

Estoy buscando aquí en el Salmo 92, ese maravilloso pasaje que comienza en el versículo 12. Permítanme leerlo. Dice así.

El justo florecerá como la palma, crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa del Señor, florecerán en los atrios de nuestro Dios. Aún en la vejez darán fruto; estarán vigorosos y muy verdes, para anunciar cuán recto es el Señor, mi roca, y que no hay injusticia en Él.

¡Me encanta esa descripción!

Kay : ¡A mí también me encanta! ¿Estás tratando de decirme que soy sensible o que estoy emocionándome?

Nancy: Estoy tratando de decirte que estoy feliz que todavía estés floreciendo, creciendo, sirviendo y siendo fructífera. Porque eso me da ánimos, veo algunas personas que tienen como una fecha de vencimiento, o algo así. Llegan a cierta edad y salen fuera de servicio y ya no son intencionales en buscar al Señor y en servir al Señor.

Pero sin embargo Kay tú has modelado para nosotras lo que pienso es un enfoque mucho más bíblico, y eso es: fiel a la lucha, fiel a la fe, y fiel hasta el final. Por eso quiero hablar acerca de cómo enfrentar la vejez. Tú dijiste hace un par de días en nuestra conversación, que es difícil para ti imaginar que has sobrepasado los ochenta.

Mientras piensas años atrás, ¿Alguna vez tuviste algún miedo o aprehensión acerca de la idea de envejecer, o es algo que estabas esperando con gran alegría?

Kay: No, no he tenido ningún miedo o aprehensión acerca de envejecer. Mi preocupación siempre ha sido terminar bien, que voy a ser capaz de decir como dijo Pablo en 2da a Timoteo 4, “que he peleado la batalla, he guardado la fe, he terminado la carrera”. Esa ha sido mi preocupación. La vejez no me molesta.

Chicas, quiero que sepan que yo solía estar tan cansada, de hecho, me escucharías en las grabaciones anteriores decir que me sentía como si el colchón tuviera un imán que me halaba hacia él. Hubo un período – quizás no lo sabía en ese momento- que estaba pasando por la menopausia, supongo. No dejaba de pensar que tenía gripe. Jan Silbius me decía, “Estoy tan cansado de escucharte decir que tienes gripe”.

Bueno, yo le dije: «Entonces vamos, deletréalo al revés. Tengo epirg».

Miro hacia atrás y pienso, yo estaba tan cansada en esa época. No estoy tan cansada como lo estaba durante ese período de tiempo. Quiero decirle a las mujeres «Mantente en la carrera, no te desanimes, muchacha”.

Nancy : Eso me recuerda lo que dice Isaías capítulo 40, que “los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas”. Y eso es exactamente lo que tú has estado experimentando, incluso de una manera física.

Kay : ¡Así es! ¡Exactamente! Sin embargo, yo estoy haciendo otras cosas. He perdido peso. He estado usando mi caminadora. Conseguir estar en la caminadora durante treinta minutos, cuando estoy tan ocupada estudiando y escribiendo y sirviendo en el ministerio, es demasiado difícil. Bueno racionalizando diez minutos tres veces al día. Así que me estoy cuidando a mí misma. Tomo jugo de frutas y verduras, todos los días—he estado haciéndolo desde hace once años.

Muy pocas veces tengo lo que estoy lidiando mientras te hablo ahora Nancy—toda esta congestión en mi pecho. Trato de comer de manera inteligente. Estoy cocinando más verduras y comiendo más frutas, y cosas por el estilo. Así que me estoy cuidando a mí misma. Creo que algunas mujeres mayores comienzan a ponerse tantas joyas, o empiezan a hacer una serie de cosas con su maquillaje, que no aciertan; no se terminan de ver bien… Así que estoy tratando de presentar a una persona que está cuidando completamente de su templo, para ser un ejemplo entre las creyentes, y caminar en la forma en que Dios quiere que yo camine.

Lo que me emociona es ver a esas jóvenes adolescentes y las chicas en edad universitaria, decir en sus veinte y treinta años, «Yo quiero ser como tú cuando llegue a tener ochenta o cuando llegue a ser lo que sea”.

Nancy : Yo también quiero ser como tú ¿Qué les dirías a aquellas mujeres jóvenes que quieren estar renovadas, llenas de vida y fructíferas a la edad de ochenta años? ¿Qué consejo les das ahora que están en sus veinte o treinta o cuarenta años, que pueda ayudarlas?

Kay : Les diría que en primer lugar, «la Palabra», y tú sabes eso que es siempre, siempre la clave de todo. Es la salud de nuestros huesos. Así que yo diría que «la Palabra», luego les diría que vivir de acuerdo con la Palabra, porque el estrés realmente te agota, y el pecado realmente te agota! Te agota, y tendrá sus consecuencias, por lo que deseas vivir con rectitud. ¿Quieres reír?. ¿Quieres tener un sentido del humor para que puedas reírte de ti misma?

Nancy: Una de las cosas que he visto en las mujeres, Kay, a medida que envejecen es que algunas se ponen muy dulces y más amables y otras se ponen de mal humor e irritables y negativas. He visto ambas clases y he pensado, bien, yo sé cuál es mi inclinación, personalmente, sería probablemente inclinarme más hacia lo negativo, especialmente mientras ves las cosas que van cambiando. Pero la verdad es que quiero llegar a ser más amable, más dulce, más tierna.

¿Cómo evitar convertirte en una anciana negativa, criticona, que se resiste al cambio? ¿Cómo convertirte en otro tipo de mujer?

Kay: Me he sentido igual. Quiero llegar a ser más dulce, quiero ser más como Cristo. Pienso que tú determinas, como dijiste que has determinado, que ésta es la forma en que quiero ser. 2da de Corintios 5:9: «Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos serle agradables».

Creo que cuando las mujeres se enfrascan en sus formas, creo que se aíslan de la sociedad. Cuando mi hijo estaba en reposo después del derrame, yo iba allá y mi corazón se quebrantaba. Desearía que hubiera más de mí que pudiera hacer más. Pensé: “Estas personas están sentadas aquí en el pasillo alrededor de la estación de enfermeras -sin hablar con nadie -cabezas inclinadas, hombros hacia abajo, y nadie está hablando con ellos ni estimulándolos, ni nada” .

Si quedas incapacitado, siempre puedes orar. Pero yo creo que es importante, a medida que envejeces, determinar que no vas a envejecer. Determinar que no vas a pensar en ti misma como vieja. Piensa en ti como «experimentada», piensa en ti misma como «aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos».

¿Sabes cuál es mi pasión?

Nancy: ¡Dímela, dímela!

Kay: Mi pasión se encuentra en 1era de Crónicas capítulo 12. Saúl está muerto y David toma el trono y toma a Jerusalén, entonces Dios se detiene en Crónicas y habla de este ejército de hombres valientes que ayudaron a David en la guerra (que se escribe después del cautiverio, de manera que puedan aprender las lecciones).

La Escritura dice que “vinieron a David en Hebrón para transferirle el reino de Saúl él [y esto es lo que me gusta] conforme a la palabra del Señor” (v. 23).

Estamos viviendo entre la primera venida de Cristo y su segunda venida. En la primera venida, Él vino como el Cordero, y en la segunda venida como un León. Él vino en la primera venida como un sacrificio y en la segunda vendrá como Rey. Su venida está cada vez más y más cerca. En 1ero de Crónicas 12:32 es donde encuentras los hijos de Isacar. Ellos le están diciendo a los diferentes hombres de las diferentes tribus. . . Eran hombres que entendían los tiempos, con el conocimiento de lo que Israel debía hacer.

En Lucas 12 Jesús comienza a preparar a los discípulos para el sufrimiento, y les decía: “Ahora, no teman. Les daré lo que necesitan”. Entonces Él concluye todo mientras se dirige a esta gran multitud y dice: “¡Hipócritas! Sabéis examinar el aspecto de la tierra y del cielo; entonces ¿por qué no examináis este tiempo presente?”.

Necesitamos discernir los tiempos. Tenemos que estar en los negocios de Dios. Si algo va a mantenerte joven, a mantener a la vanguardia, es ver lo que está pasando en la cultura y al verlo tomar tu cruz y seguir. No importa lo que te cuesta, incluso si la gente se aleja de ti. . . He tenido gente que se va cuando enseño, porque estoy sosteniendo fuerte la Palabra de Vida, porque estoy diciendo, “Esto es lo que Dios dice”.

Nancy : Kay, como mujer adulta tuve esta idea en mi cabeza de que a medida que envejeciera -fuera lo que fuera- iba a tener menos dificultades con la tentación, con los pecados que me acosan. A medida que me he ido haciendo mayor, me he dado cuenta que a veces la batalla es más intensa, no menos. Creo que me ha sorprendido un poco. Me pregunto lo que has encontrado. ¿Batallas con más o con menos tentación, con pecados que nos asedian, como mujer mayor -cómo ha cambiado eso para ti?

Kay : Creo que las tentaciones de una mujer mayor tienen más que ver con lo que eres, tal vez con orgullo, o “es a mi manera o mi forma”. Pienso que la tentación sexual disminuye, pero creo que la tentación aumenta con cualquier cosa que pueda venir del área del orgullo o autosuficiencia o «puedo hacerlo», o «Yo no voy a tomar o aguantar esto», o «tengo derecho. . . «

Nancy : Kay y ¿Qué hay de las presiones? Tú has mencionado anteriormente en esta conversación que has atravesado grandes presiones en este punto de tu vida. Y a veces creo, como mujeres jóvenes, creemos que la vida será más fácil, y sin embargo, has pasado por algunos capítulos muy difíciles en tu vida durante todos tus años. ¿Eso te llegó como una sorpresa? O ¿Estabas preparada para eso?

Kay : No, no ha sido una sorpresa. Una de las cosas de las que estoy consciente, por la forma en que estudio y debido a lo que estudio, es que el sufrimiento, las pruebas y las tentaciones siempre están ahí, porque vivimos en un cuerpo de carne. Siempre están ahí porque esa es la manera que Dios utiliza para refinarnos.

Por lo tanto, cuando estoy sentada en la oficina del doctor y el doctor le dice a mi esposo que tiene Alzheimer, te rompe el corazón. Te rompe el corazón, especialmente si tú entiendes la enfermedad. Cuando esas presiones vienen, son pruebas que Dios está usando para refinarme. Si puedo entender que esto es así cuando le vea cara a cara no estaré avergonzada. . .

Voy a estar de pie en el tribunal de Cristo para dar una respuesta por las obras hechas en mi cuerpo. Ese es un temor reverente. «El temor del Señor es el principio de la sabiduría.» Así que temerle, respetarle, confiar en Él, reverenciarlo. . . ¿cuándo se va a mostrar esto? Se va a mostrar en medio de la prueba.

 

Uno de los libros favoritos que he escrito, uno de mis libros de estudio preferidos es “Señor, dame un corazón para Ti”, disponible en inglés. Es uno de mis libros favoritos, no porque yo lo escribí, sino porque es de 2da a los Corintios. Es un estudio devocional que tú puedes tomar y utilizar a través de tu tiempo de quietud, y estarás realmente estudiando 2da a los Corintios. Leyendo donde Pablo desnuda su alma como no lo hace en ningún otro libro, y él las llama «leves aflicciones momentáneas».

Nancy : Aunque no siempre se sienten de esa manera, ¿verdad?

Kay : Yo sé que no se sienten de esa manera. La cosa es, mantener nuestra perspectiva. Es la Palabra que me ayuda a mantener mi punto de vista, y permanecer en la Palabra. Así que cuando leí eso, y luego estoy leyendo en Hechos que ellos apedrean a Pablo y creen que está muerto, y luego se levanta y vuelve a entrar en la ciudad—a veces eso es lo que yo misma hago.

Me siento en mi habitación, en este hermoso entorno tranquilo, y tengo mi Biblia. Yo no voy a ir a la cárcel (todavía), yo no voy a ser perseguida (todavía). Hablarán de mí, pero mi libertad no está amenazada todavía. Creo que va a venir, yo creo que viene para los Estados Unidos. Así que estoy sentada aquí, y tengo gente en Uzbekistán, veintiuna de ellas enfrentando juicios, yendo al bosque con el fin de adorar a Dios, pagando multas. Algunos de nuestros hombres sirios están desaparecidos.

Estamos sacando un estudio inductivo de la Biblia en árabe, para que cuando lleguen a tener una Biblia, sepan cómo estudiarla, no qué creer —porque si estudian en la manera correcta, sabrán qué creer. Y pienso, “¡Dios, aquí estoy orando por estas personas. Mira donde estoy sentada! Mira el armario de ropa que tengo. Mira la comida que tengo, mirar el coche que tengo, mira la casa que tengo” [me dan ganas de llorar].

Tengo refugio y alimento. Tengo ropa. Y aquí están mis hermanos y hermanas en Cristo. .

Nancy : Mientras estás compartiendo, Kay, estoy pensando en ese pasaje de Hechos capítulo 20 donde el apóstol Pablo estaba hablando a los ancianos de la iglesia de Éfeso. Él dijo: “Voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me sucederá, salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones”. (vv 22-23)

Piensas: ¿Cómo soportar eso? ¿Cómo consideras que eso es una «leve tribulación momentánea?» ¿Cómo mantienes el curso? ¿Cómo no te rindes? ¿Cómo no tiras la toalla?” Y creo que el próximo versículo, que era el versículo lema de mi padre, Hechos capítulo 20 versículo 24, nos da la razón. Él dice: «Pero yo no considero mi vida digna de valor, como valiosa para mí misma, con tal que acabe mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios” (parafraseado).

Él está diciendo, “Eso es todo lo que importa”.

Kay : Eso es todo lo que importa, es todo lo que importa. Si podemos mantenerlo como que eso es todo lo que importa, entonces, la vejez no es tan mala, porque Él está diciendo: «Quiero terminar mi carrera. Quiero terminar el ministerio”—y esto es lo que necesitamos ver—“lo que recibí del Señor Jesús”.

Algunas veces me preocupo porque todo el mundo está buscando un ministerio. Para ellas, un «ministerio» es escribir un libro y estar en una plataforma o ser bien reconocida y ¡eso no es todo! Creo que tienes razón. En 2da a los Corintios capítulo 4, donde dice: «Mientras espero, no en las cosas que se ven. . . «Yo miro al espejo y veo una arruga (¡se supone que debo tener arrugas!). Parte de esto viene con la vejez, ¡y eso está bien! Es parte de la vida.

Pero todo lo que queremos hacer—y me encanta en Filipenses, cuando Pablo está en prisión, y no realmente seguro, en ese primer capítulo, si se le va a permitir quedarse o si Dios lo va a llevar a casa. Por lo tanto, Pablo dice en Filipenses capítulo 1—hablando de que él quiere que ellos oren por él, porque las personas están tratando de causarle sufrimiento en su prisión. Él dice: «¿Entonces qué? Que de todas maneras, ya sea fingidamente o en verdad, Cristo es proclamado; en esto me regocijo, sí, y me regocijaré.» Él dice: «Yo sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones, y [me encanta esto] la suministración del Espíritu de Jesucristo «(vv. 18-19).

Si solo nos diéramos cuenta de todo lo que tenemos a través del Espíritu Y entonces él dice esto -y me encanta esto, «Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte. Pues para mí, el vivir [la vejez y las arrugas -no, él dice, para mí el vivir es] Cristo, y el morir es ganancia «(vv. 20-21).

Y luego dice: «Pero si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger «(v. 22). Así que, la muerte no es una enemiga. La muerte es, “Bienvenida a casa”. El Salmo 116:15: dice “Estimada a los ojos del Señor es la muerte de sus santos”. El miedo ha sido sacado de la muerte, así que cuando me acerco a la muerte, como el verso de tu papá -quiero terminar mi carrera. Quiero oír de Él, “Bien hecho, mi sierva buena y fiel”.

No quiero estar avergonzada, yo no quiero retroceder avergonzada en Su venida. Pienso en Lucas 19 y cómo un hombre se lleva la mina que el Señor le ha dado y lo envuelve en un pañuelo, y le da lo mismo cuando Él regresa. Y Jesús le recrimina acerca de eso.

Muchas personas están sentadas en la iglesia y no están haciendo nada. Tenemos tiempo para todo tipo de cosas, pero no «tenemos tiempo» para estudiar la Palabra de Dios, para profundizar y dejarla que se profundice en nosotras, y eso me apena. Pienso que la cosa más fundamental que cualquier cristiano puede hacer —creo que esto es primordial— es sentarse a los pies de Dios, en la Palabra de Dios, con Dios como tu maestro -enseñándote «precepto por precepto» lo que Él quiere que hagas, creas y vivas.

Carmen: Kay Arthur ha estado hablando con Nancy Leigh DeMoss, con motivo de su reciente cumpleaños.

Nos gustaría que tú conozcas la Palabra de Dios, precepto por precepto, como Kay estaba hablando. Visita el ministerio Precept Ministries. Encontrarás allí herramientas para estudiar la Palabra de Dios.

Mañana Kay Arthur estará de regreso, explicando por qué ella quiere que sus últimos años cuenten. También te animará a hacer que cada día cuente. Por favor, regresa a Aviva Nuestros Corazones.

Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.

Todas las Escrituras fueron tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se cite otra fuente.

Tomado de: Aviva Nuestros Corazones

Todos los Derechos Reservados

Disponible sobre el Internet en: http://www.avivanuestroscorazones.com

2/4 – Sentada a los pies de Jesús

Aviva Nuestros Corazones

Serie: Mirando hacia atrás después de 80años

Entrevista con Kay Arthur

2/4 – Sentada a los pies de Jesús

https://www.avivanuestroscorazones.com/podcast/aviva-nuestros-corazones/sentada-los-pies-de-jesus/

Carmen Espaillat: Antes de comenzar el programa de hoy de Aviva Nuestros Corazones, queremos recordarte acerca de nuestra primera conferencia de Mujer Verdadera a celebrarse los días 26-27-28 de febrero del año próximo en Santo Domingo, República Dominicana.

Espero que puedas asistir y que traigas a muchas mujeres contigo.

La conferencia de Mujer Verdadera está diseñada para mujeres que tienen un corazón para alcanzar otras mujeres con la verdad de la Palabra de Dios.

Si eres una maestra bíblica, si eres una líder de un grupo pequeño, esposa de pastor, o simplemente una mujer que ama ayudar a otras mujeres, esta conferencia va a ser de mucho beneficio para ti.

Nancy estará en esta conferencia de Mujer Verdadera, junto a los maestros bíblicos, Crawford & Karen Loritts y Mary Kassian. Dannah Gresh le estará hablando a las mujeres jóvenes.

Josh Davis, Jonathan & Sarah Jerez, así como Dámaris Carbaugh estarán dirigiéndonos en tiempos especiales de adoración.

Podrás obtener muy pronto toda la información acerca de cómo registrarte, al visitar AvivaNuestrosCorazones.com.

Espero que puedas asistir para buscar al Señor junto a nosotras, en la Conferencia Mujer Verdadera, aquí en la República Dominicana.

Kay Arthur: Como que no se puede estudiar la Palabra, es la Palabra de Dios, Dios está hablando, esas son palabras que Él ha exhalado, que Él ha escrito, que son tu vida, por supuesto invierte en la Palabra.

Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.

Nancy continuará la conversación que comenzó ayer. Estamos en el segundo día de una serie de cuatro días llamada “Mirando hacia atrás, después de los ochenta.”

Nancy: En esta semana estoy tan agradecida de tener esta oportunidad de conversar con mi querida amiga Kay Arthur; cuando este programa salga al aire, ella habrá pasado de sus ochenta años. En realidad tuvimos esta conversación hace un tiempo atrás mientras Kay anticipaba su cumpleaños.

Ella ha sido de mucha bendición a muchas de nuestras oyentes y para mí personalmente. Estoy verdaderamente agradecida por la oportunidad de dar honor a esta mujer de Dios y por nuestras oyentes que tienen la oportunidad de aprender de su vida.

Kay, bienvenida una vez más a Aviva Nuestros Corazones.

Kay Arthur: Muchas gracias.

¿Podría contarte una historia por el deseo que tienes por tus escuchas?

Nancy: Sí, por favor.

Kay: Cuando me convertí a la edad de veintinueve años, yo le dije a Dios que regresaría con mi esposo del cual yo estaba divorciada. Aunque él no era creyente, yo le dije a Dios que regresaría con él porque yo sabía que Dios odiaba el divorcio. Pero él se suicidó.

Después me casé con Jack. Nos casamos y fuimos a México. Tenía dos hijos. David nació allí en México donde fuimos misioneros por tres años y medio. Luego tuvimos que dejar el campo misionero porque me enfermé del corazón.

Pero bueno, estaba sentada allí, y estaba trabajando con adolescentes. Estaban conociendo del Señor, y les estaba enseñando la Palabra de Dios. Estaba sentada allí esa mañana en la mecedora y amamantando a David, y me molesté con el Señor. Dije, “Señor, ¿Dónde estabas Tú cuando yo era adolescente? ¿Por qué no dejaste que alguien como yo viniera a mí cuando yo era adolescente? ¿Por qué no mandaste a alguien que me hablara de la Palabra como yo les estoy dando la Palabra a estos adolescentes?”

Dios solo habló a mi corazón – nunca he oído voces audibles o algo así – pero Él habló a mi corazón y dijo, “Yo te salvé cuando quise salvarte, y si paras de quejarte y compartes tu historia, la usaré para ayudar a otros.

Así que, aquí estamos.

Nancy: Y ciertamente Él lo ha hecho.

Kay:  ¿No es maravilloso?

Nancy: Sí lo es. Es una gracia maravillosa. De eso se trata – no solo para nuestros años de juventud sino también al envejecer.

Al recordar, estoy segura que estás reflexionando ahora en tus ochenta y tantos años – porque éste es un cumpleaños que marca un tiempo especial. Me encantan estos tiempos que marcan un momento especifico, y me gusta reflexionar en lo que el Señor ha hecho y dónde me ha traído.

Pero me pregunto Kay, ¿Mientras recuerdas, habrá quizás dos o tres personas – amistades o mentores o personas que te alentaron– que han sido de influencia clave en tu vida, personas que te han ayudado a amar al Señor, a amar Su Palabra, o que han sido usados en una manera especial en tu vida?

Kay: Bueno mi primer mentor en mis primeros años fue un muchacho que comencé a salir con él después que me convertí. Él me trajo la traducción del Nuevo Testamento Phillips, y me trajo biografías de grandes cristianos. Así que yo leí: Hudson Taylor, Robert Murray M’Cheyne, Andrew Murray, Madame Guyon, y muchos más. Ellos fueron mis mentores – Isabelle Kuhn. Y esas biografías fueron las que me guiaron en esos primeros días, aparte de la Palabra de Dios.

Yo diría que las personas con las que he trabajado en este ministerio desde que Dios comenzó Ministerio Precepto, las amistades que Él ha traído a mi vida que todavía son mis amistades, las personas que me han amado con todos mis defectos y han sido amistades fieles: Jan Silvious, Billy Campbell, Tommy Hammil. Yo puedo ir con todas estas personas buenas y decirles que cada una de ellas, solo por sus vidas y solo por su paciencia conmigo y su relación de amistad…

He visto crecer a las personas jóvenes de las cuales he tenido la oportunidad de enseñarles la Palabra de Dios convertirse en esposas y esposos piadosos y maravillosos padres. Eso es lo que diría yo que me ha discipulado. No ha habido ningún individuo que se haya sentado y dicho, “Está bien, ahora yo soy el mentor y tú vas a ser el discípulo”.

Nancy: Mucho de eso pasa de manera natural en el curso de la vida y en el vivir con otros creyentes. Y tú te has convertido en mentora y amiga de un sinnúmero de personas cuyos nombres no sabrás de este lado de la eternidad. Yo sé que muchas de esas mujeres

Quisieran agradecerte.

Kay: Quiero contarte de una pareja: Mia y Costel Obgleski. Son de Rumania. Hace años fui a hablar a la escuela teológica internacional de Cruzada Estudiantil. Dios me dirigió a dar una apasionante ilustración del sufrimiento de un hombre de Rumania.

Cuando terminé de enseñar (un almuerzo siguió después de esto), esta mujer vino a mí y dijo, “Lo que tú dices de Rumania es verdad, pero estas personas no te creen. Realmente no te entienden”.

Yo dije, “¿Cómo sabes?”

Ella dijo, “Yo soy de Rumania.”

Yo le dije, “¡¿Rumania?! Yo quiero ir a Rumania pero el comité que vela por mí no me deja ir porque tienen miedo a que me vayan a meter en la cárcel, pero tú puedes ir por mí.

¿ Sabías que ellos están encargados de nuestro ministerio (Euro Asiático entero? ¿Sabías que todas las personas en mi vida, son el mayor ejemplo para mí de lo que significa ser un discípulo de Jesucristo y a hacer discípulos de otros?

Estamos en 185 países. Muchos de ellos, por esa pareja. Estamos en setenta lenguajes. Muchos de ellos, por esa pareja. Y aquí están, esta pequeña pareja de Rumania, y al venir cargados por su gente, esto es lo que Dios hizo.

Así que cuando me preguntas acerca de mentores, yo fui guiada por el Señor – y mi esposo – a integrarlos en nuestro personal – pero yo integré como parte del personal a personas mucho más capacitadas que yo. Mucho más consagradas que yo. Y ellos son ejemplo para mí, un ejemplo muy precioso para mí.

Así que nunca te enorgullezcas y trates de hacer todo tu sola. Simplemente tienes que ver cómo Dios está tejiendo tu vida junto con otros para cumplir los propósitos de Su Reino.

Nancy: Amén así es, bueno Kay, si por algo eres conocida, es por hacer que la gente se sumerja en la Palabra y enseñarles cómo estudiar la Palabra de Dios. Tienes un mensaje de vida maravilloso. Esto no es teórico para ti. Esto es algo que tú vives, y yo he visto esto vez tras vez a través de los años mientras hemos conversado. Es como que tienes la Palabra en tu sangre. Te tocamos y sale la Palabra de ti. Y a mí me encanta eso.

Mientras piensas en tu pasado, luego de más de cincuenta años de estudiar la Palabra de Dios, profundizando en ella, ¿Qué ves tú como beneficio y bendición del estudio acumulado de la Palabra de Dios por años– algunos de estos textos una y otra y otra vez? ¿Qué diferencia ha hecho eso en tu vida?

Kay: Bueno, ha hecho una enorme diferencia. De hecho, pienso que es la diferencia entre ser un doctor y el paciente, en lo que se refiere a tu Cristianismo. Si conoces la Palabra – Sus Palabras son espíritu y vida. ¿Te acuerdas al final de Deuteronomio cuando Moisés vino y dijo todas estas palabras y los cantos y el pueblo escuchaba?

Luego él dijo, “Fijad en vuestros corazones todas las palabras con las que os advierto hoy, las cuales ordenaréis a vuestros hijos que las obedezcan cuidadosamente, (eso es lo que estás haciendo en tu programa radial) todas las palabras de esta ley. Porque no es palabra inútil para vosotros; ciertamente es vuestra vida. Por esta palabra prolongaréis vuestros días en la tierra adonde vosotros vais” (32:45-46).

En otras palabras, si vives de la manera en que te digo que vivas, vas a vivir por más tiempo en la Tierra Prometida. Cuando desobedeces es cuando te vas a meter en problemas y serás echado fuera.

Así que yo diría que la mayoría de las personas hoy, creo yo, están fallando en su caminar cristiano o están débiles o enfermizos o incapacitados porque no conocen a Dios . En Daniel 11:32 dice, “mas el pueblo (y es en el tiempo de Antíoco Epífanes – el cual fue un tiempo horrible para el pueblo judío – pero él dice mas el pueblo) que conoce a su Dios podrá pararse firme y tomar acción, para hacer proezas para Dios” (parafraseado).

Nancy: Mientras estás compartiendo, Kay, yo sé que es algo que se van a llevar nuestras oyentes de seguro, es que la Palabra de Dios está viva. Es poderosa. No está seca. No es aburrida. Y pienso que mucha gente tiene esa impresión de la Escritura, que es seca y aburrida. Una de las cosas que recuerdo mientras te escucho es que la gente que piensa de esa manera de la Escritura probablemente no la está leyendo y probablemente no la está viviendo como tú lo has hecho.

Parece que una de las razones que la Escritura se ha convertido tan viva para ti es que tú te adentras en ella, pasas tiempo en ella. La estás leyendo, y estudiando una y otra vez. Así es como la Palabra de Dios toma mayor significado en tu vida. ¿No es así?

Kay: Exactamente. El problema es que vivimos en un mundo muy ocupado y mi agenda es igual a la de cualquier persona. Vivimos en un mundo ocupado, pero tenemos que sacar tiempo. Tenemos que sentarnos a Sus pies. Y cuando nos sentamos a Sus pies, lo escuchamos a Él, en un sentido, en realidad se alarga nuestro tiempo. Solo tenemos veinticuatro horas, pero se alarga, hace que nuestro tiempo sea más eficiente.

Me da confianza. Me ayuda a seguir adelante porque yo sé, “Dios lo tiene en control,” o “está bien, esta amiga se portó desagradable, pero Dios lo sabe y yo sé que no fue su intención,” o lo que sea. En otras palabras, yo sé cómo lidiar con la vida.

Por eso es que estoy tan interesada en que la gente estudie la Palabra de Dios inductivamente. Y por inducción, me refiero que van a la Palabra de Dios por ellos mismos. Una de las cosas que me angustia es cuando escucho a líderes de ministerio de mujeres decir, “Oh, no hagas Precepto si tienes niños pequeños”. Bueno, todos tuvimos niños pequeños. Todos crecimos bajo Precepto. Yo tuve a mi hijo a edad avanzada, y tuve niños, pero decir, “No estudies de esta manera; es muy difícil.” No es muy difícil. Solo toma tiempo.

Pero estás pasando tiempo a los pies de Dios. Él nos dio sesenta y seis libros, Nancy. Y continúo diciéndole a la gente, “Si Él nos dio sesenta y seis libros, Querida, ¿Cuántos crees que Él quiere que conozcamos?”

Ellas me responden “sesenta y seis”.

Y yo dijo, “¡Sí!” Y necesitas conocerlos”.

Cuando Dios habla libro por libro, cada libro tiene un propósito. Cada libro tiene una estructura. Cada libro tiene un mensaje, y no es que quieras obtener un mensaje general. Tú quieres que esas palabras que son espíritu y vida cobren vida en ti, que te guíen.

Me encanta el Salmo 119. El versículo 102 dice esto: “No me he desviado de tus ordenanzas, porque Tú me has enseñado.” El desviarse de Sus ordenanzas es cuando yo cargo culpabilidad o cuando yo pienso que Dios no me ha perdonado. (Tú has escrito un libro excelente acerca del perdón.) Pero cuando pienso que Dios no me ha perdonado, o yo digo, “Bueno, no puedo perdonarme a mí misma”.

Necesitamos conocer y creerle a Dios. Cuanto más lo conocemos, más capaces seremos de creerle y podremos caminar como más que vencedores. Él habla acerca de vencedores. En Apocalipsis, en las cartas a las iglesias, cada una termina con un mensaje al vencedor. Un vencedor no es un súper cristiano. Un vencedor es un cristiano. Si eres un cristiano, eres un vencedor. “esta es la victoria que ha vencido al mundo (1ra de Juan dice) nuestra fe.”

Es tomar a Dios por Su Palabra. Pero no puedes hacer eso si no la conoces.

Nancy: Kay, al comenzar tu día y entrar en la Palabra – no solo cuando estás escribiendo estudios para otras personas – danos un vistazo de cómo se ve tu tiempo con el Señor en Su Palabra al sentarte a Sus pies. ¿Tienes un lugar especial a dónde vas para hacer eso? ¿Hay un tiempo en particular? ¿Podrías darnos un vistazo de cómo se ve eso para ti?

Kay: Claro que sí. Cuando me levanto, me hago una taza de café, y me voy y tengo mi Biblia allí. Tengo mis marcadores, y tengo dos sillas. Me siento en una o la otra dependiendo del sol y qué tan brillante esté. Te puedo decir esto: es en mi dormitorio. Mi dormitorio está bonito. Lo hice bonito y calmado. (Y si a ti te gusta lo bonito, yo pienso que deberías tener un lugar bonito en tu casa para encontrarte con el Señor. Lo que tengas que hacer para hacerlo bonito hazlo bonito para ti.)

Entro, me siento en la silla, y digo, “Oh, Señor” – porque ahí es donde me voy a encontrar con Él. Hoy, aunque no quería, salí de ahí para ir a la sala porque no quise prender la luz a las 4 de la mañana y despertar a mi esposo. Pero eso es lo que hago. Luego abro la Palabra y comienzo a leer.

He tenido a personas que me han dicho en el pasado, “Cuando estás teniendo tu tiempo devocional, no puedes estudiar la Palabra porque no es espiritual. Tienes que leer un devocional.” Y yo pienso, ¿Cómo que no puedo estudiar la PalabraEs la Palabra de Dios. Dios está hablando. Estas son palabras que Él está hablando, que Él ha respirado, que Él ha escrito que son tu vida. ¡Claro que debes pasarlo en la Palabra!

Así que yo lo paso en la Palabra. Oro mientras Dios me guía. El Ministerio de Preceptos pone una lista de oración para nuestro equipo Epafrodito, de algo por lo que orar todos los días. Yo tengo esa lista. También tengo la lista de oración de Marlae Spikard, creo que se llama Mujeres de Esperanza. Así que yo tengo esas dos listas de oración que hago en el día.

También tengo un librito llamado, On This Day [En Este Día]. Escrito por Robert Morgan, y son historias de la historia cristiana de lo que pasó en esos días. Me encantan las biografías. Me encanta oír las historias de mis hermanos y hermanas, y de ahí aprendo. No siempre leo de ahí todos los días porque muchas veces no tengo tiempo.

Mantengo una libreta y un lápiz allí y escribo cualquier cosa que me venga a la mente porque donde quiera que voy a hablar, no traigo el mismo mensaje. Yo digo, “Señor, ¿Qué quieres que diga? En la próxima semana en Carolina del Norte, ¿Qué quieres de diga, y en Arizona?” Así que mantengo una libreta y papel, o doblo los pedazos de papel, y los mantengo en mi Biblia. Escribo cualquier cosa que me venga a la mente para que no se me olvide – recuerda que soy octogenaria. Cuando escuches esto, ya tendré más de ochenta años.

Así que eso es lo que yo estoy haciendo. Le estoy pidiendo a Dios uno de los versículos del Salmo 90, que habla acerca de los días de nuestra vida, que de mayor vigor quizás ochenta años.

Nancy: Y el Señor te ha bendecido en tus ochenta.

Kay: Sí, y luego dice “Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” En la Nueva Versión Internacional dice, “para que nuestro corazón adquiera sabiduría”, y en la Palabra de Dios para Todos dice, “Haznos entender que la vida es corta, 
 para así vivirla con sabiduría.” (v.12)

La sabiduría es manejar la vida a la manera de Dios . Está basada en conocimiento. Así que obtendremos conocimiento a través de la Palabra de Dios, y luego como leíste en Proverbios, si vas marcando a través de todo lo que Él dice acerca de la sabiduría, es increíble. Luego yo sé, “¿Cómo hago esto? ¿Cómo manejo esto?” Le pido a Dios que me perdone.

Una de las cosas que he estado haciendo es escudriñar mi corazón. Te digo, yo pienso, Señor, con razón no me has llevado a casa todavía¡Tienes mucho que refinar en mi vida! Veo, Nancy, todas las cosas tontas que he hecho. Y luego tengo que ejercitar esto de “Está bien, eso fue tonto. Tú lo sabes. Tú me amas. Aprenderé de eso. Seguiré adelante”.

Hay un versículo en 2da de Corintios capítulo 5, versículo 9, y dice “Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos serle agradables.” Así que si me pongo tensa con mi esposo, entonces voy a regresar inmediatamente a pedirle que me perdone.

Nancy: Kay, una de las cosas que yo tanto aprecio de ti, desde que te conozco, es que tú nunca estás ociosa. Tú eres intencional en buscar al Señor y no estás vagando y sin rumbo en tu vida espiritual.

Voy a cortar aquí porque estoy viendo el reloj, y se nos acabó el tiempo hoy, pero quiero seguir con la conversación mañana. Quiero hablar acerca de todo esto de envejecer, cómo tú ves eso, cómo te mantienes intencional, fresca, y en la batalla. Tengo unas preguntas acerca de eso, y yo sé que nuestras oyentes también. Así que continuaremos esta conversación mañana y hablaremos de lo que hay en tu corazón en tus ochenta, y cómo llega uno ahí y sigue llena de vida y fructífera como tú, por lo que le agradezco al Señor.

Por favor acompáñanos mañana donde continuaremos con Kay Arthur aquí en Aviva Nuestros Corazones.

Carmen: Gracias, Nancy.

Kay Arthur y Nancy Leigh DeMoss nos han estado animando a ser mujeres de la Palabra de Dios, fielmente sirviéndole todos nuestros días.

¿Encuentras conversaciones como estas motivadoras y útiles? ¿Podrías ayudarnos a seguir brindando este tipo de aliento para ti y para otras mujeres que necesitan este mensaje? Solo podemos proveer el programa de Aviva Nuestros Corazones cada día de la semana gracias a oyentes que creen en el ministerio y donan para hacerlo posible.

Si Dios te dirige a hacer una donación, visita AvivaNuestrosCorazones.com. Puedes hacerlo en línea. También puedes hacerlo por teléfono, si vives en los EEUU o Canadá. Solo llama al 1-800-569-5959, y especifica que deseas hacer tu donativo al ministerio de alcance hispano.

Bien, a Kay Arthur no le da vergüenza decir su edad. Ella explicará mañana cómo se está acercando a sus últimos años. Por favor regresa a Aviva Nuestros Corazones.

Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries… Yo quiero que mi mamá asista a la conferencia de Mujer Verdadera.

Todas las Escrituras fueron tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se cite otra fuente.

Tomado de: Aviva Nuestros Corazones

Todos los Derechos Reservados

Disponible sobre el Internet en: http://www.avivanuestroscorazones.com

1/4 – Libertad de los pecados de tu pasado

Aviva Nuestros Corazones

Serie: Mirando hacia atrás después de 80años

Entrevista con Kay Arthur

1/4 – Libertad de los pecados de tu pasado

https://www.avivanuestroscorazones.com/podcast/aviva-nuestros-corazones/libertad-de-los-pecados-de-tu-pasado/

Carmen Espaillat: Kay Arthur anima a los padres a orar continuamente por sus hijos para que lleguen a conocer a Dios como Salvador, pero también nos recuerda:

Kay Arthur: Tú eres el mensajero, pero no eres el Salvador. Si tu hijo no llega a conocer al Señor, no es tu culpa. Cada uno tiene que tomar su propia decisión.

Carmen : Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.

El viernes pasado en Aviva Nuestros Corazones, hablamos acerca del valor de las mujeres mayores que enseñan a las más jóvenes. Hoy, escucharemos de una mujer que ha pasado su vida enseñando a otros. Desde hace varias décadas ha derramado su vida enseñando a otros a amar la Palabra de Dios.

Aquí está Nancy para conducirnos.

Nancy Leigh DeMoss: Estoy muy agradecida por la oportunidad de tener esta conversación con mi amiga de tantos años, Kay Arthur. Kay, gracias por sacar este tiempo para conversar con nosotros mientras nos acercamos a tu cumpleaños ochenta y tantos. ¡Sé que va a ser una bendición para nuestras oyentes! Gracias por acompañarnos.

Kay: Nancy, querida, sabes lo mucho que te quiero y cuánto te aprecio. Estoy tan agradecida por tu conocimiento de la Palabra de Dios, por tu integridad, por tu vulnerabilidad, por el privilegio de llamarte mi hermana y trabajar contigo. Agradezco a Dios—hemos estado más de doce años juntas—y especialmente por estos últimos doce años y por lo que el Señor ha hecho.

Nancy: Me hago eco de eso también desde mi perspectiva. Recuerdo esas primeras conversaciones que tuvimos cuando me estaba preparando para lanzar este ministerio. Tú fuiste una del pequeño número de líderes de ministerios de mujeres que ha sido una amiga y una animadora—y así ha sido a través de los años.

Fue tan dulce ver que no había espíritu de competencia ante este nuevo programa de radio que iniciaba, sino que hiciste todo lo que pudiste Kay. Y tú has continuado afirmándome y animándome, a mí y al ministerio. Te agradezco mucho por eso. También te agradezco por el papel que has tenido, durante muchos años, estudiando y enseñando la Palabra de Dios a tantos—posiblemente millones—de oyentes, lectores, personas alrededor de todo el mundo.

Durante los siguientes días, queremos hablar acerca de tu vida de tu ministerio y también acerca de Ministerios Precepto, y lo que el Señor ha hecho. Gracias por derramar tu vida en nombre de Cristo y Su pueblo. Hoy queremos honrarte, bendecirte y agradecerte por eso.

Kay: Gracias. ¡Es difícil creer que he pasado de los ochenta años! Creo que, ¡eso suena tan vieja! Guardo un calendario de papel, así como uno en mi computadora, en mi iPhone y en mi iPad, porque soy orientada al papel. Así que sentada en mi escritorio algunas veces puedo ver todo el mes de una sola mirada. Tengo marcado “¡Noviembre 11, como un nuevo cumpleaños… si el Señor lo permite!

Nancy: Tu último cumpleaños fue hace unas semanas atrás. ¿Hiciste algo especial ese día?

Kay: ¿Sabes? No soy muy dada a celebrar pero David y el staff estaban hablando de hacerme una fiesta. Yo dije, “Realmente no quiero una. Quiero salir con David y Margaret y cenar con ellos, salir a almorzar con mis amigas pero no hago grandes planes de fiestas de cumpleaños.

No se trata de mí. Me apasiona lo que está por delante. Siento una gran pasión por preparar a las personas para los días que vienen. El 11 de septiembre del año 2001, estaba enseñando el libro de Josué. Mi hijo Marcos— y tú conoces a Marcos y él te ama—estaba en el staff en esa ocasión.

Me estaba vistiendo para salir, porque estábamos haciendo el curso Precepto. Él dijo, “Mamá, enciende la televisión rápido”. La encendí justo a tiempo para ver el segundo avión estrellarse contra la torre. Estaba enseñando Josué capítulo 3 ese día, y Josué 3:4 dice (hablando de que iban a cruzar el río llevando el Arca del Pacto): “No os acerquéis a ella para saber el camino por donde debéis ir”.

Y luego, esta declaración me atrapó: “porque no habéis pasado antes por este camino. Entonces Josué dijo al pueblo: Consagraos, porque mañana el Señor hará maravillas entre vosotros”. Y aquí está, doce años más tarde. No hemos “pasado antes por este camino”.

Creo que las cosas en los Estados Unidos mejoraron por un tiempo, pero al igual que tú, estoy muy preocupada por nuestra cultura. Estoy muy preocupada por nuestro país porque ni siquiera nos acercamos como una nación a temer a Dios, respetar a Dios, conocer a Dios, entender a Dios.

De eso es que se trata el ministerio que estás haciendo y el ministerio que nosotros hacemos. No se trata de celebrar a un individuo. Se trata de poner tu rostro como un pedernal en preparación para la venida del rey de Reyes.

Nancy: Kay tú has sido una sierva fiel en pregonar ese corazón y ese mensaje. Te he escuchado hablar sobre avivamiento y tener una carga por la iglesia y por este país en numerosas ocasiones a través de los años. Tú has sido una especie de profetiza de los tiempos modernos con la Palabra de Dios, y cómo se aplica de forma práctica y poderosa en nuestros días, en nuestra era.

En los próximos días, quiero que compartas más sobre la carga por nuestro país y, mientras vas avanzando en edad, lo que ves y cuál es tu sentir y lo que puede hacerse acerca de los tiempos en que estamos viviendo. Simplemente ha sido dulce, Kay, ver como el Señor ha levantado mujeres—y hombres—pero mujeres como tú, que han tenido un mensaje para “un tiempo como este”.

Si nos remontamos a los primeros años de tu vida, tu vida hubiera podido ir en una dirección completamente diferente si no hubiera sido por la sublime gracia de Dios. ¿Estoy en lo cierto?

Kay: Exactamente Nancy. En realidad, esta mañana—necesito ocho a nueve horas de sueño. El Señor me ha mostrado que si quiero ir a trabajar sin estrés, entonces tengo que dormir lo suficiente. Pero mi esposo no se estaba sintiendo bien, así es que me levantó.

Entré a nuestra cochera convertida ahora en lo que yo llamo mi salita. Entré allí para poder encender la luz y tener un tiempo con el Señor. Estaba pensando en eso sobre lo que me has preguntado—a dónde me dirigía, cómo era yo; sencillamente pensando acerca de la increíble gracia de Dios. Así que solo empecé a agradecerle por esa sublime, sorprendente gracia, que había alcanzado a esta mujer que se había casado, divorciado, era inmoral, que sabía que necesitaba dejar de vivir en la forma en que lo estaba haciendo. Y después de agitar mi puño en su rostro y decir, “Dios, nos vemos por aquí. Hoy voy a buscar a alguien que me ame…” Me alejé, buscando amor en todos los lugares equivocados. Venía de una familia religiosa pero no conocía la Palabra, no oía la Palabra… No en una atmósfera evangélica como tú y yo estamos acostumbradas ahora.

¡Dios me sacó de eso! Tengo una hermana con la que tengo que hacer mucho esfuerzo para hablar. Tengo un hermano que no me hablaría y, por supuesto, mis padres están muertos. Pero solo pensar que Dios en Su misericordia alcanzaría a esta mujer quien, para todos los intentos y propósitos, se describiría como una ramera—con dos hijos—es horrible.

Una cosa es ser una ramera sin hijos. Otra cosa es ser una ramera con hijos por el impacto que esto tiene en los niños. Que Dios me diera la vuelta y me diera esta vida y me permitiera levantarme, enseñar y proclamar Sus mismas palabras que salieron de Su boca y que han sido conservadas para nosotros por todas las generaciones, las cuales no pasarán… Sus Palabras que son verdad para nosotros. ¡Es simplemente alucinante!

Nancy: Así es y creo, Kay, que eso tiene que ser de gran ánimo para algunas de nuestras escuchas que tienen hijas e hijos que son adultos jóvenes y que no están caminando con el Señor, que tal vez están donde tú estuviste en tus veinte. Saber que Dios realmente puede alcanzarlos…

Él es el Sabueso del Cielo. Él puede buscarlos y traerlos al arrepentimiento y a la fe y cambiar sus vidas y usarlos en gran manera para Su Reino. Estoy pensando mientras estás compartiendo esto, el mensaje para algunas madres de hijos adultos hoy puede ser, “¡No te rindas! ¡No dejes de orar! No dejes de creer que Dios realmente puede capturar el corazón de ese ser querido o el corazón de ese amigo que está tan lejos del Señor.

Kay: Hay un verso en Isaías que dice que el oído del Señor no está sordo para que no pueda escuchar y su brazo no es corto para que no pueda rescatar. Nada es imposible para Él (Ver Is. 59:1).

Ahora mismo estoy escribiendo un curso de estudio inductivo sobre los Hechos y por supuesto, que en Hechos tú ves la conversión de Saulo quien después es llamado Pablo. Su nombre hebreo es Saulo. Pablo es su nombre gentil. Tú lees en 1era Timoteo que se llama a sí mismo “el más grande de todos los pecadores”, que no es digno de ser llamado apóstol.

Luego, cuando lees Hechos y lo ves parado al lado de Esteban siendo apedreado y Saulo simplemente oyendo el mensaje—la Escritura dice que Saulo respiraba amenazas y capturaba a las personas para matarlas o meterlos presos. Estaba tan ciego a Cristo, tan celoso de la religión judía, y así en tan mal estado—por así decirlo—en su teología.

¡Conoce a Jesús! y Dios le da la vuelta. Pero lo interesante aquí, para nuestros escuchas, es que el Espíritu le dice, Jesús le dice, “Dura cosa te es dar coces contra el aguijón, ¿no es así?” En otras palabras, “Tienes estos pinchazos; tienes esas convicciones; tienes esas dudas ellas están creciendo y es difícil para ti ¿no es así? Pero Yo soy realmente quien ellos creen que YO SOY”.

Creo que hemos sembrado en los corazones de nuestros hijos lo que Dios puede tomar y lo que Dios puede usar. Dios no siempre traerá reconciliación entre tú y tu hijo . Tengo un hijo con el que no estoy reconciliada, ¿y sabes la razón por la que puedo vivir con ello, Nancy? Es lo mismo que esas mujeres que están escuchando necesitan saber.

Dios es Soberano. El gobierna sobre todo. El corazón del rey está en Su mano. Mi consolación siempre es ésta. A Él no se le pierde ni uno. Jesús dice en Juan 17, “Padre, todos lo que Tú me has dado han venido a mí” (Ver v. 11 y 12). Así es que si Judas hubiera vivido mil años, nunca hubiera sido salvo.

Creo que oramos, nos damos cuenta que la mano de Dios no se ha acortado, Su oído no está sordo y oramos y suplicamos a Dios. Preguntamos a Dios, “¿Cómo oro por este hijo pródigo? ¿Cómo oro por mi hijo y por mis amigos que están en rebelión, que están cegados por el pecado?”

Oramos, pero recordamos—y creo que los padres necesitan especialmente recordar esto—tú no eres el Salvador. Tú eres el mensajero, pero no eres el Salvador. Si tu hijo no llega a conocer al Señor, no es tu culpa, cada uno tiene que tomar su propia decisión.

Nancy: Así es, mencionaste al apóstol Pablo. Sin duda, él tuvo que haber batallado con el remordimiento o la culpa cuando pensaba en su pasado. Tú mencionaste tu pasado antes de venir a Cristo a la edad de treinta años.

Sé que tenemos oyentes que tienen un pasado del cual se avergüenzan. Algunas de ellas continúan viviendo con vergüenza, con remordimiento, con culpa. ¿Cómo has lidiado con esos temas cuando has pensado en tus pecados y tus faltas del pasado? ¿Cómo lo has manejado? ¿Fue un proceso para ti? ¿Hubo un momento en que, en Cristo, dejaste todo eso atrás, o fue todo un proceso el poder lidiar con todo eso?

Kay: Nancy fue un peregrinar. El salmista nos dice, “Él envió su palabra y los sanó y los libró de la muerte” (Salmos 107:20). Creo que cuanto más estamos en la Palabra de Dios y estudias la Palabra de Dios y te saturas con la Palabra de Dios, esta es la Palabra que Él nos trae.

Mi mente va a todos esos diferentes lugares cuando mencionaste la conciencia culpable. Pienso en Hebreos. Me encanta el libro de Hebreos, y me gusta el hecho de que tenemos un Sumo Sacerdote que puede compadecerse de nuestras debilidades; un Sumo Sacerdote que fue tentado en todo según nuestra semejanza pero sin pecado (Ver 4:15).

Vamos a Israel cada año. En la casa de Caifás, comparto todo el arresto, juicio y crucifixión de Jesucristo. La última vez les estaba contando lo que me pasó en el Huerto de Getsemaní. Cuando estás afuera en ese patio, puedes ver que el Huerto de Getsemaní está en dirección a dónde está el Aposento Alto. Estás justo en los pasos por los que Jesús hubiera llegado a la casa de Caifás.

Les conté sobre el tiempo cuando fui tentada. Un árabe apuesto era el agente que nos estaba guiando. Él nos llevó al hotel (esto fue hace varios años). Tenía una infección en el oído. Estábamos caminando fuera del hotel y dos hombres árabes entraron. Dijeron algo en árabe. Yo no sé árabe, excepto “gracias”.

Entramos al carro, él me puso en el asiento delantero. Era un hermoso día. Abre la puerta donde él va a sentarse como conductor, cierra la puerta, pone su brazo detrás de mí en la silla, me mira y de repente—ahora, debes recordar que tuve un pasado inmoral—de repente, dentro de mí, se levanta este deseo de coquetear con este hombre.

Ahora, aquí estoy, soy la profesora de Biblia, enseñando en Israel. Aquí estoy lidiando con este deseo, esta lujuria de la carne. Tenía una oportunidad. Ya fuera de testificar a ese hombre—porque aunque profesaba ser cristiano, sabía que no creía en Él—o tener un romance momentáneo. Le testifiqué y compartí con él. Y dijo, “Sabes, he estado aquí con muchos grandes hombres. Ninguno me había explicado como tú lo has hecho”.

Imagínate estoy enseñando en el Huerto de Getsemaní de la Escritura donde habla de Jesús diciendo, “Padre, si es posible, pasa de mí esta copa”. Y Él les había dicho, “Velad y orad, porque el espíritu está dispuesto pero la carne es débil”.

Yo dije eso y empecé a llorar mientras lo estaba enseñando. Pensé, Señor, Tú sabes que la carne es débil. Tú lo entiendes porque oraste eso tres veces, «No se haga mi voluntad sino la tuya. Si es posible, pasa de mí esta copa». Así que entiendes. Tú entiendes que la carne es débil .

Por eso cuando siento culpa, primero que todo, tengo al Salvador que puede entender las tentaciones con las que Él luchó. Hebreos enseña esto. Cuando llego a Hebreos capítulo 10 está hablando de ese increíble sacrificio que hizo Jesús por nuestros pecados, de una vez por todas, pagando completamente—“ya no hay más sacrificio por el pecado…”

Luego llegué hasta el final del capítulo 10, el cual dice esto: “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia [eso significa de culpa] y nuestro cuerpo lavado con agua pura” (v. 22). Lo que tenemos que hacer es justamente, constantemente, recordar lo que tenemos en Cristo Jesús.

Me encanta ese himno, Hay un precioso manantial de sangre de Emmanuel, que purifica a cada cual que se sumerge en él.

Creo que, la culpa con la que estás lidiando, las fallas como madre, las fallas como padre, como esposa, o cualquier cosa por la cual tu hijo está lastimado, herido, de lo cual te acusa—tienes que volver a Jesús. Tienes que volver a Él, a quien Él es.

Tienes que volver al hecho de que Él es el único que estaba allí cuando Dios habló y trajo el mundo a existencia. Juan capítulo 1 nos dice que todas las cosas vinieron a existencia por Él. Él te creó, Él te escogió en Cristo Jesús—en Sí mismo—antes de la fundación del mundo. (Ver v. 3.)

Tú vives a la luz de eso, y te mueves más allá de tu pasado, y te mueves más allá de tus emociones, y te mueves más allá de tus faltas, y te mueves más allá de tu pasado. Pablo dijo, “…olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil 3:14).

En el mismo texto dice, “…estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo” (v. 8).

Nancy: Kay Arthur ha estado ilustrando para nosotras de una forma bellísima el valor, la belleza y la maravilla de adentrarnos en la Palabra de Dios y recibirla en nuestros corazones. Espero que, como has estado escuchando de ella, sus palabras hayan abierto tu apetito para entrar en la Palabra de Dios y permitir que esta transforme tu vida como ha transformado la de ella.

Es realmente maravilloso cuando Cristo se revela a nosotras y nos permite entonces servirle para atraer a otras hacia Él, y a unirse a Sus propósitos. Y eso es precisamente lo que este ministerio persigue.

En las últimas décadas, las mujeres han sido motivadas a “hacer las cosas a su manera” y muchas se han dejado engañar por las promesas vacías del feminismo, y se han dedicado a vivir para ellas mismas.

El movimiento Mujer Verdadera busca recapturar el diseño original de la mujer tal y como fue ideado por Su creador.

Estamos agradecidos a Dios porque recientemente estamos siendo testigos de un gran anhelo por parte de muchas mujeres alrededor del mundo de ser parte de este movimiento, de volver a las sendas antiguas y abrazar este hermoso diseño.

Muchas mujeres han comenzado a invertir sus vidas en otras, han vuelto a sus hogares con la convicción y el deseo de hacer las cosas “a la manera de Dios”; para buscar la definición de lo que significa ser una ‘mujer verdadera” en la Palabra de Dios. Estas mujeres, por la gracia de Dios, anhelan vivir vidas centradas en Dios, anhelan confiar en Él y decirle “Sí, Señor”.

¿Quieres tú ser parte de este movimiento? Deja que tu mente y tu corazón se empapen de la Palabra de Dios y descubre Su voluntad para tu vida.

Te invito a visitar AvivaNuestrosCorazones.com para que te informes acerca de una conferencia muy especial que estaremos llevando a cabo desde Santo Domingo, República Dominicana. Se trata de la primera conferencia de Mujer Verdadera para América Latina. Visita nuestra página y entérate de los detalles y de cómo puedes ser parte de este evento.

Si vas a AvivaNuestrosCorazones.com y buscas la transcripción del programa de hoy, encontrarás al pie de la transcripción un lugar donde puedes dejar tus comentarios y compartirnos tu sentir acerca del mensaje de hoy. Te invitamos a interactuar con otras mujeres del mundo que siguen Aviva Nuestros Corazones.

Kay, muchas gracias por esta conversación. Vamos a continuarla cuando regreses a Aviva Nuestros Corazones mañana.

Carmen: Gracias, Nancy. Si has estado intrigada por esta conversación entre Nancy Leigh DeMoss y Kay Arthur, espero que aprendas más de nuestra invitada. Kay ha escrito varios libros que te ayudarán a profundizar en la Biblia, a entenderla y aplicarla. Te invitamos a visitar la página del ministerio de Kay, Precept Ministries. Puedes encontrar el enlace en la transcripción del programa de hoy.

Cuando lees la Biblia, Dios te habla directamente.

Kay Arthur hablará sobre la maravilla de este concepto mañana. Por favor, vuelve con nosotras en Aviva Nuestros Corazones.

Aviva Nuestros Corazones, con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.

Todas las Escrituras fueron tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se cite otra fuente.

Tomado de: Aviva Nuestros Corazones

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