15. EL MAL GENIO

David Logacho
2016-04-28

a1Saludos cordiales amable oyente. Sea bienvenida, o bienvenido al estudio bíblico de hoy. Muchas gracias por su gentil sintonía. Gracias por sus oraciones y sus ofrendas, sin lo cual sería imposible llevar a cabo esta obra del Señor. Todos nosotros tenemos gigantes que enfrentar en nuestro diario vivir. ¿Cuál es el gigante o a lo mejor los gigantes que ha tenido que enfrentar? Bueno, hemos señalado ya que esos gigantes pueden ser el desánimo, la crítica, el temor, el chisme, la culpa, la dureza de corazón, el complejo de inferioridad, los celos, la soledad, los malos entendidos, la enfermedad y el resentimiento. ¿Ha logrado conquistar a estos gigantes? Quiera el Señor que sí. En nuestros estudios bíblicos anteriores hemos planteado algunas sugerencias para evitar que estos gigantes nos dominen. En el estudio bíblico de hoy, vamos a tratar sobre otro poderoso gigante llamado mal genio. ¿Es usted una persona de mal genio? ¿Conoce a alguien que es de mal genio? Pues siga con nosotros porque tenemos algo importante para compartir con usted.

El mal genio o mal carácter se define como la propensión a explotar ante la más mínima provocación. ¿Conoce a personas que, como afirma el popular dicho, se enojan hasta porque ven volar a una mosca? Pues, esas personas son las que tienen mal genio. Son personas que si usted dice o hace algo, inmediatamente se sienten aludidos y ofendidos e inician un escándalo de grandes proporciones. Personas que se molestan por todo. Por el alto costo de la vida, por lo aburrido de su trabajo, por lo insoportable del clima, por lo abusivas que son las personas, por lo malo que es el gobierno, por el equipo de fútbol que pierde un partido y tantas cosas más. Personas así casi siempre andarán con su ceño fruncido y alguna palabra hiriente en la punta de la lengua. La palabra de Dios cataloga a una persona así como una persona rencillosa, lo cual a su vez significa inclinada a las rencillas o a las peleas. Note por ejemplo lo que dice Proverbios 26:21: El carbón para brasas, y la leña para el fuego; Y el hombre rencilloso para encender contienda.

Muy interesante lo que dice este proverbio. Compara al hombre rencilloso con el carbón y la leña. Así como el carbón y la leña sirven para encender fuego, el hombre rencilloso enciende pleitos en dondequiera que se encuentra. Ahora note, aunque tanto el hombre como la mujer pueden ser rencillosos, la Biblia habla más de la mujer rencillosa que del hombre rencilloso. No sabemos por qué, el Señor lo sabe. Por ejemplo Proverbios 21:9 dice: Mejor es vivir en un rincón del terrado; Que con mujer rencillosa en casa espaciosa.

El terrado hace referencia a un rincón en el techo de una casa. Según lo que dice este proverbio, es preferible vivir en un rincón de un techo con una esposa no rencillosa que en un gran palacio pero con una esposa rencillosa. Sobre el mismo asunto mire lo que dice Proverbios 21:19 Mejor es morar en tierra desierta
Que con la mujer rencillosa e iracunda.

Está por demás cualquier comentario, para saber que realmente es terrible vivir junto a una persona de mal genio. Ahora escuche lo que dice Proverbios 27:15 Gotera continua en tiempo de lluvia; Y la mujer rencillosa, son semejantes.

Algo que me fascina del libro de Proverbios es la forma tan pintoresca de algunas de sus comparaciones. Si alguna vez ha vivido en una casa con goteras, sabrá cuán molestas son. Allí está durmiendo plácidamente. Afuera está lloviendo. De pronto oye el inconfundible ruido de gotas de agua que se estrellan sobre algún lugar de su dormitorio. Tas, tas, tas…Con la esperanza que la gotera no esté sobre su cama se levanta, busca una cubeta y pone allí justo donde caen las molestas gotas para evitar que el agua moje todo su dormitorio. Regresa a su cama esperando que va a volver a dormirse, pero el molesto goteo no le deja dormir. Se las ingenia para atenuar el ruido. Trata diversas formas, pero sin éxito, el ruido de la gotera sigue allí. Cansado y derrotado vuelve a su cama. Ni bien comienza a conciliar el sueño, el ruido ensordecedor de su despertador le anuncia que es hora de levantarse. Sale de mal genio de su cama y en la ofuscación del momento en medio de la tenue penumbra del amanecer mete accidentalmente su pié desnudo en la cubeta donde recogió el agua de la gotera. El frío y el mal genio le provoca una reacción violenta. La cubeta sale volando por los aires. El desastre es total. Es terrible tener una gotera en la casa. Pues bien, igual de terrible es tener una esposa de mal genio según el proverbio que leímos. Ahora bien, el gigante del mal genio es muy hábil para tenernos dominados. Cuando alguien nos hace notar que tenemos mal genio, casi instintivamente buscamos una excusa para justificar nuestro mal genio. Algunos dirán mientras se levantan de hombros: Es que soy así, así he nacido y así he de morir. Otros dirán, es que he tenido una vida dura, con muchos problemas, por eso soy así y no puedo cambiar. No faltarán los que digan: Tengo derecho a estar mal genio, porque así todos me tendrán temor y me respetarán. Si pensamos que algunas de estas excusas son válidas para manifestar mal genio, significa que estamos dominados por el gigante del mal genio. ¿Qué hacer para conquistar a este gigante? En primer lugar, reconocer que Dios no nos ha puesto en este mundo para que andemos de mal genio. En Juan 10:10 el Señor Jesús dijo que Él ha venido al mundo para que los que le seguimos vivamos en abundancia. El mal genio o el mal carácter o el ser rencilloso, como quiera que se lo llame, dista mucho de la vida abundante que el Señor quiere que tengamos. En realidad un creyente mal genio es una afrenta para aquel que vino a darnos vida en abundancia. Si padece de mal genio, amable oyente, no eche mano de ninguna excusa para justificar su mal genio. En humildad reconoce que a causa de su mal genio no está viviendo como Dios quiere que viva y además está haciendo miserable la vida de los que están a su alrededor. En segundo lugar, debe reconocer que el mal genio no se cambia de la noche a la mañana. No es cuestión de revestirse de fuerza de voluntad y hacer la firme promesa de que a partir de determinado momento en adelante va a dejar de ser mal genio. Es posible que a fuerza de voluntad logre estar de buen genio mientras no suceda algo que lo saque de casillas, pero muy pronto reconocerá que la fuerza de voluntad no es tan fuerte como parece para hacernos cambiar el carácter. Por eso, en tercer lugar, dependa del poder del Espíritu Santo para dejar de ser mal genio. El poder del Espíritu Santo se manifiesta en los creyentes llenos del Espíritu Santo. El ser lleno del Espíritu Santo es resultado de conocer y obedecer la palabra de Dios. Por tanto, si quiera dejar de ser mal genio, debe comenzar a invertir más tiempo en la lectura, el estudio y la meditación de la palabra de Dios, acompañándolo en oración. En la medida que sepa lo que Dios dice en su Palabra y lo aplique a su diario vivir estará lleno del Espíritu Santo y en esas condiciones su vida manifestará lo que la Biblia llama el fruto del Espíritu. Veamos que comprende el fruto del Espíritu Santo. Gálatas 5:22-23 dice: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gal 5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Imagínese una persona que manifiesta amor en lugar de indiferencia, gozo en lugar de tristeza, paz en lugar de ansiedad, paciencia en lugar de explotar ante la más mínima situación adversa, benignidad en lugar de una disposición a la maldad, bondad en lugar de aspereza, fe o confianza en lugar de incertidumbre o desconfianza, mansedumbre en lugar de agresividad, templanza en lugar de ir a cualquier extremo. Esta persona es en realidad todo lo contrario a una persona mal genio, ¿no le parece? Claro que sí. Pero ¿En dónde comenzó todo? Pues en ser lleno del Espíritu Santo. Dominar al gigante del mal genio no es asunto fácil amable oyente, demanda gran esfuerzo e parte del creyente y eso da resultado única y exclusivamente cuando el Espíritu Santo otorga el poder para hacerlo. De modo que, amable oyente, si ha permitido que el gigante del mal genio domine su vida, hoy mismo debe comenzar la batalla para destronarlo. No será fácil, pero tampoco imposible con la ayuda del Señor.

Ilustración de la salvación

Ilustración de la salvación

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4/28/2016

a1Esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. (1 Pedro 3:20)

 Génesis 6:9 hasta 8:22 cuenta cómo Noé y su familia fueron librados del diluvio. Fueron los únicos que creyeron la advertencia de Dios de la venidera catástrofe mundial. Como resultado, toda la humanidad se ahogó en el juicio, menos ellos.

Noé predicó la justicia de Dios durante los ciento veinte años que le llevó construir el arca. Como tenía el tamaño de un moderno trasatlántico (Gn. 6:15), de seguro que llamaba la atención. Pero debe de haber sido desalentador construir el arca y predicar su significado durante más de un siglo, pero lograr que le creyera solo su familia inmediata.

El tremendo esfuerzo de Noé se invirtió en construir un barco que luego usó durante un año, pero aquellas ocho personas estuvieron a salvo del juicio de Dios cuando llegó. El arca les sirvió de refugio del juicio universal de Dios. ¡Qué ilustración tan gráfica de la salvació

http://www.gracia.org/recursos.aspx?page=Devocional

Reinado de Josafat

2 Crónicas 17-19

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Reinado de Josafat

17:1  Reinó en su lugar Josafat su hijo, el cual se hizo fuerte contra Israel.

Puso ejércitos en todas las ciudades fortificadas de Judá, y colocó gente de guarnición en tierra de Judá, y asimismo en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.

Y Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre, y no buscó a los baales,

sino que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no según las obras de Israel.

Jehová, por tanto, confirmó el reino en su mano, y todo Judá dio a Josafat presentes; y tuvo riquezas y gloria en abundancia.

Y se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá.

Al tercer año de su reinado envió sus príncipes Ben-hail, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías, para que enseñasen en las ciudades de Judá;

y con ellos a los levitas Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías; y con ellos a los sacerdotes Elisama y Joram.

Y enseñaron en Judá, teniendo consigo el libro de la ley de Jehová, y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo.

10 Y cayó el pavor de Jehová sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de Judá, y no osaron hacer guerra contra Josafat.

11 Y traían de los filisteos presentes a Josafat, y tributos de plata. Los árabes también le trajeron ganados, siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.

12 Iba, pues, Josafat engrandeciéndose mucho; y edificó en Judá fortalezas y ciudades de aprovisionamiento.

13 Tuvo muchas provisiones en las ciudades de Judá, y hombres de guerra muy valientes en Jerusalén.

14 Y este es el número de ellos según sus casas paternas: de los jefes de los millares de Judá, el general Adnas, y con él trescientos mil hombres muy esforzados.

15 Después de él, el jefe Johanán, y con él doscientos ochenta mil.

16 Tras éste, Amasías hijo de Zicri, el cual se había ofrecido voluntariamente a Jehová, y con él doscientos mil hombres valientes.

17 De Benjamín, Eliada, hombre muy valeroso, y con él doscientos mil armados de arco y escudo.

18 Tras éste, Jozabad, y con él ciento ochenta mil dispuestos para la guerra.

19 Estos eran siervos del rey, sin los que el rey había puesto en las ciudades fortificadas en todo Judá.

Micaías profetiza la derrota de Acab

(1 R. 22.1-40)

18:1  Tenía, pues, Josafat riquezas y gloria en abundancia; y contrajo parentesco con Acab.

Y después de algunos años descendió a Samaria para visitar a Acab; por lo que Acab mató muchas ovejas y bueyes para él y para la gente que con él venía, y le persuadió que fuese con él contra Ramot de Galaad.

Y dijo Acab rey de Israel a Josafat rey de Judá: ¿Quieres venir conmigo contra Ramot de Galaad? Y él respondió: Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo; iremos contigo a la guerra.

Además dijo Josafat al rey de Israel: Te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.

Entonces el rey de Israel reunió a cuatrocientos profetas, y les preguntó: ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o me estaré quieto? Y ellos dijeron: Sube, porque Dios los entregará en mano del rey.

Pero Josafat dijo: ¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, para que por medio de él preguntemos?

El rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay aquí un hombre por el cual podemos preguntar a Jehová; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este es Micaías hijo de Imla. Y respondió Josafat: No hable así el rey.

Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: Haz venir luego a Micaías hijo de Imla.

Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban delante de ellos.

10 Y Sedequías hijo de Quenaana se había hecho cuernos de hierro, y decía: Así ha dicho Jehová: Con estos acornearás a los sirios hasta destruirlos por completo.

11 De esta manera profetizaban también todos los profetas, diciendo: Sube contra Ramot de Galaad, y serás prosperado; porque Jehová la entregará en mano del rey.

12 Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló diciendo: He aquí las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; yo, pues, te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, que hables bien.

13 Dijo Micaías: Vive Jehová, que lo que mi Dios me dijere, eso hablaré. Y vino al rey.

14 Y el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o me estaré quieto? El respondió: Subid, y seréis prosperados, pues serán entregados en vuestras manos.

15 El rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces te conjuraré por el nombre de Jehová que no me hables sino la verdad?

16 Entonces Micaías dijo: He visto a todo Israel derramado por los montes como ovejas sin pastor; y dijo Jehová: Estos no tienen señor; vuélvase cada uno en paz a su casa.

17 Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te había yo dicho que no me profetizaría bien, sino mal?

18 Entonces él dijo: Oíd, pues, palabra de Jehová: Yo he visto a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su mano derecha y a su izquierda.

19 Y Jehová preguntó: ¿Quién inducirá a Acab rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía así, y otro decía de otra manera.

20 Entonces salió un espíritu que se puso delante de Jehová y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué modo?

21 Y él dijo: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Y Jehová dijo: Tú le inducirás, y lo lograrás; anda y hazlo así.

22 Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de estos tus profetas; pues Jehová ha hablado el mal contra ti.

23 Entonces Sedequías hijo de Quenaana se le acercó y golpeó a Micaías en la mejilla, y dijo: ¿Por qué camino se fue de mí el Espíritu de Jehová para hablarte a ti?

24 Y Micaías respondió: He aquí tú lo verás aquel día, cuando entres de cámara en cámara para esconderte.

25 Entonces el rey de Israel dijo: Tomad a Micaías, y llevadlo a Amón gobernador de la ciudad, y a Joás hijo del rey,

26 y decidles: El rey ha dicho así: Poned a éste en la cárcel, y sustentadle con pan de aflicción y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.

27 Y Micaías dijo: Si tú volvieres en paz, Jehová no ha hablado por mí. Dijo además: Oíd, pueblos todos.

28 Subieron, pues, el rey de Israel, y Josafat rey de Judá, a Ramot de Galaad.

29 Y dijo el rey de Israel a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú vístete tus ropas reales. Y se disfrazó el rey de Israel, y entró en la batalla.

30 Había el rey de Siria mandado a los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis con chico ni con grande, sino sólo con el rey de Israel.

31 Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y lo rodearon para pelear; mas Josafat clamó, y Jehová lo ayudó, y los apartó Dios de él;

32 pues viendo los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, desistieron de acosarle.

33 Mas disparando uno el arco a la ventura, hirió al rey de Israel entre las junturas y el coselete. El entonces dijo al cochero: Vuelve las riendas, y sácame del campo, porque estoy mal herido.

34 Y arreció la batalla aquel día, por lo que estuvo el rey de Israel en pie en el carro enfrente de los sirios hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.

El profeta Jehú amonesta a Josafat

19:1  Josafat rey de Judá volvió en paz a su casa en Jerusalén.

Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto.

Pero se han hallado en ti buenas cosas, por cuanto has quitado de la tierra las imágenes de Asera, y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios.

Josafat nombra jueces

Habitó, pues, Josafat en Jerusalén; pero daba vuelta y salía al pueblo, desde Beerseba hasta el monte de Efraín, y los conducía a Jehová el Dios de sus padres.

Y puso jueces en todas las ciudades fortificadas de Judá, por todos los lugares.

Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros cuando juzgáis.

Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho.

Puso también Josafat en Jerusalén a algunos de los levitas y sacerdotes, y de los padres de familias de Israel, para el juicio de Jehová y para las causas. Y volvieron a Jerusalén.

Y les mandó diciendo: Procederéis asimismo con temor de Jehová, con verdad, y con corazón íntegro.

10 En cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos que habitan en las ciudades, en causas de sangre, entre ley y precepto, estatutos y decretos, les amonestaréis que no pequen contra Jehová, para que no venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos. Haciendo así, no pecaréis.

11 Y he aquí, el sacerdote Amarías será el que os presida en todo asunto de Jehová, y Zebadías hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, en todos los negocios del rey; también los levitas serán oficiales en presencia de vosotros. Esforzaos, pues, para hacerlo, y Jehová estará con el bueno.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Conectados al poder

Abril 28

Conectados al poder

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Lectura bíblica: 2 Corintios 12:8–10

Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad. 2 Corintios 12:9

a1Mario cree que es el mejor de los amigos. ¿Tienes un problema? Él está lleno de consejos. ¿Precisas ayuda? Él te dará una mano, la quieras o no. ¿Tienes una necesidad? Él la satisfará, aunque ni esté seguro de qué es.

Mario realmente quiere ser un chico que está a disposición de sus amigos. Pero no entiende para nada cuál es el primer paso. Necesita comprender que ignora, total, absoluta y completamente cómo ser ese tipo de amigo.

Quizá opines que no eres tan inoperante como Mario cuando de amistad se trata. Quizá pienses que no necesitas la ayuda de Dios para ser el mejor de los amigos. Eso es lo que creían estos chicos:

La cabeza de Mirta siempre estaba abarrotada de sus propios intereses; le daba trabajo notar cuando los demás necesitaban ayuda. Su primer paso para ser una amiga disponible era admitir que no tenía el poder para ser siempre una amiga interesada en los que tenían problemas. Está dependiendo de Cristo para poder ser una persona que se preocupa por los demás, así como lo hizo Cristo.

Nicky pensaba que lo que decían los demás era aburrido. Por eso, cuando terminaban de decir algo, ni siquiera se podía acordar de qué estaban hablando. Su primer paso para ser un amigo disponible tenía que ser admitir que no tiene la fuerza para ser siempre un buen oyente. Está dependiendo de Cristo para poder ser un amigo que escucha mejor, así como escucha Cristo.

Natalia contaba los secretos de otros quienes luego muchas veces sufrían como resultado de su indiscreción. Su primer paso para ser una amiga disponible era admitir que no tenía en ella lo necesario para mantener en reserva lo que le contaban sus amigas. Está dependiendo de Cristo para poder ser una amiga digna de confianza, así como lo es Cristo.

El secreto de ser un buen amigo es admitir que, sin la ayuda de Jesús, tú no tienes la capacidad de ser un amigo como él. Esta realidad no es para que te sientas mal, sino para recordarte que dependes de Cristo para la fortaleza de ser un amigo disponible.

Tú puedes parecerte más a Jesús, ser un amigo mejor y más cariñoso. ¡Pero eso sólo sucede con su ayuda! Cuéntale a Jesús en qué formas quieres mejorar como amigo. Y confía que el Espíritu Santo será la fuente de poder de Dios, viviendo y obrando dentro de ti para que te parezcas más a Cristo.

PARA DIALOGAR
¿Por qué necesitas la ayuda de Dios para ser un chico que está disponible para sus amigos?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a ser mejores como amigos y a seguir desarrollando la habilidad de serlo, ahora y siempre.

PARA HACER
¿Cuáles son las áreas más importantes en las que necesitas depender de Jesús para poder ser un amigo como él? Pide a un familiar o amigo cristiano que te diga cuando estás actuando de una manera que dista de parecerse a Cristo.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

«NO TIENE HIJOS Y NO DESEA TENERLOS»

28 abr 2016

«NO TIENE HIJOS Y NO DESEA TENERLOS»

cr

por Carlos Rey

a1En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio http://www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«Tengo cuarenta y ocho años, [soy] soltero [y] sin hijos. Hace dos años conocí a una mujer que ahora tiene cincuenta…. Nos amamos y queremos casarnos, y ella está decidida a venir a vivir a [mi país].

»Sólo temo que ella no pueda [tener] hijos a su edad, y mi anhelo es tener uno. No la quiero desilusionar, pues está muy entusiasmada a hacer vida conmigo. Ella vive sola, no tiene hijos y [no] desea tenerlos. Esto me [pone en un] dilema de si continúo con ella o la dejo para buscar una mujer más joven que me dé al menos un hijo.»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimado amigo:

»Antes de comprometerse en matrimonio, toda pareja debe estar de acuerdo con respecto a cuatro temas fundamentales. Creemos que usted hallará la respuesta a su pregunta a medida que considera los cuatro.

»El primero es el tema económico. ¿Cuáles son las deudas pendientes y los compromisos económicos con miembros de la familia (tales como los padres, o los hijos de relaciones previas), y de dónde sacarán el dinero para saldar esos compromisos después de casados? ¿Cómo se sustentarán los cónyuges, y con qué medios? … ¿Qué porcentaje de los ingresos de los cónyuges se gastará en vivienda, transporte y gastos personales tales como la ropa? …

»El segundo tema fundamental tiene que ver con las relaciones con los demás familiares. ¿Tienen el esposo o la esposa en potencia otros familiares que se espera vivan con ellos cuando se casen? ¿Con qué frecuencia esperará cada cónyuge visitar a sus respectivos padres?

»El tercer tema fundamental es el de los niños. ¿Están de acuerdo con relación a cuántos hijos tener y cuándo tenerlos? ¿Quién cuidará a los niños en los años preescolares?

»Por último, y sobre todo, ¿tienen los dos una relación afín con Dios? ¿Están de acuerdo en cuanto a cuál iglesia asistir y con qué frecuencia? ¿Están igualmente comprometidos a basar su vida juntos en las enseñanzas de Jesucristo y los principios que se encuentran en la Biblia?

»Si cualquiera de esas preguntas provoca desacuerdos importantes, entonces no están listos para comprometerse ni para casarse. Esos temas suelen ser las razones detrás de la infelicidad y hasta del divorcio. Es mucho más fácil reponerse de la ruptura de un noviazgo con miras al matrimonio que reponerse de un divorcio.

»Es evidente que hay un serio desacuerdo entre usted y su novia respecto a tener hijos. Esa razón basta para ponerle fin al noviazgo…. Dígale la verdad, y corte la comunicación con ella por completo. El proseguir con el noviazgo sería cruel y deshonesto….»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, se puede leer si se ingresa en el sitio http://www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 386.

http://www.conciencia.net/