DEJE ESOS MALOS HÁBITOS

DEJE ESOS MALOS HÁBITOS

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11/27/2016

El efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.

(Isaías 32:17)

alimentemos_el_almaLa conducta limpia produce paz y estabilidad espiritual, pero la conducta pecaminosa produce inestabilidad. Eso es así no solo en el reino milenario, donde un día Cristo gobernará la tierra con justicia, como lo indica el versículo de hoy, sino también en la vida del creyente. Jacobo el hermano de Jesús dijo: “La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica… Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (Stg. 3:17-18).

 Contentamiento, consuelo, calma, quietud y tranquilidad acompañan a la conducta cristiana, que se basa en la Palabra de Dios. Hacer lo bueno no es solamente la manera de vencer lo malo (Ro. 12:21), sino también la práctica que se espera de todo creyente. Al cultivar buenos hábitos gracias al poder de Dios, disminuirán sus malos hábitos, y su vida será más estable.

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Surgimiento de apóstoles y profetas

La Biblia Dice

Surgimiento de apóstoles y profetas

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DAVID LOGACHO

alimentemos_el_almaDesde Ecuador se ha comunicado con nosotros a través del correo electrónico, un amigo oyente, para hacernos la siguiente consulta: Como estoy seguro será de su conocimiento, estamos ante una ola de surgimiento de apóstoles y profetas. ¿Qué piensa en cuanto a esto? Pregunto sobre esto porque tengo una amiga que asiste a una iglesia donde hay apóstoles y profetas y le están prediciendo lo que supuestamente le va a suceder en el futuro. ¿Cómo puedo aconsejar a mi amiga? Estoy preocupado por ella.

Gracias por su consulta amable oyente. Efectivamente, estamos mirando absortos la proliferación de apóstoles y profetas en medio de muchas iglesias evangélicas en toda América Latina. ¿Se ha preguntado por qué durante siglos, tal vez desde el segundo siglo hasta nuestro tiempo, no se hablaba de apóstoles y profetas en el cristianismo? Parece que es un movimiento muy moderno. ¿Será que la iglesia en general se equivocó por tanto siglos ignorando la presencia de apóstoles y profetas en su medio? Hace un par de semanas estaba escuchando a un predicador que hablaba sobre este moderno fenómeno y decía que según los que están dentro de esta moda, si alguien es pastor o anciano no es nadie, porque si quiere ser alguien debe tratar de ser al menos profeta, pero si puede aspirar a ser apóstol debe procurarlo más. Tal vez esta opinión sintetice el verdadero propósito detrás del surgimiento de tantos apóstoles y profetas. Existe un verdadero afán por encaramarse a las posiciones más altas, las de mayor jerarquía de modo que se pueda lograr el mayor respeto, la mayor autoridad, la mayor admiración de parte de los que están más abajo. Pero ¿Qué dice el Nuevo Testamento respecto a esta muy humana pero anti-bíblica manera de pensar? Para responder esta inquietud, permítame citar el pasaje bíblico en 1 Pedro 5:1-4. La Biblia dice: Ruego a los ancianos que están entre vosotros,  yo anciano también con ellos,  y testigo de los padecimientos de Cristo,  que soy también participante de la gloria que será revelada:

1Pe 5:2  Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,  cuidando de ella,  no por fuerza,  sino voluntariamente;  no por ganancia deshonesta,  sino con ánimo pronto;

1Pe 5:3  no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado,  sino siendo ejemplos de la grey.

1Pe 5:4  Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,  vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.

Estas palabras fueron escritas por Pedro, un genuino Apóstol. A pesar que como verdadero Apóstol, Pedro podía ordenar o exigir, no lo hace, sino que revestido de humildad ruega a los ancianos o pastores. Note que los ancianos o pastores de una iglesia local no están por encima de la congregación, sino que están entre la congregación. Esto significa que los ancianos o pastores no deben sentirse superiores al resto de la congregación. Son simplemente los primeros entre iguales. En esa posición están para servir no para ser servidos. Note lo que dice Marcos 10:42-45 Mas Jesús,  llamándolos,  les dijo:  Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas,  y sus grandes ejercen sobre ellas potestad.

Mar 10:43  Pero no será así entre vosotros,  sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,

Mar 10:44  y el que de vosotros quiera ser el primero,  será siervo de todos.

Mar 10:45  Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido,  sino para servir,  y para dar su vida en rescate por muchos.

Pero volviendo a nuestro texto en 1 Pedro 5, Pedro, un genuino Apóstol dice a los ancianos o pastores: Yo anciano también con ellos. Pedro no se sentía de ninguna manera superior a los ancianos o pastores, sino que se ve a sí mismo como uno más, anciano también con ellos. Esto es algo que no se ve en la mayoría de los modernos apóstoles y profetas. Supe de uno que para poder ir a “ministrar” entre comillas en determinado país, pone como condición volar en primera clase junto a todo su equipo, hospedarse en un hotel de cinco estrellas, tener a su disposición un auto nuevo para que le lleve desde el hotel hasta la plataforma donde está el púlpito desde el cual va a predicar, y una guardia armada que mantenga a la gente a distancia en todo momento. Esto sin contar con los $20,000 que demandan recibir por cada evento. Pedro era tan diferente. Como genuino Apóstol, continúa señalando que él es testigo de los padecimientos de Cristo. Esto es un requisito indiscutible para ser genuino Apóstol de Jesucristo. Los requisitos para ser Apóstoles de Jesucristo aparecen con más detalle en Hechos 1:21-22 dice: Es necesario,  pues,  que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,

Act 1:22  comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba,  uno sea hecho testigo con nosotros,  de su resurrección.

¿Quién se atrevería hoy en día afirmar que ha estado junto con los demás Apóstoles de Jesucristo todo el tiempo que el Señor Jesús estaba con ellos, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que fue ascendido al cielo? ¿Quién podría hoy en día decir como Pedro: Yo soy testigo de los padecimientos de Cristo? Nadie. Por tanto nadie puede hoy en día afirmar que es Apóstol de Jesucristo. Algunos dicen: Yo no soy Apóstol de Jesucristo, sino solamente apóstol, en el sentido que he sido enviado o comisionado por alguna iglesia local. Siendo así, ¿entonces por qué no usar la palabra misionero u obrero? Porque la clave está en usar la palabra apóstol por el supuesto prestigio que conlleva. Pablo siendo un genuino Apóstol de Jesucristo, dice que no es más que un anciano o pastor en medio de otros ancianos o pastores. Son muchos los que anhelan con vehemencia ser llamados apóstoles o profetas, ¿quién sabe que anhelarán ser llamados en un mañana? No han puesto atención a lo que el Señor Jesús dijo a los fariseos de su tiempo. Mateo 23:8-12 dice Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí;  porque uno es vuestro Maestro,  el Cristo,  y todos vosotros sois hermanos.

Mat 23:9  Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra;  porque uno es vuestro Padre,  el que está en los cielos.

Mat 23:10  Ni seáis llamados maestros;  porque uno es vuestro Maestro,  el Cristo.

Mat 23:11  El que es el mayor de vosotros,  sea vuestro siervo.

Mat 23:12  Porque el que se enaltece será humillado,  y el que se humilla será enaltecido.

No hace falta anteponer un título como apóstol, profeta, reverendo y tantos otros más, antes de nuestro nombre para poder servir al Señor. Tal vez el título más honroso que alguien puede poner antes de su nombre es simplemente “hermano” Pedro también hace referencia al hecho de ser participante de la gloria que será revelada. Tal vez es una alusión a su experiencia en el monte de la Transfiguración, cuando junto a Jacobo y a Juan, otros genuinos Apóstoles, contemplo la gloria divina del Señor Jesús, la misma gloria que todos compartiremos cuando estemos con él en el cielo. Pero ni siquiera esto le hizo sentir superior a los otros ancianos o pastores. Luego Pedro exhorta a los ancianos o pastores a pastorear la grey de Dios entre la cual están ellos también. La grey no es del pastor o del anciano o de la denominación. La grey pertenece a Dios. Los ancianos o pastores deben cuidar de la grey de Dios no como ellos quieren sino como Dios quiere. No por fuerza, esto significa sin sentirse obligados a ello, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto. La ganancia deshonesta ocurre cuando se usa el oficio de anciano o pastor para sacar beneficio material personal. Un famoso apóstol afirmó que Dios le había revelado que estaba por sobrevenir un gran avivamiento sobre América Latina que cuyo fuego se iba a iniciar en Ecuador. Este apóstol supuestamente había sido enviado por Dios a Ecuador para imponer sus manos en pastores ecuatorianos de modo que lleguen a ser apóstoles y sean el instrumento que Dios use para este avivamiento. Los que querían tan honroso título tenían que pagar la módica cantidad de $5,000 dólares. ¿De cuando acá alguien tiene el poder de declarar a otro apóstol? ¿De cuando acá se vende el título de apóstol? Ni me imagino la cantidad de dinero que habrá acumulado este hombre de esta manera, porque el mismo cuento lo usó en varios otros países. La manera que un anciano o pastor debe cuidar de la grey de Dios es no como teniendo señorío sobre los que están a su cuidado. Esto significa sin ser un dictador. La forma correcta es siendo ejemplos de la grey. El ejemplo de vida que se ve en muchos apóstoles y profetas no es digno de imitarse. Los ancianos o pastores que ejercen bien su función serán galardonados por el Señor Jesucristo, el Príncipe de los pastores. El galardón o la recompensa será la corona incorruptible de gloria. Qué gran ejemplo que nos deja este genuino Apóstol quien a ningún momento se jactó de su posición como Apóstol, sino que se puso en el mismo nivel que todos los ancianos o pastores. Si esto lo tomaran en cuenta los ancianos o pastores de la actualidad no estarían buscando con tanto afán ser reconocidos como apóstoles o profetas.

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TERCERA EDAD

TERCERA EDAD

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Pablo Martini
Programa No. 2016-11-27

alimentemos_el_almaLa Biblia pondera a los ancianos a un puesto de honor y de privilegio por encima de cualquier otra etapa. Textos como el de Proverbios 20:29 y tantos otros muestran a las claras que no importa que haya nieve en el tejado mientras siga un buen fuego adentro. Ese fuego está alimentado por leños endurecidos por el paso del tiempo que son lo que producen las mejores brasas. Lamentablemente nuestra sociedad, que está cada vez más patas arriba, opina todo lo contrario. Si tienes entre 18 y 30 años de edad tienes muchas opciones laborales, más de eso la cosa se complica. Si has pasado los “50” dedícate a malcriar a tus nietos y si no ahorraste y estás desempleado… Ni qué hablar si ya has pasado los “70”, más bien debes resignarte a transitar tu “etapa de retiro”. Nooooo, no es así. Hoy la juventud está en un lugar de privilegio, son ellos los que ocupan las vacantes de trabajo, los que cautivan con sus talentos la atención de millones al pasearse por la pantalla de nuestros televisores en los estadios deportivos y pasarelas de fama. Parecería que hoy la vejez es un castigo. En otras épocas y en otras culturas no, al contrario, son respetados, venerados, consultados. Pero cada etapa es especial. Debemos tener la sabiduría necesaria para saber transitarlas y disfrutarlas a pleno. Hoy en día las personas se resisten al avance de los años y pretenden maquillar sus arrugas. Ignoran que detrás de cada arruga hay lecciones aprendidas que son un capital de vida invaluable. Dice la Biblia en Levítico 19:32 “Ante las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano. A tu Dios reverenciarás. Yo Soy el Eterno.” El día que un hombre cesa de hacer planes para su futuro ese mismo día comienza a ser un viejo, así tenga 40, 70 o 90. Un conocido psicólogo, después de un extenso estudio, concluyó: “Si la curva de eficiencia en un hombre está todavía en ascenso entre los 50-55 años, se puede esperar que siga subiendo hasta la ancianidad, pero si se halla en declive, seguirá descendiendo hasta que muera.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

El día que un hombre cesa de hacer planes para su futuro ese mismo día comienza a ser un viejo.

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Saludo

2 Corintios 1-4

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Saludo

alimentemos_el_alma1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo:

A la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya: Gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

El Dios de toda consolación

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios. Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia[a], así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo. Pero si somos atribulados, es para vuestro consuelo y salvación; o si somos consolados, es para vuestro consuelo, que obra al soportar las mismas aflicciones que nosotros también sufrimos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros está firmemente establecida, sabiendo que como sois copartícipes de los sufrimientos, así también lo sois de la consolación. Porque no queremos que ignoréis, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida[b] en Asia[c], porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida. De hecho[d], dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, 10 el cual nos libró de tan gran peligro de muerte y noslibrará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza de que El aún nos ha de librar,11 cooperando también vosotros con nosotros con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de las oraciones de muchos.

Sinceridad de Pablo

12 Porque nuestra satisfacción[e] es ésta: el testimonio de nuestra conciencia que en la santidad[f] y en la sinceridad que viene de Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia vosotros. 13 Porque ninguna otra cosa os escribimos sino lo que leéis y entendéis, y espero que entenderéis hasta el fin, 14 así como también nos habéis entendido en parte, que nosotros somos el motivo de vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra en el día de nuestro Señor Jesús.

15 Y con esta confianza me propuse ir primero a vosotros para que dos veces recibierais bendición[g], 16 es decir[h], quería visitaros de paso[i] a Macedonia, y de Macedonia ir de nuevo a vosotros y ser encaminado por vosotros en mi viaje a Judea. 17 Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no? 18 Pero como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es sí y no. 19 Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que fue predicado entre vosotros por nosotros (por mí y Silvano y Timoteo) no fue sí y no, sino que ha sido sí en El. 20 Pues tantas como sean las promesas de Dios, en El todas son sí; por eso también por medio de El, Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros. 21 Ahora bien, el que nos confirma con vosotros en Cristo y el que nos ungió, es Dios, 22 quien también nos selló y nos dio el Espíritu en nuestro corazóncomo garantía[j].

23 Mas yo invoco a Dios como testigo sobre mi alma, que por consideración a vosotros no he vuelto a Corinto. 24 No es que queramos tener control de vuestra fe, sino que somos colaboradores con vosotros para vuestro gozo; porque en la fe permanecéis firmes.

Problemas en la iglesia de Corinto

Pero en mí mismo decidí esto: no ir otra vez a vosotros con tristeza. Porque si yo os causo tristeza, ¿quién será el que me alegre sino aquel a quien entristecí?Y esto mismo os escribí, para que cuando yo llegue no tenga tristeza de parte de los que debieran alegrarme, confiando en todos vosotros de que mi gozo sea el mismo de todos vosotros. Pues por la mucha aflicción y angustia de corazón os escribí con muchas lágrimas, no para entristeceros, sino para que conozcáis el amor que tengo especialmente por vosotros.

Pero si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado a mí, sino hasta cierto punto (para no exagerar[k]) a todos vosotros. Es suficiente para tal persona este castigo que le fue impuesto por la mayoría; así que, por el contrario, vosotros más bien deberíais perdonarlo y consolarlo, no sea que en alguna manera éste[l]sea abrumado por tanta[m] tristeza. Por lo cual os ruego que reafirméis vuestroamor hacia él. Pues también con este fin os escribí, para poneros a prueba[n] y ver si sois obedientes en todo. 10 Pero a quien perdonéis algo, yo también lo perdono; porque en verdad, lo que yo he perdonado, si algo he perdonado, lo hicepor vosotros en presencia de Cristo, 11 para que Satanás no tome ventaja sobre nosotros, pues no ignoramos sus ardides.

De Troas a Macedonia

12 Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, y se me abrió una puerta en el Señor, 13 no tuve reposo en mi espíritu al no encontrar a Tito, mi hermano; despidiéndome, pues, de ellos, salí para Macedonia.

Triunfantes en Cristo

14 Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento. 15 Porque fragante aroma[o] de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden; 16 para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado[p]? 17 Pues no somos como muchos, que comercian con[q] la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo.

Ministros del nuevo pacto

3 ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso necesitamos, como algunos, cartas de recomendación para vosotros o de parte de vosotros? Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres, siendo manifiesto que sois carta de Cristo redactada[r] por nosotros, no escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de corazones humanos[s]. Y esta[t]confianza tenemos hacia Dios por medio de Cristo: no que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios, el cual también nos hizo suficientes comoministros[u] de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, de tal manera que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés por causa de la gloria de su rostro, que se desvanecía,¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu? Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia. 10 Pues en verdad, lo que tenía gloria, en este caso no tiene gloria por razón de la gloria que lo sobrepasa. 11 Porque si lo que se desvanece fue con[v]gloria, mucho más es con[w] gloria lo que permanece.

Transformados de gloria en gloria

12 Teniendo, por tanto, tal esperanza, hablamos con[x] mucha franqueza, 13 y no somos como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin de aquello que había de desvanecerse. 14 Pero el entendimiento de ellos se endureció[y]; porque hasta el día de hoy, en la lectura del antiguo pacto[z] el mismo velo permanece sin alzarse, pues sólo en Cristo es quitado. 15 Y[aa] hasta el día de hoy, cada vez que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones; 16 pero cuando alguno se vuelve al Señor, el velo es quitado. 17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. 18 Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.

Ministros de Cristo

Por tanto, puesto que tenemos este ministerio, según hemos recibido misericordia, no desfallecemos; sino que hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso[ab], no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino que, mediante la manifestación de la verdad, nos recomendamos a la conciencia de todo hombre en la presencia de Dios. Y si todavía nuestro evangelio está velado, para[ac] los que se pierden está velado, en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento[ad] de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios[ae].Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por amor[af] de Jesús. Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo.

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros. Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos; 10 llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte[ag] de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. 11 Porque nosotros que vivimos, constantemente estamos siendo entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo[ah] mortal. 12 Así que en nosotros obra la muerte, pero en vosotros, la vida. 13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: Crei, por tanto hable, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos; 14 sabiendo que aquel que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 15 Porque todo esto es por amor a vosotros[ai], para que la gracia que se está extendiendo por medio de muchos, haga que las acciones de gracias abunden para la gloria de Dios.

Lo temporal y lo eterno

16 Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. 17 Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, 18 al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Notas al pie:

  1. 2 Corintios 1:5 Lit., abundan para con nosotros
  2. 2 Corintios 1:8 Lit., que nos vino
  3. 2 Corintios 1:8 I.e., la provincia de la costa occidental de Asia Menor
  4. 2 Corintios 1:9 Lit., Pero
  5. 2 Corintios 1:12 Lit., jactancia
  6. 2 Corintios 1:12 Algunos mss. dicen: sencillez
  7. 2 Corintios 1:15 Lit., tengáis una segunda gracia; algunos mss. antiguos dicen: gozo
  8. 2 Corintios 1:16 Lit., y
  9. 2 Corintios 1:16 Lit., pasar por vosotros
  10. 2 Corintios 1:22 O, arras
  11. 2 Corintios 2:5 Lit., para no ser gravoso
  12. 2 Corintios 2:7 Lit., el tal
  13. 2 Corintios 2:7 Lit., excesiva
  14. 2 Corintios 2:9 Lit., conocer la prueba vuestra
  15. 2 Corintios 2:15 Lit., fragancia
  16. 2 Corintios 2:16 O, es suficiente
  17. 2 Corintios 2:17 O, corrompen
  18. 2 Corintios 3:3 Lit., servida
  19. 2 Corintios 3:3 Lit., de carne
  20. 2 Corintios 3:4 Lit., tal
  21. 2 Corintios 3:6 O, servidores
  22. 2 Corintios 3:11 Lit., por medio de
  23. 2 Corintios 3:11 O, en
  24. 2 Corintios 3:12 Lit., usamos
  25. 2 Corintios 3:14 Lit., sus mentes se endurecieron
  26. 2 Corintios 3:14 O, testamento
  27. 2 Corintios 3:15 Lit., Pero
  28. 2 Corintios 4:2 Lit., de la vergüenza
  29. 2 Corintios 4:3 Lit., en
  30. 2 Corintios 4:4 Lit., la mente
  31. 2 Corintios 4:4 O, para que la luz…que es la imagen de Dios, no les amanezca
  32. 2 Corintios 4:5 O, por medio
  33. 2 Corintios 4:10 Lit., el morir
  34. 2 Corintios 4:11 Lit., nuestra carne
  35. 2 Corintios 4:15 O, para bien vuestro
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