Nos lleva en triunfo

Nos lleva en triunfo

5/2/2018

A Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. (2 Corintios 2:14)

Hay muchas posibilidades que surgen del sufrimiento injusto por el nombre de Cristo. Dios pudiera usar el sufrimiento de usted para guiar a alguien a Cristo. Pudiera usarlo para ayudarlo a triunfar sobre la persecución demoníaca, o pudiera hacer que otros vean la actitud de usted ante la persecución y reaccionen de la misma manera.

Cualquiera que sea el triunfo de su sufrimiento, puede estar seguro de una cosa: Si usted sufre por el nombre de Cristo, Dios lo levantará y exaltará a su presencia misma. Cristo siempre nos hará triunfar aunque suframos injustamente. No menosprecie la potencialidad del sufrimiento injusto por el nombre de Cristo. ¡Así que soporte cualquier sufrimiento que se le presente teniendo en cuenta su triunfo venidero en Cristo!

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Números 9 | Salmo 45 | Cantar de los Cantares 7 | Hebreos 7

2 MAYO

Números 9 | Salmo 45 | Cantar de los Cantares 7 | Hebreos 7

En el volumen 1 (meditación del 13 de enero), reflexionamos sobre el lugar de Melquisedec en Génesis y en el resto del canon. En Hebreos 7, podemos hacerlo de nuevo, mirando hacia el pasado. Nos centraremos en algunos de los giros que encontramos en Hebreos 7:11–28 en la línea de pensamiento.

(1) En los versículos anteriores, el autor proclama que Melquisedec fue más grande que Abraham y, por tanto, también que Leví, descendiente de este (en la cultura hebrea el padre siempre era superior al hijo). Así que, el sacerdote Melquisedec fue históricamente más importante que el sacerdote Leví; en principio, entonces, el sacerdocio de aquel, como institución, es superior al levítico.

(2) Cuando se leen secuencialmente los documentos del Antiguo Testamento, resulta sorprendente que, varios siglos después de la ley mosaica que estableció a los levitas como sacerdotes, Dios anuncie en el Salmo 110 (Hebreos 5:6; 7:17, 21) que está levantando una figura mesiánica que será sacerdote eterno según el orden de Melquisedec, no de Leví. (Véase la meditación del 17 de junio del volumen 1).

(3) En principio, esa promesa anuncia la obsolescencia del sacerdocio levítico. No puede perdurar. En el Salmo 110, Dios anuncia por medio de David que este será sustituido por el de Melquisedec.

(4) Esto significa, a su vez, que debe producirse un cambio en la ley-pacto dada en Sinaí. En ocasiones, tenemos la tentación de pensar que la ley trataba principalmente acerca de la “moralidad”, aderezada con un poco de ceremonial religioso y alguna cosa más añadida. De ser así, podría permanecer intacta cuando el sacerdocio cambiase. Sin embargo, este no es el argumento de Hebreos, que nos dice que el sacerdocio levítico, lejos de ser añadido, era la misma base de la ley (7:11). En otras palabras, en ciertos aspectos las funciones ceremoniales de la ley son fundamentales en su estructura de pacto. Por tanto, con la venida de un sacerdocio no levítico “también tiene que cambiarse la ley” (7:12; cp. 7:17–19), es decir, la ley-pacto. Esto indica, asimismo, que la ley mosaica no desempeñaba la función de establecer un modelo de adoración y un marco religioso siempre válido para el pueblo de Dios. No obstante, formaba parte de un patrón que apuntaba al futuro, hacia un sacerdote aún más grande y al pacto definitivo. Inevitablemente, existen puntos de continuidad entre el pacto de Sinaí y el nuevo, pero el cambio fundamental debe comprenderse para ver cómo se cohesiona la Biblia.

(5) Estas reflexiones nos llevan a la maravillosa imagen de la perfección y finalidad de Jesús como sacerdote del orden de Melquisedec que encontramos en este capítulo.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 122). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Infórmese

Miércoles 2 Mayo

(Jesucristo dijo:) De cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

Mateo 5:18

Infórmese

Nuestra época es muy diferente del pasado. Los progresos a todos los niveles han dado un salto gigantesco; parece ser que desde principios del siglo XX (20) se han descubierto o creado más cosas que en todos los siglos precedentes. Entre los descubrimientos modernos, el campo de la comunicación es un claro ejemplo. Nos comunicamos más rápido, más a menudo, llegamos más lejos y podemos hacerlo con todo el mundo. Pero, ¿qué sucede respecto a nuestra comunicación con Dios? La Biblia, carta escrita por Dios para los hombres, Libro por excelencia, es cada vez más accesible a todos, a veces de forma gratuita, pero, ¿es consultada?

No está mal querer saber muchas cosas, al contrario. Pero lo que sí está mal es no querer saber nada de Dios para comprender quién es, cuál es su voluntad; está mal no indagar quién es Jesucristo, por qué vino a la tierra, por qué murió, cuál es el sentido de nuestra vida, cuál es el destino final del hombre…

No hay ninguna información que pueda reemplazar la que la Biblia da. En ella se hallan las palabras de vida, los mensajes de gracia, de amor y de verdad. No hay conocimiento más valioso para el hombre, y Dios nos da este gran consejo: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino” (Josué 1:8).

¿Cómo es posible que todavía haya tantas personas que ignoren la Biblia?

Isaías 45 – Marcos 6:1-29 – Salmo 51:1-5 – Proverbios 14:27-28

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