HAY QUE DEMOSTRAR AMOR

Septiembre 22

HAY QUE DEMOSTRAR AMOR

Andad en amor.Efesios 5:2

¿Qué es el amor? ¿Cómo se demuestra? A fin de poder practicar el amor, hay que saber lo que es desde el punto de vista bíblico. A lo largo de las Escrituras, se caracteriza el amor como una acción.

Ante todo, el amor enseña la verdad a otros (Ef. 4:15) y los ayuda en sus necesidades (He. 6:10). Da ejemplo al servir a otros y a alentarnos en su crecimiento (Gá. 5:13). Cubre los pecados de otras personas (1 P. 4:8) y perdona (Ef. 4:32). También el amor soporta los problemas y las idiosincrasias de los demás (1 Co. 13:7) y el sacrificio por ellos (Jn. 15:13-14).

El amor abnegado presenta la verdad espiritual, ayuda y se interesa en los necesitados. Les debemos a todos ese amor y no debemos deberle nada más. Ese es el corazón de la vida cristiana; es el imán que atrae al mundo.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, www.portavoz.com

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Nos pueden despojar de bienes y hogar

SEPTIEMBRE, 22

Devocional por John Piper

Pero recordad los días pasados, cuando después de haber sido iluminados, soportasteis una gran lucha de padecimientos; por una parte, siendo hechos un espectáculo público en oprobios y aflicciones, y por otra, siendo compañeros de los que eran tratados así. Porque tuvisteis compasión de los prisioneros y aceptasteis con gozo el despojo de vuestros bienes, sabiendo que tenéis para vosotros mismos una mejor y más duradera posesión. Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. (Hebreos 10:32-35)

Los cristianos de Hebreos 10:32-35 ganaron el derecho de enseñarnos acerca del amor con sacrificio.

La situación parece ser la siguiente: poco tiempo después de su conversión, algunos de ellos fueron encarcelados por su fe. Los demás se vieron obligados a tomar una decisión difícil: ocultarse en subterráneos para estar «seguros», o visitar a sus hermanos y hermanas que estaban en prisión y poner en riesgo su vida y bienes materiales. Ellos escogieron el camino del amor y aceptaron pagar el precio.

«Porque tuvisteis compasión de los prisioneros y aceptasteis con gozo el despojo de vuestros bienes».

Pero ¿resultaron ser perdedores? No. ¡Perdieron bienes materiales pero ganaron gozo! Aceptaron las pérdidas con gozo.

Por un lado, se negaron a sí mismos. Pero por otro lado, no lo hicieron. Eligieron el camino del gozo. Evidentemente, estos cristianos se vieron motivados a ejercer el ministerio en las prisiones del mismo modo que los macedonios (en 2 Corintios 8:1-9) tuvieron el deseo de suplir las necesidades de los pobres. Su gozo en Dios se desbordó en forma de amor por los demás.

Miraron sus propias vidas y dijeron: «La misericordia de Dios es mejor que la vida» (ver Salmos 63:3).

Miraron todas sus posesiones y dijeron: «Tenemos una posesión en el cielo que es mejor y más duradera que cualquiera de nuestros bienes materiales» (véase Hebreos 10:34).

Luego se miraron el uno al otro y dijeron:

Nos pueden despojar

De bienes, nombre, hogar,

El cuerpo destruir,

Mas siempre ha de existir

De Dios el reino eterno

(Castillo fuerte, por Martín Lutero).


Devocional tomado del libro “Deseando a Dios”, páginas 130-131

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2 Samuel 18 | 2 Corintios 11 | Ezequiel 25 | Salmo 73

22 SEPTIEMBRE

2 Samuel 18 | 2 Corintios 11 | Ezequiel 25 | Salmo 73

Ezequiel 25–32 conserva los oráculos de Ezequiel contra las naciones. Si Jehová es el Dios de toda la tierra, no es de extrañar que tenga cosas que decir de forma individual a otras naciones además de Israel, aparte de lo que dice a todas ellas en conjunto, sin distinción. Existen muchas pruebas de que Dios responsabiliza a todas ellas de los pecados que cometen a gran escala. Puede que no lo haga por los detalles de la ley de Moisés, pero hará caer sin duda el juicio allá donde haya arrogancia, crueldad, violencia, quebrantamiento del pacto y avaricia. Este proverbio siempre es cierto: “La justicia enaltece a una nación, pero el pecado deshonra a todos los pueblos” (Proverbios 14:34).

Cuatro observaciones preliminares más nos orientarán en estos capítulos. (a) Siete son las naciones mencionadas: Amón, Moab, Edom, Filistea, Tiro, Sidón y Egipto, la misma cantidad que en Amós. Ezequiel pudo haber ido comunicando estos oráculos a lo largo de todo su ministerio, pero al reunirlos de esta forma en un grupo de siete, y solo siete, indica que el número es simbólico: Dios habla a todas las naciones. (b) Curiosamente, no se incluye a Babilonia, lo cual puede deberse a que el Señor la utiliza como agente para aplastar a todas esas naciones. (c) La condena de Tiro ocupa la mayor parte del espacio con diferencia. En ese momento, era una poderosa ciudad-Estado excepcionalmente rica debido al comercio. Después de que Nabucodonosor acabase con Jerusalén, la siguiente ciudad que sitió con éxito fue Tiro, aunque el asedio duró trece años. Sin duda, los exiliados estarían interesados en escuchar si se exigirían las mismas responsabilidades a una ciudad como esta y a Jerusalén. (d) Desde un punto de vista literario, la recopilación de estos oráculos en un solo grupo, encajado entre los capítulos 24 y 33 (cuando las noticias de la caída de Jerusalén llegan a Babilonia), causa el efecto de un aumento de la tensión dramática. Los primeros veinticuatro capítulos de Ezequiel especifican con todo detalle lo que Dios hará. Después, antes de desvelar el resultado final, el libro recuerda que la justicia de Dios se impartirá sobre todas las naciones. Seguidamente, tenemos el informe de lo que ha pasado en Jerusalén.

El contenido de Ezequiel 25, con sus oráculos contra las cuatro primeras naciones (todas ellas pequeños Estados vecinos de Judá), contiene una buena lección. Cuando el poderoso atacó finalmente Jerusalén y la destruyó, esos pequeños Estados se sumaron al asalto definitivo. Probablemente, estaban tratando de obtener el favor de Babilonia. También intentaban destruir a Judá. Su cruel regodeo y su arrogante venganza constituyen una abominación para el Señor y pagarán por ello. Reflexionemos sobre las consecuencias.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 265). Barcelona: Publicaciones Andamio.

El Evangelio

Sábado 22 Septiembre

Tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición… así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios.

1 Tesalonicenses 2:2-4

El Evangelio

¡Ah, si existiese un remedio milagro que cambiase la vida con solo tomar pastillas! «Tome usted una por la mañana, otra al mediodía, otra antes de acostarse, y dentro de unos días estará como nuevo… Pero si este tratamiento no basta, será necesario hacer otros exámenes». ¡Sí, precisamente tiene que hacer otro, pues ningún tipo de medicina, religión o ideología encontraron la pastilla milagrosa!

El Evangelio, la buena nueva revelada en la Biblia, se presenta como el remedio al problema del hombre. Obviamente, este no puede reducirse a practicar ciertos ritos, a una adhesión intelectual a ciertas ideas generosas o incluso a las «buenas obras». El Evangelio es el remedio eficaz solo si creo que el siguiente diagnóstico es verdadero: debo reconocer que el problema del hombre es de tipo moral, el de una criatura alejada de su Creador… y que, sin embargo, ¡no puede vivir sin él!

El Evangelio es poderoso y actúa en el corazón y en los pensamientos de todo el que cree. Me conduce a arrepentirme y a aceptar las «condiciones» fijadas por Dios: reconocer que él es todopoderoso y que yo no tengo fuerza; confesar que todo lo que hay en mí es rebelión, egoísmo e independencia con respecto a ese Dios perfecto; comprender que solo Jesucristo, santo y justo, puede reconciliarme con el Creador, porque fue castigado en mi lugar.

El Evangelio transforma la manera de ver y de vivir de todo el que deposita su confianza en Jesucristo. Entonces Dios actúa, y enseguida podemos verlo obrar en nuestra vida, paso a paso. ¿Creerá en él?

Jeremías 51:33-64 – 2 Corintios 11:1-15 – Salmo 106:32-39 – Proverbios 23:26-28

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