UN TOQUE DIARIO DE LA GRACIA DE DIOS

26 DE SEPTIEMBRE

LA VERDAD PARA HOY

UN TOQUE DIARIO DE LA GRACIA DE DIOS

Una tarea de amor

Conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento. Efesios 3:19

Para pagar la deuda del amor, todos podemos hacer varias cosas. He aquí algunas sugerencias:

Termine una querella.

Llame a un amigo a quien no ha visto durante mucho tiempo.

Sustituya la sospecha con la confianza.

Quite cualquier amargura de su vida.

Escriba una carta sorpresiva a alguien que lo quiera a usted.

Dígale a alguien que usted sabe bien cuánto significa para usted.

Cumpla una promesa.

Pida a Dios que perdone a alguien que le hizo algo malo a usted, y olvide eso que hizo.

No sea demasiado exigente con otros familiares.

Muestre gratitud a los demás durante todo el día.

Dígale a alguien a quien quiere que usted se interesa por él o por ella.

Ore por uno de sus enemigos.

Envíele un cheque a algún necesitado.

Pida a Dios que lo ayude a amar de la manera que Jesús amó.

DERECHOS DE AUTOR © 2018 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros. Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org

Vivamos confiados del poder de Dios

SEPTIEMBRE, 26

Vivamos confiados del poder de Dios

Devocional por John Piper

La extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos… (Efesios 1:19)

La omnipotencia de Dios es nuestro refugio eterno e inamovible en la gloria eterna de Dios, sin importar lo que suceda en esta tierra. Y esa confianza es el poder que permite una obediencia radical al llamado de Dios.

¿Hay algo más liberador, más emocionante, más fortalecedor que la verdad de que el Dios Todopoderoso es nuestro refugio en cada una de nuestras experiencias de vida —ordinarias y extraordinarias— todos y cada uno de los días?

Si creyéramos esto, si en verdad dejáramos que la verdad acerca de la omnipotencia de Dios se apoderara de nosotros, ¡cuán notoria sería la diferencia que produciría en nuestra vida personal y en nuestro ministerio! ¡Cuán humildes y poderosos nos volveríamos para los propósitos de salvación de Dios!

La omnipotencia de Dios es un refugio para el pueblo de Dios. Y cuando en verdad creemos que nuestro refugio es la omnipotencia del Dios Todopoderoso, hay un gozo y una libertad y un poder que se desborda en una vida de obediencia radical a Cristo Jesús.

La omnipotencia de Dios implica reverencia, recompensa y refugio para el pueblo de su pacto.

Los invito a aceptar los términos del pacto de la gracia: apártense del pecado y confíen en el Señor Jesucristo, y la omnipotencia del Dios Todopoderoso será la reverencia de su alma, la recompensa de sus adversarios, y el refugio de su vida —para siempre—.


Devocional tomado del libro “Mi nombre es Dios Todopoderoso”

Todos los derechos reservados ©2017 Soldados de Jesucristo y DesiringGod.org

2 Samuel 22 | Gálatas 2 | Ezequiel 29 | Salmo 78:1–39

26 SEPTIEMBRE

2 Samuel 22 | Gálatas 2 | Ezequiel 29 | Salmo 78:1–39

En ciertos aspectos, la profecía contra Egipto (Ezequiel 29) es parecida a las pronunciadas contra otras naciones mencionadas en esta sección de Ezequiel (caps. 25–32). La repetición de temas nos indica lo importantes que son para Dios, por ejemplo, la maldad de la arrogante confianza en uno mismo y jactarse de ser independiente (29:3, 9). No obstante, existen además varios elementos frescos que merecen considerarse.

(1) Dios acusa a Egipto de ser “un bastón de caña” que no puede proporcionar el apoyo prometido. Cuando intentaron descansar sobre él, se quebró y les desgarró la carne de sus manos (29:6; cf. Isaías 36:6 = 2 Reyes 18:21). Las personas y las naciones no deberían prometer lo que no pueden cumplir.

(2) Como Israel (y por ende, otras muchas naciones), Egipto sería derrotado y una parte importante de su población acabaría exiliada (29:12). Así como los israelitas podrían volver a su tierra gracias a las políticas más tolerantes de los persas, otros muchos exiliados volverían a sus respectivos territorios. Entre estos, se encontrarían los egipcios en particular (29:13). Este hecho es obra de Dios: “Reuniré a los egipcios de entre los pueblos donde fueron dispersados”.

(3) Sin embargo, Dios afirma que Egipto nunca más será una gran potencia (29:14–16). Si él es el Dios que puede levantar y hacer caer naciones, tiene todo el derecho de tomar estas decisiones. Algunas potencias antiguas han desaparecido práctica o totalmente: los heteos, los asirios, los babilonios. Los egipcios siguen existiendo, pero Dios dice que los volverá débiles, de forma que “no podrán dominar a las otras naciones” (29:15), ni otros pueblos como Israel confiarán en ellos (29:16).

(4) Uno de los razonamientos más intrigantes que se hacen “entre bambalinas” se encuentra en 29:17–20. Nabucodonosor de Babilonia va a vencer a Tiro, pero esa campaña será dura y poco provechosa. Por tanto, Dios dará Egipto a Babilonia, en parte como pago por sus largos y costosos años invertidos contra Tiro. “Al rey de Babilonia le entregaré Egipto como recompensa por lo que hizo contra Tiro, porque ellos lo hicieron por mí. Lo afirma el Señor omnipotente” (29:20). En ningún momento debemos creer que cualquiera de esas naciones actuase en obediencia voluntaria al Señor (¡cf. Isaías 10:5ss.!). Él no debe nada a nadie y lo dispone todo como cree oportuno.

Por supuesto, no conoceríamos estas cosas sin la revelación de Dios. Ellas nos instan a no exponer con demasiada vehemencia opiniones acerca de lo que está aconteciendo en nuestra época, cuando solo vemos una pequeña parte del gran cuadro de lo que el propio Dios está haciendo.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 269). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Cantad al Señor, bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación.

Miércoles 26 Septiembre

No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano; porque no dará por inocente el Señor al que tomare su nombre en vano.

Éxodo 20:7

Cantad al Señor, bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación.

Salmo 96:2

Tercer mandamiento: No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano

Debido a este mandamiento, algunos judíos practicantes nunca pronuncian directamente el nombre de Dios. Pero Dios no prohíbe pronunciar su nombre, al contrario, los profetas y los apóstoles nos invitan a orar invocando ese nombre: “Todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo” (Joel 2:32; Hechos 2:21; Romanos 10:13). Dios quiere que no pronunciemos su nombre con ligereza, que no lo empleemos para afirmar mentiras o medias verdades con la intención de enorgullecernos o de engañar a otros. Así, este mandamiento no solo prohibía los falsos juramentos, sino también las imprecaciones. El nombre de Dios tampoco puede ser invocado como un poder que está a nuestra disposición, como una prueba de protección, o para presionar a los demás.

El cristiano no debe olvidar que lleva el hermoso nombre de Cristo: ¡la palabra «cristiano» viene de ese nombre! Quizá débilmente muestra los caracteres de Cristo en su conducta y sus relaciones, da a conocer ese nombre de Jesús, el único mediante el cual podemos ser salvos (Hechos 4:12).

Nuestra cultura actual se caracteriza más bien por olvidar el nombre de Dios. ¿Nos avergonzaríamos de dar testimonio de nuestra fe? Recordemos que alabar el nombre de Dios, exaltar el nombre de Jesús, ese “buen nombre que fue invocado” sobre nosotros (Santiago 2:7), es fuente de gozo, de paz. “Oh Señor… a tu nombre da gloria” (Salmo 115:1).

(continuará el próximo miércoles)

Lamentaciones 2 – Filipenses 1 – Salmo 107:17-22 – Proverbios 24:5-6

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch