LA ACCIÓN DE GRACIAS DE JONÁS

Noviembre 20

LA ACCIÓN DE GRACIAS DE JONÁS

Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová. (Jonás 2:9) 

Es asombroso que el profeta Jonás diera gracias a Dios mientras estaba en el vientre del gran pez (Jon. 2:1). ¿Cómo reaccionaría usted si estuviera en el lugar de Jonás? Tal vez clamaría: “¿Qué estás haciendo, Dios? ¿Dónde estás? ¿Por qué está sucediendo esto?” Pero Jonás reaccionó de manera diferente: “Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste” (v. 2). Después describió su hundimiento en el mar y la seriedad de su dilema (vv. 3-5)

No obstante, en medio de tan difícil situación, Jonás oró: “Tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo” (vv. 6-7). Aunque tenía sus debilidades, Jonás demostró una gran estabilidad espiritual en su oración. Confió en el poder de Dios para librarlo si quería. De igual manera, la paz de Dios lo ayudará a usted si reacciona ante las circunstancias con acción de gracias.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, www.portavoz.com

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LIBERTAD EN LA VERDAD

LIBERTAD EN LA VERDAD

Charles R. Swindoll

20 de noviembre, 2018

Proverbios 28

Las hormigas, los conejos, las langostas y las lagartijas nos dan una ilustración significativa de las virtudes que todos podemos aplicar en la vida. Estos cuatro animales también nos demuestran cómo escapar del afán diario de las excusas. Estas cuatro criaturas comparten un dilema común: son relativamente pequeñas, débiles y fáciles de destruir. Pero estas especies continúan adelante porque cada una de ellas tiene una virtud particular que supera sus desventajas: la hormiga es diligente, el conejo es prudente, la langosta es cooperadora y la lagartija es útil.

Espero que estas criaturas interesantes le impulsen a vencer los desafíos que enfrenta y quizás hasta acabar con la tendencia que tenga de evitar las preguntas difíciles, de ignorar las advertencias de un amigo o de no aceptar la critica que pudiese ser benéfica. Cuando acepte sus debilidades y desafíos en vez de negarlos, de ignorarlos o de excusarse, se estará volviendo sabio. Cuando acepte las dificultades tiene la oportunidad de considerar alternativas, y con ello puede poner en práctica alguna de las cuatro virtudes que analizamos en la semana: diligencia, prudencia, cooperación y ayuda.

Utilice lo que ha aprendido esta semana. Esfuércese en enfrentar sus discapacidades (todos tenemos) y evite las excusas. Vivir más allá de ese afán diario comienza cuando uno acepta la realidad. Esto le dará la oportunidad de ser sabio.

Reflexión: Dedique unos momentos a analizar sus debilidades y desafíos. En el pasado, ¿ha tratado de ignorarlos o de excusarse? ¿Cuándo acepta sus obstáculos sin ninguna vergüenza?, ¿de qué forma eso cambia positivamente su perspectiva sobre la vida? ¿De qué forma esa aceptación de la realidad afecta su capacidad para realizar planes realistas?

Vivir más allá de ese afán diario comienza cuando uno acepta la realidad. Esto le dará la oportunidad de ser sabio.

— Charles R. SwindollTWEET ESTO

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios  (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

La oración de Isaac

Martes 20 Noviembre

Esta es la confianza que tenemos en él (Jesucristo), que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

1 Juan 5:14-15

La oración de Isaac

Al principio de la Biblia hallamos la historia de Isaac, hijo único de Abraham y Sara. Dios había prometido a Abraham una descendencia numerosa por medio de Isaac (Génesis 21:12). Pero la mujer de Isaac, Rebeca, era estéril, y durante veinte años no tuvieron hijos. Entonces, “oró Isaac al Señor por su mujer, que era estéril; y lo aceptó el Señor, y concibió Rebeca su mujer” (Génesis 25:21). Ella dio a luz a gemelos: Jacob y Esaú.

La oración de Isaac y la respuesta divina son notables. Dios nos muestra que se complace en involucrar la fe y las oraciones de los suyos, incluso en los mayores proyectos que él tenga.

Dios había ideado un plan desde antes de la creación del universo: de esa pareja nacería todo un pueblo, del cual saldría Cristo: Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo. Dios ya conocía de antemano la fe de Isaac y Rebeca.

Cristianos, así es como Dios manifiesta su poder en medio de nuestra debilidad. ¡Él siempre es el mismo! Responde a la fe, responde a la oración de un hombre para cumplir sus planes.

¿No nos anima esto a orar con perseverancia? Dios desea nuestras oraciones, las espera para bendecirnos, para cumplir sus planes, que fueron preparados con mucha antelación.

¡Pidámosle, pues, que nos dé la inteligencia necesaria para orar según su voluntad, y la insistencia de la fe que él se complace en reconocer y recompensar!

Josué 9 – Hebreos 10:1-18 – Salmo 129 – Proverbios 28:5-6

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