DETENCIÓN DE LA CARNE

Noviembre 26

DETENCIÓN DE LA CARNE

¿Con qué limpiará el joven su camino?  Con guardar tu palabra.
(Salmo 119:9)
La conducta santa que produce estabilidad espiritual depende de la obediencia a la norma divina de la Palabra de Dios. La Palabra es la que cultiva las actitudes, los pensamientos y la conducta que evitará que usted sea aplastado por las prudevocioebas y las tentaciones.

A fin de comprender la relación entre las actitudes, los pensamientos y la conducta, considere esta analogía. Si un policía ve a alguien que está a punto de violar la ley, lo detendrá. De igual manera, las actitudes y los pensamientos santos producidos por la Palabra actúan como policías para detener la carne antes que cometa un delito contra la norma de la Palabra de Dios. Pero si no están de guardia, no pueden detener la carne, y la carne está en libertad para violar la ley de Dios.

La analogía enseña que las actitudes y los pensamientos rectos deben preceder a los hábitos rectos. Pablo comprendía que solamente las armas espirituales ayudarán en nuestra lucha contra la carne (2 Co. 10:4). Al usar las armas apropiadas, usted puede llevar “cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (v. 5).

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, www.portavoz.com

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LA VIDA IMPÍA

LA VIDA IMPÍA

por Charles R. Swindoll26 de noviembre, 2018

Salmo 1: 4-6

Si hay algo que debemos notar en los versículos 4 al 6 del Salmo 1 es el contraste. No pase por alto las diferencias claras con los versículos anteriores. «No sucede así con los impíos, que son como el tamo que arrebata el viento».

El versículo 4 de la Biblia, comienza con una negación enfática. Literalmente dice: «¡Los impíos no son así!» La oración es un contraste de los tres versículos anteriores que describen al creyente justo y piadoso que:

  • Es bienaventurado (pero, «¡el impío no es así!»).
  • Se deleita y medita en la Palabra de Dios (pero, «¡el impío no hace eso!»).
  • Es como un árbol (pero, «¡el impío no es así!»).
  • Lleva fruto y es próspero (pero, «¡el impío no es así!»).

En su lugar, el salmista utiliza un término que representa la vida del impío: un tamo.  El tamo es la pelusa que se desprende de los granos durante el proceso de desgranarse. El tamo no tiene ningún uso. A diferencia de un árbol firmemente arraigado y que lleva fruto, el tamo se lo lleva al viento durante el proceso de la cosecha. La palabra hebrea, «llevar» que se utiliza en este versículo significa diseminarse, dividirse, separarse.

Después de comparar las vidas de los «piadosos» y los «impíos», David considera el destino de aquellos que rechazan al Señor: «Por tanto, no se levantarán los impíos en el juicio ni los pecadores en la congregación de los justos» (v. 5). Esta locución conjuntiva, «por tanto», une este versículo con el versículo anterior y quiere dar a entender que ya que el impío no tiene ningún valor interno y es inestable, éste no tendrá ninguna defensa durante su juicio.

Cuando el versículo utiliza el término, «levantarse», el significado hebreo da la idea de ponerse de pie. El compositor quiere dar a entender que el impío no puede presentar ninguna defensa ante el juicio de Dios. El versículo termina utilizando una declaración paralela: «ni los pecadores en la congregación de los justos».

Una persona que nunca ha venido por fe al Señor ni ha confiado en Él para obtener vida eterna y la justificación ante los ojos de Dios, no tiene parte en la asamblea de los creyentes. Una vez más, permítame recordarle otro contraste. En lo que respecta al destino, existe una gran diferencia entre una persona justa y el impío. No obstante, muchos incrédulos viven vidas buenas y saludables, es más, algunos hacen cosas muy especiales. ¿Cómo entonces puede alguien decir que ellos no estarán en la congregación de los justos? El versículo 6 responde la pregunta: «Porque el Señor conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos perecerá».

Es el Señor el que se encarga del juicio. Solo Él conoce el corazón. Solamente Dios y no el hombre. Solo Dios es capaz de ser justo y recto. Pero entonces, ¿no conoce Dios también el camino del impío? ¡Claro que sí! Pero el versículo 6 nos explica por que el impío no podrá levantarse ante el juicio ni tampoco estará en la congregación de los justos. ¿Por qué no? Porque el Señor tiene un interés muy especial en el justo. Porque el Señor está unido al justo por amor. Él no permitirá que el justo y el injusto se mezclen. Ese no es su plan.

El versículo concluye con un recordatorio severo de la forma en que el impío perecerá. Un clímax impresionante en este salmo. Y una vez más otro contraste claro. En lugar de prosperar, el impío perecerá de la misma forma en que aquel edificio de ladrillos de la municipalidad que le mencioné al principio, terminó siendo clausurado.

Afirmando el alma: Dios no demanda la perfección de los creyentes; todos nosotros fallamos de vez en cuando. Afortunadamente, la gracia abunda. Una indicación de que nuestra fe es genuina es nuestro deseo sincero de obedecerle a Él. Si usted no se «deleita» en complacer a Dios mediante la obediencia a su Palabra, quizás es un buen momento para que analice su alma. Hágalo ahora.

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

Otra fuente de información

Lunes 26 Noviembre

El Señor… vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.

Salmo 98:9

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.

Isaías 45:22

Otra fuente de información

Continuamente los medios de comunicación informan sobre crisis económicas, financieras o ecológicas. También evocan la perspectiva de terribles catástrofes naturales, epidemias, hambrunas, terremotos… Pero detrás de todos estos trastornos que sacuden a la humanidad, hay uno del que poco se habla y que percibimos con mayor dificultad.

Se trata de la crisis moral originada por el hecho de que los hombres no quieren escuchar a Dios. Ciertamente tiene implicaciones diferentes a la caída de la Bolsa; este rechazo conduce a la condenación eterna a quienes no escuchan a Dios revelado en Jesucristo.

El cristiano halla esta revelación en la Biblia. Ella afirma que un día, como desenlace de todas las crisis humanas, habrá un tribunal solemne y único: Dios juzgará a los hombres mediante Jesucristo (Romanos 2:16). Hoy Dios ofrece su gracia a todos. Antes de que los terribles juicios tengan lugar, Dios llama a cada uno a reconciliarse con él. Es el Dios de justicia, pero también es el Dios de amor (1 Juan 4:16), quien “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4).

La Biblia fue escrita y conservada durante siglos; hoy la encontramos casi en cualquier parte del mundo. ¡Es un mensaje seguro, dirigido a todos los hombres! Nos explica con sencillez cómo escapar del juicio, cómo estar en paz con Dios para siempre.

Josué 14 – Hebreos 13 – Salmo 133 – Proverbios 28:17-18

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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