Por supuesto que un profesional puede ser cristiano –cualquier profesional- y tendrá una ética diferente. Pero es difícil pensar que un abogado haga abogacía cristiana, diferente de los demás abogados; o que un carpintero haga carpintería cristiana, diferente a los demás carpinteros.
De hecho, aquí hay una cita de la Asociación Cristiana de los Estudios Psicológicos:
“A menudo se nos pregunta si somos psicólogos cristianos. Y encontramos difícil dar una respuesta puesto que sabemos lo que la pregunta implica. Somos cristianos que somos psicólogos. Y es difícil suponer que trabajamos de una manera fundamentalmente distinta a nuestros colegas no cristianos”.
¿Nos damos cuenta de lo que están diciendo?
Aquellos psicólogos que son cristianos son psicólogos y son cristianos; pero practican la misma psicología que vemos en el mundo, una de las trescientas y pico escuelas que tenemos allí fuera.
Por tanto, no existe tal cosa como la psicología cristiana.
Hay psicólogos que son cristianos que practican algunas de esas escuelas pero la psicología no se convierte en cristiana espolvoreando unos versículos bíblicos por encima.
Eso es como decir, “Mi familia es cristiana porque puse un pececito en el coche”.
Está muy bien que pongas el pececito en el coche. Pero eso no os convierte en cristianos.
Del mismo modo, si un psicólogo da una conferencia sobre el autoestima y luego un psicólogo cristiano da la misma conferencia sobre el autoestima pero usa un versículo bíblico al final, eso no la convierte en psicología cristiana.
Dice J. Vernon McGee, el maestro bíblico:
“La llamada psicología cristiana no es sino psicología secular vestida de tópicos píos y de retórica religiosa”.
Es la misma psicología del mundo usada con términos cristianos para ser consumida por evangélicos, sin más ni menos.
Viernes 30 Junio Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido. Salmo 25:16 Dios hace habitar en familia a los desamparados. Salmo 68:6 ¡Juntos pero solos! «Alone Together». Este es el título de un libro de Sherry Turkle, experta en el impacto de la tecnología digital en las relaciones humanas. El título de este libro es sorprendente. A primera vista, los ordenadores, las tabletas y los teléfonos inteligentes facilitan los contactos y las reuniones. Favorecen muchas relaciones, pero a menudo sin ninguna implicación real… Los usuarios simplemente van de contacto en contacto, en detrimento de diálogos más profundos, de intercambios auténticos y cálidos.
¡Estamos solos a pesar de estar juntos! Cada vez hay más tecnología, pero menos relación humana. La tecnología digital, por muy poderosa que sea, no puede brindarnos una cercanía permanente. La soledad no es un problema técnico; tiene que ver ante todo con el corazón. Desde que nuestros primeros padres desobedecieron a Dios en el huerto del Edén, nuestros corazones se endurecieron. Esta dureza nos hace insensibles a la bondad de nuestro Dios Creador, y a menudo nos hace egoístas, indiferentes a las penas y alegrías de los demás. ¡Nos aleja de los demás!
La buena noticia, el Evangelio, es que Jesucristo vino del cielo para derribar estos muros de separación, muros entre el hombre y Dios, muros entre los hombres, entre los pueblos. Si creemos en él, Jesús nos da una vida nueva. Entonces podemos reconocer lo lejos que estábamos de Dios y de nuestros semejantes, y entrar en una verdadera relación con Dios, la de un hijo con su Padre. Y “juntos”, con nuestros hermanos y hermanas en la fe, experimentamos la paz y las alegrías de la familia de Dios.
Daniel 3 – 1 Juan 2:1-17 – Salmo 78:9-20 – Proverbios 18:11-12
Jueves 29 Junio Y este otro morirá en amargura de ánimo, y sin haber comido jamás con gusto. Job 21:25 Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Job 22:21 Receta para la felicidad En un debate sobre la película «Las recetas para la felicidad», un participante dio su punto de vista personal: «No creo que haya una receta en particular, la felicidad está hecha de bienestar, de pequeños detalles; creo que es más fácil hablar de desdicha que de felicidad». Esta afirmación muestra cierta incomodidad en su autor. Con ella puede entenderse que él nunca ha experimentado nada mejor que pequeñas satisfacciones sin futuro. Sin embargo, la palabra «felicidad» evoca algo más que placeres efímeros que no llenan el corazón de forma permanente.
La Biblia nos dice que el “Dios bendito” (1 Timoteo 1:11) quiere comunicar su felicidad a todos los que sienten el vacío y la futilidad de la vida en la tierra. La felicidad del paraíso original se perdió por la desobediencia de nuestros primeros padres, pero Dios nos destina al paraíso celestial y eterno. Jesús se lo prometió al malhechor arrepentido que fue crucificado junto a él, y lo promete a toda persona que le confiese sus pecados y acepte su perdón.
La felicidad del cristiano reside en el hecho de que sabe que Dios ha sido bondadoso con él y le ama como a su propio hijo.
No se conforme con las «pequeñas alegrías» halladas aquí y allá, sino confíe en Aquel que prometió: “Mis siervos cantarán por júbilo del corazón” (Isaías 65:14).
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño” (Salmo 32:1-2).
Daniel 2:24-49 – 1 Juan 1 – Salmo 78:1-8 – Proverbios 18:9-10
Miércoles 28 Junio Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. Salmo 30:5 Sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Romanos 14:8 Cartas escritas en la cárcel Mensajes de cristianos perseguidos Ahora mismo hay fiestas por todas partes. A nuestro alrededor se celebra la Revolución, y tú, hijo mío, celebras hoy tu cumpleaños número 17.
En mi celda estoy viviendo mis 43 años de vida cristiana, y hoy celebro el comienzo del octavo año de prueba por mi fe en Jesucristo nuestro Señor.
Es una celebración y una alegría en mi corazón. Doy gracias a mi amado Dios, que me ha considerado digno de estar aquí en la cárcel todos estos años, a causa de mi amor y mi fe en el Señor Jesucristo. Agradezco a mis hermanos y hermanas cristianos que me han apoyado con sus oraciones y su amor, para que la victoria sea del Señor.
Este triunfo es tuyo, Jesús resucitado, Hijo de Dios, nuestro Creador y Redentor.
–Mi querido hijo, ¿alguna vez has llorado toda la noche? Pero cuando llega la mañana, la alegría abunda. Pronto veremos el fruto de las dificultades de nuestra vida y recibiremos la recompensa del Señor.
Esta es nuestra esperanza, la feliz esperanza del regreso de Jesús. Él nos llevará con él al cielo.
Una vez me preguntaron: «¿Qué harás en los días de prueba y estrés?». Esta es mi respuesta: Acepto las dificultades con gozo, porque “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).
Mehdi Dibaj (Irán), 9 años de cárcel, luego murió por su fe Daniel 2:1-23 – 2 Timoteo 4 – Salmo 77:10-20 – Proverbios 18:8
Chuy Olivares es el pastor principal de la Iglesia Casa de Oración México y también un maestro de la Palabra de Dios, es un predicador celoso y de sana enseñanza, que tiene un estilo muy partícular y a veces confrontacional para entregar el mensaje de la Palabra, pero con la Verdad, amor y sabiduría que da el Espíritu Santo. Está casado, tiene dos hijos y es conocido por ser el propulsor junto a Jorge Lozano y Marcos Witt del movimiento de Alabanza y Adoración iniciado en los años 80 en México, de hecho el era el pastor que entregaba el mensaje en los conciertos que los músicos de ese tiempo daban.
Como el mismo comenta ese movimiento se empezó a desviar y empezaron a caer en el lazo del diablo, debido a la fama, el dinero y el poder, fue entonces que Dios lo guió a que se apartara de la «farándula cristiana» y comenzara su ministerio.
Actualmente la Iglesia que dirige da cobertura a varias Casa de Oración en el mundo, caracterizado por la sana enseñanza y apegada a las Santas Escrituras.
Por cualquier estándar la psicología ha tenido un gran impacto sobre la comunidad cristiana durante los pasados treinta años. Ya sea que el impacto haya sido positivo, negativo o neutral es a menudo el tema de un debate candente.
Los integracionistas creen que puesto que toda la verdad es la verdad de Dios la integración de la verdad bíblica con la “verdad” psicológica no es un gran problema. Siempre y cuando la “verdad” Psicológica no contradiga la Biblia puede ser de confianza. Los Narramores así como Minrith Y Meier serían buenos representantes de este campo. Vea el libro de Bruce Narramore: The Integration of Psychology and Theology [La integración de la Psicología y la Teología].
Los no integracionistas, por el otro lado, creen que es imposible integrar la Palabra de Dios con las perspectivas humanas de la sociología. Insisten en que la Biblia y la psicología no tiene una base en común. En este campo estarían Jay Adams, los Bobgans, y Jim Owen. Un excelente libro defendiendo esta posición es el libro de Owen Christian Psichology’s War on God’s Word [La Guerra Psicológica Cristiana sobre la Palabra de Dios].
Una tercera perspectiva separa la verdad bíblica de la verdad psicológica y no hace ningún intento de reconciliar a las dos. La idea detrás de esta posición es que las Escrituras tratan con los temas espirituales y teológicos, mientras que la psicología maneja los problemas mentales y psicológicos que están fuera del alcance de la Biblia. Si uno tiene un problema espiritual debe ir a la Biblia; si alguien tiene un problema como la ansiedad, la culpa, la aceptación de sí mismo, inseguridad, etc. Debe ir a la psicología.
Entonces existen aquellos que afirmarían ser consejeros bíblicos quienes simplemente toman prestado lo mejor que la psicología puede ofrecer sin integrarla realmente con la Palabra. Larry Crabb toma este enfoque el cual llama: “Amargar a los egipcios” (Effective Biblical Counseling, p. 47-56). Lo siguiente es lo que Crabb ha tomado prestado de los egipcios (psicólogos seculares) que el siente es necesario para su sistema. Como puede verse fácilmente, Crabb es un integracionista ya sea que acepte el título o no:
El hombre es responsable (Glasser) de creer la verdad la cual resultará en una conducta responsable (Ellis) que le proveerá significado, esperanza (Frankl) y amor (Fromm) y servirá como una guía (Adler) para vivir eficazmente con otros como – el yo y los demás- un persona aceptada (Harris) que se comprende a sí mismo (Freud) que se expresa adecuadamente (Perls), y quien conoce como controlarse a sí mismo (Skinner) (Ibid., p. 56).
Al escribir este artículo, nos damos cuenta que la Psicología Cristiana se ha convertido en una especie de “vaca sagrada”; como Jim Owen dice en Christian Psychology’s War on God’s Word: “La presuposiciones y los métodos de consejería de la psicología se han convertido tan integradas al pensamiento evangélico en cada nivel que atreverse a criticar es invitar a la ira y a la censura. Las verdades “descubiertas” practicadas por la sociología ‘cristiana’ se están acercando rápidamente al estatus reservado a la Escritura.” Sin embargo, es importante que analicemos este movimiento a la luz de la Palabra.
¿QUE ES LA PSICOLOGIA?
La palabra misma significa el estudio del alma. Minirth y Meier dan una amplia definición en su Introduction to Psychology and Counseling: “Psicología es el estudio científico de la conducta del organismo. Los psicólogos básicamente tratan de encontrar lo que mueve a la gente y cómo funciona su mente. La psicología se puede pensar como el estudio de cómo las criaturas vivientes son capaces de interactuar con su entorno y el uno con el otro, y como hacen frente con y sin éxito con ese entorno” (p.15). En otras palabras, la psicología es el estudio de cómo viven las personas, por que hacen lo que hacen y que se puede hacer para ayudarlas como vivir mejor. Estos temas, por cierto, se tratan mas directamente por las Escrituras, pero los psicólogos cristianos minimizan esta verdad. Por ejemplo M&M dice: “uno podría difícilmente esperar encontrar material relacionado con el campo de la psicología dentro de las Escrituras, excepto en donde ilustra directamente o discute un aspecto particular del comportamiento humano” (Ibid., p. 16). Entonces, mientras que la Biblia afirma ser suficiente para equiparnos para toda buena obra (2 Tim. 3:15, 16) y para proveer, a través del conocimiento de Cristo, todo lo que necesitamos para la vida y la piedad (2 Ped. 1:3, 4), los sociólogos cristianos nos dicen que la psicología y las Escrituras ni siquiera hacen frente a los mismos temas. Que triste sería si fuese cierto, sobre todo puesto que la psicología tiene apenas 100 años de antigüedad ¿Estaban los creyentes antes de la era de la Psicología, sin recursos para hacer frente a la vida y sus problemas? ¿Hemos de creer que Dios olvidó incluir instrucciones sobre el manejo de las dificultades de la vida a través de los autores inspirados de la Escritura, y en lugar de esto esperó revelar recientemente esas instrucciones a hombres inconversos tales como Freud, Jung, y Rogers? Encontramos que esto es difícil de creer y esta en directa contradicción con la afirmación de la Biblia sobre su suficiencia.
Es muy importante entender que cuando hablamos de la psicología no estamos hablando acerca de un cuerpo coherente de creencias, sino de un amplio rango de opiniones y teorías. Se estima que existen hoy más de 250 grandes filosofías psicológicas y miles de sistemas dentro de estas. Claro las muchas teorías están a menudo en conflicto. Así, cuando hablamos de psicología tenemos que aclarar de cual sistema estamos hablando. Aunque existen muchos sistemas psicológicos, los tres más grandes son el psicoanálisis, el conductismo, y el humanismo. La siguiente gráfica demostrará sus distintivos en contraste con las Escrituras.
PANORAMA DE LOS METODOS DE PSICOLOGIA
PSICOANALITICO
CONDUCTISTA
HUMANISTICO
CONSEJERIABIBLICA
Otros nombres
Psicología ProfundaDeterminismo Psíquico
Tercera Fuerza
Consejería Noutética
Líderes
Freud / Jung / Minrith Y Meier
Skinner / Watson / Dobson
Rogers / Allport / Maslow / Adler / Ellis / Crabb
Adams / Bobgan
Hombre (Antropología)
Instinto animalIdentidad – Instintos básicosSuperego – aprendidoConcienciaOrientado a la realidad del egoToma decisiones
Animal condicionadoEvolucionado, dependiente y determinado por el entorno.Determinismo por Experiencia
Básicamente buenoPotencial internoMaduro como una flor
Creado por Dios / imagen de DiosPecado Original / CaídaSer lo que Dios quiere que sea
Problema
Conflicto entre la identidad y el superegoSocialización pobreNegación
Acondicionamiento ambiental
El entorno social obstaculiza la realización del potencial
Pecador caído por elecciónHa pecado en contra de Dios
Responsabilidad
No es del hombre sino de otroVíctima, no un violador
No del hombre sino del entorno
No del hombre – pero responsable solo para sí mismo
Del hombre – pero con dependencia en Dios
Culpa
Falsa
Innecesaria eliminada por reacondicionamiento
Innecesaria
Real – debido a la elección voluntaria de desobedecer los estándares de Dios
Tratamiento (General)
Identidad libre / a lado con la identidadIgnorar el superego / Encontrar le origenResocialización por un expertoControl / (“apoyo” y drogas) sin cura.
Reestructurar el entornoReacondicionamiento por un expertoCondicionamiento operante
Ayudarle a realizar su potencialReflejar – enfocar en los sentimientos, no en los hechosRecursos propiosEncontrar respuestas dentro de uno mismo con una aceptación incondicional del terapeuta y consideración positiva
Justificación por la feSantificación / cambio bíblico mediante el Espíritu y la PalabraEnseñar la Palabra y la doctrina correcta
Tratamiento de Culpa
Dirigir la culpa aEtiquetarla como falsa
Estándar de cambio
Solución internaAmarse a sí mismoAutorrealizarse
Enfocarse en los hechos (culpa real)Tratar con el pecado (responsabilidad personal)
Consejero
Experto
Técnico / Clínico
Espejo (centrado en los sentimientos)
Biblista
Técnicas
Juego de papelesHipnosis de vidas pasadas
Recompensa / castigoControles de aversión para la modificación de la conductaTerapia de la realidad Glasser
Centrado en el cliente, terapia no directivaGrupos TGestaltEntrenamiento de sensibilidad
Entrenamiento en la piedad a través de escuchar la PalabraTransformación mediante la renovación de la menteOraciónEnseñanza
Elemento de Verdad
“las personas ejercen una 8influencia significativa sobre las demás”
“el entorno es una gran influencia sobre el hombre”.Existe una necesidad de una estructura de recompensa/castigo disciplinada
“el hombre tiene recursos que puede aprovechar” (peor no aparte de la voluntad de Dios discernida mediante la morada de Su Espíritu Santo”
Como puede verse en la ilustración de arriba, el enfoque para nuestros problemas difiere ampliamente dependiendo sobre cual modelo siga usted. La psicología, el cual sigue el modelo médico, enseña que los problemas “mentales” son realmente una enfermedad. Llegan a una persona al igual que llegan a una gripe, y por lo tanto no son culpa de la persona. Puesto que las personas no pueden ayudarse a si mismas no necesitan tomar responsabilidad por sus actos, y pueden buscar alguien o algo que culpar. Por ejemplo, un hombre con un mal temperamento puede culpar su ira a su padre abusivo. Profundamente arraigado en su “subconsciente” esta un resentimiento y amargura hacia su padre (el cual el pede no reconocer), que esta siendo “actuado” en su sus propias rabietas tentadoras. Desafortunadamente, el hombre no sabe esto. Así, él intenta contener su ira a través de la oración y lectura bíblica, pero esto no sirve de nada. Lo que el necesita es un experto psicólogo para descubrir las fuerzas de raíz detrás de su conducta. Cuando el descubre que es un hombre airado debido a su padre, el puede culpar sus problemas a su padre, y sentirse mejor acerca de sí mismo. Una vez que todo esto sucede (lo cual puede tomar años) el comenzará a comportarse mejor, o eso dice la teoría.
El enfoque bíblico, sin embargo, es que nuestro hombre es responsable de sus propios actos. Mientras que es verdad que el puede haber copiado un mal comportamiento de su padre, y mientras que es verdad que su pasado afectará su presente, no obstante, esta no es excusa para sus actos pecaminosos. No es necesario para este hombre el comprender todo lo que ha sucedido en su pasado, ni es útil ara él culpar a otro. El debe tomar responsabilidad o sus propios actos, confesar sus pecados y buscar cambiar de acuerdo a los principios bíblicos.
Puede ser útil en este punto mencionar algunos otras diferencias fundamentales entre la psicología y la Escritura:
DIFERENCIA DE ENFOQUE: La Escritura esta centrada en Dios, la psicología esta centrada en el hombre. La Biblia enseña que nuestro propósito en la vida es glorificar a Dios. Por tanto, todo lo demás esta subyugado a ese propósito. La psicología siendo centrada en el hombre, tiene como su máximo objetivo la felicidad del individuo.
DIFERENCIA EN LA PERSPECTIVA DE LA NATURALEZA HUMANA: Uno de los graves defectos de la psicología es su antropología. La psicología enseña que la naturaleza humana es básicamente buena, o al menos neutral. La única razón que las personas se comportan mal es debido a fuerzas externas (tales como la sociedad o los padres) que les causan daño. Siendo este el caso, cuando un psicólogo esta aconsejando a una persona se comporta de forma inapropiada, debe encontrar la fuente del dolor y eliminarlo. La Escritura enseña, sin embargo, que las personas se portan mal debido a que son pecadores con una naturaleza defectuosa y depravada.
DIFERENCIA EN LA PERSPECTIVA DE VALORES: La Biblia enseña absolutos. Existe lo malo y lo bueno en este mundo. La psicología enseña el relativismo. Yo puedo tener, mis propios puntos de vista y usted puede tener los suyos; pero por todos los medios, no debo imponer mis valores sobre los suyos. Las implicaciones para la consejería son obvias.
DIFERENCIA EN NUESTRA FUENTE PARA LAS RESPUESTAS: La Psicología enseña que el individuo tiene las respuestas dentro de sí mismos. El trabajo del consejero es ayudar al aconsejado a descubrir estas respuestas. La Biblia dice que las respuestas son encontradas dentro de la Escritura según las ha revelado Dios.
DIFERENCIA EN LA METODOLOGIA: La mayoría de las formas de la psicología enseñan que la clave para los problemas personales yace en algún momento en nuestro pasado. Como resultado, Dios puede ordenar que dejemos de estar enojados o ansiosos inmediatamente, sin buscar causas de raíz basadas en el pasado.
¿FUNCIONA LA PSICOLOGIA?
El verdadero problema nunca es si algo funciona, sino si es bíblico. Sin embargo, el “éxito” de la psicología debe ser al menos abordado. Si uno fuese a escuchar sin sentido crítico tanto por los medios de comunicación seculares y cristianos, estarían convencidos de la eficacia de la psicología. Pero todo es exaltado como el salvador del hombre moderno, sino los estudios que lo corroboran. Algunos años atrás Bernie Zilbergeld, un bien conocido psicólogo inconverso, escribió un libro exponiendo la ineficacia de su campo. El libro fue titulado The Shrinking of America: Myths of Psychological Change [La Disminución de América: Mitos del Cambio Psicológico] (un extracto puede también ser encontrado en Leadership [Liderazgo] Vol. 5 #1 pp. 87-91). Lo siguiente es una sinopsis de sus pensamientos:
Zibergeld afirma que existen ocho mitos de la psicología moderna. Después de enlistar cada mito resumiremos su crítica de ese mito. Tome en cuenta que la mayoría de los autores y lectores de Leadership apoyarían la “Psicología Cristiana”.
Existe solo una mejor terapia –De hecho el mismo resultado se puede esperar independientemente de que terapia se utilice.
La consejería es igualmente efectiva para todos los problemas –En general funciona mejor para las dificultades persistentes menos serias. Por ejemplo, no funciona bien para la depresión, las adicciones o la esquizofrenia.
El cambio de conducta es el resultado más común de la terapia –De hecho el cambio de conducta no es común, sin embargo el cliente a menudo se siente mejor simplemente porque el ha sido escuchado, comprendido, atendido y valorado. Por ejemplo, el cliente ha recibido en consejería lo que el estaba buscando para una buena relación con las personas.
Los grandes cambios son la regla –La evidencia es abrumadora de que los cambios fundamentales son raros. El cambio típico es mucho más modesto y muy lejos de las afirmaciones que se manejan. En pocas palabras, la cura en la terapia no es común.
Entre mas larga la terapia, mejores son los resultados –El hecho es que ninguna relación entre los resultados y la duración de la consejería ha sido demostrado. Sin embargo, es positivo para las finanzas de los consejeros.
Los cambios de la terapia son permanentes o al menos más duradero –Las tasas de reincidencia de más del cincuenta por ciento son comunes y en el caso de las adicciones más del noventa por ciento.
En el peor de los casos la consejería es inofensiva –Un estudio de encuentro de grupos halló que el dieciséis por ciento de los participantes, estaban en peores condiciones como resultado directo de estar en el grupo.
Un ciclo de terapia es la regla en la mayoría de los clientes –Uno de los efectos más consistentes e importantes de la consejería es el deseo de más consejería.
Zilbergeld luego señala su conclusión:
El mensaje transmitido en la terapia y en la cultura a la larga es que si usted experimenta casi toda forma de descontento, usted debe conseguir la asistencia de expertos… Esto es desafortunado, porque muchos clientes serán decepcionados, por dos razones. La primera: no existe absolutamente evidencia que los terapeutas profesionales tengan un conocimiento especial sobre como cambiar la conducta, o para que obtener mejores resultados – con cualquier tipo de cliente o problema – que aquellos con poco o sin entrenamiento formal. En otras palabras, la mayoría de la gente puede probablemente obtener la misma clase de ayuda de los amigos, familiares, u otros que la que pueden obtener de los terapeutas. La segunda: como hemos visto, la gente no es del todo fácil de cambiar. Simplemente no podemos alterar nuestras vidas en las formas que ahora pensamos que queremos (Ibid., p. 92)
Gary Collins, un conocido psicólogo cristiano que enseña un enfoque integracionista, sorprendentemente esta de acuerdo. El dice que durante los pasados treinta años, literalmente miles de estudios de investigación han examinado la efectividad de la psicología y han demostrado que lo que Zilbergeld informa es verdad (Ibid., p. 93).
Un artículo de Time Magazine titulado “The Assault on Freud” (Nov. 29, 193) [El Ataque sobre Freud] resalta: “Un torrente de nuevos libros atacando a Freud y a su idea genial del psicoanálisis por un amplio conjunto de errores, duplicidades, evidencia engañosa y disparates científicos” (p. 47). En el artículo un académico ocupándose de los más importantes principios del Freudianismo dijo que: “Todos son minados por el fracaso de Freud en probar una relación casual entre la represión y la patología. Eso por esto que el fundamento del psicoanálisis es muy tambaleante” (p. 49). El pensamiento final de este artículo es: “Lo que Freud dejó no fue (a pesar de sus argumentos contrarios), ni ha demostrado ser, una ciencia. El Psicoanálisis y todos sus vástagos puede finalmente resultar más fiable que la frenología o el mesmerismo o cualquiera de las otras innumerables seudo-ciencias una vez demostrada, ofrecen respuestas o consuelo falso” (p. 51). Esto es una declaración dañina de una revista secular liberal del nivel de Time para todos aquellos que afirman que la psicología es una ciencia.
LA INFLUENCIA DE LA PSICOLOGIA SOBRE EL CRISTIANISMO
A la luz de los comentarios de arriba podría parecer extraño que los cristianos tuviesen tal interés en la psicología, pero la tienen. Christianity Today dice: “Justo ahora los evangélicos están nadando en la psicología como un perro de aves en el lago; difícilmente recen darse cuenta cuanto han cambiado (en el cristianismo por lo últimos treinta años). Ciertamente no perciben el peligro. Pero existe un peligro…” (Christianity Today, 17 de Mayo de 1993; p.31). Tanto el cristianismo como la psicología tratan con el tema de cómo vivir, pero, pero vienen de diferentes ángulos, sacan diferentes conclusiones y básicamente no son compatibles.
Entonces ¿Por qué la psicología tiene tal influencia sobre el cristianismo en los últimos 30 años? Podemos sugerir varias razones. Primero, Satanás esta siempre ocupado intentando minimizar la autoridad de la Palabra de Dios. La primera tentación registrada en el Jardín del Edén fue dudar de la Palabra de Dios (Gen. 3:1) y este ha sido el enfoque de Satanás desde entonces. Hoy, prácticamente todo error encontrado en las filas cristianas pueden ser trazadas hasta alguna forma de rechazo de la Biblia como autoridad final de Dios. Puede ser el pragmatismo (el cual añade éxito a la Biblia); el misticismo (el cual añade experiencia); la tradición (la cual añade el pasado); el legalismo (el cual añade reglas humanas); o la filosofía tal como la psicología (la cual añade la sabiduría humana). El resultado final es siempre el mismo: la Palabra de Dios ocupa un lugar secundario a las invenciones del hombre.
En segundo lugar, existe hoy muy poco entendimiento o deseo de la verdad bíblica y de teología. La Biblia no esta siendo expuesta en muchos púlpitos el día de hoy. La radio cristiana satura las ondas de radio con programas de entrevistas y psicología popular. Las revistas cristianas dirigidas a los laicos, están llenas de testimonios pero carecen de alimento solido espiritual, y muy pocos creyentes estudian la Palabra por sí mismos. Como resultado, somos un pueblo muerto de hambre espiritual, que ya no son capaces de discernir la verdad del error. Así, cuando un error atractivo como la psicología levanta la cabeza, todos estamos demasiado dispuestos para aceptarlo como si fuera de Dios.
En tercer lugar, instituciones cristianas aparentemente buenas y respetadas, y líderes apoyan una mezcla de Escritura/psicología. Algunos de nuestros más finos seminarios, escuelas bíblicas, y organizaciones de misiones promueven la “Psicología cristiana”. Numerosas organizaciones paraeclesiásticas han surgido con el principal propósito de esparcir este error. ¿Es de extrañar que el creyente común este confundido?
Finalmente, la confusión sobre el concepto de: “Toda verdad es la verdad de Dios”. Esto se ha vuelto el grito de guerra de aquellos que desean integrar la psicología con la Escritura. La idea dice de esta manera: Dios es el autor de toda verdad, por tanto, cualquier verdad que se descubra podemos estar seguros de que proviene de Dios. Si la verdad matemática y científica pudiera ser descubierta aparte de la Palabra de Dios, por qué la verdad psicológica no podría ser encontrada y aceptada en la misma manera. En respuesta podemos hacer algunas observaciones: 1) Existe una diferencia entre hechos y verdad. Dos mas dos es igual a cuatro, ese es un hecho, pero no es una verdad en el sentido en la cual la Biblia utiliza la verdad. Note que Jesús afirmó ser la “verdad” (Juan 14:6). En otras palabras, debemos tener cuidado en definir nuestros términos correctamente. 2) Aparte de la comprobación de la Palabra de Dios las observaciones de la humanidad nunca pueden ser probadas como “verdad”. Por ejemplo, muchos “hechos” o “verdades” médicas y científicas demostrarán ser erróneas en el futuro. Colocar las observaciones de la humanidad, en cualquier campo, a la par de la verdad de Dios es un error. La verdad infalible es encontrada solamente en las Escrituras. 3) La Biblia no afirma ser un libro de texto sobre matemáticas o medicina o ciencia. Cuando habla sobre estos temas es precisa, pero estas cosas no son su enfoque. Las Escrituras declaran ser capaces de prepararnos para vivir la vida de una manera tal que agrade a Dios (2 Tim.3:16,17; 2 Ped. 1:3). Implicar que la Palabra de Dios es insuficiente para enseñarnos a vivir en este mundo es negar su poder y suficiencia.
Sin embargo, aun cuando la psicología ha hecho grandes avances en el cristianismo, esto no significa que haya unanimidad entre los psicólogos cristianos. De hecho, no existe tal cosa como una rama de la psicología conocida como “Psicología cristiana”. En vez de esto, lo que encontramos es una variedad de maneras en que varios tipos de psicología secular han sido integrados con el cristianismo. A continuación haremos un breve resumen de los sistemas aceptados por algunos de los prominentes individuos en el campo de la Psicología cristiana:
PANORAMA GENERAL DE LAS ENSEÑANZAS DE VARIOS PSICOLOGOS CRISTIANOS
Todos los hombres mencionados abajo creen en y promueven buenas causas y conceptos bíblicos. No dudamos que estos individuos sean creyentes, ni tampoco intentamos juzgar sus motivos. Por lo que sabemos, todos aman al Señor y desean servir a Su pueblo. Sin embargo, el Dios que nos advierte no juzgar los motivos (1 Cor. 4:3-5), nos llama a discernir lo que esta siendo enseñado en Su nombre (Tito 1:9). El propósito de esta sección es llamar la atención a algunas áreas en las que los “Psicólogos cristianos” se han apartado de las enseñanzas de la Escritura.
Bruce Narramore:
El es básicamente un Rogeriano (vea la gráfica) con algunos principios cristianos. En Integration of Psychology and Theology, Bruce Narramore dice: “Toda verdad es la verdad de Dios, donde sea que se encuentre” (p. 13). “No hay claramente una teoría o modelo o investigación cristiana (de la psicología)” (p.15). “La iglesia tiene la responsabilidad de responder a las afirmaciones de la psicología re-estudiando, clarificando, reafirmando, ampliando, o corrigiendo su comprensión” (p. 19). Todo este clarificar y corrección, por supuesto, será a la luz de la recientemente “verdad” psicológica descubierta fuera de la Biblia.
Con esta filosofía en mente no nos sorprende encontrar esta declaración de Bruce Narramore: “Bajo la influencia de los psicólogos humanistas como Carl Rogers y Abraham Maslow, muchos de nosotros los cristianos hemos comenzado a ver nuestra necesidad de amor propio y autoestima” (You’re Someone Special, p. 22).
Gary Collins:
En su libro Can You Trust Psychology? [¿Puedo Confiar en la Psicología?] Collins tiene estos pensamientos: La Psicología es un campo de conocimiento dado por Dios capacitándonos para ayudar mas adecuadamente a la gente que vive en una sociedad impregnada con cambio y complejidad desconocida en los días de Jesús y Pablo (p. 91). “Dios nos ha permitido descubrir técnicas e ideas psicológicas que El no ha querido revelar en la Biblia (pp. 96, 97). “La Palabra de Dios nunca afirma tener todas las respuestas a todos los problemas de la vida” (p. 97). Uno de los problemas por los que la Escritura no tiene respuesta es nuestro deseo humano básico para la auto-realización y una imagen propia positiva (pp. 144-146). (Por supuesto, La Escritura no nos da una respuesta para este problema porque no es una necesidad que Dios ha colocado en nuestros corazones. Más bien, es una de esas “verdades” psicológicas que Dios ha decidido aparentemente revelar fuera de Su Palabra, y esto a un hombre impío).
Puesto que Collins claramente apoya la posición integracionista a lo largo de su libro, nos sorprende encontrar esta declaración al final: “Es demasiado pronto responder de manera decisiva si la psicología y el cristianismo pueden ser integrados” (p. 130). Esta es una respuesta asombrosa para la propia pregunta de Collins “¿Puedo confiar en la psicología?” En esencia, el no lo sabe; sin embargo, la incertidumbre no lo aleja, ni ha otros psicólogos cristianos, del aumento del mercado cristiano con respuestas psicológicas a los problemas de la vida.
James Dobson:
Dobson enseña muchas ideas novedosas antibíblicas y anticientíficas tales como la teoría Freudiana de que nuestras vidas están básicamente fijadas a los seis años; el lado derecho del cerebro, el mito de lado izquierdo; la psicología popular del orden del nacimiento; la mente de la nueva era sobre la materia. Su enseñanza fundamental, sin embargo, tiene que ver con la autoestima. Sus ideas sobre este tema no se originan en la Escritura porque no se encuentran en la Escritura, sino más bien en las enseñanzas humanistas de Adler, Fromm, Maslow, y Rogers.
Las creencias de Dobson con respecto a nuestra necesidad de tener una buena imagen propia pueden ser encontradas en todos sus libros y prácticamente en cada programa radial de “Enfoque a la Familia”. Su famosa ilustración de Lee Harvey Oswald (Hide or Seek, p. 18ff.) explica sus puntos de vista. En Prophets of Psychoheresy II, los autores lo resumen de esta manera: “la descripción de Dobson de la vida de Oswald revela una punto de vista psicológico influenciado por ideologías subyacentes del subconsciente Freudiano, la inferioridad Adleriana, y la creencia humanista en la bondad intrínseca del hombre y la victimización universal del individuo por los padres y la sociedad. El culpable es la sociedad (principalmente los padres) y el diagnóstico es una baja autoestima con sentimientos de inferioridad e insuficiencia. De hecho, esos sentimientos se presentan como agobiantes e incontrolables y causar así rebelión. Por lo tanto, la solución universal a los problemas personales, la rebelión, la infelicidad y la hostilidad presentada en los libros de Dobson es elevar la autoestima” (pp. 24-25).
La siguiente cita de Lo Que las Esposas Desean que los Maridos Sepan Sobre las Mujeres, el libro establece el sistema de Dobson: “Si pudiera escribir una receta para la mujer del mundo, proporcionaría a cada una de ellas una dosis saludable de autoestima y valía propia (tome tres veces diarias hasta que los síntomas desparezcan). No tengo duda que de esto es su mas grande necesidad” (p. 35).
Larry Crabb:
En Understanding People, Crabb afirma: “Es mi punto de vista que los modelos de consejería deben demostrar mas que consistencia con la Escritura; deben de hecho emerger de ella” (p. 29). Pero, al mismo tiempo el cree en lo que él llama: “Amargar a los Egipcios” (vea p.1 de su folleto) por ejemplo tomando lo mejor de la psicología secular y combinándola con el cristianismo (algo que ni siquiera Collins esta seguro que se pueda hacer).
Pero como Martin Bobgan dice: “La responsabilidad de Glasser no tiene nada que ver con Dios o Su medida de lo malo y lo bueno; Ellis iguala la impiedad con la salud mental; la esperanza que Fanal da no es una esperanza segura porque está centrada en el hombre; el amor de Fromm está muy lejos del amor que Jesús enseña y da; la guía de Adler es del ego en vez de Dios; la aceptación de Harris no toma en cuenta la ley de Dios; Freud difícilmente se comprende así mismo y repudia a Dios; la expresión de Perl se enfoca en los sentimientos y en el yo; y los métodos de Skinner de autocontrol funcionan mejor con los animales que con los humanos ¿Por qué no dar crédito donde es debido? ¡Al Señor y a Su Palabra! ¿Por qué no echar una mirada a la Palabra de Dios acerca de la responsabilidad, la verdad, el significado, la esperanza, el amor, la guía para la vida efectiva, la comprensión de uno mismo, la expresión y el auto-control en lugar de rebuscar en las cisternas rotas de las opiniones de los hombres no redimidos?” (Prophets of Psychoheresy I, p.134).
Freud y Adler juegan un papel importante en la manera en que Crabb ve al hombre. Freud enseña que cada uno de nosotros esta controlado por un depósito de energía e impulsos que el llama subconsciente. Este es el tema básico de Inside Out, como Crabb nos enseña a entrar en las regiones oscuras del alma para encontrar luz (p. 32). Mientras que en la cueva oscura del alma, exploraremos la imperfección de relaciones clave hasta que experimentemos una profunda decepción (p. 107). Esta confusión y decepción autoinducida supuestamente conduce a una conciencia de nuestro pecado de autoprotección para el amor (p. 196).
Adler, por el otro lado, enseña que la conducta es dirigida al objetivo de vencer la inferioridad y de este modo ganar un sentido de valía tanto en las relaciones como en las tareas de la vida. Es de Adler que Crabb desarrolla su teoría de que nuestra conducta es motivada por las necesidades de valía (anhelos profundos) a través de la seguridad (relaciones) y significado (impacto) (vea Bobgan, p. 132).
Pero como consejero bíblico Wendell Millar dice: “La luz no es encontrada en las regiones oscuras de nuestras almas sino en Jesús (Juan 14:6) y en Su Palabra (Salmo 119:130). El crecimiento cristiano no se logra por conciencia propia sino en lugar de esto, es una obra de Dios (Fil. 1:6; 2:13) en el que el creyente obediente hace “Su buena voluntad”.
Minirth & Meier
En los escritos y ministerios de difusión de estos hombres, así como los psicólogos cristianos mencionados arriba, mucho de sus enseñanzas no surgen de la Escritura sino que pueden ser trazados hacia los psicólogos seculares. Si usted desea ser un Freudiano con una fachada bíblica, Minirth y Meier sería una buena opción.
Note los siguientes puntos de vista, no encontrados en la Escritura sino en Freud, que son enseñados por estos hombres:
Depresión es la ira dirigida hacia el interior. La existencia de la mente subconsciente (en Happiness is a Choice [La Felicidad es una Elección] ellos igualan el “corazón” en Jeremías 17:9 con el “subconsciente”, ningún léxico estaría de acuerdo). En Introduction to Psychology and Counseling (p. 298) dicen: “Uno puede ver en los escritos de Pablo a los cristianos primitivos algunas de las ideas desarrolladas mas tarde por Sigmund Freud (identidad, superego, ego)” Al menos parcialmente creen en el Complejo de Odeipus (vea Happiness, pp, 80-97). Creen en el análisis del sueño (en Happiness, pp. 114, 115 dicen: “En nuestros sueños todos nuestro conflictos actuales subconscientes están simbolizados. Cada sueño tiene un significado simbólico. Los sueños son normalmente deseos subconscientes en una forma simbólica”). Creen en un mecanismo de defensa subconsciente. Enseñan que 85% de los patrones de conducta adulta son establecidos por su sexto cumpleaños. A menudo recomiendan una terapia de intuición (en Psychotherapy Handbook dicen: “la historia de la psicoterapia de intuición puede ser trazada hasta Freud”). Además de la fuente de su información, Minirth y Meier a menudo hacen declaraciones que pretenden ser un hecho y que ni siquiera tienen una base de investigación. Por ejemplo, en Happiness dicen: “El rencor agota ciertas sustancias químicas del cerebro y por tanto resulta en depresión. El perdón restaura esos químicos”. La primera declaración no está demostrada y la segunda es algo insólito en la investigación. Otra es que la homosexualidad es el resultado de un padre ausente, mientras que el lesbianismo es resultado normalmente de una madre ausente y hostil y, por necesidad Freudiana, antes de los seis años de edad (vea Bobgan, p. 303).
LA ALTERNATIVA BIBLICA
Debería ser obvio a estas alturas que creemos que la psicología secular y el cristianismo bíblico son totalmente incompatibles. Al mismo tiempo queremos dejar en claro que no estamos en contra de la consejería que está alineada con las Escrituras. La Biblia está llena de instrucción con respecto a la consejería, asesoramiento, amonestación, advertencia, reprensión, etc. (vea Rom. 15:14; Sal. 1; el libro de Proverbios por ejemplo). Sin embargo, encontramos que la consejería no debe dejarse a los profesionales sino que es simplemente parte de la vida del cuerpo de Cristo. No dudamos que algunos tienen grandes dones, experiencia, y conocimiento en esta área que otros, pero un gran consejo puede darse por cualquier creyente que conozca su Biblia. Puede ser de ayuda señalar algunas de las características de la verdadera consejería bíblica:
v La consejería bíblica enseña que la verdad emerge de la Biblia. Los integracionistas afirman que no contradicen la Biblia, pero no creemos que eso sea suficiente. En vez de esto, toda verdad respecto a la “vida y la piedad” debe surgir de la Palabra.
v La consejería bíblica enseña que nuestro estándar de pensamiento y conducta es encontrado en las Escrituras.
v La consejería bíblica utiliza principios encontrados en la Palabra de Dios junto con el poder del Espíritu Santo para lograr un cambio en el pensamiento y en la conducta.
v La consejería bíblica enseña que el propósito principal de las personas es glorificar a Dios con sus vidas. El objetivo de la consejería bíblica no es principalmente para eliminar el juicio, sino ser del agrado de Dios, es decir, ayudarnos a ser conformados a la imagen de Cristo (Romanos 8:28, 29).
v La consejería bíblica tiene el mismo objetivo como predicación y enseñanza bíblica: glorificar a Dios, evangelizar a los perdidos, y discipular a los creyentes.
COMO CAMBIAR Y CRECER
La necesidad de cambio y crecimiento: Las características de la inmadurez espiritual son encontradas en pasajes como Gal. 5:19-21, Col. 3:5, 8, 9 y 2 Tim. 3:2-7. Dios nos dice en estos pasajes y en otros que debemos espera que la gente no viva en el camino de Dios, siendo inestables y fácilmente engañadas, personas culpables, egoístas, y divisivas quienes aman las cosas malas, los chismes, con falta de autocontrol, enojados con la vida, mentirosos, engañadores, etc. Sin embargo, vivir de esta manera resultará en una serie de lo que muchos llaman hoy problemas emocionales y psicológicos. Si las personas están esclavizadas a tales pecados porque nos sorprendería que se sintieran no amados, paranoicos, ansiosos, encendidos, alterados, deprimidos, nerviosos y así sucesivamente.
Los problemas que la gente enfrenta hoy son reales, y el mundo psicológico a menudo reconoce este hecho. Sin embargo, basado en una antropología defectuosa, los psicólogos nunca descubrirán el verdadero origen de los problemas de las personas. Por lo tanto, no pueden ofrecer una ayuda genuina y duradera. Si usted recuerda, la psicología enseña que el hombre es básicamente bueno o al menos neutral. Además, enseña que las personas tienen la respuesta, a sus problemas dentro de sí mismo y es el trabajo de los psicólogos ayudarlos a descubrir estas respuestas. También, la mayoría de los psicólogos que existe solamente un valor real, y esto es que no existe ningún valor. Por tanto, los psicólogos no presionan a sus pacientes con valores o verdades objetivas. Es fácil discernir entonces, que la piedra fundamental de toda psicología moderna contradice las Escrituras, las cuales enseñan que:
La humanidad esta perdida, moralmente depravada, básicamente pecadores malvados que no desean la verdadera vida o la justicia (Efesios 2).}
Nuestros corazones (intelecto, emociones, voluntad) están distorsionados y corruptos. Las únicas respuestas dentro de nosotros son aquellas que engañan y nos decepcionan (Jeremías 17:9).
Dios nos ha dado, valores eternos y objetivos en la Escritura que deben regir y gobernar nuestras vidas. Rechazar estos valores solo traerá consecuencias eternas, pero en los tipos de problemas para los que las personas buscan terapia.
Si hemos de manejar los problemas que enfrentamos en una manera que agrade a Dios, debemos crecer espiritualmente (2 pedro 1:5-8; Santiago 1:2-5) a través de la obediencia a la Palabra de Dios, (Colosenses 3:16; hechos 20:32; 2 Timoteo 3:16, 17) al permitir al Espíritu Santo tener Su control sobre nuestras vidas (Gálatas 5:16, 22-25). (También vea Hebreos 5:12-14).
PUNTOS DE VISTA DEFECTUOSOS DE LA SANTIFICACION
La confusión provocada por la sociología secular a un lado, otro problema importante para el cristiano es una doctrina errónea del crecimiento. El ejemplo clásico del Perfeccionismo Wesleyano, iniciado por Juan Wesley y enseñado por muchas ramas del cristianismo.
Wesley enseñó que la naturaleza pecadora debe ser erradicada en una experiencia de crisis con el resultado que podemos alcanzar la perfección sin pecado en esta vida. En ese momento a través de un acto de rendición total de la fe, dejamos nuestras luchas con el pecado, con el vivir para Dios, etc. En los 1800 Charles Finney y el Movimiento Keswick de “Déjalo y Deja que Dios”, así como los predicadores metodistas, popularizaron esta perspectiva del crecimiento cristiano. Sin embargo, el Nuevo testamento no enseña ninguna forma de madurez instantánea. Debemos estar seguros que el apóstol Pablo estaría muy sorprendido al descubrir que toda la santificación (o cualquier cosa que se le parezca) es posible en esta vida a la luz de su testimonio en 1 Corintios 9:24-27.
Desafortunadamente, muchos que rechazarían esta doctrina Wesleyana han sido grandemente influenciados por ella. Los cristianos por todos lados están buscando una experiencia que les haga la vida cristiana fácil o que los lleve a la perfección. En los círculos fundamentalistas y evangélicos llamamos a esto “re-dedicación” o “compromiso total”, con la implicación que de una vez por todas volvamos nuestras vidas hacia Dios y nunca vacilemos de nuevo. Sin embargo, Jesús nos dice que existe una elección constante (Lucas 9:23), y Pablo dice que siempre estaremos en una lucha (Efesios 6:10-18). Muchos de nosotros no queremos hacer el trabajo difícil necesario para crecer; que se nos daría un poder sobrenatural en la forma de una dotación instantánea que nos cambiaría inmediatamente. Nos encontramos haciendo la misma cosa que cuando se trata de la toma de decisiones. Cuan más fácil sería hacer “sentimos que el Espíritu” quiere que hagamos, mas que la ardua tarea del estudio bíblico y la aplicación de los principios bíblicos.
Si tratamos con los problemas y las oportunidades de la vida a la manera de Dios, debemos cambiar y crecer. Con el propósito de cambiar y crecer, debemos comprender que a Biblia no enseña la madurez instantánea. No enseña que existe una “segunda bendición” donde nos hacemos santos o espirituales. Entonces ¿Qué dice la Biblia acerca del cambio y el crecimiento?
El Nuevo Testamento enseña que existen cinco partes para la santificación bíblica:
Primero, la actividad de la Trinidad. El Padre (Juan 15:1-2), El Hijo (Juan 15:4,5); El Espíritu (2 Corintios 3:18). Los sistemas que ignoran a Dios pueden producir un cambio externo, pero no la madurez espiritual.
Segundo, la actividad del hombre. No existen mandamientos en la Escritura dirigidos al Espíritu Santo en lo que respecta a nuestro crecimiento espiritual, pero note que esta muestra de mandamientos dados al creyente: 2 Cor. 7:1; Efes. 4:1; 4:22-24; 1 Tim. 6:1; 2 Tim. 2:22; 1 Cor. 9:24-27.
Tercero, la Palabra de Dios. El cambio en nuestra conducta y sentimiento debe comenzar en nuestro pensamiento. Por lo tanto, es imperativo que nuestras mentes sean renovadas (Rom. 12:1,2; Efes. 4:23). Esta renovación puede solamente tener lugar a través de la Palabra de Dios (Heb. 5:11-14). Una verdadera renovación de nuestro pensamiento conducirá a una conducta y sentimientos transformados (Fil. 4:8,9; Efes. 4:22-24). Cualesquier sistema que deje a un lado la Palabra de Dios nos dejará a merced de nuestros propios corazones (Jer. 17:9) los cuales nos llevará por mal camino (Prov. 14:12).
Cuarto, el tiempo – es un proceso gradual. Muchos anhelan un cambio instantáneo, pero el crecimiento requiere tiempo (Heb, 5:11-14).
Quinto, esfuerzo es requerido por el creyente. Esto equilibra la actividad de Dios en nuestra representación. Que Dios esta activamente involucrado es verdad, pero que el creyente debe estar activamente involucrado es también verdad. Este equilibrio esta perfectamente enseñado en Filipenses 2:12,13. Otros pasajes incluyen a: 1 Corintios 9:24-27 –“corro” “peleo” y “pongo”; Efesios 6:10-13 –“fortaleceos”, “vestíos”, “lucha”, “tomad”, “estar firmes”, y 2 Tim. 4:6,7 –“peleado”, “acabado”, “guardado”. (Adaptado de The Doctrine of Spiritual Growth por William W. Goode.).
Un buen estudio sería los primeros once versículos de 2 Pedro. En los versículos 1-4, encontramos la actividad de la Trinidad concediéndonos la apropiación de los dones de Dios al creyente (versículos 5-7). Esto es posible solo a través del conocimiento de Cristo como es encontrado en la Palabra enfatizado en el versículo tres. Sin embargo, el crecimiento toma tiempo, y Pedro enseña esta verdad en el versículo ocho cuando habla de las cualidad cristianasen aumento. Aun, todo esto requiere esfuerzo, y se nos dice que seamos “diligentes” (versículos 5, 10) acerca de nuestro crecimiento a la madurez.
EL PROCESO DE CRECIMIENTO
El Nuevo Testamento enseña que aquí hay algunas cosas básicas que un creyente debe comprender con el propósito de crecer en la santidad. Debemos primero comprender que somos una nueva criatura en Cristo (Efesios 2:1-6; Romanos 6:11). Luego, debemos comprender la naturaleza de la tentación. La tentación viene del mundo, la carne y el diablo (Santiago 1:13-15; 1 Juan 2:15,16; 1 Pedro 5:8; 2 Corintios 11:13, 14). Un creyente puede, sin embargo, vencer la tentación mediante la fortaleza de Dios (Mateo 4:2-11; 1 Corintios 10:13), a través del uso correcto de la Palabra de Dios (Mateo 4:2-11; 2 Timoteo 3:16, 17). Debemos entonces comprender que el propósito de Dios para nuestras vidas es glorificarle y agradarle al conformarnos El a la imagen de Cristo (2 Corintios 5:9; 1 Corintios 10:31; Romanos 8:28, 29). Cuando comprendemos esto, nos permitirá establecer las prioridades correctas. Al final de todo, debemos comprender que Dios espera obediencia. Esta obediencia es hecha posible a través del poder del Espíritu Santo (Gálatas 5:16; Juan 15:7, 8; Filipenses 4:13), al presentar nuestros cuerpos a Dios para que Su voluntad sea hecha (Romanos 12:1, 2; Romanos 6:12, 13) y aprender el principio de “quitarse/ponerse, la renovación de su mente”, como es encontrado en Efesios 4:22-24.
Martes 27 Junio Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Efesios 6:17 El escudo de la fe y la espada del Espíritu “No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”, escribió el apóstol Pablo a los cristianos de Éfeso (Efesios 6:12). Luego continuó hablando de la armadura que el cristiano tiene a su disposición para librar esta batalla. Quiero hablar de dos piezas: el escudo de la fe y la espada del Espíritu.
El escudo de la fe es nuestra confianza en Dios. Cuando en nuestra mente surge un pensamiento de incredulidad o desánimo, recordemos el amor de Dios por nosotros, y su poder; así este pensamiento de incredulidad desaparecerá.
La espada del Espíritu es la Palabra de Dios. Ella es perfectamente eficaz para destruir las artimañas y la maldad de nuestro enemigo el diablo, el mentiroso. Podríamos comparar sus mentiras a globos inflados que tendríamos justo delante de nuestra cara. Son tan grandes que parece que ocupan todo nuestro campo de visión, ¡pero solo se necesita una aguja para reventarlos! Cada promesa de Dios es una aguja perfecta que podemos utilizar para «desinflar» totalmente los ataques del enemigo de nuestras almas.
Seamos firmes en nuestras batallas y, por la gracia de Dios y con su ayuda constante, marchemos como soldados victoriosos. Avancemos, a pesar de nuestros fracasos y ansiedades, esperando el momento en que estaremos con el Rey de reyes, quien nos cuida con amor y sabiduría.
La gloria de Dios nos motiva a honrarlo en el matrimonio
por Joselo Mercado.
Nota del editor: Este es un fragmento adaptado del libro El matrimonio que agrada a Dios: Cómo vivir el evangelio hasta que la muerte nos separe (B&H Español, 2019),
Siempre hay algo que nos motiva en la vida. Hacemos las cosas porque hay una fuerte motivación en nuestros corazones que nos impulsa a actuar de cierta manera y lograr cierto objetivo. Por ejemplo, vamos a la universidad porque nos gusta la carrera y también porque queremos buenos trabajos. Hacemos ejercicios porque queremos sentirnos bien y también porque deseamos lucir bien. Nos levantamos cada mañana para ir a trabajar porque nos gusta lo que hacemos y también porque necesitamos cubrir nuestras necesidades.
La cosmovisión del mundo sostiene que, al final, es en la motivación donde radica su propia realización y felicidad. Hacemos las cosas que hacemos porque tenemos derecho a ser felices, porque nuestros sueños deben ser cumplidos. Todo nuestro actuar está permeado por esa visión global secular. Muchas novias caminan al altar el día de su boda guiadas por esa cosmovisión. Muchos novios esperan nerviosos a sus novias en el altar, poniendo todas sus esperanzas en que esa mujer ha llegado para hacerlos felices.
Los matrimonios que comienzan con esta visión de buscar su felicidad propia están, desde mi perspectiva, destinados al fracaso. Destinados al fracaso si definimos que el éxito en el matrimonio es que Dios sea glorificado. Quizás no todos terminan en divorcio, pero con esa visión egoísta, un matrimonio no puede cumplir la misión para la cual fue diseñado. Mientras el propósito del matrimonio sea la satisfacción personal de cada individuo, el mismo puede parecer perfecto en las redes sociales, pero no está cumpliendo la función primordial del diseño de Dios, que es glorificarlo a Él. Para que un matrimonio pueda hacer esto, ambos miembros deben desear glorificar a Dios individualmente y esto requiere morir a sus deseos personales para juntos vivir para un propósito eterno.
La Biblia nos recuerda una y otra vez que Dios merece toda gloria y que fuimos creados para darle gloria al que merece toda la gloria.
Descubramos un principio general que servirá para el matrimonio y para cualquier área de nuestra vida. El Catecismo de Westminster señala: “El propósito principal de un ser humano es dar gloria a Dios y disfrutarlo por siempre”. El apóstol Pablo enseñó con absoluta claridad que debemos hacerlo todo para la gloria de Dios (1 Co. 10:31). Dar gloria a Dios es el tema central de la Biblia. Una y otra vez se nos recuerda que Dios merece toda gloria y que fuimos creados para darle gloria al que merece toda la gloria. La gloria de Dios es un concepto que permea toda la Biblia. Los reformadores entendieron que todo es para la gloria de Dios. Su gloria es el reflejo de todo lo que Dios es en sí mismo. Su infinita perfección y Su santidad hacen que Dios sea glorioso.
Nosotros los creyentes, cuando somos salvados por el sacrificio sustitutorio de Jesús, somos transformados, la imagen de Dios comienza a ser restaurada en nosotros y comenzamos a reflejar la gloria de Dios por su gracia.
Este propósito es visible desde el Edén. Dios nos crea a su imagen y semejanza para ser su reflejo en este mundo y nos encomienda la tarea de sojuzgar su creación para su gloria. El Señor le recuerda a Israel, vez tras vez, que Él no comparte su gloria con nada ni nadie (Is. 42:8). El apóstol Pablo nos dice que la motivación detrás de la elección incondicional divina es la gloria de Dios (Rom. 9:23). Existe mucha evidencia bíblica que confirma que hemos sido creados para dar gloria a Dios. Ese es nuestro propósito, para eso Dios nos creó y, aún es más importante para el creyente porque para eso Dios lo salvó.
En oposición a la visión del mundo, la cosmovisión cristiana está basada en que fuimos creados para la gloria de Dios. Me pregunto entonces, ¿por qué los matrimonios cristianos lo olvidan o no lo toman en cuenta? Podría decir que los problemas matrimoniales con mi esposa Kathy o de los que escucho durante la consejería matrimonial se resumen en que uno de los cónyuges, o ambos en el matrimonio, no están dando gloria a Dios.
Si nos detuviéramos a analizar el motivo del conflicto en un matrimonio que se manifiesta en que ella está deprimida o él es agresivo, en que la esposa es sarcástica o el esposo no muestra interés, es muy posible que descubramos que la razón por la que están así es porque piensan que merecen ser felices y la persona con la que se casaron ya no cumple o nunca ha cumplido ese propósito. Cuando no vivo para la gloria de Dios, sino que vivo para mi propia gloria, si mi pareja no vive para mi gloria, entonces voy a entrar en guerra con ella.
Uno de los pasajes más poderosos que nos muestra qué sucede cuando un matrimonio está en conflicto es el siguiente: “¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No vienen de las pasiones que combaten en sus miembros? Ustedes codician y no tienen, por eso cometen homicidio. Son envidiosos y no pueden obtener, por eso combaten y hacen guerra. No tienen, porque no piden. Piden y no reciben, porque piden con malos propósitos, para gastarlo en sus placeres” (Stg. 4:1-3 LBLA).
El matrimonio debe ser la unión de dos vidas para reflejar el glorioso evangelio que a su vez refleja la gloria de Dios.
Estamos dispuestos a entrar en guerra porque no obtenemos lo que deseamos, porque finalmente estamos viviendo para nuestra propia gloria y no para la gloria de Dios. Vivimos para satisfacer nuestros deseos y placeres. Cuando nuestros placeres no se complacen, estamos dispuestos a todo por obtenerlos. Estamos dispuestos a subir nuestro tono de voz, dispuestos a manipular, dispuestos a menospreciar, y hasta dispuestos a abandonar.
La realidad del matrimonio que la Biblia presenta es la de morir al yo para la gloria de Dios y el bienestar del otro. El Señor nos dice: “Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gn. 2:24). El matrimonio implica unidad y morir al individualismo para vivir junto a otra persona. Mi vida ya no se trata solo de mí porque ya no estoy solo, sino que estoy unido a otro.
El matrimonio debe ser la unión de dos vidas para reflejar el glorioso evangelio (1 Tim. 1:11) que a su vez refleja la gloria de Dios. El glorioso evangelio es donde Dios más claramente refleja Su gloria, ya que un Dios soberano y santo da su vida por pecadores que no lo merecen, por medio de la vida, la muerte, y la resurrección de Jesús.
El matrimonio refleja esta gloriosa realidad al dar nuestra vida por el bien del otro. El Señor nos presenta en Efesios 5:22-33 una hermosa imagen de la unidad que se manifiesta en la relación de Cristo y la Iglesia y que debe ser reflejada por el esposo y la esposa. Es importante recordar siempre que no nos hemos casado para ser felices. Nos casamos para darle gloria a Dios y para que, por medio de nuestro matrimonio, otros puedan ver el reflejo de la gloria de Dios, ya que estamos imitando la hermosa relación entre Cristo y su Iglesia.
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Imagen: Lightstock. José (Joselo) Mercado es miembro del concilio de Coalición por el Evangelio. Oriundo de Puerto Rico, renuncia a su carrera de consultoría en el año 2006 para ingresar al colegio de pastores de Sovereign Grace Ministries. Es el pastor principal de la Iglesia Gracia Soberana en Gaithersburg, Maryland. Joselo completó su Maestría en Artes en estudios teologícos en SBTS, y está casado con Kathy Mercado y es padre de Joey y Janelle. Puedes encontralo en Facebook y Twitter.
Lunes 26 Junio Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti… en tierra seca y árida donde no hay aguas. Salmo 63:1 Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Apocalipsis 21:6 Fuentes secas Temprano en la mañana, Esteban, Pablo y Marcos se subieron a sus bicicletas de montaña para dar un largo paseo por la sierra. Bajo el sol abrasador, sentían morirse de sed, pues sus botellas de agua ya estaban vacías.
¡De repente divisaron un pueblo! Seguro que allí encontrarían una fuente pública donde pudiesen saciar su sed y aprovisionarse de agua fresca. Desafortunadamente, la primera fuente que encontraron estaba seca, y el agua de la segunda no era potable. Felizmente, desde su casa, un lugareño vio la decepción de nuestros amigos y les ofreció el preciado líquido; además les dio algunas instrucciones sobre la ruta que debían seguir.
Esto nos hace pensar en otra sed, mucho más intensa que la de estos jóvenes ciclistas, y en la ausencia de fuentes para saciarla. ¡Cuántas personas sienten la necesidad de certeza, consuelo, ánimo, amor, esperanza o paz!
¿Qué respuestas pueden encontrar en las fuentes de este mundo, a principios del siglo 21? Los líderes políticos, los filósofos, los gurús o las estrellas son incapaces de responder a estas expectativas. Solo hay una respuesta a estas necesidades, y una fuente que puede saciar la sed. Como lo hizo en otro tiempo con la samaritana que encontró junto a un pozo, hoy el Señor Jesús quiere saciar su sed: “El que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:14).
En mi iglesia perfecta los hermanos siempre llegan a tiempo. La predicación expositiva es aplicable a la vida diaria. Rara vez hay malos entendidos. Casi nunca escuchamos chisme, y las familias viven prácticamente sin problemas, poniendo en práctica lo que oyen los domingos. Nuestra casa de reunión es preciosa: la arquitectura ni demasiado contemporánea, ni muy anticuada. Los jóvenes viven en santidad para Cristo, los padres son líderes en la casa, y las esposas se someten amorosamente a sus maridos.
Excepto, por supuesto, que esta iglesia existe solo en la imaginación.
Mi iglesia, en realidad, es muy diferente. Es más hospital que museo de cera. Hay personas que llegan siempre a tiempo… a la predicación. Y nuestro local de reunión es pequeño y multipropósito.
Mi iglesia está muy lejos de ser la iglesia perfecta.
¿Y sabes? Me encanta.
El mito de la iglesia perfecta Un pastor me advirtió hace tiempo de los “brinca iglesias”. Son hermanos que van de iglesia en iglesia, siempre buscando una que satisfaga sus necesidades. Se caracterizan por ser amables, pero algo críticos de “su antigua iglesia”. Normalmente prefieren ayudar pero no comprometerse. Y al año o dos se retiran porque la gente no era lo suficientemente amable, o el pastor no los visitó con frecuencia, o el programa de niños no era muy bueno, o la predicación era a veces aburrida. Así que se retiran a buscar otra iglesia. Siempre buscando la perfecta. Nunca encontrándola.
El problema es que nunca la encontrarán. La iglesia perfecta no existe, o por lo menos, no como la están buscando.
Déjame repetir eso de nuevo: la iglesia perfecta no existe. Antes de que respondas: “¡Por supuesto que es perfecta, ya que es el cuerpo de Cristo!”, sí, en eso tienes razón, y hablaremos de eso más abajo. A lo que me refiero es que hay muchas personas que buscan iglesias de la misma manera que buscan restaurantes: buen ambiente, asientos cómodos, y un menú para cualquier paladar. Los cristianos nos hemos vuelto bastante requisitosos al ir de compras en busca de iglesia. Rara vez se piensa en términos de lo que se puede aportar. Más bien, en lo que se puede recibir.
Por supuesto, hay congregaciones que hace mucho que deberían haber hecho algunos cambios, y soy el primero en decir que me desespera ver la increíble desorganización y falta de esfuerzo que abunda en las iglesias hispanas. Pero al mismo tiempo me entristece la constante rotación de personas en nuestras congregaciones debido a que “no encuentran lo que estaban buscando”, sea lo que sea.
Perfecta y perfeccionándose “Por tanto”, dice Pablo, “ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús” (Ro. 8:1). De manera real, todo hijo de Dios es perfecto. Ha sido declarado justo por el poder de Dios y a través de la obra santificadora en Cristo. Esta es una verdad impresionante. A los ojos de Dios somos declarados perfectos con base en la obra perfecta de Jesucristo. De manera posicional, somos justos, ¡aunque sigamos cometiendo pecado en nuestra carne! De allí que Lutero decía que somos simul justus et peccator: simultáneamente justos y pecadores.
En Cristo, la iglesia es santa y perfecta, ya que “Cristo amó a la iglesia y se dio El mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada” (Ef. 5:25b-27). En ese sentido, ¡toda verdadera iglesia es perfecta! Cristo mismo la ha santificado y purificado, con el propósito de presentársela a sí mismo. De una manera real, toda (verdadera) iglesia imperfecta es en realidad perfecta en Cristo.
Pero al mismo tiempo, toda iglesia —compuesta por cristianos individuales— está en un proceso continuo de santificación. Por eso los apóstoles constantemente exhortan a la santidad.
Escucho a personas decir que debemos ser como a las iglesias del Nuevo Testamento. Me pregunto, a qué iglesia en específico se refieren. ¿La de Corinto? ¿La de Galacia? ¿Pérgamo? Uno no tiene que ser un erudito para ver que la mayoría de las iglesias del Nuevo Testamento tenían problemas. Muchos problemas. Serios problemas.
En realidad, todas dejan mucho qué desear. Los corintios tienen un desorden en la iglesia (1 Cor. 14:40). A los gálatas Pablo dice, “¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién los ha fascinado…?” (Gál. 3:1). La palabra “fascinó” puede traducirse como “hechizó” (léxico BDAG). Pablo simplemente no podía creer lo sucedido en Galacia. ¡Era como si alguien los hubiera hechizado! En Apocalipsis, las iglesias de Éfeso, Pérgamo, Tiatira, Sardis, y Laodicea son exhortadas a arrepentirse (Apoc. 2:5, 16, 21–22; 3:3, 19).
En este otro sentido, no hay iglesia perfecta. Solo iglesias en perfeccionamiento.
Pero hay algo que me llama la atención. Aun con los problemas, con las rebeldías, con las malas actitudes, siguen siendo iglesias de Jesús. A los Corintios, Pablo los llama la “iglesia de Dios”, y “santificados” (1 Co. 1:2). A los Gálatas los llama “hijos” (Gá. 4:6). Inclusive las siete iglesias de Asia claramente pertenecen a Jesucristo mismo; el hecho de que las llame al arrepentimiento habla de la preocupación que Jesús tiene por ellas.
Buscando una buena iglesia ¿Y entonces? ¿Qué esperanza hay? Mucha. Si estás buscando iglesia, busca una iglesia fiel. Que ame a Cristo y predique la Palabra. No te enfoques en los programas o instalaciones (por importante que eso pueda ser). Tampoco en que todos se vistan como tú y siempre te saluden. Mejor busca una iglesia compuesta por gente imperfecta que está en Cristo y en proceso de perfección por el poder del Espíritu. Busca una iglesia en donde se predique la palabra de Dios, se administren las ordenanzas con fidelidad, y se busque vivir en santidad.
Y entonces comprométete. Asiste. Ponte bajo la autoridad de los ancianos. Busca servir en lugar de criticar. Recuerda, la posición del crítico es la más cómoda: no hace nada pero encuentra fallas en todo.
Y si ya te encuentras en una iglesia fiel pero imperfecta, deja de esperar a que la gente se te acerque, ¡tú acércate! Deja de esperar a que alguien te visite, ¡tú visita! Conviértete en un agente de cambio con toda humildad y mansedumbre. Emociónate con tu iglesia. Apoya a los líderes. Involúcrate con los hermanos.
Las iglesias necesitan una multitud de hermanos comprometidos con el servicio y sacrificio. Que piensen más en otros y menos en ellos mismos.
Si tu iglesia parece más hospital que museo de cera, da gloria a Dios. Estás en el lugar correcto.
Imagen: Lightstock. Emanuel Elizondo (MDiv, DMin) es editor en jefe de Biblias Holman. Enseña teología en la UCLA y predica en la iglesia Vida Nueva en Monterrey, México, donde vive con su esposa Milka. Tiene un doctorado en predicación expositiva en The Master’s Seminary. Puedes seguirlo en Facebook y Twitter.