ESTEMOS FIRMES

noviembre 2

ESTEMOS FIRMES

Estad así firmes en el Señor. (Filipenses 4:1)

El versículo de hoy trae a la mente la imagen de un soldado que se mantiene firme en medio de la batalla. Pablo empleó la misma metáfora en Efesios 6:11: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”. Estar firmes espiritualmente quiere decir no comprometer su testimonio cristiano al dejarse abatir por las pruebas o las tentaciones.Me entristece que muchos creyentes no toman en serio a Dios y sus mandamientos. En vez de conocer a Dios, muchos prefieren que los entretengan. Esa indiferencia considera sus mandamientos como simples sugerencias. Pero nuestro soberano Señor nos manda que estemos firmes. Inmanente en ese mandato está la capacidad de obedecer.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, www.portavoz.com

UN HORRIBLE MONSTRUO ROJO

UN HORRIBLE MONSTRUO ROJO

Charles R. Swindoll

2 de noviembre, 2018

Proverbios 51423-2427

En muchos países latinoamericanos, existe la expresión: «está verde de envidia» y a veces a la envidia se la llama el «monstruo de ojos verdes». En la Biblia, sin embargo, el color no es el mismo.

La palabra hebrea que se traduce como envidia o celos es quanah y significa «llenarse intensamente de rojo». Esta imagen representa a alguien cuyo rostro se ha enrojecido por el enojo como parte del proceso químico cuando la sangre se muestra por la piel, Como parte de una emoción feroz. Para demostrar la ironía del idioma, las palabras «celos», «ardor» y «envidia» vienen de la misma raíz lingüística. Esa misma emoción que enoja a un ser humano (Proverbios 6:34) es la misma que lo invade con pasión para defender a su país o para amar a su esposa y a sus hijos.

La Biblia con frecuencia utiliza la palabra quanah en un sentido negativo. El libro de Proverbios nos advierte en contra de desear la riqueza y las posesiones que los impíos obtienen de manera deshonesta:

No envidies al hombre violento (Proverbios 3:31).

No tenga tu corazón envidia de los pecadores (Proverbios 23:17).

No tengas envidia de los hombres malos ni desees estar con ellos (Proverbios 24:1).

No te enfurezcas a causa de los malhechores ni tengas envidia de los impíos(Proverbios 24:19).

Esas advertencias son extremadamente importantes a pesar de que el origen de la envidia no debería sorprendernos. Un juego mental que muchas personas utilizan es imaginar lo que sería deshacerse de las restricciones, vivir sin la inconveniencia de la ética, hacer cualquier cosa, ir a cualquier lugar. Piénselo. El pecado tiene placeres sensuales y temporales. Y aunque no duran mucho tiempo (Hebreos 11:25), el pecado no es aburrido.

El idioma español y el hebreo asignan colores diferentes a ese monstruo llamado envidia, pero ambos reconocen el mismo resultado de esa emoción destructiva. La envidia lleva al pecado (Proverbios 14:30) y el pecado lleva a la vergüenza, una emoción representada por el color rojo.

Tenga cuidado de lo verde de la envidia porque terminaría rojo de vergüenza.

Reflexión: ¿Qué es lo que lo mantiene viviendo bajo los límites éticos y morales establecidos en la Escritura? ¿Qué le ayuda a evitar la envidia de aquellos que no siguen las directrices bíblicas?

Tenga cuidado de lo verde de la envidia porque terminaría rojo de vergüenza.

Charles R. Swindoll

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios  (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

Pasar de la muerte a la vida

Viernes 2 Noviembre

(Jesús dijo:) Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz (la voz del Hijo de Dios); y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Juan 5:28-29

Pasar de la muerte a la vida

En la Biblia, estar “muerto”, en sentido espiritual, es estar sin relación con Dios. El padre del hijo pródigo lo vio venir y exclamó: “Este mi hijo muerto era, y ha revivido” (Lucas 15:24). El apóstol Pablo confirma que estábamos “muertos en pecados” (Efesios 2:5). Jesús también dice: “Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán” (Juan 5:25). Si creo la Palabra de Dios, en mi ser interior se opera un cambio profundo, cambio que me hace pasar de la muerte espiritual a la vida de Dios. Es un nuevo nacimiento (Juan 3:7).

La Biblia también nos habla de otro paso de la muerte a la vida, en este caso física: la resurrección de los cuerpos. Como lo evoca el versículo del día, todas las personas que hayan muerto resucitarán, pero no al mismo tiempo:

– primero tendrá lugar la resurrección de los creyentes, una resurrección de vida; recibirán un cuerpo glorioso conforme a la imagen de Jesucristo (Filipenses 3:21).

– luego tendrá lugar la resurrección “de condenación” para los que hayan rechazado el mensaje de la salvación. El juez estará sentado en un gran trono blanco, y los que comparezcan ante él serán juzgados según sus obras (Apocalipsis 20:11-12). ¡Será un momento terrible para los que durante su vida hayan despreciado la salvación que Dios ofrece gratuitamente a todo el que se arrepiente!

¿Pasó usted de la muerte a la vida por la fe en Jesucristo? “El que cree en el Hijo (de Dios) tiene vida eterna” (Juan 3:36).

Deuteronomio 27 – Juan 17 – Salmo 119:105-112 – Proverbios 26:21-22

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