El mejor refugio

DÍA 13

Salmo 11

Dosis: Confianza y Fe

El mejor refugio

“En el SEÑOR hallo refugio. ¿Cómo, pues, se atreven a decirme: «Huye al monte, como las aves»? (Salmo 11:1) (NVI)

¿Cuán profunda es tu confianza en Dios en momentos difíciles? ¿Alguna vez te sentiste como un ave atrapada en una red o amenazada por una terrible saeta?: El salmista describe su situación: “Porque he aquí, los malos tienden el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto a los rectos de corazón”. Estas palabras pueden estarse refiriendo a los problemas comunes de la vida, en un contexto de dolor personal y angustia, hasta a una amenaza de muerte.

Hace poco fui a visitar a un hombre con cáncer terminal. Sus emociones fluctuaban entre la confianza en un Dios que él sabía que lo amaba y escuchaba, y un Dios que permitía un dolor insoportable, la invalidez, el temor y la soledad. Él necesitó que lo tomáramos de la mano y oremos alimentando su fe mientras sus lágrimas brotaban. Necesitó escuchar las palabras y las promesas de Dios. Nadie puede decir que está preparado para enfrentar algo así. Jamás terminará nuestro aprendizaje en esta vida y los problemas y las dificultades nos llevan a crecer en seguridad y confianza en el Señor.

¿Qué consejos has recibido cuando se debilitaba tu fe? Al Salmista le dijeron: “Escapa, huye, escóndete.”. Sus consejeros pensaron que todo estaba perdido y debía salvar su vida. ¡No había escapatoria! Sin embargo, el salmista no cae en la trampa de los malos consejos porque confía en el carácter y la soberanía de Dios. Después de dialogar consigo mismo, con “su alma”, concluye que aunque los justos de corazón sean atacados por gente malvada, aunque se destruyan los fundamentos: Dios sigue en su Santo Templo, en aquel lugar celestial y eterno donde el Señor opera como juez de la humanidad, desde su trono, atento a las acciones de las personas.

“El SEÑOR está en su santo templo, en los cielos tiene el SEÑOR su trono y atentamente observa al ser humano; con sus propios ojos lo examina. El SEÑOR examina a justos y a malvados, y aborrece a los que aman la violencia.”

La angustia y la persecución entonces dan lugar al gozo y a la esperanza. El salmo nos asegura que si aprendemos a confiar en Dios y en su justicia “veremos su rostro”. ¿No es maravilloso?

Oración: Señor enséñame a confiar en los momentos más difíciles de mi vida y permíteme ver un día tu rostro. Amén

De Vergara, P. A., de Vera, A. D., & Harris, K. O. (2012). Isha-Salmos: Una dosis diaria de fe para ti. (P. A. de Vergara, Ed.) (Primera Edición, p. 28). Lima, Perú: Ediciones Verbo Vivo.


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