9/9 – Listo o no, ¡aquí vengo!, 2ª Parte

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

9/9 – Listo o no, ¡aquí vengo!, 2ª Parte

John MacArthur

https://cdn.gty.org/gracia/sermons/High/2374.mp3?x-source=website&x-type=download

Los vuelvo a invitar esta mañana a abrir su Biblia si es tan amable en el capítulo 24 de Mateo. Estamos de regreso en esta semana, en este texto que se está volviendo para nosotros un texto conocido. Este gran sermón de nuestro Señor Jesucristo, de su segunda venida, que ocupa los capítulos 24 y 25 del evangelio de Mateo. Hemos llegado ahora a la sección en el versículo 36 al 51, comenzamos en nuestro último tiempo juntos a ver estos versículos, y concluiremos ese estudio esta mañana.

Esta mañana cantamos un himno que indicaba que estábamos esperando la venida del Señor Jesucristo. Y todos nosotros como cristianos así vivimos, esperando su venida. Un teólogo, creo que fue Oscar Cullmann dijo, “El cristiano existe en una tensión entre lo que ya es, y lo que todavía no lo es.” Ya hemos experimentado la salvación, todavía no hemos experimentado la plenitud de la salvación, esto es, la redención de nuestros cuerpos. Ya hemos recibido el poder del Espíritu Santo, todavía no hemos visto la plenitud de ese poder a llevarnos a la gloria plena. Ya hemos recibido vida eterna, todavía no hemos participado en la resurrección.

Entonces, en un sentido estamos atrapados entre lo que ya pasó y lo que todavía no ha pasado. Y vivimos en esa tensión, mirando hacia atrás a la cruz, esperando la segunda venida, ya viviendo en los últimos dias, sin embargo, todavía no en lo último de los últimos días. Todo creyente entonces vive con un sentido de lo que ya es verdad, y lo que todavía no se ha cumplido. Vivimos con esa emoción, ese gozo de esperar la venida del Señor Jesucristo.

Entonces, el escritor de Hebreos lo expresa en estas palabras: “Así también Cristo fue ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, y para ellos que lo esperan aparecerá la segunda vez sin pecado para salvación” (Hebreos 9:28). Sí, él ya ha llevado nuestros pecados, pero lo esperamos porque todavía no ha venido la segunda venida, para que cumpla la salvación plena y gloriosa. Pedro lo dice de esta manera: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien, según su gran misericordia, nos hizo renacer para una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada, inmarcesible, reservada en los cielos para nosotros.” Sí ya hemos sido renacidos, pero todavía no hemos entrado de manera plena a nuestra herencia.

Y 1 Juan 3 dice: “Amados, todavía no se ha manifestado lo que seremos, pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos como él, porque le veremos como él es.” Sí, hemos recibido a Jesucristo, sin embargo, todavía no somos como Cristo en toda manera.

Y entonces, vivimos entre lo que ya pasó y lo que todavía no ha pasado. Y nuestros corazones están llenos de expectativa para la segunda venida. Francamente no es así con aquellos que no conocen a Cristo, aquellos que miran y oyen el mensaje de la segunda venida de Jesucristo, y que no están listos para ese acontecimiento, deberían vivir en temor. Pablo dice: “Conociendo el temor del Señor, persuadimos a los hombres.” El escritor de Hebreos dice que: “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.” Él dice, “Nuestro Dios es un fuego consumidor.” Pensar en la venida de Jesucristo, o es pensar en esperanza y expectativa de gloria, o pensar en temor y terror de condenación eterna.

Entonces esperamos la venida de Cristo. Para aquellos de nosotros que conocemos al Salvador, amamos su manifestación. Para aquellos que no, temen su aparición. En todos nosotros está esa pregunta, ¿cuándo va a suceder? ¿cuándo es que Jesús va a venir? Esa no es una nueva pregunta. Si usted recordará, conforme comenzamos el estudio del capítulo 24 señalamos en el versículo 3, que los discípulos se congregaron en torno a Jesús en el Monte de los Olivos y dijeron: “¿Cuándo serán estas cosas? Y ¿cuáles serán las señales del fin del siglo, y de tu venida?” Ellos también querían saber cuándo. ¿Cuándo va a suceder? ¿Cuándo vas a venir en gloria y recompensaras a los justos y juzgarás a los impíos? ¿Cuándo vas a venir y establecerás tu reino? ¿Cuándo va a suceder? ¿Y cuáles son las señales?

Bueno, los versículos 4 al 35 nuestro Señor dio las señales, ¿no es cierto? Él les habló de las señales. Ahora, comenzando en el versículo 36, él responde a la pregunta del cuándo. La pregunta del qué, ya la respondió, les dio las señales. Ahora está la pregunta del cuándo. “¿Cuándo serán estas cosas?”, dijeron. Su respuesta viene en el versículo 36, véala: “Pero de ese día y hora, ningún hombre sabe. No ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo mi Padre.” Su respuesta acerca del cuándo es, “nadie sabe, solo Dios.” Nadie sabe. “¿Quieres decir que nadie sabe cuándo Jesús va a venir?” Sí, eso es lo que él dice. Pero observe que él dice, de que en el día y la hora. En el versículo 42 él lo vuelve a decir. “No sabéis a qué hora”.

En el versículo 44 lo vuelve a decir: “Pero en una hora en la que no pensáis.” En el versículo 50 al final: “En una hora de la que no sabes.” Sí, es posible conocer la era, o la época, o el período de tiempo en general. Es posible conocer eso, ya sabemos eso. El período de tiempo cuando la venida de nuestro Señor ocurrirá ya nos ha sido revelado a gran detalle. Estamos viviendo en la época de la iglesia. Llega a su fin con el rapto de la iglesia. Y ese es el comienzo del fin. Ese es el comienzo del día del Señor, por así decirlo. La iglesia es sacada. El que refrena, el Espíritu Santo, quita el refreno de la maldad. Se levanta el anticristo, él se ve como el salvador de Israel. Pero a la mitad de un período de siete años, inmediatamente después del rapto, él profana el lugar santísimo, establece un ídolo, llama al mundo entero a adorarlo a sí mismo, y eso dispara la gran tribulación.

Las Escrituras son claras en esto. El rapto de la iglesia, el levantamiento del anticristo, la abominación desoladora, la gran tribulación, así llamada en el versículo 21 de este capítulo. Y en esa gran tribulación, todo tipo de acontecimientos aterradores se llevan a cabo. Son llamados en este capítulo, los dolores de parto, del reino. Son dolores rápidos, sucesivos, que vienen sobre la tierra que dan lugar al nacimiento del reino de Cristo. Vienen al fin mismo, así como los dolores de parto vienen al fin del embarazo.

Y entonces, viene un tiempo cuando la iglesia es arrebatada, el anticristo se levanta a la mitad del período de siete años en el que él se levanta hasta llegar a la prominencia. Él se presenta a sí mismo para que el mundo entero lo adore, él entonces comienza a perseguir a Israel, y la matanza mundial se lleva a cabo, el juicio cae como se describe en Apocalipsis 6 al 18. Al fin de ese tiempo está la señal del Hijo del Hombre en el cielo, vemos eso en los versículos 29 al 31. El cielo se cae, los cuerpos celestes caen. Todo en órbita pierde su órbita, las potencias de los cielos son conmovidas, y en la oscuridad que ocurre en el espacio, Cristo aparece y esa es la señal de su venida.

Entonces, él ha dicho en este mensaje maravilloso, “estas son las señales”. Pero ahora él dice, “del día exacto y la hora exacta, nadie sabe.” El período de tiempo lo conocemos, es inmediatamente después, dice en el versículo 29, de la tribulación. En la tribulación, es el período de tiempo en el que se levanta el anticristo, en el que los acontecimientos de Apocalipsis 6 al 18 también son descritos igual que aquí. Ese tiempo puede ser visto claramente. Es un tiempo que comienza con el rapto de la iglesia. Después aparece al final de la tribulación, inmediatamente después de eso, la señal del Hijo del hombre en el cielo. Pero, cuánto tiempo a partir de la señal del Hijo del hombre, hasta el establecimiento en sí del reino y juicio, no lo sabemos. Nadie lo sabe. Y hay un intervalo ahí.

En el libro de Daniel, hay por lo menos un intervalo de 75 días, pero inclusive podría ser más que eso. Realmente no lo sabemos porque no sabemos específicamente a que se refiere Daniel. Pero hay un periodo de tiempo ahí, que no está definido. Y en algún punto en ese período de tiempo después de la tribulación, Cristo va a venir en gloria final plena y juicio. Pero el momento exacto, el día exacto no es conocido.

Y entonces, el Señor dice, nadie lo sabe, ni los hombres, ni los ángeles, en ese punto en su encarnación y humillación él mismo no lo sabía, porque el Padre no le había revelado eso a él. Y él en su encarnación, en su humildad de encarnación, refrenó su omnisciencia a aquello que el Padre le reveló. Y entonces, es un tiempo desconocido. Ahora, eso es muy importante, la segunda venida de Jesucristo ocurrirá en un tiempo desconocido. No sabemos cuándo sucederá. Podría suceder en cualquier generación. Antes de que suceda, se llevará a cabo el rapto de la iglesia, el tiempo de la tribulación se levantará el anticristo, se llevarán a cabo todas las señales, la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y entonces, en algún punto después de eso Jesucristo vendrá. Pero recuerde esto, todas esas cosas, del rapto de la iglesia hasta la segunda venida van a suceder rápidamente, ¿no es cierto? La tribulación en sí es de siete años, y la segunda venida viene inmediatamente después de eso.

Y entonces, en un período de unos siete años, el fin de la historia humana ocurrirá, y del versículo 32 al 35 de este capítulo leemos que la generación que esté viva cuando las señales comiencen, estará ahí cuando Jesús venga. En otras palabras, va a suceder tan rápido que va a suceder todo en una generación. De hecho, en un período muy breve de tiempo. Una vez que comienza, se acabará muy rápido, podría venir en esta generación, porque si el rapto de la iglesia ocurriera inmediatamente, y podría ser, no hay nada que tiene que preceder al rapto. Si fuera a ocurrir en este momento, entonces, esta generación viviría todas estas señales hasta la segunda venida de Cristo. Si sobrevivieran. Una tercera parte de ellos será masacrada, una cuarta parte de ella será masacrada en otro holocausto, guerras y demás van a matar a otros, el anticristo va a masacrar a todos los que él pueda. Si una persona vive para ver el fin, sucederá tan rápido que, si vieron el comienzo, y sobreviviera a los acontecimientos, estarían ahí para ver el final.

Entonces, podría venir en cualquier momento, en cualquier generación. Ahora, ¿cuál debe ser nuestra respuesta a esta venida repentina de Cristo? ¿cuál debe ser nuestra respuesta al fin del siglo? En primer lugar, vimos en nuestro último estudio, alerta. Observe el versículo 37: “Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en el que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”

Es casi increíble que no supieron, que la gente en el tiempo de Noé no supo que iba a llover, porque alguien les había estado diciendo eso por 120 años. Noé fue un predicador de justicia, y él predicó justicia y juicio. Y les dio una señal muy grande de juicio venidero, al construir un barco enorme, un arca. Literalmente la palabra significa: “una caja de madera.” Este fue el símbolo y la señal, 120 años tomó construir lo que Dios iba a traer devastación para ahogar al mundo. Y dice que hasta que el diluvio vino, y se los llevó, no se dieron cuenta de esto, simplemente siguieron comiendo, bebiendo, casándose y dándose en casamiento.

En otras palabras, siguieron con las rutinas de la vida, literalmente ignorando la predicación del juicio, y literalmente ignorando la señal y el símbolo del diluvio venidero. Y así será en el día de la segunda venida de Cristo. Es difícil imaginarlo, el mundo en gran medida va a ignorar el rapto, van a ignorar la abominación desoladora, va a ignorar el holocausto de acontecimientos que ocurran en el tiempo de la tribulación. Van a ignorar inclusive la señal del Hijo del Hombre en el cielo, lo van a justificar, lo van a racionalizar, van a hacer algo diferente de aceptar lo que intenta expresar, lo que intenta comunicar, lo que intenta decir.

Y cuando Jesús venga, van a estar en shock, difícil imaginarlo, pero así es la ceguera del corazón humano. Así es la oscuridad de la mente humana. Escuche, ni quiera pudieron identificar cuando Dios mismo caminó en medio de ellos, porque van a ser más capaces en ese periodo entender de lo entendieron cuándo Jesús estuvo aquí, cuando la verdad es que todo el infierno habiéndose desatado en la tierra, en esa época, el pecado será peor de lo que jamás ha sido.

Entonces, no verán la verdad. Oh, habrá una gran salvación, los judíos serán redimidos, y habrá una gran redención entre los gentiles, como Apocalipsis 7 dice, pero todavía habrá una población masiva, mundial de personas que habiendo vivido todos los acontecimientos increíbles que hemos relatado en el capítulo 24, todavía van a encontrar que la segunda venida de Jesucristo ocurriéndoles va a ser algo inesperado. Es increíble, a pesar de todas las señales. Y después habrán dos en el campo y uno será llevado y el otro se quedará, dos moliendo y una es llevada y otra se quedará. El juicio vendrá y dividirá a la humanidad. Aquellos llevados son llevados en juicio, aquellos que se quedan van al reino. Los justos serán dejados para ir al reino. Los impíos serán llevados a la oscuridad externa y al juicio eterno.

Entonces, está por venir un acontecimiento del que el mundo está siendo advertido, y advertido, digo, las advertencias son increíbles, primero el rapto, se levanta el anticristo, la abominación desoladora claramente definida en el versículo 15, todos esos acontecimientos claramente relatados aquí y en Apocalipsis, todo detalle presentado, y a pesar de todo eso, y la señal del Hijo del Hombre en el cielo, en los versículos 29, 30, y 31, inclusive a pesar de eso, y el hecho de que se reúnan a los elegidos de toda la tierra, todavía no ven lo que está pasando. Todavía no entienden, todavía no se dan cuenta, hasta que como en el tiempo de Noé, finalmente cuando el agua estaba hasta su barba, y la puerta se cerró comenzaron a ser creyentes, pero era demasiado tarde. No había manera de entrar.

Entonces, cuál es la primera respuesta a la naturaleza repentina e inesperada de la segunda venida, versículo 42: “Velad, por tanto.” Ese es un presente imperativo. Estén constantemente alertas, porque no sabéis a qué hora viene vuestro Señor. Y él le dice a la generación que esté viva, en cualquier momento, no saben cuándo todas estas cosas van a suceder. No saben cuándo la venida del Señor se va a manifestar. Más vale que estén velando. Más vale que estén analizando la señal como señalamos la última vez en Mateo 16. Él les dijo a los judíos: “Son muy buenos en identificar el clima, pero no tienen ni idea acerca de señales espirituales. Bueno, más vale que tengan alguna idea acerca de las señales espirituales. Más vale que estén alerta.”

El primer requisito es estar alerta. El segundo es, estar listos. Vea el versículo 43, y ahora vamos a continuar con lo que no cubrimos. “Pero sabed esto”, piensen esto, podría ser un imperativo, podría ser un indicativo. Me gusta pensar que es un indicativo, esto es afirma un hecho. Comparándolo con el versículo 42, “No saben a qué hora su Señor viene, pero sepan esto,” esto lo saben. Digo, eso es obvio, ustedes saben esto. “Que sí” Y ese es un ‘sí’, una condición en el griego que es contraria al hecho, sí y no, pero si viniera. Si el de la casa hubiera sabido en que vela, esto es, en que vigilia, en qué periodo de tres horas durante la noche. Los judíos dividían la noche en cuatro periodos de tres horas de 6 de la tarde a 6 de la mañana. 6 a 9, 9 a 12, 12 a 3, 3 a 6. Él dice, si el que está en la casa supiera a qué horas a la mitad de la noche el ladrón vendría, él habría velado y no habría permitido que su casa fuera objeto de robo. Literalmente la palabra griega para entrar es escarbar. Escarbaban por las paredes de lodo, o escarbaban por el techo para entrar y robarse todo.

Entonces, él dice, no saben cuándo el Señor viene, pero esto saben. Si un hombre supiera cuando un ladrón viene, si él supiera en general, no el minuto, inclusive la hora, pero si él tan solo supiera el período de tiempo en general, seguramente estaría esperándolo cuando llegara ahí, ¿verdad? Claro que sí. Y eso es lo que él está diciendo. Eso lo sabe, cualquier necio sabe que, si un ladrón está por venir, y sabes que está por venir, vas a estar listo para cuando él llegue. Y la venida del Señor con frecuencia se compara a la venida de un ladrón. Y sería bueno en este punto decir que no es porque es un criminal que viene, la semejanza de la venida del Señor a un ladrón que ocurre aquí, 2 Pedro 3:10, Apocalipsis 3:3, Apocalipsis 16:5, Lucas 12:35-40, lo cual le mostraré en un momento, también ocurre en 1 Tesalonicenses 5:2 y en adelante.

Y esos lugares en dónde la venida del Señor es comparada a un ladrón, no es que Cristo es como un ladrón. Es que Cristo va a venir de manera repentina, inesperada como un ladrón viene de manera repentina, inesperada. Esa es la única analogía, esa es la única analogía. Hay otro comentario al margen que quiero añadir, cuando un ladrón viene él se lleva todo lo que usted tiene. Y entonces, Cristo, cuando él venga y encuentre un hombre que no está listo para su venida, todo lo que un hombre tiene él se lo va a llevar, ¿no es cierto? Y todo será quemado. Entonces, en ese sentido también podemos ver a Cristo como un ladrón que viene y se lleva todo lo que tiene un hombre, aquello en lo que coloca su fe, que no puede soportar la prueba del juicio.

Entonces, el Señor va a venir de manera inesperada. Él viene repentinamente, en un momento en que nadie está consciente, y nadie se da cuenta. Ahora, es difícil imaginar esto, porque cuando usted piensa en el rapto, y todos estos otros acontecimientos, todo mundo va a estar diciendo: “Hombre, ¿cuándo es que él va a llegar aquí? ¿cuándo es que él va a llegar aquí? ¿lo podemos ver? Todo es muy claro. Va a suceder, y va a suceder, pero el pecado, siendo lo que es y siendo cegador de manera abrumadora, y el misterio de la iniquidad habiendo llegado a su clímax y la gente justificando de la mejor manera que puede, todo lo que está pasando y la hostilidad hacia Dios llegando a su clímax, la gente literalmente va a justificarlo, va a racionalizarlo, explicarlo de otras maneras.

Inclusive esas personas que puedan decir, bueno, él podría venir. Hombre, éste podría ser el momento. Se van a encontrar en cierta manera, quedándose conformes con el hecho de que no va a venir. No sé lo que sucede. Quizás después de la señal en el cielo, las cosas regresan a algún estado de normalidad, y todo mundo dice: “Bueno, lo que fue debió haber terminado, y en cierta manera se establecen lo suficiente como para no estarlo esperando y ese es exactamente cuando él viene. No lo sé. Pero sé que no van a estar listos cuando suceda, al menos de que hayan preparado sus corazones antes del momento. Existen personas, como usted sabe, que simplemente les gusta ver las señales, hasta que la última aparece, y después ya listos. No. Versículo 44: “Por tanto, estad también listos.” No solo alerta, sino, versículo 42, listos. Porque en una hora que no pensáis, el Hijo del Hombre viene. Y él dice, en cierta manera del otro lado del asunto, no saben cuándo él va a venir, y él no vienen cuando piensan ustedes que van a venir.

Entonces, no sé lo que sucede después de la tribulación, y después de la señal del Hijo del Hombre. No sé lo que está pasando en eso período de tiempo. Ese pequeño espacio de tiempo, no tenemos mucha escritura, y no sé lo que sucede, pero sé que de alguna manera el mundo pierde el sentido de que él viene inmediatamente, y cuando ellos menos lo esperen, él va a venir en furia final en gloria final. Entonces, su punto en la analogía es simple. Si un hombre supiera que un ladrón está por venir, estaría listo. Y si usted sabe que Jesús viene, más vale que esté listo, más vale que esté listo. Usted sabe que él viene. Si un hombre supiera que un ladrón va a venir estaría listo, preparándose para el ladrón. Jesús le está diciendo: “Voy, voy.”

Recuerdo un predicador que estaba predicando de la segunda venida, y él era uno de esos hombres que creía que no debes tener ninguna nota, debes predicar estrictamente de lo que te viene a la mente. Y él olvidó su punto, y lo único que podía recordar era, “He aquí vengo pronto, he aquí vengo pronto.” Y eso debió haber hecho que se acordara. Y entonces, él lo dijo como cinco veces, y nada pasó. La última vez él pensó, si le pego realmente fuerte al púlpito, y digo, “He aquí vengo pronto”, quizás algo se va a soltar, algo va a pasar y me voy a acordar. En lugar de esto, tiró el púlpito, y cayó en las piernas de una señora en la primera fila, y él se disculpó. Y ella dijo, “¿Por qué te estás disculpando? Me advertiste ocho veces que ibas a venir.” Ella entendió el punto. Y si él dice que él va a venir, y él dice que va a venir, y él dice que va a venir, entonces debes creer que él va a venir. Y solo un necio que tiene toda esa información no se prepara, ese es su punto.

Si conoces en qué período de tiempo él va a venir, si conoces que señales vienen, podrías ver eso. Entonces, estarías listo para eso, sino fueras un necio. Observe Lucas 12, por tan solo un momento. Y vamos a ver el otro pasaje en dónde el Señor básicamente da la misma advertencia en unos, en términos, un poco diferente. Y de nuevo, el Señor con mucha frecuencia enseñó las mismas lecciones usando las mismas ilustraciones, o muy parecidas, como cualquier buen maestro sabe. Usted repite buenas cosas, y repite buenas ilustraciones en diferentes contextos, porque son útiles para la gente. Y el Señor aquí, en Lucas capítulo 12, también está preocupado por advertirle a la gente acerca de su segunda venida. Él dice: “Estén ceñidos nuestros lomos y vuestras lámparas encendidas, y sean como hombres que esperan a su Señor, cuando él regresará de la boda, para que cuando él venga y toque, ustedes puedan abrirle inmediatamente.”

Digo, estén listos para que cuando él regrese, todo esté como debe estar.” “Bienaventurados aquellos siervos, a quienes el Señor cuando él venga, los halle velando. De cierto os digo, que él se ceñirá y los hará que se sienten a comer, y vendrá y los servirá.” Sorprendente. Cuándo el Señor regrese, si usted ha sido fiel, él lo va a sentar a usted a comer y él lo va a servir a usted. Ese es el reino. Si usted está preparado cuando él venga, usted se va a sentar con él en su reino, y él lo va a servir a usted. Y si él viniera en la segunda o tercera vigilia, y los hallara así, entonces, bienaventurados son esos siervos porque están listos cuando él venga. Saben que él viene, no saben cuándo, pero están listos. Y sabed esto, que, si el dueño de la casa supiera a qué hora el ladrón viene, él habría velado y no habría permitido que su casa fuera objeto de robo. “Estad, por tanto, listos también porque el Hijo del Hombre viene a una hora cuando no pensáis.”

Ahora, puede regresar a Mateo 24, es la misma idea, es la misma lección básica. Es la misma idea que él ha dado aquí, que cuando él viene es un juicio devastador. Cuando él viene es una gloria inmediata para los redimidos. Entonces, estén listos. Y debido a que no sabemos cuándo es, y nadie sabe cuándo es, y nadie puede saber cuándo es, necesitamos estar listos en todo momento, en todo momento. Entonces, alerta y listos. Una cosa es estar alerta y decir: “Hombre, reconozco las señales”, algo más es estar listo, y estar listo habla de salvación, de un corazón preparado.

Hay una tercera cosa a la que nos llama, no solo alerta y estar listos, sino, fidelidad. Observe el versículo 45 al 51, fidelidad. Y aquí de nuevo, hay una analogía hermosa, una historia, una parábola, por así decirlo, la cual nuestro Señor también usa en Lucas 12 en otro contexto, porque ilustra de manera tan, tan clara el punto que quiere presentar. Es una ilustración poderosa, poderosa. Versículo 45: “¿Quién entonces es un fiel y phronimos”? -sensato, sabio- “siervo, a quién su Señor ha hecho Señor sobre su casa para darles el alimento a su tiempo.” Ahora, ¿de qué está hablando? Bueno, es una parábola muy, muy interesante. El señor es como Dios, el siervo es como todo hombre o mujer en el mundo. Y cada uno de nosotros ha recibido una administración, cada uno de nosotros ha recibido una responsabilidad, es como si el Señor hubiera dicho: “Muy bien, aquí tú administra la vida, y el aliento, y el intelecto, y la voluntad, y la emoción y el talento, y la verdad, y la sensibilidad espiritual, y la oportunidad, y el privilegio. Todo lo que te doy al crearte a Mi imagen, todo lo que te doy al llenar tu mundo de todas las cosas buenas que yo puedo crear, todo lo que te doy en términos de oportunidad para servirme, tú eres responsable de eso. Como un siervo a quien se le dice que gobierne la casa, esto es, que administre todos los bienes y que se asegure de que él le da de manera apropiada a todo mundo, en el momento correcto, alimento y en el lugar correcto.

En otras palabras, toda persona en el mundo, no solo cristianos, toda persona en el mundo ha recibido una prueba de administración por parte de Dios, vida, aliento, privilegio, todas esas cosas son concedidas a nosotros por Dios, y son una administración por la cual vamos a dar cuentas. Y el infierno estará poblado no solo por el diablo y sus ángeles, sino por personas que desperdiciaron ese privilegio, que se robaron los bienes de Dios, como el hombre lo hizo en Mateo 18, y fue llamado a rendir cuentas por cómo es que él, se había podido robar el dinero del rey, y estaba ahí en bancarrota. Y él cayó en su rostro, y rogó por misericordia.

Todo hombre, mujer en el mundo ha recibido una administración por parte de Dios, y si usted se roba los bienes y privilegios y recursos y oportunidades que Dios le ha dado a usted, entonces va a rendirle cuentas a Dios por haber desperdiciado su administración. Y cómo dije, el infierno va a estar lleno de gente que desperdició las oportunidades de Dios, y las usó para sí mismos, que abusaron el privilegio que Dios les dio, y que han fallado y se han rehusado servir a Dios como él lo manda.

Entonces, todo ser humano sobre la faz de la tierra, está siendo probado por Dios, en términos de la administración de lo que poseen. Y entonces, este hombre que está en la casa, hace eso con un siervo, versículo 46 dice. Cuándo el Señor viene, y encuentra siervos haciendo lo que él quería que hicieran, van a ser bendecidos, ¿no es cierto? Eso indica que son creyentes, eso indica los redimidos, son obedientes. La obediencia siempre es la marca, hacer la voluntad de Dios siempre es la marca de la salvación verdadera.

Entonces, cuando el Señor venga va a encontrar al siervo verdadero haciendo lo que él le dijo que hiciera, cumpliendo su voluntad, viviendo su administración hasta el máximo. Versículo 47, “De cierto os digo, que él lo hará”, esto es al siervo que está obedeciendo, “gobernante sobre todos sus bienes.” Eso es maravilloso. Lo que eso dice es que cuando el Señor regrese, y encuentre a sus siervos fieles, sus siervos dignos de confianza, sus siervos obedientes, él los va a colocar sobre todo lo que él posee. Es una cosa maravillosa. ¿Sabe usted lo que vamos a estar haciendo en el reino milenial y en la eternidad? Vamos a sentarnos con Cristo en su trono, Apocalipsis 3:21 dice, cómo él se está sentando con el Padre en su trono, y vamos a gobernar sobre todo lo que él posee. Eso es el versículo 47. La vida es una administración, lo que usted hace con esta pequeña rebanada de tiempo va a determinar si usted va a gobernar o no en la eternidad en el trono de Cristo, o si usted va a ser dominado o no en el infierno por los demonios y los diablos para los que fue preparado.

Entonces, cuando el Señor venga, él va a revisar la administración. Y aquel que ha mostrado ser fiel será recompensado con gobierno eterno. Versículo 48, “Pero, si ese siervo malo dijera en su corazón, mi Señor retrasa su venida, y comience a golpear a sus consiervos, y a comer y a beber con los borrachos, el Señor de ese siervo vendrá en un día cuando él no lo espera y en una hora que no sabe, y lo cortara a la mitad, y designará su porción con los hipócritas, ahí será el lloro y el crujir de dientes.” Por otro lado, cuando el Señor venga, él va a encontrar algunos que no fueron fieles. Algunos que, no habiendo sido fieles sobre poco, no pueden ser hechos señores sobre mucho. Aquellos cuya lámpara no estaban preparadas en los términos que veremos en el capítulo 25. Algunos que no tomaron su talento y lo usaron, sino que lo sepultaron y lo acumularon. Y serán arrojados a un lugar de lloro y de crujir de dientes.

El malo dice ahí, ¿no es cierto? El siervo malo, kakos, malo en calidad, malo en naturaleza, dice en su propio corazón: “Mi señor se tarda en venir, él no va a estar aquí por un tiempo, estoy viendo las señales.” Y sabe una cosa, va a haber gente así. Dicen: “Bueno, muy bien, entiendo todo este asunto profético, conforme veo las señales desarrollándose. Simplemente me voy a esperar hasta el último momento y mientras tanto, no voy a usar lo que tengo para otros, voy a alimentarme a mí mismo, y si los otros me estorban y tratan de quitar algo de lo que tengo les voy a pegar, los voy a herir, y voy a divertirme, voy a comer y a beber con los borrachos, voy a disfrutar de la vida, voy a disfrutar de la fiesta, voy a aprovechar lo más que pueda, voy a vivir el estilo de vida del mundo.

No es que todo el mundo que no es regenerado vive así, no toda persona que no es regenerada golpea a otras personas o abusa de otras personas al grado que lo hizo este siervo. No todo el mundo que es no regenerado está en la fiesta con borrachos, pero es una ilustración de una persona no regenerada. Y esa es la razón por la que dice, que le será dada una porción con los hipócritas, versículo 51. No parece indicar aquí que es un gran hipócrita. Digo, un hipócrita es alguien que pretende ser religioso. Ese hombre no está pretendiendo ser religioso, no está golpeando y está viviendo con borrachos, pero él va a ir al mismo lugar adónde van los farsantes religiosos, lo cual significa que la categoría es más amplia que tan solo esta ilustración. Es para todos los no regenerados. Por cierto, Lucas en el paralelo de esto dice que: será cortado y designado una porción con los incrédulos.

Entonces, él solo es una ilustración de muchos tipos de incrédulos, incluyendo no solo a aquellos que viven un estilo de vida de borracho, disipado, pero aquellos que son hipócritas religiosos también. Entonces, él piensa que tiene todo tipo de tiempo. Y hay personas que dicen, bueno, quizás algunos me están escuchando en este momento, van a decir: “Bueno, muy bien, voy a ver, quiero lo que quiero, muy bien, voy a esperar al rapto, si me pierdo el rapto estoy bien, se lo que viene. Voy a esperar la abominación desoladora, voy a ver cuando eso suceda. Muy bien, estoy viendo todo, voy a ver cuándo se desarrolle Apocalipsis 6 al 18. Después cuando vea la señal del Hombre en el cielo, debido a que no sé exactamente lo que va a pasar después de eso, voy a tratar de mantenerme sensible y apenas antes de que eso suceda, voy a entrar ahí, voy a recibir a Cristo. Y voy a entrar y mientras tanto voy a disfrutar mucho.

Bueno, el señor de ese siervo va a venir en un día, versículo 50 dice, cuando no lo estás esperando y una hora en la cual ni siquiera estas consciente. No lo intentes. ¿Qué te hace pensar que, si no le entregas tu corazón a Jesucristo ahora, vas a querer hacerlo en el futuro? Cristo no va a cambiar, él no va a ser más maravilloso, mas glorioso, él no va a tener más poder para salvar, más poder para cambiar tu vida en el futuro que lo hace ahora. Si no lo quieres ahora ¿porque lo vas a querer en ese entonces? Si no quieres a Jesucristo ahora, cuando el pecado hasta cierto punto está refrenado y es difícil imaginarlo, pero lo es. Si piensas que lo vas a querer más en un período cuando el pecado no tenga refreno, y tu maldad puede llegar al nivel que nunca en la historia del hombre ha llegado, el mundo va a ser peor de lo que jamás ha estado. Piensas que ahora estas satisfecho con tus concupiscencias, va a haber tal gratificación de concupiscencias en la tribulación que es indescriptible. ¿Por qué vas a querer a Cristo a la mitad de eso, más de lo que lo quieres ahora?

Y no te engañes pensando que vas a poder identificar las señales. La Biblia dice que nadie puede hacer eso, y Jesús va a venir cuando no piensas que va venir en una hora que ni siquiera estás consciente. Y es posible que pudo haber habido muchas personas en el día de Noé que dijeron, “Bueno, si el agua llega hasta mi rodilla, voy a tocar la puerta.” Demasiado tarde, demasiado tarde, demasiado tarde. Y el versículo 51 dice, esto es algo terrible, “Cuando el amo regrese y encuentre a su siervo infiel, lo corte a la mitad.” El verbo griego es dichotomeo, dicotomizado, es usado en Éxodo 29:17 en la Septuaginta, la cual es una traducción griega del Antiguo Testamento, de “cortar a la mitad un animal, cuando un animal era ofrecido en sacrificio y cortado en dos partes.”

Es para ilustrar el juicio del Señor que es tan serio, devastador, mortal. Cuando él regrese, y encuentre esta persona que pensaba que podía hacer lo que quisiera, disfrutar de la vida, y hacer lo que quisiera, y apenas salvarse, va a ser demasiado tarde. Él va a venir cuando no lo espera, y él va a pagar con un precio muy severo. El hombre va a ser cortado a la mitad, va a recibir una porción con el resto de los incrédulos hipócritas, y va a pasar el resto de la eternidad en el lloro y el crujir de sus dientes. Y por cierto, el lloro y crujir de dientes es mencionado cinco veces por lo menos en el libro de Mateo, y cada vez es una manera de describir el dolor terrible, sin alivio, sin consuelo, del infierno eterno.

Entonces, ¿cuál debe ser el tipo correcto de preparación para una venida repentina e inesperada de Cristo? Estar alerta, estar preparado, y ser fiel. Necesitamos estar esperando las señales, necesitamos prepararnos para su venida, y para hacer eso, necesitamos ser fieles a su mandato y su palabra y la administración que él nos ha dado. Vamos a ver más de esto conforme entramos al capítulo 25, conforme vemos a las vírgenes, algunas de las cuales estuvieron listas, y algunas no. Y conforme vemos los talentos, algunos de los cuales fueron desperdiciados y algunos de los cuales fueron usados. Y nos ilustraran el mismo asunto de ser fieles, estar listos, estar alertas, a la luz de la venida de Cristo.

Ahora escuche con cuidado, conforme concluimos. 1 Tesalonicenses 5, versículo 2, quiero leerle esto. “Porque vosotros mismos sabéis que el día del Señor viene como ladrón en la noche.” Eso quiere decir, repentinamente, inesperadamente. Es enfatizado de nuevo, porque cuando, versículo 3, digan paz y seguridad, apenas cuando los hombres piensen que todo está bien, apenas cuando piensen que van a sobrevivir, entonces destrucción repentina viene como dolores de parto con una mujer con hijo. Y ahí están esos dolores de parto de nuevo, y no escaparan.

Entonces, van a haber esas personas que van a decir: “Oh, paz y seguridad. Todo va a salir bien, todo va a estar bien.” Y repentinamente la devastación y la destrucción va a venir sobre ellos. Y algunas de esas personas que piensan que pueden sobrevivir la gran tribulación, se van a encontrar a sí mismas enfrentando a Dios antes de que Cristo venga, mediante la muerte y la devastación y el desastre que ocurren en ese período de tiempo.

Y entonces Pablo dice, “Ustedes hermanos, no están en tinieblas para que ese día venga sobre ustedes como un ladrón.” Ustedes son hijos de luz, ese día no los va a sorprender, ese día no nos va a llevar cautivos. No somos personas en la oscuridad, no creo que jamás vamos a pasar por esa tribulación, creo que vamos a ser sacados. No somos hijos de la oscuridad, no somos hijos de las tinieblas, somos hijos del día, somos hijos de luz. Y creo que el Señor nos lleva antes de que esa oscuridad se desate. No tengo ningún deseo de pasar por ese período. Es infinitamente peor que cualquier otra descripción que la Biblia podía presentar en nuestra imaginación.

No hay sentido alguno en tener una preocupación torpe con querer ver la tribulación. Queremos ver a Jesucristo. ¿Por qué quiero estar bajo el gobierno del anticristo, cuando podría estar en la presencia de Cristo en las bodas del Cordero? Y yo creo que no somos los hijos de la oscuridad. El Señor nos va a sacar porque nuestros corazones están listos, pero para el resto del mundo van a decir: “Oh, todo va a salir bien. Paz y seguridad.” Y después destrucción repentina cuando menos lo esperan. Espero que esté listo.

William Barclay registra la historia interesante de tres demonios aprendices que vinieron delante de Satanás. Y él los envió a la tierra para cumplir con sus lecciones. Y el primer demonio aprendiz dijo: “Yo le diré a la gente que no hay Dios.” Satanás dijo: “No va a funcionar.” Y el segundo demonio aprendiz dijo: “Yo le diré a la gente que no hay infierno.” Satanás dijo: “No va a funcionar.” El tercer demonio dijo: “Yo le diré a la gente, que no hay prisa. No hay prisa.” Y Satanás dijo: “Ganarás muchas almas.”

Hay prisa. Hay prisa. Escuche lo que Pablo dijo: “Conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.” Hoy estamos más cerca de la segunda venida, de lo que jamás hemos estado en la historia humana. “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos pues las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.”

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2020 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

 

8/9 – Listo o no, ¡aquí vengo!, 1ª Parte

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

8/9 – Listo o no, ¡aquí vengo!, 1ª Parte

John MacArthur

https://cdn.gty.org/gracia/sermons/High/2373.mp3?x-source=website&x-type=download

Abrimos nuestras biblias esta mañana en Mateo capítulo 24, viendo una vez más las señales de la venida del Señor Jesucristo, las señales de la venida del Señor Jesucristo. No se acerca de su niñez, pero mi niñez estuvo llena de muchos juegos, yo cuando miro atrás y pienso en mi vida como niño, no me veo en una casa, me veo afuera, quizás porque viví gran parte de mi vida en la parte sur de California. Y si solíamos jugar todo tipo de juegos afuera, y uno de los que con frecuencia jugábamos y usted también, era “las escondidillas”.

Y alguien estaba a cargo de buscar a la gente, y todo mundo corría y se escondía. Y en cierta manera el juego iniciaba decía: “Aquí vengo”, y cuál es el resto, “estén listos o no”. Usted también lo jugó. No fue un juego muy sofisticado, pero así era. Listos o no, aquí vengo. Bueno, esa afirmación, si se refiriera al Señor Jesucristo tiene implicaciones grandes y profundas, escatológicas. Y el texto en Mateo 24, que estaremos viendo esta mañana realmente podría ser titulado: “Listos o no, aquí vengo”, porque eso es exactamente lo que enseña. Es un texto que trata con la naturaleza repentina, inesperada de la venida del Señor Jesucristo. Vamos a estar viendo los versículos 36 al 42 de Mateo 24. Y realmente es la primera parte en el mensaje que nos lleva hasta el versículo 51.

Ahora, quiero que recuerde el contexto para que entienda en dónde estamos en este evangelio tremendo, en la vida de nuestro Señor. Él está a unas cuantas horas ahora, de la traición y ejecución en la cruz. Él se sienta en el Monte de los Olivos y sus discípulos se acercan a él con una pregunta muy importante que está en sus mentes y nos es dada en el versículo 3. Ellos dicen: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? Y ¿cuál será la señal de tu venida y del fin del siglo?” Tienen este sentimiento en su interior de que el fin del siglo del hombre está muy cercano, que el reino del Señor Jesucristo está por venir rápidamente. Han sido llevados a creer eso porque después de todo, él es el Rey, y él está ahí. Él ha hecho señales y maravillas para probar su poder del reino. Él recientemente ha denunciado a los líderes religiosos falsos de Israel, él ha limpiado el templo de todas las actividades impías que estaban realizándose en ese lugar. Él también ha anunciado que pronto vendrá una desolación del complejo entero del templo. E inclusive él ha pronunciado la verdad de que él vendría en gloria. Y todas estas cosas los han llevado a creer que debe ser muy, muy pronto.

De hecho, Lucas 19:11 dice que pensaron que el reino de Dios aparecería inmediatamente. Digo, les parecía que él ahí se estaba anunciando así mismo como Rey, él estaba ahí destruyendo el sistema falso que existía para que estableciera el reino espiritual verdadero que les fue prometido a ellos por los profetas de la antigüedad. Y entonces, estaban llenos de expectativa.

Ahora, su pregunta tiene dos partes. Tiene una parte de cuál será la señal de tu venida y una parte de cuándo serán estas cosas. ¿Cuáles son las señales y cuando sucederá? Ahora, nuestro Señor comenzó al responder la pregunta de cuáles son las señales. Y la respuesta ya la estudiamos del versículo 4 al 35. En esa sección él les explica la señal de su venida. y particularmente es dada en el versículo 29, en dónde dice que la luna no da su luz, el sol se oscurece, las estrellas caen, las potencias de los cielos son conmovidas y después aparecerá la señal. Y la señal es el Hijo del hombre en el cielo. Esa es la señal de su venida a la tierra, cuando lo ven en el cielo.

Ahora, será precedida por otras señales generales, descritas del versículo 4 al 28. Entonces, habrán algunas señales generales. Por cierto, esas señales generales son disparadas por un acontecimiento muy particular en el versículo 15, la abominación desoladora. Cuando el anticristo establece el ídolo de sí mismo en el lugar santísimo en el templo de Jerusalén, y demanda que el mundo entero lo adore. Eso dispara los dolores de parto, eso dispara las señales, las señales generales.

Entonces usted comienza con la abominación desoladora, esa es la primera de las señales, después hay señales generales descritas en el resto de la porción que vimos, que culminan en la señal, la cual es la aparición del Hijo del hombre en el cielo. Esa es la señal. Ahora, todas estas señales comenzando con la abominación desoladora, hasta la señal del Hijo del hombre en el cielo, son señales muy rápidas, vienen en un período muy breve de tiempo. La Biblia nos dice tres y medio años, o 42 meses, o 1260 días. Y esa es la razón por la que son llamados dolores de parto, se van incrementando rápidamente y se intensifican conforme se acercan hacia el reino. Son indicadores generales, y finalmente un indicador especifico de la venida del Señor Jesús.

Ahora, esa es la pregunta de cuáles son las señales. Ahora, comenzando en el versículo 36, él explica la pregunta de cuando, cuando es que específicamente él vendrá. En otras palabras, vemos la idea general de ese periodo de tiempo, pero cuando específicamente es que él vendrá. Y comenzando en el versículo 36 y hasta el versículo 31 del capítulo 25, él trata con el cuándo serán estas cosas. Y ahí es en dónde comenzamos nuestro estudio esta mañana.

Observe el versículo 36, aquí está la clave para el resto de esa sección. “Pero del día y la hora, nadie sabe. Ni aún los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.” Y con esa afirmación él apunta su mente al asunto del cuándo, y les dice que el cuándo es un factor desconocido. Las señales que preceden a la segunda venida han sido dadas claramente, son detalladas de manera inequívoca aquí en Mateo 24, y también en Apocalipsis capítulo 6 al 18, usted no puede confundirse con eso. Y la generación que esté vive durante ese período verá esas señales, serán señales observables, serán señales mundiales, serán indicadores inequívocos del colapso del mundo y sus sistemas, como también el universo. Pero el momento especifico, esto es, obsérvelo en el versículo 36, “del día y la hora, no son conocidos.” No son conocidos. Y debemos hablar que él está hablando de un día y una hora.

Ahí en el versículo 42: “Velad, por tanto, porque no sabéis a qué hora.” “Qué hora.” Versículo 44, “Por tanto, estad también listos porque será una hora en la que no piensan.” Versículo 50, “El Señor de ese siervo vendrá en un día, cuando él no lo espera y en una hora que no está consciente.” Versículo 13 del capítulo 25, “Velad, por tanto, porque no conocéis ni el día ni la hora, en la que el Hijo del hombre viene.” Entonces, él está hablando del momento específico.

Ahora, escuche. El período de tiempo de la segunda venida será conocido, tiene que ser conocido. Tiene que ser conocido debido a toda la secuencia de acontecimiento. La abominación desoladora será un acontecimiento histórico, los conflictos mundiales tremendos, las guerras, los rumores de guerra, la nación levantándose contra nación, reino contra reino, las hambres, las pestes, las descripciones de Apocalipsis 6 al 18, en dónde el agua fresca es devastada y el agua salada es devastada, y el mar se convierte en sangre, y en dónde el día cambia su ciclo normal, y la luz del día es acortada, y hay una cantidad mayor de oscuridad. Y todos esos acontecimientos que son observables indicarán que es el período general, y el tiempo general de la segunda venida. Pero el día y la hora no serán conocidos. Eso vendrá de manera repentina, de una manera inesperada.

El período de la tribulación es indicado de manera muy clara, y sabemos que la venida del Hijo del hombre, versículo 29, dice es inmediatamente después de la tribulación. Pero, qué tan inmediatamente, no lo sabemos. Para abordarlo de otra manera, recuerde esto: que tanto Daniel en el Antiguo Testamento, y Juan en el Nuevo Testamento escribiendo en Apocalipsis nos dicen que el período de la tribulación, la gran tribulación es un período de tres y medio años, 42 meses, 1260 días. Encontramos eso en Daniel 7:259:27 y 12:7. Lo encontramos en Apocalipsis 11, versículos 2 y 3; en Apocalipsis capítulo 12, versículo 14; y Apocalipsis 13, versículo 5. Entonces, están todos esos indicadores muy claros que es un período de tres y medio año, comienza con la abominación desoladora en el versículo 15, el anticristo estableciendo su propia adoración personal.  Entonces, eso es muy claro. Observable.

Después serán tres y medio años. Inmediatamente después dice el versículo 29 viene la señal del Hijo del hombre en el cielo. Ahora, qué tan inmediatamente después no lo sabemos. Y una vez que la señal venga, no sabemos cuánto será hasta que él de hecho el establezca el reino, entonces, hay algo de flexibilidad en eso. Hay un período de tiempo ahí. Daniel nos da una pista de esto porque en Daniel 12:11, Daniel habla de un periodo de prueba y tribulación de 1290 días. Entonces, él añade 30 días más al final. Y después en Daniel 12:12, él habla de 1365 días, él añade otros 45 haciéndolo un total de 75 días.

Entonces, Daniel ve un período de tres y medio años, 42 meses, 1260 días. Y después él ve otro período el cuál no es descrito en cuánto a su contenido de 75 días. Entonces, no sabemos exactamente el día y la hora. El período de tiempo sí, el período general sí. Ahora, solo sabemos que una vez que ese período haya comenzado, ¿verdad? No lo sabemos ahora, porque no sabemos sobre que generación va a venir. Será iniciado con el rapto de la iglesia, y eso no ha pasado. Y después, tres y medio años de paz, conforme el anticristo llega al rescate político del país medio oriental de Israel, y les trae seguridad y comienza a construir su imperio romano revivido en Europa, y todo va bien y después es a la mitad de ese período de siete años que todo esto comienza cuando él establece la adoración de sí mismo.

Entonces, el rapto, el levantamiento del anticristo, los dolores de parto, la señal del Hijo del hombre, eso no ha sucedido aún. No sabemos que generación va a enfrentar esto. Podría ser esta generación, podría suceder en cualquier momento. La iglesia es llevada y la tribulación comienza. Entonces, no sabemos que generación es, pero la generación sobre la que venga inclusive con todas esas señales, inclusive con todo eso que pase, aun así, no conocerá el día exacto, la hora exacta cuando Cristo viene. Ese es un secreto.

Ahora, esto no está hablando del rapto, está hablando de la segunda venida. Estamos al fin de la tribulación aquí, como es tan obvio a partir del versículo 29, hemos pasado ya el tiempo de la tribulación en el pensamiento de Mateo y la enseñanza de nuestro Señor. Entonces, es un tiempo del cuál nadie sabe. Ahora observe el versículo 36 y veamos algunos asuntos específicos. Es un día y una hora lo que estamos viendo, no una era. No sabemos sobre que generación vendrá, pero esto sabemos, que sea cual sea la generación con la que comience terminará con ella, ¿verdad? Esos son los versículos 32 al 35, esa generación que ve el comienzo va a ver el fin porque va a venir tan rápido, tan rápido. Tres y medio años de tribulación se acabarán y después una especie de período de tiempo indeterminado, en algún punto ahí. El Señor vendrá y establecerá su reino inmediatamente después de la tribulación, pero vendrá rápido. Pero nadie conoce el día ni la hora, el momento específico.

Y el comienza al decir, “Nadie sabe”, y él se está refiriendo ahí a los humanos, la humanidad, los hombres naturales, no lo saben, no lo saben. No les es revelado a ellos. también es señalado en Mateo 25:13 como leí hace un momento, “Vosotros no sabéis ni el día, ni la hora en la que el Hijo del hombre viene.” Dios ha escogido no revelar ese momento especifico, y no dar señales específicas de ese momento específico. Y hay razón en su gran sabiduría para eso. Si los hombres conocieran el momento exacto cuando el Señor viniera, podrían ser impíos hasta poco antes de ese momento. Inclusive la gente que estuviera preparada pudiera vivir en pánico o podría estar rindiéndose pensando que el tiempo era demasiado corto, la vida se volvería sin esperanza. Si usted supiera exactamente cuando el Señor viniera, no habrían planes, no habrían relaciones continuas, y todo sería afectado dramáticamente por ese conocimiento.

Entonces, el Señor ha escogido no darnos ese conocimiento, sino vivir cada momento esperando su intervención, para que estemos preparados todo el tiempo. Si el mundo conociera el momento mismo de la venida de Cristo, se engañaría pensando que en ese momento final podría tomar los pasos necesarios para corregir las cosas a tiempo, y por eso Dios no nos ha dicho eso. Entonces, ningún hombre sabe eso, está escondido de los hombres. Y después dice: “No, ni los ángeles en el cielo.” Inclusive los ángeles no lo conocen. El mundo natural no lo conoce, ni el mundo sobrenatural lo conoce.

Ahora, los ángeles están cercanos a Dios. En Isaías 6 están volando ahí alrededor del trono de Dios, haciendo lo que Él manda en Mateo 18:10. Son vistos cara a cara con Dios en comunión íntima con Él, están muy cercanos a Dios. Están alrededor del trono, tienen comunión con Él regularmente para obedecerlo. Además, si usted recuerda en Mateo 13, nos dice que los ángeles son los agentes de juicio en la segunda venida. Cuándo Dios juzgue al mundo y congregue a los hombres para ese juicio, Él envía a sus ángeles, que son los que cosechan. Recuerde usted, para recoger el trigo y la cizaña.

Entonces los ángeles están muy involucrados en la actividad de juicio en el versículo 31 de nuestro capítulo que estamos viendo ahora. Los ángeles son los que son enviados para reunir a los elegidos también. Entonces, aunque los ángeles están tan cercanos a Dios, y aunque están cara a cara con Dios, en un sentido espiritual, haciendo lo que Él manda, y aunque son los agentes de juicio y reúnen a los piadosos y a los impíos en el tiempo de la venida de Cristo, ellos a pesar de todo eso, no conocen el momento exacto. Dios no ha escogido revelárselos a ellos. Y Él tiene sus razones. No conozco esas razones, porque la Escritura no las revela. Pero ellos tampoco lo saben.

Ahora, los mejores manuscritos de Mateo nos indican que también debería incluirse en el texto, “ni el Hijo, ni el Hijo.” En Marcos 13:32 el cuál es el pasaje paralelo es definitivamente incluido por Marcos, “De ese día y la hora, ningún hombre sabe, ni los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.” Y sería mejor incluirlo aquí en Mateo, creo que en ciertas versiones lo incluyen de manera correcta. Jesús dice, “Inclusive el Hijo del hombre no sabe.” “Inclusive Yo no sé.” Y claro, esto ha creado todo tipo de discusiones interesantes, ¿cómo es que Jesucristo, (quién es Dios), no puede saber algo? ¿cómo es que Jesucristo quién es Dios, quién es omnisciente, lo cual significa que él conoce todo, no puede saber algo, o no sabe algo?

Bueno, eso creo yo es explicado de manera más bien fácil si entendemos el significado de su encarnación. Jesucristo es Dios plenamente, como los teólogos solían decirlo, es Dios mismo de Dios mismo, él es Dios de manera plena y total, porque usted no puede ser parte de Dios, él es todo Dios. Pero cuando él se volvió hombre, él de manera voluntaria restringió el uso de su naturaleza divina, de sus atributos divinos. No fue que él hizo a un lado los atributos, no fue que él hizo a un lado su deidad, fue que él restringió el uso de esas cosas. Él los tuvo como instrumentos, pero escogió no usarlos.

Entonces, él vivió, por así decirlo, sin usar su omnisciencia, a menos de que el Padre le dijera que la usara. Sabemos que él era omnisciente en algunas ocasiones. Juan 2 dice que él no necesitaba que nadie le dijera lo que estaba en el corazón del hombre, porque él sabía lo que estaba en el corazón de un hombre. Hay muchas indicaciones de su gran conocimiento, de su conocimiento divino, pero él restringió el uso de su omnisciencia a esas cosas que el Padre deseaba que él supiera. Ese es el diseño de la encarnación.

Cuando la Biblia dice que él se volvió un Hijo, él adoptó la forma de siervo, significa que él se sometió a sí mismo a aquello que el Padre quería que él hiciera, aquello que el Padre que dijera, y aquello que el Padre quería que supiera. Esa es la razón por la que en Juan 15:15 usted tiene un versículo muy, muy importante para entender a Cristo. Dice esto, Jesús hablándole a los discípulos, “Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que su señor hace, pero os he llamado amigos,” ahora escuche esto, “porque todas las cosas que yo he oído de mi Padre, os las he dado a conocer.”

En otras palabras, el conocimiento de Jesús en su encarnación estaba delimitado por lo que el Padre le había revelado. Y el Padre le reveló cosas a él mediante la Escritura, esto es el Antiguo Testamento, conforme él estudió la Escritura; mediante la experiencia, conforme él caminó en el mundo y vio el movimiento y poder de Dios; y mediante revelación directa. Pero Jesús limitó su conocimiento a lo que el Padre escogió revelarle a él. Él no tuvo que hacer eso, pero él escogió hacer eso para cumplir la función de un siervo, para así alcanzar o llevar a cabo la redención de la humanidad.

Es un concepto muy importante, de tal manera que cuando él dice que se humilló a sí mismo, y tomó forma de siervo hecho en semejanza de hombre y demás, significa que él limitó el uso de sus atributos. Y si usted estudiara por ejemplo en los pasajes que tratan con la primera parte de su vida, usted recordará que dice que Jesús creció en sabiduría y estatura, recuerde usted y en favor con Dios y los hombres. Él creció en sabiduría.

Dice usted, ¿cómo él podía crecer en sabiduría si era Dios? Porque él creció en sabiduría en el sentido de que él limitó su conocimiento a lo que el Padre le reveló a él, de tal manera que mientras que él estuvo vivo, el Padre constantemente le estaba revelando cosas a él, entonces él estaba creciendo en sabiduría. ¿Entiende usted eso? Esa fue, por así decirlo, una restricción auto impuesta, una humillación auto impuesta por así decirlo, de la naturaleza divina para llevar a cabo su redención y la mía.

Y entonces, conforme usted lo ve aquí, en un sentido, él está creciendo en sabiduría, todavía está incrementando su conocimiento, porque el Padre todavía no le ha revelado esto a él. Ahora, es mi convicción personal que después de la resurrección esto le fue revelado, que cuando él salió de la tumba en la gloria de su vida de resurrección, dice en Mateo 25:18, les dijo a sus discípulos, “Toda potestad me es dada en los cielos y en la tierra.” Y creo que lo que eso está diciendo es que nada falta, tengo autoridad sobre todas las cosas.” Y después en Hechos 1:7 él dijo esto, “Pero a vosotros no os es dado el saber los tiempos y las sazones que el Padre ha puesto en su sola potestad.” Y él ya no se incluye ahí. Él dice a ustedes no les es dado.

Entonces, bien podría ser que después de la resurrección, su conocimiento quedó completo, es como si el Padre solo le reveló a él, el gran acontecimiento que seguía, y Él nunca le reveló el momento pleno de su segunda venida hasta que él ya había salido de la tumba y había logrado la resurrección y después el Padre le abrió el siguiente acontecimiento en su obra maravillosa, maravillosa.

Entonces él dice, “La gente no sabe, los ángeles no saben, y por ahora ni siquiera yo lo sé”, para mostrar la naturaleza inesperada, repentina y el misterio del momento de la venida de Jesucristo. Y después al final del versículo 36, “Si no solo mi Padre.” Y recuerde, él siempre lo llamó Padre, excepto por una ocasión cuando él dijo, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Porque él estaba muriendo en la cruz y estuvo separado de Dios. En todo momento, fuera de ese que le habló a Dios, le habló como Padre. Le habló a Él como Padre. Ese fue su término favorito para Dios, y “solo” es enfatizado.

Él es el único que sabe y claro, esa es la razón por la que creo que cuando Jesús entró en su gloria, sino fue inmediatamente después de su resurrección, ciertamente después de su ascensión, él entonces entró de regreso a la plenitud de aquello que él había conocido antes de la encarnación, y en este momento ahora, él sabe de manera plena cuándo es que ese momento de la segunda venida será. Pero en medio de esa encarnación eso había sido abandonado a favor de aprender lo que el Padre le diría y nada más.

Y entonces, no sabemos. Ese momento no lo conocemos. Y hay una razón para eso, porque el Señor quiere que toda generación viva expectante, no sabemos sobre que generación va a venir, pero cuando venga va a venir en un holocausto, y va a venir rápidamente. Y no sabemos que generación será. Inclusive la generación sobre la que venga, no va a conocer el momento exacto. Entonces, los cristianos desde el Nuevo Testamento, siempre han vivido con la expectativa de la venida de Cristo. Los corintios, por ejemplo, Pablo les escribe en 1 Corintios 1, y dice, “De tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la venida de nuestro Señor Jesucristo.” Hay una primera generación en la iglesia en Corinto esperando la venida del Señor Jesucristo. Están esperando como si fuera a venir en su propia generación.

Y después, en Hebreos, “No dejando de congregarnos”, el escritor dice en el capítulo 10, versículos 24 y 25, “Y mucho más cuando veáis que ese día se acerca.” Es como si esas personas que estaban recibiendo la carta a los Hebreos, estaban viviendo para ver que se acercara el día. Y después en Filipenses, el apóstol Pablo escribe en el capítulo 3, versículo 20, “Nuestra ciudadanía está en los cielos, de dónde también esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo.” Pablo dice aquí, esperando a ver si viene en cualquier momento. Y en Santiago, usted encuentra exactamente lo mismo, en Santiago capítulo 5, versículo 8, “Sed pacientes, estableced vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca.” Y en 1 Pedro, capítulo 4 versículos 7, “El fin de todas las cosas se acerca.” Y en 1 Juan 2:18, “Son los últimos días.” Y en Apocalipsis 22:20, “He aquí, Yo vengo pronto. Amén. Ven Señor Jesús”, dice Juan.

Entonces, como puede ver, los escritores inclusive en el Nuevo Testamento estaban esperando la segunda venida de Jesucristo. No entendieron de manera plena el tiempo que pasaría, vivían con expectativa y toda generación debe vivir así, porque toda generación debe vivir preparada. ¿Entiende usted adónde voy? Ese es el punto. Si lo esperamos en cualquier momento, estamos preparados en cualquier momento. Y sólo Dios sabe cuándo será. Sólo Dios sabe cuándo ese momento específico se llevará a cabo.

Y entonces, usted hace la pregunta, ¿bueno, porque se está esperando? Y creo que le puedo dar una respuesta. La primera parte de esa respuesta viene de Apocalipsis capítulo 14, versículo 15. Y creo que él está esperando por esta razón. “Otro ángel salió del templo”, Apocalipsis 14:15, “clamando a gran voz, a aquel que estaba sentado en la nube.” Esa es una escena indicada para nosotros, en el versículo 14, del Hijo del hombre, el Señor Jesucristo sentado en el cielo, y el ángel viene y clama a gran voz “Mete la hoz, y cosecha, porque el tiempo ha llegado para que tu coseches, porque la cosecha de la tierra está lista. Y el que se sentó en la nube, metió su hoz en la tierra y la tierra fue cosechada.”

La imagen aquí es muy, muy importante. Usted planta y cuida de las plantas, y el grano crece hasta llegar a ser maduro, y después usted cosecha. Y el retrato aquí es este, el Señor ha esperado que madure la maldad. Él ha esperado que madure el pecado y Dios no va a entrar en juicio sobre este mundo hasta que la cosecha esté madura, hasta que el pecado haya llegado a su fin, en su curso. Hasta que se haya desgastado, por así decirlo, hasta que toda la impiedad del misterio de la iniquidad, esto es, la maldad de la maldad que está por ser revelado, y es difícil imaginar que pueda haber aún más maldad que está por ser revelada, ¿verdad? Es difícil imaginar eso en nuestro mundo, pero la maldad no revelada de ese tiempo futuro cuando el pecado siga su curso de manera abierta, llegará a su ápice, a su clímax, y entonces, la hoz será sacada y la cosecha se llevará a cabo.

Entonces, la razón por la que Dios ha esperado durante estos dos mil años, es en primer lugar, porque él está permitiendo que el pecado siga su curso, se desgaste a sí mismo, se madure hasta el punto que finalmente de manera plena y para siempre sea cosechado. Hay otra razón, y esa razón nos es indicada en Romanos capítulo 11, versículo 25 y dice, “Porque no quiero hermanos que ignoréis este misterio, esta verdad no revelada, no sea que seáis arrogantes a vuestros propios ojos, sino que ceguera en parte ha acontecido a Israel, hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado.” La plenitud de los gentiles habla de congregar a la iglesia en esta época.

Y creo que otra razón por la que el Señor espera es para congregar a la iglesia. Creo que él está esperando congregar a todos los santos, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero. Él está esperando recoger a los gentiles que, por los siglos de los siglos, a lo largo de la eternidad le darán gloria, le darán alabanza, le darán honor, le darán adoración y lo servirán. Él está recolectando a ocupantes para su cielo eterno, para alabar y glorificar su nombre. Y también, después que la plenitud de los gentiles haya entrado, versículo 26 dice, “Y entonces, todo Israel será salvo.” Tiene que haber también en el futuro, la salvación de Israel para que el judío y gentil juntos por toda la eternidad puedan alabar a Dios.

Entonces, se ha llevado a cabo un tiempo desde la primera venida. Hemos estado esperando estos dos mil años y él no ha venido aun, y las razones son dos: una que el pecado se madure, y dos, que los redimidos que han sido planeados para su gloria eternamente sean llevados a esa gloria eterna. Entonces, es para el pecado, y para la salvación. Ahora, vea 2 Pedro capítulo 3 por un momento. Y esto también se relaciona con el mismo punto. En 2 Pedro, capítulo 3, decimos, hombre esto está tomando mucho tiempo, esto sigue, y sigue, y sigue. ¿Y cuándo va a acabarse? Pero lo que olvidamos en el versículo 8, “No seáis ignorantes de esto, que un día para el Señor son como mil años, y mil años son como un día.”

En otras palabras, Dios no lleva un reloj. Y lo que nos parece un período largo de tiempo, es porque somos del tiempo, y no es tiempo en absoluto para un Dios sin tiempo, eterno, “Y el Señor no retarda su promesa, como algunos lo tienen por tardanza.” No es que él no la pueda cumplir o que no está viviendo al nivel de su Palabra, no la está cumpliendo. Está esperando porque él es paciente para con todos, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. Él está esperando a que todos los gentiles, y todos los judíos planeados desde la eternidad pasada, hayan llegado a la redención. Y después vendrá la segunda venida. No es que él no puede actuar, es que él está reuniendo a sus redimidos. No es que mucho tiempo ha pasado porque para Dios no ha pasado tiempo en absoluto.

Entonces, ¿qué tan necios son los burladores en el versículo 3? “Burladores vendrán en los días postreros, siguiendo sus propias concupiscencias”, dice el versículo 4, “diciendo, ¿dónde está la promesa de su advenimiento? ¿dónde está la promesa de su venida?” “No va a venir, hemos esperado y esperado, y esperado, y esperado” “Y desde que los padres durmieron, regresando hasta los patriarcas, todas las cosas continúan como desde el principio de la creación.” Dicen, “somos uniformitarios, uniformitarios.”

Ahora, creemos en la teoría de la uniformidad, todo sigue igual, nada nunca cambia. Pero para decir eso, versículo 5 dice, tienen que ser ignorantes, de que por la palabra de Dios los cielos en la antigüedad, y la tierra salieron del agua, y por el agua en ese entonces el mundo fue inundado y pereció. Tienen que ignorar de manera deliberada el diluvio. Escuche, el mundo no siempre ha sido igual. Dios acabó con el mundo entero excepto por 8 personas, ¿no es cierto? en el diluvio. No ha continuado todo igual. Y hay evidencia por todo el mundo, por todo el globo de un diluvio universal mundial, en dónde Dios ahogó a toda la civilización humana.

En Génesis capítulo 6, Dios vio a toda la humanidad, y él no vio nada más que impiedad y maldad continuamente y decidió ahogarlos a todos, excepto por las ocho almas justas que estuvieron sobre la faz de la tierra. Noé, su esposa, tres hijos, y tres esposas. Y si usted va a decir, “Bueno, todas las cosas siempre han continuado como son.” Ha olvidado que eso pasó. Todas las cosas no han continuado como son. La razón por la que hay un tiempo aquí, es porque en el versículo 8 Dios ni siquiera ve el tiempo. Y, en segundo lugar, porque él está esperando congregar a todos sus elegidos.

Pero versículo 10, dice: “El día del Señor vendrá, ¿no es cierto? vendrá. Y vendrá como ladrón en la noche, de manera inesperada y repentina, es el punto, cuando no lo esperamos, cuando no lo pensamos, cuando no nos damos cuenta. Y después él explica que van a pasar los cielos y la tierra, y todo esto. Y me parece interesante que Pedro en cierta manera incluye el panorama general de la segunda venida, y no hace una distinción, y con eso quiero decir esto, en el momento cuando el Señor venga en su segunda venida, para comenzar con su reino de mil años, los cielos son cambiados dramáticamente, y la tierra es cambiada también. Sabemos eso, las estrellas caen, la luna no da su luz, el sol se apaga, toda el agua, el agua fresca, el agua salada, las configuraciones de la tierra son cambiadas, todo está en caos, las potencias de los cielos son sacudidas.

Creemos que todo esto va a pasar, se va a llevar a cabo en el período milenial, conforme él recrea por así decirlo, un nuevo cielo y una nueva tierra para el reino, para el milenio. Habrá en un sentido un nuevo tipo de cielo y una nueva tierra, en la segunda venida. Después al final del reino en Apocalipsis 21, Juan habla de los cielos nuevos, y la nueva tierra. Y creo que debemos ver entonces, que ese es un proceso de recreación de dos fases, por así decirlo, que cuando Jesús venga, habrá una modificación del universo. Y al final del reino habrá una recreación de un nuevo cielo y una nueva tierra que son eternos. Durante el reino, será una tierra restaurada como la conocemos, y cielos restaurados como los conocemos, en el estado final será un nuevo cielo y una nueva tierra, algo que nunca hemos conocido.

Entonces, en un sentido, Pedro simplemente nos lleva a toda la disolución de todo, al fin del reino. Y nos dice, de hecho, que cuando Jesús venga, habrá una desintegración de todo como lo conocemos en el espacio y en la tierra, y un nuevo cielo y una nueva tierra. Él dice en el versículo 13. Y entonces, en ese sentido, él aparentemente nos está llevando al cambio total que viene al fin del reino. Pero ese cambio comienza antes de los mil años, conforme tenemos un cielo restaurado, y una tierra restaurada. Y sabemos eso, porque el colapso es muy claro en la tribulación, y algo nuevo sale de eso, y después finalmente algo inclusive más glorioso en el estado eterno.

Entonces, es interesante pensar en esto. Dios creando en un mundo no caído, después el mundo es caído, después el mundo restaurado como el Señor quiere que lo sea para el reino del Señor Jesucristo, y después en ultimas es recreado para el nuevo cielo y la nueva tierra en el estado eterno. Entonces, la historia del globo, en un sentido, y del universo, puede ser visto en esta gran literatura profética. Ahora, va a venir, entonces, dice Pedro. Va a venir. ¿Cuándo va a venir? Nadie lo sabe.

Ahora, regresemos al versículo 36, “Nadie realmente conoce el día y la hora exactos.” Conocemos la generación, ¿verdad? Sí, verdad, porque es la generación que ve los dolores de parto, versículos 32 al 35. Esa es la generación, pero el día y la hora, nadie sabe. Nadie sabe. Entonces, ¿cuál debe ser la actitud de toda generación? ¿cuál debe ser la actitud de toda persona, debido a que no conocemos el momento exacto? Particularmente, ¿cuál debe ser la actitud de la gente que ve los dolores de parto? ¿cuál debe ser la actitud de esta generación que esté viva en ese tiempo? La generación que ve la abominación desoladora, la generación que ve cómo se levanta el anticristo, la generación que ve el cambio de la faz de la tierra, que ve todos los desastres naturales y espirituales y sobrenaturales y lo que sea. ¿Cuál debe ser su actitud?

En primer lugar, debe ser alerta. En segundo lugar, estar listos. Y, en tercer lugar, fidelidad. Y vamos a ver únicamente la primera, alerta. Versículo 37. La naturaleza inesperada de la segunda venida llama a estar alertas. “Pero como los días de Noé fueron, así será la venida del Hijo del hombre.” Ahora, aquí de nuevo encontramos lo que Pedro hace en la epístola al relacionar la segunda venida del Señor Jesucristo y su juicio, su holocausto cataclísmico de juicio, de regreso al diluvio. Es la única ilustración en la historia humana que puede apenas acercarse porque destruyó de manera total la faz de la tierra.

Y entonces, vamos a descubrir que la actitud que prevaleció durante el tiempo de Noé, será la actitud que prevalecerá durante el tiempo de la segunda venida. Eso es lo que él quiere decir cuando dice, “Como los días de Noé fueron, así será la venida del Hijo del hombre.” Será como fue en el tiempo de Noé, apenas antes de la venida del Señor Jesucristo. Sabe, no solo la gente no conoce el día y la hora de la venida del Señor, pero la mayoría de ellos ni siquiera les va a importar. Inclusive con todas las señales, y todas las maravillas, y todas las cosas que estén pasando, no les va a importar. Ni siquiera van a pensar en eso. Ni siquiera van a estar considerando eso como una alternativa. Es difícil imaginar eso. Digo, realmente es difícil imaginar eso.

Estarán burlándose como en 2 Pedro capítulo 3, y van a estar sacando sus pequeñas reglas, y van a estar sacando sus pequeñas tablas, y van a estar con sus computadoras, y van a estar analizando el universo para tratar de explicar científicamente porque todo está entrando en caos. Porque hay terremotos, y porque hay todo tipo de movimientos en los cielos, y porque las mareas están mal, y porque la luna no da su luz, y porque el sol no está funcionando apropiadamente. Y porque la luz en el día se ha acortado, y porque hay sangre en los mares, y amargura en el agua fresca y porque la gente se está matando entre sí, y porque hay masacres terribles por todo el mundo.

Van a estar tratando de entender todo esto sociológicamente, científicamente, racionalmente, pero no van a buscar la verdad de la Palabra de Dios. Dice usted, “Es casi imposible creer eso.” Pero es exactamente correcto. Digo, porque esperaríamos que fuera diferente que cuando el Señor Jesucristo estuvo aquí la primera vez, ¿verdad? Digo, podían verlo, podían oírlo. Lo vieron quitar la enfermedad de la tierra de Palestina, lo vieron resucitar a los muertos, y aun así no podían concluir las cosas correctas. De hecho, los líderes religiosos decidieron que él era del diablo.

Entonces, la mente del hombre está cegada, ¿lo ve? Y el mundo del tiempo de nuestro Señor fue tan egoísta, estuvo tan centrado en sí mismo, tan religioso, tan hipócrita, tan materialista, tan pecaminoso, tan malo, tan carente de vida espiritual y percepción que ni siquiera podía ver al Salvador cuando caminó en medio de ellos. ¿Por qué esperamos que el mundo del futuro sea diferente cuando vean las señales de su venida? En Mateo capítulo 16, recuerda usted los primeros tres versículos, una condenación tremenda. Los fariseos y los saduceos vinieron y probaron a Jesús, y deseaban que les mostrara una señal del cielo. Digo, es ridículo preguntar algo así. Danos una señal del cielo. Habían visto miles y miles de señales como esas de él.

Y él les respondió y les dijo: “Cuando es tarde, dicen, ‘Buen clima y el cielo está rojo. Y en la mañana dicen, ‘Hay mal clima hoy porque el cielo está rojo, y nublado.’ Hipócritas que pueden discernir el cielo, pero no pueden discernir las señales de los tiempos.” Deben ser los líderes, ustedes son muy buenos en identificar el clima, pero no tenían ni idea de lo que Dios está haciendo. Como puede ver, cierran sus mentes a la verdad de Dios, así como la historia de Israel ha sido una historia de ignorar la Palabra de Dios. Ignoraron a los profetas de Dios, ignoraron los milagros de esos profetas, ignoraron las palabras de esos profetas, asesinaron a los profetas, asesinaron al Hijo de Dios. Y cuando vengan las señales de su venida, y la gran tribulación, el mundo estará igual de oscuro, igual de imperceptible, igual de ciego como siempre lo ha sido a lo que está pasando. Y hará lo que siempre han hecho, lo van a justificar mediante algún medio racional.

El hecho es que van a ser más impíos en esa época que en cualquier otra época en la historia del mundo. La Biblia nos dice en 2 Tesalonicenses capítulo 2, que durante el tiempo de la tribulación el que refrena es quitado. El Espíritu Santo en el mundo en la actualidad está refrenando la maldad, conteniendo la maldad. Es como si Él está dejando que hay más todo el tiempo, pero finalmente cuando la tribulación venga, Él quita sus manos y deja que la maldad corra de manera desatada. Y después Apocalipsis 9 dice que el infierno saca a todos los demonios que han estado atados temporalmente, y se apoderan de la tierra, de tal manera que la población de los demonios inmediatamente se incrementa de manera dramática. Y después nos dice que Miguel y Satanás tienen una lucha, y Satanás es expulsado del cielo a la tierra, Apocalipsis 12.

Entonces, ahora tiene a Satanás en la tierra, y todos los demonios que han estado afuera del infierno, y salen como ranas inmundas, por así decirlo, saliendo del infierno, y todos los demonios que ya están ahí, sin refreno en el mundo, simplemente, el mundo se entrega al pecado, y ese tipo de mundo más allá de lo que podemos imaginar. Esa es la razón por la que es llamado el misterio de la iniquidad. Esa iniquidad a un nivel que aún no ha sido revelado, conocido, ni experimentado en 2 Tesalonicenses 2, ese mundo será tan vil, tan miserable, estará tan preocupado con el pecado, y el sexo, y las drogas, y el alcohol, tan inmerso en su preservación materialista de la economía política de Babilonia, tan mala, tan llena de odio entre sí hacia Dios, hacia la verdad, que cuando todo esto suceda, habrá todo tipo de explicaciones excepto por la disposición de entender la verdad. No van a estar dispuestos a entender la verdad. Y él dice, será como en los días de Noé.

Cómo puede ver, en los días de Noé la gente ignoró la verdad, ¿no es cierto? ¿Sabe usted por cuanto tiempo predicó Noé? 2 Pedro 2:5 lo llama, Noé predicador de justicia. Usted piensa que él simplemente construyó una caja grande, esa es la palabra para la palabra de una caja de madera. Él construyó una caja grande de madera en medio del desierto, y le dijo a la gente que iba a venir un diluvio. Y se rieron porque nunca había llovido. No había existido algo como la lluvia, no había agua ahí. Y, ¿sabe por cuánto tiempo construyó ese barco? 120 años. Y se rieron, y lo ridiculizaron, y se burlaron, y lo menospreciaron. Pero 2 Pedro 2:5 dice que él fue un predicador de justicia. Él no solo fue un constructor de barcos, él fue un predicador. Antes de que él fuera un constructor de barcos, él fue un predicador. Y por 120 años, mientras que el construyó el barco, a él le debieron haber preguntado un millón de veces, ¿por qué estás construyendo el barco? ¿verdad? ¿por qué estás construyendo el barco?

Y ese fue el gatillo para el sermón porque Dios va a juzgar la impiedad de este mundo, y solo aquellos que ponen su fe en él van a escapar. Y estoy construyendo el barco como una manera de escapar, ¿les gustaría subirse? Y se burlaron, y se burlaron, y se burlaron por 120 años, siguieron con la vida como si no pasara nada, mientras que él predicó juicio, predicó juicio, predicó juicio, y se los demostró al construir una gran caja de madera en medio de todo, para que todo mundo la viera y no le creyeron. Y estoy seguro que la primera vez que cayó una gota en la nariz de una persona, pensaron que un dinosaurio había estornudado detrás de un monte o algo así. Aun así, no lo creyeron. No querían creer eso. Pudieron haber inventado todo tipo de excusas para no creer eso. Bueno, ¿cómo fue en los días de Noé?

Versículo 38, “Cómo en los días de Noé, antes del diluvio”, esto es la gente, “estaban comiendo y bebiendo y casándose y dándose en casamiento, hasta el día en el que Noé entró al arca. Y no lo supieron hasta que el diluvio vino y se llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre.” Increíble. 120 años este hombre predicó y predicó, y predicó, y predicó y predicó, y no lo creyeron, hasta que fueron llevados en el diluvio. Y van a haber señales y señales, y señales durante tres y medio años, 42 meses, 1260 días. Van a haber señales claras a nivel mundial de que todo está deshaciéndose, y van a haber predicadores de justicia, los 144 mil, los dos testigos de Apocalipsis 11, la multitud redimida de gentiles de todo el mundo de Apocalipsis 7. Y van a ser ayudados por el evangelio predicado por el ángel que predica el evangelio eterno, por todo el globo, van a oír el mensaje, pero no lo van a creer, no lo van a creer hasta que literalmente sean llevados en el holocausto definitivo de juicio en la segunda venida. Van a inventar todo tipo de razones para burlarse y mofarse y reírse y ridiculizar. Y si fueron así de impíos en el día de Noé, serán más impíos en el día de la venida del Hijo del hombre.

Ahora, observe lo que dice, estuvieron comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento. Ahora, eso no son pecados. Comer y beber no son pecados, y casarse y darse en casamiento no son pecados. El casarse se refiere a la gente que se casa, dar en casamiento se refiere a las familias que dan a sus jóvenes para que se casen. Lo que significa es que la vida siguió como siempre, ¿verdad? Simplemente significa que siguieron con la rutina, simplemente vivieron como si nada fuera a cambiar jamás. No les importó lo que estaba pasando, no vieron sus implicaciones, siguieron comiendo en el día de Noé y bebiendo y casándose y dando en casamiento como si nunca hubiera un fin.

Entonces, comer y beber eso es rutina personal, casarse y dar en casamiento eso es rutina familiar, actividad social. Simplemente siguieron con los ciclos de actividades normales, personales, familiares, y de actividades, la vida como es normal. Simplemente siguieron viviendo la rutina, trataron de ajustarse un poco a esta persona Noé, y lo que él estaba diciendo, pero la vida siguió como siempre, y eso es exactamente lo que sucederá en la tribulación. Nosotros, creo, como cristianos vivimos bajo alguna idea de que cuando todo esto comienza, por todo el mundo, la gente simplemente va a estar pensando aquí estamos, aquí estamos, escuche, habrá un remanente redimido. Habrá un remanente redimido, masivo, incontable, innumerable según Apocalipsis 7. Habrá un avivamiento y la fe de la nación de Israel, pero también habrá un rechazo mundial de todas estas cosas como si tuvieran algo que ver con algo relacionado con Dios, secularismo, el epítome de esto. Y en los días de Noé, antes del diluvio simplemente siguieron con su rutina hasta el día que Noé entró en la kibtos, el arca, la caja.

Y después, usted sabe lo que dice en Génesis 11 al 16, que cuando entraron al arca que, cerraron la puerta. Y probablemente no tomó mucho tiempo para que el agua comenzara a elevarse y algunas personas empezaron a tocar, pero era demasiado tarde. No se dieron cuenta, versículo 39, ginsk, no se dieron cuenta hasta que el kataklusmos vino, cataclismo. Significa lavar, hasta que el lavado vino, hasta que los lavó a todos, se los llevó a todos en condenación a la muerte, al juicio, a una eternidad impía.

Y entonces, así será la venida del Hijo del hombre, hacia el final del versículo 37. Y así será la venida del Hijo del hombre, dice al final del versículo 39, 2 veces dice eso, será igual. La vida como siempre, siguiendo con la rutina hasta que sea demasiado tarde, demasiado tarde. Devastación instantánea. Y entonces, esa generación será como la generación de Noé, advertida, y advertida y advertida y advertida, y advertida. Esa generación fue advertida por 120 años. La gente vivía más tiempo antes en ese entonces. La generación futura será advertida durante tres y medio años. El hecho es que están siendo advertidos en este momento, están siendo advertidos desde que el Nuevo Testamento fue escrito, sea cual sea la generación que esté viva cuando eso suceda, podría ser esta, pero no van a despertar a esta realidad hasta que sean llevados en juicio.

Y después él se vuelve muy específico en el versículo 40 y 41, “Habrán dos en el campo, uno será llevado el otro se quedará. Dos moliendo, uno será llevado y el otro se quedará.” La palabra “uno” en el versículo 40, es masculino en género, el uno en el versículo 41 es femenino en género. Eso significa que el versículo 40 habla de un hombre en el campo, dos hombres en el campo, uno es llevado, uno se queda. Versículo 41, de mujeres, dos mujeres moliendo, una es llevada y otra se queda. La tarea del hombre en esa parte agricultural del mundo, en ese entonces era estar en el campo y las mujeres estaban ahí con la piedra moliendo aquello que era cosechado por los hombres.

Entonces, la vida será como siempre. Y en medio de la rutina de la vida, uno será llevado. ¿Qué queremos decir con llevado? He oído a personas decir que esto se refiere al rapto. Usted no puede meter al rapto aquí. El rapto ya pasó mucho antes que esto. Esto está hablando de ser llevado en juicio. Regrese al versículo 39, “hasta que el cataclismo vino, y se los llevó.” Está basado en eso, es basado en ese retrato del diluvio, llevándose a los hombres a la muerte. Dos van a estar en el campo, cuando ese diluvio devastador final de fuego venga. Y uno es llevado en juicio, dos moliendo y una es llevada en juicio, y la otra se queda. La otra se queda, ¿para que se queda? Se quedan para entrar ¿a qué? Y se volverán aquellos que pueblan el reino milenial. Son los redimidos.

Entonces, usted tiene a personas trabajando, algunos serán creyentes, y otros serán incrédulos. Los incrédulos serán llevados y los creyentes serán preservados. Por cierto, ese proceso de separación es descrito a detalle en el juicio de las ovejas y los cabritos, en Mateo 25:31-46, en dónde él se lleva a los cabritos por un lado y los envía al castigo eterno, sus ovejas por otro lado, les da el reino, entonces se quedan. Muy importante. Se quedan para el reino.

Entonces, esto es lo que debemos tener en mente. Cuándo el reino milenial venga, y comience, la gente que se quedará para entrar, serán creyentes que no son llevados en el juicio de todos los impíos. Entonces, el reino sobre la tierra, el reino milenial será poblado por aquellos creyentes que han vivido este reino de terror del anticristo, y él no los ha destruido, todavía están vivos cuando Cristo viene. Cristo se lleva en un holocausto de juicio a todos los impíos, pero los piadosos que todavía quedan y que están vivos, entrará a su reino milenial para poblar ese reino.

Entonces, ese reino es poblado, por lo tanto, con seres físicos, personas reales como nosotros que vivieron el reinado del anticristo de terror, que creyeron la verdad del evangelio y no fueron destruidos. Quizás algunos de ellos, inclusive creyeron en el último momento. ¿Se acuerda usted de lo que dice en Hechos capítulo 2, que en el momento mismo cuando el Señor viene, describe a todos esos acontecimientos citando de Joel 2, y dice que, en ese gran tiempo, usted sabe, cuando las señales en los cielos se lleven a cabo, y el reino esté por comenzar, todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo? Yo creo que, en ese momento final, conforme el rey viene a establecer su reino, habrá algunos que invocarán el nombre del Señor apenas para ser salvos a tiempo. Serán preservados junto con aquellos que creyeron antes de eso durante el tiempo de la tribulación, y juntos entrarán en ese período del reino para poblar la tierra, para reproducirse, para tener hijos, para vivir el reino que Dios prometió en el Antiguo Testamento.

Y entonces, se quedarán. Y entonces, habrá un tiempo de gran separación cuando él venga. Ahora, todo eso para decir esto, versículo 42, muy importante, “Velad, por tanto, porque no sabéis a qué hora vuestro Señor viene.” Cuando el Señor venga los impíos serán llevados, y los justos serán dejados, permaneciendo seguros para entrar al reino, esa es la promesa. Pero no sabemos, y la generación que esté viva en ese tiempo no lo sabrá, el tiempo exacto de eso.

Entonces, necesita haber preparación. Simplemente van a seguir con la vida. Dos en un campo, dos moliendo y, por cierto, Lucas 17:34 añade: “Dos acostados”, lo cual es una nota interesante. Y debió haber sido una indicación para alguna de las personas de la antigüedad, que la tierra era redonda, porque usted tiene luz de día, en una parte del mundo, y noche en la otra, y usted debe tener un globo esférico. Pero el mundo seguirá con su rutina, y vendrá el juicio. Y después la puerta será cerrada para siempre. Así como en Mateo 25:10, en la parábola de las vírgenes. Dice que las que estaban listas entraron con él a la boda, y la puerta se cerró. Cuando ese tiempo venga, una separación se llevará a cabo. Y el Señor sabe cómo hacer esa separación. Él sabe. Él sabe a quién dejar y a quien llevarse.

En Malaquías usted sabe, cuando él estaba exhalando juicio, juicio, juicio, dice y aquellos que fueron justos, aquellos que amaron al Señor, creían en el Señor, tuvieron fe en él, se reunieron y hablaron el uno con el otro, y usted sabe lo que ellos dijeron, fue hombre, quizás seamos llevados también en todo esto, y después la palabra de Dios les dice, No serán míos en el día en el que yo haga mis joyas. Es como para decir que el Señor sabe los que son suyos, ¿verdad? Él sabe.

2 Pedro 2:4, “Y si no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno, y los entregó a prisiones de oscuridad para ser reservados para el juicio, y si no perdonó al mundo de la antigüedad, sino que salvó a Noé, a la octava persona, predicador de justicia, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos.” En otras palabras, si Dios supo quiénes eran los ángeles pecaminosos y los castigó, y salvó a los buenos, si Dios supo quiénes eran las personas pecaminosas, y las destruyó y salvó a Noé, y a los justos, y convirtió a las ciudades de Sodoma y Gomorra en cenizas, condenándolas, haciéndolas un ejemplo para aquellos que después de ellas vivieran de manera impía, y libró al justo Lot.

En otras palabras, si Dios supo cómo sacar a Lot de Sodoma y Gomorra, y a Noé del diluvio, y a los ángeles santos de la devastación del cielo, entonces, versículo 9, “Sabe el Señor librar a los piadosos de la tentación”, o de la prueba. Entonces, cuando venga el juicio el Señor sabrá cómo distinguir y después reservar a los injustos para el día del juicio para ser castigados, 2 Pedro 2:9.

Entonces, él sabe cómo separarlos. Pero la palabra aquí versículo 42, estén alertas, es un presente imperativo, estén continuamente alertas. Toda generación, toda persona esté alerta, porque no sabéis a qué hora viene nuestro Señor. Es un clamor a la vigilancia constante, a la, a estar alerta de manera constante. Él vendrá y los hombres que reconozcan que él está por venir estarán alertas a esa venida, espiritualmente conscientes.

Escuche, esto no es ficción, esto es hecho. Así va a ser. Así como los profetas dijeron como sería en su primera venida y él cumplió toda profecía, así él lo hará en su segunda venida. Velad, por tanto, porque no sabéis a qué hora viene su señor. Y si no es su señor ahora, él será su Señor en ese entonces, y su señorío será manifestado en su derecho a enviarlo a usted a la eternidad, al infierno, al castigo. Él es Señor, y en ese momento toda rodilla se doblará, algunos en adoración amorosa, algunos en terror, pero toda rodilla se doblará.

Inclinémonos en oración. Al cerrar esta mañana, usted, yo, todos nosotros podríamos estar viviendo en esa generación que verá el rapto de la iglesia, el holocausto de la tribulación, la señal del Hijo del hombre, y el nacimiento del reino.  Podría ser esta generación, ¿está usted listo? ¿Está usted alerta? ¿Está usted identificando las señales de los tiempos? ¿Está en una relación correcta con el Señor Jesucristo? Esa era entera de tiempo final, creo yo es iniciada por la remoción de la iglesia. Y seremos guardados de esa hora que viene para probar al mundo entero.

Y lo invito a usted a venir a Jesucristo, y con nosotros para ser guardado de esa hora. Y mientras que el mundo esté atravesando los terrores de la tribulación, estaremos regocijándonos en la presencia del Salvador, en el cielo. Viviendo en el lugar que él ha preparado para nosotros. Y si usted no conoce al Señor Jesucristo, usted podría conocerlo mediante un acto simple de fe, al invitarlo a su vida, Aquel que vivió y murió y resucitó por usted. Confiese su pecado, abráselo como su Señor y Salvador.

Y aquellos de ustedes que son cristianos, de nuevo, quiero hablarle también a mi propio corazón. Es un recordatorio para nosotros de que necesitamos hacer inversiones que son eternas. Todo esto se va a quemar, todo esto va a ser destruido, y solo lo que hemos invertido en la eternidad sobrevivirá, permanecerá. Y simplemente le pido a Dios a que renueve mi compromiso para hacer inversiones eternas con todo lo que tengo, todo lo que tengo, posesiones, recursos, capacidades, tiempo, todo.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2020 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

7/9 – ¿Podría venir Jesús hoy?

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

7/9 – ¿Podría venir Jesús hoy?

John MacArthur

https://cdn.gty.org/gracia/sermons/High/2372.mp3?x-source=website&x-type=download

Tenemos un privilegio tan grande conforme nos congregamos en el día del Señor, de estudiar la Palabra de Dios. Es fácil para nosotros olvidar ese privilegio, podemos dar por sentado la abundancia, la enseñanza bíblica a la cual estamos expuestos aquí en Grace. Cuando estoy lejos en otro lugar, conociendo otras personas que no tienen el privilegio que todos nosotros disfrutamos aquí con tantos maestros dados por Dios, me acuerdo cuan ricos somos y como debo estar agradecido con Dios, y nunca dar por sentado la maravilla de su gran Palabra gloriosa.

Y espero que conforme llegamos a la Palabra de Dios en cada día del Señor, haya en su corazón un sentido de expectativa, un sentido de gozo, un sentido de separación, por así decirlo. del mundo y de las cosas que nos rodean para que pueda usted concentrarse con todo su corazón en las cosas que el Espíritu de Dios quiera decir mediante la Palabra de Dios. Este es un privilegio alto y santo y sagrado, para nosotros. Y no es menos la Palabra de Dios que si el Señor mismo estuviera aquí para hablar, o si un apóstol o profeta aquí estuviera dando el mensaje. Ésta es la Palabra de Dios para nosotros, y lo oímos con gran gozo y corazones agradecidos.

Y la Palabra de Dios para nosotros esta mañana es de Mateo capítulo 24, versículos 32 al 35, ese es el siguiente pasaje en nuestro estudio continuo en este gran evangelio de Mateo. Quiero leerle el pasaje antes de que lo veamos en profundidad. Mateo 24 comenzando en el versículo 32: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”

La esperanza de todo cristiano es la segunda venida del Señor Jesucristo. La Biblia dice que somos aquellos que aman su manifestación, somos aquellos que esperamos esa esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y nuestro Salvador, el Señor Jesucristo. Somos aquellos que estamos esperando, Pablo dice, la gloria que será manifestada en nosotros. Estamos esperando la manifestación de los hijos de Dios, la liberación gloriosa de los hijos de Dios. Estamos esperando la redención del cuerpo.

Somos aquellos, dice el Nuevo Testamento, que esperamos la venida de nuestro Señor Jesucristo, el día cuando los santos juzgarán al mundo, cuando todos seremos cambiados, cuando la muerte será derrotada para siempre junto con el pecado, y entraremos en la presencia de Cristo como Pablo dice, como una virgen pura presentada a un novio. Anhelamos el día cuando estaremos ausentes del cuerpo y presentes al Señor, el día cuando él aparezca y seremos como él, porque le veremos como él es.

El tema de la segunda venida llena el Nuevo Testamento. Es la gran realidad que espera todo cristiano. Miramos hacia atrás a la cruz en dónde nuestras almas fueron redimidas, vemos hacia adelante a la segunda venida, cuando nuestros cuerpos serán redimidos y entraremos en la plenitud de nuestra salvación. Y como cristianos anhelamos el día cuando Jesús venga, porque es el día cuando Satanás será derrotado. Es en ese día cuando la maldición será levantada. Es en ese día cuando los santos serán glorificados, que Cristo será adorado, que la creación será liberada, y que el pecado y la muerte serán eliminados.

Y entonces, con gran expectativa esperamos la segunda venida de Jesucristo, y creemos que es un acontecimiento real, que sucederá de manera tan histórica como lo fue su primera venida, con un impacto tan amplio y glorioso. Y cuando pensamos en la segunda venida, podemos pensar en tantos, tantos pasajes de la Escritura, pero estamos en uno que realmente no tiene paralelos. Mateo 24 y 25 es el propio sermón de Jesús de su segunda venida.

Entonces, cuando nuestro Salvador mismo quiso hablar de su segunda venida, estos son los términos en los que él escogió hablar de ella. Y entonces, estamos encontrando maravilla, tras maravilla, conforme oímos al Salvador, conforme él habla a sus discípulos en el Monte de los Olivos, y les dice que este no es el fin, sino que él regresará en gloria y poder para establecer su reino.

Ahora, el sermón mismo es llamado el Discurso del Monte de los Olivos, porque fue dado por nuestro Señor ahí en el Monte de los Olivos. Es registrado por Mateo y Marcos y Lucas, debido a su importancia tremenda. Estamos viendo la perspectiva de Mateo, la perspectiva más larga, más detallada del Sermón dado por nuestro Señor. Y estamos aprendiendo tantas cosas maravillosas y emocionantes.

Ahora, hoy vamos a llegar a esta pequeña porción en la que nuestro Señor da la parábola de la higuera. Y creo que cuando acabemos usted va a ver el impacto tremendo y la importancia de esta parábola conforme es aplicada a su segunda venida. Pero para entenderla, tenemos que regresar un poco y entender en dónde estamos. No podemos nada más brincar y entrar al versículo 32.

Entonces, regrese al versículo 3, si es tan amable, del capítulo. Jesús se sienta con sus discípulos después de haber subido al Monte de los Olivos, lo cual debió habría sido un buen ascenso. Ha pasado todo el día en el templo dialogando con los líderes religiosos y el pueblo. Y Jesús ha dicho su palabra final al pueblo judío, en el versículo 39: “Bienaventurado el que viene en el nombre del Señor.” Y él introdujo su venida en gloria, y él introdujo su venida en poder, él introdujo su venida en el reino que fue prometida por los profetas de la antigüedad, y eso motivó el interés de los discípulos.

Y entonces, cuando llegaron a la cima del Monte de los Olivos, ellos le dijeron a él en privado, en el versículo 3: “Dinos”. Y están llenos de expectativa, ¿cuándo serán estas cosas? Y, ¿cuál será la señal de tu venida y del fin del siglo? Ellos quieren más información acerca de su venida, más información acerca de ese gran tiempo cuando el reine como Señor de señores, y Rey de reyes. Ellos quieren saber cuándo. Y quieren saber cuáles serán las señales.

Entonces, realmente hacen dos preguntas: ¿cuándo será? Y ¿cuáles serán las señales? Ahora, Jesús responde esas preguntas al revés. La segunda pregunta él la responde en el versículo 4 al 35, y hemos estado viendo esa segunda pregunta, ¿cuáles son las señales? La primera pregunta, ¿cuándo serán? Él comienza a responderla en el versículo 36 cuando dice, pero de ese día y aquella hora ningún hombre sabe. Y después procede a hablar de cuándo será. Pero estamos viendo la sección cuándo él responde a su pregunta, ¿cuáles son las señales? ¿qué es lo que buscamos para indicar que tú vienes en gloria?

Ahora, recuerde en primer lugar que él les respondió comenzando en el versículo 4, y hasta el versículo 14, al describir algunas señales generales que ocurrirían inmediatamente antes de su segunda venida. Y esas señales fueron llamadas en el versículo 8, “dolores de parto”. Son señales rápidas que vienen al fin de la edad del hombre, así como los dolores de parto llegan al fin de un embarazo, y resultan en el nacimiento del reino.

Entonces, él les dijo, “deben estar buscando todas estas señales.” Después en el versículo 15, él dijo: “Hay una cosa que señala el comienzo de los dolores de parto. Hay una cosa que dispara estas señales generales y es la abominación desoladora.” Recordará que vimos eso y es cuando el anticristo establecerá un ídolo de sí mismo en el templo, en el lugar santísimo en Jerusalén. Y él hará que el mundo entero lo adore. Esa es la abominación desoladora. Y eso comienza lo que el versículo 21 llama la gran tribulación en la que los dolores de parto se llevan a cabo.

Entonces dijeron: “¿cuál es la señal de tu venida?” Él dice: “Busquen la abominación desoladora. Y cuando la vean, corran, porque lo que sigue va a ser totalmente diferente de lo que el mundo jamás ha experimentado.” Y él describió los dolores de parto, las cosas intensas que vienen rápidamente que van a suceder sobre la tierra, hasta que finalmente el reino viene.”

Entonces, él les dio señales generales, y él les dio una señal que inicia todo, que comienza esas señales generales. Después él les dio la señal específica, en el versículo 29, él les dio la señal especifica en el versículo 29. “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos dias, el sol se oscurecerá y la luna no dará su luz, las estrellas caerán de los cielos y las potencias de los cielos serán conmovidas.” Es la desintegración del universo. “Y después aparece la señal”, ahí está la señal. Quería una señal. Es esa señal. “Cuando veáis al Hijo del hombre en los cielos, entonces todas las tribus de la tierra estarán llorando y veréis al Hijo del hombre viniendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria. Él enviará a sus ángeles y con gran sonido de una trompeta reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, de un fin del cielo al otro.”

Entonces él les dice: “¿Quieren una señal? Esperen los dolores de parto disparados por la abominación desoladora. Y cuando acaben, entonces viene la señal. Y la señal es el Hijo del hombre en el cielo. Todos los cuerpos celestes se habrán oscurecido. Es la oscuridad en el universo, y después aparece la señal del Hijo del hombre en gloria refulgente en el cielo viniendo para derrotar a los impíos, para congregar a los elegidos y establecer su reino. Eso es lo que deben esperar.”

Habiéndoles dado esas cosas, como indicadores, él sabe que en las mentes de ellos todavía tienen una pregunta. Cuándo todas esas señales comiencen, ¿cuánto tiempo tardará? ¿cuánto es que eso va a durar hasta que el reino sea establecido? ¿cuánto tiempo hasta que el Hijo de Dios reine como Rey de reyes y Señor de señores? ¿cuánto tiempo duran los dolores de parto? ¿cuánto tiempo va a pasar desde la señal en el cielo hasta el reino en la tierra? Entonces, para resumir y actuar como una transición para la pregunta del cuándo, él les da esta parábola y su explicación en los versículos 32 al 35. Y quiero que la vea. Es maravillosa. Y quiero que vea cuatro elementos, conforme se desarrolla.

En primer lugar, una analogía no complicada. Una analogía no complicada. Versículo 32. “Ahora, aprended de una parábola de la higuera. Cuándo su rama todavía está tierna, y produce hojas, sabéis que el verano está cerca.” Ahora, ahí hay una analogía no complicada. Espero que usted recuerde que las parábolas fueron dadas con el propósito de hacer que las cosas fueran claras para los discípulos. Por ejemplo, si usted regresa en su Biblia, por un momento breve, al capítulo 13 de Mateo, en Mateo capítulo 13, versículo 10 dice: “Y los discípulos vinieron y le dijeron: ‘¿Por qué les estás hablando en parábolas?’ Él les respondió y les dijo: ‘Porque a vosotros os es dado el conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado.”

Las parábolas entonces tuvieron un propósito doble. Las parábolas no explicadas escondieron la verdad. Las palabras explicadas hicieron clara la verdad. Ese fue el propósito doble de una parábola. Cuándo Jesús dio una parábola a la multitud o a los líderes religiosos, y nunca la explicó, fue una adivinanza para ellos. Cuándo él se las dio a los discípulos y la explicó, fue una ilustración que hizo que las cosas fueran mucho más claras. Entonces, él dice: “La razón por la que hablo en parábolas es para esconder cosas, entre comillas, los sabios y los prudentes de este mundo, y revelárselas a los niños.” Las parábolas explicadas se volvieron ilustraciones mediante las cuales las cosas fueron hechas claras. Las parábolas no explicadas son adivinanzas mediante las cuales las cosas son oscurecidas.

Y entonces, Jesús ahora le habla a los discípulos, y explica lo que él quiere decir exactamente para que para ellos la parábola se vuelva una ilustración viviente, haciendo la verdad muy, muy clara. Es una analogía no complicada. Ahora, cuando usted entiende que las parábolas para los discípulos fueron para que entendieran, no para confundirlos, entonces usted entenderá algo muy importante de las parábolas, no son difíciles de entender, no son complicadas. Son analogías no complejas para ilustrar una verdad simple.

Y entonces usted no tiene que tener una Biblia de estudio Ryrie para entender esta parábola, o una Biblia Scofield, o haber ido al seminario, o haber visto una tabla dispensacional. Usted básicamente puede estar en el mismo terreno que los discípulos estuvieron, y entender tanto como ellos, y aceptar y entender la simplicidad de una analogía no complicada. Creo que es tan importante decir eso, porque esta parábola en particular ha sido usada para expresar conceptos casi alegóricos, en lugar de conceptos analógicos. Y en lugar de ser una ilustración de algo, se vuelve una alegoría. Y al menos de que usted entienda los secretos de ello, usted ni siquiera puede entender lo que significa. Rechazamos el hecho de que es para complicar las cosas y creemos que es para hacer que las cosas sean muy claras.

Entonces, es una analogía simple, natural, que deben entender. Es una analogía de una higuera, lo cual ellos habrían entendido fácilmente. El lugar estaba cubierto de higueras. De hecho, en este día mismo en la mañana, según el capítulo 21, versículos 18 al 22 Jesús ya les había dado una lección a partir de una higuera, ¿no es cierto? Usted recuerda que él encontró una higuera con hojas y sin fruto y él les enseña lecciones acerca de la esterilidad, y lecciones acerca de la oración a partir de esa higuera. Él no fue el primer maestro que usó una higuera. Usted puede regresar al libro de Jueces, y encontrará en el libro de los Jueces en el capítulo 9, versículos 10 y 11, que ahí Jotam usa una higuera.

Usted puede regresar al libro de Oseas, en el capítulo 9 versículo 10, y ahí higos son usados para hablar de los patriarcas. Después en Jeremías capítulo 24, versículo 2 creo que es, Jeremías usa cestos de higos para hablar de personas buenas y malas. Y también Joel capítulo 1, versículo 6 y 7 usaron la ilustración de una higuera como una analogía de una lección espiritual. Usted encuentra en el libro de Apocalipsis que el universo se colapsa como higos cayendo de una higuera que ya está madura.

Entonces, lo común y corriente del árbol se prestaba a sí mismo para los profetas y los maestros a lo largo de la historia de Israel para usarlo como una ilustración de cierta verdad espiritual. Y el Señor hace simplemente eso aquí, como lo hizo al principio del día cuándo él maldijo a una higuera. Entonces, fue una ayuda de enseñanza común. Ahora, nuestro Señor quiere que ellos entiendan lo que él dice. Observe la palabra aprender. Él dice: “Aprendan una parábola.” En otras palabras, no solo escuchen, sino entiendan el mensaje. Y él usa la palabra manthano, la cual básicamente significa ‘aprender verdaderamente o genuinamente de tal manera que da lugar a un hábito.’ Es aprender algo profundamente, minuciosamente. Es usado inclusive para expresar la idea de adquirir un hábito. Entiendan el mensaje, que entre en profundidad en ustedes.

Pablo usa el miso verbo, por ejemplo, en Filipenses 4:11, en dónde él dice: “He aprendido sea cualquiera mi situación a estar contento.” Algo que él aprendió profundamente, algo que él no solo oyó sino algo que verdaderamente fue conocimiento habitual, y esa es la esencia de lo que él está diciendo. Quiero que entiendan esto, no quiero que lo olviden, quiero que lo entiendan claramente, y aquí está lo que quiero que aprendan. Es la parábola de la higuera, la analogía de la higuera, es el mensaje o lección que sale de esta ilustración simple. Y aquí está la historia: “Cuando su rama todavía es tierna y produce hojas, sabéis que el verano está cerca.”

Ahora, nadie puede malentender eso. Cuando usted ve una higuera produciendo hojas, sabe que el verano está cerca. ¿Qué significa eso? Es el tiempo para el fruto y la cosecha. En otras palabras, cuándo el árbol florece es primavera, ¿verdad? Realmente no es muy complejo. ¿Qué quiere decir cuándo la rama todavía es tierna? En esta época del año, cuando la savia comienza a fluir por esas ramas, se vuelven algo hinchadas y tiernas, conforme la vida comienza a pulsar y empieza a dar lugar a la rama en forma de una hoja, hay una ternura en el árbol. Hay una necesidad de cuidar con mucho cuidado de ese árbol, en ese periodo de tiempo, y entonces a eso se refiere.

Cuándo su rama es tierna, porque es suave está llena de sabia y empuja sus hojas, usted sabe que es la primavera. Y la primavera significa que el verano está cerca. Y el verano significa cosecha, el verano significa cosecha. Y cuándo el Señor, en el evangelio de Mateo habla de cosecha, él está hablando del tiempo cuando él viene a separar lo bueno de lo malo. Cosecha, en el evangelio de Mateo, habla de juicio, habla de la venida del Señor a enfrentar lo bueno y lo malo.

Regrese a Mateo capítulo 3 y usted verá eso. En el mensaje de Juan el Bautista él dijo, versículo 11, que él vino “a bautizar con agua para arrepentimiento; pero el que viene después de mí”, él dijo, refiriéndose a Cristo, “es más poderoso que yo, cuyo calzado no soy digno de llevar, él los bautizará con Espíritu Santo y fuego.” Y el fuego que tiene en mente es el fuego de juicio. Es referido a esto en el versículo 10, es el tipo de fuego de juicio cuando un árbol que no tiene fruto es cortado y arrojado al fuego. Y en el versículo 12 dice que: “su aventador está en su mano, y él limpiará su era.” Y usaban un aventador para aventar el grano al aire, y la cizaña era llevada por el viento, y el grano caía al piso otra vez. El Señor va a dividir lo bueno de lo malo, y va a quemar la cizaña con fuego que no se apaga.

En otras palabras, aquí Juan el Bautista ve una cosecha, y él ve la cosecha como el tiempo en el que Dios separa la maldad, lo malo, y lo quema, y se queda con lo bueno, y lo lleva al granero por así decirlo, el granero de su propio reino. En Mateo capítulo 9 encontramos otra vez esta referencia a la cosecha. El Señor ve en el versículo 36, a la multitud. Él es movido por la compasión de ellos, porque están cansados. Ellos están literalmente flagelados, literalmente han sido abusados por sus pastores falsos y están dispersos como ovejas que no tienen pastor. Y él les dice a sus discípulos: “La mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad pues al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.”

En otras palabras, Dios va a juzgar al mundo, y Jesús ve con compasión a la cosecha entera, por así decirlo, un campo entero de hombres moviéndose hacia el juicio. Y él desea que algunos sean enviados a advertirles acerca del juicio inminente cuando Dios separará a los justos de los injustos. En Mateo 13, observe también el versículo 30, y aquí es dada la parábola del trigo y la cizaña. Él dice en el versículo 30 que el trigo y la cizaña se les permite crecer juntos hasta la cosecha. “Y en el tiempo de la cosecha diré a los segadores, recojan primero la cizaña y amárrenla para quemarla. Y recojan el trigo para mi granero.”

Y de nuevo, la cosecha es vista como un tiempo de distinción, un tiempo para distinguir, un tiempo de juicio, y un tiempo para quemar, de parte de aquellos que son malos; recompensa para aquellos que son buenos. Por cierto, eso es explicado en el versículo 40, “la cizaña es recogida y quemada en el fuego, así será en el fin del siglo.” Versículo 41, “el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, recogerán de su reino todas las cosas que tropiezan, y aquellos que hacen iniquidad y los arrojarán a un horno de fuego. Y ahí será el lloro y crujir de dientes.” Ahora, en todos esos incidentes en el evangelio de Mateo, en dónde usted ve una cosecha, es un tiempo de compensar a aquello que es bueno, y quemar y castigar aquello que es malo.

Entonces, lo que el Señor está diciendo es muy simple, en esta analogía no complicada. Cuando vean las hojas saliendo en la primavera, saben que la llegada del verano se acerca y pronto habrá una cosecha. Y debido a que ellos percibirían la cosecha como la segunda venida, la venida del juicio de Dios, fácilmente entenderían la intención de lo que el Señor está diciendo. Entonces, la analogía no complicada lleva en segundo lugar, a una aplicación inequívoca. Una aplicación inequívoca, versículo 33: “Así también vosotros”, él dice, “cuando veáis todas estas cosas, sabed que está cerca, a la puerta.”

Ahora, al decir, “Así también vosotros”, él une la parábola o la analogía, la aplicación. “Cuando vean todas estas cosas.” Y alguien dice: “¿Cuáles son todas estas cosas?” Y la respuesta es: “Todas estas cosas”. Dice usted: “¿Cuál es el antecedente de todas estas cosas?” Bueno, es todas las cosas de las que él acaba de hablar. ¿Cuáles son todas esas cosas? Los dolores de parto, los versículos 4 al 14; la abominación desoladora, del versículo 15; la necesidad de huir debido a la gran tribulación, en los versículos 16 al 28.

Entonces, los dolores de parto, la señal del comienzo de los dolores de parto, las calamidades que vienen sobre la tierra, la confusión sutil de aquellos que claman: ‘el Mesías está aquí. El Mesías está allá’; la corrupción pecaminosa como un cadáver que va a ser comido por las aves; y después la señal del Hijo del hombre en el cielo, conforme el cielo se oscurece y el Hijo del hombre aparece en toda su gloria. Todas estas cosas, él dice. Cuando vean todas estas cosas, es como el árbol que está produciendo hojas, y saben que está cerca. Y alguien dice: “¿Qué es? ¿acaso él no nos dice que es?” Sí lo hace.

Y Lucas, al registrar el mismo discurso del Monte de los Olivos fue especifico, más específico que Mateo en este punto. Y Lucas registra esto en el capítulo 21, versículo 31: “Entonces, cuando veáis estas cosas sucediendo, sabed que el reino de Dios está cerca.” Entonces, pueden escribir en el margen de su Biblia que se refiere al reino de Dios. Ese es el reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Es el fin del día del hombre, es el comienzo del día de Dios. “Sabed que el reino de Dios está cerca.”

El reino milenial de Apocalipsis capítulo 20, versículos 4 y 5, se tiene en mente aquí cuando Jesucristo reina con sus santos redimidos durante mil años sobre la tierra, y Satanás está atado. El reino glorioso prometido a Israel cuando Israel regresará a su tierra, y será preservada de todos sus enemigos, y se volverán los siervos del Altísimo Dios. El tiempo cuando los gentiles, diez a la vez tomarán la túnica de un judío y el judío los llevará a Dios para que conozcan al Dios verdadero. Es el tiempo prometido por todos los profetas de la antigüedad, ese gran reino.

Entonces, lo que él está diciendo es: “Cuando vean todas estas cosas, cuando vean todos los dolores de parto, y todas las señales, y la señal definitiva del Hijo del hombre en el cielo, sepan que está cerca. Tan cerca que está tocando la puerta.” Es la metáfora que es usada. Debe ser el fin mismo. Y después en el versículo 34, añadiendo una aplicación inequívoca: “De cierto os digo.” Eso es para enfatizar, para enfatizar la importancia y veracidad de la afirmación. “Esta generación no pasará hasta que todas estas cosas sean cumplidas.” Esta generación no pasará hasta que todas estas cosas sean cumplidas.

Pero la pregunta viene inmediatamente en este punto. ¿De que generación está hablando él? ¿Qué generación no va a pasar? Bueno, pasar significa ‘morir’, ‘llegar a un fin’. La generación no llegará a un fin hasta que todas estas cosas sean cumplidas. ¿Qué generación? Pregunta muy importante. Y hemos tenido muchas respuestas diferentes. Permítame ver si puedo filtrar esto hasta la respuesta, que creo que es la respuesta correcta. ¿Qué generación?

Aquí hay algunas de las opciones. Algunos sugieren que esta generación se refiere directamente a los discípulos, que lo que él está diciendo es: “Ustedes discípulos no morirán antes de la segunda venida. Ustedes no morirán, antes de la segunda venida.” Dice usted; “Pero eso no es verdad.” Correcto. Y esas personas que se aferran a esa postura dicen que Jesús estaba equivocado. Fue una buena adivinanza, pero él estuvo equivocado. Bueno, no nos debe sorprender que él estaba equivocado porque él inclusive admitió, dicen en Marcos 13:32, que el día ni la hora nadie conoce, ni siquiera el Hijo del hombre.

Entonces dicen que Jesús inclusive confesó su propia ignorancia. Escuche, Jesús confesó ahí que en su encarnación él dijo que él no sabía. Él escogió no tener ese conocimiento, pero una cosa es escoger no tener conocimiento, y es algo más propagar algo que no es verdad. Y Jesús en su encarnación pudo haber refrenado su conocimiento, pero él no perdió su conexión con la verdad. Esa es una postura inaceptable. Y si Jesús estaba equivocado en esto, acérquense al garfio del cielo más cercano, porque hay una buena posibilidad de que él estuvo equivocado en muchas otras cosas también. Rechazamos esa postura totalmente.

Jesús no está equivocado. Él no presentó un error, él no está propagando ignorancia en absoluto. En su encarnación, él colocó límites auto-impuestos en elementos de su propia deidad, y la expresión de su conocimiento divino. Pero en ningún punto en el tiempo jamás salió algo de su boca que no fue absolutamente verdad. Y no hay razón para creer que esta generación significa este pequeño grupo de discípulos, porque si eso es lo que él quiso decir, él pudo haber dicho, ustedes no pasarán hasta que todas estas cosas sean cumplidas.

Hay otra postura, entonces, esa es una postura inaceptable. La postura número dos es que se refiere a los discípulos, pero de lo que él está hablando aquí que va a ser cumplido, fue la destrucción de Jerusalén en el 70 d. C. En otras palabras, dicen, todo este capítulo trata del 70 d. C. que no describe la segunda venida. Y, por cierto, esta es una postura popular y muchos de los comentaristas que usted lee proponen esta postura, que todo esto es una descripción de la destrucción de Jerusalén en el 70 d. C y que Jesús está diciendo: “Van a estar ahí, esta generación en este momento, ustedes discípulos y la gente de su época va a estar aquí en el 70 d. C. cuando todo esto pase.

Esa es también es una postura inaceptable porque usted no puede confundir la destrucción de Jerusalén por parte de los romanos, en el 70 d. C. con la segunda venida de Jesucristo. Y no le están preguntando acerca de la venida de los romanos, están preguntando acerca de la venida de Cristo. Cuando dijeron en el versículo 3: ¿cuál será la señal de tu venida? No preguntaron, ¿cuál es la señal de la venida de los romanos? Y cuando él les respondió el respondió la pregunta de ellos. Y su pregunta tuvo que ver con su venida. Además, no hay manera bajo el sol en la que usted pueda encajar todos estos acontecimientos en el 70 d. C. ¿Cuándo en el 70 d. C. por ejemplo se oscureció el sol, la luna no dio su luz, las estrellas se cayeron del cielo, y el Hijo del hombre apareció en el cielo congregando a los escogidos de los cuatro rincones de la tierra? ¿Cuándo en ese tiempo en particular, acaso todas las tribus sobre la faz de la tierra lloraron? No hay manera. Absolutamente imposible.

Y en el 70 d. C fueron los romanos contra los judíos. No fue nación levantándose contra nación, y reino levantándose contra reino, ni terremotos y pestes por todo el mundo. No. Es imposible. No puede referirse al 70 d. C entonces también esa es una postura inaceptable. Y por cierto, la gente que quiera que se refiere al 70 d. C simplemente hace que todo eso sea simbólico. Simplemente dicen: “Bueno, pareció a los judíos que era así de malo. Pareció para ellos en una especie de manera hiperbólica así fue de amplio. Entonces, esa es una postura inaceptable.

La tercera postura es que se refiere a la raza judía. Se refiere a la raza judía. Que cuando él dice, cuando dice: “Esta genea”él se podía referir a un tipo, raza, de pueblo. Eso es verdad, él está diciendo: “Esta generación de judíos. Este pueblo judío no morirá hasta que todas estas cosas se cumplan.” En otras palabras, él está prediciendo la supervivencia y continuidad de la raza judía hasta la segunda venida. Ahora, eso es verdad, los judíos sobrevivirán hasta la segunda venida y no me gustaría entrar en un rincón y pelear con un hombre por esta postura, francamente no me gustaría entrar en un callejón y pelear con un hombre por nada, pero ciertamente no por esta postura.

Pero de nuevo, esa no es una buena interpretación aquí por un par de razones. Una razón que viene a mi mente es que no dice Israel. Y si el Señor estuviera hablando de Israel me parecería que él diría eso. Digo, sería una manera rara de referirse al pueblo del pacto, simplemente al llamarlos esta generación, en lugar de decir mi pueblo. Me parecería que él hubiera dicho mi pueblo no pasará hasta que todas estas cosas sean cumplidas. Llamarlos esta generación parece ser una manera más bien indiferente de hablar del pueblo del pacto. Y porque, inclusive molestarse por decir que van a sobrevivir hasta el reino, cuando ni siquiera fue una pregunta en la mente de los discípulos, ¿verdad?

Digo, ellos creían en la supervivencia de Israel, porque ellos creían en la naturaleza eterna de los pactos, ¿verdad? Digo, ellos creían que Dios hizo pactos que Él quería guardar, entonces, ni siquiera estaba preguntando, ¿acaso Dios nos da va a dejar en todo esto? Eso no está en su mente aquí. Ellos solo quieren saber cuándo va a venir. ¿Por qué entonces el diría, bueno, ustedes entonces los judíos van a sobrevivir hasta ese entonces? No tiene que ver con el asunto.  Entonces, es posible, esa postura es posible, es posible pero no es la que yo escogería.

Hay una cuarta postura, y es que la genea, o esta generación significa a tipos de personas que rechazan a Dios y rechazan a Cristo. En otras palabras, los tipos de personas que me rechazaron a mí, el tipo de persona con las que hemos estado hablando todo el día en el templo, que odian lo que yo represento, este tipo de persona religiosa, farsantes que odian a Dios, que rechazan a Cristo van a estar existiendo hasta la segunda venida. Que se está refiriendo a eso. Que va a haber una continuidad de personas malas que rechazan a Cristo. Genea puede significar eso. Es usada por ejemplo en el Antiguo Testamento griego, la versión Septuaginta, para la palabra “puerta” en hebreo, la cual algunas veces es traducida esta generación mala, o esta generación justa.

Entonces, dicen que significa “esta generación mala va a existir hasta que Jesús venga, entonces no esperen que las cosas mejoren, siempre van a haber personas miserables que aborrecen a Dios, que rechazan a Cristo entre la raza judía, y en todos lados hasta la segunda venida. De nuevo, esa es una postura posible, esa es una postura posible, pero es vaga y parece que no es coherente con el texto ni con el punto que está en los corazones y mentes de los apóstoles. No están preocupados porque la gente mala va a sobrevivir hasta la segunda venida, están preocupados por cuándo va a pasar y cuando son las señales.

Hay una quinta postura y probablemente esta es a la que usted ha estado expuesta, y es esta, que la higuera es Israel, y por cierto eso no dice eso tampoco en la Escritura, simplemente dice, aquí está una ilustración de una higuera. Alguien dice que la higuera es Israel, Jesús no dijo eso, entonces usted ha detenido la analogía y usted tiene alegoría. Y usted tiene que decirnos a que se refieren los elementos de la alegoría. Entonces decimos que la higuera es Israel, y cuando produce sus hojas, he oído que ese es el estado, el establecimiento del estado de Israel en 1948. Ahora, ¿ha escuchado usted esa postura? Muy bien, en cierta manera es una postura popular, que cuando Israel se convierta en estado, bueno, en primer lugar, Jesús no dijo, y ¿cómo es posible que los discípulos habrían llegado a percibir el establecimiento del estado de Israel en 1948, está bastante lejano de esto.

Y usted tiene que recordar esto, Jesús está ilustrando para ellos las cosas que les está enseñando, él está tratando de aclarar lo que les ha enseñado. Él no está tratando de decirles algo que es tan infinitamente oscuro que nunca será percibido por nadie que vivió antes de 1948. Además, ¿cómo podemos concluir que la vida que está pulsando en la higuera, empujando las hojas es el establecimiento del estado de Israel? Ciertamente si estamos pensando, si lo usáramos de esa manera habría que tenido que ser si el árbol fuera Israel y comenzara a producir hojas, supondríamos que sería vida entrando en Israel, ¿verdad? Y vida entrando en Israel sería espiritual, no física. E Israel, aunque está viva hoy, es una de las naciones más seculares sobre la faz de la tierra.

Entonces, no produce una buena alegoría del avivamiento espiritual de Israel. Y, ¿por qué es que el Señor hablaría solo del establecimiento del estado de Israel como si fuera vida espiritual pulsando por la nación? Y, ¿quién va a decir que la higuera se refiere a ellos, de cualquier manera, cuando el contexto no tiene nada que ver con la supervivencia o restauración de Israel, sino que tiene que ver con la segunda venida de Jesucristo? Entonces, creo que esa también es una postura inaceptable, aunque es imaginaria. ¿Qué queda? Mi postura.

Ahora, mi postura es, usted sabe y entré a esto con una mente abierta, porque usted sabe he pensado mucho en estas cosas, y simplemente estaba leyendo. Me parece tan claro lo que él estaba diciendo, cuando la rama está tierna y produce hojas saben que el juicio está cerca. Entonces, cuando vean todas estas cosas, todas, ¿qué cosas? Las hojas. Y, ¿qué son las hojas? Los dolores de parto, ¿verdad? la señal en el cielo, las señales que lo acompañan, todas estas cosas que él ha estado describiendo a lo largo del capítulo entero, cuando vean todas estas cosas, ustedes saben que el juicio está cerca, y esta generación, ¿qué generación?

El “ésta”, tiene que modificar a las personas que ven todas estas cosas. Esta generación que ve todas esas cosas, no terminará hasta que el resto sea cumplido. En otras palabras, lo que él está diciendo, se está preguntando cuánto va a tardar eso y cuando veremos la señal, o la abominación desoladora, y comiencen a ver los otros dolores de parto y de pronto la señal del Hijo del hombre en el cielo, cuánto va a tardar eso; y lo que él está diciendo, la generación que vea todas estas cosas, no morirá hasta que todo sea cumplido.

En otras palabras, él está enfatizando de nuevo el concepto de empujar o producir una hoja. Cuando ven la hoja, ustedes saben que el verano está cerca, el verano está cerca, ese es el punto, o la idea de los dolores de parto. Los dolores de parto vienen rápidamente al final, apenas antes del nacimiento. Entonces, si ven la hoja saben que van a estar vivos en el verano. Si ven los dolores de parto, saben que van a estar vivos en el nacimiento. La generación que esté viva, la generación que vea éstas cosas, la generación que experimente los fenómenos de señales y maravillas en el tiempo final, no morirá hasta que todas estas cosas sean cumplidas.

En otras palabras, cuando venga, vendrá rápido. De hecho, aprendimos que es un período de siete años llamado el tiempo de aflicción de Jacob, pero el período de tribulación real ¿dura cuánto tiempo? Tres y medio años, 1260 días, o 42 meses, y eso es reiterado una y otra vez por Daniel y Juan. Es un período de tiempo muy intenso, condensado, y la generación que esté viva cuando comience, todavía va a estar viva cuando termine, porque básicamente dura solo poco más de tres y medio años, y eso es lo que él está tratando de decir.

Observe de regreso al versículo 15, por ejemplo: “Cuándo vean la abominación desoladora”, versículo 16: “entonces, corran a los montes.” Y él dice: “Corran”, versículo 21, ¿por qué? porque una gran tribulación viene sobre la tierra. Sálganse de ahí lo más rápido que puedan salirse. Y el punto es que va a venir rápidamente y de manera furiosa, y va a ser terminado por la señal del Hijo del hombre en el cielo, porque dice en el versículo 29, inmediatamente después de ese período de tres y medio años, el cielo comienza a caer y el Hijo del hombre aparece, y él está listo para establecer su reino. Y él simplemente resume eso de manera tan hermosa.

Entonces, él dice: “Aquellos de ustedes que vean las señales, verán el fin.” ¿Lo entienden? Eso creo yo, es la explicación más simple, inequívoca de lo que nuestro Señor dijo, en un esfuerzo por aclarar las cosas. Cualquier otra cosa, no es clara. Eso es extremadamente coherente con el contexto. Y, por cierto, eso no trata de manera impropia el texto griego, el asunto de hautê (αὕτη) y sus antecedentes está completamente cubierto. Ahora, quiero hacer esta pregunta: ¿quién es ésta generación? ¿qué generación estará viva en ese entonces? ¿qué generación estará viva para ver estas señales?

Ahora, entre cristianos hay dos posturas, algunos dicen que la iglesia estará ahí. Esa es una postura post-tribulacional. En otras palabras, seremos sacados del mundo después de la tribulación. Entonces, veremos todas estas cosas, lo viviremos, algunos de nosotros seremos matados en el proceso, todavía iremos al cielo, pero seremos matados. Algunos de nosotros sobreviviremos, pero pasaremos por ella, y seremos raptados post-tribulacional y subiremos y nos encontraremos con el Señor en el aire, y bajaremos para el reino. Es como una especie de subir y bajar rápido, es una especie de subirte a un juego en Magic Mountain. Simplemente subes y bajas. Muy bien, otros creen, otros creen que en un rapto pre-tribulacional, esto es antes de todo esto, somos sacados y pasamos el tiempo con el Señor, y regresamos al fin de los siete años.

Ahora, algunos años atrás hice una serie, “Pasará la Iglesia por la Tribulación”, y usted puede escuchar la explicación más completa, pero permítame tan solo darle por este momento una razón o dos por la que creo que no estaremos ahí. No seremos esa generación, esto es, la iglesia redimida. Algunos de ustedes quizás, que no conocen al Salvador, porque no se irán en el rapto, serán esa generación que verá todas estas cosas. Y dependiendo si son salvos o no, o cuánto conocen ustedes de la Biblia, van a saber lo que está pasando, o no van a saber lo que está pasando. Pero la iglesia, creo yo, no estará ahí. Creo que la iglesia será sacada. Creo que seremos sacados. Y le voy a dar algunas razones. Simplemente se las voy a dar rápidamente, no es mi intención entrar en muchos detalles en esto.

Razón número uno: La iglesia en el libro de Apocalipsis aparece en el capítulo 2, y capítulo 3. De hecho, es el tema del capítulo 2, y el tema del capítulo 3. Y nuestro Señor le habla a la iglesia y purifica a la iglesia, y les escribe cartas a la iglesia, y mensajes a la iglesia. Y después termina esa sección entera, al final del capítulo 3 con la idea de que él está tocando a la puerta, esperando venir. Usted entra al capítulo 4, y la iglesia está en el cielo. La iglesia está en el cielo en el capítulo 4. Y la iglesia está en el cielo en el capítulo 5.

Capítulo 6, la tribulación comienza en la tierra, y del capítulo 6 al 18, la historia entera de la tribulación nunca se menciona la iglesia. Ni siquiera una mención de ninguna iglesia local. O como la iglesia debe actuar. La palabra iglesia no está ahí. Entonces, la ausencia de la iglesia, de Apocalipsis 6 al 18, me parece ser algo más bien significativo, especialmente cuando han estado en la tierra en el 2 y 3, y están en el cielo en el 4 y 5.

Otro punto, hay una ausencia absoluta de literatura en el Nuevo Testamento, para instruir a la iglesia en como soportar la tribulación, acerca de cómo conducirse a sí misma en la tribulación. La iglesia no es mencionada en Mateo capítulo 24, como tal. Y es un grupo excepcional de personas, desde Pentecostés hasta el rapto, de lo que estoy hablando. En un sentido, en un sentido más grande, todos somos parte del pueblo redimido de Dios, pero la iglesia como tal no es mencionada aquí en Mateo 24, y no hay advertencias dadas a nosotros acerca de la tribulación y cómo enfrentarla y cómo vivir en medio de ella, como enfrentar al anticristo, y cómo lo debe hacer como iglesia y demás. De hecho, la única iglesia que pueden encontrar durante ese período es llamada “La ramera de misterio. Babilonia, la prostituta”, la iglesia falsa que debe ser destruida.

En tercer lugar, el rapto me parecería ser absolutamente algo sin sentido. El rapto es descrito en 1 Tesalonicenses 4, en dónde somos arrebatados para estar con el Señor en el aire, y para estar para siempre con el Señor.” Eso me parece no tener sentido si sucede en la segunda venida. ¿Por qué molestarse en subir y venir de regreso hacia abajo inmediatamente después? Digo, si él está viniendo a la tierra, y con sus santos a reinar y gobernar, ¿porque él no simplemente desciende y nos vamos a encontrar con él aquí cuando él llega aquí? ¿Cuánto tiempo le toma a él venir de allá arriba abajo? ¿Cuál es el punto? Elimina el punto del rapto. ¿Por qué es que Pablo enfatiza este punto tan fuerte acerca del rapto, si es lo único que es, y eso es todo?

Ahora, permítame hacer otra pregunta. ¿Si todos los creyentes son arrebatados en la segunda venida y regresan con él, quién se queda vivo en la tierra para poblar el reino? En otras palabras, cuando el Señor venga, la Biblia dice que él va a destruir a todos los impíos. Y si él desciende y arrebata a todos los redimidos, todos los redimidos son arrebatados, todos los no redimidos son destruidos, nadie queda en la tierra para poblar el reino, excepto por seres espiritualmente glorificados. Y la Biblia dice que nacerán hijos durante el reino. ¿Y quién va a tener esos niños? Sabe una cosa, tiene que haber personas ahí. Tiene que haber personas que están entrando porque van a producir una generación entera. Van a producir una población entera, muchos de los cuales ni siquiera van a creer y van a comenzar una rebelión al fin. ¿Se acuerda de eso en Apocalipsis?

Entonces, alguien tiene que estar vivo, pero si el rapto ocurre al mismo tiempo que la segunda venida, entonces todos los redimidos salen, y todos los no redimidos son destruidos y nadie queda para poblar el reino. Y después un par de pasajes de la Escritura que creo que son importantes, Apocalipsis es uno, Apocalipsis capítulo 3, versículo 10 creo que puede ser el más importante. En Apocalipsis 3:10 dice de aquellos que son los redimidos. “Porque has guardado la palabra de mi paciencia”, esto es, obedecido la palabra de Dios, el evangelio; “también te guardaré afuera”, creo que es la mejor manera de traducir tro ek (τρο ἐκ), “mantenerte afuera de la hora de la tentación.”

Y él no está hablando de alguna prueba que viene sobre la iglesia en Filadelfia, o algún asunto local, sino, “te mantendré afuera de la hora de tentación que vendrá sobre todo el mundo para probar a aquellos que moran sobre la tierra.” Creo que esa es una promesa para aquellos que han guardado la palabra de Dios, por fe en Cristo, de que serán rescatados de ese período de tiempo, y literalmente lo que tro ek significa es un estado de existencia continua, fuera. No es que seremos sacados en medio de ella, como una postura medio-tribulacional podría decir, no es que seamos guardados en ella, y mantenidos protegidos de ella, es que seremos mantenidos en una condición afuera de ella. Eso es lo opuesto a tro en lo cual significa existir “dentro de”. Esto significa existir “afuera de”, ser mantenido afuera.

Entonces, creo que seremos mantenidos afuera de eso. En Juan 14:3 dice que cuando Jesús se fue, él se fue a preparar un lugar para nosotros, “para que yo regrese y los reciba para mí mismo, para que puedan estar conmigo” ¿verdad? “Para que dónde yo esté vosotros también estéis.” Entonces el punto, dice él, “Yo estoy preparando un lugar para ustedes.” No puede ser aquí abajo, ¿verdad? No está aquí. Él está preparando un lugar en la casa del Padre que está ahí arriba en la gloria, “y voy a regresar para recibirlos para mí mismo, para que dónde yo estoy ahí también ustedes estén.”

Ahora, lo que eso me dice es que él no va a bajar aquí para estar dónde nosotros estamos. Él nos va a llevar adónde él está. Entonces, si usted tiene un rapto post-tribulacional, él simplemente nos ha llevado a la mitad, nos coloca de regreso y venimos adónde estamos. ¿entiende lo que estoy diciendo? Entonces, el punto de Juan 14 es que él preparando un lugar para que nosotros estemos dónde él esté. Y ahí es adónde vamos en el rapto, y permanecemos ahí durante esos años hasta que regresemos para la gloria del reino, y todo lo que promete.

Hay muchas otras razones. Creo que la naturaleza de la iglesia es única. Creo que nació en Pentecostés, no existió antes de eso, y en el rapto hay un sentido en el que esa parte de la comunidad redimida de Dios, está auto contenida y sacada de la tierra, y que el tiempo de la tribulación es llamado el tiempo de aflicción para Jacob. Es particularmente para Israel que Dios regresa para tratar con ellos. Es como Romanos 11 dónde Israel fue cortado y la iglesia fue injertada, pero él dice, “no se enorgullezcan demasiado, porque tiempo vendrá cuando ustedes serán cortados, Israel será otra vez injertado.” Creo que Dios va a regresar para tratar con Israel, es la 70ª semana de Daniel, no estuvimos en las primeras 69 y porque vamos a estar en la 70ª.

Entonces, es un tiempo para que Dios trate con Israel. La distinción de Israel, la naturaleza de la iglesia, creo, los aparta. Y entonces, no estarán en ese periodo de tiempo. No estaremos en él. Ahora también, ¿alguna vez ha pensado en el hecho de que Pablo le escribió a los tesalonicenses, y que estaban todos enojados porque algunos cristianos murieron y pensaban que se habían perdido el rapto? Pensaban que se habían perdido la segunda venida, habían muerto y entonces les escribe, y les dice: “No se entristezcan por las personas que duermen, y no se entristezcan porque cuando el rapto venga, ustedes no lo precederán, ¿verdad? Los muertos en Cristo”, ¿qué? “resucitarán primero.” Como puede ver estaban preocupados. Oh, esos, esas personas queridas han muerto, y se lo van a perder.

Él dice: “No, no, no, no, no, no, noooo. Pero miren, si la iglesia cristiana está esperando la tribulación y no el rapto, entonces habrían estado tristes porque estaban vivas. Habrían invertido su problema y habrían dicho: “Oh, esos queridos santos, suertudos, que han muerto. Digo, ya están con el Señor. Vamos a tener que pasar por la tribulación.” ¿Se da cuenta? Pero como puede ver estaban esperando algo que era gozoso, y se sentían mal porque personas murieran y se lo perdieran. Lo cual me prueba que no estaban esperando al anticristo, estaban esperando a Cristo. No estaban esperando la tribulación, estaban esperando la gloria, y eso es coherente con la esperanza cristiana. La esperanza bienaventurada no está esperando al anticristo, ¿verdad? Sí, esperamos la manifestación gloriosa del anticristo. No, no, no, no, no, estamos esperando a Cristo.

Bueno, esas son unas cuantas razones. En el rapto la iglesia se reúne con Cristo en el aire, en la segunda venida Cristo regresa a la tierra con la iglesia. En el rapto el Monte de los Olivos no es tocado, en la segunda venida es partido a la mitad. En el rapto los santos vivos son llevados, en la segunda venida ningún santo es llevado. En el rapto el mundo no es juzgado y el pecado empeora, en la segunda venida el pecado es juzgado y el mundo mejora. En el rapto el cuerpo va a al cielo, en la segunda venida viene a la tierra. El rapto es inminente, podría suceder en cualquier momento, la segunda venida tiene señales muy distintivas, ¿no es cierto? Y el rapto solo tiene que ver con los salvos, y la segunda venida tiene que ver con los salvos y los no salvos. Todo eso para decir que el rapto y la segunda venida son dos cosas diferentes, con un período de tiempo entre ellos.

Entonces, esta generación se refiere a las personas que esté vivas en ese tiempo, que no fueran llevadas en el rapto, porque no conocían al Salvador, entonces serán judíos y gentiles. Pero durante el tiempo de la tribulación, ¿qué sucede? Dios toma a 144 mil judíos, según Apocalipsis 7, dan testimonio por todo el mundo, judíos son salvos, gentiles son salvos, de tal manera que ni siquiera pueden ser contados. Entonces, usted tiene un grupo redimido y un grupo no redimido, y ese grupo no redimido y redimido de judíos gentiles que no se habrán ido en el rapto debido a que su salvación vino después de esa, o nunca han sido salvos, ellos son la generación que verá estas cosas cumpliéndose y cuando comiencen a ver que se empiezan a cumplir no morirán hasta que todas esas cosas sean cumplidas. Creo que eso es lo que él está diciendo.

Ahora, veamos una alteración sin precedentes y concluyamos con el versículo 35. Una analogía no complicada, una aplicación inequívoca, y después una alteración sin precedentes, versículo 35. “El cielo y la tierra pasarán”. Deténgase en ese punto. Esa es una afirmación clara, punto y aparte. Es una afirmación tremenda, increíble. El cielo y la tierra no pasarán. Usted ve la señal del Hijo del hombre en el cielo y han visto el colapso de los cuerpos celestes, todo está moviéndose hacia el caos, y aprendimos, ¿no es cierto? de regreso en el versículo 22, que Dios va a cortar las horas de luz en el día durante el día, el calendario entero enloquece, las mareas enloquecen, y el resumen de esto está en el versículo 35, el cielo y la tierra llegarán a su fin. Como lo conocemos el cielo y la tierra terminarán, la tierra que conocemos cesará.

Ahora, de manera exacta todo lo que eso incluye es muy, muy difícil de entender para nosotros. Hemos leído gran parte de Apocalipsis, y muchas cosas escritas por Isaías el profeta, y otros. Entonces, sabemos que el cielo y la tierra van a pasar como los conocemos, y en su lugar va a venir una nueva creación, una nueva creación.

Finalmente, Jesús dijo esto: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras”, ¿qué? “no pasarán.” Esa es una autoridad incambiable. Y él cierra la parábola, con una autoridad incambiable. Mi palabra no pasará. En Lucas 16:17, él dijo: “El cielo y la tierra pasaran y es más fácil que pasen el cielo y la tierra que una jota, o una tilde de la ley pasen.” Él dijo: “Ni una jota ni una tilde”, en Mateo 5:18 pasarán hasta que todo sea cumplido. En Juan 10:35: “La Escritura no puede ser quebrantada.”

Y entonces, si creemos la Palabra de Dios, creemos que esto va a pasar. Va a pasar. Y la pregunta que le hacemos es, ¿está listo usted para eso, para irse con el pueblo arrebatado del Señor, para estar con su presencia, o se encuentra quedándose usted para el holocausto qué sigue? Viendo que usted conoce todas estas cosas, ¿qué tipo de personas deberían ser? Pedro dijo. Deberían ser piadosos y santos, deberían estar esperando la venida del Señor Jesucristo, deberían estar creciendo en la gracia. Son un pueblo redimido esperando al Salvador.

Inclinémonos en oración. Gracias Padre por nuestro tiempo en esta mañana, por esta gran palabra para nosotros, de tu verdad. Liga nuestros corazones las cosas que son divinas, que vivamos sabiendo que éste es un mundo pasajero y que vivamos a la luz de la eternidad.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2020 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

6/9 – La señal del Hijo del Hombre

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

6/9 – La señal del Hijo del Hombre

John MacArthur

Esta mañana llegamos en nuestro estudio de la Palabra de Dios, a un pasaje muy emocionante para cristianos, y entonces lo invito a abrir su Biblia en Mateo capítulo 24, conforme vemos los versículos 29 al 31.

Un gran texto acerca de la segunda venida del Señor Jesucristo. Aquellos de nosotros que conocemos y amamos al Señor, aquellos de nosotros que estudiamos su Palabra, estamos muy conscientes del hecho de que el mundo terminará, el mundo como el hombre lo conoce, el mundo como el hombre lo dirige terminará con la venida gloriosa de Jesucristo a la tierra, desde el cielo. Es su segunda venida. La primera vez él vino en humildad, la primera vez él vino a morir en una cruz, la próxima vez él viene en gloria, y viene a reinar como Rey de reyes y Señor de señores.

El Señor quiso instruir a sus discípulos en el asunto de su segunda venida. Y él específicamente habló de ella en estos tres versículos, en Mateo 24. Y quiero que los vea conforme los leo. “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el solo se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor. Y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo. Y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

Ahí, en términos muy claros, concisos, directos, comprensibles, el Señor mismo, nos habla del acontecimiento más grande que espera cualquier creyente, y ese es la segunda venida de Jesucristo. Él vino una vez, él vendrá otra vez. De hecho, conforme él estaba ascendiendo, nos dice en Hechos capítulo 1 dejando la tierra después de su primera venida, él ascendió al cielo físicamente, corporalmente, llevado en una nube. Y dos ángeles vinieron y dijeron: “Este mismo Jesús, quien es tomado de vosotros, vendrá de la misma manera como lo habéis visto irse al cielo.” En otras palabras, así como se fue, él regresará, físicamente, corporalmente, en nubes, así como él se fue, el mismo Jesús, de la misma manera. Y desde ese entonces los creyentes han tenido sus corazones llenos de esperanza a lo largo de toda la historia de la iglesia, esperando la venida del Señor Jesucristo.

De hecho, el apóstol Pablo al escribirle a Tito dijo en el capítulo 2, versículo 11: “La gracia de Dios que trae salvación se ha manifestado a todos los hombres, enseñándonos que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos sobria, justa y piadosamente en este siglo presente, esperando la esperanza bienaventurada, la manifestación gloriosa del gran Dios y nuestro Salvador Jesucristo, quien se entregó a sí mismo para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo propio, celoso de buenas obras.” Lo que él dijo es que los que somos salvos debemos vivir justamente, sobriamente, negando la impiedad, negando los deseos mundanos y esperando la aparición gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador el Señor Jesucristo.

En otras palabras, conforme debemos vivir vidas obedientes, conforme debemos vivir vidas justas, conforme debemos vivir vidas en dónde las prioridades son establecidas por los estándares de Dios, así también debemos vivir vidas que se concentrar en el regreso de Jesucristo. Debemos vivir a la luz de la venida de Cristo. “Cuando este cuerpo de humillación nuestra”, dice Pablo a los filipenses, “sea cambiado y hecho en semejanza al cuerpo de la gloria suya.” Esa es nuestra esperanza, esa es nuestra gloria.

Ahora, el mundo está muy familiarizado con las circunstancias y características de la primera venida de Cristo, el mundo está muy familiarizado con Belén, con el pesebre, con los pastores y hombres sabios y una estrella, y Herodes. El mundo está muy familiarizado con José y María y oro e incienso y mirra, y la canción de los ángeles. Ellos conocen bien la historia, pero el mundo está mucho menos familiarizado con la historia de su segunda venida, con todas sus características, y todas las circunstancias que la rodean. Sin embargo, los profetas nos han dado, incluyendo a Jesús mismo, el más grande de todos los profetas, instrucción muy clara con respecto a la naturaleza, las características de la segunda venida gloriosa de Jesucristo.

Y en los tres versículos que acabo de leerle, nuestro Señor mismo describe su segunda venida. No todos los elementos de la misma, pero el momento mismo en el que ocurre. La señal de que ha llegado. Y en esa instrucción hay tanto que una sesión nunca podríamos cubrirlo todo. Por breve que son sus palabras de manera típica, el Señor dice de manera muy precisa y muy concisa lo que él quiere decir, pero tiene una manera de abrir un universo de verdad en la capacidad maravillosa que él tiene de escoger palabras.

Y entonces, mientras que podeos leer lo que podemos leer y entenderlo, va más allá de nuestra capacidad de entender las implicaciones de todo lo que él dice. Y, nos sentimos como niños pequeños tratando de entender complejidad, cuando tratamos de entender todo lo que hay por entender. Pero veamos lo que el Señor nos mostrará conforme vemos estos tres versículos increíbles.

Ahora, la mejor manera de cubrir esto es en cierta manera colgar sus pensamientos en algunas palabras claves. ¿Muy bien? La primera palabra clave es secuencia, la secuencia de la segunda venida, versículo 29. “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días.” Ahora, usted no tiene que ser un Phi Beta Kappa para entender eso. Es bastante obvio. La gente dice: “¿Cuándo es la segunda venida? ¿Cuándo es la segunda venida?” es una respuesta muy simple, inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, eso es lo que dice. Un indicador muy claro, cronológico para nosotros es que la segunda venida del Señor en gloria para establecer su reino, seguirá inmediatamente a este período de tiempo llamado la tribulación.

Ahora, alguien dice, “Bueno, hay mucha tribulación.” Tribulación es una palabra griega, thlipsis, significa problema, dificultad, tribulación, aflicción. Y usted podría decir, “Bueno, Israel siempre ha estado en aflicción y tribulación, y la iglesia siempre ha tenido aflicción y tribulación, y el mundo siempre ha tenido aflicción y tribulación.” Y esa es la razón por la que Jesús dice inmediatamente después de la tribulación de aquellos dias, no solo cualquier tribulación sino la tribulación de aquellos dias. Dice usted, “¿Qué días?” Los días que acaba de describir en los versículos 4 al 28. Aquello nos lleva de regreso a algunos días que él acaba de describir.

¿Cuáles son los días que él acaba de describir? Son días de gran tragedia. De hecho, son tan severos que el versículo 21 dice esto: “Porque entonces habrá no solo tribulación, sino” ¿qué? “gran tribulación, como nunca la ha habido desde el principio del mundo hasta este entonces, ni jamás la habrá.” No solo cualquier tribulación a la que se está refiriendo él, es la tribulación que es la peor tribulación que el mundo jamás ha conocido. Él se está refiriendo a un período de tiempo que es el peor periodo de tiempo que el mundo jamás va a enfrentar.

Dice usted, “¿Qué período de tiempo es ese?” Bueno, es un período de tiempo comenzado con un acontecimiento muy especial, versículo 15: “Cuando veáis la abominación desoladora de la que habló Daniel el profeta, ahí en el lugar santo, el que lea entienda.” Y hablamos del hecho de que ese acontecimiento llamado la abominación desoladora, es una profanación de aquello que es sagrado. Y es una ruina de aquello que es dedicado a Dios, lo que dispara este período de gran tribulación.

¿Se acuerda de lo que dijimos? Israel, en el tiempo final estará en su tierra, reedificarán el templo, estarán adorando a Dios, estarán protegidos por el anticristo, pero a la mitad de ese periodo de siete años que Daniel dice que él hace un pacto con ellos, a la mitad de ese periodo el anticristo va a violar el pacto, y él va a abominar, esto es, él va a profanar, él va a blasfemar el lugar sagrado de los judíos. Él va a arrancar el altar de Dios, y él va a establecer un altar para sí mismo, él se va a hacer a sí mismo el dios de este mundo. Y esto es descrito para nosotros no solo por el profeta Daniel sino también por Juan en Apocalipsis. Y él se vuelve aquel que busca ser adorado y por lo tanto él profana, él abomina, y cuando eso sucede, y él llama al mundo entero a adorarlo, entonces la señal ha venido de que la tribulación ha comenzado.

Y los acontecimientos de la tribulación son descritos de manera general en los versículos 4 al 14, es un tiempo de engaño, es un tiempo de guerra, es un tiempo de hambre, y terremoto, es un tiempo de persecución y odio, es un tiempo de profecía falsa, es un tiempo cuando la maldad es tan desenfrenada que muchas personas que aparecen ser religiosos van a dejar la religión y se van a entregar a la maldad. En otras palabras, va a ser el peor tiempo que el mundo jamás ha conocido, será un tiempo, lo vemos en el versículo 21 y en adelante, sin paralelo. Sin paralelo, y a menos de que esos días sean acortados, esto es el tiempo de luz de día, fue condensado, nadie sobreviviría. Falsos profetas por todos lados, y una corrupción pecaminosa terrible descrita como el cadáver de un animal muerto, en el versículo 28.

Y entonces, viene en el mundo este tiempo de tribulación como en ningún otro tiempo, un tiempo de maldad terrible como ningún otro tiempo. Un tiempo de homicidio, un tiempo de matanza. El anticristo va a tratar de matar a todos los judíos, él va a tratar de matar a todos aquellos que nombren el nombre de Cristo. Y esa es la razón por la que el versículo 16 dice, tiempo de matanza. El anticristo va a tratar de matar a todos los judíos, él va a tratar de matar a todos aquellos que nombran el nombre de Cristo. Y esa es la razón por la que el versículo 16 dice: “Cuando vean este acontecimiento que inicia todo, llevándose a cabo, y el anticristo levante este ídolo el cual es el mismo en el templo, entonces más vale que huyan a los montes porque Judea, en dónde está Jerusalén va a ser el centro de su ataque conforme él trata de aplastar al pueblo de Dios Israel y a cualquier persona creyente de entre los gentiles que están ahí.

Entonces, va a ser un tiempo como ningún otro tiempo, más vale que corran, más vale que corran rápido, y esperen que no estén embarazadas, y esperen que no estén cargando un niño pequeño, un bebé pequeño, y esperen que no sea el invierno y esté lloviendo, y esperen que no sea el día de reposo, para que no sean apedreados por algunos legalistas por correr. Más vale que esperen que puedan salirse porque una matanza va a venir como ninguna otra matanza en la historia del mundo. Y hemos cubierto todos esos detalles en las ultimas semanas.

Ahora, versículo 29. “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días.” No solo cualquier tribulación sino la tribulación que hemos visto explicada en los versículos 4 al 28. Inmediatamente después de eso, ese es el tiempo. Ese es el tiempo. Esa es la secuencia para la venida del Señor Jesucristo. Ahora, recuerde que los discípulos sienten que debe estar muy cercana, porque saben que el Señor es el Mesías, porque él ha limpiado el templo, ¿se acuerda usted? Expulsó a los cambistas y a los compradores y a los vendedores, porque él ha prometido que todo el templo va a ser derribado y ninguna piedra va a quedar por encima de otra. Ellos creen entonces que él va a venir y va a aplastar al judaísmo hipócrita falso, él va a aplastar a los líderes religiosos falsos, él va a limpiar a la nación.

Y debido a que ya han visto que él limpió el interior al expulsar a todo mundo y él acaba de predecir que las piedras van a ser derribadas, creen que su venida está muy, muy cercana. Y con corazones muy expectantes se han sentado con él en el Monte de los Olivos y le han dicho: “Señor, ¿Qué tan cercana esta y cuál es la señal que esperamos de que vas a venir en tu parousia completa, tu presencia plena y ser rey?” Y deben creer que es solo cuestión de días ahora, antes de que todo esto suceda. Y el Señor dice, “responderé a su pregunta. No puede suceder hasta que sea inmediatamente después de este periodo de tiempo.”

Y no se dan cuenta de que este período de tiempo está a miles de años en el futuro de dónde ellos están. Pero nuestro Señor explica de manera muy clara, que no es sino hasta ese período de tiempo después del cual la segunda venida ocurre. Ahora, usted recuerda que dijimos que habrá una matanza terrible entre los judíos, y Zacarías dice: “dos de tres serán matados, y solo una tercera parte será preservada.” Dios va a salvar una tercera parte de ellos, el resto va a morir en este holocausto terrible. También salvará a 144 mil judíos, 12 mil de toda tribu según Apocalipsis 7, entonces, para que puedan evangelizar al mundo. Y no importa como el anticristo intente o alguien más intente matarlos, no los puede matar. Apocalipsis 17 dice que: “son sellados y protegidos.” También en el capítulo 14 de Apocalipsis lea acerca de ellos.

Entonces, el Señor va a librar algunas de estas personas, pero va a ser un tiempo tan terrible al menos que haya una protección sobrenatural. En el caso del grupo general parece como si Miguel, capitulo 12, va a ser el que desciende para cuidar de ellos, y los lleva a la seguridad. En el caso de los 144 mil misioneros judíos, para alcanzar al mundo, Dios mismo sobrenaturalmente los protege, pero el resto va quedar vulnerable al desastre y a la muerte. Y entonces, se les dice en el versículo 16, que corran. No va a durar mucho. El período de la gran tribulación ¿dura cuánto tiempo? Tres y medio años, eso es todo. Inmediatamente después de eso, la segunda venida.

Ahora, vayamos a una segunda palabra. La primera es secuencia, la segunda es preparación. ¿Cómo es que el Señor prepara este acontecimiento? Usted podría usar la palabra escena, escenario, preparación. Pero el Señor prepara el escenario para la segunda venida. Es una cosa maravillosa. Versículo 29 de nuevo, “el sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.” Digo, esto es simplemente increíble. El universo entero como lo conocemos, como lo experimentamos comienza a desintegrarse instantáneamente. Lucas, escribiendo básicamente acerca del mismo discurso del Monte de los Olivos, añade más cosas que Jesús dijo. Cada escritor en cierta manera completa la plenitud de lo que el Señor dijo. Y Lucas dice que habrán señales en el sol y en la luna y en las estrellas y sobre la tierra aflicción de naciones con perplejidad, confusión terrible. El mar y las olas rugiendo, los corazones de los hombres desfalleciendo de temor, y buscando esas cosas que están viniendo en la tierra porque las potencias de los cielos serán sacudidas.

Ahora, si usted añade Lucas a Mateo, usted tiene una escena bastante dramática. No es solo que el sol se ha oscurecido, no es solo que la luna no está dando su luz, no es solo que las estrellas están cayendo, no solo que las potencias de los cielos están siendo conmovidas como si la tierra estuviera separada de eso, es también la tierra. Y esto es tan dramático y es tan cataclísmico que dice que los corazones de los hombres van a desfallecer de temor. El griego de hecho dice, “los hombres van a expirar.” Los hombres van a expirar y es simplemente una manera de decir que van caer muertos por todos lados. La gente literalmente va a caer muerta por el terror total, sus corazones se van a detener. Apopsuco, lo cual quiere decir, exhalar. Van a exhalar por última vez, van a morir. Cuando el Señor regrese en juicio, él solo va a matar con la espada que procede de su boca, a los impíos que no han muerto de un ataque al corazón, o han muerto de terror total, de tal manera que sus funciones simplemente dejan de funcionar, el temor se apodera de ellos de manera total.

Digo, es difícil para nosotros entender esto, y concebirlo, pero una afirmación clave está al final del versículo 29, que en cierta manera le ayuda a usted con todo esto. las potencias de los cielos serán conmovidas. Ahora, en los cielos, lo cual incluye el universo entero, todo es sustentado por poder, hay una influencia controladora. De hecho, sabemos que poder es ese, porque en Hebreos 1 dice que el Hijo sustenta todas las cosas por, ¿qué? la palabra de su poder. Es Dios mismo en el Hijo, quien mantiene todo junto. Así como él creó todo, él mantiene todo unido de tal manera que la gravedad no fluctúa, de tal manera que las orbitas no fluctúan, y podemos enviar pequeñas cosas en el espacio y llenar el universo con todos nuestros juguetes, y sabemos dónde va a ir, y dónde se van a detener, y que van a hacer en su rotación, y que van a hacer en sus órbitas, y podemos calcular todo eso debido a los poderes incambiables fijos de los cielos, de tal manera que cuerpos se mueven constantemente en todo momento y hacen lo que se predice que hagan.

Nuestros científicos inclusive de manera matemática pueden predecir cosas, años, siglos, miles de años en el futuro porque tienen una uniformidad del pasado. Los cuerpos celestes son controlados por el poder sustentador de la palabra de Dios, pero de pronto el Señor deja de hacer eso, y las potencias que normalmente mantienen el universo junto, ya no hacen eso, y usted tiene un caos y todos los cuerpos celestes empiezan a salirse de órbita por todo el espacio y la tierra se vuelve una víctima de esta desintegración increíble del universo entero.

Ahora, específicamente él dice, “el sol se oscurece.” Las implicaciones de eso son simplemente asombrosas, asombrosas, no hay luz del sol. Y el hombre, está claro, no puede sobrevivir sin eso, el cambio de temperatura es cataclísmico. Y después la luna no da su luz solamente, porque refleja la del sol. Las mareas están en un caos instantáneo, las estrellas comienzan a salirse de sus lugares. En Apocalipsis dice que los cielos se enrollan como un pergamino y las estrellas comienzan a caer como si fueran higos maduros, de la higuera. El mundo entero comienza a desintegrarse.

Supongo que una manera tenue de entender esto sería leerle una sección del libro de Velikovsky, que aborda estos fenómenos científicos con relación a la tierra. Y él dice que si por ejemplo, un cuerpo celestial estuviera suelto en el espacio y resultara pasar cerca de la tierra y simplemente causara que la tierra se inclinara una fracción sobre su eje, esto es lo que sucedería, y cito: “En ese momento mismo, un terremoto haría que la tierra se sacudiera. Aire y agua continuarían moviéndose mediante la inercia. Los huracanes pasarían por la tierra y los mares irían a los continentes llevando grava y arena, y animales marinos, y los arrojarían sobre la tierra.

El calor se desarrollaría, las rocas se derretirían, los volcanes harían erupción y la lava fluiría de las fisuras en el piso lleno de rupturas y cubrirían áreas vastas. Las montañas surgirían de las planicies, y viajarían y se subirían a los hombros de otras montañas, y causando grietas. Los lagos se inclinarían, y serían vaciados. Los ríos cambiarían sus trayectorias, grandes áreas de tierras con todos sus habitantes se resbalarían bajo el océano. Los bosques se quemarían y los huracanes y los mares fuera de control los arrancarían del suelo dónde crecieron y los amontonarían ramas y raíces en montones enormes. Los mares se convertirían en desiertos, quedando sin agua.” (Fin de la cita) Es inconcebible.

La tierra se mantiene en existencia unida por el poder de los cielos. Y cuando ese poder no está ahí, el caos va a ser indescriptible. Y, cómo Dios puede inclusive preservar la vida por unos cuantos momentos, o días, o unas cuantas semanas, de tal manera que el reino pueda ser establecido, es solo por su control sobrenatural del caos de esas fuerzas naturales que se están desintegrando. Es algo que solo podemos imaginar.

Ahora, dice usted: “En otras palabras, ¿el Señor está diciendo que apenas antes de que Cristo venga esto se va a llevar a cabo?” Es correcto. Eso prepara el escenario. Ahora, esto no es nada nuevo. Quiero que me acompañe en su Biblia al capítulo 13 de Isaías. Isaías capítulo 13, quiero mostrarle algo fascinante. Muchas personas creen que el pasaje de Isaías 13 debe relacionarse con la destrucción de Babilonia, que está hablando de términos hiperbólicos de la destrucción de la ciudad y el reino de Babilonia. Pero tiene que ser mucho más que eso. Sí, Isaías se está refiriendo a Babilonia. Sí, él predice la destrucción de Babilonia, pero como con tanta frecuencia en la mente del profeta, hay un cumplimiento histórico y hay uno profético también, que está distante en el futuro.

Isaías simplemente ve en la destrucción de Babilonia, por el pecado, un microcosmos de lo que sucederá en la devastación y destrucción del mundo entero en la venida del Señor. Observe el versículo 6, “Llorad porque el día de Jehová ha llegado, vendrá como destrucción del Todopoderoso, por lo tanto, todas las manos desfallecerán, y el corazón de todo hombre se derretirá. Y tendrán miedo, dolores, y tristeza se apoderará de ellos. Estarán en dolor como una mujer que tiene dolores de parto. Se sorprenderán el uno del otro, sus rostros serán como llamas. He aquí el día de Jehová viene, cruel, con ira y enojo feroz.” Aquí hay algo clave, “para colocar”, dice el hebreo, “la tierra”, no es solo Babilonia, es la tierra que se tiene en mente aquí, “desierta, hacerla desierta y él destruirá a los pecadores de ella.”

Ahora, observe esto: “Porque las estrellas de los cielos y las constelaciones de ellos, no darán su luz. El sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz. Y castigaré” no Babilonia, sino “el mundo por su maldad, y a los impíos por su impiedad. Y haré que la arrogancia de los soberbios, cese, y humillaré la altivez del terrible. Y haré del hombre algo más raro que el oro fino, inclusive un hombre como el oro de Ofir.” En otras palabras, va a haber una matanza mundial conforme Dios juzga a los impíos y a los malos, los justos vivirán sí, pero los impíos morirán y los hombres serán más raros que el oro preciado de Ofir.

El versículo 13 dice, “Sacudiré los cielos y la tierra, quitaré de su lugar en la ira de Jehová de los ejércitos, y en el día de su enojo intenso.” La tierra va a hacer como un venado que está siendo perseguido, que está por todos lados, como una oveja que ninguno toma. Va a ser como una oveja no domesticada, como una oveja salvaje. Todo hombre volviéndose a su propio pueblo, todo mundo huyendo a su propia tierra. Y todo hombre que no ha sido hallado, que no ha muerto será matado. Y todo aquel que se una a él, caerá por la espada. Sus hijos serán despedazados ante sus ojos, sus casas serán saqueadas y sus esposas violadas.

Ahora, el profeta ve un día increíble. Observe el capítulo 34 de Isaías. Y de nuevo el profeta Isaías ve hacia el futuro y dice: “Acercaos naciones, oíd y escuchad vosotros pueblos.” Él está llamando al mundo entero, a escuchar, “que la tierra oiga y todo lo que hay en ella, el mundo y todas las cosas que salen de ella.” Entonces, no hay duda alguna de quien está hablando, la indignación del Señor está sobre todas las naciones, su furia sobre todos sus ejércitos, todos esos ejércitos que se han congregado para destruir al pueblo de Dios en Jerusalén, en esa gran confederación que conocemos como Armagedón, todos esos ejércitos serán destruidos totalmente, todos ellos serán matados, versículo 2 dice: “Y los matados serán expulsados, su hedor subirá, sus cadáveres y los montes se derretirán con su sangre, y todo el ejercito de los cielos será disuelto y los cielos serán enrollados como un pergamino. Todas sus huestes caerán, así como la hoja cae de la vid, como un higo que está cayendo de la higuera.”

Entonces, usted sabe de dónde el Señor y dónde Juan tomaron su descripción, ¿verdad? lo tomaron del profeta Isaías. Y el Señor viene con espada en el versículo 6, y él viene con gran matanza y comienza en la tierra de Edom. La razón por la que Edom es mencionada es porque es el lugar que está en el extremo sur, en dónde esa gran batalla va a ocurrir, en Edom. Bosra fue la ciudad primordial de Edom, y la batalla del Armagedón dice en Apocalipsis, es una batalla grande, Apocalipsis 14:20, una batalla que son más de 220 kilómetros, y si usted mide a más de 220 kilómetros comenzando con Bosra, mencionada aquí en el versículo 6, en Edom al Norte, usted, lo lleva a usted simplemente pasando Armagedón hasta Líbano, y hace es el rango de esa gran destrucción final en la batalla del Armagedón.

Entonces, la Biblia es muy, muy precisa al describir lo que el versículo 8 llama el día de la venganza del Señor y el año de la recompensa, esto es, cuando Dios le paga de regreso al hombre pecaminoso. Ahora, el profeta Joel habla de lo mismo. Él ve en el capítulo 2 una plaga de langostas la cual en cierta manera apaga el sol, y apaga la luna debido a los millones tremendos de langostas que hacen que el día se oscurezca y la noche la hagan noche y bloqueen las estrellas. Y él ve esas langostas volando en el cielo y es como si los cielos están temblando, y él las ve aterrizando en la tierra. Y es como si la tierra se está sacudiendo, y eso está al principio del capítulo 2, versículo 10, más adelante en el capítulo él ve eso como una ilustración de la remoción definitiva de los cielos, y la remoción definitiva de la tierra, y el holocausto final del juicio divino, conforme él lo lleva a usted al juicio final, en el versículo 30 y 31 de Joel capítulo 2.

Hageo el profeta en el capítulo 2, versículos 6 y 7, describe el fin del mundo en los términos iguales, en los mismos términos. Y usted recuerda a Pedro, predicando en el pentecostés en Hechos capítulo 2, cita la profecía de Joel, ¿no es cierto? “El día vendrá cuando la luna se convertirá en sangre y las estrellas ya no dan su luz.” Más bien, el sol se convierte en oscuridad. Todas esas cosas son parte de este holocausto venidero. Y usted también lo encuentra en Apocalipsis 6:12-13, en dónde encontramos que el sol se oscurece y la luna deja de dar su luz, y las estrellas comienzan a caer, y la gente comienza a gritar porque las rocas caigan sobre ellos, y las escondan del rostro del que viene.

Entonces, la descripción del Señor, de regreso ahora a Mateo 24, es coherente con la de los profetas antes de él inclusive después de él al escribir el Nuevo Testamento. Entonces, vemos dos palabras claves, secuencia, inmediatamente después de la tribulación, y la que es muy obvia, el escenario, la preparación. Tercera palabra, señal. Versículo 30, señal. Tan importante. “Y entonces, aparecerá la señal.”

Ahora, regrese al versículo 3 del capítulo 24. Él se sentó en el Monte de los Olivos, y los discípulos se acercaron a él en privado y le dijeron: “Dinos, ¿cuándo serán éstas cosas?” ¿Qué cosas? “¿Cuándo va a ser que tú vas a derribar el templo? ¿Cuándo es que tú vas a traer tu reino?” ellos supusieron que todo eso sucedería al mismo tiempo. No entendieron la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. Estaban pensando que todo iba a ser el establecimiento del reino.

Entonces, “¿cuándo va a ser y cuál será la señal de tú venida, y el fin del siglo?” Ahora, él les dio una lista de señales generales, en los versículos 4 al 14, él les dio la señal que lo va a comenzar, pero todavía nos le ha dado la señal. ¿Cuál es la señal de tú venida? Versículo 30, “Y entonces, aparecerá la señal, la señal.” ¿Qué es la señal? Bueno, los padres de la antigüedad, de la primera iglesia, llamados “los patristas”, solían creer que era una cruz refulgente que llenaría los cielos oscuros. El universo está desintegrado, es oscuridad total, y todos los planetas y cuerpos celestes están fuera de control por todo el universo, chocando entre sí en oscuridad total.

Y los primeros padres, Crisóstomo, Cirilo de Jerusalén y Orígenes y otros dijeron que en ese momento habrá una cruz refulgente en el cielo, que todo el mundo verá. Pero no veo eso en el versículo 30, ¿y usted? No veo ninguna cruz ahí. Es una idea agradable. No la veo ahí. Y otros dijeron: “No, será la gloria shekinah. Será ésta luz refulgente.” Y creo que eso está más cercano a la verdad, pero usted no puede tener la gloria shekinah fuera de Aquel de quién emana.”

Entonces, creo que si usted sigue leyendo el versículo es muy claro. Entonces, aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo. Es un genitivo subjetivo, la señal mediante la cual Él se revela a sí mismo. No la señal, genitivo objetivo, al cual apunta. La señal es el Hijo del hombre en el cielo. En otras palabras, entonces aparecerá la señal, ¿qué es? Es el Hijo del hombre en el cielo. Esa es la señal. No es una cruz, y no es una luz separada del Hijo del hombre, es el Hijo del hombre en el cielo. En medio de esta oscuridad aparecerá en gloria refulgente, infinita, revelada, el Hijo del hombre.

De hecho, al final del versículo 30 él dice que el vendrá no solo con gloria sino con ¿que gloria?, gran gloria. Gloria como el mundo jamás ha visto, la shekinah revelada. Recibieron un vistazo de esto, recordará en Mateo 17 dónde describe la Transfiguración. Jesús tomó a Jacobo, Pedro, Juan, al monte, e hizo a un lado el velo de su carne, y vieron su gloria, y tuvieron una probada de cómo iba a ser la shekinah de la segunda venida. Y solo fue una pequeña y Pedro nunca lo olvido. Y recuerde cuando escribió 2 Pedro dijo, “que no hemos venido a vosotros con fábulas inventadas. No les hablamos mentiras inventadas por hombres. Fuimos testigos oculares de su majestad cuando estuvimos con Él en el monte santo.

Tuvimos un vistazo de la gloria de la segunda venida, pero eso es lo mejor realmente, de lo que los hombres han tenido. Adán tuvo un vistazo de esto en el huerto, cuando él caminó y habló en la frescura del día, con la presencia de Dios. El pueblo de Israel tuvo un vistazo de la gloria cuando moró entre las alas de los querubines en el lugar Santísimo en el tabernáculo y el templo. La vieron como una columna de nube que lo guiaba de día y una columna de fuego que los guiaba de noche. También vieron cuando la gloria de Dios partió, pero el mundo jamás ha visto la gloria revelada, y el mundo la verá en ese entonces.

La señal entonces va a ser la gloria del Señor Jesucristo revelada viniendo en majestad. Se va a poder reconocer, va a ser distintivo, sin embargo, él estará en gloria plena. Observe también que dice al final del versículo, que él vendrá sobre – la palabra correcta – sobre las nubes del cielo. “De la misma manera como lo vieron irse”, Hechos 1:9-11 dice, “él vendrá.” Él se fue en nubes, él vendrá en las nubes. Daniel dice que: “el vendrá con las nubes del cielo”, Daniel 7:13. Juan dice que” “él vendrá con las nubes”, Apocalipsis 1:7. Marcos dice que: “él vendrá en nubes”, Marcos 13:26. Lucas dice, en el 21:27 que él vendrá en una nube. Y Mateo dice que” “él viene sobre las nubes del cielo”, aquí. Y más adelante en el capítulo 26 y versículo 64.

Entonces, todos los escritores están de acuerdo en que él viene rodeado con las nubes. Dice usted: “¿cuál es el punto?” No lo sé, quizás esa es su manera en la visión de ver su shekinah gloriosa. Pero hay algún tipo de nube, una nube de luz, una nube de gloria, y creo que son nubes especiales. Sabe una cosa, el Antiguo Testamento nos dice que las nubes son el carro de Dios. Es algo muy vívido. Salmo 104, se acuerda de lo que dice, “Bendice alma mía a Jehová, oh Jehová mi Dios, tú eres muy grande. Tú estás vestido de honor y majestad, quien coloca los rayos de su cámara en las aguas, quién hace las nubes su carro, quién camina sobre las alas del viento.” Lenguaje muy vívido, hermoso. E Isaías 19:1 dice: “Jehová monta sobre la nube rápida.”

Entonces, la escena es indescriptible. El mundo está en pánico, la gente por todos lados se está muriendo de mero terror, están en oscuridad total y solo el Señor los mantiene existiendo lo suficiente como para que puedan ver el resto de estos acontecimientos. Y en medio de ese caos oscuro aparece la gloria del Hijo de Dios en el cielo, en majestad total, en una presencia shekinah, santa, revelada y montado sobre el carro de Dios, las nubes, aparece en el cielo. Y sin duda alguna da la vuelta a todo el globo, porque dice en Apocalipsis 1:7, “todo ojo”, ¿qué? “le verá.” “Todo ojo le verá.” Esa es la señal.

Ahora, de nuevo, para comparar un texto del Antiguo Testamento, acompáñeme en su Biblia, por un momento breve, a Zacarías 14. Y en el texto en español la traducción del hebreo quizás no sea tan clara. Si simplemente traducimos del hebreo literal, realmente tenemos un panorama más claro. Escuche con mucha atención, Zacarías 14:6, esto es fascinante, dice esto, y esto es básicamente es una traducción directa del hebreo. “Y será en aquel día, que no habrá luz.” Eso es exactamente lo que Jesús dijo. No hay sol, no hay luna, no hay estrellas. Zacarías dijo: “No habrá luz.” “Los gloriosos se desvanecerán”, esa es la siguiente frase en el hebreo literal. “Los gloriosos se desvanecerán.” O podría decirlo de esta manera, “los brillantes se desvanecerán.” De cualquier manera, se refiere a las estrellas, el sol y la luna. Todas las luces se apagan. Dice, “Y serán en aquel día”, no es un día de 24 horas, es un día profético, es una era, es un periodo de tiempo cuando el Señor viene. Sabemos que es el tiempo de la venida del Señor porque de eso está hablando Zacarías 14. Usted simplemente necesita revisar el versículo 4 para verificar eso.

Entonces, no hay luz. Todo se oscurece. Zacarías lo vio también. Así como Isaías lo vio, así como Joel lo vio, así como Hageo lo vio, así como Juan lo vio. Y después, versículo 7, escuche cuidadosamente, “Y será un día en el que será conocido a Jehová.” Y lo que él está diciendo es que nadie jamás podría describir este día. Nadie jamás podría entender este día, no hay explicación científica para este día, ningún ser humano puede experimentar el entendimiento pleno de este día. Es un día que solo el Señor puede explicar, es un día solo conocido por él. No habrá manera de entenderlo. Y después el añade en el versículo 7, “ni día, ni noche.” No es día, ni es noche. No puede ser porque ya no hay cuerpos celestes, entonces no puede ser un sol, no puede haber luna, no puede haber estrellas.

Entonces, no puede haber día, no puede noche. Entonces no es día, y no es noche. Esa es la razón por la que Jeremías capítulo 30, versículo 7 dice: “He aquí porque ese día, porque no hay como él.” Es un día que ningún hombre puede conocer, ningún hombre puede describir, y no hay explicación para él. Pero, versículo 7 dice: será que, en el tiempo del cierre, el tiempo de la tarde, el tiempo del fin del día habrá luz. Y al final de esa era, al final de ese periodo profético la luz vendrá.

Entonces, Zacarías ve lo mismo, todo se oscurece, nadie puede entender lo que pasó, no hay explicación humana. Solo Dios sabe. No es día y no es noche. Y después hacia el final de ese periodo de oscuridad es luz. ¿Y qué es esa luz? Es la señal del Hijo del hombre en el cielo, viniendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria. Majestad revelada. Oh, la luz de ella. Dice usted, “¿Qué tan brillante es?” Bueno, en Apocalipsis 21, versículo 23; Apocalipsis 22, versículo 5 nos dice que, en la ciudad eterna de Jerusalén, en la morada eterna de los redimidos, en el cielo de cielos, por el siglo de los siglos, no hay lámpara, y no hay luz, porque el Cordero mismo es la luz de ella.

Ahora, si el Señor Jesucristo por los siglos de los siglos alumbrará los nuevos cielos eternos, eso es bastante brillante. Eso es lo único que necesita. Él va a llenar los cielos con la gloria de su luz. Dice usted: “Hombre, digo, me gustaría ver eso.” No lo culpo. Quiero decirle esto, vamos a ser raptados, creo yo, siete años antes de que esto suceda. Ahora, no se decepcione mucho. Yo creo que la iglesia es sacada antes de que comience la tribulación, yo creo que ya estaremos con el Señor, estaremos en las bodas del Cordero, estaremos en un tiempo de recompensas, estaremos con Él porque Apocalipsis 3:10 dice que seremos guardados de la hora que viene para probar al mundo entero. Seremos preservados de eso. Seremos librados, 1 Tesalonicenses 1:10 dice: “de la ira venidera.”

Entonces, creo que estaremos con el Señor, y hay muchas otras razones. Dice usted, “Bueno, ¿quieres decir que no lo veremos?” Bueno, permítame responder esa pregunta de esta manera. Abra su Biblia en Colosenses capítulo 3. Colosenses, capítulo 3, versículo 4. “Cuando Cristo, quien es nuestra vida, aparezca”, muy bien, cuando él aparezca ahí, cuando el venga en su gloria y el aparezca para el mundo entero, “entonces vosotros también apareceréis con él”, ¿en dónde? “en gloria.” Hombre, esa es una gran verdad. Cuando él aparezca, aquellos de ustedes que lo conocen y lo amen, aquellos de ustedes que han sido resucitado con Cristo, versículo 1, aquellos de ustedes que están vivos en Cristo, versículo 3, aquellos de ustedes que conocen al Salvador y él es su vida, ustedes aparecerán con él en gloria. No estarán aquí abajo. Ya están ahí arriba.

Y cuando él venga en gloria, ustedes aparecerán con él en gloria. Dice usted: “Esto es fabuloso. Tengo que conseguirme un traje, un vestido. Tengo que estar vestido de manera apropiada para eso.” Tiene razón, pase a Apocalipsis 19, no tiene que ir de compras, un atuendo ya está ahí colgado esperándolo. En Apocalipsis 19, versículo 7 tenemos un retrato de las bodas del Cordero cuando el Señor es unido a su iglesia redimida, su novia, es llamada “las bodas del Cordero”. La esposa está lista y cuando la esposa viene a la presencia del Señor, cuando nosotros la iglesia somos arrebatados y llevados a su presencia, dice en el versículo 8: “A ella se le concedió que se vistiera de lino fino, limpio y blanco, porque lino fino es la justicia de los santos.

Entonces, cuando la iglesia es llevada a la presencia del Señor en las bodas del Cordero, conforme nos sentamos con el Señor a tener comunión con él, durante ese tiempo de siete años de tribulación en la tierra, conforme hemos sido librados de la ira venidera, conforme hemos sido salvados de la redención que viene, de la condenación que viene sobre la tierra, tenemos comunión con el Señor, somos recompensados y somos vestidos con lino fino.

Después, cuando él regresa, usted vaya al versículo 14, “Y los ejércitos que estaban en los cielos ya, almas redimidas, y creo que eso incluye a la iglesia, y creo que incluye también a los santos redimidos del Antiguo Testamento, que también son los invitados a las bodas del Cordero. Usted no tiene que invitar a la novia, ya, ya va a estar ahí. La novia – es para la novia – pero también incluye una lista de invitados, versículo 9: “Bienaventurados aquellos que también son invitados a las bodas del Cordero, santos del Antiguo Testamento. Entonces, los santos del Antiguo Testamento que son redimidos y toda la iglesia está ahí, y todos vestidos en lino fino, blanco y limpio simbolizando su perfección en pureza, y justicia, y todos salimos del cielo.  Usted va a tener su propia túnica y su propio caballo blanco.

Entonces, usted va a estar ahí, nada más que usted va a estar viendo hacia abajo, no hacia arriba. Algunas personas que no estuvieron listas cuando el Señor se llevó a su iglesia, que no fueron redimidas, se quedarán aquí. Muchas morirán, pero muchas serán salvadas. Y muchas personas redimidas estarán viendo hacia arriba. Estarán aquellas que son redimidas en aquel día que serán salvadas de la tribulación, y que no fueron matadas por el anticristo, y que no fueron matadas por los perseguidores, y los traidores y los que aborrecen a Dios. Y sobrevivieron protegidas por Miguel, protegidas como los 144 mil, protegidas por la misericordia y gracia de Dios. Habrán judíos y gentiles, y serán protegidos, y cuando lo vean en el cielo se regocijarán, pero el mundo clamará en terror, y temor absolutos, que día, que día. Y entonces regresaremos y no habrá más burladores diciendo, ¿dónde está la promesa de su venida? Ya no habrán más burladores.

Permítame darle una cuarta palabra: fortaleza. Oh, que palabra tan importante es esta. ¿Puede ver si es tan amable, brevemente, el versículo 30 al final? Él viene con poder, esa es la palabra fortaleza. Digo, ¿puede imaginarse el poder necesario, simplemente para hacerle todo esto al universo? Hacer que la tierra entera se tambalee sobre su eje. Él tiene poder sobre el universo, creado, entero. Él tiene poder sobre Satanás, él tiene poder sobre los demonios, él tiene poder para matar a todos los impíos, incrédulos por todo el mundo que rechazan a Cristo. Él tiene poder para establecer su reino, él tiene poder para redimir a sus elegidos. Esto es poder sin paralelos. Gran poder, gran poder. No hay poder como ese. Él viene con los ángeles santos, viene a sentarse en el trono de su gloria, capítulo 25, versículo 31 dice. Gran poder. De hecho, Isaías lo llama en el capítulo 63, el día de la venganza de nuestro Dios cuando él pisa el lagar de su ira.

Sabe una cosa, simplemente un pensamiento. Conforme el viene su poder es tan grande, que las cosas que han sido devastadas en el caos de la oscuridad y el caos de la tierra, inmediatamente son corregidas cuando sus pies tocan el Monte de los Olivos. Zacarías dice, todo, todo comienza a cambiar. Sus pies llegan al Monte de los Olivos, Zacarías 14:1-4. Maravilloso. Él regresa al lugar mismo de dónde se fue, ahí es donde él va a establecer su reino. Y el viene con una espada que sale de su boca, Apocalipsis 19 dice, y él mata todas las personas que son impías, y rechazan, que todavía no han muerto. Él los lleva a un gran juicio, del cual leeremos cuando lleguemos al capítulo 25 y son enviados al infierno eterno. Y después él establece la gloria de su reino. Él termina el pecado, Daniel 9:24 dice, termina la transgresión. Él trae la justicia eterna, él establece su reino por los siglos de los siglos.

Pero simplemente me encanta pensar, en que cuando él llega al Monte de los Olivos, porque he estado ahí de pie, tantas veces, en ese Monte de los Olivos, cuando él llega al Monte de los Olivos se parte, simplemente se parte. Y en Zacarías 14 dice, que el mar al frente, y el mar en la parte de atrás, el cual sería el Mediterráneo y el Mar Muerto, un canal se abre para que el agua pueda fluir libremente. Cuando estuvimos ahí se nos dijo que estaban tratando de escarbar un canal ahora, para traer agua del Mediterráneo, o un acueducto, una pipa, para traer agua del Mediterráneo para traer agua en el desierto. Bueno, si tan solo se esperaran podrían ahorrar mucho dinero, porque el Señor tiene el mismo plan. Es una planeación bastante buena para ser honesto con ustedes, porque es el plan del Señor.

Cómo puede ver, Isaías 35 dice que el desierto va a florecer como una rosa. Están tratando de cumplir Isaías 35 con un proyecto de construcción. Cuando el Señor venga, él parte el Monte de los Olivos, crea un valle, el Mediterráneo se vacía y termina en el desierto y en el verano y en el invierno hay agua por todo el desierto. Y debido a que el área del Mar Muerto es tan baja, se va a llenar y debe convertirse en un lago enorme. Y toda esa área va a tener suficiente agua para la irrigación, y nunca habrá un desierto en el milenio, en el reino. Un canal del Mediterráneo al desierto es simplemente una cosa, el león acostado con el cordero, los niños jugando con las serpientes venenosas, y no siendo mordidos, la gente viviendo por mucho tiempo, una tierra restaurada, eso es poder, eso es fortaleza.

Otra palabra clave: tristeza. Voy a tomar un momento para ver la palabra llorarán. “Entonces, todas las tribus de la tierra llorarán.” Cuando él venga habrá tristeza. Ya le dije acerca de la tristeza de los gentiles no salvos. En la mayoría de los casos, simplemente van a estar en terror total, simplemente van a clamar porque sean escondidos de esto, no van a arrepentirse en la mayoría de los casos, pero van a maldecir a Dios. Van a gritarle a Dios, van a blasfemar a Dios, dice en Apocalipsis. Y cómo Apocalipsis 18 dice, van a decir, “Oh, he aquí, aquí Babilonia, la cual es nuestro sistema mundano. Babilonia ha caído y no habrá más música, no habrán más grabaciones, no habrá más cintas que se toquen de música, no habrán más instrumentos que se toquen. La música de pronto va a detenerse por todo el mundo, debido a que el terror va a ser tan grande, el temor va a ser tan grande que no habrá canción que cantar.

Entonces, los gentiles van a llorar, pero los judíos también llorarán. Y Zacarías 12 dice que mirarán a aquel a quien traspasaron y que llorarán por él como, por, un unigénito. Se darán cuenta de que han perforado a su Mesías. Y después dice en Zacarías 13:1, “Una fuente, una fuente de limpieza les será abierta a ellos. Su redención se acercará.” Y yo creo que es en ese momento, cuando todo el trabajo de los 144 mil, y el fruto del evangelio eterno predicado por un ángel sobrenatural, se van a unir y en ese momento lo verán. Y es en ese momento que todo Israel será salvo, Romanos 11 dice. Todo Israel será salvo. Su redención se acercará, y llorarán porque han crucificado a su Mesías. Algunos llorarán para salvación, será tristeza piadosa que lleva al arrepentimiento.

Y después la última palabra, para la que tenemos tiempo el día de hoy: selección. Versículo 31, muy breve, selección. “Cuando él haya juzgado a todos y se haya llevado a cabo el lloro, el lloro de aquellos que están muriendo en el juicio eterno, el lloro de aquellos que se están arrepintiendo. Él enviará a sus ángeles. Los ángeles, por cierto, son los agentes de Dios que recogen, son aquellos que recogen a los hombres. En el capítulo 13 de Mateo, los encontramos en varias de las parábolas enviadas para congregar a personas para el juicio, para traerlas delante de Dios. En este caso no están congregando a la gente para juicio, los están congregando para la gloria.

Y mediante el sonido de una trompeta, el medio judío conocido de llamar a una reunión, llamar a una asamblea, la trompeta es tocada, los ángeles, los mensajeros de Dios van y reúnen a sus elegidos, los elegidos que han estado dispersos por todos lados durante el trabajo de los 144 mil que se está llevando a cabo por toda la tierra, y predicando. Estarán aquellos que han sido redimidos, y durante el evangelio predicado por el ángel eterno, estarán aquellos que han creído y todavía están por toda la tierra muchos de ellos, todavía escondidos por los terrores del anticristo. Y los ángeles van por todo el mundo para reunirlos de los cuatro vientos. Una expresión coloquial parecida a nuestra expresión de las cuatro esquinas, o cuatro rincones del mundo, norte, este, sur, y oeste. Y los reúnen de un fin del cielo al otro, otra manera de decirlo, de todos lados, nadie se queda afuera. El Señor envía a los ángeles para reunir a todos sus selectos, sus elegidos, selectos para su reino eterno. Y muchos se despertarán, yo creo que los cuerpos de los santos del Antiguo Testamento saldrán de la tumba para unirse con sus espíritus redimidos para entrar a la gloria de su reino eterno.

Entonces, el Señor congregará a su pueblo de todo el mundo para traerlos al reino. Esa es la descripción misma del Señor de su segunda venida. ¡Que acontecimiento tan tremendo! Ahora, los discípulos entendieron la señal, cuando vean al Hijo del hombre en el cielo. No vivieron para ver eso, y usted y yo, por la gracia de Dios si somos redimidos, seremos sacados con la iglesia. Realmente no me importa vivir en esta tierra para ver eso porque no me interesa pasar por la tribulación, prefiero estar con el Salvador, que estar aquí satisfaciendo mi curiosidad. Y si tengo tanta curiosidad por la tribulación, que cambia mi teología, estoy mal porque debería anhelar estar con Jesucristo.

Simplemente les digo esto a ustedes. Así es como todo va a terminar, no puede estar muy lejos. Y si ya estamos viviendo a siete años antes de que suceda, más vale que nos preparemos. Y si usted, o va a llegar a ese punto cuando usted esté con él en la gloria, cuando usted entre en su reino, o cuando usted o muera de un ataque al corazón y sea expulsado de su reino enviado al infierno eterno, como dice en el capítulo 25, “en dónde habrá el lloro y el crujir de dientes, y castigo eterno.” El mundo está cumpliendo el plan histórico de Dios, y usted se tiene que hacer la pregunta, ¿en dónde está? Digo, esto es algo serio. Su destino eterno está en juego, y esto es simplemente como va a terminar. ¿Va a ser usted parte del desastre aquí, o parte de la gloria allá? Es su decisión. Por la gracia de Dios, conforme el Espíritu de Dios inclina su corazón, oro porque usted responda al Salvador.

Inclinémonos en oración. Señor, te damos gracias por darnos tanta revelación. No tenemos que vivir en oscuridad, preguntándonos que va a pasar. Sabemos lo que va a pasar porque tú nos lo has dicho oh Señor, cuan responsables somos por vivir a la luz de esa eternidad. Que esperemos la aparición gloriosa del Señor y Salvador Jesucristo, esperemos el día cuando podamos estar con él, y no tener que vivir en temor de lo que pueda venir, porque rechazamos al Salvador cuyo único deseo es darnos su amor y gracia, perdón, paz, gozo, y bendición.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2019 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

 

5/9 – Advertencias de peligro venidero

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

5/9 – Advertencias de peligro venidero

John MacArthur

Uno de los grandes gozos en nuestro tiempo de adoración juntos es estudiar la Palabra de Dios. ¿Cómo podemos adorar a Dios a menos de que sepamos quién es Él? ¿Cómo podemos adorarle a Él plenamente al menos de que lo adoremos en verdad? Y esa verdad viene a nosotros mediante Su Palabra.

Abramos nuestras Biblias en el capítulo 24 del evangelio de Mateo. Mateo capítulo 24. Es con emoción que llegamos a este pasaje esta mañana, conforme continuamos estudiando este gran sermón de la segunda venida, predicado por nuestro Señor Jesucristo. Es conocido como el Discurso del Monte de los Olivos. Y, por un lado, como digo, mientras que es una experiencia emocionante regresar a este pasaje, también debo disculparme con aquellos de ustedes que no han estado con nosotros, porque se van a perder de algunas cosas conforme abordamos el sermón desde el punto de vista del que lo hacemos el día de hoy. Porque ya hemos entrado al sermón y nos encontramos realmente en el versículo 16 de Mateo 24, retomando el punto en dónde nos quedamos la última vez.

Pero simplemente unas cuantas cosas a manera de introducción podrían ayudarnos a recordar nuestro lugar un poco No creo que no hay nada más intrigante, un tema tan fascinante que la segunda venida del Señor Jesucristo. No conozco ningún otro tema bíblico que pueda producir la misma cantidad de curiosidad que éste tema puede crear. Y realmente hay unas cuantas cosas en la Escritura que son tan motivadoras para el creyente y para el incrédulo como el sentido de realidad acerca de la segunda venida de Jesucristo. El apóstol Pablo dijo: “Conociendo el temor del Señor, persuadimos a los hombres.” En otras palabras, reconociendo que Cristo vendrá en juicio y va a traer un holocausto aterrador sobre la tierra, presentamos el evangelio para que los hombres puedan escapar de eso. También, Pablo dijo que: “Laboramos estando presentes o ausentes, para que en un sentido seamos aceptados por Él.”

Entonces, nosotros que somos creyentes servimos al Señor sabiendo que algún día va a venir a recompensarnos y queremos ser hallados fieles. Entonces, la segunda venida de Jesucristo, tanto desde el punto de vista de advertencia para un incrédulo, del juicio que está por venir, y desde el punto de vista de alentar a un creyente, con la recompensa que está por venir, es un tema muy motivador. Y no hay un lugar en la Escritura dónde es presentada de manera más maravillosa que aquí en Mateo 24 y 25, por el Señor mismo.

Ahora recuerde, este es un sermón dado por nuestro Señor en el Monte de los Olivos a sus discípulos. Él, previo a este sermón, ha pasado su último día hablándole a las multitudes de Israel. Y él ha pronunciado juicio sobre Israel. Les dijo que su casa es dejada desierta, lo han rechazado y él los ha rechazado a ellos. Al final de ese tiempo él dejó el templo, fue al Monte de los Olivos y ahí él predica un sermón a sus discípulos. Es un sermón en respuesta a preguntas que hacen.

Obsérvelas en el versículo 3 de este capítulo. “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? Y, ¿cuál será la señal de tu venida, y del fin del siglo?” A partir de lo que Jesús ha estado diciendo, los discípulos piensan que el reino está muy cerca. No se dan cuenta de que todavía está a miles de años de distancia, porque no entienden que realmente hay dos venidas de Cristo. Él viene la primera vez en humillación a morir, hay un largo período de tiempo y él viene por segunda vez en gloria a reinar. Pero ellos no ven esas dos venidas. Las ven como una.

Y entonces, conforme él ha venido, él ha predicado y enseñado y curado, y él ahora ha limpiado el templo, ellos creen que está preparando las cosas para su reino. De hecho, los encontramos en el capítulo 24 en la cúspide de su expectativa para el reino venidero. Y después él les hace una profecía, en el capítulo 24, versículo 2, hablando del templo, el cual están viendo desde el Monte de los Olivos, él dice: “No quedará aquí una piedra sobre otra, que no sea derribada.” Él predice la destrucción total del templo, al punto en el que ni una piedra va a quedar encima de otra.

Ahora, este es una estructura masiva, simplemente una estructura masiva hecha de piedras enormes, que pesaban toneladas. Sin embargo, Jesús predice su destrucción total. Ahora, cuando él dice eso, esto eleva su curiosidad y expectativa aún más, porque probablemente les hace darse cuenta de que todo esto va a ser el juicio sobre lo que es, para establecer lo que Dios quiere. Cristo, habiendo limpiado el interior antes en la semana, expulsó a los cambistas y a los vendedores y a los compradores, y ahora, él va a derribar todo esto y vamos a tener el templo del reino y la adoración del reino, y todo va a venir.

Entonces, están en un momento de gran expectativa, y hacen ésta pregunta: “¿Cuándo va a suceder? Y, ¿cuál es la señal que esperamos para indicar tu presencia en gloria del reino, y el fin de la época del hombre?” Entonces piensan que es inminente. Y después Jesús les responde comenzando en el versículo 4, con un sermón acerca de su segunda venida.

Ahora, algunas personas han tratado de decir que este es un sermón acerca de la destrucción de Jerusalén, que todo este sermón fue cumplido en el 70 d. C. cuando el templo fue destruido. Por muchas razones eso es imposible, como hemos tratado de señalarlo en nuestro mensaje previo. Pero, simplemente otro pensamiento que me gustaría darle, la gente dice: “Bueno, ¿por qué es que él describe y predice en el versículo 2, la destrucción del templo, si ese no es su tema? ¿por qué es que en el versículo 2 dice que todas estas piedras van a ser derribadas de tal manera que ni una va a estar encima de otra? Y después, ¿por qué él pasa de ahí a miles de años después a la segunda venida? ¿por qué hablar de la destrucción del templo?”

Le voy a decir porque, es muy simple. Un profeta solo podía ser creído como un profeta verdadero, si sus profecías siempre, ¿qué? se cumplían. Ahora, ¿cómo es que Jesús puede ser creído, cuando al predecir su segunda venida, cuando todo mundo que está oyendo la predicción, va a quedar muerto, después, mucho tiempo antes de que suceda? En otras palabras, es muy fácil predecir algo, yo puedo predecir todo tipo de cosas muy lejos en el futuro, cosas que no ocurrirían o no podrían ser verificadas, o que se pudieran mostrar que están bien o mal hasta que todos nosotros estuviéramos muertos. ¿Cómo podría ser conocido yo como un profeta, si no hubiera manera de verificarlo? De manera típica, el profeta de la palabra de Dios, asignado por Dios para dar una profecía lejana en el futuro, también da una profecía cercana, para establecer sus credenciales.

En otras palabras, si él prueba ser exacto en la profecía verificada históricamente, podemos creer en él para la que está tan lejos en el futuro, que no podemos ver. Y la razón por la que Jesús menciona la destrucción de Jerusalén en el versículo 2, como profecía, no es para presentar el sermón entero en esa misma destrucción, sino para darle a usted un punto histórico a partir del cual usted puede verificar que él habla la verdad.

Entonces, él dijo: “No quedará una piedra sobre otra que no sea derribada.” Ahora, lo que usted tiene que entender es que el templo construido por Herodes era masivo. Digo, absolutamente masivo. Y lo hemos descrito en cierto detalle. Permítame añadir un par de términos más que podrían ayudarle en un entendimiento de su descripción de manera plena. El templo fue construido desde el 20 al 10 A. C. Hubieron 10 mil hombres que trabajaron con piedra durante esos 10 años. Y ése simplemente fue el edificio principal. Hubieron también 1000 sacerdotes que fueron preparados como hombres que cortaban piedras y carpinteros, porque solo un sacerdote podía construir un lugar sagrado.

Entonces, usted tenía simplemente 10 mil trabajadores y 1000 sacerdotes construyendo las partes sagradas del templo, y esa fue únicamente la parte primordial del templo. La construcción entonces fue del 10 A. C al 64 d. C. entonces usted está viendo un proyecto de construcción de 84 años, hasta que finalmente llegó a su término en el 64 d. C. y después fue destruido totalmente en el 70 d. C.

Entonces, 80 años son desechos en cuestión de meses. Y dice usted, “Bueno, ¿acaso la profecía de que las piedras serían derribadas se cumplió?” Sí. Ni una piedra quedó sobre otra. Y los romanos literalmente lo despedazaron hasta el suelo. Ahora, eso ha sido verificado históricamente. La historia no está en problemas con eso. Eso sucedió en el 70 d. C. exactamente como Jesús dijo que sucedería. Parecía ridículo como profecía, parecía imposible como profecía, y parecía que nunca se cumpliría. Y eso es lo que lo hace una credencial tan buena, que Jesús predice algo que realmente nunca alguien podría haber esperado, nunca lo habría alguien previsto, nadie jamás habría soñado que alguien podría venir, que tuviera tanto poder como para destruir eso, derribar eso, o que querría derribar un edificio tan magnífico hasta dejarlo en el suelo.

Pero eso es exactamente lo que pasó. Y le conté de la furia y la pasión de los soldados romanos, siendo a tal grado que el general romano mismo, estando en medio del templo, les gritaba pidiéndoles que lo quemaran, ni siquiera podía hacer que obedecieran sus propias órdenes. Estaban tan poseídos, creo yo, por las fuerzas de Satanás, que derribaron eso hasta el suelo tratando de quitar todos los remanentes de la adoración a Dios. Pero, de hecho, estaban cumpliendo la profecía de Jesús, dándole credenciales como alguien que habla, y habla la verdad.

Ahora, cuando sabemos que Jesús puede ser verificado en el pasado en una profecía cercana, podemos creer en él para una profecía lejana, ¿verdad? Y ahí yace la razón para la predicción de la destrucción de Jerusalén en el versículo 2, como un establecimiento de sus credenciales como un profeta veraz. Ahora, ellos piensan que esto, los discípulos piensan, que esto todo es parte del fin, entonces preguntan: “¿Cuál es la señal de que todo esto va a llegar a un fin?” Y esa es su pregunta en el versículo 3, y esto da a lugar al sermón que va del 24, versículo 4, hasta el capítulo 25.

Ahora, por cierto, este acto de Jesús al usar una profecía cercana para darle credenciales de sí mismo, para que él pudiera ser creído para una profecía lejana es algo que Daniel hizo, Isaías hizo, Zacarías hizo. Es típico para los profetas de hacer eso. Entonces presentaron la pregunta: “¿Cuál es la señal de tu venida, tu presencia, tu reino, tu gloria, y el fin del día del hombre?” Y el Señor responde al darles una serie de señales del versículo 4 al 14, que él llama en el versículo 8 “el principio de dolores”, “el principio de dolores”. Como dijimos, los dolores de parto se llevan a cabo al final y dan a luz, son aquello que dan lugar a que una mujer dé a luz, y así será con ciertas cosas que estén sucediendo al final de la edad del hombre, del siglo del hombre, que resultarán en el reino de nuestro Señor Jesucristo.

Entonces, el versículo 4 al 14, da estas cosas generales que van a pasar y serán el principio del fin, apenas previo a la venida de Cristo. Pero Jesús da un paso más hacia adelante en el versículo 15, y dice: “Hay un acontecimiento que dispara todo. Cuando veáis la abominación desoladora, de la cual habló Daniel el profeta, ahí en el lugar santo, el que lea entienda.” Ahora, cuando usted vea la abominación desoladora, usted sabe que ese es el gatillo que inicia todo, versículo 21 lo dice: “Porque habrá una gran tribulación como nunca la ha habido desde el comienzo del mundo hasta este entonces, ni jamás la habrá.”

Entonces, cuando vean ese acontecimiento, ese es el gatillo. Esa es la señal que comienza los dolores de parto. Y la semana pasada entramos a detalle en el versículo 15, y explicamos la abominación desoladora, lo que es, es el anticristo que llega al templo que será reconstruido en el tiempo final, los judíos estarán adorando ahí, él viene como su protector, él viene como su aliado, él viene como el que los defiende en contra de la agresión de la amenaza rusa y árabe. Él viene como una especie de su salvador.

Daniel 9 dice que firman un tratado con él, él es el líder de un imperio romano revivido, una confederación europea occidental. Eso es exactamente lo que Daniel predice, que todos se unen, y de ellos se levantará este líder que será el protector de Israel. A la mitad de la protección, de un período de siete años, él viola su tratado con ellos, él profana su adoración en el lugar santo, él levanta un ídolo, una imagen de sí mismo, 2 Tesalonicenses 2, y Apocalipsis 13, él demanda que todo el mundo lo adore, y ese es el gatillo que da lugar a todo el holocausto del tiempo final.

Entonces, el versículo 15 describe eso como la abominación desoladora. Abominación se refiere a algo detestable. Desoladora se refiere a que arruina. Un acto detestable de idolatría que arruina, que comete sacrilegio en el templo de Dios. Ahora, cuando eso suceda, todas las cosas del versículo 4 al 14, se van a desatar. Pseudo salvadores vendrán, guerras, rumores de guerras, naciones contra naciones, reino contra reino, hambres, terremotos, y personas entregadas en la persecución para ser matadas y odiadas, y habrán traiciones y falsos profetas y engañadores” Y el pecado y la iniquidad abundará”, dice el versículo 12, “el amor de muchos se enfriará.”

Y todo eso va a ser disparado por la abominación desoladora en el punto de la mitad de los siete años. El rey falso de Satanás se vuelve el rey del mundo, y él está poseído por el demonio, está inspirado por el infierno, odia a Cristo, desafía a Dios, mata a los cristianos, menosprecia a los judíos. Ese es el hombre de pecado que se apodera del liderazgo del mundo, y Satanás hace todo lo que puede por destruir a todos los cristianos, todos los judíos, la nación de Israel, y detener a Jesucristo de que establezca su reino. Por cierto, yo creo que, en este punto en el tiempo, la iglesia ya habrá sido raptada, entonces no vamos a estar ahí. Esperamos ese tiempo cuando el Señor nos saque, y después traiga ese juicio sobre la tierra, y después regresaremos al fin de ese tiempo con él, desde el cielo, cuando él establezca su reino. Y ese tema lo cubriremos más en otros estudios.

Entonces, el Señor nos ha dado un panorama claro de su venida. Él dice, aquí están los dolores de parto, aquí este tipo de cosas que están pasando, y aquí está el gatillo que comienza todo. Ahora, al llegar a los versículos 16 al 28, él nos advierte. Y él advierte a todos los lectores que lean esto, que conocerán eso en el tiempo en el que suceda. Y él advierte de cuatro cosas: calamidad severa, confusión sutil, colapso espiritual, y una segunda venida. Y esto es algo realmente fascinante. El versículo 15 dice: “Por tanto, cuándo…”, comienza con el cuándo, “…por tanto cuando veáis en el lugar santo, la abominación desoladora…” entonces versículo 16:2 “…que estén en Judea, huyan a los montes.”

Ahora, ¿cuál es la respuesta cuando esto suceda? Cuando esto suceda, huyan, huyan. La palabra griega es pheuge de la cuál obtenemos la palabra ‘fugitivo’. Corran, sálganse, porque mientras que ustedes se queden en Jerusalén van a ser vulnerables a la muerte, van a ser vulnerables a la persecución, especialmente si eres un judío, porque el anticristo quiere aplastar a Israel. Satanás ha querido hacer eso a lo largo de la historia porque si él puede eliminar a Israel, él puede detener el plan entero de Dios, el cual es cumplido en últimas en llevar a Israel a la salvación y a su reino. Satanás ha tratado de aplastar al judío a lo largo de la historia. Y cuando el anticristo se apodere de Jerusalén, establezca su trono ahí en Jerusalén, los judíos que queden ahí van a ser muy vulnerables.

Y entonces, él dice: “En ese día, más vale que corran. Más vale que corran.” Y no sólo eso, si resulta haber alguno ahí que sean creyentes, que se rehúsen adorar al anticristo, que son cristianos más vale que corran también si están en Judea. Judea es el área en la que Jerusalén es la ciudad principal, la parte sur de Palestina. Algunos de ustedes que son creyentes más vale que también corran, porque también va a querer aplastarlos. Apocalipsis 13 dice que él quiere hacer guerra con los santos. Y sabemos en Apocalipsis 12 que él quiere aplastar a Israel.

Entonces, el mandato general aquí, a huir, es para cualquier persona que se rehúsa a postrarse ante la imagen del anticristo, sea judíos que se rehúsan a hacerlo, o sean cristianos que se rehúsan a hacerlo, más vale que corran. Entonces creemos que cuando esto suceda, habrá una especie de éxodo de la tierra, saliendo de la ciudad de Jerusalén, buscando protección. No toda persona va a salir. Regrese a Zacarías, por un minuto, el penúltimo libro en el Antiguo Testamento, el penúltimo capítulo del libro, versículo 8 del capítulo 13: “Y sucederá,” Zacarías ve ese mismo período de tiempo, aquí, “sucederá que, en toda la tierra, dice Jehová, dos partes serán cortadas y morirán.”

No todos los judíos van a salir de ahí, el anticristo va entrar en contra de ellos y dos de tres van a morir. Va a haber una matanza terrible, el holocausto en contra de los judíos del futuro va a ser tan grande, obviamente a partir del versículo 21, mucho mayor que cualquier holocausto en el pasado. Dos de tres van a morir. Versículo 9 dice: “Una tercera parte será librada y refinada por Dios. Y guardada por Dios.”

Entonces, Zacarías nos dice que cuando los judíos huyan, no todos van a sobrevivir. No todos ellos van a poder salir. Vaya a Apocalipsis, capítulo 6. Y mantenga en mente, ahora, estamos hablando de un tiempo, como este tiempo, y personas como nuestra gente, y ésta no es un tipo de fantasía espacial, esto es algo que sucede. Cuando este gobernante político que salga de la Europa revivida se apodere y diga que él es dios, y haga esta imagen, y haga este tipo de cosas y comience a matar a la tierra, y comience ahí en Jerusalén, la gente va a tener que huir para guardar su vida. Esto va a ser un holocausto real. Los judíos muchos de ellos van a perecer, como acabo de leer, dos de tres van a morir.

Y muchos otros también en Apocalipsis 6, encontramos en el versículo 6, que cuando el quinto sello es abierto, este es un sello que describe ese mismo período de tiempo conocido como la tribulación. Debajo del altar están las almas de aquellos que fueron matados por la palabra de Dios y el testimonio que tuvieron. Aquí hay creyentes, aquí hay cristianos, gentiles o judíos, del tiempo de la tribulación que ya han sido martirizados por su fe, ellos tampoco escaparon, fueron martirizados, perdieron sus vidas. Y en cierta manera son retratados aquí, clamando: “Hasta cuándo Señor”, versículo 10, “hasta cuando vengarás nuestra sangre en aquellos que moran en la tierra.” Hasta cuándo es que vas a detener esta carnicería, en dónde el anticristo está masacrando a los santos. “Y se les dieron ropas blancas a cada uno de ellos, y se les dijo que debían reposar ahí por un poco de tiempo.” La tribulación no se ha acabado aún, apenas está comenzando. Y sus consiervos, y sus hermanos tienen que ser matados. Eso es parte del cumplimiento. Habrá martirio.

Entonces, Zacarías parece ver a judíos siendo matados y Apocalipsis parece ver a santos que han creído en Cristo, siendo matados. No todos van a escapar. Los que no escapen, el punto que estoy presentando es que van a pagar con sus vidas, esa es la razón por la que dice: “Corran rápido, porque su vida está en juego.” En Apocalipsis capítulo 11, habla de 7 mil personas muriendo en la ciudad de Jerusalén, mediante un terremoto. En el capítulo 12, versículo 11 dice que: “hay mártires que no amaron sus vidas hasta la muerte.” En otras palabras, mientras que algunos están traicionando a Cristo, y algunos están negándolo en lugar de morir, hay algunos que no aman sus vidas tanto, están dispuestos a morir por el testimonio de Cristo, y morirán. En el capítulo 13, versículo 7 dice que él hace guerra con los santos, y los vence. Eso de nuevo indica martirio. Capítulo 17, versículo 6 retrata el sistema religioso falso, embriagado con la sangre de los mártires.

Entonces, todos esos pasajes nos muestran que cuando esto suceda, la abominación desoladora, que sea establecida, el anticristo se vuelve el gobernante del mundo, él es capacitado por Satanás, él es ayudado por fuerzas demoniacas y por hombres y mujeres por todo el mundo, él se vuelve en contra de Israel, y tienen que huir por sus vidas y solo la tercera parte de ellos van a sobrevivir. Él se mueve en contra de los creyentes a lo largo de ese período de tiempo, y tienen que huir por sus vidas y no todos ellos van a sobrevivir tampoco. Pero para aquellos que huyan, habrá alguna ayuda sobrenatural, y particularmente aquí se hace indicación en Apocalipsis 12, con respecto a Israel, es un pasaje fascinante.

En Apocalipsis 12, usted tiene una imagen aquí, hay una mujer y hay un niño. Y la mujer es Israel, y el niño es Cristo, y describe el hecho que, de la nación de Israel, Cristo fue producido. Y después hay un dragón en este retrato. El dragón es Satanás, y el dragón persigue a la mujer, y claro, quiere matar al niño. Pero hay un gran protector, un gran promotor de la causa de Dios que protege a la mujer y al niño, y no es ningún otro que Miguel, versículo 7, Miguel pelea contra los demonios, y Miguel prevalece, versículo 8. Y Miguel es el ganador.

Y después avanzamos un poco en el capítulo, al versículo 14, y dice…bueno, regrese al versículo 6, primero, veamos el versículo 6 primero, esto va a amarrar ambos mejor. “Y la mujer”, esta es Israel, aquí estamos en el tiempo de tribulación, cuando Satanás está haciendo todo lo que puede por destruir Israel y claro, el reino de Cristo, “la mujer huyó al desierto.” Aquí está Israel, huyendo para buscar la protección, ella tiene un lugar preparado por Dios para que puedan alimentarla ahí” 1260 o 42 meses o tres y medio años, ese es siempre el período de esta gran tribulación. Eso nunca es violado, es siempre un período de tres y medio años, porque a la mitad del pacto de siete años, Daniel habla de esto, el anticristo hace el pacto de siete años, él lo rompe y por tres y medio años, 42 meses, 1260 días, usted tiene este holocausto.

Entonces, Israel huye, y durante los 1260 días es protegida por Dios en un lugar preparado por Dios. Ahora, es un buen lugar adónde huir, Israel, porque hay cuevas por todos lados, todo lugar y por toda esa tierra. Desde Edom hasta Moab, y todos lados, hay muchos lugares en dónde esconderse en el desierto de esa área. Ahora, versículo 14: “Y a esta mujer que es perseguida”, el versículo 13 muestra a Satanás persiguiendo a la mujer, ella está huyendo ahora, “y a la mujer se le dieron dos alas, y una gran águila.” Yo en cierta manera pienso que es Miguel, Miguel el protector del pueblo de Dios. Y creo que es sobrenatural, que este gran protector del pueblo de Dios, este gran protector de Israel va a volar en el desierto llevando al pueblo y ahí será sustentado un tiempo, eso es uno; tiempos, eso es dos; y medio tiempo, eso es la mitad. Uno más dos, más la mitad son tres y medio. Ahí estamos con el mismo período de tiempo.

Entonces, durante tres y medio años, sobrenaturalmente, Miguel y sus ángeles van a librar al pueblo que puede escapar a un lugar de seguridad, y un lugar de protección. Eso ciertamente se refiere a Israel y también se podría referir a gentiles creyentes, y otros que escapan la masacre del anticristo. Ahora, podemos regresar a Mateo 24. Entonces, lo que nuestro Señor dice es: “Miren, cuando vean ese acontecimiento, corran lo más rápido que puedan, sálganse de ahí.” De hecho, versículo 16 dice, “Huyan a los montes en dónde puedan esconderse.” Y después el versículo 17 se vuelve descriptivo: “El que esté en la azotea no descienda a tomar nada de su casa.”

Si usted resulta estar ahí en la parte de arriba, en esos días, la parte de arriba, la azotea era dónde estaba el patio. Había unas escaleras que estaban afuera de la casa que iban arriba, todavía ve usted algunas de esas en Israel en la actualidad. Y la gente estaba en la azotea. SI usted resulta estar ahí, sorprendido ahí, ni siquiera vaya adentro para recoger sus pertenencias, baje de las escaleras y salgase de la ciudad porque cuando eso suceda, como dice Apocalipsis, la devastación va a venir y la muerte como una inundación. Va a venir como una inundación inmediata, como un incendio que cubre toda la tierra. Sálgase, ni siquiera vaya a la casa para recoger sus pertenencias, y no saque nada. Brinque, salte de la azotea y corra lo más rápido que pueda. Así de terrible viene este tiempo, y cualquier retraso significa la muerte.

Y entonces el Señor espera y anima el retiro normal, buscando seguridad, el Señor no quiere que se queden ahí, y enfrenten las balas, él simplemente dice: “Sálganse de ahí.” Él no está promoviendo un complejo de mártir” “Corran”. El versículo 18 dice, “Ni el que está en el campo regrese por su capa.” Capa se refiere a la cubierta exterior. Y si usted está trabajando ahí afuera en el campo, y dejó su capa a unos metros, y usted está trabajando ahí en el campo haciendo eso, y escucha que esto sucedió, no regrese ahí al carro por nada. Sálgase, simplemente corra, porque Satanás se ha apoderado. Las fuerzas del infierno están en su lugar, y el holocausto viene. Sálgase de ahí.

Y después, versículo 19: “Y hay de aquellas”, literalmente en griego dice, “mujeres que tienen algo en el estómago”, “aquellas que están embarazadas.” Y para aquellas, literalmente dice: “las que están dando el pecho.” Ay de las mujeres embarazadas y las madres que están lactando.” Dice usted, “¿Por qué?” Bueno, algunos comentaristas dicen que es tan difícil correr cuando usted está embarazada, es tan difícil correr cuando usted tiene un pequeño bebé a quien está amamantando en sus brazos. Y, no hay duda, eso es verdad.

Pero creo que hay algo más que es honesto, y conforme estudié la Biblia para tratar de ver exactamente lo que el Salvador está diciendo aquí, llegué al capítulo 13 de Oseas, y un tiempo cuando Oseas ve el fin, y habla de la salvación de Israel. Y el traer de regreso a Israel y como Dios traerá juicio contra aquellos que hayan juzgado a Israel de manera equivocada. Y en el versículo 16 simplemente la última parte del versículo dice esto, esto es algo interesante: “Samaria será desierta porque ella se habrá revelado contra su Dios.”

Ahora, cuando Dios venga a traer su juicio en contra de su pueblo rebelde, cuando Dios venga a atar todos los cabos sueltos de la iniquidad de Efraín, cuando Dios venga para restaurar, primero él debe limpiar. Y dice en el versículo 16: “Caerán por la espada. Sus infantes serán despedazados.” Esa es la razón por la que él advierte a aquellas con bebés pequeños. Yo creo que cuando el anticristo venga, ésta es una indicación de que va a haber una devastación de infantes. Usted lo ve aquí profetizado en Oseas 13:16. Lo ve cumplido inclusive cuando Cristo nació, cuando Satanás trató de detener el nacimiento de Cristo, ¿qué hizo? Masacró a todos los bebés. Cuando Satanás trató de matar al profeta de Dios como Cristo, que fue Moisés, ¿qué hizo? Masacró a todos los bebés, tratando de llegar a Moisés.

Y no será diferente en ese periodo de tiempo. El anticristo, creo que va a traer sobre el mundo, una actividad tan infernal que va a incluir a los infantes siendo despedazados, y las mujeres embarazadas, mujeres con niños serán abiertas. Y eso creo yo es primordialmente la razón por la que el Señor advierte en esa área. El tipo de cosas que van a pasar ese día, son casi inexplicables para nosotros, casi increíbles para nosotros, pero es porque no entendemos la naturaleza del holocausto.

Cuando Satanás tenga control total del mundo, la iglesia es quitada, el que lo refrena es quitado, y quita su poder que lo refrena, todo el pecado está desatado, todo el infierno se desate, y eso es lo que sucede. Y entonces, el Señor dice, ese día más vale que corran, y más vale que corran rápido. Y oh cuán triste para aquellos que tengan bebés pequeños, que serán despedazados, y aquellas que estén embarazadas que enfrenten la posibilidad de ser abiertas. Increíble.

Y después versículo 20, y dice: “Orad que vuestra ida no sea en el invierno, ni en el día de reposo.” Y esto es simplemente para enfatizar la urgencia. Oren que no sea el invierno, podría hacer frío, podría estar lloviendo, inclusive podría estar nevando, porque hay partes en Israel dónde hay nieve. Y entonces, deben orar que no sea esto en un tiempo cuando no puedan viajar rápidamente, ni en día de reposo. Oren que no sea en día de reposo, particularmente si usted tiene que correr, o manejar por ciertas secciones de Jerusalén, porque si resultan ser las secciones en dónde los judíos legalistas radicales viven, los van a apedrear a ustedes si hacen eso, porque se aferran a una ley del día de reposo de que cierta distancia es un viaje máximo para el día de reposo.

Inclusive si en la actualidad tratara de pasar por esas áreas lo apedrearían a usted. Hemos manejado por ahí, no en el día de reposo, hemos caminado por esa área y esa es otra indicación de que el Señor está diciendo, simplemente esperen que no sea un tiempo cuando sean estorbados en su viaje. Simplemente esperen que no sea un tiempo cuando tengan que enfrentar alguna dificultad al salirse de la ciudad, simplemente esperen que no estén físicamente en una situación que tienen un infante o están embarazadas, simplemente esperen que puedan correr lo más rápido que puedan y no tengan que regresar a conseguir nada, a recoger nada. Sálganse porque el holocausto es simplemente tan inconcebible.

¿Por qué? versículo 21. “Porque entonces habrá gran tribulación.” Gran, gran aflicción, problema, opresión, como nunca ha habido desde el comienzo del mundo hasta este tiempo, ni jamás lo habrá. El tiempo peor que el mundo jamás ha conocido, no hay nada como esto, usted puede apilar todos los holocaustos de la historia humana y no llega en esta. Simplemente sálganse. El Señor dice: “Váyanse.” Muchos van a morir, de todo lo que es descrito en los versículos 4 al 14 porque cuando esa abominación desoladora se lleve a cabo, entonces vendrán las guerras, y rumores de guerras.

Entonces viene el desmoronamiento mundial, las hambres, los terremotos, las pestes de las que habla Lucas, y las traiciones y las persecuciones y el odio, y todo comienza a desmoronarse. Y eso por cierto es descrito para nosotros en Apocalipsis 6 al 19 a detalle. En primer lugar, los sellos son abiertos, después las trompetas son tocadas, y las copas son derramadas, son imágenes todas de actos de juicio sobre la tierra que van escalando, se van incrementando, son más intensos. Y ese período, por cierto, dura durante tres y medio años, y como hemos estado diciendo a lo largo del estudio, esa expresión nos es dada de manera muy clara, no solo en el libro de Apocalipsis sino inclusive por el profeta Daniel, quien nos deja sin duda alguna en cuánto al periodo de tiempo, cuanto dura.

Porque dice en Daniel 7:25 que este anticristo que viene será por tiempo, tiempos, y medio tiempo. De nuevo, tiempo es uno; tiempos es dos; y medio tiempo es una mitad; tres y medio años. Ese es siempre el marco de tiempo estándar en el cual este gran gobernante causa todo este destrozo sobre la faz de la tierra. Y vimos en Daniel 12 la última vez, algunos otros indicadores de ese mismo marco de tiempo. Y en Apocalipsis 12:2 nos habla de ese mismo tipo de concepto de tres y medio años. También en Apocalipsis 13:5.

Ahora, ¿cuán severo es? Versículo 21: “Cómo nunca lo hubo desde el comienzo del mundo y hasta este entonces, ni jamás lo habrá.” Sabe, en cierta manera es triste decir esto, pero el mensaje apropiado que darle a Israel en la actualidad es que las cosas no van a mejorar, sino que van a volverse infinitamente peores, van a ser tan malas que la profecía de Zacarías va a ser cumplida. Va a venir una profanación y una abominación, va a venir un holocausto en Jerusalén que va a quitar las vidas de dos de cada tres de ustedes. Está por venir algo devastador, como nada en lo que ha soñado en el futuro cuando como Oseas dice, bien podría ser que sus mujeres embarazadas sean abiertas, y los hijos de las madres que están lactando son despedazados. Increíble pensar en esto.

Ahora, permítame decirle por favor que nada de esto jamás podría relacionarse con la destrucción de Jerusalén en el 70 d. C. La única razón por la que el Señor jamás nos dio eso fue como un punto de credencial. Y tratar de hacer que todo esto cumpla eso es torpe, pero la gente que quiere hacer eso, con frecuencia también quiere tomar el libro entero de Apocalipsis, y relacionarlo con la destrucción de Jerusalén, lo cual usted tampoco puede hacer, al menos de que sea totalmente deshonesto con la Escritura.

Ahora, el peor tiempo en la historia del mundo, y en el versículo 22, es fascinante: “Y al menos de que esos días sean acortados, ninguno sería salvo sino por causa de los elegidos, serán acortados.” Ahora, es interesante pensar en lo que esto significa. ¿Qué quiere decir acortados? Bueno, el dice: tres y medio años, 42 meses, 1260 días, cada vez que la Biblia habla de esto habla así de tiempo, tiempos y medio tiempo. Y en ningún lugar dice que será más corto que eso, siempre ese es el mismo tiempo.

Entonces, la palabra para “cortados”, la cual es una palabra interesante, ekolobthsan, podría significar “instantáneamente detenido”, termina inmediatamente, se detiene rápidamente. “A menos de que fuera terminado rápidamente, inclusive los elegidos serían devastados.” Pero creo que hay una mejor explicación para la palabra, no dice “excepto, porque ese día” lo cual abrazaría, o incluiría todo el período como una especie de día de juicio. Y la Biblia usaría ese singular mucho al hacer eso, ese día de juicio, ese día de castigo. Pero, dice: “esos días”, “aquellos días”. Y si usted lo toma como es, esos días de 24 horas, excepto porque esos días de 24 horas sean acortados, yo creo que cuando la abominación desoladora ocurra y la gente comience a huir por sus vidas, los judíos y creyentes, tratando de huir del holocausto del anticristo, que Dios sobrenaturalmente por su misericordia y gracia, va a alterar la extensión de la luz del día, para darles la protección de la oscuridad.

Dice usted, “Bueno, ¿de dónde sacas eso?” Observe Apocalipsis capítulo 6. Apocalipsis capítulo 6, versículo 12, y aquí el sexto sello de nuevo se desarrolla durante este periodo de tiempo, “y hubo un gran terremoto, y el sol se volvió oscuro como el cilicio, y la luna se volvió como sangre, y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como los higos caen de la higuera.” Versículo 14, “El cielo se enrolló como un rollo, y todo monte, isla, se salió de su lugar.”

Ahora, creo que lo usted tiene aquí es una alteración de los cuerpos celestiales. Y cuando el sol se oscurece, hay oscuridad. De hecho, si el sol es oscuro, la luna también está oscura. Y si todas las estrellas se apagan, está oscuro. Capítulo 8 versículo 12, el primer conjunto de juicios que acabamos de ver son los sellos, el segundo son las trompetas, pero observe lo que sucede en los juicios de las trompetas en el capítulo 8, versículo 12: “El cuarto ángel tocó y la tercera parte del sol fue herida, la tercera parte de la luna, la tercera parte de las estrellas, la tercera parte de ellas fue oscurecida y el día no se mostró por la tercera parte de ella.” La luz del día será reducida por una tercera parte.

Ahora, vaya al capítulo 16, versículo 10. En el 16:10 dice” “El quinto ángel derramó su copa en el trono de la bestia y su reino estuvo lleno de oscuridad, y mordían sus lenguas de dolor.” Y creo que lo que está pasando es que gradualmente hay menos, menos luz en el día, hasta que, en últimas, al final del período de la tribulación, es oscuridad total, y las huestes del anticristo están moviéndose en oscuridad absoluta. Y claro que eso se vuelve una protección para los elegidos.

Y ahora regrese a Mateo 24, y usted ve, creo que, si lo interpretamos de esa manera, por lo menos es viable. No puedo ser dogmático en esto, pero me parece que tiene sentido. A menos de que esos días fueran acortados, ninguna carne sería salva. Es solo la protección de la noche y la luz del día siendo apagada, que salva a la gente. Pero por causa de los elegidos, esos días serán acortados, por causa de que Dios preserve a su pueblo escogido.

Ahora, usted puede relacionar la palabra elegidos a Israel, mis elegidos como son llamados en el Antiguo Testamento, Israel, mis escogidos. Eso afirma que Él escogió esa nación. Y entonces, él protege a su pueblo, él guarda su remanente, él libra la tercera parte para que pueda redimirlos y traerlos al reino. No todos los judíos pueden morir, entonces, puedo ver a los elegidos ahí, a la nación elegida de Israel. Así como lo vemos en Romanos 9 al 11, dónde Pablo habla de Israel como la nación escogida. No a la Israel redimida, sino a Israel como una nación.

Y también puedo ver en la palabra “escogidos”, a los creyentes redimidos de todas las naciones. Pero por causa de preservar a su nación escogida, y por causa de preservar a su pueblo redimido, escogido, él acorta el día para que el anticristo no pueda masacrar tanto a judíos como a creyentes, por causa de los elegidos. Me encanta eso. Esa es la primera vez en que la palabra “escogido” se usa en el Nuevo Testamento. Y ahora se nos presenta un nuevo concepto acerca de aquellos que le pertenecen a Dios. Le pertenecemos a él porque él nos escogió. Escogido significa escoger, o llamar. Él nos escogió, él escogió a Israel, nos escogió a nosotros. Si Israel fue su nación escogida, no discutimos eso.

Usted sabe. Inclusive la gente que quiere negar la doctrina de la elección en referencia a la salvación, no niega la doctrina de la elección en referencia a Israel. No dicen, “Bueno, un día Dios salió y dijo, “¿A quién le gustaría levantar su mano para que sea mi nación? ¿a quién?” Y todos los judíos dijeron. “Nosotros”. No. No hay duda en absoluto acerca de que Dios escoge a Israel. Y si Israel son los escogidos de Dios, entonces, ¿por qué nos molesta tanto porque la iglesia también son los escogidos de Dios?

Entonces, él dice, “Voy a cuidar de mis escogidos.” Y quiere saber una cosa. Él cuida de sus escogidos. Nadie sobreviviría para entrar al reino, no habría ningún judío redimido que entrara al reino, no habría ningún gentil redimido que entrara al reino, si él no cambiara los días para que pudieran estar seguros. Escuche, ¿sabe lo que esto me dice? Cuando Dios escoge a alguien para sí mismo, él va a guardar esa persona para sí mismo, él va a cumplir su promesa, así él tiene que reestructurar el universo entero. ¿Le hace sentir a usted esto seguro? A mí sí. El Señor literalmente va a reorganizar el cuerpo entero del universo, para proteger a los suyos. Maravilloso.

Entonces, por causa de los escogidos, él simplemente cambia todo, y reduce la luz del día a un período de tiempo pequeño, y en últimas lo quita para que puedan estar seguros. Ahora, la oscuridad total no podría durar mucho tiempo porque nada podría crecer. Esa es la razón por la que sucede al final. Y le voy a decir algo más, usted corta el día solo una tercera parte, y va a afectar el ciclo de crecimiento, ¿no es cierto? Y esa es la razón por la que usted va a tener hambres por toda la tierra, y eso va a contribuir inclusive a mas odio, y más enojo, y más guerra y más de todo lo demás. Pero eso es por causa de proteger a los escogidos. Eso es tan maravilloso. El Señor va a esos extremos para proteger a los suyos, inclusive cambiar toda la función del universo por causa de los escogidos. Hombre, que pensamiento tan consolador.

Entonces, él dice: “Miren, si están vivos en ese entonces, si ven la abominación, corran lo más rápido que puedan, porque número uno, la calamidad severa viene; número dos, y observen esto, esto es muy fácil de ver, confusión sutil. Esto es lo que sucede. Todas estas personas corren y los que no mueren. Se están escondiendo ahí afuera, están todos escondiéndose allá afuera, y todos están siendo cuidados por el Señor, y quizás son alimentados con maná del cielo, y no lo sé. No sé cómo el Señor va a cuidar de ellos, pero están ahí afuera, Israel y personas redimidas, y están escondiéndose.

Y, ¿sabe usted que están esperando?, pueden leer Mateo, y lo van a estar leyendo en esos días, van a decir: “Ahí está, lo vimos, lo vimos, ahora veamos. Hemos corrido, hemos corrido, estamos en los montes, estamos escondidos. Viene, el Señor está por venir.” Y son muy vulnerables. ¿Lo ve? Gente en gran, gran desesperación, son extremadamente vulnerables, y algún falso profeta podría estar corriendo diciendo, “Él aquí está.” “Él está aquí está, aquí en el desierto, él está ahí por el mar. Lo tenemos ahí escondido en una cámara secreta en Jerusalén. Vengan. Vengan.” Serían muy vulnerables.

Entonces, el versículo 23 dice, cuidado con la confusión sutil. No solo calamidad severa, sino confusión sutil. Si alguno dijera: “He aquí, aquí está el Cristo, o por allá.” ¿qué? no le creas. No lo crean. Es un engaño. Están tratando de engañarlos, tratando de atraparlos. Quieren capturarlos y matarlos, quieren matarlos. Él quiere aplastar a los judíos. El dragón Satanás quiere aplastar a los redimidos. Ese enemigo antiguo de Dios, y él va a usar todo medio posible, él va a usar su engaño, y él va a decir, “Oh Cristo ha llegado, él está por aquí, o está por allá. Vengan, él está aquí. Se lo están perdiendo.” No lo crean, porque se levantarán cristos falsos, aquellos que dicen ser el Mesías, y falsos profetas. Aquellos que apuntan al que dice ser el mesías, sus emisarios. Oh, él está por aquí, él está aquí, vengan a verlo, y van a mostrar grandes señales y maravillas.

2 Tesalonicenses capítulo 2. Van a hacer milagros satánicos, milagros falsos. Van a demostrar poder diabólico, va ser maravilloso, ver cosas maravillosas que son tan inteligentes que inclusive puedan engañar a los escogidos mismos, dice en el versículo 24. Si fuera posible, engañarían a los escogidos mismos. ¿quiere saber algo? No es que, no es posible, esa es la razón por la que dice eso. De otra manera él diría, engañarán a los escogidos mismos. Él dice: “No, si fuera posible.” No pueden engañar a los escogidos mismos. Usted no puede engañar a los escogidos mismos. Los que son elegidos verdaderamente, que verdaderamente conocen a Cristo nunca podrían ser engañados acerca de quién es él.

Cuando Sun Myung Moon dice, “Yo soy cristo.” Yo digo, no, no, no eres, de hecho, ni siquiera estas en el período correcto de tiempo. Espera hasta la tribulación y entonces ven y di eso, y tampoco te creeremos en ese entonces. Cuando alguien dice: “Yo soy cristo, aquí está cristo, ahí está cristo. El jesús mormón, el cristo de los Testigos de Jehová, éste cristo, aquél cristo.” Nunca engañarás a alguien que realmente conoce a Cristo. Juan 10 dice: “Mis ovejas oyen mi voz y me conocen. Y yo las conozco.” Y si alguien se entrega a otro cristo, nunca conocieron al cristo verdadero, porque una vez que usted conoce al cristo verdadero, usted no puede ser engañado.

Entonces, los escogidos son protegidos. No pueden ser engañados, y no pueden ser destruidos porque la soberanía de Dios los protege al reorganizar el universo, y no pueden ser engañados porque tienen en ellos el conocimiento del cristo verdadero. Pero, les van a disparar, los cristos falsos van a venir, y van a decir: “Aquí están estas personas, están desesperadas, están esperando al Mesías, el mundo se está desmoronando, el calendario está cambiando, las estrellas están cayéndose del cielo, guerras por todos lados, matanza, masacre, ríos convirtiéndose en sangre, el mar convirtiéndose en sangre, el holocausto entero de Apocalipsis 6 al 19 se está llevando a cabo alrededor de ellos, y simplemente es un tiempo devastador en el mundo, todas las plagas están desatándose, terremotos, hambres, todo esto, y van a estar escondidos aferrándose al esperar la venida de Jesucristo. Van a ser tan vulnerables a un grupo de falsos profetas diciéndoles: “él está aquí, él está allá. Vengan y véanlo, lo tenemos aquí, aquí está.”

Entonces, si lo oyen, no lo crean, porque todos estos engañadores van a venir, versículo 25: “He aquí, os lo he dicho antes.” Él lo dice en el versículo 5, y en el versículo 11 él dijo: “Falsos cristos, falsos profetas, falsos mesías, les dije antes. “ Él también les dijo mucho tiempo antes. Él les dijo desde Mateo capítulo 7, Mateo 15, Mateo 16, Mateo 23, él les ha estado diciendo: “Cuidado con estos engañadores. No sean engañados. No busquen algún mesías secreto.” Observen esto, versículo 26: “Si les dijeran, ‘psss…aquí…él está en el desierto…no, él está en la cámara secreta, lo tenemos escondido en una cámara secreta.’ No lo creáis. No vayan ahí, no se acerquen en ese lugar. Están siendo engañados.” ¿En serio?

Entonces, ¿cómo sabemos cuándo él llegue aquí? Versículo 27, es tan maravilloso. “Porque como el rayo viene del este, y brilla hasta el oeste, así será la venida del Hijo del hombre.” ¿No es eso maravilloso? Digo, va a ser como un relámpago que va cruzando por el cielo, de este a oeste. Simplemente sacudiendo a todo mundo, su venida va a ser repentina, publica, visible, universal y gloriosa. El mundo entero la va a ver. Observe Apocalipsis 1:7, dice esto: “He aquí él viene con las nubes,” ahora observe esto, Apocalipsis 1:7, “y todo ojo”, ¿qué? “lo verá.” ¿No es eso maravilloso? No van a decir, “Oh, ¿vino? Me lo perdí. ¿Cuándo? ¿en serio?” Eso no va a pasar. Y nadie va a ir y a decir, “psss…él está aquí, nada más que fue muy silencioso.”

No lo crean. Vea Apocalipsis 19, él viene del cielo, montado sobre un caballo blanco, seguido por todos los santos vestidos de blanco, y ángeles de la gloria celestial viniendo a la tierra con una espada en su mano, con un atuendo salpicado de sangre para traer juicio sobre el mundo, y destruir a todos los ejércitos que están en contra de él en la batalla. Digo, ésta va a ser una venida que todo mundo va a ver.

Entonces, cuando vean la señal, corran rápido, debido a calamidad severa, confusión sutil y una más corrupción pecaminosa. Versículo 28. Corrupción pecaminosa. Sálganse por lo que va a pasar, el mundo se va a volver tan corrupto, tan miserable, tan putrefacto. “Porque dónde quiera que esté el cadáver ahí estarán las aves congregadas.” Ahora, esa es una especie de proverbio pequeño, usted ve un cadáver, usted ve aves de rapiña. E Israel y Palestina tienen aves de rapiña, son parte del área, la palabra griega aetos, significa un ave de rapiña. Algunas veces es usada, son llamadas águilas.

Pero la palabra básicamente tiene que ver con un ave de rapiña, y lo que va a pasar aquí es simplemente como esa analogía. En dónde usted encuentre un cadáver usted tiene un ave de rapiña que entra ahí, y despedaza ese cadáver. Y eso es exactamente lo que es el retrato. Cristo va a venir, como si fuera un ave de rapiña a un cadáver muerto. El mundo va a estar tan corrupto, va a ser tan corrupto, tan pecaminoso que está ahí como si fuera un cadáver miserable, pecaminoso, en estado de descomposición, al cual el Señor va a venir en juicio para despedazar ese cadáver. Un retrato muy vívido.

Ahora, lo que está diciendo es implícito en esto, es que el mundo se va a volver muerto y corrupto. Entonces, más vale que corran debido a la calamidad severa, más vale que corran y sean cuidadosos debido a la confusión sutil, y deben correr y estar en algún lugar con el pueblo seguro debido a la corrupción pecaminosa. El mundo va a entrar en un estado de descomposición, y descomposición, y descomposición, va a ser más miserable que nunca. Regrese al versículo 12. La iniquidad va abundar, la iniquidad va a abundar, la iglesia ya no está.

El Espíritu Santo que refrena ha quitado su poder, todo el infierno se desata, el pecado llega a condiciones fuera de control y se vuelve tan miserable, tan corrupto que es como un cadáver sucio, corrupto en estado de descomposición de un animal. Y cómo un ave de rapiña desciende, por así decirlo, para llevarse ese cadáver, entonces, Dios viene para destruir lo que queda de esa corrupción pecaminosa. Dios desciende, por así decirlo, en juicio final. Y eso es exactamente lo que está en la mente de Pablo conforme escribe en 2 Tesalonicenses, que Dios va a venir en llama de fuego, vengándose de aquellos que no conocen a Dios, ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Entonces, ¿por qué estar cerca del sistema malo, miserable, que sólo va a empeorar y empeorar? Algunas personas van a quedarse, y dice, “porque la iniquidad abunda”, versículo 12, el amor de muchos se va a enfriar. Dicen que aman a Cristo, pero abandonaran a Cristo a favor del pecado porque se quedaron ahí. Corran, no se queden para ser corrompidos por ese pecado que en ultimas va a ser juzgado por la venida de Jesucristo. Ese mundo malo, vil, miserable será juzgado.

Entonces, la escena es muy vívida, ¿cuál es la señal de tu venida? aquí están los dolores del parto. ¿Qué los dispara? La abominación desoladora. ¿Qué deben hacer los que están vivos cuando suceda? Corra. ¿Por qué? porque viene la calamidad severa, la confusión sutil, y la corrupción pecaminosa. Sálganse. Y una cosa más sucederá inmediatamente, versículo 29, “Inmediatamente”, nos vamos a detener ahí y regrese la próxima semana. Descubra lo que es.

Inclinémonos en oración.

Señor, te damos gracias por nuestro estudio en la Palabra esta mañana. Grande y rico y emocionante pensar en la venida de Cristo. Al mismo tiempo Señor, sabemos que es trágico para aquellos que no conocen al Salvador. Oh, Dios, oramos porque cada persona aquí vea su corazón, se asegure de que conoce a Jesucristo, tenga su salvación y perdón, para que puedan ser parte de los redimidos que entren a la gloria, no de aquellos que se quedan en este mundo para sufrir juicio.

Ayúdanos Señor, también a ver estas cosas cumpliéndose, y a persuadir a los hombres a llamarlos al Salvador, quien es el único que puede salvarlos de la ira venidera. Te agradecemos por la promesa de que seremos guardados de la hora que probará la tierra, que seremos salvos de la ira venidera, que iremos para estar con Jesucristo, que estaremos involucrados en el tiempo de recompensas por servicio fiel, y la voz del Cordero mientras que la tierra está pasando por esto y regresaremos con Él al fin, en su reino glorioso.

Padre, ayúdanos a ser fieles en los días que tenemos para advertirle al mundo, y vivir a la luz de tu venida, por causa de Cristo. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2020 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

4/9 – La abominación de desolación

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

4/9 – La abominación de desolación

John MacArthur

Abramos nuestras biblias juntos en el capítulo 24 de Mateo. Mateo capítulo 24. Este gran capítulo es el sermón mismo de nuestro Señor acerca de su segunda venida. Nos presenta a detalle los acontecimientos que rodean al regreso del Señor Jesucristo saliendo de su propia boca. Que tremendo privilegio es estudiar este gran texto.

Usted sabe, la gente en nuestro mundo siempre está esperando que venga un mejor día, siempre esperando un mejor tiempo, siempre esperando queriendo ver que se alivien las aflicciones y problemas que plagan la sociedad humana. Pero el mensaje de la Escritura es que antes de que llegue a haber un mejor tiempo, va a haber un tiempo infinitamente peor. De hecho, la sociedad humana tiene que esperar un tiempo que va a ser más severo que cualquier tiempo que jamás han conocido. Ese tiempo es descrito de manera más bien breve en tan solo un versículo en éste capítulo en particular, y quiero que lo observe en el versículo 21. “Porque entonces habrá gran tribulación, como nunca la ha habido desde el comienzo del mundo hasta este tiempo, ni la habrá.”

En esa afirmación tan breve, el Señor dice que el mundo espera un tiempo que será peor que cualquier otro tiempo que jamás se ha conocido. Y el Señor inclusive le da un nombre, “gran tribulación.” Ahora, esto no es nada nuevo porque han habido otros profetas además de nuestro Señor Jesucristo que también han hablado de este mismo tiempo. Es un tiempo de problemas tremendos, que incluyen al mundo, pero se centran en la nación de Israel. Para ver como los profetas de Israel hablaron de este tiempo, regresemos a Isaías capítulo 10. Isaías capítulo 10.

Y conforme Isaías veía hacia adelante ese día, ese día del Señor, ese día de gran juicio, ese día de establecer el reino del Mesías, ese día del establecimiento del reino del Mesías, ese día de salvación para Israel, ese gran día de clímax cuando la obra del hombre sobre la tierra, por así decirlo, llevada a cabo por su propia mano y diseño se acabe y Dios esté a cargo, él dice esto en el versículo 20. “Sucederá en aquel día”, ese gran día, el final del día del hombre, el comienzo del día de Dios, “que el remanente de Israel y aquellos que habrán escapado de la casa de Jacob, ya no más se apoyarán en aquél que los hirió, sino que se apoyarán en el Señor, el Santo de Israel, en verdad.”

Ahora, eso nos dice que está por venir un tiempo de gran aflicción para Israel, un tiempo cuando ellos serán matados. Y habrá un remanente que escapará, y aprenderá la lección, a nunca volverse a apoyar en nadie fuera del Señor. La indicación es que, en ese gran día, ese día final, el pueblo de Israel se va a apoyar en alguien que resulta ser no su amigo, sino su enemigo, que se presenta como apoyo para ellos, y después los destruye. Y aprenderán en aquel día a apoyarse solo en el Señor.

“El remanente regresará”, versículo 21 dice, “inclusive el remanente de Jacob al Dios poderoso, porque, aunque tu pueblo Israel sea como la arena del mar, sin embargo, un remanente de ello regresará, el fin definitivo decretado fluirá con justicia porque Jehová el Dios de los ejércitos hará un fin definitivo.” En otras palabras, en el tiempo del fin completo, en el tiempo del fin mismo, en aquel día del juicio, ese tiempo del establecimiento del tiempo de justicia del reino del Mesías, Israel va a atravesar, va a enfrentar una traición enorme por parte de alguien en quien confiarán, que resultará matarlos. Ellos van a atravesar por un tiempo de gran problema, del cual tratarán de escapar.

Ahora, veámoslo en las palabras de Jeremías el profeta, capítulo 30, y veamos que otras dimensiones añade él a los principios, conforme él ve este tiempo. Jeremías capítulo 30, versículo 5, “Porque así ha dicho Jehová, hemos oído una voz de temblor, de temor y no de paz.” Jeremías ve hacia adelante, él no ve paz, él ve temblor y temor. “Preguntad ahora y ved si un hombre tiene trabajo con hijo. ¿Por qué es que veo a todo hombre con sus manos sobre sus lomos, como una mujer con dolores de parto, y todos los rostros que son pálidos? El dolor humano más fuerte, él de dar a luz un hijo, sin ninguna anestesia, sin cuidado como de manera normal las mujeres lo hacían en ese entonces. En cierta manera simboliza el dolor de la sociedad en el futuro. Cuando Jeremías ve hacia el futuro, él ve, por así decirlo, en la visión profética, a hombres con las manos sobres sus rodillas, por así decirlo, en un dolor agonizante de lo que está por llevarse a cabo. El mundo está en dolor, Israel está en dolor.

“He aquí”, versículo 7 dice, “porque aquel día es tan grande que no hay otro como ese”. Así como fue en Mateo 24:21, este es un día como ningún otro día. Ninguno como ese. Es el tiempo de aflicción para Jacob, pero él será salvo de ese día, porque sucederá en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, que romperé su yugo de tu cerviz, y romperé sus ligaduras. Y los extraños ya no los esclavizarán, sino que servirán a Jehová su Dios y David que es su Mesías, su Rey, a quien levantaré para ellos.”

Entonces va a ser un día de gran juicio, un día de gran aflicción, un tiempo de problemas para Jacob, y de ahí va a venir la salvación y de ahí va a venir el que se levante el Mesías y Su reino. Entonces, tanto Isaías como Jeremías esperan un tiempo de problemas severos, un tiempo de dolor severo, un tiempo de muerte, un tiempo del cual Israel va a huir para escapar seguido por el reino del Mesías.

Ahora, observe el último capítulo de la profecía de Daniel, capítulo 12, en el versículo 1, y Daniel el profeta habla también del mismo día. Y dice en el versículo 1, “En ese tiempo se levantará Miguel’, Miguel es un ángel, “el gran príncipe que está para los hijos de tu pueblo.” La función excepcional de Miguel, en la economía de Dios es proteger a su pueblo especial. Y Miguel se va a levantar para su protección. “Porque habrá un tiempo de aflicción como nunca lo ha habido desde que hubo una nación, inclusive hasta ese tiempo. Y en ese tiempo tu pueblo será librado, cada uno de los que están escritos en el libro.”

Va a haber un tiempo de aflicción de Jacob, dice Jeremías. Va a haber un tiempo de problemas, dice Daniel, un tiempo de devastación, un tiempo de limpia, de purga, un tiempo de juicio del cuál Dios va a redimir un remanente, y va a traer el reino del Mesías. Ahora, observe si es tan amable Zacarías capítulo 13, versículo 8, “Y sucederá en la tierra”, de hecho, por toda la tierra, “dice Jehová, ‘que dos partes serán quitadas en muerte, y la tercera parte quedará.” En otras palabras, va a haber un tiempo en la tierra de Israel, cuando dos de tres va a morir, y Él va a hacer que la tercera parte pase por el fuego y los refine como la plata es refinada, y los probará como el oro es probado. “Invocarán mi nombre y los oiré y diré ‘él es mi pueblo’, y dirán, ‘Jehová es mi Dios.’”

En otras palabras, un tiempo de limpia, un tiempo de purga, un tiempo de juicio, un tiempo de muerte para dos de tres. Una tercera parte es preservada y son llevados a la conciencia de que el Señor es su Dios. Y este, versículo 14, es el día del Señor. Es el día del Señor, es el día, dice el versículo 2, cuando las naciones se vuelven a congregar en contra de Jerusalén, para luchar. Y la ciudad es tomada, y los caballos son matados, y las mujeres son violadas, y la mitad de la ciudad se va al cautiverio. Y el remanente del pueblo no será quitado de la ciudad.” Y usted puede detenerse en ese punto.

Ahora, permítame explicar esto de manera muy simple. Jesús dijo, “Viene en el futuro un tiempo diferente a cualquier otro tiempo. Un tiempo de un horror increíble, indescriptible para el mundo, pero en particular enfocándose en la nación de Israel. Es un tiempo del cual Isaías habló, del cual Jeremías habló, del cual Daniel habló, y del cual Zacarías habló. Entonces, realmente no es nada nuevo lo que el Señor está diciendo. Él está reiterando lo que fue dicho desde la antigüedad, que viene un tiempo como ningún otro tiempo. Si Israel piensa que ha soportado un holocausto increíble en el pasado, entonces necesitan evaluar lo que los profetas han dicho y lo que el Señor Jesús dijo, que todavía no han soportado lo que van a soportar en el futuro, porque viene un holocausto como ningún otro. Y no solo va a impactar a Israel, sino que va a impactar al mundo, y las cosas no van a mejorar, sino que van a empeorar. De hecho, van a empeorar como nunca han empeorado. Sí, apenas previo al peor tiempo de todos, habrá un breve tiempo de paz falsa.

Entonces, conforme vemos hacia adelante al futuro, analizando los acontecimientos del día del hombre, podemos esperar que va a haber un tiempo de paz falsa, seguida inmediatamente por un holocausto sin descripción, y precedentes, seguidos inmediatamente por la venida del Señor Jesucristo. Eso es lo que lo profetas han dicho. Esto es lo que Jesús dice, porque en el versículo 29 de Mateo 24, él dice, “Inmediatamente después de la tribulación”, ¿qué sucede? “el sol es oscurecido, la luna no da su luz, las estrellas caen y las potencias del cielo son sacudidas, y después aparece la señal del Hijo del hombre en el cielo. Todas las tribus de la tierra lloran, y ven al Hijo del hombre descendiendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria.

Entonces, este es el tiempo apenas que precede a la venida de Cristo. Ahora, es imposible no ver este retrato profético, esta cronología tan simple como es afirmada aquí por nuestro Señor, por Isaías, Jeremías, Daniel, y Zacarías, un tiempo de gran aflicción, gran problema para el mundo, centrándose en la nación de Israel, seguida por la salvación y limpieza de Israel, la venida del Mesías para establecer su reino glorioso y eterno.

Entonces, aquí Jesús está predicando un sermón relacionado con su segunda venida. Es un sermón no solo acerca de su segunda venida, la cual aparece en el versículo 29, sino también acerca del tiempo antes de eso que él mismo llama en el versículo 21, la gran tribulación. Ahora, ¿qué dio a luz este sermón? ¿por qué él está predicando este sermón? y ¿a quién le está predicando aquí en el capítulo 24? Permítame decirle por qué. Jesús ha entrado a la última semana de su vida terrenal, el viernes va a morir. Entonces, a él no le queda mucho tiempo. Él pasó todo el día en el templo. Él lo limpió el martes, expulsó a los cambistas y a los compradores y a los vendedores y lo limpió externamente. Y una vez que lo había limpiado el martes, entonces él podía regresar ahí no ser contaminado por él.

Entonces, él hizo eso, él tomó a sus discípulos, y él enseño todo el día. La enseñanza fue pública para comenzar, conforme él le enseñó a la multitud que se había congregado en el lugar debido a la semana de la pascua. Pero después de algo de su enseñanza, los líderes de Israel estaban enojados y entonces lo detuvieron ahí y comenzaron a hacerle preguntas, la primera de las cuáles fue, ¿por qué autoridad haces estas cosas? ¿quién te dio permiso de enseñar cómo estás enseñando, y hacer lo que estás haciendo? Y eso lo involucró en un dialogo que siguió para el resto del día, con estos líderes judíos falsos. El resultado de ese dialogo básicamente fue una oportunidad para que él expresara el hecho de que Dios ahora estaba haciendo a un lado a Israel.

Durante siglos la nación de Israel había sido la guardiana de la palabra de Dios, la protectora de la verdad de Dios, pero todo eso iba a cambiar, porque Dios iba a quitarles el reino y se lo iba a dar a un pueblo que era más digno que ellos. De hecho, él dijo eso en el capítulo 21, versículo 43, de una manera tan explícita como podía ser dicho. “El reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a una nación que dé frutos de él” “un pueblo que dé frutos de él.” Él estaba diciéndoles a los líderes judíos religiosos, “Ustedes ya no van a ser llamados más, el pueblo de Dios, en el sentido nacional. Ya no van a ser guardianes de la verdad de Dios.”

Ahora, como aprendemos en Romanos 11, esto fue únicamente un hacerlos a un lado temporalmente. No obstante, los hizo realmente a un lado. Él les dice, “El reino será dado a un pueblo que produzca frutos apropiados.” Y después en el capítulo 22, recuerde, también en su encuentro con los líderes, él les dio una parábola acerca de una boda en la que un rey hizo una fiesta para su hijo en la boda, y todos los invitados -que simbolizan a Israel- se rehusaron a venir. Y en el versículo 7 dice, “Cuando el rey oyó eso, capítulo 22, él se enojó, envió sus ejércitos, destruyó a esos homicidas, y quemó su ciudad.”

En otras palabras, Dios va a entrar en juicio en contra de un pueblo que se rehusó a venir a la fiesta de bodas de Su Hijo. Y después en el versículo 9, él les dijo a sus siervos, “Id a las carreteras, y a tantos como halléis, traedlos a las bodas.” Y entonces, un nuevo pueblo es traído para que sean guardianes especiales de la palabra de Dios, y la verdad de Dios. E Icabod, la gloria se ha ido, está escrito por un tiempo en la nación de Israel. El resumen de esto viene al final del capítulo 23, versículo 37, en el último sermón público de Jesús. Su último mensaje para el pueblo de Israel, su palabra final para los líderes religiosos.

“Oh Jerusalén, Jerusalén, tú que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados, ¿cuántas veces quise congregar a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo sus alas, y no quisisteis, he aquí vuestra casa os es dejada desierta?” Arruinada, desierta, esa es la afirmación final de juicio para Israel, por el rechazo del Mesías. Se acabó. Él los ha condenado, condenado a sus líderes, al condenar a sus líderes ha condenado a todo el pueblo, toda la gente que sigue a los líderes. Y ahora dice, su casa queda desierta. Icabod, la gloria se está yendo. Dios está apartando a otro pueblo, dejando a Israel.

Pero me da tanto gusto que el sermón no terminó con el versículo 38. En el versículo 39 él dijo, “Porque os digo, a partir de hoy no veréis hasta que digáis, ‘Bendito es el que viene en el nombre del Señor.’” Esa es una frase mesiánica. Cuando Jesús entró a la ciudad y clamaron “Hosanna al hijo de David.” Dijeron, “Bendito es el que viene en el nombre del Señor.” Esa es una afirmación mesiánica. Él les dice, “No me volverán a ver hasta que me reconozcan como su Mesías.” Eso nos da mucha esperanza, ¿verdad? porque eso nos dice que, aunque Israel es dejada desierta y aunque la nación es dejada desierta debido al rechazo del Mesías, viene un día cuando de hecho ellos van a reconocer a su Mesías, y van a decir “Bendito es el que viene en el nombre del Señor.” Eso es lo que Zacarías vio cuando él dijo, “Mirarán aquel a quien traspasaron, y llorarán por él como se llora por un unigénito.”

Entonces sí, la casa de Israel es desierta, pero sí hay un futuro. Hay un tiempo futuro cuando ellos van a reconocer a su Mesías. Ahora, usted tiene que imaginar a los discípulos en este punto, porque están escuchando todo esto, oyen el sermón, el cual devasta el sistema de religión en Israel. Ellos ven a Jesús limpiando el templo y saben que él está llevando a un fin ese sistema malo, hipócrita. Ellos lo oyen hablando acerca de la destrucción, en el capítulo 24, versículo 2, cómo el templo va a ser destruido, y cómo no va a quedar una piedra sobre otra piedra, y que todo va a ser derribado. Eso es exactamente lo que sucedió. Exactamente a la letra, al pie de la letra.

Y entonces, lo ven que entran con todas estas afirmaciones acerca de devastación y destrucción, ¿les molesta esto? Realmente no, porque como señalamos en nuestro estudio previo, recordará usted, que, si algún discípulo era un estudiante de la escritura, él sabría que en el gran reino del Mesías iba a haber un nuevo templo, el templo de Ezequiel 40 al 48. Ése templo glorioso, no este templo construido por un no-judío, un rey idumeo llamado Herodes, sino un templo que tenía las cualidades de ese templo glorioso, visto en Ezequiel 40 al 48.

Entonces, ellos no habrían tenido un problema con que él derribara el templo. Ellos no habrían tenido un problema con que él devastara la religión hipócrita. Los profetas dijeron que eso iba a pasar, los profetas dijeron que la nación tenía que ser purificada. Entonces, cuando oyen a Jesús decir, “este templo va a ser derribado, y no me van a volver a ver hasta que digan, “Bendito es el que viene en el nombre del Señor.’” Su idea es que va a derribar ese templo, rápidamente, y va a regresar en su presencia mesiánica plena, para establecer su reino porque ellos no veían espacio alguno entre la primera y la segunda venida.

Los profetas del Antiguo Testamento no delinearon una primera venida, mucho tiempo, y después una segunda venida. ellos simplemente presentaron todo de una vez. Esa es la razón por la que el tiempo entre la primera y la segunda venida es conocido como un misterio no revelado en el Antiguo Testamento. No vieron que había una primera venida, regresar al cielo, miles de años, después una segunda venida. No. Lo vieron todo de una vez. Su escatología decía, “El Mesías viene, el Mesías juzga a sus enemigos, y a los impíos. El Mesías limpia a Israel, él limpia el templo, él congrega a los elegidos y él establece su reino.

Y entonces, podían ver todo esto sucediendo en días o semanas. Y yo creo que al final del capítulo 23, y al final de este sermón, ellos tenían una esperanza más grande del reino de lo que nunca habían tenido en su experiencia con Jesús, porque lo han visto llegar montado, a la ciudad, oyendo los aleluyas y los hosannas, y bendito es el que viene en el nombre del Señor, de la multitud, los niños en el templo le habían dicho a él al día siguiente Y ahora él ha limpiado el templo. Y él ahora habla de derribarlo, y él habla de venir en su presencia plena como el Mesías. Y ellos creen, (yo creo) más de lo que jamás antes habían creído que momentáneamente todo se va a desatar, y ellos no entienden que va a haber un periodo largo de tiempo.

Entonces, en emoción y en expectativa, versículo 3, ellos ahora se han ido del templo y solo queda Jesús con los discípulos en privado, dice, han ido a la cumbre del Monte de los Olivos, camino de regreso a Betania en dónde se están quedando con Lázaro y su familia. Y él se detiene en la cumbre del monte, se sienta y les dicen, ¿cuándo serán estas cosas? Y usted puede apenas percibir la expectativa tremenda que esto tiene que venir muy rápido, por lo que han visto en esa semana. Todo está cumpliéndose. Vieron al precursor Juan el Bautista, después vino el Mesías, él hizo los milagros, él enseñó, él predicó y ahora él entra y vienen los aleluyas, los hosannas, y él ahora ha limpiado el templo y él ahora habla de derribar este edificio del idumeo. Y debió haber significado que ese gran edificio exaltado de Ezequiel, ahora va a ser construido, y él va a establecer su reino y el pueblo va a decir, “Bendito es el que viene en el nombre del Señor.”

Y entonces dicen, ¿cuándo? E inclusive más adelante en Hechos 1 dice, “¿Ahora vas a restaurar el reino?” Ellos creían que era momentáneo, y no solo preguntan cuándo, sino en el versículo 3, ¿cuál será la señal de tú venida? La palabra ‘venida’ parousia significa presencia. No quiere decir que ellos pensaban que él se iba a ir e iba a regresar, esto quiere decir que ellos pensaban que él vendría en su presencia plena. Parousia es presencia, la presencia plena de la gloria mesiánica. ¿Cuál es la señal de tu presencia y el fin de la época del hombre? ¿qué debemos esperar? ¿va a venir un ángel del cielo con una trompeta? ¿qué es? ¿es una reconstrucción cataclísmica del templo, sobrenaturalmente? ¿es que vas a derribar el templo? ¿qué es? ¿cuál es el acontecimiento que señala tu venida en presencia plena?

Ahora, con esa pregunta el Señor entonces predica el mensaje acerca de su venida, y él les da cosas que esperar, las señales que esperar, y no para ellos, porque ya habrán muerto, sino a todos los que van a leer la Escritura. Y comenzando en el versículo 4 tenemos las señales de la segunda venida, las señales de la segunda venida. Ahora, quiero añadir como una nota a pie de página aquí, para que no se confunda, que el rapto de la iglesia no se explica en ningún lugar en Mateo 24 o 25, eso no está aquí. Esperamos más adelante un entendimiento más pleno de eso. Este es un mensaje dado en el contexto de esos judíos acerca de la segunda venida de Cristo. El rapto es un tema que se presenta en las epístolas, vamos a tratar con eso más adelante. De hecho, probablemente en este estudio, en algún punto vamos a insertar algunas cosas de eso, pero él les está dando una descripción del tiempo de la segunda venida, y de las señales que llevan a ella.

Ahora, el comienza en el versículo 4, dándoles una serie de señales generales que la gente que esté viva en la época futura, debe esperar. Él no les dice que tan futuro está, él no les dice porque todo creyente siempre ha vivido con un sentido de inminencia que Cristo puede venir en cualquier momento. Entonces, él no les dice en algún tiempo dado, él simplemente dice señales.

Ahora, por favor, observe la primera señal es engaño, versículo 4, “muchos vendrán y engañarán.” Y el versículo 5 dice la misma cosa. La segunda señal es disensión. Guerra, rumores de guerra, y demás. El versículo 7 nación levantándose contra nación, reino contra reino. En tercer lugar, devastación. Hambres, terremotos. La cuarta es profanación, versículo 9, van a entregar a los santos. Quinta: deserción. Muchos de ellos van a ofenderse y van a traicionarse el uno al otro y se van a aborrecer unos a otros y demás. Y la final es declaración, versículo 14, la predicación mundial del evangelio del reino.

Entonces, él dice, “Esperen el engaño, la disensión, devastación, profanación, deserción y declaración. Esas son las señales. Y cubrimos esas a detalle y les mostré como son un paralelo de Apocalipsis 6-19. Ninguna de estas sucedió en la época de la iglesia, ninguna de estas sucedió en la destrucción de Jerusalén. Del versículo 4 en adelante no hay explicación de la destrucción de Jerusalén, es absolutamente algo que no está en el texto. Y eso es sorprendente porque leí unos 12 comentarios esta semana, 11 de ellos meten la destrucción de Jerusalén ahí en algún lugar, y el otro no está seguro. No hay referencia a la destrucción de Jerusalén aquí en el 70 d. C. Esto es futuro previo a la venida del Señor Jesucristo, la destrucción de Jerusalén fue un juicio para su propia época, por su propia razón, para la gente de esa época. No es el fin del siglo, no es la señal de la venida del Mesías, eso es futuro.

Entonces, todas estas seis cosas marcan el tiempo final. Y le mostré la clave de eso, versículo 8. Obsérvelo. Todo esto rodeando al versículo 8 son el principio de dolores. Por favor, la palabra dolores no nos ayuda a interpretar este texto, si eso es lo que dice en su edición de la Escritura. Es dolores de parto, el término griego. Y recuerda que le dije, cuando vienen los dolores de parto, ¿vienen al principio del embarazo? ¿a lo largo del embarazo? No. Todos vienen al final del embarazo. Y cuando los dolores de parto comienzan a venir, usted sabe que el nacimiento se acerca. Jesús deliberadamente escoge eso, como dolores de parto, así como el profeta de la antigüedad vio a los hombres, por así decirlo, en dolores de parto, atravesando por las agonías que darán a luz el nacimiento del reino.

Todos estos acontecimientos se apilan al momento mismo de la venida del reino, y son paralelos a los sellos y a las trompetas y las copas de Apocalipsis. Y usted recuerda que los sellos suceden en cierta manera, de una manera larga, un período de tiempo largo. Y después las trompetas son más rápidas. Y después las copas vienen en una sucesión muy rápida conforme hay una frecuencia que se incrementa y una intensidad que se incrementa, de esos dolores finales, como sucede en el nacimiento de un hijo. Entonces, es un retrato vívido.

Entonces, todas estas cosas no tienen nada que ver con el rapto de la iglesia. No tiene nada que ver con la destrucción de Jerusalén. Tiene que ver con el tiempo de la tribulación y conformen se aceleran los acontecimientos dolorosos que dan lugar al establecimiento del reino del Mesías. Entonces, él les da este panorama general de cosas generales. Pero él sabe que eso no es realmente lo que están preguntando, porque su pregunta fue, ¿cuál es la señal? ¿cuál es ese acontecimiento que dice que sabemos que aquí estamos, porque podríamos ver guerras, y podríamos ver engaños, y engañadores, y podríamos ver a desertores, y podríamos ver que el evangelio está siendo predicado? Esto inclusive podemos verlo en la actualidad. Podrían haber muchas cosas que vemos, ¿cómo sabemos que ya es el momento?

Entonces, él dice, “Muy bien, les voy a dar una señal que echa a andar todo.” Y en el versículo 15 él dice, “Cuando por tanto veréis.” Deténgase ahí por un momento. “Cuándo veáis esto”, al final del versículo 15, “más vale de que entiendan.” Entonces, él les ha dado algunas señales generales, los dolores de parto que resultan en el nacimiento del reino. Pero él les da aquí el gatillo que echa a andar todo, este es un versículo absolutamente fabuloso, y no vamos a pasar de este versículo porque está tan lleno de verdad, y ni siquiera lo vamos a agotar en esta mañana, pero es un versículo clave para entender esta transición de lo que él acaba de decir hasta el 14, a lo que él va a decir del 15 al 31. Es muy, muy claro.

“Ahora, cuando ustedes que estén vivos en ese día”, y él usa el vosotros profético, como lo señalamos en nuestro último estudio, “cuando ustedes que estén vivos en este día vean esto, saben que están en la tribulación.” Aquí está el gatillo que echa andar los dolores de parto, los versículos 4 al 14, para que se desate sobre la tierra. Aquí está el acontecimiento clave. Dice usted, “¿Cuál es el acontecimiento?” Dice usted, “¿Cuál es ese acontecimiento?” Véalo. “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, el que lea entienda.” Esa es la señal.

Ahora, regresemos a Daniel 11 y quizás voy a entrar en mayor profundidad en este, para que pueda entender adónde vamos. Ahora, en Daniel 11 conocemos una personalidad muy importante, la llamamos el anticristo. Él es llamado aquí el rey voluntarioso, el rey que hace lo que quiere, que no considera el deseo de las mujeres, ni a ningún dios, él se exalta a sí mismo sobre todos, versículo 37, y su patrimonio será los honores. Él honra al dios de las fortalezas, el dios del poder y demás. Y ésta es una descripción del gran anticristo, el gran rey voluntarioso que hace lo que quiere, que él manifiesta su odio hacia el Dios verdadero y a su Cristo, y él establece su propio poder y su propia fortaleza. Y lo que sucede si usted une el retrato bíblico, es que en Daniel 2 vemos que habrá en el tiempo final, un levantamiento del imperio romano antiguo. La forma final del imperio romano tiene 10 dedos, y Roma reconstruida en términos territoriales. El antiguo imperio romano ocupaba la Europa occidental y parte de la Europa oriental también, claro.

Pero la nueva forma final del Imperio romano, el cuál es aplastado por la venida del Mesías, se manifiesta en esta gran imagen. La forma final de diez dedos, esta representación de 10 dedos del Imperio romano, la cual es aplastada por el Mesías, quién es llamado ‘la piedra no cortada con mano’. Entonces, el Mesías viene y aplasta una confederación final de 10 naciones, la cual es como el Imperio romano antiguo. Pero eso va a suceder a partir de ese sistema, de acuerdo con Daniel, y de acuerdo con el libro de Apocalipsis. A partir de ahí se va a levantar un gran líder, y éste hombre se va a levantar de esa confederación europea y él se va a volver el salvador para Israel. Él va a ser aquel que es el protector de Israel. Van a hacer una alianza con él, como lo veremos en un momento, para su propia protección en contra de la alianza árabe-rusa, la cual vendrá en una forma final, como Ezequiel 38 la describe y viene en contra de ellos. Lo hacen para su propia protección.

Él, por cierto, es aquel de quien se habla en Isaías 10, quien es aquel en quien se apoya, quien los hiere, porque en medio de esa alianza, él los destruye. Israel ha hecho una alianza con este hombre, él está en control, las potencias del mundo vienen en contra de Israel como se describe en el capítulo 11 de Daniel, es descrito a detalle. En el tiempo del fin, versículo 40, el rey del sur viene, el rey del norte viene, todas estas potencias entran, y viene noticias del este, ese gran ejército del este. Y en esta confederación inicial que sucede, el anticristo y su poder occidental es victorioso, pero ese no es el punto cuando él ha hecho su alianza con Israel, que él se ha vuelto el protector de Israel. el mundo viene a pelear contra él, a pelear contra Israel y en esa batalla él gana, él gana. Y cuando él gana, entonces comete la abominación desoladora, como veremos en Daniel.

Ahora, regresemos a Mateo y vamos a retomar todo esto, y vamos a verlo como un todo. En Mateo capítulo 24, únicamente estamos viendo este versículo, el 15, “cuando veáis la abominación desoladora. Ahora, ¿qué es abominación? Bdelugma, es una palabra extraña, básicamente significa ‘aquello que es aborrecible, aquello que es detestable, aquello que es absolutamente repulsivo para Dios.” La palabra es usada primordialmente para hablar de cosas asociadas con la idolatría. Es usada en Apocalipsis 17:4-5 de las abominaciones del sistema religioso falso conocido como Babilonia de misterio, la prostituta, la ramera. Es usada en Apocalipsis 21:27 en dónde habla del hecho de que en el cielo final no habrá nada abominable nada que sea repulsivo para Dios. El Antiguo Testamento, predominantemente la asocia con la idolatría y los artefactos, y las actividades y los ritos y rituales y ceremonias e ídolos que van de la mano con la idolatría.

Entonces, es una palabra que básicamente tiene que ver con dioses paganos, ídolos que son detestables al dios verdadero. Ahora, observará que hay una forma genitiva aquí en el griego, es la cosa detestable que desola, que arruina, que profana. Entonces, va a venir un gran acontecimiento en el futuro de Israel, en el cual habrá un acto idólatra que es algo abominable para Dios, que es algo detestable para Dios y que causará la ruina y la destrucción y la devastación del lugar santo. ¿Lo ve usted ahí? El lugar santo.

Ahora, ¿qué es el lugar santo? Algunas personas dicen, la tierra; algunas personas dicen, la nación, el pueblo. Bueno, algunos dicen la ciudad de Jerusalén. ¿Qué es el lugar santo? En Hechos 21:28 dice, creo de manera muy simple, lo que es. Aquí Pablo regresó a Jerusalén, después de sus viajes en el área gentil, él quería reafirmar su compromiso con los judíos, él quería que supieran que él no era un traidor para ellos, en ningún sentido. Entonces él fue al templo y atravesó por un ritual de purificación con algunos de sus amigos judíos, y cuando él estuvo ahí, habían unos judíos de Asia que lo habían conocido ahí, y sabían que él predicaba el evangelio.

Entonces comenzaron ahí un tumulto y ésta fue su acusación en contra de Pablo, en el versículo 28 de Hechos 21, “Hombres de Israel, ayuden, éste es el hombre”, esto es, Pablo es el hombre, “que enseña a todos los hombres en todo lugar en contra del pueblo y la ley, y este lugar. Y además ha traído a griegos al templo, y a contaminado este lugar santo.” Y no puede significar nada más que el templo. No puede significar nada más que el templo. Y no veo alguna razón para que signifique algo diferente de eso, en el versículo 15 de Mateo 24, ese es el templo, el lugar santo. Eso no es nada nuevo para nosotros, el Antiguo Testamento lo llama el lugar santo. Estaba el lugar santo y después estaba el lugar santísimo, claro, pero el lugar entero era llamado el lugar santo, es el lugar apartado para Dios. Es un lugar específico.

Entonces, creo que de manera muy clara indica el templo. Y sucede cuando es establecido, en el templo, que hay algo detestable para Dios que devasta, arruina, y profana ese templo. Ahora, dice usted, “Bueno, ¿cómo sabemos lo que es esto?” Bueno, nos ayuda, nos da una clave en el versículo 15, ¿la ve ahí? Esa es la abominación desoladora. No solo cualquier abominación. No solo cualquier acontecimiento, sino la que fue hablada por Daniel el profeta.

Ahora, lo único que tenemos que hacer es regresar y descubrir lo que Daniel dijo, veamos el capítulo 11. Ahora, en el capítulo 11, en la primera parte del capítulo, y este es un capítulo más bien largo, está dedicado a algunas cosas históricas, y la última parte a las cosas del fin. Pero mientras que usted está viendo el capítulo 11, observe el versículo 31, y aquí en el versículo 31 tenemos una descripción muy, muy vivida de una persona histórica interesante. Y, por cierto, no sé si algún comentario bíblico que he leído, no importa cuál sea su punto de vista de la profecía, jamás ha interpretado esto de otra manera, por lo menos ningún erudito de reputación, fuera de una referencia a una persona histórica llamada Antíoco Epífanes, el fue un rey sirio que básicamente reinó alrededor del 175 al 165 A.C. Él se llamó a sí mismo Epífanes, lo cual significa, ‘el grande’. Él no era una persona muy modesta, entonces se llamó a sí mismo Antíoco Epífanes, Antíoco El Grande. La gente lo llamó Antíoco Epímanes, lo cual significa “maniaco”.

Entonces, supongo que no lo llamaron así de frente, pero así lo llamaban. Pero bueno, este hombre en particular es una persona muy interesante. En el versículo 31 habla de él, dice esto, y si usted estudia el texto entero es claro quién es, la historia lo presenta de manera muy clara. “Las fuerzas estarán por parte de él, y contaminarán el santuario de fuerzas, quitarán el sacrificio diario, y colocarán la abominación que trae desolación.” Ahí está esa misma frase de nuevo, él va a traer la abominación, una abominación desoladora. Esto es Antíoco Epífanes.

Entonces, aquí tenemos un retrato histórico de cómo va a hacer la abominación del fin del tiempo. Él fue un gran perseguidor del pueblo de Israel, si usted lee, si tiene una Biblia católica, usted puede conseguir una apócrifa, usted encuentra en los libros de Macabeos, 1 y 2 de Macabeos. Si usted busca ahí, usted encuentra todo acerca de Antíoco, porque fue escrito en el período en el cual él vivió, un período de unos 400 años después de que Daniel profetizó, previo a la era del Nuevo Testamento. Pero si usted lee ahí que él trató de aplastar a la religión judía, y al hacerlo él mató a miles y miles de judíos, incluyendo hombres, mujeres, inclusive niños. Él en el peor acto de lo que registra la historia judía, profanó el templo, él abominó el templo al entrar ahí, y matar un cerdo en el altar, y después metió puerco en las gargantas de los sacerdotes, y después estableció, levantó un dios en ese lugar. Una abominación, un dios griego. Creo que fue Zeus.

Y entonces, este fue un tiempo, no solo un acto, él colocó a Zeus ahí, y el templo fue profanado, los judíos nunca regresaron, no querían acercarse a ese lugar, no querían acercarse a un lugar contaminado, y el sacrificio diario fue detenido de manera completa. Y eso es exactamente lo que el 11:31 de Daniel dice que él haría. Él vendría a contaminar el santuario, lo hizo, mató a un cerdo en el altar, quitó el sacrificio diario y eso es exactamente lo que sucedió, ya no hicieron más sacrificios ahí. Y el lugar fue tan abominable que se volvió desierto, quedó desierto, los judíos nunca regresaron. Y eso es exactamente lo que pasó. Y no fue cambiado sino hasta la revolución Macabea, que derrocó su poder y pudieron regresar a su religión.

Ahora, ese sacrilegio cometido por Antíoco Epífanes, en el segundo siglo A. C., es una probada y un anticipo del tipo final de sacrilegio que será cometido en el tiempo del fin. Va a ser muy parecido, muy parecido. Y Daniel habla de ese, ahí atrás en Daniel capítulo 9. Entonces, regresemos al 9. Por cierto, Daniel menciona la abominación desoladora tres veces, tres veces.

Ahora, de regreso en el capítulo 9, y no quiero pasar mucho tiempo en esto, no tenemos el tiempo, pero en el capítulo 9 Daniel tiene una profecía tremenda, de la historia de Israel redentoramente. Y él dice en el versículo 24, que 70 semanas, 70 semanas de años, las semanas aquí son semanas de años. 70 semanas de años, 70 veces 7, o 490 años están determinados sobre tu pueblo Israel, al fin de los cuales la transgresión es terminada, el pecado es terminado, la iniquidad es reconciliada, la justicia eterna viene, visones y profecías son selladas, y el Mesías santísimo es ungido.

Ahora, ahí está, 490 años hasta el final. 490 años hasta el reino del Mesías, cuando el pecado haya sido acabado y la justicia reine en el reino. Dice usted, “Guau, si podemos descubrir cuando comienza, podemos descubrir cuando termina.” Bueno, podemos descubrir cuando comienza, en el siguiente versículo. Entiende que, desde la salida del mandamiento para restaurar y construir a Jerusalén, ¿cuándo fue eso? Ese fue Artajerjes, Artajerjes en los 440s emitió un decreto para reconstruir el templo, para reconstruir la ciudad, y dejar a los judíos hacer eso. Así es cuando comenzó.

Y entonces, usted puede comenzar a contar a partir de ahí, siete semanas, eso es 69 semanas, eso sería 69 semanas hasta el Mesías el príncipe, 69 semanas hasta Mesías el Príncipe, y ha sido calculado para ser exacto hasta el día mismo cuando el Mesías vino. Ahora, ¿eso deja cuantas semanas? ¿Cuántas quedan? Una semana. Esa es una semana y ese es el problema. Sabemos que las 69 terminaron cuando el Mesías vino, pero la 70ª no ha venido aún.

Entonces tenemos un período de tiempo indeterminado entre la 69 y la 70. Ahora, el versículo 27, ahí está un príncipe en el versículo 26, que vendrá en el futuro, éste príncipe va a venir y él va a traer desolación. Ahí está esa palabra de nuevo, significa ruina, devastación. Y él va a venir y va a hacer un pacto con Israel durante una semana. Y a la mitad de esa semana, él va a hacer que el sacrificio y las ofrendas cesen. Exactamente como Antíoco Epífanes lo hizo. Y sabemos que esto no está hablando de Antíoco, porque todo esto está conectado a la venida del Mesías, ¿no es cierto? Todo esto está conectado al fin del pecado, y al fin de la transgresión y al fin de la iniquidad, y a traer la justicia eterna, y a la unción del Santísimo, y el tiempo del reino.

Entonces, va a ser en la segunda venida. Pero él va a llegar a la mitad de esos siete años, los cuales van a ser tres y medio años, 42 meses, 1260 días, va a causar que el sacrificio se detenga, y después él va a traer la abominación que va a traer la desolación. Ahí está la abominación desoladora. Y él va a hacer esto hasta la consumación, y entonces aquello que está determinado será derramado sobre el desolador. En otras palabras, él lo va a hacer hasta el fin, y el juicio final de Dios. Entonces, el gobernante futuro, el príncipe futuro, el príncipe, el rey voluntarioso, el cuerno pequeño, el anticristo, la bestia del mar, como usted lo quiera llamar, el hombre de pecado, el hijo de perdición, varios términos, él va a venir, él va a hacer un pacto con Israel durante esa semana final.

Entonces, lo que usted tiene es la venida de Cristo, y apenas antes de eso, usted tiene un período de siete años, ese período de siete años es iniciado cuando Israel hace un pacto con este príncipe, este rey quien es el líder de la confederación occidental, que es un protector para Israel. A la mitad de la semana, él se vuelve en contra de Israel, detiene sus sacrificios, levanta un ídolo en medio del templo, detiene toda su adoración, los hace adorar a este dios falso, este ídolo falso, abomina el lugar de tal manera que termina en ruinas, y los judíos no se acercan.

Ahora, vaya al capítulo 12 de Daniel, escuche con mucha atención en estos últimos momentos. En Daniel capítulo 12, versículo 11, por favor, él lo vuelve a mencionar. “Desde el tiempo del que el sacrificio diario sea quitado” – ahí está la abominación desoladora, y la abominación que causa desolación, es establecida – observe ahí, es establecida, no sucede en un momento, se vuelve permanente. Esa es la razón por la que Mateo 24:15 dice, “Será establecida en el lugar santo.” No es algo momentáneo, es algo establecido ahí, lo que es una abominación que arruina el lugar, y es echa permanente ahí, y se queda ahí.

Entonces, es el tiempo en el que el sacrificio diario es quitado, y la abominación desoladora es establecida, habrán 1290 días. Dice usted, “Espera un minuto, desde el momento de la mitad, 1290 días, esos son 30 días más de los tres y medio años, ¿de dónde salieron los treinta adicionales?” Apocalipsis 12:6 dice que habrá 1260 días. Daniel dice, 1290 días, ¿por qué la diferencia? Creo que la mejor explicación es que es en esos treinta días después de que la tribulación ha terminado, que el Señor cuando él venga al Monte de los Olivos, como dice en Zacarías, crea un gran valle en el cuál todas las naciones del mundo son congregadas y juzgadas. Y yo creo que Daniel, nos ha llevado 30 días más para darnos ese tiempo en el cual se llevará a cabo el juicio de las naciones descrita en Mateo 25, conforme el juicio de las ovejas y los cabritos se lleva a cabo, en el cual todas las personas que todavía estén vivas en la tierra al final de la tribulación estén congregadas, para que sean juzgadas por el Señor, para determinar si van al cielo o al infierno. Y es en ese período de 30 días, el cual vemos aquí en Daniel, que es añadido al texto de Apocalipsis.

Además, vea el versículo 12, “Bienaventurado es el que espera y llega a los 1335 días.” Ahora tenemos 45 días. La gente bienaventurada va a durar 45 días más, digo, si usted está ahí entonces la implicación aquí es que un juicio ocurre en el período de 1290 días, y eso es lo que creo que está siendo descrito. Hay un período de 30 días ahí, durante el cual ese juicio de las naciones se lleva a cabo. Bienaventurados son aquellos que entran a los siguientes 45 días. ¿Qué es eso? Creo que el siguiente período de 45 días, que llega a ser 1335 es el tiempo de transición para el establecimiento del reino. El Señor establece su trono en Jerusalén, el Señor nos establece en lugares para gobernar, en lugares de representación como emisarios por todo el mundo, y Él establece su reino, comienza a traer a las naciones a Él, comienza a diseminar las reglas y los principios para el milenio mesiánico, y ese es el período de 45 días.

Entonces, Daniel ve la abominación desoladora. Después Apocalipsis nos lleva a 1260 días, al fin de la tribulación, 30 días más para el juicio de las naciones, 45 días más para el establecimiento del reino milenial, y de ahí al reino. La profecía es tan explícita. Pero lo que dispara todo eso es la abominación desoladora, la profanación del lugar santo. Ahora, dice usted, “Muy bien, entiendo eso, pero ¿qué es?” Permítame mostrarle lo que es. Vaya al capítulo 13 de Apocalipsis. Y esto es tan específico como puede ser afirmado. Apocalipsis 13. Debemos darle un título por este mensaje en esta mañana, hombre.

Ahora, en Apocalipsis 13 conocemos al anticristo, es la bestia y él se levanta. Y dice en el versículo 5 de Apocalipsis 13, “Y se le dio una boca que hablaba grandes cosas, y blasfemias y poder se le dio para continuar 42 meses.” Ahí están esos mismos tres y medio años, él solo va por 1260 días, tres y medio años, 42 meses, él no dura más allá de eso, ese es su período de tiempo. Ese período de 30 días, ese es un tiempo después de que la tribulación ha terminado, entonces, por 42 meses él blasfema.

Como puede ver, él comienza con este pacto agradable de paz, él hace un pacto. A la mitad él comienza su blasfemia. Él comienza a blasfemar a Dios, “él abre su boca”, versículo 6 “y blasfema en contra de Dios, él blasfema su nombre, su tabernáculo y todos aquellos que moran en el cielo.” Muy bien, él comienza atacando a Dios, en ese punto a la mitad de la semana, y vemos específicamente como ataca. Observe esto, el hace guerra con los santos, él los vence. Y poder le es dado sobre toda lengua, tribu, nación, y todos los que moran sobre la tierra, ¿qué? lo adorarán.

¿Qué es la abominación desoladora? ¿Quién es el ídolo levantado en el lugar santo? Es él. Él se levanta a sí mismo como el ídolo. Él se levanta a sí mismo como el objeto de adoración mundial. Y después, comenzando en el versículo 11, usted conoce a su compañero, el falso profeta, que es otra bestia. Él viene y hace grandes señales y milagros, al final del versículo 14, su trabajo consiste en llevar al mundo en adorar a la imagen de la bestia. Él da poder a la imagen, versículo 15, de tal manera que puede hablar y demás. Con toda la robótica que tenemos en la actualidad eso ni siquiera sería un problema. Podría ser tan maravilloso que no sabríamos si de hecho fuera un ser humano. Después, de nuevo, podría serlo. Quién sabe qué cosas satánicas pueden salir de este tipo de situación. Pero él hace que el mundo entero adore. Y aquellos que no lo adoraron, aquellos que no adoraron a la imagen de la bestia, van a ser matados.

Ahora, ahí está la abominación. Antíoco Epífanes establece un dios griego. Éste va a levantarse a sí mismo. Ahora, usted entiende lo que está pasando. Conforme llegamos al fin de la historia humana, Israel va a estar más y más en una posición vulnerable, y para protegerse a sí mismo de ese holocausto que no quieren que suceda, van a alinearse con una potencia occidental-europea, aparentemente amigable, encabezada por un príncipe, un líder, un gran líder, un líder atractivo. Éste líder en particular va a ser su fuerza, va a ser su apoyo, su ayuda, el mundo va a venir en contra de él, e Israel en un punto de su odio hacia Israel. Él los va a derrotar, y en ese momento él va a mostrar su corazón real, y él también va a apoderarse de Israel, pero a profanar su lugar santo.

Ahora, habiendo derrotado al mundo, y habiéndolos tenido a todos a sus pies, él se levanta a sí mismo para ser adorado. Él se vuelve ese dios de todos dioses que el mundo debe adorar, y establece la abominación desoladora. A partir de ese momento que él establece eso, y el sacrificio diario, el cual será en el templo reconstruido en ese entonces, se va a detener eso, y el pueblo judío ya no se acerca a ese lugar. A partir de ese momento, la gran tribulación comienza, dura 42 meses, 1260 días, tres y medio años seguidos por un período de 30 días de juicio, y un período de 45 días de transición al reino milenial.

Ahora, quizás hay otro pasaje que usted debería considerar, y es claro, la referencia de Pablo a este hombre, haciendo en 2 Tesalonicenses, en dónde él dice que vendrá. En el versículo 4, exaltándose a sí mismo sobre todo aquello que es llamado dios, o que es adorado, de tal manera que, como dios, se siente en el templo de Dios, mostrándose como dios, y él viene, en el versículo 9, con obra de Satanás, con todo poder, señal, y maravillas mentirosas y engaño de justicia y demás. Entonces, él viene y de hecho, se levanta como dios. Ahora, esa es la abominación desoladora.

Ahora, permítame tan solo concluir esto rápidamente. Escuche, quiero que lea algunas cosas de la historia contemporánea. ¿Qué va a llevar a Israel a esto? Le voy a decir lo que es, es su temor de Rusia y los árabes. Hablé con algunos de los líderes en Israel, cuando estuve ahí, en el ejército y también que son maestros y demás, y temen a los árabes. No temen su capacidad física, no temen su capacidad mental, no confían en ellos porque saben que el odio es tan profundo. Temen a Rusia. Cuando parecen poder apoderarse de ciertas armas entre los árabes, siempre son armas rusas. Saben que hay una alianza árabe-rusa, y saben que el odio es profundo, y saben que ese es el enemigo a quien deben temer. Y más y más están siendo rodeados por una alianza ruso-árabe. Me parece impresionante que en Ezequiel 38 la Biblia dice que, en el tiempo final, el rey del norte, “Rosh” Rusia, va a venir contra Israel. Y aliado junto con el rey del norte será Persia.

Ahora, la Persia antigua el territorio de dos naciones contemporáneas, Irán y Afganistán. Cinco años atrás no podían entender como Afganistán entraba, encajaba en esto, ahora ya sé cómo. Afganistán ahora es ocupada por Rusia, controlada por Rusia. Libia, al sur, no sabíamos hace unos años atrás porque Libia estaba incluida en ese mismo tipo de profecía, sabemos ahora con Gadafi, y ahora sabemos hacia donde se inclina. Hay una alianza rusa que está circulando, que presenta una amenaza tremenda para Israel. Y no entendemos eso, pero permítame ayudarle a entender esto.

El experto islámico Lance Lambert ha dicho esto: “El Islam tiene en su corazón mismo una creencia dogmática que debe triunfar. En últimas, aquellos que confiesan que Mahoma no es el profeta, y que el Corán no es la palabra final de Dios son dignos únicamente de muerte. Los occidentales no pueden concebir de naciones que basan su política y programa enteros sobre la teología islámica, pero eso es precisamente lo que está pasando en Irán, Libia, y Arabia Saudita. Es lo mismo que vimos cuando se levantó el fascismo en Italia con Benito Mussolini, o el levantamiento del nazismo en Alemania con Adolfo Hitler. No solo es ideológico, es teológico. Los musulmanes, de hecho, creen que su dios les ha dado el arma del petróleo para ganar finalmente. ¿Puede usted no ver que Israel es una afrenta para el Islam? Una nación judía con un liderazgo judío, un ejército judío, es una obscenidad a los ojos del islam. Esa es la razón por la que la Biblia dice que habrá guerra tras guerra, todas centradas en esos cuantos metros cuadrados de tierra dónde el templo estuvo una vez, dónde ahora está la mezquita de Omar y Al-Aqsa está en pie. ¿No es interesante que el presidente sirio Assad desarmó a todo hombre de la OLP que ha entrado a Siria? Sabe que están produciendo terroristas para el derrocamiento de todo el mundo libre, en esta hermosa tierra de Líbano. La OLP ha establecido una base mundial para el terrorismo, de hecho, el centro mundial de la KGB para terrorismo está en Beirut.” (Fin de la cita)

Sabemos que el mundo islámico odia al judío. Es una guerra teológica. Y esos soldados que están ahí me dijeron que es así de simple. Los tratados no significan nada, los pactos no significan nada. Si Alá dice, “Mata judíos”, matan judíos. Y lo único que tiene que suceder es que alguien como Jomeini, o alguien más se ponga de pie y diga, “Alá dice, maten judíos.” No tiene nada que ver con promesas o nada más. Y el odio de Rusia es igual. Arkady Polishchuck es un judío ruso nacido en Moscú, fue educado en la Universidad de Moscú, su licenciatura fue en la filosofía marxista, él se volvió un importante periodista soviético, escribiendo para la Izvestia y Pravda. Él se volvió un comentarista de radio y televisión desilusionado se volvió un disidente activo. Viajó por toda la unión soviética documentando las violaciones soviéticas desde los acuerdos de Helsinki, particularmente en relación a su persecución de los judíos y los cristianos. Y eventualmente, Polishchuck se volvió un cristiano. Esto es lo que él dice:

“El comunismo era mi religión. Como un niño, mi primera canción fue acerca de Lenin, mi primer poema fue acerca de Stalin, y mi sueño era volverme un miembro del partido comunista. Fui uno, durante casi quince años. Esa es la razón por la que es tan difícil para mí deshacerme de mi ideología marxista porque es mi religión. ¿No es una idea hermosa construir el paraíso sobre la tierra? El comunismo es la única ideología que promete eso. Han estado peleando contra el cristianismo durante 65 años, matando a millones de cristianos en campamentos y prisiones soviéticas. El comunismo únicamente puede existir en dónde ninguna otra ideología existe. Han matado a otras ideologías, pero el cristianismo continúa creciendo. Esa es la razón por la que es un peligro tan grande. Desde que vine al occidente descubrí que ustedes occidentales también son lavados en su cerebro. Ser un liberal aquí es bueno, ser conservador es malo. Si quieres colocarle la etiqueta más fuerte a un enemigo lo llamas un nazi fascista, nunca lo llamas un comunista. Sin embargo, Stalin mató a muchas más personas que Hitler, y toda sociedad comunista en la actualidad está basada en el poder y en matar, en el temor y en lavar el cerebro. Los oficiales más importantes de la Unión Soviética vienen al occidente para hablar de libertad de religión en Rusia. Los soviéticos usan estas personas como diplomáticos, como parte de su máquina de propaganda, para hacerlos creer que hay libertad de consciencia en Rusia. Como niño en las calles de Moscú, fui golpeado muchas veces por ser judío, hay un verdadero antisemitismo ahí. Solo llegué a la Universidad de Moscú debido a circunstancias excepcionales.”

Escuche esto. “La Unión Soviética es el imperio más poderoso en la historia, como cualquier otro imperio debe seguir creciendo. Esa es la razón por la que siempre han tratado de expandirse en África, en Medio Oriente, etc. Pero el Medio Oriente es un lugar muy especial para los soviéticos, no solo debido al petróleo y la estrategia militar, sino debido al odio soviético hacia los judíos. Los oficiales soviéticos simplemente odian a los judíos, quieren destruir el estado de Israel. Hay cierta dimensión demoniaca acerca de esto, que es imposible de explicar.” (Fin de la cita)

¿Quiere saber porque van a atacar? Porque son motivados por Satanás mismo, quién ha generado odio hacia los judíos, para tratar de acabar con ese pueblo. Y conforme usted ve una alianza ruso-árabe creciendo, usted sabe que el retrato entero profético está preparándose, y van a ser rodeados por esta potencia. Van a tratar de escapar al buscar una alianza con un hombre quien también está capacitado por Satanás. Creen que han encontrado seguridad, y el resulta ser un traidor, devasta y destruye a las naciones del mundo, incluyendo a Israel, se levanta a sí mismo como Dios, y eso da lugar a la tribulación. Ahora, una vez que ese gatillo sea jalado, ¿cuál debe ser su reacción? Ese es el sermón para el próximo domingo. Oremos.

Permítame tan solo decir esto y gracias por darme un momento adicional esta mañana para terminar esto. Pero antes de que terminemos con una oración final, solo quiero que se queden ahí en dónde están, por tan solo un momento y muestren cortesía a los que le rodean, que puedan estar distraídos. Solo quiero que se den cuenta que habiendo dicho todo esto, es importante que usted en su propio corazón esté preparado para enfrentar el futuro, y eso solo puede ser hecho mediante la fe en Jesucristo. Estos son pensamientos que deben calibrar nuestras prioridades para el día en el que vivimos. Y espero que ese enfoque calibrado, primero sea su relación con el Dios vivo, mediante Cristo.

Y, ¿qué está haciendo con su tiempo y talento? y ¿en dónde está invirtiendo su vida en los días venideros para la gloria de Dios?

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2020 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

 

3/9 – Señales antes de la venida de Cristo, 3ª Pte.

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

3/9 – Señales antes de la venida de Cristo, 3ª Pte.

John MacArthur

Esta noche, como les prometí esta mañana vamos de regreso a Mateo capítulo 24. Estoy tan emocionado y expectante por nuestro mensaje en esta noche, y contento porque están todos aquí, listos para regresar a este gran capítulo. Creo que, si predicara así todo el tiempo de esta manera, el domingo por la mañana, y en la noche del mismo tema, acortaría mis repasos un poco, porque no tendría que hacer un puente en un espacio tan grande en el tiempo. Pero estamos viendo Mateo capítulo 24, el gran discurso del Monte de los Olivos, el sermón de nuestro Señor dado para enseñar acerca de su propia segunda venida.

Es un capítulo tremendo. Los discípulos le han hecho las preguntas en el versículo 3 que da lugar a este gran sermón. Sus preguntas son: dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿qué cosas? La destrucción de Jerusalén, la destrucción del templo, la venida del Mesías en su reino. ¿Cuándo serán estas cosas? ¿y cuál será la señal de tu venida y del fin del siglo? Quieren saber cuándo es que el Mesías establecerá su reino, juzgará a sus enemigos, limpiará a Jerusalén, congregará a los judíos dispersos y establecerá su reino. Y tienen el sentimiento de que está muy, muy cerca, que podría suceder en cualquier momento, como lo aprendimos en nuestros estudios que ya vimos en este capítulo.

Tienen el sentido que está a la vuelta de la esquina, que quizás a tan solo días, o en el mejor de los casos, semanas, ciertamente no más tiempo que eso porque Jesús había dicho que iba a haber una deserción en Jerusalén, que iba a quedar desierta Jerusalén e Israel, un tiempo de limpieza, que iba a hacer destruido el templo. Y debieron haber pensado que eso significaba la reconstrucción del gran templo milenario que comenzaría, y él estaba viniendo en el nombre del Señor y ciertamente eso está muy cercano, y ciertamente él era el Mesías, y él había sido proclamado por Juan el Bautista y él habría tenido que juzgar a las naciones, las naciones impías que lo habían rechazado, y su pueblo. Todo se veía como si todo se iba a llevar a cabo en este momento.

Pero en respuesta a su pregunta, los versículos 4 hasta el final del capítulo 25, Jesús les da la respuesta más larga a cualquier pregunta hecha en el Nuevo Testamento. Él les dice que su venida está en el futuro. Él no les dice que tan lejos en el futuro, ninguno de nosotros sabe eso, sabemos más que ellos porque hemos vivido los dos mil años desde ese entonces. Pero no sabemos qué tan lejos en el futuro. Pero comenzando en el versículo 4 Jesús dice, “Hay algunas cosas que can a suceder antes de mi venida. Cuando estas cosas comienzan a suceder, prepárense.”

De hecho, en el versículo 8 los llama el principio de dolores de parto. El nacimiento siendo la venida del Mesías a su reino. Y van a haber algunos dolores de parto, exactamente al final, apenas antes de que el Mesías venga en su reino. Y entonces, él les está diciendo, “No es ahora, hay algunos dolores de parto que están por venir en el futuro.” Él no les dice que tan lejos en el futuro, pero les describe como serán estos dolores de parto en el futuro, que van a traer, van a dar a luz a su reino glorioso.

Ahora, recuerde lo que le dije esta mañana, que eso es todo lo que él dice, es futuro. Si estos son los dolores de parto al final, los dolores de parto para el establecimiento del reino, entonces deben venir al fin, así como los dolores de parto en una mujer vienen al fin de su embarazo, apenas antes de que dé a luz esa vida nueva. Entonces, el Señor está describiendo lo que sucederá en el final. Él nos lleva a un tiempo llamado en el versículo 21, la gran tribulación. Un tiempo en el futuro, sin embargo, todavía por venir. Y todos los detalles que veremos en esta noche apuntan a ese tiempo.

Ahora, simplemente otra nota para entrar al texto. Recuerde que cuando los discípulos veían los profetas del Antiguo Testamento, Isaías, Ezequiel, Daniel, cuando veían a Zacarías, inclusive otro de los profetas menores, y veían que el Mesías iba a venir, los profetas nunca separaron una segunda y primera venida, simplemente hablaron del Mesías que venía, y haciendo todo lo que él haría. Y entonces les parecía, que la primera vez que el Mesías viniera sería la única vez que él vendría, y que él lo haría todo en ese momento. Lo que no vieron es que habría una primera venida, un largo período de tiempo, y después una segunda venida. Sabemos que eso es verdad. Nadie niega eso porque estamos en ese período largo en este momento. Y ese período estuvo escondido de los profetas del Antiguo Testamento, Pablo los llama “el misterio escondido desde los siglos pasados, pero ahora revelado a nosotros.”

Y entonces, estamos en ese período de tiempo esperando la venida futura del Señor Jesucristo. Y antes de que él venga, dice él, habrán estos dolores de parto que darán lugar al establecimiento de su reino. Y hay seis de ellos comenzando en el versículo 4, número uno, fue engaño. Y vimos ese esta mañana, engaño. “Y Jesús les respondió y les dijo, ‘Guardaos’” o literalmente, mantengan sus ojos abiertos, cuidado de que ningún hombre os engañe, porque muchos vendrán en mi nombre diciendo, ‘Yo soy el cristo’ y engañarán, o desviarán a muchos.

Y señalamos que siempre habrán cristos falsos, siempre habrán personas que dicen ser Jesucristo, los tenemos en la actualidad en nuestro mundo diciendo que son cristo, son los ungidos, son el salvador del mundo. Siempre existirá, pero él no se está refiriendo a esos que están aquí en la actualidad o a aquellos que estuvieron en el tiempo del Nuevo Testamento, él se está refiriendo a aquellos que habrán en el futuro. Cuando habrá una abundancia de mesías falsos apareciéndose, para tratar de librar a un mundo que está en caos absoluto. Porque si leemos las otras escrituras de manera apropiada nos dicen que el tiempo de la tribulación, en el tiempo de los dolores de parto, será un tiempo cuando todos los sistemas comienzan a desintegrarse, un tiempo cuando el Señor quita la influencia de refreno del Espíritu Santo quien refrena el pecado de llegar a su potencial máximo. Todo eso será quitado y el pecado no tendrá refreno.

Y entonces, es en ese momento, cuando el sistema comienza a ser destruido por su propia pecaminosidad, que se levantarán muchos liberadores y mesías falsos tratando de hacer que la gente los siga. El clímax en ese grupo será uno llamado, ¿cómo? anticristo. Y él será el Mesías falso definitivo, el salvador falso definitivo, el salvador falso definitivo que el mundo verá. E inclusive puede haber otros que estarán compitiendo por su poder, hasta que el finalmente asegura su poder a nivel mundial.

Entonces, el Señor Jesús dice, “antes de que yo venga en mi reino habrán engañadores que vendrán y dirán, ‘Yo soy Cristo’, y desviarán a muchos.” Engañarán a muchos. Y leímos en nuestro último mensaje de Daniel capítulo 8 y de Daniel capítulo 11, y de Apocalipsis capítulo 13 y Apocalipsis capítulo 19, y 2 Tesalonicenses capítulo 2, y todos esos pasajes nos hablan de éste anticristo engañador, final. Y también señalamos aquí, que el período de los dolores de parto llamado aquí la gran tribulación, ese período tiene su comienzo, la venida de estos engañadores. Y eso es coherente con lo que aprendemos en el libro de Apocalipsis.

Entonces, la primera marca, el primero de los dolores de parto que comienza a desarrollarse en el tiempo de la tribulación, es un tiempo de gran engaño, enfatizado de manera particular en el engaño del anticristo quién guía al mundo entero a seguirlo y adorarlo como si él fuera dios, el liberador definitivo del hombre.

Ahora, pasemos a la segunda de las señales. ¿querían señales? Él dice, aquí están las señales que son el comienzo de los dolores de parto. No el fin, sino solo el comienzo. Y les mostramos que como una mujer que tiene un hijo, y los dolores de parto tienen cierta distancia, o cierto espacio entre ellos conforme comienzan, y se acercan, y se acercan, y se acercan más hasta que vienen rápidamente, apenas antes de que nazca el niño, así es en el tiempo de la gran tribulación. El comienzo de dolores de parto, tienen una cierta distancia entre ellos, y después se acercan más y más hasta que casi vienen de manera concurrente en un holocausto de trauma que explota, que ocurre al final cuando el reino viene.

Pero conforme comienza a desarrollarse, primero vienen los engañadores, que se están ofreciendo a sí mismos para resolver todos los problemas del mundo. Y nuestro mundo estará listo para eso. Créanme, están listos para esto, ya. Esto quizás no está muy lejos, nuestro mundo está listo para que alguien venga y pueda resolver todos los problemas. Pero el segundo no es engaño, sino disensión. Disensión. Versículo 6, “Y oiréis de guerras y rumores de guerras. Mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin.” En otras palabras, esto es tan solo el comienzo de los dolores de parto, “porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino.” Vamos a detenernos ahí.

Entonces, vemos en el versículo 6, que ese período de tiempo se va a caracterizar por guerras y rumores de guerras. Si usted no está involucrado en una inmediatamente, inclusive si lo está, usted va a oír de otras guerras. Y en dónde ni siquiera existen las guerras, habrán rumores de que existen. Guerra caliente, guerra fría, todo tipo concebible de guerra. Guerra global, nación contra nación, reino contra reino, y no hay diferencia entre esas dos, a menos que digamos que una nación es un grupo de personas sin un rey, y un reino es un grupo de personas con un rey, y ese es el único elemento distintivo en esos dos. El punto es que las naciones y los reinos se van a involucrar a nivel global en guerras y rumores de guerras.

Ahora, dice usted, “Bueno, siempre hemos tenido esto.” Tiene razón, siempre lo hemos tenido. O hemos tenido periodos de tiempo de paz breve en el mundo y la mayoría de las naciones en sí han tenido tiempos de guerras y tiempos de paz. Y no estamos negando que eso será verdad a lo largo de todo el día del hombre. Habrán momentos de guerra, y habrán naciones peleándose contra naciones y reinos peleando contra reinos. Pero aun así lo que nuestro Señor está diciendo aquí es que, en el fin, el comienzo de dolores que van a dar a luz al reino, va a haber una guerra a nivel mundial, a una escala desconocida antes de ese tiempo. En proporciones masivas va a haber una intensificación de guerra por toda la tierra, y las guerras van a ser nacionales, nación contra nación, reino contra reino. Van a haber grandes grupos de personas, culturas contra culturas.

De hecho, hay otra nota que usted debería tener a partir del texto griego. En el versículo 6 dice, “Oiréis” y ese es un futuro, lo que llamamos un futuro durativo, lo cual no significa nada para la mayoría de nosotros, pero la idea es que expresa la idea de oír continuamente. Ustedes continuamente oirán de guerras, continuamente oirán de rumores de guerras y continuamente oirán de naciones y reinos peleando unos contra otros. En otras palabras, es un tipo constante de mensaje resonante, una realidad resonante en ese tiempo en particular en la historia.

Ahora, podemos verificar esto fácilmente. Si vamos al libro de Daniel, por ejemplo, veamos Daniel capítulo 11. Y Daniel nos lleva al período de tiempo futuro. Daniel nos lleva hasta el tiempo cuando el Mesías viene a establecer su reino. Y apenas previo a eso, Daniel describe la guerra, por lo menos en algunas perspectivas. Daniel 11, versículo 40, “En el tiempo del fin”, este es el tiempo del fin del sigo. Daniel nos está llevando al fin en dónde nuestro Señor nos está llevando. “En el tiempo del fin, el rey del sur va a empujarlo.” Empujarlo se refiere al anticristo. Y si usted estudia la profecía de Daniel, descubre que al final, el anticristo gobierna un reino grande, básicamente constituido por el territorio que una vez le perteneció al antiguo imperio romano.

En otras palabras, en un sentido, va a haber una Europa unificada, él va a ser el rey de una confederación occidental, él va a ser el rey de un imperio romano revivido que incluye a Europa. Y Daniel presenta eso de manera abundantemente clara a lo largo de su profecía. Y entonces, el anticristo se ha establecido a sí mismo como un gran poder. No solo eso, no solo se ha establecido así mismo como un gran poder en Europa, sino que es una amenaza para el mundo entero. Y de manera natural él tiene sus ojos en el medio oriente. Y claro, Israel siempre ha amenazado por sus vecinos del medio oriente, quiere protección y entonces entra en una Liga con él, capítulo 9 de Daniel, versículo 27, entrando en un pacto con el anticristo, buscando protección por parte de este imperio grande, occidental del cual él es la cabeza. Y en el tiempo del fin, con el anticristo gobernando esta gran confederación, dominando esa parte del mundo, y claro la cultura occidental siendo tan avanzada tecnológicamente y demás, teniendo una gran, gran fuerza de poder sobre el resto del mundo, el reino del sur se mueve agresivamente contra el anticristo, éste es algún tipo de ejército africano, algún tipo de coalición africana, y confederación que empuja hacia el norte hacia el poder del anticristo.

Y después dice, el rey del norte. Sin duda alguna, Rusia con todos sus aliados en el medio oriente empujando también con caballos y jinetes y muchas naves entrando al país, pasarán. Es algo interesante que lo que sucede es que aquí viene el anticristo, aquí viene el rey del sur, aquí viene el rey del norte, y el lugar en dónde todos convergen es en la tierra santa, y entrar a la tierra de Israel. Es llamada en el versículo 41, ‘la tierra gloriosa’. “Y muchos países serán derrocados, pero estos escaparán de su mano, esto es de la mano del anticristo. Inclusive Edom y Moab y el principal de los hijos de Amón. Y él estirará su mano y también sobre los países y la tierra de Egipto no escapará, sino que él tendrá poder sobre los tesoros de oro y de plata y sobre todas las cosas preciadas de Egipto, y los de Libia, y los de Etiopía estarán a sus pasos.”

Y entonces, aquí está él y él derrota todas estas grandes potencias. Yo creo que él inclusive derrota a la potencia rusa por el momento, como también el rey del sur, él gana una victoria grande y gloriosa, y después versículo 44 dice, “Inmediatamente escuchará noticias del este y de nuevo del norte, lo turbarán.” Y entonces, ahora él oye que el este viene contra él, y él va con una gran furia para destruir y aplastar a muchos. Y aquí el anticristo tiene esta victoria tremenda, y él establece el tabernáculo de su palacio entre los mares, y el monte santo glorioso. Lo que él hace es que el establece su palacio exactamente en el medio de Jerusalén, en el monte Sion. Él se establece a sí mismo como dios. Sin embargo, dice que él llegará a su fin, y nadie le ayudará.

Pero el punto que quiero que vea es que Daniel ve el fin, y habla de una guerra mundial, él ve una guerra mundial que nos deja perplejos. En dónde usted tiene la fuerza entera de potencial occidental en Europa, y quizás inclusive de alguna manera los Estados Unidos podrían estar ligados a eso, aunque no hay nada en la Escritura que diga eso. Usted tiene la gran fuerza de la confederación rusa, usted tiene la gran amalgamación de todo lo que está en África, la cual en la actualidad está agitada al punto de hervir. Y después usted tiene al oriente, la China roja y todo eso, y todos convergiendo en Israel para un holocausto de guerra en el tiempo final.

Y entonces, dice Daniel, esperamos este tipo de batalla. Observe Zacarías, capítulo 14. Y el profeta Zacarías ve lo mismo. Conforme Zacarías ve el tiempo del fin en el versículo 1, él dice, aquí el día de Jehová viene, y tu botín será dividido en medio de ti.” Escuche esto, “porque congregaré a todas las naciones en contra de Jerusalén, para luchar.” El mundo entero va a converger en Jerusalén, en una batalla final increíble. La ciudad es tomada, las casas son despojadas, la mitad de la ciudad va al cautiverio y el resto del pueblo no será quitado de la ciudad. Y después, Jehová saldrá y peleará en contra de esas naciones como cuando Él peleó en el día de la batalla.”

Y esa es exactamente la manera en la que Daniel terminó su profecía, que él va a llegar a su fin y él no va a poder encontrar a alguien que le ayude en ese momento. Entonces, va a ver una guerra mundial. De nuevo, convergiendo en Jerusalén, y Zacarías la señala de la misma manera, exacta. Entonces, este es un retrato coherente, a partir de los profetas, como también a partir de nuestro Señor mismo. Al final del profeta Hageo, versículo 22 del capítulo 2, “Derrocaré el trono de los reinos, destruiré la fortaleza de los reinos de las naciones. Derrocaré a los caballos de aquellos que los montan, y los caballos y sus jinetes serán derribados, todos por la espada de su hermano. En aquel día, dijo Jehová de los ejércitos, te tomaré a ti oh Zorobabel, mi siervo, el hijo de Salatiel, dijo Jehová, y te haré como una señal, porque te he escogido dice Jehová de los ejércitos.” Es como si Zorobabel es visto en su descendiente, en ese tiempo final cuando Dios envía su propio ejército para destruir a los ejércitos del mundo, y después establece aquél que sale de los lomos de David, uno de los lomos de Zorobabel, para que sea el rey y ningún otro que el Mesías.

Entonces, gran disensión vendrá al fin, y podemos ver esto comenzando a desarrollarse conforme el mundo simplemente está listo para que alguien lo prenda como si fuera pólvora, y todos nosotros vivimos en esta especie de amenaza de guerra nuclear, y la contención y ansiedad y peleas que se llevan a cabo por todo el mundo, simplemente preparando el escenario para este holocausto final.

Ahora, para llevarlo inclusive al final del libro de Apocalipsis, como lo describe, observe el capítulo 6 de Apocalipsis. Y Apocalipsis nos da inclusive más detalles conforme vemos esto, guerras y rumores de guerras; y reino contra reino; y nación contra nación, y toda esta gran guerra que va a venir al final. Cuándo usted tiene los sellos, usted tiene siete sellos abiertos. Es algo interesante, simbólico, un testamento, un testamento que era dejado a alguien, era sellado siete veces en la ley romana para que no pudiera ser violado sin que la gente se diera cuenta. Y éste es un testamento sellado, es el testamento de Dios para Cristo. Y conforme él abre un sello tras otro, él retoma el mundo, cada sello revela que acontecimientos se llevan a cabo conforme él vuelve a tomar posesión del mundo para sí mismo.

El segundo sello se abre, versículo 4, “Sale otro caballo que era rojo, y poder se lo dio a aquel que estaba sentado sobre él para quitar la paz de la tierra.” La paz falsa establecida por el anticristo, es quitada de la tierra, “y comienzan a matarse el uno al otro, y se le dio una gran espada.” Entonces, aquí usted tiene la guerra, aquí usted tiene al mundo comenzando a matarse a sí mismo en una matanza masiva. “Y cuando él hubo abierto el tercer sello,” versículo 5, “oí a la tercera criatura viviente, o ángel, diciendo, ‘ven’, y vi. Y aquí un caballo negro y aquel que se sentaba sobre él, con un par de balanzas en su mano, y procede a describir el hecho de que él estaba pesando el grano y demás, y son condiciones de hambre, no hay suficiente alimento. Y ese es el resultado de la guerra.

Y después usted llega al cuarto sello, en el versículo 7, el versículo 8 lo describe, “Y miré, y he aquí un caballo pálido, y el nombre de aquel que se sentaba sobre él, era muerte, y el Hades lo seguía. Y se le dio poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar con espada y con hambre y con muerte, y con las bestias de la tierra. Y aquí está la masacre de un cuarto de la población del mundo. Con estas estadísticas en la actualidad, una cantidad enorme de personas es masacrada en la matanza que se lleva a cabo a nivel mundial.

Ahora, vaya al capítulo 9 del Apocalipsis y usted verá a un más lo que sucede en esta guerra al final. Versículo 13, “El sexto ángel sonó, y oí una vez de los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciéndole al sexto ángel que tenía la trompeta, ‘Suelta los cuatro ángeles que están amarrados en el gran río Éufrates. Y los cuatro ángeles fueron soltados, que estaban preparados para una hora, y un día, y un mes, y un año, para matar a la tercera parte de los hombres.” Y aquí viene otra multitud de fuerzas demoniacas, para masacrar a una tercera parte de la población, que quedó después de que la cuarta parte original había sido matada.

“Y el número de este ejército de jinetes es 200 millones. Y oí el número de ellos” y él los describe. Ellos vinieron y tenían un poder tremendo para matar. Versículo 18, “Mediante estos tres, la tercera parte de los hombres fue matada, y mediante fuego y humo, y azufre, su poder estaba en su boca, sus colas, y sus colas eran como serpientes, y sus cabezas y demás. Y el resto de los hombres que no fueron matados por estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos, para que no adoraran a demonios, ídolos de oro y plata, y bronce, y piedra, y madera que no pueden ni ver, ni andar, ni se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de la fornicación, ni de sus robos.”

Inclusive después de que una cuarta parte del mundo es masacrada, en el holocausto de la guerra, otra tercera parte es masacrada, algunos hombres aun así todavía no se arrepienten. El capítulo 13 nos dice otra cosa interesante acerca de esta guerra, el poder impresionante en esta guerra, en parte, no está solo en las fuerzas demoniacas del infierno y Satanás mismo, sino que está en el anticristo, la bestia, versículo 7. “Y se le dio hacer guerra con los santos, y vencerlos. Y se les dio poder sobre toda lengua, tribu, nación”, y él viene del versículo 10, “y él mata con la espada.”

Entonces, aquí está el anticristo, así como vimos en el Antiguo Testamento en Daniel, él es el que masacra al rey del sur, al ejército del norte, derrota al ejército del este, establece su poder a nivel mundial. Usted entiende el escenario, simplemente una masacre, incesante, en la guerra en el tiempo final. Todas las esperanzas del hombre son derribadas, llegando a nada, conforme todo llega a su fin.

Otro pasaje, 16:14 de Apocalipsis, en el versículo 13, Juan ve estos tres espíritus inmundos, son espíritus demoniacos del infierno, sin duda alguna de gran poder, demonios de alto rango, salen de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta. Son espíritus de demonios que llevan a cabo milagros, salen a los reyes de la tierra y al mundo entero, para congregarlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso. Versículo 16 dice que son congregados a un lugar llamado Armagedón. Y creo que las fuerzas demoniacas del mundo congregan a todos los ejércitos del mundo para converger en Jerusalén para destruirla y para evitar que el Rey de reyes regrese. Y el llamado viene para que se preparen para que peleen. Y hay un holocausto de guerra, conforme luchan uno contra otro. Y en medio de esa batalla Cristo viene, y los destruye a todos.

Entonces, usted puede ver que el Apocalipsis, como también los profetas del Antiguo Testamento apoyan las palabras de nuestro Señor, de que habrá un tiempo de guerra y rumores de guerras, y naciones levantándose contra otras naciones. Ahora, regrese a Mateo 24. Y en el versículo 6, de nuevo, dice, “Oiréis de guerras y rumores de guerras. Mirad que no os turbéis.” No eleven un clamor, no se alarmen, no entren en pánico inmediato porque ese no es aun la milésima de segundo para el Rey venidero. Eso es lo que él dice, mirad que no os turbéis, throemai, significa levantar un clamor, estar alarmado, “porque todas estas cosas deben pasar. Todo es necesario para que el pecado tenga su última jornada, pero el fin no ha llegado. Parecería como si debe ser, pero no ha llegado aún, todavía hay unas cuantas cosas que están por venir. Y vienen en una velocidad que se va incrementando más y más.

Entonces, nuestro Señor dice, “No, este no es el tiempo para el reino. Este no es el tiempo para el juicio final, este no es el tiempo para la destrucción de los impíos. Este no es el tiempo para la renovación de Jerusalén, y la limpieza del templo. Eso es en un tiempo futuro, un tiempo cuando habrá engaño como el mundo jamás lo ha conocido, un tiempo cuando habrá disensión a nivel mundial como el mundo jamás lo ha conocido.

Hay una tercera señal, una tercera señal de principio de los dolores de parto, y es devastación. Devastación. Engaño, disensión, devastación. A la mitad del versículo 7, “Y habrá pestes y hambres y terremotos en diferentes lugares.” La mayoría de los mejores manuscritos no incluyen la palabra ‘pestes’ aquí en el relato de Mateo. Voy a hacer un comentario adicional de eso, en un momento.

Y entonces, Mateo dice que Jesús dijo que habrán hambres y terremotos en diferentes lugares. Además de los falsos cristos, además de las masacres mundiales y las guerras, habrán desastres de proporciones sorprendentes por toda la tierra, conforme la tierra maldita misma comienza a desintegrarse. Hambres y terremotos, liemoi and seismos, la palabra griega es seismos de la cual obtenemos sismógrafo para medir los terremotos. Marcos dice, “Estos no son más que el comienzo de los dolores de parto”, capítulo 13, versículo 8. Y Lucas, en Lucas 21:11 añade la palabra ‘pestes’, después él añade escenarios terribles, y grandes señales del cielo.

Ahora, Mateo no incluyó todos ellos, pero si los unimos todos, tenemos hambres, terremotos, pestes, escenarios aterradores, y grandes señales del cielo. Todo eso va a caracterizar al tiempo final. ¿Qué son pestes? Loimoi en el griego significa ‘enfermedades’, ‘plagas’. Vistas aterradoras, de la raíz phobos, de la cual obtenemos fobia, temor. Acontecimientos horrendos, significa. Escenarios aterradores significan, acontecimientos aterradores. Y señales del cielo, cambios en el cielo.

Entonces, en ese tiempo cuando el mundo entero comienza a desintegrarse, habrá plagas y enfermedades como también terremotos y hambres, acontecimientos horrendos que son indescriptibles y aterradores, como también cambios en el cielo mismo. Ahora, de nuevo, el mundo ha tenido su parte de hambres, el mundo ha tenido plagas, ha tenido acontecimientos horrendos, ha tenido holocaustos. Inclusive ha habido ocasiones cuando ha habido señales fuera de lo normal en los cielos, pero nada, nada, para siquiera acercarse a esto. Y observe lo que dice al final del versículo 7, “en diferentes lugares”. En otras palabras, estas cosas no van a suceder aquí y allá y de vez en cuando, sino que van a venir en muchos lugares al mismo tiempo.

Entonces, aunque hemos tenido desastres, nunca a este grado, y a esta escala tan grande en la historia del mundo. Como puede ver, el mundo entero comienza a autodestruirse cuando el pecado no tiene refreno. Como puede ver, el Señor ha refrenado el pecado, él lo está haciendo en la actualidad, él está refrenando el pecado para la preservación de su pueblo, para la preservación de su tierra. Pero cuando él quite ese refreno, cuando él quita el refreno, y yo creo que eso es concurrente con el rapto de la iglesia, la iglesia es quitada para que ni siquiera estemos aquí cuando todas estas cosas sucedan. Salimos al comienzo, al comienzo de la tribulación somos sacados. Entonces, viene la tribulación. Cuando la iglesia se va y todos los redimidos son quitados de la faz de la tierra, y como 2 Tesalonicenses dice, Dios quita el refreno.

Entonces, todo comienza a desintegrarse, y la tierra creada no puede soportar, no puede sustentar la maldad de la gente que está en ella, y cuando esa maldad no tiene refreno, y todo en el universo comienza a desintegrarse, el mundo entero comienza a desmoronarse. En ese punto, Apocalipsis 9 dice que el infierno se abre, y Satanás suelta demonios que han estado ahí a lo largo de los siglos, y multiplican la población demoniaca. Y Dios les permite que hagan señales y maravillas para engañar al mundo y cautivar las mentes del mundo, conforme el pecado es desatado sin refreno.

Ahora, para llevarle al tiempo del fin y mostrarle estas cosas, tengo que regresar a Apocalipsis. Y aquí, conforme Juan recibe una visión del fin, él ve todas las cosas de las que acabamos de hablar. Terremotos, vea Apocalipsis 6, versículo 12, “Y vi, y aquí está el sexto sello conforme el comienzo, o el principio de dolores de parto se desarrollan, y vi cuando él había abierto el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto.” Un gran terremoto, capítulo 16, versículo 18. Y aquí conforme el séptimo ángel derrama su copa, ahora usted está al fin mismo, ahora usted está al fin de la tribulación.

Viene una voz del cielo y versículo 18, “relámpagos, truenos, y otro gran terremoto que literalmente fractura la gran ciudad en pedazos.” Y versículo 20, “toda isla huye, los montes son aplanados, gran granizo cae del cielo, y los hombres blasfeman a Dios.”  Ahora, ahí está el terremoto del final, pero hay otro terremoto masivo que acabamos de ver en el sexto capítulo de Apocalipsis también.

Entonces, ese tiempo será caracterizado por terremotos aterradores. En Apocalipsis capítulo 11, versículo 13 nos dice, y aquí creo que nos estamos acercando un poco más al comienzo de los dolores de parto. Versículo 13, en la misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad cayó. Y en el terremoto fueron matados siete mil hombres, y el remanente fue aterrado, y dio gloria al Dios del cielo. Eso sucede en la ciudad de Jerusalén.

Entonces, Jesús dijo que sería un tiempo de terremotos, y, de hecho, será un tiempo de terremotos. Ahora, Jesús también dijo que será un tiempo de hambre. De nuevo, vea Apocalipsis 6, versículo 6, y aquí está el tercer sello que se abre en el tiempo de la tribulación, “Y una medida de trigo por un denario. Y tres medidas de cebada por un denario. Y ve tú que no lastimes ni el aceite, ni el vino.” No toques el aceite de la gente rica, y el vino de la gente rica. Un denario es el sueldo de un día, una medida de lo cual es algo muy poco. Usted trabaja todo un día, y usted apenas puede sobrevivir con lo mínimo. Condiciones de hambre, condiciones desastrosas. Y ésta es la razón por la que el versículo 8 dice a la mitad del versículo, “poder les fue dado sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada y con hambre.” El hambre será resultado en parte de esa cuarta parte de la tierra que se estará muriendo de hambre.

En el capítulo 8 de Apocalipsis, y aquí usted tiene las trompetas, y ahora usted se está acercando un poco más al tiempo final, granizo y fuego mezclado con sangre son arrojados sobre la tierra, la tercera parte de los árboles son quemados, todo el pasto verde es quemado. Ahora, eso va a crear hambre, ¿no es cierto? las cosas que crecen, una tercera parte de todas ellas, destruidas. Versículo 9, “después el mar se convierte en sangre, una tercera parte de las criaturas en el mar se muere, una tercera parte de las naves, destruidas. El movimiento del alimento de un lugar a otro no puede llevarse a cabo. Aquellos que dependen del mar para su alimento, no lo van a recibir.

“Una tercera parte”, versículo 10, “de los ríos y las fuentes de aguas. El agua fresca se acabó, no van a poder tener agua fresca para regar y demás. Y la gente va a morir debido a las aguas, y después dice, “una tercera parte”, versículo 12, “del sol fue herido, y una tercera parte de la luna, una tercera parte de las estrellas.” En otras palabras, el ciclo entero de día y noche va a cambiar. Las estaciones van a cambiar, los cultivos no van a crecer, y va a haber un caos mundial cuando Dios comienza a cambiar todas las cosas.

Entonces, hambre y terremotos. ¿Qué hay acerca de pestilencia o plagas? Observe el capítulo 16, y conforme usted se mueve hacia el final, más cerca del fin de los dolores de parto, y usted ve que se derraman las copas, lo cual creo que vienen en una sucesión más bien rápida. Versículo 2 dice, “cuando las copas de ira son derramadas, cayó una plaga dolorosa y pestilente sobre los hombres, que tenían la marca de la bestia, y aquellos que adoraban su imagen.” Algún tipo de plaga terrible va a venir, que trae una llaga dolorosa sobre la gente, algún tipo de cáncer.

Y después el segundo ángel derramó su copa en el mar, y se volvió como la sangre de un hombre muerto. Usted recuerda ahí atrás en los sellos cuando eso pasó, solo fue una tercera parte del mar, ahora es todo el mar. Ahora usted está al final y está viniendo rápidamente todo el mar, y después en el versículo 4 todos los ríos y las fuentes de aguas se volvieron como sangre. Y después, versículo 8, el sol comienza a quemar a la gente con gran calor. Y después, versículo 10, la tierra está llena de oscuridad, el sol deja de brillar, y la gente empieza a morderse la lengua de dolor. Todas estas plagas terribles, inconcebibles.

Ahora, como si eso no fuera suficiente, como le dije en Lucas, dice acontecimientos horrendos. Acontecimientos aterradores se van a llevar a cabo. Y usted puede regresar al capítulo 6, como lo hemos estado viendo, no necesita hacer eso ahora. Ya lo vimos. Y usted ve las cosas horrendas, ahí conforme la guerra y la muerte, y el hambre y la masacre vienen, conforme el cielo comienza a destruirse, conforme la tierra comienza a sacudirse, acontecimientos horrendos, aterradores. Usted llega al capítulo 9, como le dije hace un momento, el foso sin fondo es abierto y los demonios comienzan a salir del foso sin fondo, seres demoniacos. Y los hombres van a estar tan atormentados, en el versículo 5, dice que sus tormentos van a ser como el tormento de un escorpión, y los hombres van a buscar la muerte, versículo 6, y no la hallarán; el deseo por morir, y la muerte va a huir de los hombres.

Y el líder de estos demonios es en el versículo 11, su nombre en la lengua hebrea es Abadón, pero en la lengua griega su nombre es Apolión, eso significa destructor, Satanás. Aterrador cuando el infierno saca todas sus fuentes demoniacas que le quedan. Y usted llega al versículo 13 de ese mismo noveno capítulo, y usted tiene este ejército horrendo que masacra, que viene. Vaya al capítulo 12 por un momento, versículo 12, dice, “Hay de los habitantes de la tierra y del mar, porque el diablo ha venido sobre vosotros.” No solo el foso va a sacar a todos sus demonios, sino que Satanás va a ser expulsado del cielo y va a aterrizar sobre la tierra y va a traer toda la maldad que su mente puede concebir.

Otro escenario aterrador está en el capítulo 14, versículo 20, un acontecimiento horrendo inconcebible, conforme el derramamiento de sangre es tan grande, que la sangre sale del lagar, hasta los frenos de los caballos, a una distancia equivalente a más de 200 kilómetros. Por más de 200 kilómetros los frenos de los caballos van a estar arrastrándose en sangre, más de 200 kilómetros, desde la parte extrema del norte hasta la parte extrema del sur en Israel será un baño de sangre. Un acontecimiento increíble e inconcebible.

Y después usted llega al capítulo 16, versículo 3 en dónde como acabamos de ver, el mar se convierte en sangre y el agua fresca se convierte en sangre, el sol quema a la gente, la oscuridad viene, se muerden las lenguas del dolor, ni siquiera puede imaginarse el dolor, estar en oscuridad absoluta, y lastimándose a sí mismo, y chocando contra cosas y estando en temor. Y después en el versículo 13 del 16, aquí vienen tres espíritus malos más, del infierno, que llevan a cabo maravillas y congregan al mundo para el Armagedón. Son simplemente cosas inconcebibles, sorprendente.

Después en el versículo 18, los truenos, los rayos, los terremotos, y todo eso, la tierra entera comienza a deshacerse. Vaya al capítulo 18, comenzando en el versículo 8, y usted ve el sistema del hombre aquí, siendo descrito y se desintegra ahí, versículo 8 por lo tanto sus plagas vendrán en un día, muerte y lloro y hambre. Ella será quemada de manera total, con fuego porque fuerte es el Señor Dios quién la juzga. Y ella aquí es el sistema económico mundial, llamado Babilonia. Y el resto de ese capítulo describe la devastación de ese sistema. Y la otra cosa que Lucas dijo, finalmente, habrá terremotos, hambres, plagas, acontecimientos horrendos, y finalmente señales del cielo. Y ya hemos visto algunos de ellos. Los cielos enteros comienzan a destruirse.

De regreso al capítulo 6, versículo 12, un terremoto, el sol se vuelve negro como el cilicio, y eso claro fue profetizado por Joel, que fue el capítulo 2 repetido por Pedro en su sermón en Hechos 2. El terremoto seguido por el sol volviéndose negro, la luna se vuelve como sangre, las estrellas del cielo caen a la tierra, pueden imaginarse eso, como una higuera que deja caer sus higos fuera de tiempo cuando es sacudida por un viento fuerte. Usted tiene a pequeños higos que simplemente caen de una higuera, y un gran viento del este viene, sacude el árbol y hace que caigan todos sus higos, y todos caen al suelo. Así será cuando Dios sacuda el cielo, y todas las estrellas caigan. El cielo mismo se va a enrollar como un rollo. Usted toma un rollo, usted lo suelta y simplemente se enrolla. El cielo entero se enrolla como un rollo, y toda montaña ahí son movidas de su lugar. Sorprendente.

Capítulo 8, y estamos de regreso al versículo 12 de nuevo, “Una tercera parte del sol es herida, una tercera parte de la luna, y una tercera parte de las estrellas, una tercera parte de ellas oscureció y el día no brilló por una tercera parte del mismo, y así la noche. El calendario entero está en caos, todas las semanas, todas las temporadas, todas las estaciones, las mareas están fuera de sincronización, todo, todo, conforme este juicio es derramado, señales del cielo y después claro, cuando las copas finales son derramadas como vimos, y toda isla huye, y los montes no se encuentran, y granizo viene del cielo pesando unos 50 kilos cada uno. Una plaga que es inconcebible.

El Señor dice, “Todos estos son simplemente, el principio del fin. Solo el principio.” Y le he dado un panorama de las cosas del principio, y también lo he llevado también a las copas, que son la culminación final. Pero hay un comienzo de estas cosas, terremotos, plagas, señales desde el cielo, acontecimientos horrendos, hambre y escalan hasta llegar a una proporción inconcebible hacia el fin. Ahora, estos son los dolores de parto. Observe lo que dice ahí en el versículo 8, “todos estos son el principio de dolores de parto.”

Ahora, eso habría sido entendido, dice usted, ¿los judíos habrían entendido eso? Sí. Permítanme detenernos en nuestro viaje a lo largo de la Escritura, simplemente para hablar por un momento. A los judíos se les había enseñado que antes de que el Mesías viniera habría dolores de parto, un concepto muy familiar, judío. Edersheim, el gran erudito judío dice, y cito: “Los escritos judíos hablan con mucha frecuencia de los dolores de parto del Mesías.” (Fin de la cita).

Entonces, cuando él dijo, “Estos son dolores de parto”, habrían sabido de que estaba hablando. Terminología conocida. Y todas estas cosas nos dicen que la venida de Cristo se acerca. Y todas vendrán en el tiempo final, de tal manera que va más allá de nuestra concepción. Entonces, nuestro Señor dice que el tiempo del fin será marcado por engaño, por disensión y por devastación.

Permítame darle una cuarta, profanación, profanación. Y aquí nos alejamos del mundo, y nos concentramos en los creyentes, dejamos al mundo y pasamos a los creyentes. Ahora, observe esto, versículo 9, “Entonces, os entregarán a tribulación, los matarán y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.” Habrá una profanación. ¿Qué quiero decir con eso? Profanar significa tratar a una cosa santa de una manera impía, inmunda. Y eso es exactamente lo que dice aquí, el pueblo santo de Dios va a ser tratado de una manera impía. Va a haber una persecución abierta y general de los redimidos, que excede a todas las demás persecuciones. No hay otra persecución que siquiera se compare con ésta.

Entonces, él dice, “aquellos de ustedes que son creyentes en ese día, serán entregados. Esa es una palabra técnica usada con frecuencia para arresto, con frecuencia usada para arresto. De hecho, Mateo creo yo, usa la palabra de esa manera en varias ocasiones. De hecho, en Mateo 4:12, cuando Jesús había oído que Juan fue echado a la cárcel, ahí usa, paradidómi. Es una palabra que significa ser arrestado. Entonces, él dice, “en ese tiempo los creyentes verdaderos van a ser arrestados, arrestados. Y van a ser afligidos. Y van a ser asesinados. Y van a ser aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre.”

En otras palabras, porque se identifican con el Señor Jesucristo van a recibir el odio y la enemistad del mundo. En Marcos 13:9, el pasaje comparativo dice, “Guardaos, porque os entregarán a concilios y en las sinagogas seréis golpeados.” Los judíos estarán metidos en esto. Los judíos que inicialmente al principio del fin estarán metidos en la persecución del pueblo creyente. Dice usted, “Bueno, ¿de dónde vienen los creyentes si la iglesia ha sido arrebatada?” Cuándo la iglesia haya sido arrebatada, Dios va a soltar en el mundo dos testigos, enlistados en Apocalipsis 11, y van a ir por todos lados proclamando la verdad. Son asesinados por el mundo, pero se levantan de los muertos, y ese será un milagro muy convincente porque dice que todo ojo en el mundo los va a ver. Probablemente va a suceder en televisión nacional, televisión internacional, televisión por satélite, y se van a levantar de los muertos. Y van a tener un impacto al ganar algunas personas para Cristo. Y van a haber personas que van a venir al Salvador durante ese período de tiempo. Y van a ser objeto de persecución, no solo por parte del mundo, sino por parte de los judíos también, porque los van a entregar no solo para ser matados, sino en las sinagogas para ser golpeados. Y, por cierto, en la tierra de Israel en la actualidad está literalmente llena de sinagogas, están por todos lados.

Entonces, esa no es una posibilidad remota en absoluto, en absoluto. Y los rebeldes en ese tiempo que se rehúsen a creer en el Mesías, y habrá rebeldes por cierto entre los israelitas según Ezequiel 20:38, habrán rebeldes que deben ser purgados. Habrán gentiles que vienen a Cristo, habrán judíos que vienen a Cristo, habrán judíos rebeldes y gentiles rebeldes, claro, que perseguirán a los creyentes verdaderos, será un tiempo de persecución y martirio severos. Pienso en eso conforme recuerdo estar de pie en el balcón, en el hotel en Tiberio, y viendo hacia abajo, una sinagoga que tenía su reunión en el Shabat. Y algún día en esa sinagoga, en dónde todos esos judíos que se están reuniendo en la actualidad, si están vivos en este tiempo en particular en la historia, habrá una fractura que estará aterrorizando en esa sinagoga. Algunos de ellos habrán creído en el Mesías o creerán en el Mesías, algunos no. Y los que no crean van a estar golpeando a los otros en ese mismo lugar, inclusive quitándole la vida los demás.

Entonces, habrá un tiempo de persecución y martirio severos para los creyentes verdaderos. Profanación, tratando objetos santos de manera vergonzosa. “Os matarán”, observe el versículo 9, “os matarán”. Esa es la palabra para homicidio, serán aborrecidos no solo por los judíos, sino serán aborrecidos por el mundo entero y todas las naciones. Por lo tanto, no habrá refugio, no habrá lugar dónde esconderse, no habrá lugar adónde escapar. ¿Y porque los van a aborrecer? Debido a mi nombre, ese es el punto. Odian a Cristo, el mundo odia a Cristo, siempre lo ha odiado y lo odiará en ese entonces, especialmente cuando están bajo el control de ¿quién? del anticristo, quién se levanta contra Cristo. Siempre los creyentes han sido odiados, siempre los creyentes han sido matados, pero entonces será más allá de cualquier cosa jamás experimentada. Profanación mundial de los santos. Serán martirizados y masacrados de un fin del globo al otro, en ese periodo de tiempo.

De hecho, la Biblia nos da tanto detalle de esto, observe Apocalipsis capítulo 6. Y aquí vemos de nuevo el futuro del principio de los dolores de parto, versículo 9, “Él abre el quinto sello y vi bajo el altar”, ese es el lugar de expiación, estas son almas redimidas vistas aquí bajo el altar. El símbolo de expiación. Él ve ahí las almas de aquellos que fueron matados por la palabra de Dios, y por el testimonio que tuvieron. Ahí habrían sido masacrados en la tribulación, y Juan en su visión los ve ahí, están clamando a gran voz, “Hasta cuando Señor Santo y Verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en aquellos que moran sobre la tierra. Y se les dieron ropas blancas a cada uno de ellos, y se les dijo que deben descansar por un tiempo, hasta que sus consiervos y sus hermanos sean matados como ellos, hasta que fuera cumplido.”

En otras palabras, Juan ve a algunos de los mártires clamando “¿hasta cuándo?”, y el Señor en un sentido dice, “No hasta que el resto de aquellos que deben ser matados, sean matados. El capítulo 7, versículo 9, Juan tiene una visión, y ve una gran multitud que ningún hombre podía contar de naciones y tribus y pueblos y lenguas, y están ahí ante el trono, y ante el Cordero. Y están vestidos con ropas blancas y palmas en sus manos, y están clamando diciendo, “La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.” Y él ve estas personas y ¿quiénes son? Versículo 14, él dice, “estos son los que salieron de la gran tribulación y han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.

¿Cómo salieron de la tribulación? Sin duda alguna fueron martirizados, fueron matados por causa del Salvador, por causa de su compromiso con Él. Usted tiene el capítulo 11 en dónde matan a los dos testigos. Usted tiene el capítulo 12 dónde dice que el dragón, Satanás hace guerra con el remanente del mar, esto es gente creyente, probablemente refiriéndose a creyentes judíos. Y después en el capítulo 13, lo vuelve a tener, versículo 7, “Y le fue dado poder para matar”, y él hace guerra con los santos y vence a los santos y al anticristo y también el falso profeta. Y usted lo tiene en el capítulo 17, la gran ramera, la gran prostituta, el sistema religioso falso de la tribulación, está embriagada de la sangre de los santos y la sangre de los mártires de Jesús. Y en el 16:6 dice que “han derramado la sangre de santos y profetas”, han derramado la sangre de santos y profetas.

Ahora, regrese a Mateo 24 y escuche con atención. “Habrá profanación de los redimidos.” Pero escuche esto, “debido a eso”, y quiero que simplemente escuche con mucho cuidado por unos 5 minutos o más y usted va a ver algo que es muy, muy trágico. La quinta señal es, deserción. Deserción. Usted tiene engaño, disensión, devastación, y eso es mundial y eso le pasa al mundo entero incrédulo. Y después pasa a hablar de personas creyentes o las personas que se identifican con Dios y Cristo, y él dice, en primer lugar, va a haber profanación, van a tratar a estas personas con gran persecución. Como resultado de eso, vendrá la quinta señal, deserción.

Observe el versículo 10, “Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.” Esto es tan trágico. La presión es tan grande, conforme el mundo comienza a masacrar a los creyentes, que algunas personas que se han identificado superficialmente con Jesucristo, como la semilla que cayó entre espinos, realmente no tiene raíz alguna, sino que germina y se ve bien al comienzo. Algunas personas que inicialmente se identifican con Jesucristo, cuando ven el precio que debe ser pagado, son escandalizados, son ofendidos, y no están dispuestos a pagar ese precio.

Entonces, comienzan a volverse en su ofensa, y no solo rechazan a Cristo, sino que traicionan a los creyentes verdaderos y los entregan a los perseguidores. ¿Ve eso? Comienzan a traicionar a los creyentes verdaderos, los comienzan a entregar, dándoles sus nombres y direcciones, diciéndoles dónde pueden ser encontrados para ser matados. La gente dice, ¿son creyentes reales? Claro que no. Si fueran creyentes reales continuarían en la verdad, ¿no es cierto? Si fueran creyentes reales entregarían su vida si fuera necesario. Si fueran creyentes reales seguirían en obediencia. Juan lo dice en 1 Juan 2, “Salieron de nosotros porque no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros habrían permanecido con nosotros, pero salieron de nosotros para que se manifestase que nunca fueron de nosotros.” 1 Juan 2:19.

Jesús lo dijo en Juan 8:31, “Si perseveráis en mi palabra, entonces sois mi discípulo real.” Y nuestro Señor mismo estableció el principio de discipulado en Mateo capítulo 10, escuche lo que dijo, ustedes lo conocen, muy claro, “el discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor”, versículo 24. Es suficiente que el discípulo sea como su maestro, y el siervo como su señor. Si han llamado al amo de la casa Belcebú, ¿cuánto más llamaron a aquellos de su casa?” En otras palabras, si dijeron que Jesús era de Satanás, van a decirlo de ustedes, pero es suficiente que sean como Él. El discípulo verdadero está dispuesto a sufrir como su maestro sufrió. Así que no los temáis.

Y después el Señor dice, “Por tanto todo aquel que me confesare delante de los hombres, lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Pero todo aquel que me negare delante de los hombres, también yo lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo.” Él también dijo esto, “El que no toma su cruz y viene en pos de mí, no es digno de mí.” La persona que dice, ‘No quiero la cruz, no quiero morir, yo abandono”, esa persona ni siquiera es digna de ser discípulo. Esa persona ni siquiera pertenece a Cristo. La persona que pertenece a Cristo continua, la persona que pertenece a Cristo está dispuesta a pagar el precio, no porque tiene alguna virtud especial por sí mismo, sino porque si él es un creyente verdadero, el Espíritu Santo le concede una gracia que lo sustenta. Esa es la clave.

Como puede ver en Hebreos 3:12 dice, “Mirad hermanos, no sea que hay un corazón malo de incredulidad en vosotros que se aleje del Dios vivo.” Cuando alguien se aparta del Dios vivo, manifiesta un corazón malo de incredulidad. Y Pablo le dijo a Timoteo, “Si algún hombre lo negare, el Señor lo negará.”

Entonces, estas personas se identificaron externamente con el cristianismo, pero cuando el calor se incrementó, se fueron, se ofendieron. Suelo pedregoso. Engañados, porque no quisieron pagar el precio. Cómo los discípulos que dijeron, “Bueno, te vamos a seguir, tan pronto como vayamos a hacer esto.” Y Jesús dijo, “Cualquier hombre que colocando su mano sobre el arado se vuelve, no es digno de mi reino.” Buscaron la seguridad, pero no se detienen ahí, se traicionan unos a otros. ¡Qué cosa tan trágica! Esto va a pasar en ese entonces. El pueblo maravilloso, redimido y piadoso, va a ser traicionado por la gente que se ofende y no está dispuesta a pagar el precio. Se van a convertir en informantes y los van a entregar para que puedan ser matados, masacrados.

Marcos escribe de eso, en el capítulo 13, versículo 12, “Hermano traicionará a hermano, para entregarlo a la muerte, y el padre a su hijo, y los hijos se levantarán contra sus padres, y harán que sean matados.” Digo, llegará a la familia, ahí en la familia, conforme la gente, bajo la presión de tener que entregar su vida por Cristo, se salen, abandonan, desertan, y después se vuelven en contra de sus propios padres, sus propios parientes. Lucas 21:16, “Seréis traicionados por padres, hermanos, parientes y amigos. Y harán que los maten.” Eso es deserción. Y algunos de ellos van a desertar porque el precio es demasiado alto, pero algunos de ellos van a desertar, observe el versículo 11, “y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos.” No falsos cristos ahora, sino falsos maestros. Algunos de ellos van a desertar porque no quieren pagar el precio, y algunos de ellos van a desertar porque han sido, ¿qué? engañados.

Entonces, la deserción va a ser una deserción doble en ese punto. Muchos falsos profetas se levantarán. Y dice lo mismo, no es cierto, ahí en el versículo 24, y estos falsos profetas van a enseñar error satánico, diabólico, infernal. Ahora, escuche con mucho cuidado lo que digo, si Satanás está por todos lados, y Satanás primordialmente se disfraza de ángel de luz, esa época no solo va a estar llena de todo tipo de maldad abierta, sino que va a estar llena de todo tipo de religión falsa. Y lo único que tiene que hacer usted es leer Apocalipsis 17 para ver eso, porque en Apocalipsis 17 usted tiene este sistema religioso mundano, malo, vil, miserable, llamado la ramera, la gran ramera, la prostituta, es una prostitución de religión, si la iglesia es una novia, ésta es una ramera.

Y entonces, va a haber todo tipo de engaño religioso floreciendo, conforme Satanás hace lo que puede para hacer que la gente se desvíe. Y entonces, esas personas que externamente se identifican con Cristo, quizás parecen estar interesados, van a ser arrancadas conforme las sectas y todo tipo de grupos falsos y mentirosos tienen un gran efecto en el mundo, un gran efecto. Y, por cierto, en Apocalipsis 9:21 dice, la palabra ‘hechicería’, esa es la palabra pharmakeia, significa ‘drogas’. Y quizás las drogas sean parte de ese, entre comillas “engaño religioso”. La gente va a recibir la marca de la bestia, van a adorar una imagen vil, miserable en la bestia. Todo esto como parte del engaño.

Ahora, quiero que vea algo más, esto es simplemente sorprendente. Observe el versículo 12, “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” Este es el tercer elemento de deserción. Algunos van a desertar porque no pagarán el precio y morirán. Algunos van a desertar porque están engañados. Y algunos desertarán porque escogen la iniquidad. Iniquidad es la palabra “sin ley”. Es la palabra que significa que violan la ley de Dios, que simplemente el pecado enloqueciendo. Y el pecado será tan abundante, que va a traer a personas que están moviéndose hacia la verdad, de regreso a la maldad. Digo, lo vemos en la actualidad. Lo vemos en la actualidad.

Oí hoy de una niña que vino a nuestra iglesia, trabajaba en nuestro departamento de jóvenes y la impiedad vino a su vida y la despedazó. Y la impiedad entonces, va a ser mucho más poderosa de lo que es en la actualidad, lo que va a suceder va a haber una abundancia de impiedad miserable por todo el mundo. Será como uno tome alguna de las peores revistas pornográficas que usted puede concebir. Y así, eso va a pasar por toda la faz de la tierra en público, muy bien. Y ese tipo de maldad abierta, va a alejar a la gente, y eso dice, causará que el amor de muchos se enfríe, porque la iniquidad abunda, impiedad por todos lados.

Pablo le escribió a Timoteo y describió ese día último. Él describió esa impiedad. “Los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos”, 2 Timoteo 3, “sin afecto familiar natural, violadores de pacto, calumniadores, incontinentes, violentos, menospreciando a aquellos que son buenos, traidores, arrogantes, amadores de los placeres más que de Dios, y el amor de muchos se enfriará porque aman el placer.” Impiedad global, inmundicia global, el vicio por todos lados, los hombres inmersos en él sin refreno. Y viene rápido, ¿no es cierto? digo, estas cosas no parecen tan remotas para nosotros como pudieron haberlo sido para nuestra sociedad veinte años atrás, y su afecto, aunque es superficial, su afecto hacia Cristo se enfría, se enfría. Son alejados, son atraídos por el amor a la maldad, el amor miserable de la maldad.

Y después, versículo 13, “Pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” ¿Cómo puede usted identificar a los salvos? Porque los salvos no, ¿qué? no desertan, ¿no es cierto? No desertan, no se van a alejar porque el precio es demasiado alto, no se van a ir porque están engañados, no se van a alejar porque aman la maldad. Y entonces, usted simplemente observe, y los que perseveran hasta el fin son, ¿qué? son los salvos. Y serán librados de eso. Algunos morirán y algunos vivirán, pero todos serán librados, sea en la vida o la muerte, van a ser librados de la ira venidera. La perseverancia es siempre la marca de los salvos, la perseverancia es siempre la marca de los salvos. Perseveran, perseveran hasta el final.

En Mateo 10:22 Jesús lo dijo, “Y seréis aborrecidos por todos los hombres por causa de mi nombre, pero el que persevera hasta el fin, será salvo.” El hombre quien, en esa afirmación, Jesús estaba diciendo, quien llega hasta el fin de su vida y persevera, enfrentando lo que enfrente, demuestra que él es quien al fin será salvo. Él será librado de esta vida a las glorias del cielo, y así será en el futuro. El que persevera en todo eso, el que en términos de Apocalipsis 2:10 es un vencedor, él es un vencedor y él es el que será salvo, sin importar cuál sea la persecución, sin importar cuál es el precio. Que promesa tan maravillosa.

Lucas 21:19 lo expresó de esta manera, afirmación maravillosa, “En vuestra perseverancia, ganaréis vuestras almas.” Que gran afirmación. Es el que persevera por el poder de Dios, la gracia de Dios, el que gana al fin. La fe que persevera es la fe de los salvos, la fe de los redimidos.

Entonces, en el fin habrá una decepción terrible, deserción terrible conforme la gente que se identifica con la iglesia de pronto huye. Sabe una cosa, si todo esto se llevara a cabo en este momento, descubriríamos quiénes son los desertores, ¿no es cierto? descubriríamos quienes son los que no quieren pagar el precio de la muerte, descubriríamos quienes son las personas que serían atraídos por los falsos profetas, veríamos a los que amaron su impiedad más de lo que amaron a Dios. Digo, todo sería claro, y así será en ese entonces, así será entonces. Solo los que perseveran serán librados, y los vemos en Apocalipsis 7, sacados de la gran tribulación en ropa blanca. Los vemos en Apocalipsis 19, conforme Cristo regresa y están montando con él en ropa blanca, perseveraron y se les dio una túnica blanca.

El último punto, declaración. La señal final de la venida, el dolor de parto final que comienza es declaración. Y antes de que el Señor venga esto tiene que suceder. “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” Antes de que el fin venga, antes del establecimiento del reino, esto tiene que suceder, proclamación mundial del evangelio. A pesar de la persecución, a pesar de los desertores, a pesar de los falsos profetas, a pesar de los cristos falsos, a pesar de que el infierno desata sus demonios por toda la tierra, a pesar de todo este desastre terrible, horrendo, inconcebible, a pesar de gente con amor que disminuye, a pesar de que el anticristo esté gobernando y reinando, a pesar de que Satanás esté tratando de pelear contra Cristo, a pesar de las guerras y hambres y terremotos y el resto de señales en el cielo, a pesar de todo eso, el evangelio del reino será predicado en todo el mundo como un testimonio a todas las naciones y entonces va a venir el reino.

Dice usted, “Hombre, ¿cómo va a pasar eso? ¿cómo es que el evangelio va a ser predicado?” Observe Apocalipsis 14, este es el último pasaje que veremos. Apocalipsis 14, versículo 6, y aquí estamos, apenas antes de que las copas sean derramadas, apenas antes de que los últimos dolores de parto finales que vienen a una velocidad que se incrementa de lugar al reino, apenas hacia el final, apenas antes de que el holocausto final se lleve a cabo. “Vi otro ángel volar en medio del cielo,” dice Juan “y él tenía el evangelio eterno.” ¿Por qué? “para predicarle a aquellos que moran en la tierra y a toda nación, lengua, tribu, y” ¿qué? “y nación.

Ahí está el cumplimiento de Mateo 24:14. Esa predicación del evangelio del reino al mundo entero, no está hablando de lo que está pasando ahora, está hablando de lo que ese ángel va a ser en una evangelización grande, sobrenatural, milagrosa, final, del mundo. Y sucede inmediatamente antes del juicio, y esa es la razón por la que el ángel dice, “Temed a Dios y dadle gloria.” Ese es el mensaje que él está predicando. “Porque la hora de su juicio ha llegado, y adorar a aquel que hizo el cielo y la tierra, y el mar y la fuente de las aguas.” Y otro ángel viene detrás de ese ángel y dice, “Babilonia ha caído, ha caído.” En otras palabras, el día del hombre se acabó. Más vale que estén bien con Dios, este es el gran esfuerzo evangelístico llevado a cabo por ángeles gloriosos en los cielos, volando por todo el globo apenas antes de que el holocausto final se lleve a cabo. El evangelio eterno es el mismo evangelio que Dios siempre ha dado, que Él juzga el pecado y recompensa la justicia. Y estos ángeles van a llamar al mundo al Salvador, y después vendrá el fin, pero no antes de eso, dice nuestro Señor.

Entonces, esos son los dolores de parto, esos son los dolores de parto, pero esos únicamente son el principio de dolores de parto, conforme avanzamos a lo largo del capítulo, vamos a ver más y más detalles. Ahora, alguien va a decir esto, “¿Cómo sabemos cuándo comienzan los dolores de parto? ¿cómo sabemos cuándo realmente comienzan? Y ese va a ser nuestro estudio, el versículo 15 hasta el 28. Y eso está a unas cuantas semanas. Espere, pero puede leer por adelantado. Inclinémonos en oración.

Padre, hemos disfrutado de un gran tiempo en esta noche, maravilloso. Gracias por este gran tiempo. Gracias por el amor de estas personas hacia Ti y tú Palabra, y por permitirnos disfrutar de un poco más de tiempo esta noche para que pudiéramos cubrir esta gran verdad. Gracias Padre por nuestra comunión en torno a tú Palabra, y conforme vemos que esto se va a cumplir, oímos a Pedro decir, “Viendo que conocéis todas estas cosas, ¿qué tipo de personas debéis ser? en toda santidad, siendo irreprensibles.” Oh Señor cómo nuestras vidas deben ser puras cuándo vemos el Dios que tú eres. Cómo debemos llamar a los hombres al Salvador, antes de que este día venga, o antes de que seamos quitados de esta tierra y no tengamos más oportunidad. Te damos gracias, Señor. Que podamos esperar el día cuando Jesús venga a establecer su reino, es un día glorioso, sin embargo, nos deja con tanto que hacer, para salir a las carreteras y llamar a la gente a venir al Rey, a estar listos para Su reino.

Gracias por este día maravilloso que nos has dado, que siempre vivamos a luz de tu regreso pronto, porque si estas cosas parecen estar tan cerca, y vamos a ser arrebatados antes de que comiencen deben ser rápido. Y decimos con Juan, “Sí, ven Señor Jesús. Ven Señor Jesús.” Ayúdanos a vivir con la eternidad en mente, y no en tiempo, a vivir con el cielo en mente, y no la tierra, a vivir con la eternidad en mente, y no las cosas temporales, y hacernos tesoros en dónde la polilla y el orín no corrompen, y dónde ladrones no minan y hurtan, y a poner nuestra mira en las cosas de arriba, no en las cosas de la tierra. Esperamos con gratitud, sin embargo, con tristeza, por aquellos sin Cristo el día del regreso de Cristo.

Oramos en Su Nombre. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2020 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

 

2/9 – Señales antes de la venida de Cristo, 2ª Pte.

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

2/9 – Señales antes de la venida de Cristo, 2ª Pte.

John MacArthur

Ahora llegamos al estudio de la palabra de Dios en Mateo capítulo 24. Mateo 24 y 25 son conocidos como el discurso del Monte de los Olivos. Es un discurso o un sermón que dio nuestro Señor Jesucristo en el Monte de los Olivos. Su tema es la segunda venida de Cristo. Entonces, es su propio sermón, su propio mensaje acerca de su propia segunda venida. Es un mensaje glorioso, glorioso. Y esperamos con gusto el entender sus grandes, grandes verdades.

Y simplemente para darle algo de contexto, necesita recordar que Jesús vino a Israel para ser su Redentor, su Salvador, su Libertador, su Mesías, su Rey, pero Juan dice, “a los suyos vino y los suyos no le recibieron. 33 años después de que él entró a este mundo, él está a punto de salir. Él comenzó su ministerio al ofrecerse a sí mismo al pueblo de Israel, y él lo terminó al ser rechazado por ellos. Solo está a unos días antes de que él sea ejecutado en una cruz por el pueblo mismo, a quien él vino a salvar y a gobernar.

Ahora, si usted nos ha acompañado en nuestro estudio de Mateo, usted sabe que él acaba de dar un pronunciamiento final de juicio contra Israel. Sus palabras están en el versículo 37 del capítulo 23, “Oh Jerusalén, Jerusalén, tú que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados. ¿Cuántas veces quise reunirte como la gallina reúne a sus pequeños bajo sus alas, y no quisisteis? He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Ese es el último discurso público que jamás dio al pueblo de Israel. Sus palabras finales para ellos son palabras de juicio, él nunca predica otro sermón.

En el capítulo 21, capítulo 22 y el capítulo 23 él pronunció juicio sobre la nación de Israel, juicio sobre los líderes falsos, y juicio sobre el pueblo que siguió sus engaños. Su juicio vino en forma de afirmaciones directas de juicio, vino en forma de parábolas de juicio, y finalmente en el capítulo 23 una denuncia literalmente sangrienta, de los líderes falsos que desviaron al pueblo. Y él cierra al decir, “vuestra casa os es dejada desierta.” Un pronunciamiento de juicio. Pero ese pronunciamiento de juicio, lo que es muy interesante, es seguido en el versículo 39 por estas palabras, “porque os digo que no me veréis hasta que digáis: bendito es el que viene en el nombre del Señor.” Ahora, el que viene en el nombre del Señor es un título mesiánico. Y él dice, no me volverán a ver hasta que venga como Mesías y Rey.

Entonces, por un lado, él pronuncia juicio, por otro lado, él dice, regresaré. Por un lado, él dice, su casa les es dejada desierta, por otro lado, él dice, regresaré, por así decirlo, para restaurarla otra vez. Ahora, esta conclusión en particular de su mensaje, sin duda alguna llenó los corazones de sus discípulos de gran esperanza. Seguro, ellos oyeron que él pronunció juicio, pero ellos también oyeron que él vendría como el que establecería su reino. Ellos habían esperado esto todos los años que habían estado con Jesús. Y yo creo que, en este momento mismo, al término del sermón en Mateo 23, los discípulos probablemente estaban en el punto alto de su experiencia con Jesús, a lo largo de todos los tres años de su ministerio. Lo oyeron decir que él iba a traer juicio, y también lo oyeron decir que él iba a venir en el nombre del Señor, una verdad mesiánica.

Y entonces, pensaron que debido a la manera en la que entendieron los profetas del Antiguo Testamento, como vimos en nuestro último estudio, que esto había llegado a su clímax. Él iba a venir para traer juicio, y ese juicio sería una limpieza, y después inmediatamente sería seguida por su reino. Ellos creían que estaban al borde del reino mesiánico. De hecho, en Lucas capítulo 19, tenemos un versículo que realmente apoya esa idea. En Lucas 19:11, escuche esto, “conforme oyeron estas cosas, él añadió y habló una parábola, porque él estaba cerca de Jerusalén”. Aquí es dónde están camino a Jerusalén, al principio de esta semana. Y dice que él añadió esta parábola porque pensaron que el reino de Dios aparecería inmediatamente. Los discípulos a partir del momento en el que él se acercó a Jerusalén pensaron que el reino aparecería inmediatamente.

Y entonces, estaban viviendo en esa expectativa. Y cuando la multitud arrojó esas ramas de palmera y esas prendas de ropa frente a él, conforme él entró ahí montado sobre la asna, y gritaron ¡Hosanna, bendito es el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna al hijo de David! pensaron que todo esto era parte de preparar al pueblo para el reino. Y después conforme él entró al templo y limpió al pueblo pensaron que esa era la limpieza de los hipócritas, y ahora conforme él dice que va a venir en juicio, piensan que va a ser la purificación de Jerusalén que ellos creían iba a pasar. Y después, entonces él iba a venir en el nombre del Señor como su Mesías. Ven todo esto, como sucediendo inmediatamente.

De hecho, conforme dejan el templo, en el capítulo 24, versículo 2, Jesús viendo al templo dice, “No quedará una piedra sobre otra que no será derribada.” Y él inclusive les dice que el templo mismo será destruido y eso encajaba en su enseñanza también, porque ellos recordaron que Ezequiel dijo que en el reino habría un templo nuevo. Y este templo después de todo fue construido ni siquiera por un judío, sino por Herodes, un idumeo. Y fue un templo que fue ocupado en la actualidad por hipócritas y religiosos falsos.

Y entonces, todo esto en cierta manera estaba uniéndose en su mente. El Mesías había alcanzado el momento cuando él iba a traer su reino. Y ellos no consideraron sus palabras acerca de morir, acerca de una semilla que cae en el piso, en el suelo y muere. Ellos ignoraron lo que él dijo acerca de que él sería entregado a los principales sacerdotes y los escribas para ser crucificado, y para resucitar el tercer día. Y lo único que podían ver era el reino, el reino, el reino, y ciertamente él ya había comenzado a limpiar el templo y ahora él lo iba a destruir. Él iba a juzgar a los impíos, y purgar a la nación y después él iba a venir a venir en gloria plena como Rey de reyes y Señor de señores. Ellos creían que era eminente en ese punto. Así es como ellos interpretaron los profetas.

¿Se acuerda que le dije la semana pasada, la secuencia de su escatología o de su doctrina de los últimos días? Ellos creían debido a la manera en la que estudiaron los profetas, ellos creían, y está revelado en la literatura de la época, literatura no bíblica, que primero habría un período de gran tribulación, probablemente pensaron que estaban en ella y habían estado ahí por mucho tiempo bajo la opresión romana y griega. Sería seguida por la venida de un heraldo que anunciaría el Mesías, ese era Juan el Bautista hasta dónde ellos sabían. Después el Mesías vendría, y él vino. Después él limpiaría las naciones impías. Después él limpiaría Jerusalén. Después él congregaría a los judíos dispersos de todo el mundo y establecería su reino.

Bueno, ellos pensaban que todo esto iba de acuerdo con la agenda. Habían pasado por un tiempo de tribulación, el precursor había venido, el Mesías estaba ahí, él había comenzado con la limpieza de Jerusalén, sería seguido ciertamente por la destrucción de las naciones impías, la congregación de los judíos dispersos y el establecimiento del reino. Ellos pensaron que estaban en ese momento, el reino vendría. Como puede ver ellos no tenían sentido alguno de un período largo de tiempo entre la primera y segunda venida. Ellos no tenían idea alguna de que Cristo vendría y después él se iría y regresaría y habría un período largo de miles de años antes de que él regresara. Así no hablaron los profetas, solo hablaron de una venida del Mesías. No llenaron ese espacio grande que estaba en la mitad, esa es la razón por la que el Nuevo Testamento llama eso un misterio que fue escondido en el tiempo pasado. La época entera de la iglesia como la conocemos es algo que no fue revelado en el Antiguo Testamento, no se habla de eso ahí. Hay un espacio grande que no entendían.

Permítame ilustrárselo al pedirle que tome su Biblia y vea Isaías 61, simplemente una ilustración va a mostrarle lo que quiero decir. En Isaías 61 tenemos un retrato del Mesías venidero, y dice en el versículo 1, “El Espíritu de Jehová Dios está sobre mí…” Es el Mesías hablando aquí, esperando su venida, “…porque me ha ungido para predicar buenas nuevas a los humildes, él me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a proclamar libertad a los cautivos, a abrir la cárcel de aquellos que están prisioneros; a proclamar el año aceptable del Señor, y el día de venganza de nuestro Dios para consolar a todos los que lloran, a designar a aquellos que lloran en Sion, a darles belleza en lugar de cenizas, el aceite de gozo por lloro, el atuendo de alabanza por el espíritu de pesadumbre para que sean llamados arboles de justicia, las plantas del Señor para que él sea glorificado.” Esa es una profecía maravillosa después del versículo 4 hasta el versículo 11 usted tiene más de esa profecía.

Ahora, observe lo que hay ahí, primero él viene a predicar en el versículo 1 y a libertad a los cautivos y demás, y después a proclamar el año aceptable de Jehová ese es el año de la salvación del Señor. Después es seguido, “y el día de la venganza de nuestro Dios”. En otras palabras, el profeta ve al Mesías viniendo, predicando el evangelio y trayendo la venganza del día de Dios al mismo tiempo. Pero, no es así. Y después, claro, eso es seguido inmediatamente por el reino, el cuál es un tiempo de consuelo para los que lloran, un tiempo de belleza en lugar de cenizas, aceite de gozo en lugar de lloro, atuendo de alabanza por el espíritu de pesadumbre, y el plantar árboles de justicia y demás. Y después hasta el versículo 11 la tierra producirá el huerto, causará cosas que crezcan, que son sembradas para que florezcan, y en esa manera el Señor Dios causará que la justicia y la alabanza brote ante todas las naciones. En otras palabras, la obra mesiánica entera es vista en una unidad.

Ahora, vaya a Lucas 4 y permítame mostrarle algo. Lucas 4. Jesús en Nazaret, en la sinagoga, versículo 16, como era su costumbre fue a la sinagoga en el día de reposo y se puso de pie a leer, y se le dio el libro del profeta Isaías, y cuando él hubo abierto el libro, el encontró el lugar en dónde estaba escrito, y él encontró Isaías 61:1 y en adelante. Y él leyó, “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ungió para predicar el evangelio a los pobres, me envió a sanar a los quebrantados de corazón, a predicar liberación a los cautivos, a darle vista a los ciegos, a darle libertad a los que están quebrantados, a predicar el año aceptable del Señor.” Y él cerró el libro.

Ahora, espera un minuto, él llegó a la libertad de Isaías 61:2, la siguiente línea es, “Y el día de la venganza de nuestro Dios.” ¿Por qué no leyó esa parte? Porque eso es, ¿qué? futuro. Y aquí hubo una indicación de que lo que Isaías vio como un todo, Jesús lo cumpliría en dos partes separadas. Y esa es la razón por la que él cerró el libro después de predicar el año aceptable del Señor. La primera vez que el Salvador vino, él vino a predicar. La segunda vez que él venga va a venir a ¿qué? a juzgar.

Y entonces, no fue sino hasta que los evangelios desarrollaron lo que comenzamos a ver como la distinción entre la primera y segunda venidas. Inclusive los discípulos, y ahora usted puede regresar a Mateo 24, inclusive los discípulos no percibieron su venida como una segunda venida. Ellos percibieron que él vendría únicamente en el sentido de venir en plenitud como Mesías, solo en el sentido de venir como el Rey plenamente ungido y gobernante y Señor de señores, únicamente en el sentido de venir a su reino en gloria.

Y entonces, piensan que todo va a suceder en un momento, todo sucede en una ocasión. El Mesías está aquí, el reino tiene que seguir inmediatamente, no entienden este largo período de tiempo en el que el Señor está redimiendo al pueblo de toda la tierra. Y entonces, hacen las preguntas en el versículo 3, “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas?” E implícito en el cuando es hoy o mañana, o la semana próxima, o ¿que tan rápido? “¿Y cuál será la señal de tu venida y del fin del siglo?” ¿Cuál es la señal que estamos esperando? Digo, es como si estuvieran parados de puntas esperando a que algo sucediera momentáneamente, estaban tan emocionados, podían percibir que el hijo de Isaías 9 estaba listo para tomar sobre sus hombros el gobierno del reino de Dios, podían percibir que la piedra cortada sin manos de Daniel estaba lista para aplastar el poder de hombres malos, que el Mesías, el Príncipe estaba listo para poner fin a los pecados y hacer reconciliación para aniquilar y traer la justicia eterna y ungir al Rey Santísimo. Podían percibir que el Hijo del hombre recibiría dominio y gloria en un reino que era eterno. Podían percibir lo que Isaías había dicho, lo que Daniel había dicho, lo que Ezequiel había dicho que iba a pasar, lo que Zacarías había dicho que iba a pasar en el día del Señor, y piensan que es momentáneo. Entonces dicen, ¿cuándo? ¿y cuál es la señal?

Ahora, ¿qué es lo que los hace sentir esa expectativa? El hecho de que él había prometido la destrucción y deserción de Jerusalén, el hecho de que él había prometido que él vendría en el nombre del Señor, el hecho de que él dijo que el templo sería devastado, piensan que es inminente. Y entonces, él les tiene que explicar que no lo es, que todavía es futuro, que está lejano. Y ese es el propósito a partir del versículo 4, es un sermón profético que los lleva a ellos y a nosotros a un tiempo que no ha venido aún. No describe el tiempo entre ese entonces y el 70 d.C. la destrucción de Jerusalén. No hay manera en la que eso pueda ser posible. Los términos no nos permiten creer eso. No describe la época de la iglesia, no puede. Tiene que describir el tiempo futuro, apenas antes de la venida de Cristo, quieren conocer las señales de la venida de Cristo, las señales del fin del siglo. Y las señales que dicen, aquí está, aquí está, ya viene. Y entonces, él los lleva hasta el tiempo final.

Ahora, para que sepamos que este no es el período de tiempo previo a la destrucción de Jerusalén, que no es solo la época de la iglesia como muchos comentaristas han querido que creamos, sino que es el tiempo final, permítame darle algunos indicadores claves de interpretación. Muy bien, entonces siga. Observe en primer lugar, versículo 8, esto es muy importante, versículo 8, ahora los versículos 4 al 14 describe muchas de las señales de la venida de Cristo, gente que viene y dice, ‘Yo soy el Cristo’, engañando, guerras y rumores de guerras, naciones levantándose contra nación, reino contra reino, hambre, terremoto, en el versículo 7. Versículo 9, persecución y matanza y odio; y después hay deserción de la fe y profetas falsos en el versículo 11; y el amor de muchos se enfría, versículo 12. El evangelio del reino es predicado, en el versículo 14. Él está describiendo todo tipo de señales que van a venir al fin del siglo. Son señales de la venida del Mesías.

Ahora observe el versículo 8, “Todas estas señales son el principio de dolores”, muy importante, es la palabra griega para ‘dolores de parto’. El dolor en sí que una mujer tiene al dar a luz un hijo, es el principio de un dolor de parto. Ahora, permítame hacerle una pregunta simple, ¿cuándo ocurre el dolor en el parto? ¿en la concepción? Eso es ridículo. ¿Durante el embarazo? Igual de ridículo. El dolor en el parto ocurre, ¿cuándo? Apenas previo al nacimiento, al fin mismo. Eso es lo último que sucede, y usted sabe que está ahí. De hecho, usted comienza a monitorear la frecuencia de los dolores de parto hasta que llegan en una sucesión rápida, y entonces es el momento de dar a luz la vida. Los dolores de parto suceden al final, no se encuentran a lo largo del embarazo. Y tampoco estas cosas se encuentran a lo largo de la historia de la época de la iglesia. Son cosas que ocurren en una sucesión rápida que dan lugar, o terminan en el nacimiento, por así decirlo del reino mesiánico.

Ahora, para ilustrarle eso quiero que me acompañe a 1 Tesalonicenses capítulo 5, 1 Tesalonicenses capítulo 5. Y aquí hay otro uso de la misma ilustración. Y Pablo también está hablando aquí de la venida del Señor, y él dice, “de los tiempos y las épocas, hermanos, no necesitáis que os escriba, porque vosotros mismos sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Él dice, no necesito darles una escatología, ustedes tienen eso. Y si no tienen nada más, tienen el discurso del Monte de los Olivos, tienen la enseñanza de nuestro Señor. Entonces, ustedes saben que el día del Señor, esto es la venida de Cristo, para establecer su reino, viene como un ladrón en la noche.

Ahora, ¿cómo viene un ladrón en la noche? Con mucho silencio, inesperadamente, repentinamente. Inesperadamente, repentinamente, sucede. Y después en el versículo 3 él dice, “Porque cuando digan paz y seguridad’, todo se ve bien, “destrucción repentina viene”. La venida de Cristo es repentina, la destrucción con ella es repentina, y después él dice, son como dolores de parto en una mujer con hijo.” Misma ilustración. Cuando él quiere ilustrar algo que viene repentinamente y de manera devastadora, apenas antes del día del Señor, él usa la ilustración de los dolores de parto.

Entonces, esto es coherente con el uso que Jesús hizo, los dolores de parto en la mente judía venían de manera repentina y con expectativa apenas antes del nacimiento. Y esa es la manera en la que la ilustración es usada en 1 Tesalonicenses, y así es la manera en la que la ilustración es usada en Mateo 24. Entonces, cuando dice que estas son el comienzo de los dolores de parto, esto nos tiene que colocar al final. Así tiene que ser.

Entonces, nuestro Señor está diciendo, “antes del fin, habrá una secuencia de dolores de parto.” Ahora, escuche esto, los dolores de parto vienen al principio de manera no frecuente, ¿verdad? Y después con más frecuencia y más frecuencia, y más frecuencia hasta que vienen en una especie de expulsiones muy frecuentes, hasta que ese hijo es expulsado del cuerpo. Y así es exactamente cómo será en el tiempo final. Vendrán dolores de parto, acontecimientos separados por la distancia y después menos distancia, y menos distancia hasta que finalmente al llegar al momento de la venida de Cristo, habrá una explosión de holocaustos concurrentes que son acontecimientos que se llevarán a cabo por toda la tierra.

Entonces, la frecuencia de la cronología de la frecuencia se vuelve condensada más y más, y más y más, y más hasta que finalmente el reino viene. Ahora, esa es la ilustración de nuestro Señor en el versículo 8, y entonces eso nos dice que él está hablando del tiempo final, apenas antes del reino. Ahora, un segundo indicador, y uno que creo que es igualmente importante se encuentra en el versículo 13, versículo 13, “pero el que persevere hasta el final, será salvo.” ¿Cuál es el fin? Bueno, el fin es mencionado en el versículo 13, y el fin es mencionado en el versículo 6. “El fin no es todavía”, él dice. ¿De qué fin él está hablando? Usted regresa al versículo 3, “el fin del siglo”. Él está hablando del fin del siglo. Tiene que ser ese su tema, y entonces en el versículo 13 cuando él dice, “el que persevere hasta el fin.” ¿De qué fin está hablando él? El fin del siglo.

Ahora, si esto tiene que ver con gente perseverando hasta el fin del siglo, tienen que ser personas que están vivas al fin del siglo, ¿verdad? En otras palabras, las personas que enfrentan estos acontecimientos, que pasan por estos dolores de parto y perseveran hasta el fin de ellos, y el fin del siglo, serán salvos. Entonces, tiene que estar hablando de personas, entonces. No voy a perseverar hasta el fin a menos que esto suceda rápidamente, y a menos de que, me imagino, pierda yo lo que entiendo del Rapto. Los discípulos no habían perseverado hasta el fin, porque el fin no ha venido aún. El punto es que el fin del siglo es el fin del siglo. Y él está hablando de personas que están pasando por estas cosas y perseverando hasta el fin del siglo.

Entonces, él tiene que estar hablando de personas que están vivas en el fin del siglo, que pueden perseverar. Uno muy importante. Los problemas que vienen sobre personas que están viniendo sobre personas que están vivas, en un tiempo en el que pueden perseverar hasta el fin del siglo. Observe el versículo 14, otro indicador. Dice, “Y el evangelio del reino será predicado en todo el mundo, para testimonio para todas las naciones y entonces vendrá el fin.” ¿Qué fin? El fin del siglo, de nuevo. Y previo al fin del siglo, va a haber una predicación mundial del evangelio.

Ahora, eso no pudo haber sido verdad antes del 70 d.C. no hay manera de que fue así. No hubo predicación del evangelio alrededor del mundo antes del 70 d.C. y ni siquiera es verdad en la actualidad. Hay muchos, muchos lugares en el mundo, en dónde el evangelio no está siendo predicado en absoluto, y nunca ha sido predicado. Pero antes del fin será predicado en todo el mundo. Dice usted, ¿cómo es que esto va a pasar? No creo que esto en cierta manera está pasando a lo largo de la historia, un poquito aquí, un poquito allá, un poquito creo que antes del fin del siglo dice aquí, de manera sobrenatural, instantánea, milagrosa, habrá un evangelismo mundial mediante medios sobrenaturales para que toda persona en la faz de la tierra, sobre la faz de la tierra, lo va a oír. Le voy a explicar eso en esta noche, voy a explicar cómo eso va a pasar, y quién lo va a hacer, pero eso es para ésta noche. Pero el punto aquí es, antes del fin del siglo va a haber una predicación mundial del evangelio. Eso nunca ha sucedido. Eso no es en la actualidad y eso no fue antes del 70 d.C.

Ahora, hay otro indicador en el versículo 15. Observe el versículo 15, “Cuando vosotros veáis la abominación desoladora de la que habló Daniel el profeta, ahí en el lugar santo, el que lea entienda. Entonces, los que están en Judea huyan a los montes. En otras palabras, todo va a desatarse cuando ustedes vean la abominación desoladora de la que habló Daniel el profeta. Ahora, ¿qué es eso? O, eso es fácil, lo único que necesita hacer es ir a Daniel capítulo 9, y él dice en el versículo 27 que el anticristo va a hacer que el sacrificio y la población cese y para la diseminación de las abominaciones él va a traer desolación. Lo que él va a hacer es que el anticristo entre al templo, en el tiempo futuro de tribulación él profana el templo, él comete sacrilegio en el templo cuando los judíos hayan establecido su adoración. Y dice que él lo va a hacer hasta la consumación, hasta el fin. Y aquello que es determinado, aquello que es determinado por Dios será derramado en el desolador. En otras palabras, juicio final. Él lo hace en el fin, en el día final del hombre cuando Dios va a derramar juicio, él lo hace Daniel dice en un tiempo cuando el Príncipe va a venir para terminar la transgresión, terminar con el pecado, hacer reconciliación para la iniquidad, y traer justicia eterna.

En otras palabras, en Daniel 9:24-27 el profeta dice, la abominación desoladora se lleva a cabo antes de que el Príncipe establezca la justicia eterna, apenas antes del juicio final en la venganza. Entonces, tiene que ser en el tiempo final. Entonces, dice aquí, en el versículo 15 de Mateo 24, “cuando vean la abominación desoladora entonces ustedes saben que están viendo las señales del fin.” Y Daniel nos dice que eso sucede apenas antes de que el Mesías establezca su reino y juzgue a los impíos. Entonces, de nuevo otro indicador de que debemos estar viendo un tiempo futuro. Eso es exactamente lo que Daniel tenía en mente.

Ahora, observe el versículo 21, y aquí hay otro indicador de que estamos viendo a un tiempo futuro, dice, “en este tiempo habrá gran tribulación como nunca ha habido desde el principio del mundo hasta este tiempo, ni jamás habrá.” Será el peor tiempo en la historia del mundo, el peor tiempo en la historia del mundo. ¿Y cuándo es el peor tiempo en la historia del mundo? Tiene que ser el tiempo final, ¿verdad? tiene que ser. Tiene que ser el tiempo cuando la venganza de Dios se desate. Daniel habla estas mismas palabras en el capítulo 12, él dice, “en ese tiempo”. ¿Cuándo? el tiempo del fin. De manera muy clara, el tiempo del fin, si usted lo compara con el capítulo 11. Él tiene al anticristo en el capítulo 11. Después viene Miguel en el versículo 1 del 12, se pone de pie y habría un tiempo de tribulación como jamás ha habido desde que una nación hasta esa época. Y son palabras parecidas a las palabras de nuestro Señor. El peor tiempo de problemas en la historia del mundo, seguido inmediatamente por la resurrección para vida eterna y la resurrección para vergüenza y menosprecio eterno.

Entonces, ese es el tiempo previo a la resurrección final. El tiempo previo al juicio final, la venganza final, el establecimiento final del reino de Dios. Entonces, tiene que ser futuro, el tiempo de gran tribulación como el mundo jamás ha conocido. Otro indicador está en el versículo 29, dice, inmediatamente, después de la tribulación de esos días, inmediatamente después de esto, el sol se oscurece y la luna no da su luz, las estrellas caen del cielo, las potencias de los cielos son sacudidas y después aparece la señal del Hijo del hombre en el cielo. Entonces, Cristo viene inmediatamente después de la tribulación. La tribulación de la cual él habla es la gran tribulación del versículo 21. Es el tiempo como nunca ha habido, el tiempo en el futuro. ¿Qué tiempo es? Según Daniel en el versículo 15 es el tiempo de la abominación desoladora, y es apenas antes de la segunda venida.

Entonces, todos estos indicadores nos dicen que esto debe ser futuro, debe ser futuro. Finalmente, observe los versículos 32 al 34, como otro y último indicador. El Señor dice ahí una parábola, una rama que produce sus hojas, usted sabe que el verano se acerca. Usted tiene una higuera, usted ve hojas y sabe que el fruto viene. El fruto viene en el verano, usted ve las hojas y usted sabe que el fruto está por venir. En otras palabras, simplemente es una señal. De la misma manera cuando veáis todas estas cosas, ¿qué cosas? Todo de lo que él ha estado hablando, un tiempo de tribulación como ningún otro en la historia del mundo. Un tiempo de todas estas marcas y señales que él ha cubierto antes de eso en el capítulo 24, “cuando veáis esas, sabéis que se acerca”. ¿Qué está cerca? “El fin del siglo, la señal del Hijo del hombre que viene. Y ésta generación.” ¿Qué generación? La generación que esté viva cuando las señales sucedan, la generación que las vea cumpliéndose. Jamás pasará hasta que todo esto se cumpla. En otras palabras, el cumplimiento de todo el tiempo del fin, va a ser visto por las personas que vean las señales.

Entonces, las señales están reservadas para la gente que esté viva en el tiempo final, esto toma todo esto y lo coloca en el futuro. La generación que esté viva cuando las señales comiencen a desarrollarse estará viva cuando Cristo venga a establecer su reino. Ahora, usted entiende que todo el discurso del Monte de los Olivos es futuro. Ahora, eso no quiere decir que algunas de las cosas que van a suceder en ese entonces no suceden ahora, pero van a suceder en ese entonces a una escala y a un nivel, y en proporciones que van más allá de lo que jamás hemos conocido hasta ahora. Tenemos guerra ahora, tenemos terremotos ahora, tenemos hambre ahora, tenemos problemas en nuestro mundo ahora, tenemos homicidios ahora, tenemos persecución ahora, tenemos odio ahora, inclusive tenemos algunas cosas sucediendo en el cielo, que nos molestan ahora, pero nada comparado con la muestra increíble que se va a llevar a cabo en ese período breve comprimido de tiempo llamado los dolores de parto del reino, cuando Dios envíe juicio a la tierra y entonces dé a luz al Rey en su reino.

Ahora, usted sabe dónde está, espero, en Mateo. Usted entiende que hemos sido llevados al futuro. Otra nota que quiero que observe. Muy, muy importante. Sea tan amable de observar el versículo 6, “y oiréis de guerras y rumores de guerras, no os turbéis.” Ahora, versículo 9, “entonces os afligirán y os matarán, y serán odiados”, versículo 15, “cuando por tanto veáis la abominación desoladora”. Versículo 20, “pero orad que vuestra huida no sea en el invierno” y demás.

Ahora, alguien podría decir, “Bueno, ¿cómo es que esto puede ser futuro cuando él le está hablando a los discípulos y él les dice, vosotros, vosotros, vosotros, vosotros? ¿les está hablando a ellos? Permítame tan solo ayudarle en esto. Éste es un privilegio editorial dado a un profeta. Cuándo Dios escoge a un profeta y los transporta al futuro para hablar de un tema futuro, él le habla directamente a las personas de esa época. Y entonces, el uso de vosotros o ustedes, de ninguna manera refleja el hecho de que esto tiene que ser cumplido por la gente a quien él le habla. Ustedes, sean quienes sean que estén vivos en esa época, ustedes a quienes esto se aplica, eso es todo. Son ustedes, que es editorial, en un sentido, sea quienes sean. Esta es la libertad profética para hablar directamente a la sociedad en el futuro, a la cuál Dios ha transportado al profeta en el proceso de revelación.

Y si usted quiere ver el uso del Antiguo Testamento de eso, está por todos lados. Los profetas del Antiguo Testamento frecuentemente le hablaron directamente a las personas que iban todavía a nacer en el futuro, diciéndoles, ustedes, ustedes, ustedes, aunque no habían nacido. Por ejemplo, observe Isaías 33:17-24; Isaías 66:10-14; Zacarías 9:9, Zacarías 3:17-20 y más, y más, y más. Usted no necesita verlas en este momento. Algunos de ustedes ya están perdidos, pero todos esos pasajes, son muy obedientes, quiero que sepan eso, pero todos esos pasajes y muchos otros, tienen a los profetas hablando de una manera directa a personas que todavía no han nacido, a quienes la profecía se va a aplicar de manera directa. Entonces, hay un privilegio profético al hablar así.

Ahora, habiéndonos colocado en el futuro, entendiendo que estamos viendo el tiempo conocido como la tribulación, eso es lo que nuestro Señor la llama en la Gran Tribulación, un tiempo en el futuro apenas antes de que Cristo venga. ¿Cuáles son las señales? ¿cuáles son las señales para indicar su venida? ¿cuáles son las señales para indicar el establecimiento de su reino? ¿cuáles son las señales para indicar el final de la época del hombre, y el comienzo del reino eterno, glorioso de Dios? ¿cuáles son las señales? Bueno, en primer lugar, recordamos el versículo 8, él nos da el principio de esas señales. Apenas el principio de los dolores de parto. ¿Se acuerda usted de lo que le dije?

Comienzan más bien lento, comienzan lento, se vuelven más rápido, más rápido, más rápidos, más rápidos hasta que finalmente al final simplemente es un holocausto de cosas explotando por todos lados. Si usted estudia por ejemplo el libro de Apocalipsis, usted ve el desarrollo, como se abren los sellos y los seis sellos se abren y después el séptimo, y del séptimo sello vienen siete trompetas, siete trompetas. Y saliendo de la séptima trompeta vienen siete copas de ira derramadas sobre la tierra. Y hay una velocidad que se incrementa, los sellos cubren un período de años parece, las trompetas un período quizás de semanas, y las copas quizás un período de horas y días conforme los dolores de parto se vuelven más y más cercanos, más comprimidos, más concurrentes al final.

Entonces, vamos a comenzar con el Señor en el sermón, viendo el principio. Y al principio habrán seis dolores de parto. Seis. Le voy a dar uno esta mañana, y las otras cinco esta noche. Voy a dar únicamente una. La primera es engaño, engaño. Ahora, no estamos diciendo que no hay engaño en la actualidad, no estamos diciendo que no hubo engaño en ese entonces, siempre ha habido engaño, y engañados. Siempre ha habido personas que vienen en el nombre de Cristo, en el nombre de Dios, para desviar a la gente. Siempre ha habido cristos falsos, y siempre los habrán, pero no como los habrá en el fin. Todo es incrementado, intensificado, y escala.

Y aunque el discurso del Monte de los Olivos no trata con el rapto de la iglesia, tenemos que acudir a las epístolas para eso, esto no trata con eso, aunque el discurso del Monte de los Olivos no trata con el rapto de la iglesia, eso no quiere decir que no hay rapto. Y creemos que la iglesia de Jesucristo será arrebatada y todas estas cosas que se llevarán a cabo, se llevarán a cabo después de que la iglesia se halla ido, y después de que el Espíritu Santo quite su poder de refreno y deje que todo el infierno se suelte. De tal manera que la maldad de este engaño va a exceder a todos los otros engaños. Las maldades de estas guerras van a exceder a todas las otras guerras, las maldades de estos conflictos van a exceder a todos los otros conflictos, la maldad de este odio y este homicidio va a exceder a todo el odio y homicidio cuando no quede refreno alguno en el mundo para refrenar la maldad del hombre.

Entonces, estamos viendo una época cuando el engaño llega a su clímax. Y esa es la primera marca, la primera señal del principio de dolores. Y Jesús le respondió, versículo 4, les dijo: “Guardaos”, literalmente blepete, o mirar, mantengan sus ojos abiertos, que nadie os engañe, no sean engañados, no sean engañados, van a haber personas en ese período de tiempo que están buscando respuestas, el mundo va a comenzar a desintegrarse, la maldad va a desbordarse, la maldad se va a desbordar de manera absoluta. De hecho, inclusive nos dice en el versículo 12, “porque la piedad abundará.” Piensa que está mal ahora, ni siquiera puede concebir como será en ese entonces, cuando todo el infierno se desate en la tierra, y la iglesia ya no esté, y el que refrena no esté aquí. Y entonces, él dice, “Mirad, debido al engaño. No dejen que nadie los engañe.” Y aquí hay un mundo que simplemente se está desintegrando, aquí hay un mundo que está desmoronando, aquí hay un mundo en dónde el afecto natural ya se acabó, de acuerdo a lo que Pablo le dice a Timoteo. Un mundo en dónde todas las relaciones sociales se han desmoronado, un mundo que está en caos económico, un mundo que está viviendo en un pecado desenfrenado y todo comienza a desmoronarse, todo comienza a colapsarse, y ese mundo está buscando líderes, y ese mundo está buscando a mesías y a salvadores y a libertadores, y tan pronto como comienzan a clamar por ese tipo de líderes van a haber mesías falsos por todos lados que se van a ofrecer como la solución. Y dice en el versículo 5, “muchos”, ¿lo ve ahí? “muchos vendrán en mi nombre diciendo yo soy el cristo.” Van a estar por todos lados y engañarán a muchos. ¿Cree que tenemos a nuestros engañadores en la actualidad? Y los tenemos, y tenemos a nuestros cristos falsos y mesías falsos por todos lados, siempre han existido pero nada como van a existir en esa época desesperada, desesperada.

Y entonces, él dice, “No seáis engañados. Van a venir en el tiempo final muchos que los engañarán, que querrán que ustedes crean que son el cristo, y vendrán en mi nombre”, él dice, “diciendo que son el mesías.” Este discurso del Monte de los Olivos, partes del mismo también están registradas en Marcos 13, y Lucas 21. Y en Lucas 21:8, Lucas registra, “Y él dijo: Guardaos que no seas engañados, porque muchos vendrán en mi nombre diciendo yo soy cristo.” Y Lucas añade, “el tiempo se acerca”. En otras palabras, van a decir, es el tiempo para mi reino, es el tiempo para mi reino.” El Señor dice, “No vayáis en pos de ellos”. Van a venir y van a decir, “Yo soy el Cristo, es el momento de mi reino.”

Sabe una cosa, los hemos tenido, muchos de ellos, pero no como será en ese día en un mundo que está en desesperación absoluta, en un mundo que esté clamando por libertadores y líderes, en un mundo dónde los hombres todavía están inclinados a la religión. Tenemos una inclinación muy religiosa en nuestra naturaleza, y van a buscar a líderes religiosos, y va a haber una proliferación de fraudes y charlatanes y mesías falsos. De hecho, vea el versículo 23, “Si alguno os dijere, ‘he aquí el cristo, he ahí el cristo’. No le creáis porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y hará grandes señales y maravillas para que, si fuera posible, “engañarán hasta los escogidos.”

En otras palabras, no van a ser simplemente como algunos de los maestros falsos en esta era, van a poder hacer señales y maravillas, van a poder hacer magia, van a poder hacer obras sobrenaturales inspiradas por demonios que van a cautivar la atención del mundo. Y ésta multitud de cristos falsos en últimas van a culminar en un cristo falso conocido como, ¿quién? el anticristo. Y él va a ser el epítome de los cristos falsos. Él va a ser el individuo definitivo en quién morará Satanás. Y Daniel lo llama el pequeño cuerno, y el rey con el rostro fuerte, el rey obstinado. Y Juan lo llama la bestia, y Pablo lo llama el hijo de perdición y hombre de pecado. Y él viene como la culminación de todos los cristos falsos, y él es tan convincente y tan engañoso que en Daniel 9:27 dice, inclusive Israel como nación hace un pacto con él, y entra en una asociación con él creyendo que es su liberador. Así de engañador es. Y todas las naciones del mundo son engañadas por él, y vienen bajo su poder. Él engaña a muchos.

De hecho, la Escritura nos da mucha información acerca de él. En Daniel capítulo 8, en el versículo 23, simplemente escuche conforme le leo esto. “En los últimos días en el tiempo del reino, cuando los transgresores lleguen a plenitud”, ¡qué afirmación! Cuándo los transgresores lleguen a plenitud. ¿Sabe usted porque la historia humana espera? ¿Sabe usted porque Dios no interviene? Él está esperando para que la transgresión llegue a su plenitud. Es como si Dios quiere darle al pecado todo lo que el pecado necesita para condenarse a sí mismo, y después eliminarlo de la existencia para siempre. Es como si el pecado tiene que correr, llegar a su fin, al fin de su carrera. Y entonces en ese día, cuando los transgresores lleguen a su fin, un rey con un rostro feroz, o violento, y un entendimiento de ideas oscuras, se levantará.”

¿Qué significa entendimiento de oraciones o ideas oscuras? Él tiene comunión con los demonios y los diablos del infierno, él es un médium que contacta a los espíritus y su poder será poderoso, y no por su propio poder, es el poder del infierno. Y él destruirá con asombro o maravilla, un conquistador sorprendente, y él prosperará y continuará y destruirá a los poderosos, y al pueblo santo. Y mediante su política él va a causar que el engaño prospere en su mano, él será un engañador muy eficaz. Y él se magnificará en su corazón, y mediante la paz destruirá a muchos. Él usa la paz, él usa la negociación para consumir al mundo y traerlos bajo su poder.

Él es descrito, por cierto, en Apocalipsis 6, conforme la tribulación se desarrolla, lo primero que sucede, el comienzo de los dolores de parto de Apocalipsis 6, es el mismo comienzo de los dolores de parto como lo encontramos aquí en Mateo 24. Mateo 24 dice, primero, “Guardaos de los engañadores”, Apocalipsis 6 dice, “Conforme la tribulación comienza vendrá un jinete sobre un caballo blanco conquistando. Él tiene un arco sin flechas, ¿qué significa eso? Que él intimida, pero nunca dispara, conquista con paz.

Entonces, el comienzo de los dolores de parto es engaño, cristo falso. Eso es Mateo 24. Y al comienzo de la tribulación, Apocalipsis 6, paz falsa. Un jinete falso, sobre un caballo blanco que está imitando al jinete verdadero sobre el caballo blanco de Apocalipsis 19, quién es ¿quién? Cristo Jesús. Y entonces, Daniel ve lo mismo. En el último tiempo cuando la transgresión ha llegado a su clímax, entonces viene este rey, él viene en poder, él hace cosas sorprendentes, él trae poder para sí mismo mediante la paz, y está en contra del Príncipe de príncipes. Está en contra de Cristo. En el capítulo 11 de Daniel encontramos inclusive a más de él. En el versículo 36, él es llamado ahí el rey, que hace según su voluntad, o el rey voluntarioso, y claro él viola la voluntad de Dios. Él se exaltará a sí mismo, se magnificará a sí mismo sobre todo Dios. Él habla cosas maravillosas en contra del Dios de dioses, y prospera hasta que la indignación sea cumplida. Hasta que aquello que sea determinado se haga. Él simplemente sigue hasta que la ira de Dios haya seguido su curso, y ese es el fin de él, pero en ese entonces él va a hacer cosas maravillosas, él va a blasfemar a Dios, dice que, “él honrará al dios de las fortalezas”, en el versículo 38, “y un dios a quien sus padres no conocieron; él honrará con plata, con piedras preciosas y cosas agradables.” Él levanta nuevos dioses. Él es un anticristo idólatra.

Y entonces, su engaño es increíble. De hecho, su engaño es descrito con mayor detalle en Apocalipsis capítulo 13. Y ahí Juan lo ve no como alguien con un rostro violento, y no como un rey voluntarioso sino con otra perspectiva, como una bestia. Él es una bestia que se levanta del medio de las naciones y el simbolismo es muy vívido, él es una bestia poderosa, él es una bestia devastadora. De hecho, en el versículo 4, la gente dice, ¿quién es como la bestia? ¿quién puede hacer guerra con él? “Y se le dio una boca que hablaba grandes cosas y blasfemias y poder le fue dado para continuar por 42 meses.” Eso son tres y medio años. Él va a seguir por tres y medio años. Así es como el fin comienza. Comienza con él y sigue por 42 meses o tres y medio años, la segunda mitad de la septuagésima semana de Daniel, ese período de siete años, el que se habla en Daniel 9:27.

Cómo puede ver, Daniel dijo que todavía hay una semana de tribulación. Una semana es una semana de años, siete años. La mitad, a la mitad este anticristo adopta su lugar y durante los últimos 42 meses o tres y medio años él se sienta en gran poder. Él abre su boca, y dice en el versículo 6, y él habla blasfemia en contra de Dios. Él blasfema el nombre de Dios, el tabernáculo de Dios, y aquellos que moran en el cielo. Y a él le es dado el hacer guerra con los santos, y vencerlos y poder le fue dado sobre todas las lenguas, todas las naciones, y todos los que moran sobre la tierra lo adorarán. ¿Puede imaginarse usted un engaño así? El mundo literalmente cree que este es el mesías, este es el salvador, el cual el mundo ha anhelado por tanto tiempo ver.

Y junto con él, en el versículo 11, del capítulo 13, hay otra bestia conocida como el falso profeta, él tiene todo el poder de la primera bestia y él hace que la tierra y todos los que moran en ella adoren a la primera bestia. “Y él”, versículo 13 “hace grandes maravillas, hace que fuego descienda del cielo”. Versículo 14 dice que “él engaña a aquellos que moran sobre la tierra.” Entonces Jesús dice, “Miren, mantengan sus ojos abiertos al final para que no seas engañados, porque van a venir cristos falsos en mi nombre, diciendo ‘Yo soy el cristo’, que engañarán a muchos.” ¿Cuántos? Al mundo entero. El mundo entero. No dejen que les pase. ¡Qué advertencia! ¿Y quién está detrás de este engaño? El engañador antiguo mismo. Apocalipsis 12:9 dice, “el dragón, la serpiente antigua, el diablo y Satanás que engaña al mundo entero.”

Un pasaje más, 2 Tesalonicenses 2, vamos a cerrar con esto. 2 Tesalonicenses 2, “Y ahora os rogamos hermanos por la venida de nuestro Señor Jesucristo, y por nuestra congregación a él, que no seas sacudidos en mente, oh turbados ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta, como si viniera de nosotros, diciendo que el día del Señor había llegado.” Alguien les estaba diciendo a los tesalonicenses el día del Señor ya había comenzado, que estaban ahí, y él dice, “No lo crean. No sean molestados por nadie, ni por carta, ni nada, ni nadie, ni un espíritu, ni nadie, que nadie los haga pensar que hemos entrado al día del Señor.”

¿Por qué? Versículo 3, “Que nadie os engañe, de ninguna manera, porque ese día no puede venir a menos de que primero venga una apostasía y que el hombre de pecado sea revelado, el hijo de perdición.” Y Pablo está en línea con Daniel, y Pablo está en línea con Jesús, y Pablo está en línea con Apocalipsis, y diciendo exactamente lo mismo. Antes de la venida del Señor se llevará a cabo la revelación de este hombre de pecado, el hijo de perdición, el rey voluntarioso, el rey con el rostro violento, la bestia que engaña al mundo. Él se opone y se exalta a sí mismo sobre todo aquello que es llamado dios, o que es adorado, de tal manera que él como dios, se sienta en el templo de Dios, mostrándose a sí mismo como si fuera dios.

Y dice, versículo 8, “Entonces ese impío será revelado.” Versículo 9, “Inclusive aquel cuya venida es según la obra de Satanás, con todo poder y señales, y maravillas mentirosas y con todo engaño en injusticia en aquellos que perecen.” Él viene y engaña al mundo entero. Cómo puede ver la Biblia es tremendamente coherente. Todo, esa segunda mitad de la tribulación, los últimos tres y medio años comienzan con la ascendencia del mesías falso. Antes de él, habrán muchos de ellos, e inclusive quizás durante su reinado muchos de ellos peleando en contra de él, sin éxito.

Entonces, la primera señal del fin de la época del hombre es el engaño. Engaño que es tan eficaz, que literalmente en últimas, resulta en el engaño del mundo entero. Y no es sorprendente que el Señor dice, “Más vale que tengan cuidado.” Ahora, hay cinco señales más que únicamente son el principio que suceden en la primera parte de la gran tribulación. Y vamos a ver cuáles son esas cinco que quedan en esta noche, así que, no se lo pierdan.

Inclinémonos en oración. Permanezca por tan solo un momento, conforme cerramos. Y algunos de ustedes podrían estar diciendo, “Bueno, oigo lo que estás diciendo, pero ¿qué significa todo esto? ¿cómo se aplica a mí?” Permítame decirle algo. En primer lugar, si usted es un cristiano, debería regocijarse, porque Jesús viene y porque el pecado será terminado, se acabará. Debería regocijarse. Debería estar emocionado porque la naturaleza de Dios ya no será deshonrada, difamada y blasfemada. Debería emocionarle que el anticristo, la bestia, el falso profeta, Satanás mismo será arrojado para siempre en el lago de fuego, con todos los que rechazan a Cristo y los que odian a Dios de toda la historia.

Debería estar emocionado porque Jesús será exaltado y adorado por los siglos de los siglos. Pero al mismo tiempo deberíamos estar tristes porque cuando eso suceda habrá juicio, vendrá el juicio de los impíos, y serán expulsados para siempre de la presencia de Dios, perdidos para siempre. Perdidos para siempre. Dice usted, “Bueno, quizás no sucederá.” Sucederá. Y Jesús simplemente se aseguró de que no dudáramos de eso al colocar en la profecía la destrucción de Jerusalén, cuando él dijo que ninguna piedra quedará sobre otra.

En el 70 d.C. unos 30 años más tarde, eso sucedió. Ninguna piedra quedó sobre otra.

Y leí esta semana en Josefo que el comandante en jefe, Tito Vespasiano, se puso de pie en medio del templo y les gritó a sus soldados que no hicieran eso, pero lo hicieron de cualquier manera. Tito, sin duda alguna, representó a Satanás tratando de detener la profecía, evitando de que fuera cumplida, pero Dios fue más poderoso que Satanás. Y Dios había permitido que el odio apasionado de esos romanos en contra de los judíos, los llevaran al punto en que rechazaron los mandatos de su propio general, y despedazaron eso en contra de los mandatos de su propio general. Los propósitos de Dios no pueden ser detenidos, y así como el templo fue destruido y ninguna piedra quedó sobre otra, y eso es exactamente lo que pasó, así estas cosas van a suceder exactamente como lo dijo.  Y cuando sabemos eso, sabemos que la historia está bajo el control de Dios, y el destino está bajo el control de Cristo.

Y entonces, nos regocijamos, por un lado, por ese destino inevitable y por otro lado tenemos tristeza por lo que vendrá para aquellos que no conocen al Salvador. Pero ciertamente no lo tomamos como mera curiosidad, eso sería la culminación de la insensatez. Entonces, por un lado, si usted conoce al Salvador, regocíjese. Y, si no lo conoce, tema a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno, y venga al único que puede salvar, al Señor Jesucristo, quien ha muerto por usted y ha resucitado, y le ofrece perdón, vida eterna, y bendición en su cielo.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2020 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

1/9 – Señales antes de la venida de Cristo, 1ª Pte.

Gracia a Vosotros

Serie: ¡Jesús viene!

1/9 – Señales antes de la venida de Cristo, 1ª Pte.

John MacArthur

Comenzando esta mañana tenemos el privilegio de comenzar una serie que he estado esperando por muchos, muchos años y ese es un estudio de Mateo 24 y 25. Conocido comúnmente como el discurso del Monte de los Olivos, porque es un sermón dado por nuestro Señor a sus discípulos en el Monte de los Olivos. El tema de este gran sermón es la segunda venida de Jesucristo. Es un sermón predicado por nuestro Señor acerca de su venida, y el fin de la época actual y el establecimiento de su reino.

A cualquier maestro expositivo de la Biblia le encantaría estar en este pasaje, y ciertamente estoy emocionado por estar aquí. Y tengo el sentimiento de que vamos a estar aquí por un rato, porque hay tanto en Mateo 24 y 25 que estudiar. El sermón entero es motivado por la pregunta de los discípulos. La respuesta que el Señor da es la respuesta más larga a cualquier pregunta registrada en el Nuevo Testamento. Sus principios son absolutamente esenciales para cualquier entendimiento del futuro, y yo espero que conforme avancemos, usted esté tan emocionado como yo lo estoy al estudiar estas verdades tremendas acerca del Señor Jesucristo.

La Biblia dice mucho de ella, los profetas del Antiguo Testamento, en particular Isaías, Ezequiel, Zacarías, el Nuevo Testamento, el libro de Apocalipsis, y estamos familiarizados a un grado u otro con lo que la Biblia tiene que decir acerca del futuro. El núcleo de gran parte de estos se encuentra en las profecías de Daniel, especialmente cuando se comparan con Apocalipsis. Y creo que algunas veces, todas esas búsquedas por estudiar Mateo 24 y 25 en cierta manera no es considerado. Sin embargo, cuando tratamos con nuestro Señor al habla de este tema, esto es lo que Él dijo, y en mi mente, por lo tanto, debe ser tratado con un énfasis tremendo. Es la enseñanza misma de nuestro Señor acerca de su regreso en gloria, pata establecer su reino. Y vamos a verlo conforme cubrimos los capítulos 24 y 25.

Ahora, también quiero decir que estos son capítulos de los que se habla mucho, y creo que son capítulos que son entendidos de manera equivocada en muchos casos. Hay muchos, muchos, puntos de vista diferentes, interpretaciones diferentes de esto, y conforme usted lo estudia de nuevo como tantas cosas en la Escritura, me parece que no es tan complejo como la gente tiende a presentarlo, sino que más bien se desarrolla de manera relativamente simple para mí. Confieso que podría ser mi problema, porque eso me sucede con mucha frecuencia, veo las cosas y en cierta manera, simple. Pero trato de colocarme en el lugar de los discípulos, quienes no eran los hombres más profundos como cualquier estudiante de la Biblia debe saber, y quienes recibieron por lo menos por parte de nuestro Señor, por lo menos el beneficio de la duda al entender estas cosas.

Y entonces, yo creo que podemos entender Mateo 24 y 25, y creo que podemos entenderlos de la manera más clara, más simple, más directa. Y creo que puede tener un efecto muy profundo que abarca muchas áreas de nuestras vidas. También creo que vamos a encontrar algunas de las verdades más emocionantes y más ricas que jamás hemos enseñado, que jamás hemos aprendido, y vamos a ver esto conforme avancemos. Pero una cosa que cualquier persona que expone la Escritura sabe que algunas veces usted simplemente tiene que tratar con los detalles. Algunas veces, en cierta manera tiene que colocar el marco general. Y ahí es dónde nos encontramos en ésta mañana, realmente necesito establecer un cimiento para que podamos entender adónde vamos en este mensaje en particular de nuestro Señor, este gran discurso, este gran sermón acerca de su venida.

Y entonces, en esta mañana, lo que me gustaría hacer es ver si puedo colocar en su mente el cimiento que va a hacer que esto realmente tenga sentido conforme lo estudiamos. Todo mundo tiene curiosidad por el futuro, digo, es obvio, todos nosotros lo somos. Por una u otra razón nos gustaría ver hacia adelante, nos gustaría saber lo que no conocemos, casi a cualquier persona le gustaría saber cómo va a ser su vida en el futuro. Y hay personas a quienes les gustaría saber lo que va a pasar en la economía para que pudieran realizar las inversiones correctas. Hay muchas razones para querer entender el futuro.

Y entonces, el hombre siempre ha buscado entender lo que no es conocido acerca del futuro. Hay una atracción por entender eso. La preocupación con cosas futuras no solo está limitada a aquellos que estudian la Biblia, de ninguna manera. A lo largo de toda la historia humana, de religión a religión ha habido videntes y profetas y brujos, y médiums y futuristas, personas que adivinan el futuro, líderes religiosos y todo tipo de personas que siempre están tratando de saltar al futuro, por así decirlo, y tener un panorama de lo que está pasando ahí, y después regresar para reportarle a la gente como puede mejor enfrentar el presente al entender algo del futuro.

Los judíos del día de Jesús no eran diferentes, querían conocer también el futuro y tenían sus razones. Digo, estaban cansados de ser oprimidos, estaban cansados de estar bajo el pulgar de alguna nación que los controlaba. En todo sentido eran un pueblo noble y todavía lo son. La línea judía de la humanidad es de hecho una línea noble de personas, no son un grupo de personas que no tiene lo que se necesita para ser autónoma. No son un pueblo que no puede gobernarse a sí mismo y crear su propia sociedad significativa y hacer contribuciones. Realmente no necesitan ser súbditos de alguien más, pero eso es exactamente dónde la historia los ha encontrado para la mayor parte de su vida.

Y entonces, para cuando usted llega al tiempo de Jesús están ansiosos por ver que cese la opresión que los ha plagado a lo largo de todo el período de tiempo que la Biblia llama “los tiempos de los gentiles”, hasta ese punto. También anhelan ver la venida del Mesías, porque saben que cuando el Mesías venga, Él va a hacer que todo esté bien. Él va a derrocar a los opresores, Él va a arreglar lo que tiene que ser arreglado, va a establecer el reino de nuevo en Israel y las cosas van a ser como Dios prometió que debería ser y serán.

Y entonces están llenos de expectativa escatológica. Escatológica viene de la palabra ‘escatos’ en el griego, que significa ‘lo último’. Entonces, es el estudio de las ultimas cosas. Y los judíos realmente estaban preocupados por las ultimas cosas, estaban cansados de toda dificultad. Habían experimentado la opresión asiria, cuando fueron llevadas las diez tribus del Norte. Habían experimentado la cautividad babilónica, cuando el reino del Sur, Judá fue llevada cautiva. Habían pasado por el gobierno persa y el gobierno griego y ahora la opresión romana, y estaban cansados de todo eso. Y en sus espíritus, como lo expresaron en Juan 8 a Jesús, nunca fueron siervos de ningún hombre. Estaban esperando el día en que serían libres de nuevo, y serían gobernados de nuevo por un rey justo, y conocerían el reino que Dios les había prometido con el florecimiento de todas sus bendiciones prometidas en el Antiguo Testamento.

Y leyeron el Antiguo Testamento, y sabían que el Antiguo Testamento hablaba de un futuro lleno de esperanza y brillo, sabían que el Antiguo Testamento hablaba de que Dios establecería un reino. Sabían que debían esperar a un ungido, un rey, un Mesías, en el griego un Cristo que vendría y establecería el gobierno de David, de nuevo en la tierra. Y anhelaban que eso viniera. Un tiempo cuando la justicia y la paz prevaleciera, un tiempo cuando Jerusalén viviría en prosperidad y seguridad y no solo durante un tiempo breve sino por los siglos de los siglos, como el profeta Isaías les había dicho. Anhelaban ver ese día, cuando la restauración del reino fue dada como Dios había prometido que sería dada.

Y entonces estaban llenos de esperanza para el futuro, y sin duda alguna leían con gozo los profetas del Antiguo Testamento, sin duda alguna se regocijaban conforme esperaban lo que Isaías dijo que en el capítulo 9 pasaría cuando dijo que vendría uno, el gobierno del mundo sería sobre sus hombros, y el gobernaría y reinaría. El sería llamado Maravilloso, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz, y la duración de su gobierno y paz no tendría fin sobre el trono de su padre David para ordenarlo y establecerlo por los siglos de los siglos, con justicia y demás. Realmente entendieron eso. Se emocionaban por eso. Debieron haber leído Isaías 11:1 de que vendría un renuevo de la raíz de Isaí, quien fue el padre de David. ¿Otro como David? No. Si no uno como David, un rey como David, quien reinaría en un tiempo próspero.

Y este en particular, que sería como David, dice en Isaías 11:2, seria ungido con el poder séptuple del Espíritu Santo. Y conforme usted avanza a lo largo de ese onceavo capítulo debieron haberlo leído muchas veces, y habrían visto todas las cosas que vendrían. Y debieron también leído Jeremías capítulo 23, capítulo 30. Y habrían leído de como vendría uno que se sentaría sobre el trono de su padre David, y reinaría y gobernaría. E Israel sería de nuevo la flor que debería haber sido, floreciendo de manera plena, y en gloria plena bajo la bendición de Dios. Y debieron haber leído Zacarías, porque Zacarías habla de eso en particular en el capítulo 14. Y ciertamente conocían Daniel, y debieron haber sabido que en Daniel estaba la promesa de un gran holocausto al final, pero ese holocausto no sería el fin porque vendría una piedra no cortada con mano, que establecería un reino eterno en la tierra. Todos estaban conscientes de lo que los profetas tenían que decir.

Y entonces, para cuando usted llega a la vida de Jesús, hay un escenario muy, muy claro de acontecimientos escatológicos en la mente del judío. Y básicamente habían tomado la enseñanza del Antiguo Testamento de Daniel, y Zacarías, Isaías, y Jeremías, y la habían bosquejado junto con la enseñanza de Ezequiel para darles un flujo entero de cómo sería en el final. Y vemos esto, esta escatología manifestándose en los escritos de ese período de tiempo. Si usted lee los escritos no bíblicos, en torno al tiempo de Cristo, nos ayudan a entender como pensaban los judíos de ese entonces. Esto es muy importante como un trasfondo para nuestro texto. ¿Qué pensaban los judíos que iba a ser el fin del siglo? ¿Qué pensaban que iba a ser la venida del Hijo del hombre, o del Cristo? ¿Cómo pensaban que iba a ser el juicio? ¿Qué acontecimientos esperaban?

Bueno, si tomamos el material que escribieron en ese periodo de libros no-bíblicos, escribieron libros religiosos que no eran bíblicos, por ejemplo, estaba el libro de Enoc, está los Salmos de Salomón, está la Asunción de Moisés, el libro del Jubileo, la Ascensión de Isaías, el Cuarto libro de Esdras, el Apocalipsis de Baruc, el libro de los secretos de Enoc. Y este tipo de libros, los Oráculos Sibilinos, varios libros religiosos revelaban y no eran escritos por Dios, su autor no fue Dios, sino que fueron hombres que daban sus actitudes religiosas, revelaba la manera de pensar de los judíos. Nos dicen como pensaban en ese entonces, y vemos que muchos de estos libros son dominados por cosas escatológicas, por cosas futuras. Y si fuéramos a ver esos libros, encontraríamos algunas creencias fascinantes.

Permítame ver si puedo llevarlo a una fuente que va a bosquejarle esto, esto para mí es un punto fascinante, un hombre llamado Schurer, S-C-H-U-R-E-R, escribió un libro titulado ‘La Historia del Pueblo Judío en el Tiempo de Cristo’. Este hombre, quien no tiene una postura escatológica que promover, por lo menos ciertamente no la postura que nosotros enseñaríamos, nos dice que era lo que los judíos creían en ese entonces, y es fascinante y él la extrae de su literatura contemporánea para saber que estaban escribiendo. Permítame darle la secuencia. En primer lugar, Schurer dice que los judíos creían que antes de que el Mesías viniera habría un tiempo de tribulación terrible, de tal manera que antes de que el Mesías llegue, habría un tiempo de dolores de parto. Así como una mujer tiene dolores de parto, inmediatamente antes de que la vida salga de su vientre, así también antes de que el reino del Mesías sea establecido, la nación sufrirá algo de tribulación, algo de dolor.

Ahora, ellos podrían haber entendido eso simplemente al leer el capítulo 14 de Zacarías, porque de hecho eso es exactamente lo que dice ahí. Y vemos que eso era lo que estaban pensando al leer por ejemplo el Segundo libro de Baruc, en el cual dice, “Y honor será convertido en vergüenza y fortaleza será humillada en menosprecio y la belleza se convertirá en algo feo, y la envidia se levantará en aquellos que no habrán pensado en sí mismos, y la pasión cautivará aquel que es pacífico y muchos serán agitados y se enojarán buscando lastimar a muchos y levantarán sus ejércitos para derramar sangre y al final perecerán junto con ellos.”

Entonces, ellos esperaban un tiempo de desmoronamiento terrible de la moralidad, un tiempo cuando el honor y la decencia serían despedazados, un tiempo cuando el mundo a su alrededor estaría lleno de guerra, y habría un caos moral, físico en el mundo, y esto sería un dolor de parto que traería al Mesías. En el Cuarto Esdras, otro de sus libros que nos dice que pensaban, dice que habría terremotos, un tumulto de pueblos, planes de naciones, confusión de líderes, y turbulencia en los príncipes.

Además, en los Oráculos Sibilinos dice, “Del cielo caerán espadas ardientes a la tierra, luz vendrá con flashes en medio de los hombres, y la tierra, la madre universal se sacudirá en estos días, y la mano del eterno y los peces del mar, y las bestias de la tierra, y las tribus incontables de cosas voladoras y todas las almas de los hombres, y todo mar se sacudirá ante la presencia del Eterno y habrá pánico. Y las cumbres de montañas más altas, y los montes de los gigantes se despedazarán, y el abismo será visible para todos y las cumbres altas y los montes sublimes estarán llenos de cuerpos de muertos y habrá rocas de sangre y todo torrente inundará la planicie, y Dios juzgará a todos con guerra, y la espada, y habrá azufre desde el cielo, sí, piedras y lluvia, y granizo incesante y doloroso, y la muerte estará sobre los cuadrúpedos, sí, la tierra misma beberá de la sangre de los que perecen, y las bestias se saciarán de carne.”

Ahora, usted podría pensar que este hombre habría estado leyendo el libro de Apocalipsis, pero no habría sido escrito aún. Vieron un tiempo futuro de turbación, de tribulación tremendos por todo el mundo. De hecho, esperan en el Mishna, que la arrogancia se incrementa, la ambición se dispara, y la vid da fruto, sin embargo, el vino escasea. El gobierno se vuelve a la herejía, no hay instrucción, la sinagoga está entregada a la impiedad, Galilea es destruida, Gablan desierta, los habitantes de un distrito van de ciudad en ciudad, sin encontrar compasión. La sabiduría de los eruditos es odiada, el piadoso es menospreciado, la verdad está ausente, los hombres insultan a los hombres mayores, los hombres mayores están en la presencia de los niños. El hijo menosprecia al padre, la hija se rebela en contra de la madre, la nuera en contra de la suegra, y los enemigos de un hombre son sus compañeros en casa. Eso es del Mishna.

Ahora, no lo sabían, pero eran pre-milenialistas, esperaban la Tribulación. Entonces, un tiempo que precedía a la venida del Mesías sería un tiempo de turbación alrededor del mundo. La segunda cosa que tenían en su escatología era que en esta turbación vendría un precursor y un heraldo, anunciando la llegada inmediata del Mesías y sería como Elías. Cómo el Mesías no es David, sino como David, así el precursor no es Elías, sino como Elías. Como el rey mismo viene en el espíritu, por así decirlo, y el poder de David, inclusive a un grado mayor, así el precursor viene en el espíritu y poder de Elías, inclusive a un grado mayor.

Y entonces, esperaban que uno como Elías viniera, esa es la razón por la que inicialmente fueron tan atraídos a Juan el Bautista, porque era tan parecido a Elías. Y Juan el Bautista habría sido ese Elías cumpliendo esa profecía si hubieran recibido a Jesucristo y su reino. Pero debido a que lo rechazaron, y el reino fue pospuesto, por lo tanto, tiene que haber otro como Elías previo a la segunda venida del Rey. Y entonces, los judíos no necesariamente viendo todo lo que les acabo de decir, vieron que vendría uno como Elías, quien anunciaría la venida del Mesías. De hecho, la ley oral judía establecía que, si se disputaba dinero, propiedad, y se desconocía al dueño, o cualquier cosa que se encontrara cuyo dueño era desconocido, debía esperar, y cito “Hasta que Elías venga” porque él corregiría todo, para preparar a toda persona para el Mesías.

La siguiente cosa que vieron fue la venida del Mesías. Primero un tiempo de tribulación, después un heraldo, y después la venida del Mesías mismo, el que era el rey. El personaje grande, divino, quien vendría y terminaría la época actual y establecería la época de gloria, el reino, y defendería al pueblo de Dios. La siguiente cosa que vieron en su escatología, de acuerdo con Schurer, es que las naciones se aliarían y se congregarían para pelear contra el Mesías. Sorprendente.

Por ejemplo, en los Oráculos Sibilinos, de nuevo, leemos esta enseñanza judía, “Los reyes de las naciones, vendrán contra esta tierra, trayendo retribución sobre sí mismos, buscarán despojar el altar de Dios poderoso, y de los hombres más nobles, cuando vengan a la tierra. Rodeando la ciudad los reyes malditos van a colocar cada uno su trono, con sus pueblos infieles junto a él. Y después con una voz poderosa, Dios hablará a todas las personas indisciplinadas, ignorantes, y juicio vendrá sobre ellos por parte del Dios Poderoso, y todos perecerán por la mano del Eterno.”

Él ve a todas las naciones congregadas en Jerusalén o alrededor de Jerusalén, todas las naciones congregadas en Israel para pelear contra Dios, levantan a sus propios dioses con todos sus pueblos alrededor de ellos, y en medio de todo ese esfuerzo por pelear en contra de Dios, Dios los destruye a todos. Y en el Cuarto de Esdras dice, “Será que cuando todas las naciones oigan esto, (la voz del Mesías), todo hombre dejará su propia tierra y la batalla la tendrán uno contra el otro, y una multitud innumerable se congregará deseando pelear en contra de Él.” Todas las demás guerras van a detenerse. Y todo mundo va a ir a pelear contra el Mesías. Ahora de nuevo, ésta fue la creencia judía en la época de Cristo de acuerdo con Schurer, y es exactamente lo que la Biblia enseña, exactamente lo que entendemos a partir de los profetas del Antiguo Testamento, y del libro de Apocalipsis también.

Ahora eso nos lleva a la siguiente cosa que enseñaban en su escatología, y eso es que el resultado de esa batalla en contra del Mesías sería destrucción total de todas estas naciones. Habría una devastación total de las naciones que se oponen al Mesías. De hecho, Filo dijo que el Mesías, y cito, “Tomaría el campo y haría guerra y destruiría a naciones grandes y de mucha población” (fin de la cita). Y en el Cuarto de Esdras, de nuevo dice, “él lo reprenderá por su impiedad, lo reprenderá por su injusticia, los va a menospreciar cara a cara con sus traiciones, y cuando él los haya reprendido, él los va a destruir.” Y en Enoc dice, “sucederá en aquellos dias que ninguno será salvo, ni por el oro, ni por la plata, nadie podría escapar. No habrá hierro para la guerra, nadie puede vestirse con una coraza, el bronce no servirá de nada, y el metal no será estimado, y el plomo no será deseable, y todas las cosas serán destruidas del servicio de la tierra.”

En otras palabras, él va a venir y va a destruir a todas las naciones hostiles de tal manera que su armadura y todas las cosas que usan para protegerse a sí mismas no servirán de nada. Ahora recuerde, no le estoy dando puntos de vista dispensacionales contemporáneos pre-milenialistas, esta es una mirada de Israel en la época de Cristo. Ven la tribulación que viene, después viene el Mesías, después de que haya sido anunciado por su precursor. Cuando él viene es resistido por las naciones a quienes él derrota de una manera devastadora. Después ellos creían que el siguiente acontecimiento sería la renovación de Jerusalén, que habría una renovación completa de Jerusalén. Esta sería la purificación de esa ciudad para que fuera la Jerusalén del gran milenio, la Jerusalén del gran reino, y la Jerusalén de la gran gloria eterna del Rey.

De hecho, en Enoc dice, el libro de Enoc, “Todos los pilares eran nuevos, y los adornos eran más grandes que aquellos de la primera Jerusalén, por así decirlo,” dice. Entonces, vieron esta renovación de toda Jerusalén. El siguiente acontecimiento que vieron, fue que los judíos que habían sido esparcidos por todo el mundo se habían congregado de regreso. Se habían congregado de regreso en la ciudad de Jerusalén. De hecho, hasta el día de hoy la oración judía diaria dice esto en parte: “Levanta una bandera para congregar a nuestros dispersos y congréganos de los cuatro fines de la tierra.” Eso es parte de la oración judía diaria. Esperaban el día cuando el Mesías venga, derrote a todas estas naciones, renueve a Jerusalén, y después congregue a todos los judíos de todo el mundo.

De hecho, en los Salmos de Salomón está escrito, “Toca en Sion en la trompeta, para citar a los santos, causa que sea oída en Jerusalén la voz de aquel que trae buenas nuevas, porque Dios tuvo compasión de Israel al visitarlos. Ponte de pie en las alturas, oh Jerusalén, y ve a tus hijos del este y del oeste, congregados por el Señor desde el norte, vienen en el gusto de su Dios. Desde las islas lejanas Dios los ha congregado, los montes altos él ha humillado en una planicie para ellos. los montes huyeron ante su entrada, los arboles le dieron refugio conforme pasaron. Todo árbol que huele bien, Dios hizo que brotara para ellos, para que Israel pasara en la visitación de la gloria de su Dios. Vístete oh Jerusalén, de tus vestimentas gloriosas, prepara tu túnica santa, porque Dios ha hablado bien para Israel por los siglos de los siglos. Que el Señor haga lo que él ha hablado acerca de Israel, que el Señor levante a Israel por su nombre glorioso, la misericordia del Señor sea sobre Israel por los siglos de los siglos.” (Fin de la cita)

Entonces, ellos ven a Dios venir y congregar a toda persona y trayéndolos de regreso a una Jerusalén glorificada. Este era su sueño. Esto era lo que esperaban en base a los profetas del Antiguo Testamento. El punto es que ellos entendieron a los profetas del Antiguo Testamento de la misma manera en la que nosotros los entendemos. Entendemos la misma secuencia. La gente dice, “Bueno, si eres premilenialista crees en el punto de vista premilenialista. Si crees que Cristo va a regresar después de un tiempo de tribulación para establecer su reino en la tierra esto es algo nuevo.” Esto no es nada nuevo, esto es entender los profetas del Antiguo Testamento exactamente como los judíos del tiempo de Jesús los entendieron.

Y entonces, después de eso creen que Palestina se convertirá en el centro del mundo. Esa era la creencia judía. Palestina se convertiría en el centro de todo el mundo entero, estaría sujeto a esto, todas las naciones serían sujetas, y las naciones vendrían a Jerusalén a adorar al rey. De hecho, en los Oráculos Sibilinos de nuevo, “todas las islas y las ciudades dirán, ¿cómo es que el Eterno ama a esos hombres?” hablando de los judíos, “porque todas las cosas son para bien para ellos y les ayudan. Vengan, caigamos todos sobre la tierra y supliquemos al rey eterno, al Dios poderoso eterno, realicemos la procesión a su templo porque Él es el potentado del alma.”

Entonces ellos creían que el mundo entero se iba a volver súbdito del Mesías, se iba a venir a Jerusalén a adorar a ese Dios. Y finalmente, el último punto en este pequeño flujo escatológico era que vendría una nueva época de paz, y bondad y gloria que duraría para siempre. Ahora, en eso vemos el punto de vista escatológico de los judíos de la época de Jesús. Creían que vendría un tiempo de tribulación, un tiempo de dificultad, un tiempo de problemas, y después vendría un heraldo para anunciar la venida del Mesías. Y después vendría el Mesías. Y cuando el Mesías viniera, las naciones de la tierra se congregarían para pelear en contra de Él, y Él las devastaría y las destruiría. Y después el purificaría la ciudad de Jerusalén. Siga esto con mucha atención, purificaría la ciudad de Jerusalén, congregaría a todos los judíos de toda la tierra, y establecería su reino eterno. Esa era la escatología judía.

Ahora, siga su manera de pensar. Habían estado bajo tribulación, desde su punto de vista, por mucho tiempo, ¿verdad? Digo, habían estado bajo ella. Persas, griegos, y ahora romanos. Y habían visto la opresión romana como un tiempo de tribulación, un tiempo de dificultad y fácilmente podían recordar no mucho tiempo antes de esto, cuando su pueblo había sufrido en el período Macabeo, las profanaciones terribles por parte de Antíoco Epífanes y los griegos. Y entonces, bien podrían haber pensado que la tribulación ya estaba pasando, que la opresión romana, bajo la cual ahora existían, de hecho, era eso.

Y después se aparece Juan el Bautista. ¿Qué cree usted que pensaban ahora? Aquí está el que es como, ¿quién? Elías. Y de pronto viene Jesucristo, y él cura personas, y él resucita los muertos, y él tiene este poder sorprendente para alimentar a las multitudes. Y él es un obrador de milagros, y un obrador de maravillas que expulsa la enfermedad de Palestina durante su ministerio. Y él entra montado a Jerusalén en la Pascua, y ellos arrojan ramas de palmeras y prendas de ropa enfrente de él, y se dicen a sí mismos, “Aquí está, éste es el Mesías.” Y recuerda, ¿qué es lo primero que va a pasar cuando el Mesías venga? Oh, lo primero que va a pasar es que las naciones de la tierra se van a congregar en contra de él, y él los va a destruir.

Y entonces, ellos inmediatamente piensan que él va a iniciar una guerra, y los romanos van a ser los primeros que van a ser destruidos, y el holocausto debe comenzar rápidamente. Y una vez que él acabe con eso, él va a purificar a Jerusalén. Y después él va a expulsar a todos los hipócritas, y a toda la religión falsa y a toda adoración falsa. Y después vamos a ver ese, quizás pensaron del tiempo de Ezequiel, del 40 al 48 en Ezequiel, ese templo glorioso final cuando la adoración verdadera se está llevando a cabo. Y después él va a congregar a todos los judíos de todo el mundo y va a establecer el reino eterno.

Ahora, usted sabe que es lo que está en la cabeza de los discípulos conforme llegamos al capítulo 24, ¿verdad? Éste es el tipo de manera de pensar que hay en sus mentes, y la escena se está desarrollando de manera tan clara, parece, a los ojos de ellos. Dice usted, “Bueno, ¿qué hay acerca de cuándo Jesús les dijo que él iba a morir. Cuando inclusive en el día de la entrada triunfal él les dijo, “A menos de que un grano de trigo caiga a la tierra y muera, permanece solo.” ¿Qué hay acerca de eso? Eso no encaja, no está en su escenario escatológico. No pueden enfrentar eso, rechazan eso. Y siempre están diciendo, no, no, no, eso no puede suceder.

Entonces, no comprenden la muerte de Cristo, no entienden la resurrección de Cristo, únicamente ven la gloria venidera, ¿se da cuenta? Y tienen una perspectiva muy comprimida de Cristo, ven que todo va a pasar cuando él venga la primera vez, no entienden lo que entendemos. El vino una vez y ahora tenemos un periodo largo de tiempo hasta que él regresa. Los profetas del Antiguo Testamento no vieron eso, no hablaron de eso, simplemente vieron a Cristo venir y todo iba a pasar. No vieron el elemento del tiempo ahí, esa es la razón por la que llamamos eso un misterio, porque no fue revelado en el Antiguo Testamento. De hecho, Pablo llama al Nuevo Testamento entero, un misterio escondido desde los siglos pasados, porque desarrolla, presenta un período de tiempo no visto previamente. Misterio, refiriéndose a aquello que estaba escondido.

Entonces, el profeta del Antiguo Testamento vio que todo iba a pasar en un momento y así lo veían los discípulos. Entonces, ellos esperaban hombre, todo va de acuerdo al plan, nuestra escatología está en el tiempo correcto, interpretamos correctamente los profetas del Antiguo Testamento, hemos estado pasando por tribulaciones, nuestra propia experiencia, hemos visto al Elías venir en Juan el Bautista, aquí está Cristo el Mesías, él viene a la ciudad, él acepta nuestros aleluyas y nuestras alabanzas triunfales, y él va en primer lugar a apoderarse del mundo gentil entero en el día de los gentiles, va a purificar el templo, va a congregar a los judíos, va a establecer su reino, todo va a de acuerdo a lo planeado, todo va bien.

Ahora, yo creo que esto es exactamente lo que mantuvo a Judas metido. No creo que Judas realmente creyó que Cristo era todo lo que era, pero él se quedó y cuando oyó el sermón en Mateo 24 y 25 simplemente lo habrá enviado fuera de órbita, él se estaba diciendo a sí mismo, ‘aquí está, vamos a entrar, el reino está aquí y voy a estar ahí, y voy a estar en este grupo más cercano.’ Porque eso era básicamente lo que lo motivaba, avaricia y deseo personal. Y esa es la razón por la que cuando usted llega al capítulo 26, tan pronto como Jesús termina este sermón acerca de toda la gloria, y toda la segunda venida, y todo el fin de la época actual, lo primero que hace, capítulo 26 él terminó todas estas cosas, él le dice a los discípulos, “Vosotros sabéis que después de dos días viene la fiesta de la Pascua, y permítanme decirles esto, el Hijo del Hombre va a ser traicionado para ser crucificado.”

Escuche, cuando él dice eso, esa es la gota que derramó el vaso para Judas, y él está de regreso a dónde estaba al principio. No lo entiende, ¿cómo puedes tener toda esta grandeza de la segunda venida, y toda esta expectativa de todos estos acontecimientos escatológicos que van en línea, y ahora Jesús dice que él va a morir? De nuevo y se acabó sus esperanzas son despedazadas por última vez, él está en un sube y baja, él ya no puede seguir así. Él se cansó entonces, él comienza a traicionar a Jesucristo para obtener el dinero que él pueda conseguir, y salirse. Pero hasta ese momento, él en cierta manera está aguantando, ¿se da cuenta? Porque él está lleno de expectativa, y el discurso del Monte de los Olivos debió haber incrementado y elevado esa expectativa.

Ahora, lo que lo trae al punto medular aquí es el versículo 38, 39 del capítulo 23. Permítame tan solo ver eso por un minuto con usted, Jesús acaba de terminar un día entero en el templo, y la mayor parte del tiempo discutiendo con los líderes religiosos, no hubo mucho argumento. Ellos dijeron algo y él los calló, él respondió sus preguntas con respuestas que los condenaban, y les dio parábolas que los condenaban, pero él acaba de estar en una confrontación con estos líderes religiosos. Se acabó, ya ha terminado con un pronunciamiento de juicio sobre ellos, versículo 38, “Vuestra casa os es dejada.” Y después él dice en el versículo 39, “Desde aquí no me veréis hasta que digáis, ‘Bendito es el que viene en el nombre del Señor.” Él dice, el juicio viene sobre ustedes y después me volverá a ver cuando venga en el nombre del Señor.

Ahora, él viene en el nombre del Señor, le dije la última vez, es un título mesiánico. Así es exactamente como reconocieron a Jesús cuando él entró a la ciudad en la entrada triunfal. Entonces, él les dice, ahora siga esto, los discípulos están escuchando esto, y él está dando su último sermón público a los judíos, y él dice, “Miren, su casa se queda desierta. Y la próxima vez que me vean estaré viniendo en mi gloria.” Eso es lo que él está diciendo. ¿Cómo es que los discípulos oyeron eso? Oh, hemos pasado por la tribulación, el Elías ha venido, el Mesías está aquí, el siguiente acontecimiento es la destrucción de las naciones enemigas, y después la renovación o purificación de Jerusalén, y después la congregación para el reino.

Entonces, cuando ellos lo oyen decir, ‘voy a renovar su casa, y después voy a venir”; realmente piensan que está siguiendo la agenda, y ellos esperan que suceda ahí, claro, la destrucción de las naciones que van a pelear contra él. Ahora recuerde, el pronunció su juicio final sobre la nación de Israel, pero él motivó en el pensamiento de los discípulos, todos estos pensamientos acerca de que ¿aquí estamos? ¿es el momento? Y la pregunta se presenta en el versículo 3, “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y cuál será la señal de tu venida y el fin del siglo?” Como puede ver, ellos son colocados en ese molde, y ellos están pensando, “Aquí está, hombres, ¿cuándo va a ser? Usted sabe, implícito en la palabra cuando, es, ¿hoy o mañana o va a ser el próximo martes quizás? Y ¿cuál es lo que lo dispara? ¿cuál es la señal? Digo, ¿cuál es el primer indicador que nos muestra que aquí estamos? hemos llegado al fin del siglo.

Entonces, como puede ver, aquí es dónde están en su mente, conforme llegamos al capítulo 24. Y leamos los primeros dos versículos: “Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle el templo. Respondiendo él les dijo, ‘¿Veis todo esto? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.” Ahora, están saliendo del templo, ¿verdad? Él acaba de decir, ‘Vuestra casa será dejada desierta.’ No mí casa. Él solía llamarla así. No la casa de mi Padre. Él solía llamarla así. Ahora, es su casa, porque Dios se fue, Icabod. Es correcto, Icabod. Lea Ezequiel capítulo 9, versículo 3; capítulo 10, versículo 4; capítulo 11, versículo 23. Vea como la gloria de Dios se va.

Icabod. Dios no está ahí, no es la casa del Padre, no es mi casa, es su casa. La palabra desierta, eremes, “abandonada en la ruina” es lo que significa, “abandonada a la ruina”. Éste lugar está en abandono. Dios ha partido. Está maldecido, dedicado a la ruina, y ustedes no me volverán a ver hasta que venga en gloria mesiánica plena. Hombre, ¿lo ven entonces? Pero conforme se van tienen una pregunta muy dura que los está molestando. Como puede ver, ellos son hombres comunes y corrientes del campo y ven este templo enorme y es más que un edificio, está rodeado por un muro, está en la parte de arriba de un monte. No sé si usted ha estado ahí, necesita entender. El templo estaba en la parte de arriba del monte y estaba ahí. Ahí hay un área enorme, plana. Y en ese monte había un gran muro que lo rodeaba, y dentro de ese muro había varios edificios y eran parte del área del templo. Y todo estaba en cierta manera apoyado por un muro de contención, particularmente al sur y al oeste. Ese muro de contención iba hacia abajo, y en cierta manera mantenía ese monte en su lugar. Había una pendiente natural en la parte oeste, y una plana en la parte norte. Entonces, esa parte era apoyada.

Entonces, colocaron estos muros enormes de contención en el sur y en el oeste, y sostenía al monte del templo, el cual tenía muros que salían de ahí, allá, de tal manera que, si usted estaba en la parte de arriba del muro, hasta la parte de abajo en dónde el monte del templo estaba, y hasta la parte de abajo del muro de contención por fuera, había una distancia tremenda en la parte del sur. Ahí pudo haber sido el lugar al que Satanás llevó a Jesús, y le dijo que saltara, porque era una caída tan tremenda. Y entonces, esto era algo masivo, era más como un fuerte que nada más.

Y entonces, conforme los discípulos están saliendo del lugar con Jesús, en el crepúsculo del día sin duda alguno, están asombrados de esto. Digo, están acostumbrados a lagos y pequeños montes, y pequeñas casas, y ni siquiera pueden concebir como esto pudo haber sido construido, quizás, aunque lo habían visto en muchas ocasiones. Es tan enorme, es tan inconcebible, es imposible pensar que podría ser construido, mucho menos que podría ser destruido, ¿se da cuenta? Vuestra casa os es dejada desierta, arruinada. Y en cierta manera se les quedó eso, tratando de entender exactamente cómo es que esto va a funcionar.

Y entonces Jesús entiende lo que está en sus mentes, Marcos 13:3, un pasaje paralelo dice que mencionaron grandes edificios. Lucas dice en el capítulo 21, versículo 5, “los edificios estaban adornados de ofrendas”. Entonces, la gente había traído estos tesoros, y estaban colocados por todos lados a su alrededor. Entonces, estaba lleno de tesoro. Tácito dijo que era un lugar de riqueza inmensa, los tesoros recolectados y acumulados, de todos los judíos que los llevaron ahí. Y era una fortaleza excelente, Tácito dice. El Talmud Babilónico dice que el que nunca vio el templo de Herodes, nunca vio un edificio elegante. Y Lucas dice, que fue construido con piedras hermosas.

De hecho, si usted estudia un poco de él, es increíble. Josefo nos cuenta que Herodes construyó el lugar. Herodes, por cierto, no era un judío, y en cierta manera estaba en la mente de los judíos. El hecho de que su templo fue construido por un Idumeo, y a ellos les gustaba pensar que al final sería construido por alguien que no fuera el que no era un judío. No obstante Herodes había construido un lugar bastante sorprendente. Por ejemplo, algunas de las piedras medían 12, por 3, por 3 metros, extraídas de la cantera para que encajaran perfectamente unas con otras. Eso es solo una piedra que era cargada, llevada, ¿y cómo llegaron a elevar una piedra como esa, la cual podía pesar hasta 100 toneladas? es difícil de entender. Y las elevaban en algunos lugares, de hecho, a varios metros de alturas, simplemente muy altos desde la parte de abajo del muro de contención, hasta la parte de arriba que rodeaba el templo. Fue un proyecto enorme. Algunas de las piedras llegaban a medir hasta 24 metros de longitud. Una sola piedra cortada, y cargada.

Y los discípulos están saliendo y viendo esto, y diciendo, ¿cómo es que esto va a ser derribado? Y, ¿cómo es que este lugar tan ocupado, el centro de toda la vida va a quedar desierto y abandonado a la ruina? ¿Cómo es que puede eso llegar a pasar? ¿Cómo es que esto puede ser? Entonces, están dejando el templo, en cierta manera rascándose la cabeza acerca de cómo esto va a quedar desierto. Pero su escatología les dice que así va a ser. Y va a haber un templo descrito por Ezequiel, en el capítulo 40 al 48, probablemente están pensando en eso. Simplemente no saben cómo es que esto puede pasar.

Y entonces, en el versículo 2 él dice, “Vean todas esas cosas, vean todos esos edificios.” Él lee sus mentes, él sabe exactamente lo que están pensando. Se acercaron a él y le dijeron, “Mira todas esas cosas. Mira todos esos edificios, todas esas piedras”. Y ni siquiera llegan a la pregunta, él dice, “Sí, véanlo.” Y después, escuchen esto, “De cierto os digo, que no quedará aquí una piedra sobre otra que no sea derribada.” Ahora, ustedes simplemente pueden ver cómo quedan boquiabiertos. Digo, ni siquiera entienden cómo las subieron, mucho menos como las pueden bajar. Es enorme. Digo, he estado ahí a los pies del muro occidental, en dónde, los cuales son piedras del templo de Herodes. He estado en la esquina suroeste en dónde usted tiene estas piedras angulares del templo de Herodes, y han estado ahí desde el tiempo de Cristo, y no parece que puede haber algo que las pueda mover.

Ahora, usted dice, ‘Bueno, ¿acaso eso no contradice esto?’ No, en absoluto, porque esas son las piedras que detienen el muro de contención. Esas no son las piedras del templo, o el muro que los rodea, son las piedras del muro de contención que contienen el monte ahí. Y si fueran quitadas, usted sabe, el monte se caería. Pero Jesús simplemente dijo aquí, que las piedras en ese lugar van a ser quitadas y no se va a quedar una sobre otra. Y eso es exactamente lo que pasó. Y usted lee Josefo de nuevo, y él dice que todo fue derribado al grado que usted nunca sabría, si usted visitara ahí, que alguien habitó el lugar. Derribaron todo, los romanos, porque sabían que si iban a conquistar a los israelitas de manera eficaz tenían que devastar de manera total toda su orientación religiosa. Y eso es exactamente lo que hicieron.

Entonces, Jesús dice que serán derribadas en una afirmación muy fuerte, no quedará aquí, no quedará aquí es un negativo doble, ni siquiera una sobre otra. Quedará tan desierto y tan destruido, y tan devastado, y eso es exactamente lo que pasó. Y esto, todo lo que esto va a hacer, se están diciendo, ‘Oh’, se están diciendo a sí mismos, ‘Oh, esto realmente está volviéndose emocionante, Jerusalén va a ser renovada. Aquí estamos. La tribulación, ya hemos pasado por esa parte, el precursor ha estado aquí, el Mesías está aquí, él entró en esta entrada triunfal, se identificó a sí mismo, y ahora podemos ver la purificación, la renovación del templo. Y claro, con ello la ciudad implícita. Todo esto está en sus mentes. Y hombre, conforme se van de ese lugar, sus cabezas simplemente están nadando en sus pensamientos. Y están tan llenos de esperanza, y están bajando por la parte de atrás del monte del templo, cruzan por el pequeño valle de Cedrón, en dónde pasa el arroyo, y el manantial y suben por el Monte de los Olivos y ahí suben. Cuando usted llegaba hasta arriba usted descansaba.

Y entonces, conforme van subiendo hasta la parte de arriba están formando su pregunta conforme avanzan. Y Marcos nos dice que es Jacobo, Pedro, Juan y Andrés, los cuatro más cercanos de los doce que están formulando la pregunta para el resto, y para cuando llegan a la parte de arriba se sientan. Y usted puede imaginarse que están sentados ahí, conforme el sol se está poniendo en el oeste. Digo, es una vista espectacular, una de las más espectaculares en el mundo entero, sentarse en el Monte de los Olivos y ver el sol ponerse sobre los edificios blancos de Jerusalén construido en la actualidad de las mismas piedras de las que fueron construidas en esos días. Y en muchos casos la misma arquitectura. Nada más que en esos días, en lugar del Domo de la Roca y la Mezquita de Omar brillando en la parte final en la que se pone el sol habría sido el templo con el oro en la parte de arriba. Y se habrían sentado en el monte y habrían visto esa estructura masiva, y habrían estado pensando, aquí está, aquí está hombre, todo se va a terminar aquí, todo va a llegar a un gran clímax, estamos viviendo en este momento de gloria en la historia de Israel.

Y entonces, a partir de esa pregunta en sus corazones, Pedro, Jacobo, Juan y Andrés, se acercan al Señor, Marcos dice, y le hacen una pregunta. Versículo 3, “Y conforme él se sentó en el Monte de los Olivos, los discípulos vinieron”, y le dije cuales, “en privado”. Ya no hay más ministerio público, vienen solo “y dijeron”, y claro, probablemente significa que Pedro habló, porque Pedro siempre hablaba cuando había algo que debía decirse, él era el vocero. Y en nombre de todos ellos, en particular los cuatro que estaban ahí, “dinos, ¿cuándo serán estas cosas?” dicen. ¿Qué cosas? Bueno, las cosas de las que él acaba de estar hablando. Bueno, ¿de qué acaba de estar hablando? La destrucción del templo, ¿qué más? La deserción de Jerusalén, versículo 38. ¿Qué más? La venida en el nombre del Señor. Versículo 39. Vieron todo como un acontecimiento. El templo es destruido, la ciudad queda desierta, y el Mesías viene en su gloria. ¿Cuándo es que estas cosas? Y ahí ellos ven el juicio que él va a traer sobre las naciones que pelean contra él. Ven como se vuelve a congregar el pueblo de Israel, de todo el mundo. El fin de la época actual, y el establecimiento de su reino.

Entonces, ellos dicen, ¿cuándo serán estas cosas? Y ¿cuál será la señal de tu venida al final del siglo? Cómo puede ver, ellos conectan estas cosas con “tu venida al final del siglo”. Ellos no ven espacio alguno. La destrucción de Jerusalén es parte de todo. Entonces, ellos simplemente, esto es lo más emocionados que han estado, creo yo, en todo el ministerio de Cristo. Digo, como se sentiría usted si pensara que está viviendo en la llegada del reino de Jesucristo en cualquier momento, y él estuviera sentado ahí diciéndole que él va a destruir el templo, va a dejar la ciudad desierta, y la próxima vez que usted lo ve él vendría en gloria viniendo en el nombre del Señor. Hombre, estaban emocionados.

Y entonces, presentan la pregunta, y la pregunta es, ¿cuándo? y ¿qué? ¿Cuál es la señal? Digo, ¿cómo sabemos que va a suceder? Danos el indicador. Algo tiene que pasar primero, ¿qué es? ¿oscuridad? ¿una luz brillante? ¿qué es? ¿un ángel? ¿una trompeta? ¿qué es? ¿y cuando es? Y estaban realmente emocionados y con gran expectativa. Y, sabe una cosa, esto, créalo o no, siguió después de la resurrección. ¿Ha leído Hechos 1, últimamente, después de la resurrección? Ellos dijeron, cuando preguntaron, se reunieron con Jesús, le dijeron, “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Este es el momento, ¿no es cierto? Digo, todavía están preguntando eso. Y la resurrección no terminó eso, simplemente lo incrementó. Digo, cuando él murió quedaron sin esperanza. ¿Quedaron sin esperanza cuando murió? Oh, ¿por qué? Por la esperanza que tenían, ¿lo ve? Y cuando él fue clavado en la cruz, eso simplemente despedazó todo. E instantáneamente quedaron sin esperanza. Y cuando él salió de la tumba, hombre, las luces volvieron a encenderse, y dijeron, “¿es este el tiempo? ¿es este el tiempo? ¿es ahora? ¿es ahora? Porque vivían de manera incesante en la expectativa de que era el tiempo y el reino estaba por venir.

En Lucas 19, inclusive antes de este acontecimiento, versículo 11, “Y conforme oyeron estas cosas, él añadió y habló una parábola, porque él estaba cerca de Jerusalén, y porque ellos pensaban que el reino de Dios aparecería inmediatamente.” Ahí está, Lucas 19:11. Pensaban que el reino de Dios aparecería inmediatamente. Ahora, eso simplemente era saliendo de Jericó, camino a Jerusalén. Vivían en esa expectativa todo el tiempo, y este tipo de palabras de nuestro Señor simplemente incrementaron eso. Entonces, ahora usted entiende, entramos al capítulo 24, y ¿qué están pensando? En este momento es el reino, en este momento es la segunda venida, en este momento es el juicio, en este momento es el establecimiento del reino eterno de la gloria del Mesías, en este momento va a suceder. El punto de este sermón es decirles esto, “Hombres, no es en este momento.” Ese es el punto.

Ahora, usted entiende en Mateo 24 y 25, no es en este momento, están equivocados. Ese es el propósito…mmm. Ahora, regrese al versículo 3, simplemente un par de cosas para concluir. Quiero presentarle la palabra ‘venida’. ¿Qué están preguntando cuando dicen, ‘cuál es la señal de tu venida’? Dice usted, ‘Bueno, están hablando de la segunda venida.’ No. No es así. Cómo puede ver, ellos ni siquiera creían en una segunda venida como tal. No veían distinción alguna, no veían alguna primera venida, después un período largo, segunda venida, ellos vieron fuum…todo sucede, ¿por qué? Porque así es como el Antiguo Testamento lo bosquejó, digo, así sucedía desde el punto de vista del profeta en el Antiguo Testamento. El profeta del Antiguo Testamento vio hacia adelante y comprimió todos los factores de tiempo y simplemente vio al Mesías venir estableciendo su reino y todo eso, no vieron el espacio grande como dije, esa es la razón por la que es llamado un misterio.

Entonces, ellos lo veían como un todo, en un momento. Entonces, no están hablando aquí de una segunda venida. ¿De qué están hablando? Bueno, cuando usted ve la palabra ‘venida’ es la palabra “parousia”. Viene de dos palabras griegas, ‘para’ y el verbo ‘ser’, significa: alrededor, estar presente. La mejor manera de traducirlo podría ser, “¿Y cuál será la señal de tu presencia plena, de que tú estés aquí?” No es tanto la idea que expresa ‘venida’ tanto como que expresa una presencia permanente. La palabra ‘parousia’ es usada cuatro veces en este capítulo, versículo 3, versículo 27, versículo 37 y 39. Y después, habiendo sido usada por Jesús, se vuelve una palabra clave usada por los escritores del Nuevo Testamento. Es usada por Santiago, es usada por Pedro, y es usada por Juan, se vuelve un término técnico para la llegada de Jesucristo para establecer su reino, su segunda venida, su venida en gloria. Pero ellos simplemente están diciendo, ¿cuándo vas a llegar en tu presencia plena? ¿cuándo vas a estar aquí en tu revelación mesiánica plena? ¿cuándo vas a estar aquí para hacer todo lo que esperamos que seas, tu venida?

En otras palabras, el punto es que no tiene que irse él, y regresar, porque el punto de la palabra no es la venida en sí, es la presencia. Entonces están diciendo, ¿cuándo vas a entrar en la plenitud de tu presencia mesiánica? Esa es la idea. “Y,” dicen ellos, “¿cuál será la señal de esto, y del fin del siglo?” Y quiero cerrar al ver esa frase. ¿Qué frase? “El fin del siglo.” Esa es una frase muy, muy clara. Sunteleia tou aionos, es usada cinco veces en Mateo, esa misma frase. “El fin del siglo, el fin del siglo, el fin del siglo.” Y la palabra sunteleia significa, “el fin completo, el fin pleno, el fin final.”  Tele significa “fin”, sunteleia, compuesto teleia significa “el fin completo”.

Entonces, ¿cuál es el fin determinante, final, de la época del hombre, el día del hombre? Es usada también no solo en este versículo sino en Mateo 28:20 cuando Jesús promete que tenemos autoridad y vamos a hacer discípulos, y después él dice, “He aquí, yo estoy con vosotros” ¿qué? “hasta el fin del siglo”, hasta el fin del siglo. Hasta el fin completo estaré con ustedes, pero tres veces más quiero que las vea, Mateo 13, véalas de cerca, muy importante. Mateo 13, versículo 39, la parábola del trigo y la cizaña a la mitad del versículo dice, “la cosecha es el fin del siglo”, el fin del siglo entonces es el tiempo de la cosecha de Dios, Jesús dice, y los que cosechan son los ángeles, la cizaña es recogida y quemada, así será en el fin del siglo. Y es usada de nuevo dos veces en esa parábola. Es el tiempo cuando Dios sale, congrega el trigo y la cizaña la separa. La cizaña es recogida y quemada en el fuego dice en el versículo 42, “Echadlos en el horno de fuego en dónde será el lloro y el crujir de dientes.” Toma el trigo, los justos, y están brillando como el sol en el reino de su Padre.

Entonces, el fin del siglo, para Mateo, es un término escatológico que significa el fin mismo de todo. Cuando Dios viene en juicio completo, final, definitivo y toma a los incrédulos y los envía al infierno y los creyentes van a su presencia. Ahora en el mismo capítulo, versículo 49, esa misma frase es usada de nuevo, “Así será al fin del siglo”, versículo 49, los ángeles vendrán separarán a los impíos de entre los justos, los arrojarán al horno de fuego, … lloro y crujir de dientes. De nuevo es usada al fin del siglo cuando el Señor separa; ahí una gran red es aventada, pescan peces, y como un pescador trae una red con todo tipo de peces, y separa a los que se pueden comer de los que van a ser arrojados, así Dios pesca a todos en una red, los jala, separa a los justos para llevarlos a la gloria, a los injustos para la condenación. Eso vuelve a suceder en el fin del siglo.

Entonces la pregunta de los discípulos tiene que ver con el fin del siglo. Es un tipo de pregunta definitiva. Ahora, usted puede regresar a Mateo 24, por un momento. Le están haciendo preguntas acerca de cosas finales, cosas definitivas, ¿cuándo es que el Mesías va a venir en presencia y gloria plenas? ¿cuándo es que el juicio final, completo y total se llevará a cabo cuando los impíos son condenados y enviados al infierno, y los justos son enviados a la gloria del reino? ¿cuándo será esto? y ¿cuál es la señal que debemos esperar que indique lo que va a pasar? Esa es su pregunta.

Y en todos los acontecimientos hasta este punto, indican que están pensando en lo que llevó a esta pregunta. La respuesta del Señor comienza en el versículo 4. Muy bien, ahora escuche con atención. La respuesta del Señor comienza en el versículo 4, y desde el versículo 4 en adelante, escuche con atención, él está respondiendo a su pregunta, y su pregunta tiene que ver con la venida plena de Cristo y el fin de la época del hombre, y esa es la pregunta que él responde. Él no dice nada acerca de la destrucción de Jerusalén a partir de ahora. Eso estuvo afuera del discurso del Monte de los Olivos en el versículo 2 antes de que la pregunta llegó a ser preguntada. Ese juicio sobre Jerusalén fue para ese período de la historia, para ese tiempo y ese pueblo no regenerado, impío que rechazó a Cristo, y es solo un ejemplo pequeño del tipo de juicio que Dios va a traer al fin del siglo cuando el Mesías venga en gloria plena, y en presencia plena.

Y entonces, lo que él les está diciendo es, “Miren, lo que han visto no es el fin del siglo. Lo que han visto no es preliminar para la venida plena del Mesías en gloria. Permítanme mostrarles lo que es la indicación de su venida plena, permítanme mostrarles cuales son las señales de su segunda venida, permítanme mostrarles lo que indica el fin del siglo, y ese es el tema del sermón en el discurso del Monte de los Olivos. Los toma de dónde están a cómo será el tiempo cuando el Señor venga.

Y entonces, él los levanta de su momento histórico y los lleva al futuro lejano, un futuro en el cual no hemos entrado aún. Y describe todos los acontecimientos que rodean la venida del Señor Jesucristo y eso es lo que vamos a ver conforme llegamos al versículo 4 en nuestro próximo estudio. ¿Sabe usted en dónde está? Bueno, tengamos una palabra de oración, entonces.

Gracias nuestro Padre bendito por buena comunión esta mañana en nuestro tiempo de adoración, y o que bendición es abrir tu palabra y verla con tanta claridad, revelando, no solo el pasado y nuestra redención, sino el futuro y nuestra gloria en Cristo. Gracias, oh Señor porque el Salvador regresará y porque él al regresar nos llevará a la gloria. Y él reinará como Rey de reyes y Señor de señores al fin del siglo. Pero Señor, estamos conscientes también que en el fin del siglo habrá juicio sobre los impíos como también gloria para los justos. Entonces oramos porque nadie aquí, el día de hoy al oír este mensaje le dé la espalda al Salvador, quien es el único que puede redimir a hombres del juicio y llevarlos a la gloria.

Te damos gracias Padre por Tu Palabra, ábrela a nosotros en los días venideros, para que podamos entender no solo el significado de la venida del Salvador en el pasado, sino el entendimiento pleno, lo más que podamos entender de su venida en el futuro. Que aquellos de nosotros que vivimos en el más emocionante de todos los tiempos, entre la primera y la segunda venida, podamos entender ambas. Y debido a nuestro entendimiento nos hallemos motivados a crecer en la gracia y en el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, a quien amamos y servimos. Y oramos en su nombre. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2019 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.