Autor: LEE STROBEL
¿SON FIDEDIGNOS LOS REGISTROS DE LA VIDA DE JESÚS?
En su programa especial de televisión, Jennings aceptó prestamente el escepticismo de los profesores liberales con respecto a Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los Evangelios que describen la vida, las enseñanzas, los milagros, la muerte y resurrección de Jesús. «Los expertos nos dijeron desde un principio que no toman en un sentido literal todo lo que leen en el Nuevo Testamento, porque este tiene cuatro versiones diferentes y a veces contradictorias acerca de la vida de Jesús», dijo. «No hay ninguna evidencia digna de confianza acerca de quiénes fueron efectivamente los autores. En general, hay un acuerdo generalizado que no fueron testigos oculares. De hecho, los Evangelios posiblemente se escribieron entre cuarenta y cien años después de la muerte de Jesús».
Los escépticos necesitan desmantelar la confianza en los Evangelios para socavar las enseñanzas claras de que Jesús es el Unigénito Hijo de Dios. Sin embargo, hay estudios excelentes que respaldan la exactitud y confiabilidad fundamental de los relatos de los Evangelios. En declaraciones a la revista Time, con motivo de un artículo sobre la identidad de Jesús, Peter Stuhlmacher, profesor emérito de la Facultad Teológica Protestante de Tübingen, dijo: «Los textos bíblicos, tal cual están, son la mejor hipótesis que tenemos hasta ahora para explicar lo que realmente sucedió»
Craig Blomberg, profesor de Nuevo Testamento en el Seminario de Denver y autor de The Historical Reliability ai the Gaspels [La confiabilidad histórica de los Evangelios], reconoció que, en sentido estricto, los Evangelios son anónimos. Sin embargo, recalcó que el testimonio uniforme de la Iglesia Primitiva era atribuir la autoría del primer Evangelio del Nuevo Testamento a Mateo, el recaudador de impuestos y uno de los doce discípulos; atribuir a Juan Marcos, el compañero del discípulo Pedro, la escritura del Evangelio que llamamos Marcos; y a Lucas, conocido como el «médico amado» de Pablo, el Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles.
Si bien el nombre del autor del cuarto Evangelio no está en tela de juicio, fue ciertamente alguien llamado Juan; existen dudas sobre si se trataba del apóstol Juan o si era otro Juan. Blomberg, dice que está convencido de que «la mayor parte importante del material apunta al apóstol», aunque alguien muy cercano a Juan pudo haber cumplido el papel de editor, «dando forma a los últimos versículos y probablemente creando la uniformidad estilística de todo el documento». Pero, en cualquier caso, subrayó: «el Evangelio evidentemente está basado en material de testigos oculares, al igual que los otros tres Evangelios».
El testimonio de la autoría de Marcos y Mateo viene de Papías, en el año 125 d.C. Irineo también lo confirmó en el año 180 d.C.:
«Mateo publicó su propio Evangelio para que circulara entre los hebreos en su lengua, cuando Pedro y Pablo se encontraban predicando el evangelio en Roma y fundando la iglesia allí. Después de su partida, Marcos, el discípulo e intérprete de Pedro, nos dejó por escrito lo esencial de la predicación de Pedro. Lucas, seguidor de Pablo, asentó en un libro el evangelio predicado por su maestro. Luego Juan, el discípulo del Señor, el mismo que se había recostado sobre su pecho, produjo su Evangelio mientras vivía en Éfeso, en Asia».
Es significativo, observó Blomberg, que no hay evidencia del primer siglo que ponga en duda la autoría de los Evangelios. En realidad, si la autoría iba a ser inventada, losnombres de los apóstoles con más reconocimiento, como Pedro o Santiago, seguramente hubieran sido usados para dar más credibilidad, en vez de atribuirlos a Marcos y Lucas, que ni siquiera estaban entre los doce discípulos, y a Mateo que había sido anteriormente un recaudador de impuestos muy odiado.
¿QUIÉN CREO A DIOS? Edición en español publicada por Editorial Vida – 2007 Miami, Florida
© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler
