La evidencia de la Arqueología

Autor: LEE STROBEL

La evidencia de la Arqueología

a1La Arqueología también ha corroborado que, esencialmente, el Nuevo Testamento es digno de confianza. Una y otra vez, cuando existe la posibilidad de verificar los detalles circunstanciales del Nuevo Testamento, estos resultan ser ciertos. Por ejemplo, Juan 5:1~15 describe cómo Jesús sanó a un inválido en el estanque de Betesda; Juan menciona el detalle de que el estanque tenía cinco pórticos. El arqueólogo John McRay refiere cómo, durante mucho tiempo, los escépticos citaron este pasaje de Juan como un ejemplo de que era impreciso, porque no se había encontrado tal lugar. Sin embargo, hace poco se excavó el estanque y los científicos descubrieron cinco pórticos o galerías con columnas, exactamente como Juan lo había descrito.

Lucas, que escribió una cuarta parte del Nuevo Testamento, ha demostrado ser un historiador escrupuloso y muy preciso, incluso en los mínimos detalles. Un arqueólogo estudió cuidadosamente las referencias de Lucas en treinta y dos países, cincuenta y cuatro ciudades y nueve islas, y no encontró ni un solo error «El consenso de los eruditos liberales y conservadores es que Lucas es muy preciso como historiador», dice McRay.

Todo esto nos lleva a la siguiente pregunta importante: si los escritores del Nuevo Testamento se esmeraron tanto para ser precisos en el registro de los más mínimos detalles e incidentes, ¿no habrían sido igual o más cuidadosos al asentar los sucesos verdaderamente significativos, como los milagros, las enseñanzas, la muerte y la resurrección de Jesús?

«Quienes conocen los hechos -concluyó el arqueólogo australiano Clifford Wilson- ahora reconocen que el Nuevo Testamento debe aceptarse como una fuente extraordinariamente precisa»

¿QUIÉN CREO A DIOS? Edición en español publicada por Editorial Vida – 2007 Miami, Florida

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler


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