Autor: LEE STROBEL
5. La milagrosa resurrección es uno de los hechos más con~ firmados del mundo de la antigüedad
El mayor milagro de Jesús fue su resurrección de entre los muertos, después de la brutal tortura sufrida a manos de los romanos. Como se descdbe en la última sección de este capítulo, hay evidencia histórica convincente para concluir que la resurrección de Jesús efectivamente sucedió.
Las explicaciones alternativas son débiles
Algunos críticos han intentado postular teorías para desechar los milagros de Jesús, pero ninguna resiste el escrutinio. Por ejemplo, Charles Templeton planteó que los milagros de sanidad de Jesús tal vez no fueron más que fenómenos psicosomáticos. Aunque Gary Collins, con una trayectoria de más de veinte años como profesor universitario de Psicología, ha dicho que no se podría descartar que Jesús hubiera sanado a veces por sugestión, de ningún modo es capaz de explicar todos sus milagros. En una entrevista, hizo la siguiente observación:
«A menudo la sanidad sicosomática lleva tiempo; las sanidades de Jesús eran espontáneas. Muchas veces la gente que es sanada psicológicamente experimenta la reaparición de los síntomas pocos días después, sin embargo, no vemos evidencia alguna de eso. Además, Jesús sanó dolencias como la ceguera de nacimiento y la lepra, para las cuales no es muy probable que quepa la explicación psicosomática.
»Y, por encima de todo eso, Jesús resucitó gente de entre los muertos, iY la muerte no es un estado inducido psicológicamente! Además, están todos sus milagros naturales: calmar la tempestad, transformar el agua en vino. Eso desafía las respuestas naturalistas».
Collins está en lo cierto. Las explicaciones naturalistas no son capaces de explicar toda la diversidad, los tipos y las circunstancias de los milagros de jesús. Además, tampoco resisten el escrutinio los alegatos de que sus milagros eran mitos inspirados en historias antiguas de las deidades helénicas o de hombres piadosos judíos. Después de estudiar las diferencias y similitudes entre estas historias y los Evangelios, Gary Habermas concluye: «De ningún modo puede demostrarse que los paralelismos con los mitos antiguos expliquen los hechos de los Evangelios».
Mi conclusión es que los relatos de los prodigios sobrenaturales de jesús, sus sanidades, exorcismos y manifestaciones de poder sobre la naturaleza eran auténticos y que son confirmación adicional de su identidad como Hijo de Dios. «La acumulación de hechos -como hace notar Habermas- muestra que los Evangelios están en lo cierto cuando registran que jesús realizó milagros».
