Muy grande es su campamento

24 de julio

«Muy grande es su campamento».

Joel 2:11

Considera, oh alma mía, el poder del Señor, que es tu gloria y tu defensa. El Señor es varón de guerra, el Señor es su nombre. Todas las fuerzas del Cielo están a sus órdenes. Legiones aguardan ante su puerta: querubines, serafines, vigilantes y santos, principados y potestades, todos están atentos a su voluntad. Si nuestros ojos no estuvieran ciegos por la oftalmía de la carne, veríamos caballos y carros de fuego rodeando al amado del Señor. Las fuerzas de la Naturaleza están todas sujetas al absoluto dominio del Creador. El viento tormentoso y la tempestad, el relámpago y la lluvia, la nieve y el granizo, el suave rocío y la alegre luz del sol, vienen y van a su mandato. Él desata las ligaduras del Orión y ata las dulces influencias de las Pléyades. La tierra, el mar, el aire y los lugares bajos de la tierra son los cuarteles de los grandes ejércitos del Señor. El llano es su campo de batalla, la luz su bandera y la llama, su espada. Cuando él sale a la guerra, el hambre destruye la tierra, la peste hiere a las naciones, el ciclón revoluciona el mar, el tornado sacude las montañas y el terremoto hace temblar la tierra. En cuanto a los seres vivientes, todos ellos reconocen su dominio; y desde aquel gran pez que tragó al profeta hasta la «toda suerte de moscas» que invadieron el campo de Zoán, todos le sirven. Tanto el gorgojo como la oruga y la langosta forman parte de su gran ejército, pues su campamento es muy numeroso. Alma mía, asegúrate de estar bajo su bandera, pues la guerra contra él es una necedad; en cambio, servirle es glorioso. Jesús, Emanuel, Dios con nosotros, está pronto a recibir reclutas para el ejército del Señor. Si aún me he alistado, debo ir a él antes de dormir y rogarle que me acepte por sus méritos; y si, como lo espero, ya soy un soldado de la cruz, estaré de buen ánimo, porque el enemigo es impotente comparado con mi Señor, cuyo campamento es muy grande.

Spurgeon, C. H. (2012). Lecturas vespertinas: Lecturas diarias para el culto familiar. (S. D. Daglio, Trad.) (4a edición, p. 215). Moral de Calatrava, Ciudad Real: Editorial Peregrino.

 


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