24 JULIO

Jueces 7 | Hechos 11 | Jeremías 20 | Marcos 6
Lo que sorprende de Hechos 11:1–18 es la cantidad de espacio que se le dedica a volver a contar la narrativa que ya aparece detallada en Hechos 10, incluso con las mismas palabras. ¿No se trata de un uso inapropiado del espacio de un pergamino?
Pero Lucas ve esto como un punto de inflexión. Las iglesias de Judea le llaman la atención a Pedro por entrar en la casa de un incircunciso y comer con él (11:3). Pedro relata su experiencia. La visión de la sábana con los animales impuros, su repetición tres veces, las instrucciones del Espíritu de ir con los mensajeros gentiles, el hecho de que seis de los hermanos (judíos) le acompañaron y pudieron corroborar su historia, el descenso del Espíritu de manera que unía este evento a Pentecostés, el enlace de esto con las palabras del Señor Jesús… todo esto lleva a Pedro a una conclusión cuidadosa: “Por tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Dios?” (11:17).
Ahora algunas observaciones:
(1) Aunque el argumento de Pedro es convincente (11:18), no significa que todas las implicaciones teológicas quedaron ya resueltas. Esto puede ser buenas noticias para los gentiles y un motivo de regocijo. Pero hay muchas preguntas que aún no han pensado: ¿Tendrán que circuncidarse los gentiles? ¿Estarán sujetos a las leyes kosher de alimentos después de creer en Jesús? Si no, ¿a los judíos se les permitirá abandonar esas leyes o fue Pedro una excepción para una situación particular? ¿Debería haber dos iglesias distintas, una judía y una gentil? ¿Qué deben obedecer los gentiles? ¿Cuál es la relación entre este nuevo pacto y el antiguo? Muchas de estas preguntas se plantean en los siguientes capítulos.
(2) El principal significado de este bautismo del Espíritu es un poco diferente al de Hechos 2. Aquí, la expresión dramática sirve para autentificar este grupo de nuevos conversos ante la iglesia madre en Jerusalén- una función irrelevante en Pentecostés.
(3) Luego leemos acerca de una propagación amplia, sin planificar, del evangelio entre judíos y gentiles (11:19ss.), lo cual genera más crisis. Ahora, los líderes de Jerusalén tienen que lidiar, no sólo con un individuo o una familia gentil, sino con una iglesia entera que es predominantemente gentil. Muestran gran sabiduría. Bernabé, a quien envían, no ofrece evidencia alguna de tener gran agudeza teológica, pero sí puede ver que esto es obra del Espíritu y enseguida anima a los nuevos conversos a buscar fielmente de Dios- y pronto manda a buscar al mejor maestro de Biblia que conoce para una iglesia de raza mixta como esta (11:25–26). Así es como Saulo de Tarso acaba involucrado en esta gran iglesia.
Carson, D. A. (2013). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (R. Marshall, G. Muñoz, & L. Viegas, Trads.) (1a edición, Vol. I, p. 205). Barcelona: Publicaciones Andamio.