Domingo 25 Marzo

El Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
1 Corintios 11:23-25
La Cena, memorial de la muerte del Señor
La celebración de la cena es el momento central del culto que rendimos a Dios. Los cristianos tomamos el pan y la copa como recuerdo de la muerte de nuestro Salvador. Participamos con emoción y respeto, como respuesta al deseo expresado por Jesús la noche antes de morir.
Es designada mediante diferentes palabras:
–La cena (1 Corintios 11:20): conmemora la última cena de Cristo con sus discípulos, “la noche que fue entregado”.
–Dar las gracias (1 Corintios 11:24; Mateo 26:27): subraya el aspecto de estar muy agradecidos al Señor por sus sufrimientos y su muerte.
–La comunión (1 Corintios 10:16): hace énfasis sobre la relación de intimidad entre el cristiano y su Señor, así como con todos los cristianos que forman su cuerpo, la Iglesia.
–La mesa del Señor (v. 21): como invitados por el Señor, los creyentes nos sometemos a su autoridad para tomar juntos la cena.
–La copa de bendición (v. 16): cuando dio a sus discípulos una copa, símbolo de su sangre derramada para nuestra bendición, Jesús iba a dar su vida. El creyente recuerda ante Dios el valor de esa sangre.
–El partimiento del pan (Hechos 2:42; 20:7): el pan entero nos recuerda la unidad de la Iglesia, cuerpo de Cristo, y el pan partido entre los creyentes recuerda que el Señor dio su cuerpo por ellos. Los amó hasta la muerte.
Éxodo 37 – Hechos 26:1-18 – Salmo 36:7-12 – Proverbios 12:7-8
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