Miércoles 25 Abril

http://labuenasemilla.net/20180425
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.
Efesios 5:25
Edificaré mi Iglesia (1)
En la guía telefónica de mi ciudad, que no es muy grande, hay registradas unas diez iglesias diferentes. A menudo oigo a cristianos hablar de «su» iglesia. Sin embargo, en la Palabra puedo leer que “Jesús había de morir… para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Juan 11:51-52). Los apóstoles hablan de iglesias (iglesias locales ubicadas en una u otra localidad, pero todas hacen parte de la misma Iglesia). La palabra “iglesia”, traducida también por “asamblea”, suele estar en singular en la Biblia. Y cuando el Señor Jesús anuncia su formación, dice: “Edificaré mi iglesia” (Mateo 16:18). Al principio de su historia, recopilada en el libro de los Hechos, “todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas” (Hechos 2:44).
¿Qué debo concluir? Sin duda, que las divisiones son obra de Satanás y que nosotros, los cristianos, le hemos ayudado mucho mediante nuestros egoísmos y desvíos con respecto a la enseñanza bíblica.
No obstante me alegra tener la seguridad de que Jesús mismo edifica su asamblea y garantiza su unidad y su futuro. “Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”, “la sustenta y la cuida”, “para santificarla” (Efesios 5:25-29). Él añade cada día nuevas “piedras vivas” (1 Pedro 2:5). Y pronto él mismo vendrá a buscarla (1 Tesalonicenses 4:16) para tenerla junto a él en el cielo.
Sí, tristemente los creyentes dan una imagen muy dividida de la Iglesia, pero yo me esfuerzo en verla como Jesús la ve y ocupar mi lugar de una forma que agrade al Señor.
(mañana continuará)
Isaías 37 – Marcos 1:21-45 – Salmo 48:9-14 – Proverbios 14:13-14
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch