Discernir la voluntad de Dios (1)

Martes 21 Mayo

Tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.

1 Tesalonicenses 2:2

Tenemos lucha… contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Efesios 6:12

Discernir la voluntad de Dios (1)

Patricio se dirigía a un pueblo aislado en África para anunciar el Evangelio. Era la estación de lluvias y el camino se hallaba en muy mal estado. Poco después de su partida, un neumático de su automóvil estalló. ¿Debía renunciar y dar marcha atrás? No, Patricio tenía la convicción de que debía continuar y cambió el neumático bajo una lluvia torrencial. ¡Llegó empapado, pero llegó!

Los habitantes del pueblo, impresionados por su tenacidad, se dijeron: «Debe ser muy importante lo que viene a decirnos». Entonces un gran número de ellos se acercó y escuchó atentamente el mensaje que Patricio quería comunicarles. Muchos de ellos aceptaron a Jesucristo como su Salvador.

¿Por qué Patricio no retrocedió ante la adversidad? Porque sabía que Dios amaba a esas personas y deseaba salvarlas. No se sorprendió por ese incidente desagradable, pues sabía que Satanás trata de oponerse al Evangelio por todos los medios. Si Patricio hubiera renunciado, Satanás habría obtenido una victoria. Pero no se dejó turbar ni desanimar. Dios permitió este obstáculo para sacar un bien de ello.

Cristianos, todos encontramos obstáculos en nuestro camino. A veces Dios quiere detenernos, y no debemos obstinarnos si estamos en un mal camino. Pero si sabemos que Dios nos aprueba, no nos dejemos turbar en cuanto surja una dificultad. Perseveremos y confiemos en él tranquilamente. No tardará en transformar las dificultades en circunstancias positivas, para su gloria.

(mañana continuará)

1 Reyes 17 – Marcos 15:21-47 – Salmo 61 – Proverbios 15:29-30

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Los guías espirituales

Mayo 20

Los guías espirituales

Mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. (Filipenses 3:17)

Los guías espirituales son esenciales para la iglesia porque necesitamos ver vivir el cristianismo delante de nosotros. Pablo le dijo a Timoteo: “Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Ti. 4:12). Un guía espiritual debe llevar una vida ejemplar porque debe mostrarles a otros la senda. Las personas pueden ver la perfección en Cristo y pueden leer acerca de Pablo, pero también necesitan a alguien a quien puedan observar y con quien puedan hablar. Necesitan ver la virtud, la humildad, el servicio altruista, la disposición a sufrir, la devoción a Cristo, el valor y el crecimiento espiritual en la vida de alguien cerca de ellas.

Una gran carga en mi corazón es que los pastores y ancianos de todas las iglesias sean el tipo de ejemplos que Dios les ordena que sean. Es muy importante enseñar la verdad, pero es igualmente importante que esa verdad sea apuntalada por una vida virtuosa.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

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Nuevas energías

Lunes 20 Mayo

Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan… pero los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Isaías 40:29-31

Nuevas energías

La disminución progresiva de las energías fósiles como el petróleo y el gas, junto a los problemas ambientales creados por la energía atómica, han llevado a buscar nuevas fuentes de energía no contaminantes para satisfacer las crecientes necesidades del hombre. Así aparecieron los aerogeneradores en los campos, los paneles solares fotovoltaicos sobre los techos de los edificios, y desde hace poco se intenta explotar la energía de las corrientes marinas.

Sin embargo, ¿necesitamos renovar energías solo en el plano material? Cuando sobreviene el desempleo, la enfermedad o problemas familiares, enseguida nos abatimos, nos desanimamos. «Cuide su mente a través del deporte», «explote al máximo sus recursos naturales», dicen los periódicos. ¡Pero esas energías también son limitadas!

Necesitamos una «nueva energía», una renovación de nuestro espíritu, aquella que solo la fe puede producir. El Señor renueva en nosotros esa energía, esa esperanza, por medio del Espíritu que nos ha dado. Se trata de ser “llenos del Espíritu” (Efesios 5:18) y de alabar al Señor. El que cree, confía y se apoya en Dios, ha encontrado la verdadera fuente de esa energía espiritual y moral. Esta le es comunicada mediante la lectura de la Palabra de Dios, la cual vivifica, transforma y obra en todo su ser. El creyente experimentará entonces lo que el apóstol afirma: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

1 Reyes 16 – Marcos 15:1-20 – Salmo 60:6-12 – Proverbios 15:27-28

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Un ejemplo excelente

Mayo 19

Un ejemplo excelente

Sed imitadores de mí. (Filipenses 3:17)

No hay mejor ejemplo histórico de un cristiano que el apóstol Pablo. Él es una figura dominante en el Nuevo Testamento, de modo que podemos deducir que Dios quiere que imitemos su vida.

Pablo es un dechado de virtudes, adoración, servicio, paciencia a través del sufrimiento, victoria sobre la tentación y buena administración de bienes y relaciones. Él nos muestra cómo un hombre santo se enfrenta a su naturaleza caída, algo que Cristo no podía hacer porque era sin pecado (He. 4:15)

La vida de Pablo es un admirable ejemplo para nosotros. Por eso les dijo a los corintios: “Sed imitadores de mí” (1 Co. 11:1). También elogió a los tesalonicenses diciéndoles: “Vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor” (1 Ts. 1:6). Pablo es mi propio ejemplo personal en el ministerio. Observo cómo resolvió las situaciones y trato de reaccionar igual que él.

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Levantemos los ojos hacia Jesús

Domingo 19 Mayo

Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.

Hebreos 12:1-2

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Isaías 55:9

Levantemos los ojos hacia Jesús

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?

Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.

No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda…

El Señor es tu guardador; el Señor es tu sombra a tu mano derecha.

El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.

El Señor te guardará de todo mal; él guardará tu alma.

El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre”.

Salmo 121

Hacia Jesús eleva los ojos,

Contempla su mirada de amor,

Si elevas hacia Jesús los ojos:

Lo terrenal perderá su valor.

Cristo mi Salvador admirable,
Buen consejero y amigo fiel,
Nombre bendito, incomparable,
¿Quién puede ser semejante a ti?
Si la duda toma mi corazón,
Su Palabra alumbra mi camino;
Puedo hablar con él en oración,
Siempre me ayuda mi Amigo.

1 Reyes 15 – Marcos 14:53-72 – Salmo 60:1-5 – Proverbios 15:25-26

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Jesús escucha y responde

Sábado 18 Mayo

Así ha dicho el Señor:… Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Jeremías 33:3

Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.

Isaías 65:24

Jesús escucha y responde

Testimonio

«Cierto día fui invitado por unos amigos a un encuentro de cristianos. Allí me sorprendió la manera en que las personas relataban con mucha humildad cómo habían dejado su pasado poco glorioso, y habían ido al encuentro de Jesús. Vi en ellos un amor que no conocía. Al finalizar la reunión me sentí como impulsado hacia adelante, no quería dejar pasar la ocasión de conocer a Jesucristo.

Entonces fue mi turno de conocer ese amor maravilloso. Después de hacer una retrospectiva de mi vida, comprendí que varias veces el Señor me había salvado de la muerte, así como del peligro del hipnotismo en el que me había extraviado.

Con la ayuda de mi Padre celestial, con quien desde entonces tengo una relación personal, pude pedir perdón a mi hijo por la falta de amor que tuve hacia él durante 15 años, pues nunca había sido un buen padre para él. Dios también me libró del poder del alcohol.

Después de haber aprendido a aceptarme como era, comprendí que el Señor no solo quería sanarme, sino que deseaba construir conmigo una relación de amor recíproca. Nunca había tenido tanta paz con mi esposa, mis hijos, en mi trabajo y en la vida en general, como ahora, que vivo con Jesús.

Jesús me enseñó lo que es el verdadero amor, la paciencia, el perdón, y finalmente también me dio el valor para hablar de él. En adelante, no quiero dejarlo nunca. Él es mi confidente, mi apoyo. Puedo contar con él para todo, pues él escucha y responde».

Jean-Luc

1 Reyes 14 – Marcos 14:26-52 – Salmo 59:8-17 – Proverbios 15:23-24

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Todo lo que necesitamos

Mayo 17

Todo lo que necesitamos

El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. (Mateo 13:44)

El apóstol Pablo tuvo una vida compleja antes de ser cristiano (Fil. 3:4-6). Él trató de cumplir todas las leyes y tradiciones del judaísmo. Trató de hacer varias obras que esperaba se le acreditaran a su cuenta. Pero en todas sus búsquedas, buscaba algo que no podía encontrar. Entonces un día, en el camino hacia Damasco, fue confrontado por el Cristo vivo y comprendió que Él era todo lo que Pablo había estado buscando.

Pablo describe el cambio que hizo: “Cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Fil. 3:7-8). Cuando Pablo conoció a Cristo, comprendió que todo lo que estaba en su balance como activo era en realidad pasivo. Halló que Cristo era todo lo que necesitaba.

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Un Dios fiel, lleno de misericordia

Viernes 17 Mayo

Vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Isaías 55:7

Un Dios fiel, lleno de misericordia

Fragmentos de la Biblia

“Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio” (Marcos 1:40-41).

“Con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo el Señor tu Redentor” (Isaías 54:8).

“Como el padre se compadece de los hijos, se compadece el Señor de los que le temen” (Salmo 103:13).

“Perdóname según la grandeza de tu misericordia” (Nehemías 13:22).

“Señor, no retengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre” (Salmo 40:11).

“Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22-23).

“Los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo el Señor, el que tiene misericordia de ti” (Isaías 54:10).

“El Señor es muy misericordioso y compasivo” (Santiago 5:11).

Tu tierna compasión,

Sostén en día de prueba,
Gracia, perdón, fortaleza y paz,
Como un río Señor tu corazón renueva,
Que no se seca, ni agota jamás.

1 Reyes 13 – Marcos 14:1-25 – Salmo 59:1-7 – Proverbios 15:21-22

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Él está en el libro

Mayo 16

Él está en el libro

Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis. (1 Pedro 2:2)

Para ser más semejante a Cristo hay que conocer la Palabra de Dios. Hay que saber cómo Cristo vivió cuando estuvo en la tierra, y el único lugar donde aprender eso es en las Escrituras, que son la revelación de Cristo. El Antiguo Testamento prepara la escena para Él, crea la necesidad de Él y predice su venida. Los Evangelios relatan su llegada. El libro de Hechos describe el inmediato efecto de su ministerio. Las epístolas describen la importancia a largo plazo de su vida y ministerio. Y Apocalipsis da detalles de su futura venida y de su juicio de la tierra.

Cristo es el punto central de toda la Biblia, y hay que estudiarla para saber cómo es Él. Muy a menudo estudiamos la Biblia en busca de argumentos teológicos o para responder preguntas. Esas cosas son importantes, pero lo más importante del estudio bíblico es saber más de Cristo para que podamos ser como Él.

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Charles Leiter

Los pastores en su tarea de tener cuidado de las ovejas

Uno de los trabajos más gloriosos del pastor es tener el privilegio de vendar ovejas heridas, quebrantadas y lastimadas, y llevarlas a descansar y a morar en pastos verdes. Eso es algo glorioso.

Vamos a 1 Pedro 5 de nuevo. Tim ya leyó una parte de eso. . “Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo”, aquí hay una exhortación o encargo a los ancianos, “Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño.”

Y esta frase, “velando por él”, la cuál es incluída en la versión King James (KJV), y pienso que en la más reciente Nueva Biblia Estándar Americana (NASB). Así que todas esas descripciones están ahí —pastoreando el rebaño de Dios, los ancianos llevando la supervisión. Y luego en Hechos capítulo 20, no pierdan de vista 1 Pedro, Hechos capítulo veinte. Y aprendemos bastante del ejemplo de Pablo y sus palabras a los ancianos aquí en Hechos 20:17. “Y desde Mileto mandó mensaje a Efeso y llamó a los ancianos de la iglesia. ” Ahora, usualmente hablamos de las epístolas pastorales, como la de Timoteo por ejemplo, pero en realidad Timoteo no fue un anciano típico en una congregación local. Pero estos hombres aquí son típicos ancianos desconocidos en iglesias locales. Y Pablo los llama, llama a los ancianos de la iglesia. “Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros bien sabéis cómo he sido con vosotros todo el tiempo, desde el primer día que estuve en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos; cómo no rehuí declarar a vosotros nada que fuera útil, y de enseñaros públicamente y de casa en casa, testificando solemnemente, tanto a judíos como a griegos, del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Y ahora, he aquí que yo, atado en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me sucederá; salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones. Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios. Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes anduve predicando el reino, volverá a ver mi rostro. Por tanto, os doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos, pues no rehuí declarar a vosotros todo el propósito de Dios.”

Ahora, hay muchísimo de lo que podríamos hablar en todo esto. Pero ahora él empieza a exhortar directamente, a exhortar a los ancianos. Él dice en el verso 28: “Tened cuidado de vosotros”. Primero que nada, el cuidado personal del ministro mismo. Y después, tened cuidado “de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él compró con su propia sangre. Sé que después de mi partida vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. Por tanto, estad alerta.”

Otra exhortación: “Estad alerta, recordando…” Necesitamos recordar estas cosas. “Recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. Ahora os encomiendo a Dios…” Muchas veces, hemos orado esto por personas que están siendo enviados, como cuando el hermano John Dees se fue a la India o a Bangladeh, hicimos esta oración. “Ahora te encomendamos a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificarte…” etcétera. Pero en realidad, eso fue específicamente en el contexto de los ancianos. Ahora os encomendamos a Dios. Dan y Mark, os encomendámos a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los santificados.”

Pablo dice: “Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. Vosotros sabéis que estas manos me sirvieron para mis propias necesidades, y las de los que estaban conmigo. En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles,” ahora, está poniéndole ejemplo a los ancianos, “que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: ‘Más bienaventurado es dar que recibir.’ Cuando terminó de hablar, se arrodilló y oró con todos ellos. Y comenzaron a llorar desconsoladamente, y abrazando a Pablo, lo besaban, afligidos especialmente por la palabra que había dicho, de que ya no volverían a ver su rostro. Y lo acompañaron hasta el barco.” Ahora, piensen en esto: aquél que se iba de viaje, respirando amenazas y muerte, aquí lo están besando, llorando, y abrazando. Piensen en esto, ¡qué maravilla!

Bien, nos hemos reunido aquí esta tarde para reconocer oficialmente y apartar estos dos hombres para la obra que Dios los ha llamado a hacer. Anoche, echamos un vistazo a las responsabilidades de las ovejas hacia los pastores, hacia aquellos que Dios ha puesto sobre ellos. Y vimos que la responsabilidad básica de las ovejas es que ellos deben tener en alta estima a los ancianos, en gran manera, en amor a causa de su trabajo. Esta tarde quiero dar un encargo a Dan y a Mark en relación a su responsabilidad hacia las ovejas. Y realmente, cuando comiencen a ver estas cosas, no creo que haya nadie —he sido pastor por varios años— no pienso que haya nadie que no sienta que ha fallado mucho en cumplir todo lo que tenemos en la Biblia acerca de este trabajo de pastorear. Pero solo quiero que veamos algunas de estas cosas. Aquellos de ustedes que han oído —sé que Tim y otros han hablado acerca de este trabajo en el que Mark y Dan han entrado— así que sé que han sido instruidos acerca de algunos de los diferentes nombres por los que el trabajo es conocido.

¿Cuáles son? De uno de ellos ya hemos hablado —del pastor. ¿Cuáles son los otros? El anciano, ¿y qué más? El obispo. Entonces, he leído estos pasajes. 1 Pedro, tiene los tres nombres. Él está hablando a los ancianos y les dice que pastoreen la iglesia de Dios. Y justo ahí, dice, “velando por él”. Y luego en Hechos 20, Pablo llama a los ancianos y les dice, les exhorta a pastorear la iglesia, “la cual Él compró con su propia sangre. en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos.” Así que pastorean, supervisan, y son ancianos —todas las 3 descripciones de este trabajo singular.

Y lo que quiero hacer hoy es hablar un poco más acerca de este aspecto de pastorear. El hermano Tim lo ha mencionado, y la Biblia tiene tanto que decir acerca de pastorear, pero quiero hablar un poco acerca de los ancianos, acerca del término ancianos, y acerca del término obispo. Les quiero preguntar, ¿qué es lo que viene a su mente acerca de lo que debería ser, cuál es la responsabilidad de un anciano? Sólo por la terminología, el término anciano literalmente significa… la palabra griega quiere decir “alguien mayor de edad”. ¿Qué se les ocurre? ¿Qué debería haber en sus vidas si son ancianos? Madurez. ¿Alguien dijo algo diferente? No puedo oír muy bien aquí… Humildad, muy bien. Accesible. La idea de una persona mayor… He intentado pensar qué significaría esto… bien: madurez, sabiduría, experiencia. Eso no necesariamente quiere decir de mayor edad en años, sino significa haber tenido algo de tiempo de caminar con el Señor, no que sea un principiante. No alguien que nunca ha tenido experiencias.

Así que el encargo, sólo en relación a lo que es ser un anciano, mucho de eso es sólo un área en la que se supone que debes ser maduro y ser un ejemplo. ¿Y no es verdad, amados, que la mayor parte de los problemas con el pecado en nuestra vida cristiana, es portarnos como niños y actuar inmaduro? Y es como que — ¡Ya madura! Pero el anciano está puesto como un ejemplo de lo que es ser maduro y comportarse maduro. Y ese es uno de los asuntos más grandes —ser un ejemplo; ser sabio, responsable, sobrio, maduro, experimentado. Y tenemos estas exhortaciones en 1 Timoteo 4: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Y en Tito 2:7-8: “Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana” y demás. Así que, sobriedad, madurez, humildad, no enseñorearse del rebaño, sino ser un ejemplo para el rebaño.

Y luego los ancianos están llamados a dar consejos sabios. Entonces eso quiere decir que cuando abras tu boca, la gente va a escuchar a las cosas que dices, de una manera que casi atemoriza. He tenido gente que viene a mí y dice: “Bueno, yo me acuerdo cuando dijiste esto, y aquello”. Yo les digo: “¿Yo dije eso? ¿Cuándo dije eso?” “Bueno, hace como ocho años lo dijiste”. Entonces, en otras palabras, tienen que dependen de Dios, hermanos, para pedir sabiduría en su habla y para saber qué decir y qué no decir. Así que, Santiago nos dice: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Van a tener la necesidad de pedir sabiduría. Y saben, hay tantas cosas que a primera vista parecen tener una respuesta obvia. Ustedes conocen ese caso con los gabaonitas, donde Josué actuó de acuerdo con las apariencias y no buscó el consejo del Señor. Así que necesitamos desesperadamente darnos cuenta de cuánto necesitamos la sabiduría de Dios para este trabajo. Todo eso está comprendido en el término ‘anciano’.

Tú eres el hermano mayor. El hermano mayor debería, el hermano mayor debería ser capaz de decirle a sus hermanos qué cosas evitar. Ahora, frecuentemente, el hermano menor no escucha, pero al menos, se le ha dicho qué es lo correcto para ayudarlo a no hacer malas decisiones. Estoy seguro que hay más al respecto, pero de eso se trata brevemente.

Y, ¿Qué hay del “obispo” (supervisor)? ¿Qué viene a sus mentes sobre “obispo”? Es decir, ese es un término que Dios nos ha dado para describir este trabajo. ¿Qué cosa? ¿Velar? Sí, y la palabra es literalmente, probablemente tú has enseñado acerca de esto, es literalmente, del griego ‘Epi’ y la palabra ‘mira’. lo cual tenemos por los santos que tienen que supervisar. Literalmente, esa palabra es velar. ¿Y qué hace un supervisor en el sitio de trabajo? Él tiene los planos, y está coordinando, diciendo cosas a la gente. Él tiene un poco de idea de dirección, de hacia dónde van las cosas. Así que ustedes deben tener un poco la idea de hacia dónde van las cosas y cómo se va armonizando todo, de modo que las cosas no estén en una nube, y como en la niebla. Bien, proteger, velar, cuidar de, dirigir… en general, todo lo que está relacionado con la palabra supervisar.

Pero bueno, ‘pastor’ es la palabra en la que me quiero centrar porque hay tanto en la Escritura sobre esto y está muy en el corazón de Dios. ¿Qué es lo que piensan en términos de pastorear? Pastorear. Tener cuidados. ¿Qué más? Proteger, tener cuidados, proteger. Dirigir. ¿Dijo alguien dirigir? Así que tienes la idea de dirección. ¿Qué fue lo que dijimos? Dirigir, tener cuidados, proteger. Esas ovejas se van a poner terriblemente hambrientas en el proceso de todo esto. Y pasto, tenemos la palabra pasto, y es la misma palabra que pastor, y viene de pastorear. Así que, alimentar. Esas son todas las cosas que están comprendidas en esto: cuidar de las heridas y enfermedades, estar en vela y proteger. Ahora, hay tanto en la Biblia sobre esto. A través del Antiguo Testamento, si tan solo miráramos el Antiguo Testamento simplemente, Dios como nuestro Pastor, y el Pastor de Su pueblo y Él llevando Sus ovejas y demás. Así que tenemos eso en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento tenemos al Señor Jesús, el Gran Pastor de las ovejas y así.

Así que Dios mismo es un Pastor, y entonces Él tiene, Pedro dice, Él tiene pastores que trabajan para Él. Así que estamos entrando en, aquellos que son pastores están entrando en el mismo trabajo que Dios hace. Y está muy en el corazón del Señor. Déjenme darles un ejemplo. Si me acompañan a Juan, Juan capítulo 21, versículo 15. “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.” ¿No es eso asombroso? Quiero decir, aquí hay un apóstol, y todo este asunto del amor, la relación de amor entre él y su Señor, y todo llega a este punto, “Apacienta mis corderos. Pastorea mis ovejas. Apacienta mis ovejas”. Es una cosa que está en el corazón del Señor. Y para aquellos que están llamados a este trabajo, es de este modo en que nuestro amor por el Señor es expresado, comprobado y puesto a prueba. De que si estamos dispuestos a apacentar, atender y alimentar sus ovejas o no.

Quiero leer un pasaje del Antiguo Testamento y luego quiero intentar sacar algunas cosas de esto, como un resumen. Ezequiel 34, vamos a ese capítulo. Habla muchísimo acerca de pastorear. Hay realmente mucho de lo que podríamos hablar de aquí, pero solo quiero tocar unas cosas. Si quieren aprender acerca del trabajo de pastorear, pueden volver a Ezequiel 34; hay mucho aquí. “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: !!Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas.” Ahora miren a todos estos, podríamos pasar literalmente horas en esto.

“No fortalecisteis las débiles,” Esto es lo que los pastores deberían estar haciendo. “Ni curasteis la enferma;” Esto es lo que los pastores deberían estar haciendo. “No vendasteis la perniquebrada.” Eso es lo que debieron haber hecho. “No volvisteis al redil la descarriada.” Eso aparece una y otra vez, el descarrilamiento de las ovejas. “Ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia. Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado. Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas. Por tanto, pastores, oíd palabra de Jehová: Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas; por tanto, oh pastores, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano.” Él les dice todo el tiempo: ‘Mis ovejas… Mis ovejas… Mis ovejas.’ “Y demandaré mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida.” Y entonces, Él continúa con maravillosas promesas en relación al Nuevo Pacto y las cosas que Él hará. Y no voy a leer todo eso, pero, si leen este capítulo entero, verán el trabajo del pastor.

Pero ¿qué está llamado a hacer un verdadero pastor? Solo quiero darles cinco cosas aquí. Primero que nada, está llamado a buscar. Está llamado a buscar. Vemos que aquí esto aparece varias veces. Está llamado a buscar las ovejas perdidas en el sentido de los inconversos. Tienes eso en Lucas 15. El pastor va, deja las 99, y busca esta oveja hasta que la encuentre. Está llamado a buscar la oveja descarriada. Mateo 18, en esa misma imagen, sólo que esta está hablando sobre personas, pequeños, que pertenecen al Señor. Él deja las 99 y va por aquella pequeña que está descarriándose. Dios hace eso. Eso es lo que un verdadero pastor debe hacer. Y entonces finalmente, él debe buscar a los que están dispersos. Tenemos esto en Ezequiel 34, esta idea una y otra vez. Si tú miras, Si tú estudias esta cosa, habla acerca de las ovejas estando dispersas. Y el lobo viene y dispersa las ovejas. Y así, buscando las que están perdidas, las que se están descarriando, las que están dispersas.

Así que, buscar. Segundo: guiar. Hemos hablado de guiar las ovejas. ¿A dónde es que las guía? Una de las cosas importantes que la Biblia enfatiza, sabemos que él las conduce hacia los pastos. Las conduce a la pastura, las hace descansar en verdes pastos. Pero una de las cosas importantes que Dios enfatiza en tu pastoreo, es conducir las ovejas al descanso. “En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.” Y si tú miras a algunos de esos pasajes del resto de Ezequiel 34, nuestro trabajo es conducir las ovejas de Dios al reposo; no dejarlas en pánico, sino llevarlas a donde ellas puedan descansar, a donde puedan descansar en Dios. Y eso es donde las labores productivas van a estar, en un lugar de descanso. Conducir al reposo y hacia los pastos; hacerlas que se alimenten. Y esa es la tercera cosa.

Así que tenemos buscar, guiar, y alimentar. No conocimiento de Biblia teórico y abstracto, sino palabras saludables y nutritivas que edifiquen sus almas, y las ayuden en las luchas de la vida. Pablo le dice a Timoteo: “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.” Bueno, si esto era cierto de Timoteo, entonces él va a tener que alimentar aquellas ovejas con palabras sanas; alimentarlas.

Así que tenemos buscar, guiar, alimentar, y sanar. Cuidar de ellas. Sanarlas. Vendar las quebrantadas. Y ahí vamos de nuevo, nos tomaría horas, siquiera para mirar esos versículos en Ezequiel 34, que tratan sobre vendar aquellas que están heridas y quebrantadas, y curar las enfermedades, etc. Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para sanar a los quebrantados de corazón.” Uno de los trabajos más gloriosos del pastor, es tener el privilegio de vendar ovejas lastimadas, quebrantadas, heridas, y llevarlas a descansar y reposar en pastos verdes. Eso es una cosa gloriosa.

Buscar, guiar, alimentar, sanar y proteger. En Hechos capítulo 20, leemos, “Mirad por vosotros, y por toda la iglesia, todo el rebaño. Lobos rapaces entrarán en medio de vosotros.” Así que nuestro trabajo es protegerlas, no solo de los hombres, sino también de ataques demoníacos, ayudando a las ovejas a no tener miedo de nada.

Jeremías 23:4, “Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten.” Ahora, Dios está prometiendo pastores neo-testamentarios. Él los levanta. ¡Qué promesa! Dios dice: “Levantaré pastores sobre mi pueblo y ellos las apacentarán, y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice el Señor”. ¡Qué bendición! Dios dice: “Voy a levantar hombres que los cuidarán para que no tengan que estar más aterrorizados, no tendrán que tener miedo de nada ya”. ¡Es una promesa gloriosa! Ahí en Ezequiel 34, no leímos esto, pero abajo en el verso 38 Dios dice: “No serán más por despojo de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarán; sino que habitarán con seguridad, y no habrá quien las espante.” No hay ninguna razón para que ninguna oveja esté viviendo con temor. Y parte del trabajo del pastor es ayudarlas y traerlas a un lugar donde no serán aterrorizadas ni tendrán miedo.

Bueno, ¿quién es suficiente para estas cosas? Nadie es, nadie puede hacerlo. Y sabemos que en todas estas cosas, tenemos que tener al Señor. Pero ese es el encargo. Buscar las ovejas, guiar las ovejas, alimentar las ovejas, curar las ovejas, y proteger las ovejas. ¡Y cuánto necesitamos el Espíritu de Dios para ayudarnos a hacer eso!

Déjenme cerrar con un versículo que ha significado mucho para mí todos estos años. Vamos a este, Lucas capítulo 10. Lucas capítulo 10. Es la parábola del buen samaritano, ¿recuerdan al Señor Jesús hablando de sí mismo, como el samaritano? Él fue del que se dijo, “¿No decimos ciertamente, eres samaritano y tienes un demonio!”? Y Él fue rechazado, menospreciado por los hombres. Pero Él es un cierto samaritano. Verso 33, “Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él,” este hombre, que estaba en el foso, “y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose…” Esto es lo que el Señor hace por cada uno de sus escogidos, “y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó a —la iglesia— al mesón, una iglesia, “lo llevó al mesón y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.” Ahora, ¿qué es lo que hizo el Señor? Él viene hasta ti, en el foso, te pone en su propia cabalgadura, y te cura con aceite y vino, y te lleva a un mesón y te pone en un grupo de creyentes, y le dice al posadero: “Cuida de él, y lo que sea que cueste te voy a pagar cuando yo regrese.” Y esa es una cosa buena. A veces, tienes a esta persona aquí y él te está costando demasiado. Pero sabes que el Señor lo llevó ahí para que tú cuidaras de él. Sólo esta promesa, que estas palabras penetren en tu mente, “Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.” Esa es una cosa buena a recordar en tu trabajo como pastores del rebaño.

¡Que el Señor los bendiga! Amen.

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