La Avaricia | Miguel Lecaro

LA AVARICIA
Para los propósitos de estos apuntes, es conveniente echar unos párrafos sobre lo que es una persona avara.
El avaro busca riquezas. El avaro no expone nunca su caudal, por el miedo de perderlo.
La avaricia es el ansia de guardar y atesorar. Como medio más fácil y posiblemente seguro, el avaro nada o poco gasta. El avaro es un buen conservador de su riquezas, pero no para adquirirlas y mucho menos para aumentarlas, pues tiene temor de perderla en poca cantidad.
El avaro ve y cuenta las riquezas que nunca disfruta, pues vive en constante sobresalto pensando que la gente le puede robar.
He notado que algunos confunden a los avaros con los usureros. Es verdad que los unos y los otros quieren adquirir dinero sin riesgo. Sin embargo, el usurero puede no ser avaro. Yo conozco usureros que son buen comerciante.
El avaro acumula riquezas por una gran variedad de medios como estos: Por un matrimonio con una persona rica. Por herencias que muchas veces le vienen sin esfuerzos de su parte para obtenerlas, y también por ciertas explicaciones; por estos medios el avaro acumula sus riquezas. Pero nunca por ningún tipo de negocios en los que tenga que invertir.
La filosofía del avaro es aumentar sus riquezas sin hacer uso alguno de ellas.
Conversaba con un amigo sobre el tema que estoy escribiendo, y me decía que cierto profesor en la Universidad dijo una vez que: “El dinero es alimento”. ¿Qué le parece esa opinión? Me dijo. Yo le respondí que la única manera de conocer su capacidad alimenticia es o consiste en comérselo. Pero el avaro no está dispuesto a comérselo comprando alimentos, porque él no gasta el dinero, sino que lo acumula y esconde en el lugar donde no puede ser hallado.
Es que los avaros atesoran como que fueran a vivir eternamente, en marcado contraste con los prodigos que disipan lo mismo que si fuesen a morir.
Hay algo que no comprendo de los avaros. Que guardan sus tesoros como que fueran realmente suyos; pero temen servirse de el como si en realidad le perteneciesen a otro.
Joel, hijo de un buen amigo, me dijo el otro día que conversaba con el sobre el tema de los avaros
Joel, le pregunté: ¿Qué es para ti un avaro? Y esta fue su interesante respuesta: “Una persona que se empeña en vivir pobre para morir rico”. Joel es un muchacho inteligente me agrada hablar con él.
Cuando tenía unos doce años de edad, recuerdo bien esta historia que según la persona que la contaba era verídica.
Un hombre que era conocido en el barrio como avaro, murió de un fulminante ataque al corazón.
Algunos días antes de su muerte había pedido a una vecina que le pusieran un terno color negro con el que deseaba ser sepultado.
Se cumplió su deseo al pie de la letra.
Mas como todos sabían que ese hombre tenía dinero, lo buscaron afanosamente sin encontrarlo.
Luego del entierro, los vecinos comenzaron a trastornar la casa del difunto, buscando el dinero sin lograr hallarlo.
Un viejo sastre contó más tarde que el avaro ya enterrado, le había pedido una aguja con hilo negro, para coser un bolsillo a su saco, con el que fue enterrado.
Conclusión. Parece que este avaro, cosió el dinero en el o los bolsillos del vestido negro, y de esta manera se llevó su adorado dinero con él hasta la tumba.
¿Puede llegar a ese extremo una persona dada a la avaricia?
Es muy posible, porque el avaro no quiere separarse del dinero, que lo considerando a él an en la muerte.
Oí una vez un chiste sobre los avaros narrado a manera de un cuento.
Un avaro, encontró en la puerta de su casa un perrito que lo habían abandonado. Como deseaba tener un animal de esa clase para construirlo en guardián de su tesoro, se adueñó del pequeño animal que desde ese día ladraba y aullaba de hambre.
Un día del perrito vio que su amo abrió parcialmente la puerta para recibir un paquete que alguien le enviaba. Corrió, con las pocas fuerzas que aún le quedaban, y huyó de su prisión.
Perdido el perro, y siendo demasiado avaro para sustituirlo, hacía él personalmente su ronda de guarda, ladrando como si fuera un perro.
Chiste ilustración de avaricia, no lo sé. Lo único seguro que aquí tenemos un retrato de cuerpo entero, de lo que es un avaro y a los extremos que puede llegar su avaricia.
¿Ustedes creen que un avaro puede llegar a esos estados también? Bueno yo conozco a una persona que heredó una cuantiosa fortuna y que se viste de ropa usada. Es verdad lo que les digo.
De mis lecturas aquí y allá, les cuento algunos casos sobre la avaricia.
Un banquero avaro asta lo inenarrable, lo contrario de su hijo manirroto, empleado en el Banco de su padre, le pidió un día que le adelantara un mes de su sueldo.
Negativo, le respondió el padre, porque sólo quieres dinero para gastarlo locamente con tus amigos, etc.
- – Óyeme papá. Es que lo necesito con urgencia.
- – Entonces el avaro banquero le respondió: “y si te mueres ¿dónde cobraré yo?”. – He hurgado hasta donde me ha sido posible, por tener alguna información acerca de un tenor de nombre: Francisco Tamagno. Sólo pude averiguar, que era un hombre corpulento y que cantaba aceptablemente bien. El empresario le daba cuatro velas, (en ese tiempo no había alumbrado eléctrico) y esto lo hacia para alumbrar su camerino. Él encendía una diciendo: “Para ver con dos basta”.
¿Pero si solo has encendido una? Le replicaba el empresario: ¿Dónde está la otra? La otra replicaba el tenor, es la reflejada en el espejo que también alumbra.
La avaricia queda al desnudo aquí también. Un hombre enfermo muy rico, pero avaro en sumo grado, fue a una clínica para que le hicieran la dentadura, Regateando a más no poder concertaron con el dentista el precio. Después de una serie de pruebas, terminó haciéndole dos piezas maravillosas. Más con el avaro cliente, dándose cuenta que si decía que el trabajo era perfecto, a lo mejor le quisiera subir el precio, comenzó a ir y venir repetidas veces a la clínica pretextando pequeños defectillos de la dentadura. Cansado el dentista de tantas injustas reclamaciones, en una de estas tantas visitas, le quitó las dos piezas y las arrojó violentamente contra la pared de piedra. Entonces, dándole unas palmaditas a la espalda del avaro, le dijo “ahora, a tomar sopitas toda la vida”. En un recorte de una vieja revista me encontré con un tema: “La avaricia”. Lo copio literalmente: “una serpiente se deslizó en el taller del herrero y comenzó a pedir caridad a los diversos utensilios que había allí, quien más, quien menos, le dieron algo. Por último, la serpiente se volvió a la lima.
– Dame una limosna por caridad, le rogó con insistencia. ¡Eres ingenua! Le respondió la lima.
¿Darte yo algo? Yo nunca doy nunca nada, por el contrario, suelo tomar de los demás todo lo que puedo”.
Creo que esta es una fábula por lo que dice al final. “La lima es el mejor símbolo de un avaro, porque los de esta clase nunca dan, sino que quitan.
Y esta sí es una fábula del conocido escritor español: Félix María Samaniego. Su titulo es “El enfermo y la visión”.
“- ¡Conque de tus recetas exquisitas, ¡Un enfermo exclamó ninguna alcanza! El medico se fue sin esperanza Contando con los dedos sus visitas. Así desengañado.
Y creciendo por horas sus dolencias, De este modo examina s conciencia:
- – En todos mis contratos he logrado,
- – No lo niego, ganancia muy segura; Trabajé en calcular mis intereses, Aumenté mi caudal en pocos meses Más por felicidad que por usura.
Sin rencor ni malicia, Hice que a mil deudores pusieran preso. Murió pobre en la cárcel, lo confieso; Mas, en fin, es un hecho de justicia.
Si por cierto instrumento Reduce una familia muy honrada
A pobreza extrema
Algún día leerán mi testamento Entonces, muerto yo se hará patente En la tierra, lo mismo que en el cielo, Para alivio de pobres y consuelo, Mi caridad ardiente.
Una visión se acerca, y dice: – ¡Hermano, La esperanza condeno
¡Del que aguarda a morir para ser bueno! Una acción de piedad está en tu mano. Tus prójimos, según sus oraciones, Están necesitados:
Para ser remediados.
Han menester siquiera cien doblones. - – ¡Cien doblones! ¡No es nada!
Y si, porque Dios quiera, no me muero Y después me hace falta ese dinero, ¿Sería caridad bien ordenada?
-Avaro, ¿Te resiste? Pues al cabo
Te anuncio que tu muerte está cercana. ¿Me muero? ¡Pues que espere a mañana!
La visión se volvió sin un ochavo”.
Otro retrato aquí también de un avaro, que aun cercana la hora de su muerte, no tiene sentimientos de compasión, aunque vea el sufrimiento de su prójimo.
Con todo respeto a Samaniego, no defino a este hombre como avaro. Mas, si lo dice Samaniego ¡Quién soy yo para decir lo contrario!
Permítanme entrar en un campo de reflexiones sobre la avaricia. ¿Se puede decir que hay mujeres entregadas a la avaricia? No dudo que existan mujeres avaras en este mundo; pero creo que son más los hombres que las mujeres, porque ellas están más cerca de la naturaleza.
¿Se puede decir que todo rico es avaro? Con frecuencia se oye decir esto, como que siendo avaro pudiese uno ser rico. El rico es una persona que le agrada vivir bien, que gasta su dinero y lo invierte en su bien personal y de su familia. Pero el avaro no es así. Por lo tanto, no se puede decir que todo rico sea avaro, porque es lo uno o es lo otro.
Leí no sé donde que hay animales avaros, por ejemplo, la ardilla y casi todos los insectos. Sin embargo, esto ahorran por sabiduría no por avaricia. Creo que es un error hablar de esta manera.
“Avaro como un judío”. Es un dicho popular con el que no estoy de acuerdo. Es que a los avaros se los pinta con una nariz ganchuda y de la misma forma a los judíos.
Creo que es un error hablar de esta manera. Dejo constancia que no estoy defendiendo a los judíos, pero creo que no se dice la verdad cuando se quiere ver en todo judío un avaro. Yo conozco a muchos judíos que son hábiles comerciante que arriesgan su dinero en negocios, y eso no es propio de un avaro.
Y algo que va a favor de los avaros, es que muchos de ellos llegar a tener una larga vida, mueren de viejos. Hacen de la vida un rito moderado, comen frugalmente y cuando caen enfermos, recurren a medicinas llamadas “Caseras”, que muchas veces resultan mejores que las que venden en la farmacia
Esto no es en defensa de los avaros sino una verdad conocida por todos nosotros.
Por aquello que se dice: “Que las costumbres nos hacen felices”. ¿Podría decirse también que los avaros son felices porque están acostumbrados a la forma de vida que tienen?
Yo creo que no. Me parece que algunas veces se confunde la felicidad con la “conformidad” a un estatus de vida, pensando que eso es lo mejor para nosotros.
El conformista para mi es un sufridor, una persona que no aspira, que no desea subir, que, si vive junto a una pocilga, no desea salir de ese lugar porque cree que así es que debe vivir y no de otra manera.
Volviendo al tema de la avaricia, el avaro vive miserablemente porque así quiere vivir, no porque no puede vivir mejor si gastara el dinero que tiene. Por otra parte, no puede considerarse feliz a una
persona que pudiendo vivir de una manera mejor, se empeña en vivir miserablemente sólo porque no quiere gastar el dinero que posee.
La verdadera felicidad no se encierra, no se enclaustra, todo lo contrario busca espacio, amplia horizontes, comunica su felicidad. El avaro se encierra en una celda como una prisión, porque es avaro hasta para comunicarse con la gente. No, de ninguna manera, el avaro no es feliz, nunca lo ha sido ni jamás lo será.
¿Qué dice la biblia sobre la avaricia?
El apóstol Pablo nos responde: “La avaricia que es idolatría
Cuando el apóstol Juan dijo en el último versículo de su primera carta estas palabras: “Hijitos guardaos de los ídolos”, nos estaba abriendo los ojos para que ampliáramos nuestra visión sobre el sentido y significado de lo que debemos entender por idolatría.
Por la herencia de la Iglesia Católica que casi todos tenemos, cuando hablamos de ídolos, inmediatamente llevamos nuestra mente a las imágenes y esculturas que llenan los templos católicos.
Sin embargo, eso no es toda la verdad sobre la idolatría. Hay también la egolatría, que es la adoración así mismo y que se practica tanto en los hombres como en las mujeres. Y por supuesto, hay la idolatría de lo que poseemos, que es justamente donde encaja la avaricia.
Seguramente el apóstol conoció a muchos avaros en su época, y los conoció en relación con la iglesia cristiana que él mismo fundó.
Y los consideró avaro porque a pesar de poseer bienes de este mundo, no aportaban para la obra del Señor como debían hacerlo. Leí hace unos días un análisis sobre la avaricia donde el autor decía que:
“Característica inequívoca de toda persona avara es que esta clase de gente es muy hábil para hacer que otras den”:
Son las más grande motivadoras para que sean otras las personas que aporten con dinero y objetos de valor, mientras que ellos no aportan con nada” ¿Qué les parece?
Un avaro, adorador de dinero, es ese joven que vino corriendo para hacerle la pregunta a Jesús. Veamos el episodio bíblico (Marcos 10:17-25).
Al seguir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando de rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno ¿Que haré para heredar la vida eterna?
Jesús le dijo: ¿ Por qué me llamas bueno?
Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y madre.
El entonces, respondiendo, le dijo Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo:
Una cosa te hace falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas
Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas!
Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Hay algunas cosas que siempre me llaman la atención de este hombre.
1.- QUE ERA JOVEN.- Generalmente a los avaros los imaginamos como personas mayores de edad; pero no hay tal, la avaricia se la encuentra en todas las edades y este episodio bíblico lo prueba.
2.- ERA UN HOMBRE RELIGIOSO.- Y religioso desde su mocedad. Es decir, que sus padres lo habían educado en las cosas de Dios, de tal manera que podía contestar las preguntas que le hicieran sobre los mandamientos del Señor. Sin embargo su verdadero dios era el dinero y No el Dios Vivo y Verdadero.
3.- ERA UN HOMBRE ENGAÑADO.- Que piensa que por su religiosidad podría ser un miembro del cielo. La frase: “Todo esto he guardado desde mi mocedad”. Revela esta idea en su corazón. Pero ignora que Dios no comparte la adoración con otros dioses.
4.- Sólo hay un modo de acabar con la avaricia, acabando con el ídolo.- “ vende todo lo que tienes y dalo a los pobres”. El énfasis de esta frase es la palabra “TODO”. No le dice una parte, sino “TODO”.
La avaricia tiene que arrancársela de raíz, de lo contrario, en cualquier momento rebrota. El avaro tiene que aprender a depender de Dios y no de las riquezas.
Una persona con quien hablé sobre este tema que estaba escribiendo, me ha enviado esta nota que cumplo en publicarla:
“¿Sabe usted que los más grandes avaros que existen en el mundo son de origen judío?. Y añade este dicho que circula por todas partes: “Avaro como un judío”. Si usted quiere tener un ejemplo de avaricia, señale a un judío”.
No tengo nada contra lo dichos, adagios y refranes que circulan por todas partes; sin embargo, no creo que se les deba dar todo el crédito que demandan.
Decir que todo judío es avaro, no creo que es hablar con verdad. Que hay judíos avaros, no lo dudo; pero de allí tomarlos como símbolos de la avaricia, no creo que hacemos bien. Ya dije antes algo sobre esto mucho más arriba.
Sé de muchos judíos que son buenos comerciantes que no son derrochadores ni despilfarradores pero eso no los califica como avaros.
No creo que si una persona maneja su negocio sin dispendios ni gastos excesivos, se le pueda llamar por esto avara.
Todo lo contrario, quien dirige su negocio inteligentemente y no exagera los gastos, para mí, esa persona está obrando correctamente.
En este momento llaman a la puerta de la oficina Pastoral y es una persona que tiene un sólido negocio del que gana mucho dinero. ¡Saben a qué viene este hombre? Me pide una ayuda económica par comprar unos juguetes a los hijos de sus empleados.
Este es un gesto inequívoco también de avaricia. Él puede comprar juguetes a esos niños porque tiene el dinero suficiente para hacer esto. Pero no lo hace, porque es adorador del dinero que es su verdadero dios.
“¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!”
Y yo me permito decir: No sólo los que tienen riquezas, sino que las riquezas los tienen a ellos.
El Ps. Dr. Miguel Lecaro Tobar
Nació en la ciudad de Guayaquil el 3 de agosto de 1920. A los 20 años se entregó a Cristo, egresó del Seminario Bíblico del Ecuador en 1945.
Fue profesor de dicha institución por más de 40 años, orador en el programa «Alianza en Marcha» que se transmitía diariamente desde Bonaire. Durante 35 años fue pastor radial de la HCJB y gerente de su eslabón en Guayas.
Fue Presidente, Vicepresidente, Secretario y Tesorero de la Junta Directiva Nacional de la Alianza Cristiana y Misionera.
Distinguido por la Universidad Teológica de Nyack, Nueva York, con el Título Doctor en Divinidades, H.C. El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Trabajo y Recursos Humanos, le concedió la máxima presea al Mérito Laboral.
Estuvo casado con Zoila Romo por más de 68 años, le sobreviven sus hijos: Alejandro, Débora, Sara y Colombia.
Pastoreó el Templo Alianza de Guayaquil, desde el año 1948 hasta que nuestro Salvado lo llamó a su presencia en en el mes de Junio del año 2015.
1 Corintios 15:10
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.