Aviva Nuestros Corazones
Serie: Mujeres sabias en un mundo salvaje
Aviva Nuestros Corazones
Oct 27 – Gran gozo en la justicia
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Annamarie Sauter: Mary Kassian dice que se necesita mucha fuerza para tomar decisiones sabias.
Mary Kassian: Una mujer sabia es una mujer de convicciones muy muy fuertes. Es una mujer que a pesar de todo, e incluso cuando le es doloroso y difícil, dice: «Voy a hacer lo que es correcto y confiaré en Jesús».
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy Leigh DeMoss: A través de los años Dios ha usado a Mary Kassian para ayudarme a obtener una mejor comprensión de la historia y la filosofía del feminismo. Hace unos años atrás, Mary fue la autora de un libro titulado, “El error feminista” (The Feminist Mistake).
La primera vez que leí este libro fue a finales de los años noventa. Es parte de lo que el Señor usó en gran manera en mi vida para ayudarme a concebir la visión y tener la carga de un nuevo programa de radio que con el tiempo se convirtió en Aviva Nuestros Corazones. Así que me siento en deuda con Mary por ayudarme a comprender todo esto mejor.
Luego cuando lanzamos la primera conferencia de Mujer Verdadera en el año 2008, Mary estuvo con nosotras en ese evento. En uno de esos talleres en esa conferencia, Mary habló sobre las tentaciones que enfrentan las mujeres en nuestro día y en nuestra era. Mary describe lo que ha llegado a ser conocido como «Mujeres volviéndose salvajes». Pero no solo como un fenómeno en el mundo de hoy, sino como un problema del cual la Escritura habla en Proverbios capítulo 7.
En esta charla Mary trata sobre algunos de estos temas de una manera bastante simple y sincera al describirnos algunas de las características de una mujer salvaje, en contraposición a las de una mujer sabia. Así que, si tienes niños pequeños contigo, quizás quieras mantenerlos ocupados mientras escuchas este mensaje.
Estamos a punto de escuchar la segunda parte de un mensaje de Mary Kassian que empezamos a escuchar ayer. Ella nos está mostrando algunas características de una mujer sabia que contrastan con una mujer salvaje. Aquí está Mary.
Mary Kassian: Las mujeres sí tienen poder, solo en términos de seducir a los hombres. Todas sabemos lo que significa intentar ser descarada, intentar ser atrevida, ser la que toma la iniciativa de acercamiento.
Número 5: Tiempo y energía. La mujer salvaje se la pasa en lugares en los que podría atraer a hombres. Ella está al acecho. Se nos dice en el pasaje que está en las plazas de las calles; que está en cada esquina, en los lugares públicos, los lugares en los que va a estar fuera como cebo para mirar, para buscar y atrapar a los hombres.
La mujer sabia, por otro lado, está ocupada con la misión personal, no en capturar a los hombres. Ella está ocupada con buenas obras. Ella no come el pan de balde. Sus brazos están para los pobres, sus manos para el menesteroso.
Yo estaba hablando con uno de mis hijos acerca de la mujer que un día iba a encontrar y con la que se casaría. Le dije: “Cuando encuentres a esta mujer, no va a estar allí sin nada que hacer y poniéndose a sí misma en lugares para encontrarte. Esta mujer va a ser una mujer de misión. Ella tendrá la misión y el propósito para el Reino de Dios”.
Muchas de nuestras jóvenes hoy en día están inactivas en el Reino de Dios, están perdiendo el tiempo. Simplemente todo su propósito es salir a capturar a un hombre, porque piensan que eso es lo que va a satisfacerlas. Pero como hemos hablado esta mañana, no hay un hombre sobre la faz de la tierra que vaya a satisfacer tus necesidades. Ni uno. Ahora, si el Señor te bendice con una gran relación, eso es una cosa maravillosa y hermosa.
Brent y yo hemos estado casados por veinticinco años y es la relación más rica y más hermosa con la que cualquier mujer podría soñar desde una perspectiva terrenal. Pero aun así, él no es el que en última instancia, satisface mis necesidades. Es el Señor Jesucristo, que me da mi identidad, mi confianza en lo que soy. Tengo que ocuparme de las cosas del Señor, al igual que todas ustedes.
En este momento solo me voy a dirigir a las mujeres jóvenes no casadas, las que son solteras. ¿Qué es eso de que mujeres cristianas estén saliendo a los bares? No entiendo eso. Tú puedes llamarme anticuada; podrías decir que estoy fuera de la realidad, pero en mi mente, tú estás permitiéndote esos momentos de estar al acecho en la esquina de la calle, en cada esquina, por ahí, dando una señal. Tratando de tener el tipo de mentalidad masculina que la Escritura dice que no deberías tener.
Número 6: Búsqueda. Tengo que hacer una confesión. Había una chica que llamaba a mi hijo menor. Esto fue antes de los teléfonos celulares. Ella estaba llamando y llamando y llamando y llamando y yo solo ejercité mi autoridad parental, llamé a la compañía telefónica y pedí que bloquearan su número.
Antes de hacer eso, intenté otra táctica. Le dije: “Voy a tomar tu mensaje. Sí, él está sentado allí en el sofá, pero voy a tomar tu mensaje y él te llamará de vuelta”. Pero a las jóvenes hoy en día se les enseña que ellas pueden ser las iniciadoras en una relación, que en realidad no importa. “Tú debes ir por lo que tú quieres. Si ves a un chico que deseas, ve por él, búscalo, persíguelo”.
Déjame te cuento lo que esto hace. Lo he visto una y otra vez, que son mujeres las que han hecho esto, son las que han conseguido al chico y las que iniciaron la relación. Ellas le llaman por teléfono, lo buscan, lo persiguen, consiguen la boda corriendo y están en control de la relación. Cinco, diez años después, ellas lo odian porque es un adicto a la televisión. Están cansadas de hacer de todo y manejar la casa y tener un hombre que es pasivo o pasivo-agresivo.
La forma en la que buscas noviazgo se convierte en la forma en la que te relacionas cuando te casas. La forma en que te relacionas con los hombres en general establece las pautas para tu matrimonio. Son importantes los patrones que estableces y cómo te relacionas y se nos dice en las Escrituras que esa mujer, la mujer salvaje, es la mujer que sale, que se apodera de él, la mujer que lo busca y se aprovecha de él.
En cambio, la mujer sabia es la mujer que se lo gana con una conducta pura y santa, ella ganó a su marido. Sara respetaba a Abraham como amo. En otras palabras, hay una reverencia y una pureza y un “yo no voy a salir a conseguir, yo voy a ser un premio que vale la pena conseguir. Yo voy a ser una mujer de Dios, y ser digna de buscar, porque Dios lo dice”.
Es como la santidad, la relación y el cuadro entero de Cristo buscando a Su Iglesia. Si estamos hablando de un hombre y una mujer siendo como una mini-imagen de la relación entre Cristo y la Iglesia y además, una relación inter-trinitaria, donde aprendemos mucho sobre Dios, porque hombres y mujeres han sido creados a su imagen. Si ese es el caso, entonces esto verdaderamente importa.
Las mujeres de Dios saben cómo tener ese dulce y suave espíritu, saben que la pureza y la santidad dicen: “Yo confío en Dios. Yo no tengo que ir a buscar y estar a cargo. Dios está a cargo, y puedo confiar mi vida misma a Él”.
Número 7: Decencia. Recuerden que estamos hablando de los puntos que distinguen a una mujer salvaje de una mujer sabia. Una mujer salvaje se pone a si misma en situaciones potencialmente comprometedoras. Vemos en este pasaje que ella sale en la oscuridad de la noche. “Cariño, ¿qué haces afuera en la noche oscura? ¿Para que lo estás invitando a tu casa?”.
Ahora, cuando le ministro a mujeres universitarias, a las que se visten seductoramente; las que inician; van tras el chico; dejan que venga a sus apartamentos y luego se lamentan diciendo: «No me respetó». cuando él no puede controlarse a sí mismo. No sean tontas. Decencia, lo que es propio, bueno y adecuado. Es importante.
Es una gran novedad en este momento que se puede tener un compañero de habitación del sexo opuesto. ¡Eso no es correcto! ¡No está bien! No es honorable.
La Biblia dice que la mujer sabia se mantiene alejada de las situaciones potencialmente comprometedoras; que ella es una mujer de decencia; ella entiende que lo que es correcto, es bueno y que incluso evita la apariencia del mal.
Mi mamá no me dejaba salir en un carro al lago con un chico. Pensaba que solo estaba siendo, ya sabes, muy maternal. Algunas de ustedes pueden pensar que estoy siendo maternal en este momento, pero yo no lo creo. Creo que estoy siendo bíblica.
Una mujer sabia se mantiene alejada de las situaciones potencialmente comprometedoras. Ella es digna de respeto. Yo respeto quien soy, respeto cómo Dios me creó para que fuera, me respeto lo suficiente para ni siquiera acercarme un poquito al límite. Puedes pensar que soy anticuada, pero yo elijo, porque no soy una cobarde y débil, elijo estar de pie contra el mundo y hacer lo que es correcto y no le daré ninguna oportunidad al enemigo.
Y chicas, eso es lo que estamos haciendo cuando nos ponemos en situaciones potencialmente comprometedoras. Si estamos en un negocio, trabajamos en una oficina, y salimos solas para el almuerzo con un chico, no es apropiado. Si voy en un viaje de negocios y salgo con un colega masculino, solo él y yo para tomar un café, no es apropiado. No está bien. Eso deshonra al Señor; deshonra a mi marido, y le estoy dando al enemigo una oportunidad. ¡Es solo una erosión! ¡No viene como una gran caída! Por lo general, es poco a poco como el enemigo avanza sobre nuestro territorio.
Número 8: Influencia. Una mujer salvaje es manipuladora e intrigante. El versículo 10 nos dice que ella tiene un corazón astuto, así que trata de armar un complot. Ella trata de escribir el guión y manipular para conseguir lo que quiere. Esto ocurre antes del matrimonio, y esto sucede también después del matrimonio. Esta astucia de corazón, para manipular a nuestros muchachos.
Una mujer sabia, por otro lado, evita el engaño, la astucia y la manipulación. Se nos dice que las mujeres sabias no son chismosas y no son entrometidas. Ahora las mujeres son bastante buenas en esto, ¿no es así? Podemos bailar en la cabeza de un hombre, y él ni siquiera darse cuenta. Pero, ¿cómo honramos a Dios cuando buscamos manipular? Nosotras no le honramos.
Eso nos lleva al punto número 9: nuestros hábitos al hablar. Una mujer imprudente, no sabia, habla halagando, seduciendo, manipulando, o tal vez llorando, suplicando o quejándose. El pasaje dice palabras seductoras, palabras persuasivas, diciendo cosas que no deberían ser dichas; mientras que la Escritura nos dice que una mujer sabia es sensata y prudente con sus palabras. Ella influye incluso sin palabras, se nos dice en el pasaje. Ella habla con sabiduría, y ella no habla maliciosamente.
Nuestros hábitos al hablar son importantes, y podemos honrar nuestro diseño de la forma en que Dios nos ha creado cuando lo honramos con nuestra boca.
Número 10: La prominencia. Se nos dice que la mujer salvaje es egocéntrica, que clama por atención. Ella es ruidosa — yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo — se trata de mí; se trata de mis necesidades, de lo que yo quiero. Se trata de que no me siento satisfecha. Se trata de que necesito atención; necesito esto; necesito aquello. Es una mujer que reclama; mientras que una mujer sabia es alguien centrada en los demás. Ella no está centrada en sí misma, está enfocada en los demás, y ella está feliz de servir.
La Biblia dice que una mujer sabia da comida a su familia, porciones para sus criadas; su marido toma su asiento en la puerta de la ciudad, y ella tiene un espíritu manso. Ella está de acuerdo con eso (ver Proverbios 31). ¡Uf! ¡Ouch! ¡Que difícil! Porque se nos ha enseñado en nuestra cultura que: «Mujer, si tú eres igual a los hombres, entonces debes tomar tu lugar en las puertas de la ciudad, eso es por lo que debes luchar, y él debe estar allí ayudándote para que lo logres».
Esa es la sabiduría del mundo. Pero la Biblia dice que una mujer sabia no clama por prominencia para sí misma.
Solo tienes que pensar en las Escrituras y las palabras que se nos enseñan acerca de Cristo, «el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre» (Filipenses 2:6-9).
Mira, la semejanza de Cristo significa que no buscamos nuestra propia prominencia, que tenemos un espíritu manso, que estamos bien cuando no estamos en frente y en el centro. Eso es perfectamente normal.
David dice: «Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que morar en las tiendas de impiedad» (Salmo 84:10).
Cuando somos mujeres sabias, asumimos el carácter de Cristo, y también tomamos una disposición piadosa.
Número 11: Se nos dice que una mujer salvaje es exigente. Ella quiere controlar e insistir en su propia manera. Este punto viene de la mano con el anterior, que ella es ruidosa. Por otro lado, la mujer sabia tiene esa gentil disposición que remite a otros. Ella tiene un espíritu afable y apacible. El pasaje dice: «Esto es precioso a los ojos de Dios».
Se nos enseña en nuestra cultura que tener un espíritu manso y apacible es despreciable. Se nos enseña que eso es lo más bajo en el rango y no debemos tener un espíritu afable y apacible. Por el contrario, deberíamos ser agresivas; deberíamos ser fuertes; deberíamos ser exigentes; deberíamos estar clamando, y que podemos tener una actitud que diga: «Mírenme, aquí estoy».
Una mujer sabia tiene la disposición, una actitud respetuosa y honorable a los demás.
Número 12: Honor. Una mujer salvaje es atrevida (insolente), independiente y rebelde. Ella se resiste a seguir. Creo que realmente es una tendencia pecaminosa que todas tenemos como mujeres, ¿no es así?. Comenzó desde el principio, y es algo con lo que luchamos. Yo lo lucho en mi espíritu. A veces pienso que el proseguir en esto es algo muy humillante, pero no lo es, al contrario, es algo muy piadoso. Es algo que hacen las mujeres que están eligiendo deliberadamente a Cristo. Eso es lo que enseña la Escritura.
Número 13: Prioridades. Prioridades equivocadas. Una mujer rebelde, una mujer que es salvaje y está fuera de control tiene las prioridades equivocadas, desprecia sus responsabilidades. Dice en el versículo 11 que nunca se queda en casa. Ella tiene todas sus prioridades al revés. Tal vez ella sale y persigue una carrera por encima de su familia o tal vez para la auto-realización, o las amigas, o lo que sea, las prioridades de alguna manera están todas mezcladas.
La Escritura nos dice que una mujer sabia tiene prioridades piadosas, y ella cumple con alegría sus responsabilidades. Habla de velar por los asuntos de su familia.
Amigas, ustedes son el barómetro de su hogar. En mi casa, yo soy la que se da cuenta cuando las cosas están fuera del orden espiritual mucho antes de que mi marido se de cuenta. Él me ha dado el discernimiento como mujer para saber, “hay algo que no está bien en la vida de este muchacho”, o “simplemente no nos estamos conectando ahora en nuestro matrimonio”. Dios me da un ojo, un ojo vigilante para mi hogar, y para mi familia.
Dice que a las mujeres se les da esa responsabilidad. A los hombres se les ha dado la responsabilidad de dirigir, proteger y proveer, pero las mujeres son las que nutren y las guardianes del hogar. El Señor no nos da una lista de qué hacer y qué no hacer. El Señor en las Escrituras, (algunas pueden criticarme por esto) pero la Escritura no dice: “Nunca jamás salgas de la casa”.
La realidad de este milenio es que las mujeres van a trabajar, tal vez, en algún momento. Y sin embargo siempre, en primer lugar y con entendimiento debes tomar esas decisiones con tu marido y de acuerdo a las prioridades de ambos. Teniendo prioridades que son prioridades piadosas y poder decir «NO» cuando tu corazón siente la necesidad de pensar en: «Oh, yo podría conseguir más dinero o ser más auto-realizada o conseguir esa promoción». Quizá sea el momento de decir, «NO», porque tus prioridades demandan que te encuentres más en tu hogar para estar con tus hijos.
¿Cómo es que caímos en la trampa de creer que eso es algo deshonroso de hacer? Esa es la cosa más importante que podemos hacer, para elevar a la próxima generación y para impartir valores piadosos. Tenemos toda una generación de niños que crecieron sin mamás y papás porque sus padres tuvieron sus prioridades equivocadas.
Número 14: Contentamiento. La mujer salvaje está descontenta. Ella siempre está buscando una nueva emoción. Dice que sus pies no permanecen en casa, versículo 11 — pies errantes. En el versículo 18, ella le hace una propuesta al muchacho, “vamos a deleitarnos”. Ella siempre está buscando algo nuevo para llenar ese gran vacío, ese anhelo. Solo necesita una nueva sensación, una nueva emoción de algún tipo. Ella no está contenta con lo que tiene.
La Biblia dice que el contentamiento es un signo de la piedad, que la mujer que es sabia está contenta, y ella confía en el plan de Dios y en su provisión. Dice de mujeres sabias del pasado que pusieron su esperanza en Dios, estas mujeres de Dios, pueden reírse de los días por venir porque hay contentamiento. No hay afán y ni descontento con la vida tal como es.
Ahora, hay un descontento santo que el Señor quiere que nosotras tengamos. Es aquel en el que estamos continuamente tratando de conocerlo mejor, no estamos conformes, queremos conocer mejor sus caminos y no conformarnos y decir, «oh, todos estamos bien». Pero el “contentamiento” que nos hace rebelarnos, o quejarnos, ser amargadas, fastidiar, o sobrepasar el limite de nuestras tarjetas de crédito, o el hacer todas esas cosas que hacen las mujeres para llenar ese vacío — esa es la clase de descontento del que el Señor está hablando aquí.
Número 15: Deseo. La mujer salvaje, la mujer descarriada piensa que el romance va a satisfacer el anhelo más profundo de su corazón. Esta es una de las mentiras más grandes de todas. Este versículo, “te busqué” esta mujer sale y busca el amor. Ella va y le hace una propuesta al joven, “embriaguémonos de amor”. Ella solo quiere amor; ella quiere sentirse amada; ella solo quiere sentir.
¿Cuántas de nosotras, casadas, solteras, en todos los ámbitos, joven o anciana, sin importar cuáles son las experiencias de nuestras vidas, sienten un anhelo en su corazón que pueden vislumbrar como un soplo cuando leen una buena novela o al respirar profundamente y sentir esa agitación en su corazón diciendo, “sí, yo quiero ser amada”?
Así que muchas de nosotras recurrimos al romance, y si estamos casadas, a veces recurrimos a esos libros donde hay romanticismo representado allí, o a las películas, o a lo que sea a lo que recurramos para tratar de alimentar nuestra hambre. Pero el Señor dice que una mujer sabia sabe y entiende que Cristo es su primer compromiso, que Jesucristo es el amante y el redentor de su alma. Él es el único hacia el cual todos estos deseos deben ser llevados. Ella sabe que todos estos anhelos revueltos, no se satisfacen por ninguna cosa terrenal o ningún hombre terrenal. Así que la dedicación de la mujer sabia es Cristo y el seguirlo.
Amigas, todas tenemos deseos. Todas tenemos anhelos. La mujer salvaje busca el satisfacerlos con los hombres. La mujer sabia busca satisfacerlos con Aquel por el que fuimos creadas.
Número 16: Moralidad. La mujer salvaje compromete normas y estándares y justifica el pecado. Así que ella dice, “sí, mi marido está ausente. Él me deja sola todo el tiempo. De hecho, él no es bueno conmigo en lo absoluto”. Así que ella comienza a construir esta justificación para el pecado. Ella dice: “Es culpa de mi marido. Él no me da lo que necesito. Nunca debí haberme casado con él, fue un gran error. Mi esposo está ausente”. Así que pone en peligro sus normas, a través de la erosión. Ella las pone en peligro y justifica su pecado.
Una mujer sabia, por el contrario, se mantiene para el matrimonio y se mantiene en el matrimonio. Ella guarda la pureza y la santidad del lecho matrimonial, y no solo en sus acciones físicas, sino también en sus pensamientos y creencias, en lo que hace, en lo que observa y lo que ella entra en su cerebro. Hay una pureza y hay una fidelidad de mantener la confianza, mantener la lealtad, mantener la fe en su marido.
Escucha, tu marido no tiene que ser digno para que tú mantengas la fe en el. Cuando estás manteniendo la fe, estás manteniendo la fe a tu propio pacto, en el cual te comprometiste ante Dios. Así que muchas de nosotras justificamos nuestro pecado diciendo: “Él no es realmente el paquete por el cual yo firmé”.
Una mujer sabia es una mujer de convicciones muy, muy fuertes. Una mujer que, a pesar de todo, e incluso cuando le es doloroso y es difícil, dice: “Voy a hacer lo que es correcto y confiaré en Jesús”.
Número 17: Sexualidad. Mujeres salvajes utilizan el sexo como un arma o para su propia gratificación. Se nos dice en este pasaje que ella reduce al joven a un pedazo de pan. ¿Qué haces con un pedazo de pan? Lo comes — ¿no es así? Solo el deseo de tener ese muchacho. Así que ella seduce a los hombres jóvenes. Esto lo vemos en la mujer en este pasaje, que seduce a un hombre joven, pero ella también está usando este joven para castigar a su marido.
¿Cuántas de nosotras las mujeres casadas usamos el sexo como un arma en vez de entender que es un grande, precioso, sagrado y santo regalo? Un regalo que representa la unión de Cristo con su esposa. El sexo es algo sagrado y no debe ser utilizado como un arma.
Nancy: Tenemos que interrumpir aquí. Hemos estado escuchando la segunda parte de un mensaje por Mary Kassian titulado, Mujeres sabias en un mundo salvaje. Regresaremos a la parte final del mensaje mañana, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Mary nos ha estado dando una imagen de la mujer salvaje en Proverbios capítulo 7. Creo que ha hecho un excelente trabajo que nos muestra cómo las tentaciones que enfrenta la mujer en este pasaje, son similares a las tentaciones que nosotras como mujeres enfrentamos hoy en día.
Mary originalmente emitió ese mensaje en la conferencia de Mujer Verdadera 2008. Ella ha desarrollado estas ideas aun más extensamente en un libro titulado “Mujeres sabias en un mundo salvaje”.
Recomiendo este libro a toda mujer que está escuchando este programa independientemente de tu edad o de la estación de la vida en que te encuentres, te desafiará a tomar decisiones sabias en cada área de tu vida. Por ejemplo, ella te desafiará en la forma en la que te relacionas con los hombres, la forma en la que te vistes, los medios de comunicación a que te expones, tu forma de pensar acerca de nuestra cultura y también muchos otros temas.
Annamarie: Queremos expresar nuestro agradecimiento a Dios por los hermosos testimonios que recibimos diariamente y que nos animan al ver cómo Dios está usando este programa para animar a tantas mujeres alrededor del mundo.
Una radioescucha nos escribió para relatarnos cómo ella imprime las transcripciones para hacer estudios personales que luego comparte con otras en un grupo.
Cuán agradecidas nos sentimos por la forma como Dios usa las verdades de Su Palabra para traer aliento, esperanza y gracia a las vidas de personas que la necesitan. Cada oyente tiene una historia particular y los programas contribuyen a fortalecerles y ministrarles en las diversas situaciones.
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Nancy: ¿Alguna vez sientes que si tomaras la decisión de abrazar lo que significa ser una mujer sabia y vivieras de esa manera podrías ser pisoteada o se aprovecharían de ti? Mary Kassian abordará esta pregunta mañana. Espero que regreses a Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
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