Lunes 13 Junio ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo el Señor? Éxodo 4:11 El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? Salmo 94:9 ¿Quién es más grande, Dios o el hombre? Llevé a un compañero a la estación del tren. El tráfico era pesado, así que gastamos más tiempo de lo previsto. En el recorrido hablamos de Dios, pues ambos creíamos en él, pero de manera diferente: él veía a Dios solo como un inmenso poder inicial; yo conocía al Dios de la Biblia, infinito en poder, pero también como Persona… Después de estacionar el automóvil, tomamos las maletas y nos dimos prisa. Entonces le pregunté: ¿Qué hace que un hombre sea grande?
– Su inteligencia y su sentido moral, respondió rápidamente.
– Entonces, ¿negarías que Dios es quien ha dado al hombre su inteligencia? Quién es más grande, ¿Dios o el hombre?
Mi compañero subió rápidamente al tren. La puerta se cerró mientras me respondía: -¡Dios es más grande!
En efecto, Dios es más grande que el hombre. Él nos hizo, y no al contrario (Salmo 95:6). Dios creó al hombre a su imagen; nos dio una inteligencia, un sentido moral y una personalidad. Pero Dios posee todo esto de una manera suprema: “Su entendimiento es infinito” (Salmo 147:5). Dios habló de varias maneras, él es Aquel que se revela. Es el Dios que recuerda todo, anota todo y sabe todo. Está en todas partes y por encima de todo. Tales pensamientos podrían aplastarnos, pero la Biblia nos muestra que Dios nos ama y nos dio lo más valioso que tenía: su propio Hijo.
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Bienvenido a Iglesia Bautista Castellana. Mi nombre es Edgardo Piesco, actual pastor de la Iglesia Bautista Castellana y me siento muy honrado con su visita.
En cuanto a nuestra identidad, somos la primera iglesia evangélica establecida en Canadá contando con, 50 años de vida en el servicio a nuestra comunidad hispano-parlante. Nuestra congregación está constituida por inmigrantes provenientes de toda Latinoamérica. Oficiamos servicios en español y otros especiales en inglés para los jóvenes que dominan éste, como primera lengua. Nuestro objetivo primordial es hacer conocer el evangelio a nuestra comunidad en una actitud seria y de respeto por la dignidad humana.
Esta congregación se ha mantenido en una tradición de trabajo honesto, íntegro y procurando asistir a la sociedad. Nuestro enfoque es estrictamente bíblico; la predicación, expositiva; el objetivo de dicha predicación y enseñanza es que el pueblo conozca la Palabra de Dios sin especulaciones y/o manipulación de la misma, para la salvación del alma. Nuestra congregación promueve un ambiente familiar, proveyendo un equipo ministerial de ayudantes y colaboradores debidamente equipados para hacer placentera su visita a nuestros servicios.
Esperamos que disfrute su tiempo en nuestro medio, y que tengamos pronto el gran privilegio de gozarnos con su visita y cordial compañía. Hasta entonces, que la gracia y la paz de Dios y Su Hijo Jesucristo sea con usted y todos los suyos.
Miguel Núñez es miembro del concilio de Coalición por el Evangelio. Es el pastor de predicación y visión de la Iglesia Bautista Internacional, y presidente de Ministerios Integridad y Sabiduría. El Dr. Núñez y su ministerio es responsable de las conferencias Por Su Causa, que procuran atraer a los latinoamericanos a las verdades del cristianismo histórico. Puede encontrarlo en Twitter.
Una producción de Ministerios Integridad & Sabiduría
Nuestra iglesia fue fundada el 13 de agosto de 1978 en la perspectiva de glorificar al Dios de las Escrituras a través de la promoción de su adoración, la evangelización de los pecadores y la edificación de los santos. Reconocemos a Cristo como la cabeza de la iglesia, y por lo tanto su palabra, la Biblia, es nuestra autoridad final y nuestra única regla infalible y verdadera de todo conocimiento salvador, fe y obediencia.
No obstante, también somos una iglesia confesional, ya que reconocemos la necesidad de sistematizar las enseñanzas bíblicas de modo que podamos dar una expresión comprensiva de lo que creemos enseña la Palabra de Dios. En tal sentido declaramos que la Confesión de Fe Bautista de Londres de 1689, es una fiel expresión del conjunto de verdades que nosotros creemos y proclamamos.
Creemos que Jesucristo ha dado dones a su Iglesia, como lo son los pastores y maestros para la edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4:11-12).
Domingo 12 Junio No sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. Santiago 4:14
Gracias, Dios mío, porque esto no ocurrió ayer Aunque su madre era cristiana, Mary no se interesaba en las cosas de Dios. Una tarde pasó frente a una sala donde se anunciaba el Evangelio, y Sheila, una cristiana, la invitó a entrar.
Mary respondió:
– Otro día, ahora no tengo Biblia.
Sheila le ofreció la suya. Mary se dejó convencer y entró. El mensaje le llegó directo al corazón. Se echó a llorar, confesó sus pecados a Jesús y halló la paz por medio de la fe en él. Antes de irse, Mary quiso devolver la Biblia a su dueña, pero Sheila escribió una dedicatoria para Mary en su Biblia y se la regaló.
Esa misma noche Mary escribió a su madre para anunciarle su conversión. Al día siguiente, en la mañana, la joven sufrió un grave accidente y fue llevada al hospital; allí preguntó al cirujano:
– Doctor, ¿voy a recuperarme?
– No, no es posible, respondió con franqueza el médico.
Consciente de la gravedad de su estado, y mientras la vida se le iba, tuvo fuerzas para levantar las manos en actitud de alabanza y exclamar: “Gracias, Dios mío, porque esto no ocurrió ayer”.
Ayer Mary vivía sin Dios y estaba perdida. Hoy partió serenamente hacia su Salvador.
Sheila visitaba frecuentemente ese hospital. Ese día le dijeron que al lado de una cama habían encontrado una Biblia con su nombre. Luego reconoció con emoción la Biblia que ella había ofrecido a Mary la víspera.
Querido lector, Dios le habla hoy. Lo está buscando. ¡No deje para mañana su decisión!
Serie: ¿Cómo es Dios? Dr. Lehman Strauss Narrado por: Raúl Ferrero
El Dios de la Biblia difiere de los dioses falsos. En única personalidad, Dios existe, Creador del universo y causante de todas las cosas, Creador del hombre y de la sabiduría, el amante redentor del género humano. El concepto de Dios está obviamente en la mente del hombre, pero el hombre no puede conocer acerca de Dios el Creador hasta que estudia su Palabra y sus Obras. El conocimiento intuitivo de Dios es dado libremente, pero el conocimiento más grande de Dios viene como resultado del estudio, la reflexión, la oración y por un proceso de aprendizaje de la Biblia. La revelación divina que encontramos en la Biblia nos remonta a un punto que ni la ciencia, ni la filosofía puede alcanzar. La revelación especial de Dios (la Biblia) es el único medio por el cual podemos obtener un verdadero conocimiento de la Persona de Dios. Hoy más que nunca es esencial conocer cómo es Dios. El material del Dr. Lehman Strauss está en la voz del Profesor Raúl Ferrero.
Sábado 11 Junio He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2 Aplazar Esta palabra significa dejar para más tarde lo que podemos hacer ahora. Dicha tendencia es peligrosa. Aplazar un examen, el pago de impuestos y otras facturas, e incluso la visita al médico cuando uno está enfermo, puede traer graves e irreparables consecuencias. La pereza, el desánimo, o incluso la indecisión, que nos llevan a posponer tareas urgentes, pueden hacernos mucho daño.
Pero hay un ámbito en el que es aún más peligroso dejar para mañana la decisión que debemos tomar hoy. Se trata de nuestra relación con Dios, pues ella determina nuestro futuro eterno. Es una cuestión de vida o muerte. “Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti” (Deuteronomio 30:19-20). Aquí la muerte simboliza la ausencia de relación con Dios y la perspectiva del juicio que sigue a la muerte física. La vida es, al contrario, la relación que podemos tener con Dios, desde ahora y para siempre, basada en el perdón de nuestros pecados. Pecamos cada día, y solo la sangre de Jesucristo, derramada por nosotros en la cruz, puede borrar nuestros pecados. La fe en él nos permite obtener el perdón. Dios nos invita a escoger la vida y a tomar una decisión pronta. Nuestra vida es efímera, frágil; no debemos aplazar esta decisión, pues de ella depende nuestro futuro eterno. “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:15). ¡Mañana quizá sea demasiado tarde!
“Buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas” (Lucas 12:31).
A veces, cuando juego al golf con mis amigos (en un campo de golf que tiene un número elevado de lagunas de agua), hago un tiro equivocado y la pelota sale en dirección a una laguna, pero luego salta rozando la superficie del agua y se detiene del otro lado. Como soy un ministro, mis amigos se extrañan de dicho logro y comentan el hecho con expresiones tales como: «¡Es un milagro!» Como cualquier niño puede saberlo, no se requiere un milagro para hacer saltar una piedra sobre la superficie del agua. Tampoco se requiere de un milagro para hacer saltar una pelota de golf sobre el agua. Siempre y cuando la pelota tenga la trayectoria correcta y esté girando sobre sí misma, es un hecho sencillo.
El término milagro hoy se utiliza con demasiada ligereza. Por rutina decimos que ocurrió un milagro cuando se da un pase en profundidad en un partido, o se evita un accidente a último momento, o cuando contemplamos la belleza de una puesta de sol. Pero la palabra milagro puede ser utilizada de tres maneras distintas. La primera de ellas describe acontecimientos ordinarios, pero que nos causan una fuerte impresión. Nos referimos al nacimiento de un bebé, por ejemplo, como un milagro. Al hacerlo, estamos honrando a Dios por los detalles y la belleza de su creación. Nos quedamos asombrados de la majestad del cosmos al ver cómo Dios obra a través de los medios secundarios de las leyes naturales, las que a su vez son creaciones de Dios. En este sentido el término milagro se refiere a cosas ordinarias que apuntan a una causa extraordinaria, el poder de Dios.
La segunda manera en que utilizamos el término milagro es similar a la primera. Con frecuencia en la Escritura leemos como Dios obra a través de medios secundarios en el momento y el lugar más propicio. La estrella de Belén, por ejemplo, posiblemente tuvo una causa científica y natural. La extraordinaria alineación de un grupo de estrellas, o una supernova pueden haber sido la explicación de su luminosidad. Pero el reconocer esta posibilidad, sin embargo, no hace que el acontecimiento sea menos milagroso. La luz irradió su brillo en oportunidad del nacimiento de Cristo. Le indicó a los magos el camino a Belén. La estrella es entonces un milagro de tiempo y lugar. Este milagro honra a Dios y a su manera de tejer el tapiz de la historia y, por lo tanto, debemos reconocer que el acontecimiento ocurrió de manera milagrosa.
En tercer lugar, los milagros se refieren a actos de Dios contrarios a la naturaleza. Este es el uso más técnico del término. Cuando Jesús convirtió el agua en vino o cuando levantó a Lázaro de entre los muertos, Dios estaba actuando por encima de sus leyes naturales. No hay explicación natural posible para estos acontecimientos. Sirven para convalidar a Cristo como el Hijo divino de Dios.
La Biblia utiliza varias palabras para encerrar el concepto contenido en la palabra milagro. La Biblia nos habla de señales, maravillas y prodigios. En el sentido más restricto, identificamos los milagros con la palabra bíblica señales. A los milagros se los llama señales porque como cualquier señal, apuntan hacia algo que es distinto a ellas, algo que es más significativo. Dios utilizó los milagros con sus agentes como prueba o confirmación de la revelación divina (Heb. 2:3-4). Dios le otorgó a Moisés la capacidad de hacer milagros para que esto fuera la prueba de que Dios había enviado a Moisés. Del mismo modo, Dios autenticó a su Hijo por medio de las señales que Él hizo.
En la actualidad hay tres puntos de vista distintos de entender los milagros. El primer punto de vista es escéptico y niega la posibilidad de que los milagros hayan ocurrido alguna vez. El segundo punto de vista considera que los milagros ocurrieron en los tiempos bíblicos y que todavía ocurren hoy en día. Y el tercer punto de vista considera que hubo milagros verdaderos en la Biblia, pero que una vez que Dios terminó de establecer su revelación en la Escritura, dejó de realizar milagros. Según este punto de vista, Dios todavía obra en el mundo de manera sobrenatural pero no le otorga el poder de realizar milagros a los seres humanos.
Resumen
l. La Biblia nos habla de señales, prodigios y maravillas.
La Biblia registra distintos tipos de milagros.
Todos los milagros son acontecimientos sobrenaturales, pero no todos los acontecimientos sobrenaturales son milagros.
Ama a tus hijos y a tu cónyuge Por Dennis E. Johnson
Nota del editor: Este es el undécimo capítulo en la serie de artículos de Tabletalk Magazine: De una generación a otra
Por la gracia de Dios, mi esposa y yo cumplimos cincuenta años de matrimonio. Nuestros hijos adultos sobrevivieron a nuestros intentos falibles de pastorear sus corazones. Ahora, nos alegra verlos pastorear los corazones de nuestros nietos. He aprendido que el matrimonio a veces es difícil, pero a menudo es dulce. La crianza de los hijos es aterradora, pero puede estar llena de gozo. Nuestro Padre celestial es paciente, misericordioso y fiel para siempre. Todavía estoy aprendiendo mucho más, y aquí hay algunas exhortaciones que surgen de ese aprendizaje.
Ama a Cristo más de lo que amas a tu familia. Los vecinos de Israel sacrificaban a sus hijos a Moloc. Nuestros vecinos suelen sacrificar a sus cónyuges e hijos al desarrollo profesional, la realización personal u otros «ídolos». Los cristianos podemos reaccionar de forma exagerada a este ambiente cultural tóxico convirtiendo al amor matrimonial y paternal, que son buenas dádivas de Dios, en nuestros propios ídolos. Pero Jesús dice: «El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí» (Mt 10:37).
No puedes amar bien a tu cónyuge o a tus hijos si los amas más que a nada. Siendo ídolos, las personas más cercanas y queridas no pueden llevar la carga de tu devoción y dependencia. Solo si tu corazón se postra y tu esperanza está fija en Jesús, recibirás la gracia para amar a tus seres queridos como Dios espera que lo hagas.
Ama a tu familia más que a ti mismo. El egocentrismo es la configuración predeterminada de los corazones humanos torcidos, incluso de los que están siendo renovados por el Espíritu de Dios. Pasar de perseguir nuestras propias agendas a estar dispuestos a rendir nuestras vidas por los demás, como Jesús lo hizo por nosotros (1 Jn 3:16), requiere esfuerzo. Tal sacrificio no solo incluye circunstancias extremas inusuales (proteger a tu esposa e hijos de una agresión física), sino también las decisiones cotidianas de la vida: cómo invertimos el dinero, el tiempo y la energía (v. 17).
Sobre todo, guarden sus corazones. Proverbios 6:20-35 brinda consejos oportunos para nuestra atmósfera social, donde las sensaciones frescas de necesidades insatisfechas y atracción superan a los votos antiguos e incómodos. Esposo, deja de comparar a tu esposa cansada con la compañera de trabajo que derrocha su admiración sobre cada una de tus ideas. Esposa, ten cuidado con el oído atento del papá que conociste en las prácticas de fútbol de tu hijo, cuya empatía supera la de tu desatento esposo. Recuerden, pueden sacar amor de una reserva que va más allá de ustedes mismos: «Nosotros amamos, porque Él nos amó primero» (1 Jn 4:19).
Marca la pauta. El amor apunta a lo mejor para nuestros seres queridos. Eso requiere disciplina. «Además, habéis olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige: HIJO MÍO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR… PORQUE EL SEÑOR AL QUE AMA, DISCIPLINA» (Heb 12:5-6). Pablo exhorta a los padres a criar a sus hijos «en la disciplina e instrucción del Señor» (Ef 6:4). Estos textos nos muestran tres verdades: (1) El amor verdadero disciplina. No decir «no» no es una señal de amor, sino de indiferencia, inercia o timidez egoísta. (2) La disciplina piadosa no fluye de un impulso por controlar, sino de un anhelo amoroso por el bienestar de tu cónyuge y tus hijos. (3) Cuando nos sometemos a la disciplina del Señor, podemos extender la disciplina amorosa del Señor a los demás.
Vive por gracia. Cuando somos transformados por la gracia de Dios, podemos amarnos los unos a los otros y a nuestros hijos, viviendo por esta gracia hora tras hora. Dios conoce lo peor de ti y aun así te acoge en amor. Su gracia te libera para humillarte ante tu esposa, tu esposo, tus hijos; para admitir tu pecado y fracaso, y para pedir perdón. Además, vivimos por gracia cuando soportamos con paciencia los errores y las ofensas de los demás, negándonos a vengarnos o alimentar el rencor.
Ama a la Iglesia. Amar a nuestros cónyuges e hijos significa mostrarles por qué amamos a la Iglesia. Lamentablemente, un síntoma de la «idolatría familiar» de algunos creyentes es la inclinación a aislar a sus familias, no solo de las influencias de nuestra cultura cada vez más pagana, sino también de la comunión del cuerpo de Cristo. Cristo le dio a Su Iglesia dones espirituales que nos ayudan a crecer juntos hacia la madurez (Ef 4:11-16). Dios incluyó Sus directrices para los padres (Dt 6:5-9; Ef 6:4) en documentos dirigidos a todo Su pueblo: «Escucha, oh Israel» (Dt 6:4) y «a los santos que están en Efeso» (Ef 1:1). Amamos más a nuestro cónyuge y a nuestros hijos cuando los ayudamos a «captar» nuestro propio amor por la Iglesia de Cristo.
Publicado originalmente en Tabletalk Magazine. Dennis E. Johnson El Dr. Dennis E. Johnson es profesor emérito de teología práctica en el Westminster Seminary California. Es autor de varios libros, incluyendo Walking with Jesus through His Word [Caminando con Jesús a través de Su Palabra]..