- DAVID LOGACHO
- Es un gozo estar nuevamente con usted amable oyente. Bienvenida, bienvenido a estudio bíblico de hoy. Seguimos estudiando las metáforas de la iglesia de Cristo que aparecen en el Nuevo Testamento. Hoy vamos a estudiar una metáfora más.
- DAVID LOGACHO
En nuestro estudio bíblico último vimos que una metáfora de la iglesia de Cristo es un nuevo hombre. En este nuevo hombre no hay distinción de personas ni por raza, ni posición social, ni posición económica, ni género. En la iglesia de Cristo está al mismo nivel el judío y el gentil, el noble y el plebeyo, el rico y el pobre, el hombre y la mujer. Si ante Cristo, la cabeza de la iglesia, todos somos iguales, no hay razón válida para que nosotros los creyentes hagamos acepción de personas dentro de la iglesia de Cristo. Por eso, Santiago 2:9 dice: pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.
¿Cuál es su actitud como creyente hacia los hermanos en la fe? ¿Tiene preferencia hacia algunos hermanos en la fe y es indiferente hacia otros? ¿Se siente incómodo en la iglesia local donde se congrega actualmente porque piensa que los hermanos que allí se congregan no están a su nivel social, económico o intelectual? Si ese es su sentir, puede ser que usted no tenga claro en su mente que ante Cristo todos somos iguales. No hay razón por tanto para sentirnos superiores a los demás creyentes. Cada metáfora de la iglesia de Cristo tiene una aplicación práctica para los que somos del Señor. Vayamos a otra metáfora de la iglesia de Cristo. Se encuentra en Efesios 2:22. La Biblia dice: en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Pablo, el autor del libro de Efesios, estaba hablando que los creyentes estamos edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. Luego entra el versículo que acabamos de leer. Dice «en quien» es decir en Jesucristo, nosotros los creyentes somos juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. La metáfora de la iglesia de Cristo es entonces la morada de Dios. Notemos algunas cosas importantes sobre esto. En el libro de Génesis, Dios caminaba con los suyos. Hablando de Noé, Génesis 6:9 dice: Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
Allí lo tiene amable oyente. Dios caminando con su pueblo. Pero en Éxodo, Dios moraba con su pueblo. Éxodo 25:8 dice: Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.
Dios habitaba en su santuario hasta que la gloria de Dios fue traspasada según el triste relato de 1 Samuel 4. Luego Dios habitó en un templo. 1 Reyes 8:11 dice: Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.
El contexto tiene que ver con la dedicación del templo construido por Salomón. Jehová escogió habitar en templos hechos de manos. Pero lamentablemente, Israel cayó reiteradamente en pecado y como consecuencia de eso, la gloria de Jehová se apartó del templo. Esto lo tenemos relatado en Ezequiel 10:18-19. La Biblia dice: Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines.
Eze 10:19 Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de la tierra delante de mis ojos; cuando ellos salieron, también las ruedas se alzaron al lado de ellos; y se pararon a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba por encima sobre ellos.
Esta es una descripción de la presencia de Dios saliendo de su lugar de morada, el templo de Jerusalén. Después Dios escogió morar en la persona del Señor Jesús. Juan 1:14 dice: Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Pero Jesús fue entregado y clavado en una cruz. No fue sino a partir del nacimiento de la iglesia de Cristo, que Dios decidió morar en su iglesia, es decir en el conjunto de los que somos sus seguidores. Hoy en día, amable oyente, Dios no habita en templos hechos de manos. Así que no tiene ningún sentido construir sofisticados edificios para que supuestamente allí more Dios. Dios no va a morar allí amable oyente, porque la Biblia dice que Dios mora en su pueblo que es la iglesia, la morada de Dios. Hace algunos años, caminaba con mi hijo por la ciudad de Quito, Ecuador. Pasamos frente a una famosa catedral, que es una joya de la arquitectura colonial. Mientras admirábamos la catedral vimos a mucha gente que se sacaba el sombrero o cualquier cosa que tenía sobre su cabeza, en honor de la catedral, otros se detenían, hacían reverencia a la catedral inclinándose y persignándose. Para mi hijo, esto fue una sorpresa y camino a casa me preguntó sobre el motivo para ello. La respuesta fue: Hijo, la razón de esa conducta es porque ellos piensan que en esa catedral mora Dios y desean por tanto reverenciar a Dios. Esta fue la ocasión ideal para recordar a mi hijo que Dios no mora hoy en día en templos hechos de manos sino en la unidad de su pueblo, en la congregación de los redimidos por la sangre de Cristo, lo cual es la morada de Dios. Por otro lado, pongamos atención a la palabra morada. El texto que leímos en Efesios 2:22 dice que la iglesia de Cristo es la morada de Dios. Morada significa el lugar de residencia permanente, algo distinto de estar allí de visita. Si usted viniera a mi casa, estaría visitando mi casa, pero jamás podría decir que está morando en mi casa. Yo moro en mi casa. Yo no estoy de visita en mi casa sino moro en mi casa. La misma idea es válida en el caso de Dios haciendo morada en la iglesia de Cristo que somos nosotros, la compañía de creyentes. Dos ha escogido como su residencia permanente a la iglesia de Cristo. Eso significa que nunca se va a ir de allí. Incidentalmente amable oyente, ¿Ha oído a personas decir que van a un templo cualquiera que sea para tener un tempo a solas con Dios? Me imagino que sí, porque es una idea muy generalizada. Es como si Dios morara en tal o cual templo y si quiero encontrarme con él debo ir a su casa, donde él vive. Pero Dios no vive en templos amable oyente. Dios mora en el conjunto de creyentes que formamos la iglesia de Cristo. Usted no necesita ir a un edificio, cualquiera que sea, o como quiera que se llame para allí encontrarse con Dios. Usted está en contacto con Dios permanentemente en todo lugar, porque si usted es creyente Dios mora en usted y en la compañía de los que son como usted, porque Dios mora en la iglesia de Cristo. Qué privilegio tan grande es saber que somos la morada de Dios. Pero recuerde que todo privilegio trae aparejado una responsabilidad. ¿Cuál es la responsabilidad suya a la luz de que usted y todos los demás creyentes somos la morada de Dios? Pues, nuestra responsabilidad es no contaminar con el pecado esa morada de Dios. ¿Recuerda ese incidente cuando Jesús encontró mercaderes en el templo de Jerusalén? ¿Le pareció bien a Jesús que aquel templo sea contaminado con el pecado? Permítame leer el relato en Juan 2:13-16. La Biblia dice: Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
Joh 2:14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
Joh 2:15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
Joh 2:16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
Jesús nunca estuvo de acuerdo en que la morada de Dios se contamine con el pecado, amable oyente. Ahora traslademos la idea a la morada espiritual de Dios que es la iglesia de Cristo. Allí también no se debe tolerar el pecado. Qué triste es cuando algunos de los que somos parte de la iglesia de Cristo nos embarcamos en actividades reñidas con lo que enseña la Biblia. Eso es contaminar la morada de Dios mi amiga, mi amigo. Por eso es que vez tras vez, la Biblia exhorta a vivir vidas santas. Efesios 4:31 dice al respecto: Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
La idea, amable oyente, es que las vidas de los que somos parte de la iglesia de Cristo deben ser transparentes porque constituyen la iglesia de Cristo donde mora Dios y su morada debe ser santa. ¿Cómo está su vida? Si es creyente y ha detectado algo que ofende a Dios, no lo pase por alto, amable oyente. Este mismo momento, confiéselo a Dios y apártese de ese pecado y hallará perdón y limpieza de pecado. 1 Juan 1:9 dice: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
- PABLO LOGACHO
- ¿Puede un pastor que ha cometido adulterio y se ha alejado de los caminos del Señor por un buen tiempo, volver a ejercer el pastorado? Visite nuestro sitio en Internet y en la sección PREGUNTA DEL DIA encontrara la respuesta y además podrá hacernos llegar sus inquietudes acerca de algún tema de la palabra de Dios. Nuestra dirección es labibliadice.org, labibliadice.org Ha sido un placer estar junto a usted y le esperamos en nuestra próxima edición.
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«¿Cuál es para mí la religión verdadera?»
«¿Cuál es para mí la religión verdadera?»
Autor: Gotquestions
Respuesta: Los restaurantes de comida rápida nos tientan, al permitirnos ordenar nuestra comida exactamente como queremos. Algunas cafeterías alardean acerca de cientos de sabores diferentes y variaciones de café. Aún cuando compramos casas y carros, podemos buscar uno con todas las opciones y características deseadas. Ya no vivimos en un mundo de chocolate, vainilla y frutilla. ¡La selección es el rey! Usted puede encontrar casi todo lo que quiera de acuerdo con sus propios gustos y necesidades personales.
Así que, ¿qué le parece una religión que sea justo para usted? ¿Qué le parece una religión libre de culpa, que no haga demandas, y que no esté cargada de un montón de reglas molestas de lo que uno debe o no debe hacer? Está ahí, justo como lo he descrito, pero ¿es la religión algo para ser escogido como un sabor favorito de helado?
Hay un montón de voces compitiendo por nuestra atención, entonces ¿por qué uno debería considerar a Jesús superior a, digamos, Mahoma, Confucio, Buda, Charles Taze Russell, o Joseph Smith? Después de todo, ¿no conducen todos los caminos al cielo? ¿No son todas las religiones básicamente iguales? La verdad es que no todas las religiones conducen al cielo, así como no todos los caminos conducen a Roma.
Sólo Jesús habla con la autoridad de Dios, porque sólo Jesús venció la muerte. Mahoma, Confucio, y los otros, se desmoronan en sus tumbas hasta hoy mismo, pero Jesús, por Su propio poder, abandonó la tumba tres días después de morir sobre una cruel cruz romana. Cualquiera que tenga el poder sobre la muerte, merece su atención. Cualquiera que tenga el poder sobre la muerte merece ser escuchado.
La evidencia que acredita la resurrección de Jesús es arrolladora. Primero, ¡Hubo sobre quinientos testigos oculares del Cristo resucitado! Eso es un montón de testigos oculares. Quinientas voces no pueden ser ignoradas. ¡También está el asunto de la tumba vacía; los enemigos de Jesús fácilmente pudieron haber detenido todo lo que se hablaba acerca de la resurrección al presentar su cuerpo muerto y descompuesto, pero no hubo un cuerpo para presentar! ¡La tumba estaba vacía! ¿Pudieron los discípulos haber robado su cuerpo? Difícilmente. Para prevenir tal eventualidad, la tumba de Jesús había estado fuertemente resguardada por soldados armados. Considerando que sus seguidores más cercanos por temor habían huido en Su arresto y crucifixión, es muy poco probable que este pobre conjunto de pescadores atemorizados se hubiera enfrentado mano a mano a entrenados soldados profesionales. ¡El hecho simple es que la resurrección de Jesús no puede dar explicación!
Nuevamente, cualquiera que tiene poder sobre la muerte, merece ser escuchado. Jesús probó Su poder sobre la muerte, por tanto, necesitamos escuchar lo que dice. Jesús afirma ser el único camino hacia la salvación (Juan 14:6). El no es un camino; El no es uno de muchos caminos. Jesús es el camino.
Y este mismo Jesús dice, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28) Este es un mundo fatigoso y la vida es difícil. La mayoría de nosotros estamos bastante sufridos, heridos, y deteriorados. ¿Está de acuerdo? Así que, ¿qué es lo que quiere? ¿Un restablecimiento o una mera religión? ¿Un Salvador viviente o uno de muchos “profetas” muertos? ¿Una relación significativa o rituales vacíos? Jesús no es una elección – ¡Él es la elección!
Si usted está buscando perdón, Jesús es la verdadera “religión” (Hechos 10:43). Jesús es la verdadera religión si usted está buscando una relación significativa con Dios (Juan 10:10). Jesús es la “religión” verdadera si usted está buscando un hogar eterno en el Cielo (Juan 3:16). Ponga su fe en Jesucristo como su Salvador. ¡No lo lamentará! Confíe en Él para el perdón de sus pecados. ¡No quedará decepcionado!
Si usted desea tener una “relación verdadera” con Dios, aquí está una oración modelo. Recuerde, hacer esta oración o cualquier otra, no lo va a salvar. Es solamente el confiar en Cristo lo que le puede librar del pecado. Esta oración es simplemente una manera de expresar a Dios su fe en Él, y agradecerle por proveerle la salvación. “¡Dios, sé que he pecado contra ti y merezco castigo. Pero Jesucristo tomó el castigo que yo merecía, de manera que a través de la fe en Él yo pueda ser perdonado. Me aparto de mi pecado y pongo mi confianza en Ti para la salvación. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y perdón – el don de la vida eterna! En el Nombre de Jesús, ¡Amén!”
¿Ha hecho usted una decisión por Cristo, por lo que ha leído aquí? Si es así, por favor oprima la tecla “¡He aceptado a Cristo hoy!”
http://www.gotquestions.org/Espanol/La-religion-verdadera-para-mi.html