La iglesia de Cristo
ESTUDIO BÍBLICO
Programa No. 2016-01-27
- DAVID LOGACHO
- Reciba cordiales saludos amable oyente. Es un gozo para mí saber que me está escuchando. Sea bienvenida o bienvenido al estudio bíblico de hoy. Seguimos estudiando el tema de la iglesia de Cristo. En esta oportunidad vamos a considerar a los miembros de la iglesia de Cristo.
- DAVID LOGACHO
En uno de nuestros estudios bíblicos pasados señalamos que la iglesia de Cristo no es un edificio ni una organización, sino el conjunto de personas que confiesan a Cristo como su Salvador. También dejamos establecido que la forma de entrar a formar parte de la iglesia de Cristo es por medio de recibir a Cristo como Salvador personal. Es Cristo mismo quien introduce a los creyentes en su cuerpo mediante el Espíritu Santo. Esto es lo que se llama el bautismo con el Espíritu Santo. Hechos 2:47 dice: alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Es el Señor quien añade o introduce cada día a su cuerpo que es la iglesia los que habían de ser salvos. Cada vez que una persona recibe a Cristo como Salvador, es automáticamente bautizada con el Espíritu Santo por el Señor Jesucristo y como resultado de esta obra de Jesucristo, el creyente llega a ser parte de la iglesia de Cristo. Esto significa amable oyente, que en la iglesia de Cristo existen personas de todo tipo y condición. Dentro de la iglesia de Cristo no hay diferencia por edad, raza, color de piel, nacionalidad, posición social, posición económica, nivel intelectual, nivel académico. Inclusive no hay diferencia entre los miembros de la iglesia que están viviendo en la tierra y los miembros de la iglesia que están viviendo en el cielo. En el Nuevo Testamento tenemos un pasaje bíblico que de una manera muy clara nos provee información sobre los miembros del cuerpo de Cristo. Se encuentra en 1 Corintios 12:12-26. La Biblia dice: Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
1Co 12:13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
1Co 12:14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
1Co 12:15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
1Co 12:16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
1Co 12:17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?
1Co 12:18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
1Co 12:19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
1Co 12:20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.
1Co 12:21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
1Co 12:22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
1Co 12:23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.
1Co 12:24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,
1Co 12:25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.
1Co 12:26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
En esta magistral exposición del apóstol Pablo acerca de los miembros de la iglesia de Cristo encontramos que el cuerpo humano es una perfecta ilustración de la unidad en diversidad que existe en la iglesia de Cristo. Notamos varias cosas que son dignas de considerar con detenimiento. Primero, la unidad de los miembros. Así como el cuerpo humano tiene muchos miembros pero esos muchos miembros hacen un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo que es la iglesia también tiene muchos miembros, pero son una sola unidad, un solo cuerpo. La unidad entre los miembros del cuerpo de Cristo que es la iglesia es una realidad ineludible. Por eso es que la Biblia no nos exhorta jamás a buscar unidad entre creyentes sino a mantener la unidad que ya tenemos entre todos los que somos creyentes. Efesios 4:3 dice: solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
Segundo, la diversidad de los miembros. En el cuerpo humano existe una diversidad de miembros, los ojos, los oídos, la boca, las manos, los pies. Pablo hace notar este hecho con un dejo de ironía cuando dice: Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? ¿Si todo fuese oído, dónde estaría el olfato? Lo mismo, exactamente, se puede decir del cuerpo de Cristo que es la iglesia. Allí también existe una diversidad de miembros. Mas adelante en su carta el apóstol Pablo se encargará de señalar que entre esta diversidad de miembros están los apóstoles, los profetas, los maestros, los que ayudan, los que administran. Con su habilidad de aclarar las cosas, Pablo resume lo dicho afirmando: Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Tercero, la armonía entre los miembros. En el cuerpo humano existe total armonía entre sus diversos miembros. Esta armonía se traduce por un lado, en que cada miembro no se siente menos importante que otro y por otro lado en que cada miembro no se siente más importante que otro. Ambas cosas son esenciales para que pueda haber la armonía entre los miembros del cuerpo. El pie no puede decir: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, es decir sintiéndose de menor importancia que la mano. De la misma manera, el ojo no puede decir a la mano, no te necesito, sintiéndose superior a la mano. Nada de esto se observa en el cuerpo humano y el resultado de esto es armonía en el cuerpo. Lo mismo debería acontecer en la iglesia de Cristo. Ningún miembro debería sentirse menos que otro por la función que tiene dentro del cuerpo y de igual modo, ningún miembro debería sentirse superior a otro por la función que tiene dentro del cuerpo. Solamente así habrá armonía dentro del cuerpo. Esto es muy importante recalcar amable oyente. Porque no son pocos los casos cuando los miembros del cuerpo de Cristo se sienten menos importantes que otros o más importantes que otros. De hecho, en las iglesias locales donde nos congregamos pensamos que los pastores o ancianos son los más importantes y después de ellos a lo mejor los diáconos y después de ellos quizá los maestros de escuela dominicales y al último de la fila están los que vienen sólo a sentarse. Pero esta apreciación va en contra de la realidad fundamental que entre los miembros del cuerpo de Cristo no existen miembros de clase superior y miembros de clase inferior. Las diferencia que hacemos en la práctica no tienen fundamento en la palabra de Dios. Cuarto, la cooperación entre los miembros. Esto es lo que vemos entre los miembros del cuerpo humano. Cada miembro cumple su función asignada y coopera con los demás miembros del cuerpo. Solamente deténgase un poco para meditar en todo lo que tiene que pasar en los miembros de su cuerpo para que pueda dar pasos y caminar en determinada dirección. Todos los miembros cooperan. Igual debe ser en la iglesia de Cristo. Cada miembro debe cumplir a cabalidad su función asignada y cooperar con los otros miembros del cuerpo de Cristo para el cumplimiento del propósito general de la iglesia de Cristo, determinado por la cabeza que es Cristo. Si un miembro deja de funcionar, afecta al funcionamiento de todo el cuerpo. Si mis ojos, de pronto se rebelaran y decidieran quedarse cerrados todo el tiempo, como si estuviera dormido, todo mi cuerpo sufriría las consecuencias de ello. Igual es cuando un miembro de la iglesia de Cristo no hace nada y piensa que para lo único que está llamado es para calentar las sillas o los bancos en un templo. Todo el cuerpo va a sufrir la consecuencia de esta desatinada decisión. Quinto, el cuidado entre los miembros. En el cuerpo humano, los miembros se cuidan los unos a los otros. Cuando entra una basurita al ojo, automáticamente entra en acción la mano para restregar el ojo tratando de sacar el objeto extraño del ojo. Si el ojo ve que la mano se está acercando al filo de un cuchillo, automáticamente entra en acción para hacer que la mano se retire de ese potencial peligro. Existe una protección mutua entre los miembros. A lo mejor los miembros más fuertes protegen a los miembros más débiles. Igual debe ser en el cuerpo de Cristo. Los miembros más fuertes deben proteger a los miembros más débiles. En lugar de envidias, luchas por el poder, ofensas, lo que se debe ver es el cuidado mutuo que debe existir entre los miembros del cuerpo. Esto es en esencia lo que enseña la Biblia sobre los miembros del cuerpo de Cristo que es la iglesia.
- PABLO LOGACHO
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