¿Idolatramos a John MacArthur? | Juan Manuel Vaz

Juan Manuel Vaz Salvador
Nació en Barcelona, España. Tras ser salvo, fue creciendo en el conocimiento de la Palabra y finalmente Dios le llamó al ministerio pastoral.
Juan Manuel es el fundador del ministerio ICPF, donde también sirve como pastor en la localidad de Hospitalet, en Barcelona. Además, ha escrito el libro La Iglesia Frente al Espejo.
Actualmente se dedica al pastorado en la Iglesia Caminando Por Fe (en Barcelona) y es conferenciante a nivel internacional.

¿Qué es la Cristología? | Josias Grauman

90 Segundos de teología Sistemática
Josias Grauman
Es decano de educación en español y profesor de exposición bíblica en The Master’s Seminary. El Dr. Grauman comenzó su ministerio a tiempo completo como capellán de hospital, sirviendo durante 5 años en el Hospital del Condado de Los Ángeles. Más tarde, él y su esposa sirvieron en la Ciudad de México como misioneros, donde Josías ayudó al Seminario Palabra de Gracia a lanzar su programa de idiomas bíblicos. Josías fue ordenado en Grace Community Church, donde actualmente sirve como anciano en el ministerio en español, junto con su esposa y tres hijos. Josías estudió un B.A. en idiomas bíblicos en The Master’s University, un M.Div. y un D.Min. en The Master’s Seminary. Entre sus obras se encuentran las siguientes: Griego para pastores y Hebreo para pastores.

Y a ti te llamarán: Buscada | Charles Spurgeon

11 de marzo
«Y a ti te llamarán: Buscada».
Isaías 62:12 (LBLA)
La excelsa gracia de Dios se ve muy claramente en el hecho de que nosotros no solo fuimos buscados, sino angustiosamente buscados. Los hombres buscan algo que han perdido en el suelo de la casa, pero ese buscar no es el buscar angustioso a que se refiere el texto. La pérdida se siente más, y la exploración se hace más persistente, cuando una cosa se busca angustiosamente. Nosotros estábamos mezclados con el barro; nos hallábamos como cuando una preciosa joya de oro ha caído en un sumidero y los hombres revuelven y, cuidadosamente, examinan el montón de abominable basura hasta encontrar el tesoro. O, para usar otra figura: Nosotros estábamos perdidos en un laberinto, vagábamos de aquí para allá y, cuando la misericordia vino tras nosotros con el evangelio, no nos halló enseguida, sino después de indagar y buscarnos angustiosamente. Porque nosotros, como ovejas, estábamos desesperadamente perdidos y habíamos vagado por un país tan extraño que parecía imposible que hasta el Buen Pastor reconociera el rastro de nuestras tortuosas andanzas. ¡Gloria a la invencible gracia, porque fuimos angustiosamente buscados! Ninguna oscuridad pudo ocultarnos, ni inmundicia cubrirnos; fuimos hallados y conducidos al hogar. ¡Gloria al infinito amor, pues Dios el Espíritu Santo nos restauró!
Si las vidas de algunos creyentes pudieran escribirse, nos llenarían de admiración. Extraños y maravillosos son los medios que Dios utiliza para encontrar a los suyos. ¡Bendito sea su nombre! Él nunca deja de buscar a sus escogidos hasta hallarlos. Los suyos no son un pueblo buscado hoy y dejado de buscar mañana: la omnipotencia y la sabiduría no fallarán; su Iglesia será llamada «Buscada». Que se busque a alguien es ya una gracia incomparable; pero que se nos busque a nosotros, es gracia por encima de toda consideración. No resulta posible hallar explicación a esto, fuera del soberano amor de Dios, y solo podemos levantar nuestros corazones admirados y alabar al Señor, porque esta noche respondemos al nombre de «Buscada».

Spurgeon, C. H. (2012). Lecturas vespertinas: Lecturas diarias para el culto familiar (S. D. Daglio, Trad.; 4a edición, p. 79). Editorial Peregrino.

El testimonio de Roberto (2)

Sábado 11 Marzo
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20
El testimonio de Roberto (2)
Mucho más tarde Roberto escribió: «Vine a esta sala movido por necesidades espirituales… mi alma buscaba a Dios; no lo conocía, pero sabía que existía. Nadie me había hablado del Evangelio, ignoraba todo sobre la religión, pues ni mis padres ni yo íbamos a la iglesia. No era más que un pobre chico, criado sin Dios, sin fe, que progresivamente sintió necesidades espirituales, un llamado hacia Dios. ¡Lo necesitaba mucho! Quizá lo que hizo que buscase a Dios en mi juventud fue la pérdida de mi hermana mayor. Es cierto que el sufrimiento puede llevarnos a buscar a Dios.

Y lo encontré, plenamente revelado en Cristo, en quien hallé a mi Salvador y Señor. Desde entonces, las tristezas y las decepciones no han podido alterar mi fe, porque ¡sé en quien he creído! No es una idea, ni una imaginación, ¡sino una realidad vivida! Nunca podré agradecer lo suficientemente a Dios por haberse manifestado a mí, por revelarme a su Hijo y su amor, por permitirme llevar mi mirada y mi corazón hacia lo que será el futuro, la eternidad junto a él. Es uno de los maravillosos planes de Dios».

Luego Roberto consagró su vida a hablar incansablemente del amor de Dios revelado en la persona de Jesucristo. Pudo experimentar que Dios es un Padre bueno y tierno para aquellos que confían totalmente en él.

Usted también puede clamar a Dios, creer lo que la Biblia le dice, y vivir la misma experiencia.

Ezequiel 6 – Hechos 17:1-15 – Salmo 32:1-4 – Proverbios 11:11-12

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch