Conocidos por la obediencia

Conocidos por la obediencia

1/19/2018

Según el mandamiento del Dios eterno… para que obedezcan a la fe. (Romanos 16:26)

¿Sabía usted que no es la fe más la obediencia lo que es igual a salvación, sino la fe obediente la que es igual a salvación? Se comprueba la verdadera fe en su obediencia a Dios.

Como Jesucristo es el Señor, Él exige obediencia. No hay fe sin obediencia. Pablo dijo a los cristianos de Roma: “Doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo” (Ro. 1:8). ¿Y por qué se divulgaba su fe en todo el mundo? Romanos 16:19 explica: “Vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos”. Al principio, es su fe la que se divulga, pero al final es su obediencia.

La fe que excluye la obediencia no salvará a nadie. Tal engaño hace que muchos entren por el camino espacioso que lleva a la destrucción (Mt. 7:13-14). Eso es como edificar una superestructura religiosa sobre la arena (Mt. 7:21-29).

Fundamente su vida en la obediencia a Cristo. Entonces sabrá que pertenece a Él.

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Cómo servir a un jefe malo

ENERO, 19

Cómo servir a un jefe malo

Devocional por John Piper

Servid de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que cualquier cosa buena que cada uno haga, esto recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. (Efesios 6:7-8)

Consideremos cinco puntos de Efesios 6:7-8 en relación con nuestro trabajo:

1) Un llamado a una vida radicalmente centrada en el Señor

Esto es algo extraordinario en comparación con la manera en que normalmente vivimos. Pablo dice que todo nuestro trabajo debe ser hecho como para Cristo, y no como para un supervisor humano. «Servid de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres.»

Esto significa que pensaremos en el Señor en lo que estemos haciendo en el trabajo. Preguntaremos: ¿Por qué querría el Señor que haga esto? ¿Cómo querría el Señor que fuera hecho? ¿Cuándo querría el Señor que lo hiciera? ¿Me ayudará el Señor a hacerlo? ¿Qué efecto tendrá esto para la honra del Señor? En otras palabas, ser cristiano significa llevar una vida radicalmente centrada en el Señor.

2) Un llamado a ser una buena persona

Tener una vida centrada en el Señor significa ser una buena persona y hacer cosas buenas. Pablo dice: «Servid de buena voluntad… cualquier cosa buena que cada uno haga…». Jesús dijo que cuando dejamos que nuestra luz brille, los hombres verán nuestras «buenas obras» y darán gloria a nuestro Padre en el cielo.

3) El poder para hacer un buen trabajo para un empleador terrenal desconsiderado

El objetivo de Pablo es fortalecer a cristianos con una motivación centrada en el Señor para ir y hacer el bien a supervisores que no son considerados. ¿Cómo se hace para seguir haciendo el bien en un trabajo donde el jefe lo ignora y hasta lo critica a uno? La respuesta de Pablo es: dejen de pensar en el jefe como su principal supervisor y empiecen a trabajar para el Señor. Hagan esto en las propias obligaciones que les son dadas por sus supervisores terrenales.

4) El aliciente de que ninguna bondad es hecha en vano

Quizás la declaración más impresionante de todas es la siguiente: «cualquier cosa buena que cada uno haga, esto recibirá del Señor». Esto es increíble. Todo, cada pequeña cosa que hagamos que sea buena, es algo que el Señor observa y aprecia.

Además, él nos compensará por ello. No es en el sentido de que hayamos ganado nada para ponerlo a él en deuda con nosotros: él nos posee, así como posee todo lo que hay en el universo. No nos debe nada; pero escoge libremente tener la benevolencia de recompensar las buenas obras hechas por fe.

5) El aliciente de que un estatus insignificante en la tierra no impide que tengamos a una gran recompensa en el cielo

El Señor recompensará cada buena obra que hagamos, ya sea que uno sea «libre o esclavo».Nuestro supervisor podrá pensar que no somos nadie, o quizás ni sepa que existimos. No importa. El Señor sabe que existimos.


Devocional tomado del articulo “Lord-Focused Living at Work”

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Génesis 20 | Mateo 19 | Nehemías 9 | Hechos 19

19 ENERO

Génesis 20 | Mateo 19 | Nehemías 9 | Hechos 19

La psicología de las masas es fácil de explicar después de los hechos, pero difícil de predecir. Recuerdo unas escandalosas elecciones del campus en la Universidad McGill, hace treinta y cinco años. Un estudiante interrumpió al candidato en cuestión con un par de comentarios embarazosos. La multitud se puso inmediatamente de su lado, alentándolo. Envalentonado, prosiguió con otro argumento, pero este era débil y no tenía sentido. El candidato lo miró con desdén y le preguntó: “¿Estás intentando hacer una reflexión?”. Incapaz de responder de forma rápida y directa, el estudiante vio cómo enseguida la multitud comenzó a abuchearle y decirle que se sentase y callase. En dos minutos, el apoyo entusiasta pasó a ser desprecio y burla. Fue fácil analizar lo ocurrido; era difícil de predecir. Demetrio el platero aprendió esta lección duramente (Hechos 19:23–41). Viendo que el testimonio de Pablo era efectivo, lo cual suponía una amenaza de disminución de ventas en su negocio como artesano que elaboraba estatuillas de plata de la diosa Artemisa (Diana en latín), trata de despertar oposición para detener el movimiento cristiano. Planeado o no, el resultado es el estallido de grandes disturbios, algo que Pablo considera como una oportunidad gloriosa de presentar el Evangelio a una enorme multitud; sus amigos, sin embargo, ven a esta como un peligro tan grande que consiguen, no sin dificultades, convencerle de apartarse de la misma.

Finalmente, el “secretario del concejo municipal” (más o menos, el equivalente a un alcalde) tranquiliza a la muchedumbre. Éfeso es una ciudad libre; Roma confía en que puede gobernarse sola y permanecer fiel al imperio. Este hombre sabe bien que las noticias de revueltas allí podían desencadenar una investigación que podría cambiar la posición de Éfeso. Roma podía enviar tropas e imponer un gobernador comisionado por el senado o por el propio emperador. El alcalde dice que los cristianos no son culpables de profanar el templo de Artemisa. Entonces, ¿por qué esos disturbios? Si Demetrio y sus amigos se sienten agraviados, que acudan a los tribunales o esperen la convocatoria de la próxima “legítima asamblea” de la ciudad (19:39, es interesante que el término sea ekklesia, de donde deriva “iglesia”), constituida adecuadamente. Así pues, este representante de la ciudad apacigua a la multitud y la despide.

Algunas lecciones son obvias. (1) Habitualmente, es muy insensato espolear a una muchedumbre. Las consecuencias de esta acción son impredecibles. (2) Dios siempre lo controla todo. A pesar de algunos momentos angustiosos, los resultados son maravillosos en este caso: los cristianos son absueltos, Demetrio y sus compinches han quedado mal, nadie ha sufrido daños. (3) Dios puede utilizar extrañas presiones económicas y políticas, incluyendo, en este caso, un artesano y un alcalde paganos, para llevar a cabo sus buenos propósitos.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, pp. 19–20). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Esperemos que… sin embargo (1)

Vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina… apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.

2 Timoteo 4:3-4

Esperemos que… sin embargo (1)

Galileo Galilei fue un astrónomo, ingeniero, matemático y físico italiano. Había descubierto que la Tierra giraba alrededor del Sol. En 1633, un tribunal le obligó a retractarse de sus descubrimientos. Los que rechazaban los hallazgos de este científico, quizá sacudidos en sus convicciones, habrían dicho: «¡Esperemos que la Tierra no gire…!».

Aún hoy esta puede ser nuestra actitud. Se oye decir que «creer lo que queremos creer» es un signo de libertad, pero en realidad es una decisión dictada por el miedo a cuestionarnos. ¡Esperemos que Dios no exista! De este modo el hombre sería el dueño del mundo y no tendría que rendir cuentas a nadie.

¡Esperemos que todo se acabe con la muerte, así no tendré que ser juzgado por la vida que llevo! ¡Esperemos que el “pecado” sea una noción pasada de moda, o al menos subjetiva! ¡Así puedo continuar haciendo lo que quiero!

¡Esperemos que no haya una norma «superior», trascendente, para definir lo que está bien! Me dicen que tengo derecho a pensar que todo lo que hago está bien. ¡Esperemos que el hombre sea bueno, como muchos piensan!

¡Esperemos que nadie descubra todo lo que hay en el fondo de mi ser, mis pensamientos más secretos, mi egoísmo, mis rencores y mi odio! Así puedo estar en paz y salir sin experimentar sentimientos de culpa y vergüenza.

¡Esperemos que todos los caminos lleven a la felicidad! Así no habría que buscar el mejor. ¡Soy libre de pensar como quiera, y espero seguir siéndolo! En otras palabras, ¡esperemos que la Biblia no diga la verdad! Sin embargo… ¿qué sucedería si nos atreviésemos a ir más lejos?

(mañana continuará)

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