Génesis 28 | Mateo 27 | Ester 4 | Hechos 27

27 ENERO

Génesis 28 | Mateo 27 | Ester 4 | Hechos 27

El libro de Ester cautiva inmediatamente la imaginación por su sencillez narrativa y su fuerza. Aunque ya hemos leído tres capítulos del mismo, podemos captar algo de su sabor y su mensaje reflexionando sobre algunos elementos de Ester 4.

(1) El libro explica profundos conceptos teológicos a través de su sobria narración. Los comentaristas siempre observan que no menciona a Dios de forma explícita ni una sola vez. Sin embargo, dice mucho de él y de su providencia, de la protección proporcionada al pueblo de su pacto (incluso cuando este se encuentra lejos de su tierra, aprendiendo a sobrevivir durante el exilio por toda la dispersión), de la fe de los judíos en él, hasta cuando se ven terriblemente amenazados.

(2) El libro nos va llevando gradualmente a reflexionar acerca de las extrañas circunstancias que provocan la sucesión de Vasti por Ester como reina consorte del emperador Jerjes. El lector descuidado puede pasar por alto este hecho, pero el capítulo lo deja muy claro para todos, excepto para los más obtusos. Mardoqueo dice a Ester por medio de Hatac: “¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como este!” (4:14). No está apelando a un destino impersonal; es un judío devoto y piadoso. Sin embargo, la forma de esta afirmación hace hincapié en la providencia soberana de Dios incluso cuando reconoce implícitamente que esta es difícil de interpretar. El pueblo del Señor debe actuar de forma responsable, sabia y estratégica a la luz de las circunstancias que se desarrollan a su alrededor, sabiendo que Dios está controlándolo todo.

(3) Mardoqueo se lamenta y llora cuando descubre la conspiración de Amán (4:1–3), pero no cae en el fatalismo ni pierde la fe. Pasa algún tiempo pensando en la terrible amenaza contra su pueblo, llegando a la conclusión (tal como dice a Ester) de que “si ahora te quedas absolutamente callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación para los judíos, pero tú y la familia de tu padre pereceréis” (4:14). Dado que Dios es fiel a las promesas de su pacto, Mardoqueo no puede concebir que él vaya a permitir la destrucción de su pueblo.

(4) Fiel a la educación que le dio Mardoqueo, Ester expresa simultáneamente confianza en el Dios viviente y evita la suposición de que los propósitos de Dios para su vida son fáciles de deducir. Ella sabe que Dios está allí, que oye y contesta la oración insistente. “Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no comáis ni bebáis, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que vosotros… ¡Y si perezco, que perezca!” (4:16). Se decide a hacer lo correcto, pero reconoce que no puede saber su futuro y se entrega a la gracia de Dios.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 27). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Algo de valor eterno

Algo de valor eterno

1/27/2018

Deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados. (Romanos 1:11)

Hace algunos años, una joven de nuestra iglesia, que era estudiante en una universidad de la ciudad, me dijo: “Aprendí una gran lección de uno de sus sermones acerca del amor. Siempre pensé que amaba a las niñitas de mi clase de la escuela dominical de cuarto grado. Todas tienen vestiditos adornados y la más linda sonrisa”.

Ella siguió diciendo: “Un sábado estaba en un partido de fútbol de mi escuela, algo que hago todos los sábados, y el Señor me indicó que esa no era la manera adecuada de preparar mi lección de escuela dominical. Como asistía a los juegos del sábado, tenía la costumbre de enseñar una lección el domingo por la mañana que era muy superficial. Dios señaló que en realidad yo no amaba a aquellas niñitas como yo pensaba, ya que no sacrificaba nada de mi propia vida para darles algo de valor eterno”.

Ella terminó nuestra conversación diciendo: “Así que de ahora en adelante no asistiré a ningún otro partido de fútbol hasta que mi lección esté terminada y sienta que puedo impartirles algo de valor eterno”

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Él conoce nuestras necesidades

ENERO, 27

Él conoce nuestras necesidades

Devocional por John Piper

Por tanto, no os preocupéis, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?” Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. (Mateo 6:31-32)

Jesús desea que sus seguidores estén libres de preocupaciones. En Mateo 6:25-34, ofrece por lo menos siete razonamientos para librarnos de nuestra ansiedad. Uno de ellos menciona la comida, la bebida y la vestimenta, y luego dice: «vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas» (Mateo 6:32).

Jesús debe estar refiriéndose a que el conocimiento que tiene Dios va acompañado de su deseode satisfacer nuestras necesidades. Está haciendo hincapié en que tenemos un Padre, y que este Padre es mejor que un padre terrenal.

Yo tengo cinco hijos. Me encanta cubrir sus necesidades; pero el conocimiento que yo tengo se queda corto —en comparación con el de Dios— por lo menos de tres maneras.

Primero, en este momento no sé dónde está ninguno de ellos. Podría adivinar. Están en su casa, o en el trabajo, o en la escuela, sanos y salvos. Sin embargo, podrían estar tirados en una acera con un paro cardíaco.

Segundo, no sé qué siente el corazón de ellos en un momento dado. Podría adivinar de tiempo en tiempo, pero podrían estar sintiendo un poco de miedo o furia o lujuria o codicia o gozo o esperanza. No puedo ver el corazón de ellos.

Tercero, no conozco su futuro. En este momento parecen estar bien y estables, pero mañana podrían tener una gran aflicción.

Esto significa que yo no puedo ser una razón válida por la que ellos podrían dejar de tener preocupaciones. Hay cosas que podrían estar ocurriéndoles ahora o podrían ocurrirles mañana de las que yo no tengo ningún conocimiento. Es muy diferente con su Padre que está en el cielo. Él sabe todo acerca de ellos ahora y mañana, por dentro y por fuera. Él ve cada necesidad.

Agreguemos su enorme anhelo de satisfacer sus necesidades (el «mucho más» de Mateo 6:30).

Sumemos a esto la total habilidad que tiene para hacer lo que está deseoso por hacer (él alimenta a miles de millones de pájaros por hora, según Mateo 6:26).

Por eso, confiemos juntos en la promesa de Jesús de satisfacer nuestras necesidades. Es eso lo que Jesús requiere cuando dice: «vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas».


Devocional tomado del articulo “Your Father Knows What You Need”

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Busque y Dios le responderá (2)

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.

Romanos 4:7

Busque y Dios le responderá (2)

Sanada de mis heridas

«Un día, cuando declaré en mi corazón: ¡Jesús, te acepto como Salvador!, sentí una gran paz. Oré pidiendo el perdón de mis pecados, y Dios me perdonó, pues Jesús pagó por mí.

Después de mi conversión, incluso si era feliz, pasé por numerosas pruebas. La primera fue la ruptura con mi familia. No hubiese soportado decirles una mentira y les conté mi conversión. Estaban muy enojados y me dijeron que no querían volverme a ver.

Luego vinieron otras pruebas y experimenté una terrible opresión. Pero en esas situaciones el Señor me instruyó y fortaleció, pues en cada prueba había preparado una salida. También me enseñó a luchar contra el enemigo de mi alma. Esta lucha interior fue la más dura, pues Satanás estaba contra mí, pero Jesús cumplió una enorme obra en mi ser. ¡Deseaba tanto salir de esta opresión que oraba al Señor para que me ayudase y me enseñase cada vez más! Él estaba ahí, esperando mi petición, pues su mano estaba tendida para responderme. Quería saber quién era ese Jesús que me había salvado, deseaba aprender a amarlo como él me amaba. Me reveló su naturaleza y tengo un solo deseo: parecerme a él, pues es perfecto en todo.

Jesús me perdonó. Purificó y curó mi corazón de todas sus heridas. Quiero alabar su nombre en cada instante y darle las gracias. Como me salvó a mí, también buscará otras ovejas perdidas para mostrarles su amor».

Nadia

“El que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto” (Mateo 13:23).

Génesis 30 – Mateo 17 – Salmo 17:10-15 – Proverbios 5:15-20

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