¿Con o sin intermediario?

Miércoles 22 Febrero
A ti, oh Señor, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío.
Salmo 25:1-2
Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.
Salmo 25:5

¿Con o sin intermediario?
Soy cristiano y leo comentarios que explican la Biblia. Escucho predicaciones, oigo sermones en internet. Pero, ¿leo la Biblia? ¿Estoy preparado para escuchar lo que Dios quiere decirme directamente por medio de su Palabra?

Confío en lo que el predicador dice en las reuniones cristianas respecto a Jesús, a la salvación, sobre la iglesia… Pero ¿verifico si esto corresponde a lo que Dios escribió en la Biblia?

Digo «amén» a las oraciones de los demás, pero cuando estoy solo, ¿oro con mis propias palabras dirigiéndome a Dios sin intermediario?

Pido consejo a mis amigos creyentes para que me ayuden a tomar decisiones, pero ¿pido directamente a Dios que me muestre su voluntad?

Escucho los CD de cánticos cristianos y asisto a conciertos de alabanza, pero ¿a veces canto yo mismo a Dios?

Procuro imitar a un líder cristiano que consagró su vida a Jesús, pero ¿escudriño en los evangelios para conocer la vida del Señor? ¿Trato de imitar a Jesús, el modelo perfecto?

Cuento mis penas y sufrimientos a mis familiares y amigos, a los que pueden comprender lo que vivo. Pero, ¿le cuento al Señor lo que siento, mis dolores, mis miedos, mis dudas?

Como yo, quizás usted olvida fácilmente que podemos ir a Jesús sin intermediario. Es un privilegio tener hermanos y hermanas en la fe que puedan orar con nosotros y enseñarnos. Pero comunicarnos directamente con Dios es ir a la fuente, ¡es ir a donde el agua es más pura!

2 Samuel 15 – Hechos 6 – Salmo 25:11-15 – Proverbios 10:11-12

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch

El Esposo que se Parece a Cristo

El Esposo que se Parece a Cristo
by John MacArthur

Pídale al hombre común de la calle que dé una palabra que encarne la esencia del liderazgo, y él probablemente le sugerirá palabras como autoridad, control o poder.

La visión de la Escritura acerca del liderazgo es caracterizada por una palabra diferente: amor.

El liderazgo piadoso está siempre impulsado por el amor, y es singularmente y claramente reflejado en el diseño de Dios para el matrimonio. Dios divinamente ordenó la relación entre esposos y esposas para ser un reflejo de la relación de Cristo con la iglesia. La sumisión de la esposa al esposo, está diseñada como una ilustración viviente de la sumisión de la iglesia a su Señor. El esposo, por el contrario, está supuesto a ser una ilustración viviente de Cristo, quien “amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25, énfasis agregado). Note que el acento es completamente en el sacrificio, y servicio de Cristo por el bien de la iglesia.

“Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.” Efesios 5:26-28)

El punto completo de Pablo es que, el marido muestra mejor el liderazgo que es de acuerdo a Cristo, a través del sacrificio voluntario y amoroso para el bienestar de su esposa.

La tendencia pecaminosa del hombre caído es dominar a sus esposas con fuerza bruta. Aun algunos hombres cristianos son culpables de ser muy agresivos con su autoridad en el hogar. Pero los déspotas dictatoriales y maridos con mano dura son antitéticos al patrón del liderazgo que Cristo nos dio.

El amor que se parece a Cristo.

El amor auténtico es incompatible con un aproche despótico y dominante del liderazgo. Si el modelo de este amor es Cristo, quien “no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28), entonces el esposo que piensa que él existe para ser servido por su esposa y sus hijos, no podría estar más lejos de la marca.

Considere las consecuencias del mandato de amar. Esto sugiere que el amor genuino no es simplemente un sentimiento o una atracción involuntaria. Implica una elección voluntaria. Lejos de ser algo en lo que “caemos” por circunstancia fortuita, el amor auténtico y que se parece a Cristo involucra un compromiso deliberado y voluntario, de sacrificar lo que sea que podamos, por el bien de la persona que amamos.

Cuando Pablo les mandó a los esposos a amar a sus esposas, él estaba exigiendo todas las virtudes trazadas en 1 Corintios 13, incluyendo la paciencia, amabilidad, generosidad, humildad, mansedumbre, consideración, liberalidad, dulzura, confianza, bondad, sinceridad, y sufrimiento. Es significativo que todas las propiedades del amor resaltan el altruismo y el sacrificio. El esposo y padre piadoso debe hacerse a sí mismo siervo de todos (cf. Marcos 9:35)

Un modelo conformado a Cristo

¿Cómo, en términos prácticos, debería un marido demostrar su amor por su esposa? El amor de Cristo por Su iglesia es el patrón y prototipo perfecto para la relación de cada marido con su esposa. Eso eleva el amor del esposo por su esposa a un nivel altísimo y santo. El esposo que abusa su rol como cabeza de familia, deshonra a Cristo, corrompe el simbolismo sagrado de la unión matrimonial, y peca directamente en contra de su Cabeza, Cristo (1 Corintios 11:3).

Entonces, el deber del marido de amar a su esposa con un amor que se parezca a Cristo, es de suprema importancia. A nadie en la familia se le es dada una responsabilidad mayor (la exhortación de Pablo es la más larga y más detallada sección de Efesios 5:22-6:9).

El amor de Cristo fue un amor auto sacrificado. Él “amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella” (Efesios 5:25). Jesús mismo indicó que de todas las cualidades del amor, un deseo de sacrificarse a sí mismo es la más mayor cualidad: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13). El amor auténtico es siempre auto sacrificado.

La persona que ama en forma sacrificada es humilde, mansa, y más preocupada por los demás que por sí misma. De nuevo, Cristo es el modelo. A pesar de que Él existió eternamente como Dios, y por lo tanto era merecedor de toda la adoración y honor, Él dejó todo eso a un lado, para venir a la tierra y morir por los pecadores. La Escritura dice:

“Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en la cruz” (Filipenses 2:7-8).

Las demandas a los esposos ni se acercan en severidad. Aun así, necesitamos el mismo deseo de hacer cualquier sacrificio, por amor a nuestras esposas e hijos. Cualquier otra cosa no es un liderazgo piadoso.

La discapacidad espiritual

Martes 21 Febrero
(Jesús), tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea… le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. Él, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos… y vio de lejos y claramente a todos.
Marcos 8:23-25
La discapacidad espiritual
Testimonio

«Hace algunos años no tenía ninguna referencia para dirigir mi vida; andaba como una persona ciega. Hacía lo que me gustaba. Había sido bautizado, y esto me tranquilizaba. Pero mi vida seguía siendo muy caótica, y las decepciones eran numerosas, hasta que un día una amiga me dio un Nuevo Testamento y me dijo que la naturaleza de toda persona era mala. Lo leí con curiosidad y descubrí la vida santa de Jesús, llena de un amor perfecto. ¡Qué contraste con el mal que moraba en mí! Los cuatro evangelios afirman que Jesús murió en la cruz y luego resucitó, y esto para dar una vida nueva a los que creen en él.

¡Qué gozo! Como el ciego del que habla el versículo de hoy, reconocí mi estado interior, experimenté el amor de Jesús y sus cuidados. Él puso sus manos sobre mí y me sanó de mi pecado.

Amigos, todos necesitamos un contacto personal con Cristo. Hoy ese contacto se efectúa leyendo los evangelios. Escuchemos las palabras de Jesús. Vayamos a él tal como somos.

Ese ciego (del texto del día) fue sanado, pero al principio no veía claramente. A veces nos cuesta confiar totalmente en Cristo. Las personas que nos rodean, su opinión o su importancia, nos impresionan. Andamos a tientas. Nuestro Salvador es paciente. Se acerca a nosotros cuando hacemos una lectura más atenta de la Biblia. Entonces descubrimos más concretamente su amor, su ternura, lo que es verdadero, pues él es la verdad».

Thierry
2 Samuel 14 – Hechos 5:17-42 – Salmo 25:6-10 – Proverbios 10:9-10

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch

Ideología de Satanas y su Agenda Infernal | Cesar Vidal

Ideología de Satanas y su Agenda Infernal

Cesar Vidal
El periodista y escritor español, participó en la Conferencia sobre la ideología de Género y advirtió que es uno de los «instrumentos de la mayor amenaza totalitaria que ha conocido el ser humano» y explicó cómo una «agenda globalista» tiene tanto poder sobre toda la sociedad en todos los continentes.

La ideología de género, es una frase que esconde cientos de significados, si bien es cierto que no está en ningún tratado, el concepto si está presente.

El objetivo de la ideología de género es eliminar el «género», es decir, el concepto de varón y mujer.

«Si un varón, decidiera convertirse en mujer, hacerse las operaciones, cambiar su nombre, y toda su identidad, no deja de ser varón, pues su formación cromosómica no cambia a pesar de sus cambios físicos», dijo.

Asimismo, manifestó los tres obstaculos que quiere derribar esta agenda globalista: En primer lugar las distintas identidades culturales y nacionales; en segundo lugar a la familia como núcleo de la sociedad desde el inicio de la humanidad y tercero; al cristianismo, por ser oposición a todas sus propuestas liberales.

César Vidal
Historiador y escritor
Periodista y escritor, autor de numerosas obras históricas, novelas y ensayos. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, España, doctor en Historia por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y doctor en Derecho por la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX).

Posee también, doctorados en Teología y Filosofía por la Logos University de Jacksonville, Florida, EE.UU. Es miembro de la American Schools of Oriental Research o el Oriental Institute of Chicago, instituciones que se dedican al estudio de las civilizaciones antiguas en el Oriente Medio, entre otras actividades intelectuales que realiza.

Aunque el Espíritu Santo te haya santificado por completo, el gran perro del Infierno te seguirá ladrando. | Charles Spurgeon

20 de febrero
«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo».
Mateo 4:1

Un carácter santo no impide la tentación: Jesús, aunque era santo, fue tentado. Cuando Satanás nos tienta, sus chispas caen sobre la yesca; pero, en el caso de Cristo, la tentación resultó ser como las chispas sobre las aguas. Sin embargo, el enemigo continuó con su mala obra. Ahora bien, si a pesar de no tener resultados el diablo sigue echando fuego, ¡cuánto más lo hará cuando sepa lo inflamable que es la materia de que está hecho nuestro corazón! Aunque el Espíritu Santo te haya santificado por completo, el gran perro del Infierno te seguirá ladrando.

Hay tentaciones en las guaridas de los hombres, pero también las hay en la soledad personal. Jesucristo fue conducido de la sociedad humana al desierto y allí fue tentado por el diablo. La soledad tiene sus encantos y beneficios, y puede ser útil para frenar los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida; pero el diablo nos seguirá aun al más plácido retiro. No supongas que solo el mundano tiene pensamientos espantosos y blasfemas tentaciones, pues también las personas espirituales sufren lo mismo y, en la posición más santa, podemos experimentar la más terrible tentación. La consagración de espíritu más elevada no es una garantía contra la tentación satánica. Cristo estaba consagrado enteramente: su comida y bebida eran hacer la voluntad del que lo envió; y, sin embargo, fue tentado. Tu corazón puede arder con una seráfica llama de amor por Jesús, pero, a pesar de ello, el diablo procurará llevarte a la tibieza de Laodicea. Si puedes decirme cuándo permite Dios que el cristiano deponga sus armas, yo te diré cuándo deja Satanás de tentar.

Debemos dormir como los caballeros en tiempo de guerra: con el yelmo y la coraza puestos; ya que el archiengañador aprovechará cualquier descuido para hacernos presa suya. El Señor nos guarde vigilantes en todo tiempo y nos liberte por completo de las fauces del león y de las garras del oso.

Spurgeon, C. H. (2012). Lecturas vespertinas: Lecturas diarias para el culto familiar (S. D. Daglio, Trad.; 4a edición, p. 59). Editorial Peregrino.

Amor verdadero

Amor verdadero
Por Catherine Scheraldi de Núñez

Génesis 3 ha cambiado toda nuestra manera de pensar. Antes de la caída nuestra cosmovisión se alineaba con la cosmovisión de Dios, esto producía que nuestras interpretaciones de las verdades fueron correctas. Con la caída, la naturaleza pecaminosa trastornó tanto nuestra forma de pensar que, sin la iluminación del Espíritu Santo es imposible ver la verdad. Esto explica por qué personas tan inteligentes llegan a conclusiones erradas a pesar de tener la información correcta.

La evolución es un ejemplo típico. Carlos Darwin fue en un viaje a diferentes países para estudiar la flora y fauna local, él vio una variación de diferentes especies que en su opinión fueron perfectamente adaptados a su ambiente. Al llegar a las islas de las Galápagos notó diferentes tipos de pinzones con picos de diferentes tamaños, con la ayuda de un especialista de aves (ornitólogo), a pesar de que él clarificó que no todos eran pinzones, como naturalistas, llegaron a la conclusión que 12 de las 14 especies eran indígenas a las islas y se habían adaptado para sobrevivir en su ambiente. El resto es historia. Vimos cómo esta teoría cambió el mundo a pesar de que la ciencia aun hoy no la aprueba. Darwin sabía que la conclusión era opuesta a lo que la Biblia relataba y, como científico, puso más peso en sus pensamientos que en los de Dios.

Esto es una advertencia para nosotras que cada vez que encontramos nueva información tenemos que cuidarnos en la interpretación a no desviarnos de lo que Dios nos ha enseñado.

¿Qué es el amor?
El diccionario de la lengua española lo define en varias formas:

«Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia necesita y busca el encuentro y unión con otro ser». «Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear». «Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo».

En la rama de neurobiología/endocrinología sabemos que hay lugares cerebrales específicos envueltos en la creación de los sentimientos producidos por neurotransmisores también específicos. Al interpretarlo como naturalista, el amor es algo necesario para el seguimiento de la raza humana y para llenar nuestra insuficiencia. Es algo totalmente egoísta para llenarnos de satisfacción y es pasajero.

La definición bíblica es totalmente diferente. Dios es amor (1 Juan 4:8). Pablo define el amor cristiano en 1 Cor. 13:4-8: «El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser».

Al examinar esta lista nos damos cuenta de que el amor verdadero es sufrido y totalmente centrado en el otro. Y como Dios es eterno es permanente. A lo largo de su ministerio terrenal, Jesús mostró su amor por los demás al bendecir y servir a los pobres, los enfermos, los afligidos y a todos nosotros que nunca pudiéramos retribuirle. Él les dijo a sus discípulos que debíamos amar a los otros como Él los había amado (Juan 15:12).

Según Cristo mismo, el amor más grande es cuando damos nuestra vida por nuestros amigos (Juan 15:13). La diferencia en las dos interpretaciones es como el día y la noche. Al estudiar la neurobiología/endocrinología vemos a un Dios tan sabio que puede crear seres tan complicadas que responden a químicas microscópicas no solamente para nuestra bien, sino también para llenarnos con satisfacción y gozo mientras nos da la oportunidad de reproducir física y espiritualmente cuando pasemos el legado a la próxima generación.

Como las emociones —incluyendo la del amor— están creadas en el sistema límbico cerebral, el área lo cual nos da el sentir de recompensa, cuando somos obedientes amando a nuestras familias, esposos, amigos y hasta nuestros enemigos, Cristo se nos manifiesta en una forma tal que nuestros corazones se rebosan con Su presencia y Su amor (Juan 14:21) aumentando la recompensa y habilidad de amar.

Oremos que nuestras vidas representen a nuestro Salvador mientras respondemos en amor a aquellos a nuestro alrededor, llenando sus vidas con el amor de nuestro Dios.

Bendiciones


Catherine Scheraldi de Núñez

Es la esposa del pastor Miguel Núñez, y es doctora en medicina, con especialidad en endocrinología. Está encargada del ministerio de mujeres Ezer, de la Iglesia Bautista Internacional y es conductora del programa radial «Mujer para la gloria de Dios». Ezer, de la Iglesia Bautista Internacional y . Puedes seguirla en twitter.

¡Demasiado tarde!

Lunes 20 Febrero
¿Qué debo hacer para ser salvo?
Hechos 16:30
Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.
Efesios 2:8
¡Demasiado tarde!

Hace mucho tiempo, un predicador anunció el Evangelio en una carpa varias tardes seguidas. Al final, cuando desmontaban la carpa y sacaban las últimas estacas, alguien se acercó y preguntó qué tenía que hacer para ser liberado de su culpa. Y recibió esta respuesta:

–Lo siento, es demasiado tarde.

–¡Oh, no! ¿Quiere decir que es demasiado tarde porque la reunión ya terminó?

–No, quiero decir que es demasiado tarde porque Jesús ya hizo todo.

Luego el predicador le explicó cómo Jesucristo había obtenido una salvación perfecta para él.

Antes de que Cristo viniera a la tierra, los hombres tuvieron muchos siglos para «obtener su salvación» por sí mismo. Dios les dio Su ley por medio de Moisés, luego envió profetas para recordarles sus deberes.

Pero nadie pudo cumplir los mandamientos divinos. Dios lo sabía con antelación, pero quiso que este hecho fuese demostrado. Y en el momento decidido por él, envió a su Hijo Jesucristo a la tierra, para cumplir de manera perfecta y definitiva la obra necesaria para nuestra salvación.

No tenemos que hacer algo para ser salvos, sino solo creer que Jesús se ocupó de todo. Demasiado fácil, dirá usted. ¡No, no es tan fácil abandonar sus pretensiones, comprender su incapacidad y aceptar simplemente el perdón gratuito!

Sin embargo, es el único camino. “En ningún otro hay salvación” (Hechos 4:12).

2 Samuel 13 – Hechos 5:1-16 – Salmo 25:1-5 – Proverbios 10:7-8

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch

Éste halló primero a su hermano Simón | Charles Spurgeon

19 de febrero
«Éste halló primero a su hermano Simón».
Juan 1:41
He aquí un excelente ejemplo de todos los casos en que la vida espiritual es vigorosa. Tan pronto como un hombre encuentra a Cristo, enseguida comienza a hallar a otras personas. No creo que hayas probado la miel del evangelio si puedes comerla sin hacer que otros participen de ella. La verdadera gracia pone fin a todo monopolio espiritual. Andrés halló primero a su hermano Simón, y después a otros. El parentesco exige que les dediquemos a los nuestros los primeros esfuerzos individuales: Andrés, bien hiciste en empezar con Simón. Seguro que hay cristianos que reparten tratados en las casas de otras personas que harían bien en repartirlos en la suya; dudo que falten quienes están ocupados en obras de utilidad general y que olvidan su gran esfera de utilidad en el hogar. Tal vez estés o no llamado a evangelizar a la gente de una localidad particular; pero, sin duda, lo estarás a hacerlo con tus sirvientes, con tus parientes y con tus conocidos. ¡Haz que tu religión empiece en casa! Muchos mercaderes exportan sus mejores productos, pero el cristiano no debe hacerlo. Sin duda el cristiano tiene que conducirse irreprochablemente en todo lugar, pero los frutos más sabrosos de la vida espiritual y el testimonio debe producirlos en su propia familia. Cuando Andrés salió para hallar a su hermano, no se imaginaba cuán famoso Pedro llegaría a ser. Por lo que se desprende del relato bíblico, Simón Pedro valía diez veces más que Andrés; sin embargo, este fue el medio para llevarlo a Jesús. Quizá seas pobre en talentos, pero puedes ser el instrumento para conducir a Cristo a alguno que se convertirá en alguien ilustre en gracia y en obras. ¡Ah!, querido amigo, poco conoces las posibilidades que hay en ti. Quizá solo seas capaz de decir algunas palabras a un niño; pero posiblemente haya en ese niño un corazón noble que alentará a la Iglesia cristiana en los días venideros. Andrés tenía solo dos talentos, pero halló a Pedro: «Ve y haz tú lo mismo».

Spurgeon, C. H. (2012). Lecturas vespertinas: Lecturas diarias para el culto familiar (S. D. Daglio, Trad.; 4a edición, p. 58). Editorial Peregrino.

Jesús – su abnegación

Domingo 19 Febrero
Jesús… anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo.
Hechos 10:38
Por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Juan 8:2
Jesús – su abnegación (7)

En la tierra no hubo otra persona más abnegada que Jesús. Lleno de compasión, compartía incansablemente los sufrimientos de las personas que encontraba en su camino. Nunca pensaba en sí mismo, en su propia comodidad o cansancio. La gente podía ir a él a cualquier hora del día o de la noche; él no despreciaba a nadie:

– Recibió a un jefe religioso que, por miedo, fue a él de noche. Respondió a sus preguntas y le enseñó cosas maravillosas (Juan 3).

– En pleno mediodía se sentó al borde de un pozo, pues tenía un mensaje de salvación para una mujer con un corazón sediento (Juan 4).

– Al final de un día agotador le llevaron enfermos y personas poseídas por demonios. Incansablemente echó fuera a los malos espíritus, sanó a los enfermos y recibió a los necesitados (Mateo 8).

– Sus discípulos regresaron de una misión y tenían muchas cosas que contarle. Él les propuso ir a un lugar tranquilo para descansar, pero la multitud descubrió a donde iban y llegó antes que ellos. En vez de rechazarla, Jesús, “al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9:36); las recibió y las alimentó.

Los sufrimientos y las necesidades de aquellos con quienes se encontraba nunca dejaban a Jesús indiferente. Siempre abnegado, tenía una respuesta para cada persona. Solo él cumplió el mandamiento de la ley: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18).

(continuará el próximo domingo)
2 Samuel 12 – Hechos 4 – Salmo 24:7-10 – Proverbios 10:5-6

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch

El Fundamento de la Paternidad Piadosa

El Fundamento de la Paternidad Piadosa
by John MacArthur

Nuestro mundo tiene un punto de vista cada vez más cínico acerca de los niños. Cada vez más, la descripción cultural de la paternidad es negativa, con particular énfasis en la capacidad del niño de frustrar a sus padres. Si bien es verdad que algunas veces los niños traen desafíos a nuestras vidas, ningún padre amoroso quiere ver a su hijo como un impedimento para la felicidad.

Además, los cristianos que adoptan la opinión del mundo acerca de sus niños, no pueden esperar ser padres piadosos. El diseño de Dios para su familia no lo incluye a usted quejándose acerca de los defectos de sus hijos, o viéndolos a través de lentes egoístas y mundanos. El fundamento de la paternidad piadosa está contenido en la perspectiva de la Escritura acerca de los niños. Usted no puede ser el padre que Dios quiere que sea, si usted no ve a los niños que Él le ha dado, en la manera en que Él los ve.

Los niños deben ser vistos como una bendición, no como una adversidad.

Primeramente, la Escritura claramente enseña que los niños son un regalo de parte del Señor. Dios los diseñó para ser una alegría. Ellos son una bendición del Señor para agraciar nuestras vidas con realización, significado, felicidad, y satisfacción. La paternidad es un regalo de Dios para nosotros.

Esto es verdad, aun en un mundo caído, infectado con la maldición del pecado. En medio de todo lo malo, los niños son ejemplo de la bondad amorosa de Dios. Ellos son una muestra viviente de que la misericordia de Dios se extiende aun a criaturas caídas y pecaminosas.

Recuerde que Adán y Eva comieron la fruta prohibida antes de que hubieran concebido algún hijo. Aun así, Dios no simplemente los destruyó y comenzó con una nueva raza. Él les permitió a Adán y Eva cumplir el mandato dado antes de la caída: “Fructificad y multiplicaos” (Génesis 1:28). Y Él puso en movimiento un plan de redención que finalmente abrazaría a un sinnúmero de la descendencia de Adam (Apocalipsis 7:9-10). Los niños que Eva tuvo entonces, personificaron la esperanza de que los pecadores caídos podrían ser redimidos.

Y cuando Dios maldijo la tierra debido al pecado de Adán, Él multiplicó el dolor del proceso del parto (Génesis 3:16), pero no anuló las bendiciones inherentes de tener niños.

Eva reconoció esto. En Génesis 4:1 dice, “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.”

Ella consideró al niño como un regalo de la mano de Aquel, contra quien ella había pecado, y estaba llena de alegría por eso. A pesar de los dolores de parto, e independientemente de la naturaleza caída del niño mismo, ella sabía que el niño era un emblema de la gracia de Dios hacia ella.

¿Qué acerca de los niños de los inconversos? Ellos también representan bendiciones divinas. En Génesis 17:20 Dios prometió bendecir a Ismael. ¿Cómo le bendeciría? Al multiplicar sus hijos y su descendencia. Él le dijo a Abraham, “Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera.”

A través de la Escritura encontramos un tema común que resalta a los niños como a bendiciones de la mano de un amoroso y misericordioso Dios. En Su diseño de gracia, los niños son dados para traerles a los padres, alegría, felicidad, contentamiento, satisfacción, y amor. Salmo 127:3-5 lo dice expresamente:

«He aquí, herencia de Jehová son los hijos;

Cosa de estima el fruto del vientre.

Como saetas en mano del valiente,

Así son los hijos habidos en la juventud.

Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;

No será avergonzado

Cuando hablare con los enemigos en la puerta.»

Claramente, en el plan de Dios, los niños están llamados a ser una bendición, no un problema. Y normalmente son una bendición cuando llegan, pero dejarlos expuestos a este mundo, y sin sombra de protección, ellos sin duda romperán el corazón de los padres.

Se supone que la crianza es una alegría, no una carga.

La tarea de los padres no es un yugo pesado de llevar; es un privilegio para ser disfrutado. Si el diseño de Dios al darnos niños, es bendecirnos, la tarea a la que Él nos llama como padres no es nada más que una extensión y magnificación—amplitud, de esa bendición.

La crianza de los niños es difícil, al grado en que los padres la hacen difícil, al fallar en seguir los principios simples que Dios estableció. Negar las responsabilidades de uno, como padre, delante de Dios, es perder las bendiciones inherentes en la tarea, y aquellos que lo hacen, toman una carga que Dios nunca quiso que los padres llevaran.

Una manera segura de llenar su vida con miseria, es abdicar la responsabilidad que Dios le ha dado como padre, y mayordomo del niño que Él afectuosamente ha colocado en sus manos. Por el contrario, nada en su vida engendrará más alegría y gozo que criar a su hijo en la disciplina y amonestación del Señor.

¿Existen en la crianza, aspectos inherentemente desagradables? Por supuesto, ninguno de nosotros disfruta el tener que disciplinar a nuestros niños. Como padre, aprendí rápidamente que lo que mis padres siempre me dijeron acerca de la disciplina, era verdad: Usualmente le duele más al padre que lo que le duele al hijo. Pero aun el proceso de disciplina finalmente produce alegría, cuando somos fieles a las instrucciones de Dios. Proverbios 29:17 dice, “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma.”

La vida del padre no necesita ser una decepción o un trabajo monótono. Hay una refrescante, riqueza estimulante de rica alegría en la crianza piadosa, que no puede ser conseguida de ninguna otra manera. Dios ha diseñado amorosamente dentro del proceso de crianza, una fuente de gozo, si adoptamos Su perspectiva y acatamos Sus principios.

¿Garantiza la Escritura que nuestra crianza tendrá éxito si seguimos el plan de Dios?