Aviva Nuestros Corazones
Serie: Vivifícame conforme a Tu Palabra (Salmo 119)
7/10 – Nueve maneras de responder a la Palabra de Dios
Nancy Leigh DeMoss
https://www.avivanuestroscorazones.com/podcast/aviva-nuestros-corazones/nueve-maneras-de-responder-la-palabra-de-dios/
Leslie Basham: El Salmo 119 menciona la importancia de guardar la Palabra de Dios. De hecho, lo menciona 29 veces. Nancy Leigh DeMoss dice que esto significa que necesitamos prestar atención.
Nancy Leigh DeMoss: ¿No crees que si Dios dice veinte y nueve veces en un capítulo que necesitamos guardar Su Palabra, debemos de obedecer Su Palabra? Me hace preguntarme, ¿cuántas cosas yo sé de la Palabra de Dios que no estoy obedeciendo?
Leslie: Este es Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín. Aquí está Nancy en la Serie Vivifícame conforme a Tu Palabra, reflexiones sobre el Salmo 119.
Nancy: Hace poco me topé con un artículo en un blog escrito por mi amigo Randy Alcorn. Tú probablemente has escuchado ese nombre. Es un autor fabuloso y tiene un corazón grande para el Señor. Quiero leerte un segmento un poco largo de ese artículo porque refleja algo que está en mi corazón ahora que estamos invitando al reto de la lectura diaria de la Biblia en este nuevo año que se inicia. Randy dijo,
“Vivimos en una cultura que está saturada con opciones de entretenimiento. Los hombres jóvenes están creciendo consumidos por juegos de vídeo y otros medios de comunicación que se han convertido en sustitutos de la lectura. Hay una tasa de analfabetismo funcional en nuestra cultura, quiere decir que estos jóvenes pueden leer, pero no lo hacen—ellos leen Facebook pero no leen nada serio.
Me preocupa que haya tanta gente joven creciendo—particularmente muchos hombres jóvenes—quienes, por no ser lectores, no serán lectores de la Palabra de Dios. Un día no muy lejano ellos estarán dirigiendo nuestras iglesias, y muchos de ellos no conocerán las Escrituras.”
Sólo quiero decir que no hay muchos hombres jóvenes escuchando este programa, pero sí hay muchas mamás y abuelas que tienen hijos e hijas. Solo quiero animarlas a hacer que sus hijos lean, que lean. Si Dios nos dio Su Palabra, es para ser leída. Si las personas no disfrutan leer, no van a disfrutar leer la Palabra de Dios. Así que esta es una exhortación para aquellas de ustedes que tienen jóvenes en sus casas.
Es tan triste para mí pensar cómo aun en nuestras mejores iglesias tan pocas personas realmente conocen la Palabra de Dios, y eso se refleja en la forma que ellos piensan acerca de todo: acerca de la política, acerca de los negocios, de las carreras, la educación, las relaciones, y el matrimonio. Se refleja en la forma que piensan y en la forma en que viven; no están anclados en una cosmovisión bíblica.
Randy concluye este artículo diciendo,
“Todavía hay personas que están estudiando y se sienten hambrientos por la Palabra de Dios. Eso motiva y es bueno [y es la razón por la que muchas de ustedes escuchan este programa regularmente]. Pero también hay muchas personas que no están estudiando ni leyendo. Y eso es desesperanzador”.
Y esa es la razón por la que estamos lanzando este reto de la Lectura Diaria de la Biblia al inicio de este año 2014. Si ya te cansaste de escucharme hablar sobre esto, lamento decir que voy a continuar hablando sobre eso porque es algo que ocupa mi corazón, el lograr que la gente lea las Escrituras.
Así que, lee la Biblia cada día. Por eso es que estamos hablando sobre el Salmo 119 en esta serie que da inicio al año. Es un salmo grandioso y extenso, sobre la gloria y el esplendor de la Palabra de Dios.
Así que, a medida que vemos el Salmo 119 en el día de hoy, quiero intentar lo imposible, que es enseñar nueve puntos en el tiempo que nos resta. Algunas de las que ya han estado un tiempo con nosotros saben que yo pudiera extender esos nueve puntos a nueve programas completos o incluso más. Pero quiero intentar mostrar, a partir del Salmo 119, nueve maneras diferentes de responder a la Palabra de Dios.
Hemos hablado de las bendiciones que vienen cuando leemos la Palabra de Dios. Ahora quiero hablar sobre diferentes formas que nosotras podemos responder a la Palabra de Dios, formas en las que deberíamos responder a la Palabra de Dios. Voy a mencionar estas diversas formas brevemente, pero invertiré un poco más de tiempo en una o dos de ellas.
La primera es que necesitamos aprender la Palabra de Dios. Esto aparece varias veces:
“Con rectitud de corazón te daré gracias, al aprender tus justos juicios.” (versículo 7)
“Bueno es para mi ser afligido, para que aprenda tus estatutos.” (versículo 71)
“Tus manos me hicieron y me formaron; dame entendimiento para que aprenda tus mandamientos.” (versículo 73)
“Yo soy tu siervo, dame entendimiento para que conozca tus testimonios.” (versículo 125)
Aprender la Palabra de Dios es conocerla.
Escúchame, no puedes obedecer o aplicar lo que no conoces. Así que este es el punto de partida. Esta es una de las razones por las que muchas personas no obedecen la Palabra de Dios, porque no conocen la Palabra de Dios. A mí me gustaría mostrarles algunas de las correspondencias que recibimos aquí en Aviva Nuestros Corazones de gente cuyas vidas están irremediablemente inmersas en todo tipo de comportamientos, patrones, pecados y desafíos porque no conocen la Palabra de Dios.
Ahora, veremos que conocer la Palabra de Dios no es suficiente, pero ciertamente es un punto de partida. La fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios. No puedes creer, no puedes actuar basándote en lo que no conoces. Así que esta es una de las razones por la que quizás no estás creciendo.
No te estoy diciendo que este año tienes que convertirte en una maestra de la Palabra de Dios, solo te estoy diciendo, “¡Léela! ¡Léela!”. Conócela. Si nunca antes has leído Números y Deuteronomio, te vas a sorprender. Ahí hay cosas grandiosas y aún las cosas que no puedes entender, son grandiosas. Y esto alimentará y nutrirá tu alma. Apréndela. Conócela.
Número dos: Busca la Palabra de Dios. Busca a Dios que es el Autor de Su Palabra.
“Con todo mi corazón te he buscado; no dejes que me desvíe de tus mandamientos.” (versículo 10)
“Y andaré en libertad, porque busco tus preceptos.” (versículo 45)
No entraré en toda una sesión sobre lo que significa buscar al Señor y Su Palabra, pero ciertamente implica que es algo intencional, que estás siendo proactiva acerca de esto.
Número tres: Escoge los caminos de Dios. Escoge Su verdad y dispón tu corazón a seguir Sus caminos. Encontrarás que estas dos cosas van a la par en el Salmo 119. Por ejemplo el versículo 34 dice,
“Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón.”
Una vez más vemos la intención expresa de escoger los caminos de Dios.
“Pronta esté tu mano a socorrerme, porque tus preceptos he escogido.” (versículo. 173)
Nosotras debemos escoger la Palabra de Dios.
Número cuatro: Recuerda la Palabra de Dios. Y el otro lado de esa moneda, y lo agruparé todo en este número cuatro, no olvides la Palabra de Dios. Vemos estos dos conceptos a través de todo el salmo.
“Me acuerdo de tus ordenanzas antiguas, oh SENOR, y me consuelo.” (versículo 52)
Esa palabra “me acuerdo” significa “recolectar, traer a la memoria, reflexionar acerca de algo”. Me acuerdo de tus ordenanzas. Y luego inversamente, en el versículo 16,
“Me deleitaré en tus estatutos, y no olvidaré tu palabra.”
Te digo algo: he estado intentando memorizar porciones del Salmo 119, porque yo quiero recordar la Palabra de Dios. Y yo no sé qué me pasa, pero algunas veces cuando llego al versículo 16 una y otra vez veo que no puedo recordar ese versículo. Y ese es el que dice “yo no olvidaré tu palabra”. Y yo sólo me río de mi misma y digo, “Oh si, es ese mismo que habla de recordar la Palabra de Dios”.
“Jamás me olvidaré de tus preceptos, porque por ellos me has vivificado.” (versículo 93)
“Pequeño soy y despreciado, mas no me olvido de tus preceptos.” (versículo 141)
Al hablar de recordar la Palabra de Dios, es un buen momento para mencionar la memorización de las Escrituras. Nosotros tenemos un plan de memorización de las Escrituras aquí en Aviva Nuestros Corazones. Si estás interesada en conocer más sobre esto visita nuestra pagina web AvivaNuestrosCorazones.com. Pero querrás recordar la Palabra de Dios, recuérdala siempre.
Número cinco: otra respuesta es que nosotras debemos volvernos a la Palabra de Dios en vez de alejarnos de ella. Escucha estos versículos:
“Los soberbios me insultaron en gran manera, sin embargo, no me he apartado de tu ley.”(versículo 51)
“No me he desviado de tus ordenanzas, porque tú me has enseñado.” (versículo 102)
“Los impíos me han tendido lazo, pero no me he desviado de tus preceptos.” (versículo 110) [Para no alejarme de tu ley]
“Consideré mis caminos, y volví mis pasos a tus testimonios.” (versículo 59)
Como dijimos en la última sesión, ese es un versículo que habla de arrepentimiento. Habla de considerar mis caminos y luego volver mis pasos hacia los decretos de Dios. Si yo he estado yendo en otra dirección, me doy la vuelta y me dirijo hacia Dios. Así que vuélvete hacia los caminos de Dios en vez de alejarte de ellos.
Número seis: ¡Canta!
“Cánticos son para mí tus estatutos en la casa de mi peregrinación.” (versículo 54)
Cuando leo ese versículo pienso en dos personajes del Nuevo Testamento en dos recuentos distintos. El primero es el de Pablo y Silas en Hechos capítulo 16 cantando en una prisión en Filipos. Estaban cantando himnos a Dios a medianoche cuando habían sido golpeados, perseguidos y torturados por su fe. Ellos estaban cantando himnos, “Cánticos son para mí tus estatutos en la casa de mi peregrinación”.
Y luego pienso en esa escena al final de la última cena antes de que Jesús saliera camino a Getsmaní para luego ir a la cruz. Las Escrituras nos dicen que ellos cantaron un himno y luego salieron. Ellos probablemente cantaron un himno de los Salmos. “Cánticos son para mí tus estatutos en la casa de mi peregrinación”.
“Que cante mi lengua de tu palabra, porque todos tus mandamientos son justicia.” (versículo 172)
Hace poco tiempo me encontré con un recurso muy bueno. Se trataba de una mujer que quería memorizar el Salmo 119 con sus dos hijos más pequeños. Ella es músico, y escribió una canción para cada una de las ventidos estrofas de ocho versículos cada una del Salmo 119. Usó melodías pegajosas. Es una buena forma de memorizar las Escrituras.
Ella usó esto para ayudar a sus hijos a memorizar el Salmo 119. Tal vez has escuchado la frase que dice “Lo que se aprende en canción se recuerda por montón”. Ahora bien, no tienes que cantar el Salmo 119, pero canta canciones que traigan a tu mente la Palabra de Dios, los caminos de Dios. Canta Su palabra porque todos sus mandamientos son justos.
Número siete: otra respuesta a la Palabra de Dios es meditar en la Palabra de Dios. Ahora, sólo quiero mencionar este punto rápidamente porque quiero durar la mayor parte de una sesión en nuestro próximo programa hablando acerca de la meditación. Pero solo algunos versículos:
“Meditaré en tus preceptos, y consideraré tus caminos.” (versículo 15)
“¡Cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.” (versículo 97)
Vamos a volver a esto porque es una forma clave en la que debemos responder a la Palabra de Dios.
Número ocho: Y realmente quiero detenerme en este concepto por un tiempito. Nosotras debemos guardar la Palabra de Dios. Creo que es veinte nueve veces, si conté correctamente, que el Salmo 119 habla de guardar la Palabra de Dios. No solo conocerla, pero guardarla, obedecerla. Es la idea de guardar un pacto. Estamos en una relación de pacto con Dios. Él guarda Su pacto con nosotras, y nos llama a nosotras a guardar ese Pacto con Él.
“Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan!” (versículo 2)
“Tú has ordenado tus preceptos, para que los guardemos con diligencia.’ (versículo 4)
‘Ojalá mis caminos sean afirmados para guardar tus estatutos!” (versículo 5)
“Tus estatutos guardaré; no me dejes en completo desamparo.” (versículo 8)
“Enséñame, oh SENOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.” (versículo 33)
“Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón.” (versículo 34)
“Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh SENOR, y guardo tu ley.” (versículo 55)
“Esto se ha hecho parte de mi: guardar tus preceptos.” (versículo 56)
“El SEÑOR es mi porción; he prometido guardar tus palabras.” (versículo 57)
“Me apresuré y no me tardé en guardar tus mandamientos.” (versículo 60)
“Compañero soy de todos los que te temen, y de los que guardan tus preceptos.” (versículo 63)
“Antes que fuera afligido, yo me descarrié, mas ahora guardo tu palabra.” (versículo 67)
“Los soberbios han forjado mentira contra mí, pero de todo corazón guardaré tus preceptos.” (versículo 69)
“Mi alma guarda tus testimonios, y en gran manera los amo.” (versículo. 167)
“Guardo tus preceptos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti.” (versículo 168)
Ahora, tal vez estés pensando, “¿Podías haber leído solo uno de esos versículos y hubieras logrado establecer el punto? ¿Por qué leer todos estos versículos?” Bueno, no leí los veinte y nueve. Pero tú sí necesitas leer los veinte y nueve. ¿No crees que si Dios dice veinte y nueve veces en un capítulo que necesitamos guardar Su Palabra, que debemos obedecer Su Palabra?
Esto me hace preguntarme, ¿cuántas cosas yo sé de la Palabra de Dios que no estoy haciendo? ¿Cuántas relaciones rotas tengo que no he tomado la iniciativa de restaurar? Yo sé que la Palabra de Dios dice que debo perdonar. ¿Dónde estoy guardando amargura en mi corazón? Yo conozco la Palabra de Dios; ¿La estoy guardando? No es suficiente con solo conocerla.
Tener un corazón dispuesto a obedecer la Palabra de Dios es una evidencia de que le pertenecemos. Para un hijo de Dios, la obediencia no es una carga, es un deleite. Y nota que no estamos solamente hablando de comportamiento aquí. Estamos hablando de obedecer a Dios con todo nuestro corazón. Se trata de obediencia de corazón; de tener un corazón recto. Y leemos eso siete veces en el Salmo 119.
Tenemos un compromiso de guardar el Pacto de Dios, recuerda esto: Es nuestra respuesta racional a Su carácter guardador de pactos. ¿Recuerdas Éxodo capítulo 34? Si has leído Éxodo—si no lo has leído estarás leyéndolo en este año estoy segura. Dice “Él es un Dios que guarda misericordia a millares”. Él guarda Su pacto. Cuando Él entra en una relación de pacto con nosotras, una de las marcas de que estamos en ese pacto con Él es que tenemos un corazón dispuesto a guardar Su Palabra.
Pero déjame recordarte, y he intentado decir esto repetidas veces a través de esta serie porque estamos enfocándonos mucho en la ley del Antiguo Testamento… Necesitamos ver el contexto completo de todas las Escrituras, las cuales nos recuerdan que solo Cristo pudo guardar perfectamente la ley de Dios. Y es por esto que necesitamos Su gracia que nos salva y el poder de Su Santo Espíritu que nos capacita para hacer lo que no podemos hacer apartadas de Su poder.
No podemos guardar la Palabra de Dios, no podemos obedecer esto, no podemos hacer lo que dice el Salmo 119 veinte y nueve veces. No podemos guardar la palabra de Dios a menos que Dios nos guarde a nosotras. Y gracias a Dios que Él si nos guarda. Judas 24 dice, “Y a aquel que es poderoso para guardarnos sin caída…” Él nos guarda para que nosotras podamos guardar Su Palabra.
Jesus oró en Juan capítulo 17,
“Padre Santo, guárdalos en tu nombre…y los guardé…guardalos del maligno.” (vv. 11, 12, 15)
Él nos guarda, Él vive en nosotros y es por eso que podemos guardar Su ley.
Y entonces un concepto más, el número nueve, nuestra respuesta a la Palabra de Dios : debemos compartirla con otros.
“He contado con mis labios de todas las ordenanzas de tu boca.” (versículo 13)
“Hablaré también de tus testimonios delante de reyes, y no me avergonzaré.” (versículo 46)
El Salmo 119 es un salmo muy personal. Lo escribió un salmista que usa la palabra “yo” una y otra vez. “Yo guardaré” “Yo obedeceré” “Yo…” Es entre él y Dios. Esta es una oración así que es una conversación de su alma con Dios. Es una caminata individual con Dios que por cierto es un recordatorio de que tú puedes caminar con Dios y Su Palabra aunque nadie más a tu alrededor lo esté haciendo.
Pero también hay un sentido corporativo en el salmo; una dimension corporativa que sale a relucir varias veces en el Salmo 119. Quiero cerrar señalándote tres de esos versículos.
“Compañero soy de todos los que te temen, y de los que guardan tus preceptos.” (versículo 63)
Este no es solo un caminar individual, es eso, pero es también un caminar con creyentes que piensan y sienten igual también. El salmista piensa en otros que como él tenían un corazón dispuesto a guardar la Palabra de Dios. Es un recordatorio de que no estamos solas en este camino. Algunas veces puedes sentir que estás sola. Puede ser que seas la única persona creyente en tu familia o en tu lugar de trabajo. Puedes sentir que eres la única persona en tu iglesia que tiene un corazón comprometido con seguir a Dios y Su Palabra, pero recuerda, hay otros. Hay otros que están contigo en este peregrinar, que le buscan, que están caminando el mismo camino. Tú eres parte de una comunidad de fe. Nos necesitamos unas a otras. Somos verdaderos seguidores de Cristo, “Compañero soy de todos los que te temen, y de los que guardan tus preceptos”
Los verdaderos seguidores de Cristo están caracterizados por un temor del Señor, por un corazón amante de Su Palabra y por un caminar obediente. Tenemos esas cosas en común independientemente de muchas otras diferencias que podamos tener, y somos atraídas hacia otros que son de una misma mente y un mismo corazón con nosotros.
Ahora mira el versículo 74,
“Que los que te temen, me vean y se alegren, porque espero en tu palabra.”
Cuando tú obedeces la Palabra de Dios, no solo tú eres bendecida sino que otros creyentes que te ven tomar la Palabra de Dios en serio son animados y retados. Ven el fruto de la Palabra de Dios en tu vida y su vida es bendecida como resultado de eso. “Que los que te temen me vean y se alegren, porque espero en tu palabra”. ¿La vida de quién será animada este año porque tú has tomado la Palabra de Dios en serio, porque has esperado en la Palabra de Dios?
Y luego el versículo 79,
“Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios.”
Creo que eso sugiere que nuestras vidas pueden hacer a otros hambrientos por la Palabra de Dios. ¿Quiénes quieren conocer a Dios mejor porque han estado alrededor tuyo? Y esa es la razón, por cierto, por la que quiero animarte a visitar AvivaNuestrosCorazones.com y dejar tu comentario. Es un lugar donde puedes interactuar con otras y compartir lo que Dios te está enseñando con personas que temen al Señor, y que aman Su palabra. Allí puedes involucrarte, compartir lo que estás aprendiendo.
El verano pasado hice un reto de leer la Biblia en 90 días y me uní a un pequeño grupo en Facebook que lo estaba haciendo junto conmigo. Nos hacíamos preguntas unas a otras. Recuerdo cuando una señora llegó a un pasaje en particular que era muy difícil de entender, ella dijo, “¡Explíquenme esto! ¿qué significa?” Y pudimos interactuar unas con otras. “Aquellos que aman al Señor hablaban frecuentemente de Él unos con otros” dice Malaquías. Así que hemos provisto un medio donde puedes hacer esto. Puedes interactuar con otras y compartir lo que Él te está enseñando.
Gracias, Gracias, Gracias Señor, por Tu Palabra. Wao, ¡es tan preciosa, tan preciada! Y queremos ser mujeres que buscan Tu Palabra, que la conocen, que la memorizan y meditan en ella, que se vuelven a ella, que la recuerdan, que cantan acerca de ella, que la eligen y ponen su corazón en ella. Queremos ser mujeres que guardan Tu palabra y la comparten de la abundancia de su corazones con otros.
Solo piensa en todas las cosas que hablamos cuando nos juntamos con otras personas. ¿No sería algo increíble que Tu Palabra sea una parte fundamental de lo que compartimos en nuestras redes sociales? ¿No sería grandioso que hagamos eso alrededor de Tu Palabra? Así que Señor, ayúdanos a no esperar que otros lo hagan sino a liderar el camino, a iniciar este camino. Que nuestras vidas dirijan a otros a tener hambre de Ti, oro en el nombre de Jesus, Amén.
Leslie: Esa es Nancy Leigh DeMoss en la serie Vivifícame conforme a Tu Palabra. La serie se basa en el Salmo 119. Nancy, tu mencionaste el foro al que las mujeres pueden unirse en AvivaNuestrosCorazones.com, y ese no es el único recurso que estamos haciendo disponible al animar a las mujeres a leer la Palabra de Dios en este año 2014 que recién inicia.
Nancy: Así mismo es, Leslie. Queremos hacer todo lo que podamos para animar a las personas en este reto de lectura bíblica diaria. Me siento tan apasionada por animar la gente a leer la Biblia cada día. Y en AvivaNuestrosCorazones.com encontrarás toda una selección de planes de lectura de la Biblia que puedes evaluar. Elige el que mejor se acomode a tus necesidades, y luego puedes usarla para seguir ese plan en el transcurso de este año. También apreciaríamos que tomes un momento para dejarnos saber que aceptas este reto de leer la Biblia diariamente.
Leslie: A medida que te propones leer más la Biblia en el 2014, no necesariamente necesitas más fuerza de voluntad. ¿Qué es lo que necesitas entonces? Bueno, Nancy hablará sobre eso en el próximo programa de Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
¡Cuánto Amo Tu Ley!, Danilo Montero.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
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Derechos Reservados. Aviva Nuestros Corazones. Escrito por Nancy Leigh DeMoss. Usado con permiso. www.AvivaNuestrosCorazones.com.