EL CONTROL SOBERANO

Noviembre 16

EL CONTROL SOBERANO

Elegidos según la presciencia de Dios. (1 Pedro 1:2)

A través de los años, las teologías arminianas y calvinistas han estado en polos opuestos. La teología reformada tradicional, que llamamos calvinismo, subraya la soberanía de Dios, pero la teología arminiana en realidad subraya la soberanía del hombre. Enseña que Dios es útil al dar ayuda espiritual, pero que uno tiene que encontrarla en sí mismo para ir a Cristo, perseverar en la fe, alcanzar metas espirituales y obtener victorias espirituales.

¿Qué resulta de esa clase de teología? Una persona puede decir que confía en Cristo, pero en realidad confía en sí misma. Eso muestra la creencia de que el poder para escoger la salvación, o perderla por el fracaso espiritual, pertenece a la persona. Suponga que usted creyera que tenía esa clase de poder. ¿Puede imaginarse lo que sería enfrentarse a la muerte y preguntarse si no pudiera entrar en el cielo porque había cometido muchísimos pecados? Esa incertidumbre causará ansiedad, no seguridad.

Confiar plenamente en Dios requiere co­no­ci­mien­to de su gracia soberana: Que una persona es escogida, redimida, mantenida y glorificada por Dios, que es el iniciador.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

Creer, conocer y comprender

Sábado 16 Noviembre

Si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.

1 Corintios 8:2

El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.

1 Corintios 3:20

El temor del Señor es el principio de la sabiduría.

Proverbios 9:10

Creer, conocer y comprender

“Hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Juan 6:69).

http://labuenasemilla.net/20191116

El orden de estos dos verbos (creer y conocer) es esencial para comprender los pensamientos de Dios revelados en la Biblia. Como revelación, deben ser creídos, recibidos, con un espíritu sumiso a la autoridad de su autor. Solo con esta condición ellos iluminan el ser interior del hombre: inteligencia, consciencia, corazón. Tratar de comprender los pensamientos de Dios mediante nuestros propios razonamientos solo nos conduce a la duda, o a una incredulidad todavía más grande. Entonces uno cree descubrir contradicciones en la Biblia, que no son más que aparentes. ¡Creemos saber, no entendemos, y por lo tanto no creemos!

“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios” (Hebreos 11:3). La creación del universo por Dios siempre ha suscitado toda clase de objeciones. Pero el que cree el relato del Génesis (capítulos 1-2) comprende lo que los sabios ponen constantemente en duda a la luz de sus conocimientos. Dios no nos explica todo. Su objetivo no es convertirnos en sabios, sino hacernos conocer lo que él es: amor y luz, y que vivamos en relación con él.

Si quiero conocer con certeza, comprender aquello por lo cual los hombres se enfrentan constantemente sin llegar a explicarlo, primero debo estar atento a lo que la Palabra de Dios me revela con toda sencillez. Una gran luz brillará en mi mente, y también en mi corazón.

Job 18-19 – Hebreos 7:18-28 – Salmo 125 – Proverbios 27:21-22

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