6/63 – Jesús, amigo de pecadores – Marcos 2:13-17 

Iglesia Biblica del Señor jesucristo

Serie: Marcos

6/63 – Jesús, amigo de pecadores – Marcos 2:13-17

Ps. Sugel Michelén

El pastor Michelén ha formado parte del Consejo de Ancianos de Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo en Santo Domingo, República Dominicana, durante más de 30 años.Tiene la responsabilidad de predicar la Palabra regularmente en el día del Señor.Tiene una Maestría en Estudios Teológicos y es autor de varios libros: Historia de las Iglesias Bautistas Reformadas de Colombia, Coautor junto al Pastor Julio Benítez; La Más Extraordinaria Historia Jamás Contada, Palabras al Cansado – Sermones de aliento y consuelo; Hacía una Educación Auténticamente Cristiana, El que Perseverare Hasta el Fin; y publica regularmente artículos en su blog “Todo Pensamiento Cautivo”https://www.todopensamientocautivo.com/

Él es instructor asociado en Universidad Wesleyana en Indiana (IWU), extensión en español; enseña Filosofía en el Colegio Cristiano  Logos; y durante 10 años, ha sido profesor regular de la Asociación Internacional de Escuelas Cristianas (ACSI)  para América Latina.

El pastor Michelén, junto a su esposa Gloria tiene tres hijos y cuatro nietos.

Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo

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SÚPLICA POR LA CONCORDIA

 Noviembre 7

SÚPLICA POR LA CONCORDIA

Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. (Filipenses 2:2)

El apóstol Pablo era un gran teólogo, y a menudo trató importantes temas doctrinales. Se opuso al legalismo de los judaizantes (Fil. 3:2) y a los criterios disolutos de otros falsos maestros (vv. 18-19). Sabía que tales enseñanzas pervertían la doctrina de la salvación y amenazaban la vida de la iglesia. Pero también comprendía que la discordia en la iglesia era igualmente una amenaza para su vida. Es que el conflicto le quita a la iglesia su poder y destruye su testimonio. Los enemigos de Cristo se afanan por buscar formas de desacreditar a la iglesia.

Por lo visto, la discordia en la iglesia de Filipos estaba a punto de destruir la integridad de su testimonio. Así que Pablo les dijo: “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio” (1:27). Tenemos un Espíritu entre nosotros, de modo que no hay razón alguna para la discordia.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros. Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org

¿Qué está mal con ser un predicador aburrido y cómo evitar tal etiqueta?

The Master’s Seminary

¿Qué está mal con ser un predicador aburrido y cómo evitar tal etiqueta?

FERNANDO JAIMES

Alguien le contó a un amigo en forma de chiste que tenía problemas de insomnio, este le dijo: “ven a mi iglesia a escuchar sermones”.  Es cierto que hay predicadores que son muy aburridos, pero al mismo tiempo no creo que haya ningún predicador que diga: “hoy quiero predicar un sermón para dormir a mis oyentes”.

La comunicación, ya sea casual en el día a día o entre un predicador y su audiencia, es la acción de comunicar en dos sentidos. Si es entre dos personas que están conversando, hay alguien que habla y el otro escucha, y sus papeles se intercambian durante el acto de comunicación. Cuando esta comunicación es por medio de la predicación también hay un sentido de interacción, la única diferencia es que normalmente no hay una respuesta inmediata al mensaje recibido. Pero igualmente se espera de la audiencia que esté involucrada y receptiva al mensaje escuchado y que posteriormente haya una respuesta.

La pregunta es: ¿cómo puede hacer un predicador para comunicarse con la audiencia sin que esta pierda su interés o que deje de escucharlo? ¿Cómo puede mantener a sus oyentes escuchando sin perderles en el intento? Las respuestas a estas preguntas son expresadas de manera concisa y clara en las obras de Alex Montoya, (Predicando con Pasión) y Jeffrey D. Arthurs, (Predicando con Variedad).

Estos dos hermanos han dado en el clavo al desarrollar los ingredientes que debe tener la comunicación en el púlpito, de tal manera que los predicadores vibren y los oyentes se contagien. Como punto de partida, la predicación debe tener dos ingredientes esenciales: una exposición solida de la Palabra de Dios, y en segundo lugar, que esta exposición sea transmitida de una forma apasionada. Si no hay pasión no hay predicación, como lo expresó W.A Criswell:

El sermón no es un ensayo para ser leído y que las personas lo consideren casualmente… Es una confrontación con el Dios todopoderoso. Es para ser comunicado con una pasión ardiente, en la autoridad del Espíritu Santo.[1]

Tanto el buen predicador como el predicador que no se caracteriza por la pasión pueden sacar provecho al considerar con atención la exhortación del pastor Montoya en su libro[2] cuando enseña que todo predicador debe:

1. PREDICAR CON PODER ESPIRITUAL.

Este es el secreto de la predicación apasionada. Cuando Dios trabaja en la vida y el corazón del predicador esto se transmite en el púlpito. Dios habla por medio del predicador y por ende cuando él habla la tierra tiembla. Si el predicador quiere sacudir los corazones, él debe ser un canal de Dios para llegar a esos corazones. El predicador no debe ser orgulloso, y por el contrario debe depender totalmente del Espíritu de Dios. Debe mantenerse a cuentas con Dios, es decir, que todos sus pecados hayan sido confesados. Debe estar en permanente comunicación con Dios por medio de la oración. Debe entender que ha sido comisionado por el Espíritu para el ministerio y debe ser controlado por el Espíritu lo cual será el resultado de tener la mente y corazón sumergidos en el estudio de la Palabra.

2. PREDICAR CON CONVICCIÓN.

La predicación apasionada normalmente viene de personas que están apasionadas por las profundas convicciones personales. Las convicciones son verdades por las cuales el predicador estaría dispuesto a morir en la hoguera. La predicación apasionada siempre está acompañada de un predicador que predica con toda convicción las verdades cardinales del cristianismo.

3. PREDICAR CON COMPASIÓN.

La compasión es lo que caracterizó el ministerio de Jesús. Él tuvo compasión por las personas durante su encarnación. La idea detrás es que la compasión es el sentimiento interno de una persona reaccionando al dolor y a la miseria de otro. En algunas ocasiones, la falta de pasión se debe a que el predicador se ha alejado del diario vivir de las personas y eso se traduce en dureza de corazón frente a las aflicciones de los necesitados, y por ende, no se identifica con el dolor ajeno. Para esto el predicador debe amar a su audiencia genuinamente y hacer todo lo que esté en sus manos para conocer su aflicción de tal manera que su corazón tenga compasión por las almas.

4. PREDICAR CON AUTORIDAD.

Cuando la predicación está llena de trivialidades y fuera de lugar se parece a la predicación vacía de los escribas y fariseos en los tiempos de Jesús. Ellos solo tenían razonamientos maliciosos y evasivos. En contraste con Jesús, descubrieron que su predicación era como de uno que tenía real autoridad (Mt 7:28-29). Para hablar con autoridad, el predicador debe hablar desde la autoridad que tiene la Escritura. Cuando la Biblia habla es Dios quien habla. El predicador es el mensajero encargado de transmitir un mensaje celestial. Lo hace con autoridad porque Dios le ha dado esa autoridad, pero también lo hace porque ha hecho un estudio exhaustivo del pasaje lo que le permite presentar la verdad de Dios de una manera que honre su nombre.

5. PREDICAR CON SENTIDO DE URGENCIA.

Las almas necesitan ayuda. El mundo se encuentra desesperadamente perdido y el diablo está haciendo estragos en la vida de las personas. Es como una casa en llamas a la que hay que entrar a rescatar a las personas que se encuentran atrapadas. La predicación debe ser activa y potente, con sentido y contenido. Los predicadores deben ser unos maniáticos de la palabra de Dios y tener el deseo de comunicarla porque la casa está en llamas. No hay tiempo de espera; hoy mismo es el día de arrepentimiento. El predicador debe ser apasionado al comprender que el mensaje que está predicando urge.

6. PREDICAR CON QUEBRANTAMIENTO.

J. I Packer dice que si se predica a los corazones dolientes nunca se va a dejar de tener una congregación, porque siempre hay uno de esos en cada banca. Una lagrima en los ojos y un corazón dolido producen una rara elocuencia en la predicación. El entrenamiento en los seminarios es importante pero las tribulaciones en la vida del predicador son el refinamiento del fuego del Señor, para así purificar el servicio y una predicación eficaz.

7. PREDICAR CON TODO EL SER.

Es cierto que la predicación es principalmente oral, pero eso no quiere decir que no existan otras formas de comunicación que le dan vida a las palabras. Todo el cuerpo hace parte del mensaje que se está comunicado. El movimiento de las manos, la postura, las expresiones de la cara y lo ojos son elementos que deben hacer parte al momento de predicar.

8. PREDICAR CON VARIEDAD.

En este punto Arthurs desarrolla en su libro[3] la importancia de predicar los diferentes géneros literarios. No todas las predicaciones deben estar organizadas de la mima forma. Cuando Dios se comunicó con la raza humana usó una variedad de generos: anécdotas, historias, paradojas, poemas, canciones, ironías, preguntas y respuestas. Jesús, el gran comunicador, era creativo, por lo tanto los predicadores deben de la misma manera comunicar con variedad el pasaje en el que se encuentren.

CONCLUSIÓN

Definitivamente aquel que es un predicador aburrido está cometiendo un gran error que debe ser resuelto con seriedad y prontitud. Algunos pueden estar en esta situación, simplemente porque no han sido llamados al ministerio de la enseñanza en la iglesia, pero en muchos otros casos, algunos han dejado apagar la pasión por la proclamación de la verdad en su ministerio. Espero que estas ocho exhortaciones ayuden a que los púlpitos en el mundo hispanohablante sean avivados con pasión en la predicación de la Palabra de Dios.

 

[1] W. A. Criswell, Criswell Guidebook for Pastors (Nashville: Broadman & Holman, 1980), 58.

[2] Alex Montoya, Predicando Con Pasion (Editorial Portavoz, 2003).

[3] Jeffrey D. Arthurs, Predicando Con Variedad (Editorial Portavoz, 2009).

Fernando Jaimes avatar

Fernando Jaimes es graduado de The Master’s Seminary con un M.Div. y un Th.M. Actualmente sirve como pastor en la iglesia Comunidad de Gracia en Bogotá y como profesor del Instituto de Expositores Colombia.

La bendición patriarcal

Ministerios Ligonier

Renovando tu Mente

La bendición patriarcal

R.C.Sproul

https://www.ivoox.com/31856264

La historia que está registrada en el libro del Génesis, a veces es llamada la historia de los patriarcas o la historia del período patriarcal debido a que los personajes que aparecen en esta narrativa incluyen a personas como Noé, Abraham, Isaac, Jacob y los demás. Estos son los personajes principales a lo largo de la historia de Génesis.

Ahora, un patriarca en los días del Antiguo Testamento, como lo sugiere su nombre, tiene que ver con un padre que es gobernante, es decir que la autoridad en este ambiente y sistema descansa en el padre.

También conocemos culturas a las que llamamos matriarcales, donde la autoridad dominante recae en la madre. Cuando una reina está en el trono de una monarquía, Durante ese tiempo la monarquía es matriarcal, por así decirlo, en lugar de patriarcal.

Pero el término ‘patriarca’ indica más que solo que la cabeza de un hogar particular. En escritos antiguos, el patriarca, por ejemplo Abraham, no solo estaba en una posición de liderazgo y autoridad sobre su propia casa inmediata, sino también sobre su familia extendida

Y mientras él estuviese vivo, incluso después de que sus hijos naciesen, él seguía siendo el patriarca de la familia extendida. De hecho, esto va más allá, hasta incluir la jefatura sobre los clanes y las tribus. Recuerda que los antiguos hebreos, antes de organizarse en ciudades, eran semi-nómadas.

Eran pueblos tribales, que se movían por el Medio Oriente, y al jefe de su tribu se le llamaba el patriarca. Ahora, cuando nos fijamos en el carácter de Dios en el Antiguo Testamento, antes que Dios revelara su nombre a Moisés; que su nombre es “Yo soy Yaweh”, la manera normal con la que Dios se identificaba era con la frase: “El Dios de Abraham, Isaac y Jacob”, porque esos tres hombres: Abraham, Isaac y Jacob son los tres personajes principales a través de quienes la bendición patriarcal se transmite.

Vimos en la sesión anterior que Dios hizo esta promesa inicialmente a Abraham, la promesa de una tierra, una nación, de muchos descendientes y de bendición; y esa promesa del pacto era una promesa que luego sería llevada posteriormente de generación en generación.

Según la costumbre de ese tiempo, la herencia de una familia la recibía normalmente el hijo primogénito o el hijo mayor y esa persona obtendría la mayor parte de la herencia. Ahora, cuando Abraham estaba repartiendo su herencia a sus descendientes, tenía que preocuparse por la cantidad de tiendas que tendrían y la cantidad de ganado que recibirían, y todo lo demás; (tos) pero lo más importante de la herencia de Abraham en el libro de Génesis es la pregunta: “¿Quién heredará la bendición?”

Es decir, quién hereda la promesa del pacto que Dios le juró originalmente a Abraham. Una vez más, recuerda que en el Nuevo Testamento Abraham es visto como el patriarca supremo porque se lo describe como el padre de los fieles.

En un sentido muy real, cualquier persona que es incorporada a la familia de Dios es, en un sentido específico, descendiente de Abraham, y heredero de esta bendición patriarcal. Ahora, el libro de Génesis está lleno de intriga, suspenso y conflicto con relación a quienes buscaban poseer la riqueza de esta herencia.

Y ya hemos visto cómo cuando Abraham engendró un hijo, su hijo primogénito fue Ismael, pero no era el plan de Dios que Ismael heredara la bendición patriarcal, y Dios insistió en que esa bendición fuera dada a Isaac en lugar de a Ismael. Tal como el apóstol Pablo lo expresa en el Nuevo Testamento, es a través de la simiente de Isaac que el pueblo de Dios sería llamado, de modo que no todos los que eran descendientes directos de Abraham fueron incluidos en la bendición.

Encuentro interesante cuando, es interesante para mí que cuando Herman Melville escribió su famosa novela, que mucho consideran “la gran novela estadounidense”, Moby Dick, él empieza con estas inquietantes palabras del personaje principal. La primera línea de Moby Dick dice lo siguiente: “Llámame Ismael”. ¿Por qué el personaje principal se llama Ismael? Porque Ismael es el forastero, el marginado, el hijo olvidado, y eso es parte del simbolismo del drama de ese libro que Melville toma prestado del destino de Ismael.

Hoy en día, si tomas un periódico y lees acerca de los conflictos que están pasando ahora mismo en Palestina, entre palestinos e israelitas, vas a leer acerca de una hostilidad y conflicto constante entre los descendientes de Ismael y los descendientes de Isaac. Pero Dios declaró: “que por Isaac será llamada tu descendencia”; y es así que la bendición fue dada primero a Abraham y luego de Abraham a Isaac. Ahora, la esposa de Isaac tiene dos hijos.. que son gemelos y esos dos hijos son.. Jacob y Esaú.

Y el primero de esos dos hijos que nacen es Esaú; así que en términos de todo este esquema de transferencia de la bendición patriarcal, la persona que está en línea con el trono, por así decirlo, la persona que está en línea para heredar la bendición es Esaú, no Jacob.

Hace poco tuve la oportunidad de oír un sermón que predicó Raví Zacarías y, solo de paso, hizo un breve comentario en que se refería a un incidente que tuvo lugar en la vida de Jacob. Se trata de la historia que registra el Génesis del momento cuando Jacob, huyendo de la ira de sus enemigos, participa en un combate de lucha con el ángel de Dios en Peniel.

Demos un vistazo rápido por unos segundos para observar la dinámica de lo que ocurrió allí. Leemos en Génesis el capítulo 32, empezando el verso 23: “Los tomó y los hizo pasar el arroyo, e hizo pasar también todo lo que tenía. Jacob se quedó solo, y un hombre (este hombre se refiere una teofanía, una manifestación de Dios) y ese hombre luchó con él hasta rayar el alba.

Cuando vio que no había prevalecido contra Jacob, lo tocó en la coyuntura del muslo, y se dislocó la coyuntura del muslo de Jacob mientras luchaba con él. Entonces el hombre dijo: “Suéltame porque raya el alba”. Ese es el Ángel del Señor que ha estado luchando con Jacob toda la noche y llama a Jacob y le dice: “Suéltame”.

Y ¿qué le responde Jacob? “No te soltaré si no me bendices”. Esta noche de pelea, es lucha agónica y feroz entre el representante de Dios y Jacob, tiene que ver con una lucha por la bendición de Dios, y Jacob está peleando con todo lo que tiene, hasta el punto de quedar lisiado cuando dice: “No te soltaré si no me bendices”.

Y ahora, ¿qué dice el Ángel del Señor? Jacob dijo: “No te soltaré”, le dijo al Ángel, Jacob le dijo: “No te soltaré si no me bendices.” Y el Ángel le dijo a él: “¿Cómo te llamas? Y él respondió: Jacob”. No sé cuántas veces en mi vida me he referido a este texto para ilustrar algo que era significativo en la cultura hebrea con respecto a la revelación del nombre de una persona, y siempre he pensado que el significado completo de este pasaje se da cuando el Ángel le pregunta a Jacob su nombre; le estaba pidiendo a Jacob que se rindiera; porque al exponer su identidad y exponer su nombre, es como cuando hoy en día los niños pelean y uno le dice al otro: ‘Di me rindo y te suelto’.

Fue una declaración en la que cede a la autoridad y la fuerza superior del Ángel. Pero había olvidado por completo otra conexión con este texto hasta que Ravi Zacarías me lo recordó. Él dijo: “Esta no es la primera vez en su vida que Jacob busca una bendición”.

Y esto nos remonta, tiempo atrás, a un episodio de traición, de engaño, deshonestidad y de corrupción que fue tan característico de la vida del patriarca Jacob. En el capítulo 27 del libro de Génesis, Jacob se confabula con su madre Rebeca para engañar al anciano padre Isaac y que le pase la bendición patriarcal, no a Esaú, el hijo mayor, sino para que se la dé a Jacob.

Lo que está sucediendo aquí, es una conspiración, un complot entre madre e hijo para engañar al padre y esposo. En una palabra, lo que Jacob y Rebeca planean es el intento de robar la bendición patriarcal para dársela Jacob en lugar de que sea para Esaú. Lo vemos en el texto, en el capítulo 27, el verso uno: “Y aconteció que siendo ya viejo Isaac, y sus ojos demasiado débiles para ver, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él le respondió: Heme aquí. Y dijo Isaac: Mira, yo soy Viejo y no sé el día de mi muerte.

Ahora pues, te ruego, toma tu equipo, tu aljaba y tu arco, sal al campo y tráeme caza; y prepárame un buen guisado como a mí me gusta, y tráemelo para que yo coma, y que mi alma te bendiga antes que yo muera”. ¿Ves la situación? Isaac ya no es el joven atado con cuerdas y colocado sobre un altar mirando el cuchillo que levantaba su padre en el Monte Moriah.

Ahora, Isaac mismo es de edad avanzada y sabe que el momento de su muerte está cerca. Por eso le dice a su hijo Esaú, quien es famoso por su habilidad como cazador. Le dice: ‘Hijo, ve al campo, caza algo y prepárame esta comida – mi última comida, por así decirlo—esa comida que saboreo de tus manos en lo que me preparo para darte la bendición’.

Y, en obediencia, Esaú sale de la tienda de su padre y se va al campo a cumplir sus órdenes. Pero escucha lo que sucede: “Rebeca estaba escuchando cuando Isaac hablaba a su hijo Esaú. Y cuando Esaú fue al campo a cazar una pieza para traer a casa, Rebeca habló a su hijo Jacob, diciendo: He aquí, oí a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú, diciéndole: ‘Tráeme caza y prepárame un buen guisado para que coma y te bendiga en presencia del Señor antes de mi muerte.

Ahora pues, hijo mío, obedéceme en lo que te mando. Ve ahora al rebaño y tráeme de allí dos de los mejores cabritos de las cabras, y yo prepararé con ellos un buen guisado para tu padre como a él le gusta. Entonces se lo llevarás a tu padre, que comerá, para que te bendiga antes de su muerte’.

Y Jacob dijo a su madre Rebeca: ‘He aquí, Esaú mi hermano es hombre velludo y yo soy lampiño. Quizá mi padre me palpe, y entonces seré para él un engañador y traeré sobre mí una maldición y no una bendición’”. ¿Ves lo que está pasando? Jacob dijo: ‘Esto no va a funcionar y cuando mi padre lo descubra y vea el engaño, no me va a bendecir, sino que me va a maldecir y allí sí que todos vamos a estar en serios problemas.’

“Pero su madre le respondió: Caiga sobre mí tu maldición, hijo mío; solamente obedéceme, y ve y tráemelos. Y él fue, los tomó y los trajo a su madre; y su madre hizo un buen guisado, como a su padre le gustaba. Entonces Rebeca tomó las mejores vestiduras de Esaú, su hijo mayor, que tenía ella en la casa, vistió a Jacob, su hijo menor, le puso las pieles de los cabritos sobre las manos y sobre la parte lampiña del cuello, y puso el guisado y el pan que había hecho en manos de su hijo Jacob.

Entonces él fue a su padre, y dijo: Padre mío. Y éste respondió: Aquí estoy. ¿Quién eres, hijo mío? Y Jacob dijo a su padre: Soy Esaú tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Levántate, te ruego. Siéntate y come de mi caza para que me bendigas. E Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la has encontrado tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque el Señor tu Dios hizo que así me acaeciera”.

¿Puedes notar la corrupción en todo esto? No solo le está mintiendo a su padre y robándole a su hermano, sino que está respondiendo a sus preguntas y trata de confirmar su mentira diciendo que Dios lo ayudó. Él dijo que: ‘la razón por la que había conseguido esta comida tan rápido era porque el Señor Dios le ayudó a hacerlo. “Isaac entonces dijo a Jacob: Te ruego que te acerques para palparte, hijo mío, a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaú.”

Se pueden imaginar el terror que corría por las venas de Jacob en ese instante. “Jacob se acercó a Isaac su padre, y él lo palpó y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú. Y no lo reconoció porque sus manos eran velludas como las de su hermano Esaú, y lo bendijo. Y le preguntó: ¿Eres en verdad mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy. Entonces dijo: Sírveme, y comeré de la caza de mi hijo para que yo te bendiga. Y le sirvió, y comió; le trajo también vino, y bebió. Y su padre Isaac le dijo: Te ruego que te acerques y me beses, hijo mío. Y él se acercó y lo besó; y al notar el olor de sus vestidos, lo bendijo.”

Lo que sigue en el texto es ver a un Isaac ciego, decaído y viejo que transfiere la promesa que Dios le había dado a Abraham a este hijo traicionero, mentiroso, ladrón e indigno. ¿Cómo pudo pasar esto como parte de la historia redentora?

El apóstol Pablo responde a esto en el capítulo 9 de Romanos: “A Jacob amé”. Antes de que cualquiera de ellos naciera, antes de que hubieran hecho algo bueno o malo, Dios había determinado, desde la fundación del mundo, que la promesa a Abraham no seguiría a través del hijo mayor, Esaú, sino a través de las manos de este hijo traicionero, Jacob, para que la gracia de la promesa redentora de Dios se pueda manifestar.

Ahora, el punto que hizo Raví Zacarías sobre este texto, que tanto emocionó mi alma fue que más adelante en la vida de Jacob, cuando se encuentra con Dios en Peniel y pelea toda la noche y le suplica al Ángel del Señor que lo bendiga; antes de que el Ángel acceda a esa solicitud, antes de que Dios bendiga a Jacob en su lucha, Dios le dice: “¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?”

Ahora, el que está luchando con Jacob en esta ocasión no está ciego. Él sabe perfectamente quién es Jacob. Jacob no puede, de repente, ponerse el olor de su hermano y la ropa de su hermano y engañar a su padre celestial.

Ahora no está pidiendo la bendición a su padre terrenal; le está pidiendo a su Padre celestial la bendición; y Dios le dice: “¿cómo te llamas?” Y esta vez él no dice “Esaú”. Esta vez él dice: ‘mi nombre es Jacob’. Esta puede ser la primera vez en toda su vida que dijo la verdad: toda la verdad y nada más que la verdad.

El nombre Jacob significa suplantador, ladrón.“Mi nombre es Jacob”. Y Dios lo bendijo y le dio la bendición patriarcal que luego entonces transmitiría a sus propios hijos y a sus propios descendientes. Hay un patrón en el Antiguo Testamento.

En esta transferencia y en todo el movimiento de la historia redentora hay un patrón de caída. Y hay un patrón de salvación. Recordamos que la creación comenzó con la creación de un solo individuo, Adán; y luego la creación de una compañera, Eva.

Y esta primera familia se convirtió en la cabeza de la raza humana, y cayeron, y su pecado fue terrible; e inmediatamente después de su pecado, el pecado se ensancha y extiende mientras se expande: primero fratricidio cuando Caín se levanta y mata a su hermano Abel, y luego vemos la maldad expandirse a través de todos los descendientes de Adán y Eva, de manera que todo el mundo se corrompe y hacen lo que es correcto a sus propios ojos. Y sólo un hombre queda obediente. Su nombre es Noé.

Y sabemos que Dios luego destruye todo el género humano con excepción, de nuevo, de un hombre y su familia. Y luego de este pequeño comienzo con Noé viene Abraham. Y luego de Abraham se pasa a Isaac y luego a Jacob. Ahora tenemos doce tribus. Y luego tenemos la nación de Israel; pero la nación se vuelve cada vez más corrupta y ahora la bendición y la promesa de redención empieza, no tanto para ampliarse sino para estrecharse nuevamente, ya que ahora la promesa no está restringida a todo el que es de la simiente de la nación judía, sino al remanente.

Y de nuevo, ésta reducción al remanente queda reducido hasta un solo hombre, el nuevo Adán que encarna a Israel, el descendiente supremo de Abraham, quien es Jesús. Y entonces, ¿cuál es la historia del Nuevo Testamento? Es ese proceso en reversa.

Desde Jesús en adelante, el evangelio va al remanente de los judíos, luego a los samaritanos, luego a los gentiles, y después a todo el mundo. Así que primero se estrecha, luego se amplía. De modo que incluso, hasta el día de hoy, lo que comenzó con Abraham, esa bendición viene a través de la historia y ahora está dispersa por todo el mundo.

Y así, la historia de la transferencia de las bendiciones prefigura y nos prepara para comprender el plan redentor de Dios para todo su pueblo y para su Iglesia.

R.C. Sproul es el fundador de Ligonier Ministries, el maestro principal de la programación de radio Renewing Your Mind, y el editor general de la Biblia de estudio Reformation

http://www.ligonier.es

1/3 – El propósito de la intimidad en el matrimonio

Aviva Nuestros Corazones

Serie: Temas Íntimos con Linda Dillow

1/3 – El propósito de la intimidad en el matrimonio

Nancy Leigh DeMoss

https://www.avivanuestroscorazones.com/podcast/aviva-nuestros-corazones/el-proposito-de-la-intimidad-en-el-matrimonio/

Nancy Leigh DeMoss: Nuestro objetivo final en la vida es hacer que las personas se den cuenta de lo maravilloso que es Cristo.

Leslie Basham: Esta es Nancy Leigh DeMoss. 

Nancy:  Y llamarlas a tener una relación íntima con Él.  Y una forma en que la mujer casada puede hacer esto es experimentando la plenitud de compartir todo lo que Dios planeó para ella y para su marido, no solo en cuanto a su relación social, emocional y espiritual, sino también en la intimidad física.

Leslie: Este es Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.

Hoy vamos a descubrir cómo la intimidad física dentro del matrimonio puede traer gloria a Dios. Si tienes niños pequeños en casa, es posible que desees tenerlos ocupados en los próximos minutos haciendo otra cosa. Luego escucha la conversación de hoy sobre la relación física que comparte un esposo y una esposa.

Sabemos que cada pareja es diferente. Las mujeres que escuchan este programa vienen de todo tipo de trasfondo, enfrentan todo tipo de luchas. Algunas mujeres se ven perjudicadas en cuanto a la falta de interés de sus maridos en cultivar una relación de intimidad física.

Nosotras no podemos cubrir cada situación particular, te instamos a que obtengas el consejo de una mujer mayor, o de los líderes de tu iglesia si lo necesitas.

Aquí está Nancy  para presentar a nuestra invitada del día de hoy. 

Nancy: Una de las metas en Aviva Nuestros Corazones es ayudar a discipular a las mujeres  a conocer los caminos de Dios,  entender el corazón de Dios y cómo relacionarnos con Él en cada área de nuestras vidas como mujeres.

Como mujeres cristianas, nuestro deseo es que todas las áreas de nuestras vidas sean adornadas por  el Evangelio de Jesucristo. Esto significa que todos los aspectos de nuestra vida deben ser traídos en obediencia al señorío de Jesucristo, y que reflejemos al mundo la grandeza, la maravilla y la hermosura de los caminos de Dios.

Así que eso significa que querremos aprender lo que la Palabra de Dios tiene que decir acerca de nuestras actitudes, de nuestro comportamiento, nuestras relaciones, nuestros valores, nuestra manera de hablar, nuestras prioridades, y para aquellas mujeres que están casadas—querrán aprender sobre temas relativos al matrimonio y la paternidad.

Si eres una mujer casada, un área muy importante en tu caminar con Dios tiene que ver con la relación física con tu marido. Nuestra invitada de esta semana está aquí para hablar, sobre todo a las mujeres casadas. Independientemente de dónde esté tu matrimonio en la escala del uno al diez, independientemente de cuán profunda o no puedas sentir que es tu intimidad con tu marido en estos momentos, Linda Dillow, nuestra invitada de esta semana, nos ayudará a entender la perspectiva de Dios acerca de la intimidad sexual.

Linda ha estado casada durante 38 años. Ella y su esposo, Jody, han servido al Señor en los Estados Unidos, así como en Europa del Este y en Asia por un total de 17 años. Ella es madre de cuatro hijos, y ha estado involucrada activamente durante toda su vida de casada ​​en el ministerio de mujeres.

Linda ha sido coautora de un libro titulado “Temas de Intimidad: 21 interrogantes que las mujeres tienen sobre el sexo”. Ese es el tema  que Linda estará ayudándonos a entender en los próximos programas..

Linda, bienvenida a  Aviva Nuestros Corazones.

Linda Dillow: Es un placer para mi estar aquí con ustedes.

Nancy: Con nosotros también está esta semana como invitada mi amiga desde hace mucho tiempo, Holly Elliff.  Holly ha estado casada por 29 años. Ella es  esposa y madre. Ama a su familia. Ama al Señor, y  me ama a mí. Es una dulce amiga.

Holly, gracias por unirte a nosotras y ayudarnos como mujer casada  a tener una perspectiva adicional sobre este tema que a veces es un poco incómodo de hablar para las mujeres. Pero es muy importante. Así que gracias por estar también con nosotras esta semana.

Holly Elliff: Me alegro de estar aquí, Nancy.

Nancy: Linda, en tu corazón, ya que te conozco, está el  ayudar a las mujeres a crecer en su relación con Jesucristo. Así que con eso como tu motivación, ¿qué  fue lo que te motivó a escribir un libro acerca de las mujeres y los problemas sexuales?

Linda: Nancy, créeme, no fui delante del Señor y le dije: «Oh Señor, por favor, ¿puedo ser tu voz en cuanto al sexo y al matrimonio?» No ocurrió así.  Caminaba en un bosque detrás de mi casa y Dios puso el mensaje de Su Palabra en mi corazón para que me comunicara con las mujeres acerca de este tema.

Cuando Dios te pide algo, hay que decir que sí. Dios también puso en mi corazón que mi querida amiga, Lorraine Pintus, debía escribir el libro conmigo. Cuando le dije que Dios la había puesto en mi corazón, ella me miró y dijo:

«¡Linda, no! ¡No! No puedo escribir un libro sobre eso. Quiero escribir acerca de la intimidad con Cristo”.

Así que Dios tomó a dos mujeres renuentes como nosotras, nos sumergió en las Escrituras y en la lectura de la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis y oramos: «¡Santo Dios, háblanos acerca de Tu corazón con relación a este tema!», caímos de rodillas porque Dios es un Creador creativo.

Nancy: Debiste haber sentido o detectado que había alguna necesidad, al escuchar a las mujeres referirse al tema de la intimidad física con sus maridos. ¿Qué estabas escuchando o sintiendo que puso esta carga en tu corazón?

Linda: Nancy, he visto, literalmente por todo el mundo, que las mujeres cristianas están confundidas acerca de este tema. El mundo es tan repugnante. Lo que Dios hizo sagrado, el mundo lo ha mancillado. Lo que Dios hizo puro, el mundo lo ha corrompido.

Una mujer cristiana que quiere lucir piadosa en el mundo, que ve cómo el mundo explota el cuerpo de la mujer, cómo el mundo explota el sexo, dice: «Yo no quiero ser así».

Así que en el matrimonio, están confundidas. Ellas dicen: «Bueno, si el mundo hace demasiado hincapié en este tema, yo voy a quitarle importancia en mi matrimonio porque quiero ser santa».

Nancy: Así es, Holly, ¿al ministrar a las mujeres, has encontrado que esta es un área donde hay gran cantidad de confusión y malos entendidos?

Holly: Sí, yo creo que es un área donde las mujeres tienen que entender la verdad de Dios y cómo  relacionarse con sus maridos.

Nancy: Lo que nos lleva de vuelta a la Palabra de Dios. En realidad, donde queremos empezar, continuar y terminar es en esto: “¿Qué tiene que decir la Palabra de Dios acerca de este tema de la intimidad física en el matrimonio?”

Así que, Linda, ayúdanos a comenzar. Y tú Holly, háblanos. ¿Por dónde empezaste en las Escrituras? ¿Realmente aborda la Palabra de Dios este tema?

Linda: Dios ha sido muy específico y muy exhaustivo. Esta es una de las cosas que me gustan de la Palabra de Dios, Nancy. No hay nada de lo que Dios no se ocupe, porque nos ama y ​​Él quiere que entendamos Sus caminos en todas las áreas de nuestras vidas.

Cuando Lorraine y yo leímos las Escrituras, desde Génesis hasta Apocalipsis, una de las preguntas que le hicimos a Dios para que nos respondiera por medio de Su Palabra fue: “¿Por qué le dio Dios el don de la pasión sexual a las parejas casadas?”

Nancy: Espera un minuto. Estás llamando a esto un don, lo cual ya es un poco diferente de como algunas personas podrían pensar sobre el sexo. Mucha gente no piensa en eso como un don.

Linda: Yo creo que es un regalo que Dios le dio a las parejas casadas. Es un don por lo que Él quiere que ellos se regocijen porque es Suyo. Todos los regalos que Él da son buenos y todos lo honran, incluyendo el regalo de la pasión sexual.

Nancy: Entonces, ¿por qué Dios le dio ese regalo específicamente a las parejas casadas?

Linda:

• La primera razón que encontramos en la Palabra de Dios es  para que podamos tener el gozo de colaborar con Él en la creación de la vida.

• En segundo lugar, por la unidad, la intimidad que se produce.

• En tercer lugar, por el conocimiento único que no experimentamos con nadie más. Dios nos dio el don de la pasión sexual para obtener placer.

Creo que una de las sorpresas para Lorraine y para mí fue el hallar que hay muchas más cosas escritas sobre esta razón en la Palabra de Dios que de todas las demás razones juntas. Dios le dio tanta importancia, que nos dio todo un libro; el Cantar de los Cantares, para mostrarnos el gozo del amor conyugal.

• Dios dio el don del sexo como un freno para la tentación.

• También lo dio para  obtener consuelo.

Holly: Linda, ¿por qué crees que las mujeres no entienden esa  verdad? ¿Por qué la desconocen?

Linda: Holly, no la han escuchado. Todo lo que han escuchado es la perspectiva del mundo. Las voces de los medios de comunicación, las voces de la tradición eclesiástica, y las actitudes se han infiltrado hasta nosotras a través de los años.

Lo triste es que la información que la mayoría de las madres cristianas les dan a sus hijas es el silencio. Si no hablas acerca de algo, entonces lo que está implícito es que esto es algo que probablemente no es bueno, ciertamente este es  un tema que no tocamos.

Holly, como madre de ocho hijos, yo como madre de cuatro hijos y como abuela que soy, tenemos la responsabilidad de comunicar la verdad de Dios a nuestros hijos. Veo un pasaje de las Escrituras que muestra el corazón de Dios. Dios nos dio el don de la pasión sexual para que se produjera la unión de una sola carne.

En Efesios 5:31-32  leemos que “Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” Esta es una cita del Génesis. Pablo está citando aquí el libro de Génesis.

Pero luego él abunda sobre lo que estaba escrito en el Génesis, en el versículo 32. Él dice: Grande es este misterio. Pero yo hablo con referencia a Cristo y a la iglesia «(parafraseado).

¿Qué quiere decir esto?

En primer lugar, creo que es importante entender que, en el griego, el idioma en  el que fue escrito el Nuevo Testamento, la expresión «una sola carne» está haciendo referencia específicamente a la unión física. Se está hablando específicamente de la relación sexual en el matrimonio. Entonces, ¿cómo es esto un gran misterio que se refiere a Cristo y a la iglesia?

Esto me sobrecogió, Nancy y Holly, cuando por primera vez entendí que lo que se está diciendo aquí es que cuando una mujer experimenta el gozo, y la hermosura y la santidad del don de Dios que es la pasión sexual con su esposo, en la privacidad de su matrimonio, esta unión física, esta intimidad que se produce—que es más cercana que cualquier otra intimidad física—debe levantar sus ojos a la intimidad espiritual que el Señor Jesús desea tener con nosotros.

Esto me sobrecoge.

Nancy: Así que lo que estamos diciendo entonces es que la intención de Dios en el matrimonio, en la relación entre un esposo y una esposa, era reflejar una realidad eterna—y es reflejar la relación, la intimidad que  existe entre Cristo y Su iglesia.

Así que una mujer no puede decir: «Tengo una relación íntima con Cristo», y no tener una relación íntima con su marido. Porque una refleja a la otra.

Linda: Así es por supuesto. Y de hecho, cuando una mujer trata de luchar contra el mundo poniendo menos énfasis en la relación de intimidad física con su marido, diciendo: «Simplemente no voy a estar interesada en eso», en realidad ella está dañando la imagen de Cristo y de la iglesia y la intimidad que Él quiere cultivar con nosotros.

Nancy: Y nuestro objetivo final en la vida es hacer que las personas se den cuenta de lo maravilloso que es Cristo y llamarlas a tener  una relación íntima con Él. Una forma en la que una mujer casada puede hacer esto es experimentando la plenitud de compartir todo lo que Dios planeó para ella y para su marido, no solo en cuanto a su relación social, emocional y espiritual, sino también en la intimidad física.

Linda, creo que cuando ponemos el tema de la sexualidad, es fácil para una mujer cuestionarse, “¿Puedo realmente ser una mujer piadosa, espiritual y también enfocarme en mi sexualidad?” Parece que hay una tendencia a separar las dos cosas.

Linda: Creo que tienes toda la razón, Nancy. Al hablar con las mujeres y  pedirles que hagan una lista de las cualidades que posee una mujer de Dios, la palabra sensual nunca aparecerá  en esta lista. Creo que le tenemos miedo a eso. Se debe a que la palabra sensual en la Biblia se utiliza negativamente en cada lugar que aparece.

Pero la palabra sensual es en realidad una palabra positiva. Significa simplemente apelar y ceder a los sentidos.

Puedo recordar, Holly y Nancy, una vez que di una charla en Texas. Una joven mujer se me acercó y me dijo: «Oh,  leí tu libro, pero el problema fue que mi marido también lo leyó.»

Le dije: «¿Por qué fue eso un problema?»

Y ella me dijo: «Porque la siguiente semana fue su cumpleaños. Le pregunté lo que quería de regalo, y yo pensé que me iba a decir un nuevo programa de computadora o algo normal. Pero él me pidió algo muy diferente. Me miró a los ojos y dijo: Todo lo que quiero para mi cumpleaños es que te des permiso a ser una mujer sensual.»

Era una mujer muy callada. Y yo le dije: “¿Qué le dijiste?”

Ella dijo: “Me quedé petrificada.”

La miré y le dije: “¿Crees que, como mujeres cristianas, tenemos que darnos ese permiso?”

Ella dijo: “Sí”.

Y es que de alguna manera hemos separado—en nuestras mentes y en nuestros corazones—nuestra espiritualidad de nuestra sexualidad. Eso es lo que encuentro a menudo.

Creo que hay dos razones principales por las que una mujer lo hace. Una, porque el mundo es tan decadente que solo sienten, «no puedo estar tan interesada en lo terrenal».

Pero la segunda razón es que muchas mujeres cristianas cargan con culpas de su pasado. Ellas tratan de lidiar con esto colocando su espiritualidad en el segundo nivel de una casa de dos pisos, y su sexualidad en el sótano. Y entonces construyeron una barrera de  ladrillos entre las dos.

En su pasado hacían cosas que sabían que estaban mal a los ojos de Dios cuando vivían su historia sexual. Pero entonces, en su historia espiritual, iban a estudios bíblicos y hacían lo que pensaban que Dios quería.

El problema que veo, Holly y Nancy, en tantas mujeres casadas es que cuando se casaron no sabían cómo derribar la pared.  Así que se convirtieron en mujeres divididas  que no podían disfrutar el regalo del sexo que Dios les había dado.

Holly: ¿Qué les dices, Linda, a esas mujeres? ¿Cómo llegan a aprender el  balance entre las necesidades de sus maridos y el ver todo esto como algo piadoso?

Linda: Buena pregunta, Holly. Tenemos que ir a donde siempre vamos, y es a la Palabra de Dios. Hay un hermoso, hermoso verso del Cantar de los Cantares. Es al final de la consumación del matrimonio de Salomón y su joven novia, la Sulamita.

En el Cantar de los Cantares capítulo 4 hay una escena de amor muy atrevida y sensual. No hay otra forma de describirlo. Salomón acaba de hacer el amor por primera vez con su flamante novia, y estaban  envueltos en los brazos uno del otro en la intimidad de su matrimonio.

De repente, una tercera persona entra en la cámara nupcial. “¿Y esto?” pensamos. Decimos: «Esto es privado. Nadie debería estar aquí. Pero esa tercera persona es Dios.

En el Cantar de los Cantares capítulo 5 verso 1b, es como si Dios se acercara a la alcoba, extendiera Su mano de bendición para decir esto a la joven pareja: «Coman, amigos míos, beban, y embriáguense de amor». (Parafraseado)

Yo estaba interesada en descubrir qué significado tenía la palabra en hebreo usada ahí, y significa “deleitarse”. Así que Él está diciendo a esta joven pareja, «Deléitense en el amor sexual». Creo que Él une aquí la espiritualidad y la sexualidad de la mujer al dar Su bendición.

Nancy: Linda has hecho referencia al libro del Cantar de los Cantares. Este es, por cierto, un libro que nos gustaría animar a leer particularmente a las mujeres casadas y tomar notas de cómo esta pareja se expresa el uno al otro el amor. Realmente es un manual bíblico para las parejas casadas.

¿Cuáles son algunas de las cualidades, Linda, que ves en esta mujer, en la medida que has estudiado el Cantar de los Cantares? ¿Cómo se entrega a sí misma? ¿Cómo expresa ese permiso que se ha dado para entregarse a sí misma—permiso que Dios le ha dado—para disfrutar de este deleite sexual con su esposo?

Linda: Es muy claro al leer el Cantar de los Cantares que la joven novia era muy expresiva con su marido. Ella le decía donde tocarla, la forma de tocarla. Ella era muy expresiva en su admiración hacia él.

Ella dice: “De todos los árboles en el bosque no eres como uno de esos pinos. Eres como un árbol de manzanas rojas justo en medio del bosque”. Ella es muy expresiva.

Ella también es muy agresiva hacia su marido.  Y también  muy creativa. Ella es muy receptiva con sus palabras y también físicamente con su cuerpo,  lo afirma y reafirma su masculinidad.

Holly: Hace un momento dijiste que parte del problema es que el mundo se ha pervertido de tal manera en esta área, que para nosotras como mujeres cristianas, es difícil mantener una perspectiva correcta sobre esto. ¿Cómo puede una mujer ver esto como un regalo de Dios y ministrar  las necesidades de su marido de una manera adecuada, como has dicho, darse permiso para ser sensual?

Linda: Holly, creo que ella tiene que entrar en la Palabra de Dios por sí misma… ella puede escucharnos, puede leer un libro, pero ella tiene que leer el Cantar de los Cantares ella misma y decir: «Dios, háblame, y muéstrame Tu perspectiva en  las Escrituras de una mujer piadosa y sensual.»

Yo animo a todas las mujeres casadas que están escuchándonos a leer el Cantar de los Cantares con un lápiz y papel y hacer una lista.

Cuando mi co-autora de Temas de Intimidad, Lorraine Pintus y yo tomamos nuestro pedazo de papel y lápiz e hicimos la lista, terminamos con una gran lista. Animo a todas las mujeres casadas que están escuchando hoy a ir a sus Biblias y tomar un lapicero y un pedazo de papel. Pídele a Dios, mientras abres el libro del Cantar de los Cantares: “Dios, muéstrame Tú, personalmente, de Tu Palabra, cómo luce una mujer piadosa y sensual.”

Holly: Sabes, Linda, al principio de mi matrimonio, mi esposo y yo asistimos juntos a una conferencia de matrimonio, nos pidieron  clasificar todas las áreas de nuestro matrimonio y cómo pensábamos que estábamos, en una escala del uno al diez.

Cuando llegué al área sexual, yo califiqué nuestra relación sexual con un 8. Mi marido, sin embargo, la había calificado con un 3. Al hablar sobre los resultados juntos, yo estaba mortificada de que no estuviera tan emocionado con esa área como yo lo estaba.

Pero me di cuenta de que habían muchas cosas que yo no comprendía sobre sus necesidades ni tampoco sobre cuál era mi responsabilidad en cuanto a esas necesidades. ¿Qué le dirías a la mujer que está escuchando hoy y que realmente no ve por qué esto es tan importante?

Linda: Les diría que Dios dice que para Él esto es algo muy importante. Dios ha hablado mucho en Su Palabra al respecto. No solo piensa que es algo importante entre el esposo y la esposa, Él dice que es algo tan sagrado, como la ilustración, en la tierra, de la unión espiritual que tenemos con Cristo.

Eso lo hace sumamente importante.

Holly: Linda,  dices en tu libro que Dios creó a las mujeres cristianas para ser las más grandes amantes de la tierra, ya que, como creyentes, no solo poseemos la pasión física, sino tenemos además la capacidad de infundir santidad a nuestra sensualidad.

Ahora, este es un concepto muy diferente que muchas no tenemos.

Linda: Conocemos al que ama nuestras almas. Y debido a que Le conocemos, nosotras debemos ser las mejores amantes para nuestros maridos.

Holly: Entonces, Linda, estamos hablando hoy, tal vez, a mujeres que no han visto esto como un área a la que tienen que dedicar tiempo, energía y reflexión. ¿De qué manera puede esa mujer comenzar a convertirse en la amante que su marido desea,  necesita y quiere?

Linda: Esa es una buena pregunta. Pero creo que al escucharnos alguna mujer pudiera pensar, «Oh no, tengo que empezar a hacer algo diferente.» Pero no empezamos el proceso en el dormitorio. Comenzamos el proceso sobre nuestras  rodillas.

Vamos delante de Dios y decimos: «Dios, dame una mente nueva. Necesito Tu perspectiva. Dios, dame un corazón no dividido. Dios,  enséñame Tú personalmente, lo que significa para mí ser una esposa piadosa y sensual para el único hombre que Tú me has dado”.

Leslie: Nuestra invitada, Linda Dillow, estará de vuelta para orar.

Ella ha estado hablando con la anfitriona de Aviva Nuestros Corazones, Nancy Leigh DeMoss, y con su amiga, Holly Elliff. Para dar seguimiento a este importante debate, espero que obtengas una copia del libro que Linda Dillow co-escribió, titulado, “Temas de Intimidad: 21 interrogantes que las mujeres tienen sobre el sexo.” Aprende a darle gloria a Dios de manera más profunda a través de la intimidad física en el matrimonio.

Puedes obtener este libro en tu librería cristiana favorita.  De igual manera puedes visitarnos en AvivaNuestrosCorazones.com, para conocer de qué forma puedes obtenerlo.

Linda y Holly estarán de regreso mañana.

¿Se puede ser libre, si has traído culpa de pecado sexual al matrimonio? Ellas te darán esperanza, y espero que  puedas estar de regreso mañana.

Ahora, para guiarnos en oración, nuestra invitada, Linda Dillow.

Linda: Dios, Tú sabes que muchos de nuestros corazones están confundidos, que viven en un mundo muy confuso. En este momento como mujeres casadas venimos delante de Ti y Te pedimos: «Dios transforma nuestras mentes. Danos una mente nueva. Señor, danos un corazón no dividido. Enseña a cada mujer casada  de manera personal lo que significa ser una esposa santa y sensual”.

Dios, gracias por ser nuestro Maestro. Gracias por las claras enseñanzas de Tu Palabra. Te alabamos por eso, amén.

Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.

Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.

Ven Amada Mía, Hermana Glenda; El Uno Para El Otro, Tercer Cielo, Llueve ℗ 2007 Kasa Producciones.

Voces adicionales:
– Linda Dillow, en la voz de Cornelia Hernández.
– Holly Elliff, en la voz de Mildred Pérez de Jiménez.

 

 

Un Novio Hermoso

Isha – Salmos

DÍA 72 – Salmo 45

Dosis: Gracia y Hermosura

Un Novio Hermoso

“Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre”. (Salmo 45:2)

En este precioso salmo las excelencias de Cristo están representadas mediante las características de este regio novio. Los primeros nueve versículos están dedicados a Él. Lo primero que resalta es su hermosura. Se celebra su belleza, el porte físico del rey y su integridad. Un rey debe poseer valores físicos y morales. El rey Saúl fue distinguido también por su apariencia física, se dice que “era el más alto en todo el pueblo, no había semejante a él…” A David se le describe así: “era rubio, hermoso de ojos y de buen parecer” Y en cuanto a Absalón: “No había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura.”

Pero aunque muchos textos describan la hermosura de los hombres nada iguala a la belleza de Jesús, quien fue perfecto y sin pecado. Solo a Él podemos contemplarlo en la hermosura de su santidad. Pues, Saúl fue un hombre vengativo, rencoroso y envidioso, David fue un hombre sanguinario, y Absalón fue ambicioso y traidor.

En cambio Jesús dejó su gloria por nosotras, y permitió que su bello rostro fuera desfigurado cuando caminó voluntariamente al calvario. Esto había sido profetizado. En la descripción de los sufrimientos del siervo de Jehová que hace el profeta Isaías: “Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que de los hijos de los hombres.” “Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos”…180

El cuerpo de Jesús fue lacerado, su rostro desfigurado por amor. Pocos hombres pudieron contemplar su gloria, en la tierra: “Y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz”. Pero, Juan el discípulo amado, testigo también de la transfiguración, fue quien tuvo el privilegio de verlo tal cual es ahora: “Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.” “Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda”…182

¿Has aprendido a contemplar su hermosura? Deléitate en su presencia y contempla su gloriosa belleza.

Oración: Señor enséñame a apreciar la hermosura de tu santidad y a considerarla cada día. Amén.

De Vergara, P. A., de Vera, A. D., & Harris, K. O. (2012). Isha-Salmos: Una dosis diaria de fe para ti. (P. A. de Vergara, Ed.) (Primera Edición, p. 87). Lima, Perú: Ediciones Verbo Vivo.

¡Ve y lávate!

Jueves 7 Noviembre

Cristo murió por nuestros pecados.

1 Corintios 15:3

Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

Romanos 4:24-25

¡Ve y lávate!

http://labuenasemilla.net/20191107

La Biblia cuenta un hecho sorprendente (2 Reyes 5:1-14). Naamán, un general del ejército sirio apreciado y cercano al poder real, era un hombre aparentemente colmado. Pero tenía lepra, y esta terrible enfermedad, incurable en esa época, anunciaba una separación definitiva, ¡y luego la muerte! Pero la joven judía cautiva que servía a su mujer habló de un profeta en Israel que podía sanarlo de la lepra. Naamán viajó a Israel y se presentó delante de la casa del profeta, quien simplemente le mandó decir: “Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio”. ¡Naamán obedeció y fue sanado!

Una persona puede ser importante, poseer inteligencia, riqueza, prestigio. Sin embargo, lo que representa la lepra, es decir, el pecado, toca y mata a todos los seres humanos, ricos o pobres, religiosos o incrédulos, personas honestas o malhechores. Nadie escapa a esta declaración bíblica: “Todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Dios propone una solución, no para los que se creen limpios, sino para el que se reconoce pecador y perdido. Esta solución es muy simple. Como fue propuesta a Naamán: “Ve y lávate”, Dios ofrece a cada uno su perdón definitivo y perfecto, por medio de Jesucristo, quien “nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apocalipsis 1:5). La Biblia afirma: “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Es necesario aceptar este ofrecimiento antes de que sea demasiado tarde.

Job 4-5 – Juan 20 – Salmo 119:145-152 – Proverbios 27:3-4

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