Tesis #29 – La iglesia de hoy tiene que regresar a la predicación expositiva

Ministerios Integridad & Sabiduría

Tesis # 29

La iglesia de hoy tiene que regresar a la predicación expositiva

95 Tesis para la iglesia evangélica de hoy

Miguel Nuñez

Miguel Núñez

Es miembro del concilio de Coalición por el Evangelio. Es el pastor de predicación y visión de la Iglesia Bautista Internacional, y presidente de Ministerios Integridad y Sabiduría. El Dr. Núñez y su ministerio es responsable de las conferencias Por Su Causa, que procuran atraer a los latinoamericanos a las verdades del cristianismo histórico. Puede encontrarlo en Twitter.

Una producción de Ministerios Integridad & Sabiduría

1 – Fundamentos de la fe cristiana

Alimentemos El Alma

Serie: Fundamentos de la Fe Cristiana

1 – Fundamentos de la fe cristiana

Por: John MacArthur

ESTUDIO BIBLICO
FUNDAMENTOS DE LA FE CRISTIANA

ES UN ESTUDIO PARA GUIAR A LOS CREYENTES DE TODAS LAS ETAPAS, Y HA SIDO ELABORADO A TRAVÉS DE DÉCADAS DE REFINAMIENTO POR LOS ANCIANOS, MAESTROS Y PASTORES DE LA IGLESIA GRACE COMMUNITY.
ESTE MATERIAL FUNDAMENTAL HA SIDO ENSEÑADO Y PROBADA EN EL AULA BAJO EL LIDERAZGO DEL PASTOR JOHN MACARTHUR, Y HA DEMOSTRADO SU EFICACIA A TRAVÉS DE LAS VIDAS QUE HA INFLUENCIADO.

LAS 13 LECCIONES TRATARÁ ESTAS VERDADES FUNDAMENTALES QUE TODOS LOS CREYENTES DEBEN COMPRENDER:

1- INTRODUCCIÓN A LA BIBLIA
2- CÓMO CONOCER LA BIBLIA
3- DIOS: SU CARÁCTER Y ATRIBUTOS
4- LA PERSONA DE JESUCRISTO
5- LA OBRA DE CRISTO
6- LA SALVACIÓN
7- LA PERSONA Y MINISTERIO DEL ESPÍRITU SANTO
8- LA ORACIÓN Y EL CREYENTE
9- LA IGLESIA: COMUNIÓN Y ADORACIÓN
10- LOS DONES ESPIRITUALES
11- LA EVANGELIZACIÓN Y EL CREYENTE
12- LA OBEDIENCIA
13- LA VOLUNTAD Y LA GUÍA DE DIOS

Claro, el poder detrás de este currículum no está en su formato o plan, sino en la Palabra de Dios en la cual está basado. Sabemos que cuando el Espíritu Santo usa Su palabra en la vida de las personas, sus vidas son transformadas. Y es por esto que estoy tan emocionado de que estos materiales hayan llegado a sus manos. FDF le ha dado la bienvenida a millares de personas en la iglesia y en la familia de Cristo. Ha ayudado a creyentes a construir un fundamento espiritual en roca sólida.

Confío en que esto lo beneficiará a usted y a su iglesia de la misma manera.
John MacArthur
Pastor-Maestro
Grace Community Church

Church, G. C., & MacArthur, J., Jr. (2013). Fundamentos de la fe (guía del líder): 13 lecciones para crecer en la gracia y conocimiento de jesucristo. Chicago, IL: Moody Publishers.

GUIA DE ESTUDIO
FUNDAMENTOS DE LA FE
http://www.elolivo.net/LIBROS/MacArth…

5 – El Primer Robin Hood

Sabiduría para el Corazón

Serie: Vida de David (1 y 2 Samuel)

ESTUDIO DE LA VIDA DEL REY DAVID

5 – El Primer Robin Hood

Stephen Davey

Sabiduría para el Corazón

Sabiduría para el Corazón comenzó en 2007 como una extensión del ministerio de enseñanza de Stephen Davey a su congregación, la Iglesia Bautista Colonial, ubicada en Carolina del Norte, EEUU. Desde entonces, el ministerio ha crecido, y hoy por hoy es un ministerio internacional, transmitido a través de todo el mundo vía radio e internet en seis idiomas: Inglés, Español, Portugués, Árabe, Chino Mandarín, y Swahili.

Sabiduría para el Corazón es el ministerio internacional de enseñanza bíblica del Pastor Stephen Davey, traducido y adaptado al español por Daniel Kukin.

Por la gracia de Dios esperamos proveer contenido bíblico y confiable en más idiomas y alcanzar al mundo con el mensaje de la Palabra de Dios.

El tiempo y la vocación

Ministerios Ligonier

El Blog de Ligonier

Serie: Tiempo

El tiempo y la vocación
Por Grant R. Castleberry


Nota del editor:
 Este es el cuarto capítulo en la serie de artículos de Tabletalk Magazine: Tiempo

odos sabemos que el tiempo es un bien preciado. Siempre me ha impresionado la quinta resolución de Jonathan Edwards: «Resuelvo nunca perder ni un momento de mi tiempo, sino perfeccionarlo de la forma más provechosa que pueda». Pablo dijo algo similar en Efesios 5:15-16: «Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos». Por tanto, como cristianos, debemos preguntarnos: «¿Cómo puedo usar mejor mi tiempo en esta vida para honrar al Señor y avanzar Su reino?».

CREADOS PARA TRABAJAR POR SU GLORIA

Los primeros capítulos de Génesis nos enseñan que Dios nos creó con un propósito específico, que incluye el trabajo. Dios nos creó como portadores de Su imagen para pasar nuestras vidas cumpliendo lo que algunos teólogos denominan el mandato cultural. En Génesis 1:28, Dios manda a Adán y Eva, diciendo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra». En Génesis 2:15, Dios específicamente pone a Adán en el jardín del Edén para que «lo cultivara y lo cuidara». Aquí vemos tanto el tiempo como el trabajo vinculados juntamente. Adán debía pasar su vida y energía trabajando y protegiendo el jardín.

EL TIEMPO Y LA VOCACIÓN EN UN MUNDO CAÍDO

Sin embargo, cuando Adán y Eva pecaron, este llamado honorable de Dios al trabajo fue puesto bajo maldición. Dios le dijo a Adán en Génesis 3:17-19: «Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: “No comerás de él”, maldita será la tierra por tu causa; con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y abrojos te producirá, y comerás de las plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás». Esta maldición significa que nuestro trabajo será difícil. En un mundo caído, lo que tenía la intención de traernos satisfacción y dar gloria a Dios a menudo resulta en pecado y fracaso.

Después de que mi padre muriera en un accidente de avión, mi abuelo, un veterano oficial de la Infantería de Marines y un cristiano sólido, se encargó de enseñarme la disciplina del trabajo duro. Tanto como puedo recordar, yo recogía ramas en su jardín y limpiaba los armarios de almacenamiento en su oficina. Con el tiempo, comencé a apreciar el valor del trabajo duro, pero esto fue algo que tuve que aprender. Al principio, odiaba la idea misma de «trabajar». Esta era mi renuencia caída hacia aquello para lo que Dios me había creado. 

Desgraciadamente, debido a la maldición, la humanidad pecadora está naturalmente inclinada a malgastar el tiempo preciado que Dios nos ha dado. Somos propensos a la pereza o al exceso de trabajo. A veces lo somos a ambas cosas. Descuidamos los roles de padres y madres en los que Dios nos ha puesto. Tomamos malas decisiones que nos hacen perder tiempo valioso. Trabajamos por nuestro propio honor en lugar del de Dios.

LA REDENCIÓN DEL TIEMPO Y LA VOCACIÓN

Recuerdo exactamente dónde estaba cuando escuché por primera vez una simple frase en latín que cambiaría mi vida. Yo era oficial del Cuerpo de Marines con un poco más de veinte años y trotaba en el malecón de la estación aérea del Cuerpo de Marines en Iwakuni, Japón. Estaba escuchando la primera conferencia del Dr. R.C. Sproul acerca de la santidad de Dios. Recuerdo haber escuchado sobre la asombrosa realidad de la «otredad de Dios», un Dios que es santo, perfecto y digno de ser honrado. Me quedé aún más paralizado por la frase en latín que el Dr. Sproul introdujo al final de la conferencia: coram Deo. Significa «ante el rostro de Dios». El término habla sobre cómo los creyentes, a través de nuestra unión con Cristo y Su Espíritu que mora en nosotros, vivimos ahora nuestras vidas completamente en Su santa presencia.

El conocimiento de esta «vida coram Deo» cambió todo para mí. Mi servicio como un oficial de los marines, como un miembro de la iglesia y como un estudiante de seminario no eran medios temporales para un fin. Mi trabajo tenía un significado eterno. Ahora trabajaba para la gloria de Dios y lo hacía en la presencia de Dios a través de Su Espíritu Santo (Jn 14:20).

Este es exactamente el mismo descubrimiento al que llegó Martín Lutero como resultado de su entendimiento de la doctrina de la justificación por la fe sola. En la época de la Reforma protestante, la Iglesia católica romana enseñaba que la mayoría de las vocaciones eran «seculares» mientras que las vocaciones «sagradas» solo se encontraban en la Iglesia. Lutero comprendió que la doctrina bíblica de la justificación demolía esta distinción. El trabajo de todo cristiano debe hacerse «de corazón, como para el Señor y no para los hombres», y «es a Cristo el Señor a quien [servimos]» porque todo cristiano vive ahora en la presencia de Dios (Col 3:23-24).

LA TRANSFORMACIÓN DEL TIEMPO Y LA VOCACIÓN

Este descubrimiento del coram Deo nos impulsa a pensar en nuestro tiempo y trabajo de una forma diferente. Estamos, como dijo Juan Calvino, viviendo nuestras vidas en el gran «teatro de Dios».

Los roles en los que Dios nos ha colocado no son simples trabajos sino llamados providenciales. La palabra vocación literalmente proviene del verbo en latín que significa «llamar». Una vocación es una tarea o papel que Dios providencialmente nos ha llamado a realizar en esta tierra.

Algunas vocaciones en las que servimos —ya sea como pintor, dentista, obrero de construcción, enfermera, periodista o gobernador— se realizan para el honor de Dios y el beneficio de la cultura en general. Otras vocaciones tienen lugar en nuestra vida familiar a medida que vivimos nuestros llamados como hijo, hija, madre, padre, esposa, esposo, o abuelo. Estas vocaciones familiares son de vital importancia y sirven como la base de una iglesia vibrante y una cultura floreciente.

Además, como cristianos, estamos llamados a responsabilidades únicas dadas por Dios. Todo cristiano es llamado por Dios para ser uno de Sus hijos (Jn 1:12Rom 8:14). Todo cristiano es llamado a ser parte del glorioso cuerpo de Cristo y a ejercitar sus dones espirituales para la edificación del cuerpo en una iglesia local (Rom 12:3-8Ef 4:1-16). Todo cristiano es llamado a caminar en comunión con otros creyentes para que podamos estimularnos unos a otros hacia la piedad (Heb 10:24-25). Además, Pedro nos recuerda en 1 Pedro 1:15-16 que esta vida cristiana a la que Dios nos ha llamado tiene dimensiones éticas: «como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo». Obviamente, estos llamados de Dios afectan la forma en que vemos nuestro tiempo y el trabajo que llevamos a cabo a lo largo de nuestra vida.

PRINCIPIOS BÍBLICOS PRÁCTICOS PARA EL TIEMPO Y LA VOCACIÓN

Quisiera terminar apuntando a algunos principios prácticos que la Palabra de Dios nos da al llevar a cabo nuestras vocaciones para «redimir el tiempo» mientras vivimos coram Deo:

  1. Integridad y excelencia. Todo cristiano debe esforzarse por alcanzar integridad y excelencia en todo lo que hace para que brillemos para Cristo como «luces» resplandecientes en este mundo oscuro (Mt 5:14).
  2. Disciplina y productividad. Debemos disciplinarnos para producir un trabajo de calidad para la gloria de Dios (1 Cor 10:31). En un mundo distraído, esto a menudo significará dejar de lado el teléfono durante períodos largos de tiempo para concentrarnos en las tareas que tenemos a mano y en las personas a las que estamos llamados a servir. Como se nos recuerda en Eclesiastés 9:10: «Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas». 
  3. Priorización y delegación. A medida que nos enfrentamos a los plazos y a las responsabilidades inminentes, tenemos la oportunidad de priorizar qué tareas completar y qué tareas delegar a otros. En nuestras debilidades, tenemos la oportunidad de empoderar a otros, como Jetro enseñó a Moisés cuando lo vio abrumado con sus responsabilidades en el desierto (Ex 18:1-27).
  4. Iniciativa y juicio. Gran parte de nuestro éxito depende de la buena iniciativa y el buen juicio. Cuando Nehemías vio que el muro de Jerusalén seguía derribado, tomó la iniciativa de reconstruirlo (Neh 2:17-18). También ejerció buen juicio en la forma en que se acercó al rey Artajerjes con respecto al problema (Neh 2:4-8). Como creyentes, debemos buscar al Señor en oración y buscar consejo sabio en todas nuestras decisiones (Pr 15:22).
  5. Descanso y ritmos. El sueño es una dependencia literal de Dios. Podemos dormir tranquilamente porque Dios nunca lo hace (Sal 121:4). A través del sueño, Dios nos capacita para las tareas y el trabajo que nos tiene reservado para mañana. Además, Dios ha ordenado que uno de cada siete días sea un día de descanso sabático, un día dedicado al Señor (Ex 20:8-11). Al descansar en el día del Señor, estamos confesando que Dios es Dios y que nosotros no lo somos y que nuestro trabajo depende enteramente de Su provisión (Sal 127:1).

Publicado originalmente en Tabletalk Magazine.
Grant R. Castleberry
Grant R. Castleberry

El reverendo Grant R. Castleberry es pastor de discipulado en Providence Church en Frisco, TX., y está cursando su doctorado en historia de la iglesia y teología sistemática en el The Southern Baptist Theological Seminary en Louisville, KY.

La oración flecha

Martes 8 Febrero

(Dios dijo:) Por el camino de la sabiduría te he encaminado, y por veredas derechas te he hecho andar. Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, y si corrieres, no tropezarás.

Proverbios 4:1112

La oración flecha

Nehemías era siervo de Artajerjes, rey de Persia, en Susa (Nehemías 1:12:1). Tenía una posición humanamente envidiable, pero su corazón no estaba en Susa, sino en Jerusalén, la ciudad de sus ancestros, que estaba en ruina. Por ello quería hablar al rey en favor de Jerusalén, pero fue el rey quien tomó la iniciativa: “¿Qué cosa pides?” (cap. 2:4). Antes de responder, Nehemías dirigió a Dios una oración urgente y espontánea, una oración “flecha”. ¡Y el rey respondió favorablemente a su siervo!

A veces tenemos que dar una respuesta inmediata, sin haber tenido la posibilidad de buscar la voluntad de Dios. Entonces, ¿qué debemos hacer? Como Nehemías, dirijamos al Señor una oración instantánea, un simple pensamiento que suba a él, una petición de ayuda…

Que la situación sea urgente o no, el Señor desea conducirnos. Si tenemos que dar una respuesta rápida, ¡el Espíritu de Dios actuará en nosotros muy pronto! En una fracción de segundo puede comunicarnos la respuesta que debemos dar, como una intuición. También puede traer a nuestra memoria un versículo de la Biblia adaptado a la situación. Podremos entender más fácilmente qué debemos hacer o decir si hemos dejado que su Palabra penetre y “more” en nosotros (Colosenses 3:16).

En cualquier circunstancia, incluso si no sabemos qué responder, lo importante es permanecer tranquilos y confiados. Entonces, a pesar de nuestra debilidad, el Señor nos conducirá en su camino. ¡También nos dará paz y tranquilidad!

Génesis 42 – Mateo 24:29-51 – Salmo 20:6-9 – Proverbios 8:12-16

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