miércoles 25 octubre

Las cosas que se escribieron antes (en la Palabra de Dios), para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
Romanos 15:4
La biblioterapia (2)
¡La Biblia no es un libro de «recetas de la felicidad»! Pero el que la lee atentamente halla consuelo en las promesas que Dios hizo a los que confían en él en cuanto a sus interrogantes:
–La muerte: “Vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios (Jesucristo)… tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13).
–El sentimiento de culpabilidad: “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías 43:25).
–El miedo al mañana: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?… Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas” (Mateo 6:31-32).
–La angustia: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).
–La falta de energía: “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas” (Isaías 40:29).
–La preocupación: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado” (Salmo 4:8).
–La dificultad para tomar una decisión: “Te instituiré, y te enseñaré el camino en que debes andar: te aconsejaré” (Salmo 32:8, V. M.).
–El miedo a las catástrofes: “Los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia” (Isaías 54:10).
–El miedo a la vejez: “Hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo” (Isaías 46:4).
Nehemías 11 – Juan 11:38-57 – Salmo 119:41-48 – Proverbios 26:5-6Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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