Seguridad en Dios

DÍA 44

Salmo 27

Dosis: Confianza

Seguridad en Dios

“El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme? Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen. Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.” (Salmo 27:1–3) (NVI)

¿Te es difícil superar el temor y la ansiedad en estos tiempos? ¿Cuál es la mayor amenaza que has enfrentado en tu vida? ¿Qué palabras brotaron entonces de tus labios? Este Salmo es un mensaje de aliento y esperanza para enfrentar las crisis de la vida confiando en Dios. El salmista dice: “El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?”

Confieso que para mí ha sido muchas veces difícil superar el temor y la ansiedad. Depositar la confianza en un Dios que sabemos nos ama, pero no vemos, es un reto de fe. En momentos de adversidad debemos recordar sus atributos para animarnos a confiar y a asirnos de Él con esperanza. Las bases de nuestra confianza deben ser: su amor, omnipotencia, soberanía, sabiduría, misericordia, gracia, bondad, justicia.

Mientras algunas personas caen en la desesperación y le increpan a Dios su supuesto olvido o indiferencia, el salmista dice: “Él es mi luz, mi salvación, y fortaleza”. Examinemos estas hermosas figuras: la luz disipa las tinieblas y es especialmente importante cuando la adversidad o el sufrimiento es nuestra oscuridad. Sólo Dios tiene poder para eliminar cualquier tipo de tinieblas de nuestra vida.

La palabra “salvación” habla de liberación, rescate y victoria. Dios es quien nos da los triunfos en nuestras batallas personales. Sólo Él es nuestra salvación. Resulta interesante el lenguaje militar del salmista, él enfrentaba verdaderas batallas bélicas y sabía reconocer que el triunfo en la guerra provenía de Dios.

Y la palabra “baluarte” también traducida como “fortaleza” transmite la idea de refugio, seguridad, confianza. Los enemigos del salmista, sus adversarios eran grandes ejércitos, que querían destruirlo “devorar sus carnes” sin embargo él enfatiza “no temerá mi corazón”. El cree, y confiesa la seguridad que tiene en Dios frente a las crisis que puedan presentarse, él afirma su fe con convicción y por eso puede alabarle y adorarle.

Oración: Señor enséñame a confiar plenamente en tus atributos y a expresarte mi confianza con convicción. Amén.

De Vergara, P. A., de Vera, A. D., & Harris, K. O. (2012). Isha-Salmos: Una dosis diaria de fe para ti. (P. A. de Vergara, Ed.) (Primera Edición, p. 59). Lima, Perú: Ediciones Verbo Vivo.

 


Deja un comentario