Es mejor refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre | Charles Spurgeon

7 de marzo
«Es mejor refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre».
Salmo 118:8 (LBLA)

Sin duda, el lector se habrá visto probado con la tentación de confiar en las cosas que se ven, en lugar de descansar solo en el Dios invisible. Los cristianos a menudo esperan del hombre ayuda y consejo, y dañan el noble candor de su confianza en Dios. Si la porción de esta noche cae bajo la mirada de algún hijo de Dios que esté preocupado por las cosas temporales, entonces quisiéramos razonar con él unos momentos. Tú confías en Jesús, y solo en Jesús, para tu salvación, ¿por qué estás turbado entonces? Por mi gran ansiedad. ¿No está escrito: «Echa sobre el Señor tu carga» (Sal. 55:22, LBLA)? «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego» (Fil. 4:6). ¿No puedes confiar en Dios para las cosas temporales? ¡Ah!, desearía poder hacerlo.

Si no puedes confiar en Dios para las cosas temporales, ¿cómo te atreverás a confiar en él para las espirituales? ¿Puedes fiarte de él para la redención de tu alma y no puedes hacer lo mismo en cuanto a las bendiciones menores? ¿No es Dios suficiente para tus necesidades? ¿O acaso su omnisuficiencia resulta demasiado escasa para satisfacerlas? ¿Necesitas otro ojo aparte del suyo, que ve todo lo secreto? ¿Desfallece tal vez su corazón? ¿Es débil su brazo? Si es así, búscate otro Dios. Sin embargo, si él es infinito, omnipotente, fiel, verdadero y omnisapiente, ¿por qué vagas tanto en busca de alguna otra confianza? ¿Por qué remueves la tierra para hallar otro fundamento, cuando ella es lo suficientemente fuerte para soportar todo el peso que puedas alguna vez edificar sobre ella? Cristiano, no mezcles tu vino con agua; no mezcles el oro de tu fe con la escoria de la confianza humana. Espera solo en Dios y depende únicamente de él.

No codicies la calabacera de Jonás, sino apóyate en el Dios de Jonás. Deja que los necios elijan los arenosos fundamentos de la confianza terrenal; tú haz como el que prevé la tormenta: edifica para ti un lugar firme sobre la Roca de los Siglos.

Spurgeon, C. H. (2012). Lecturas vespertinas: Lecturas diarias para el culto familiar (S. D. Daglio, Trad.; 4a edición, p. 75). Editorial Peregrino.


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