Características del Pecado 4/5

Serie: Características del Pecado

Iglesia Bautista Central Ocala

Ps. Ángel Xavier Peña

El pecado es una elección de situarnos en el lugar de Dios y esa es la peor desición que podemos tomar. El pecado nos alejará de la voluntad de Dios. No elijámos pecar, elijamos a Dios, obedezcamos a Dios no obedezcamos al pecado.

Si quieres experimentar la dicha y no ser culpable de pecado, debes número uno reconocer que has pecado y que sólo Cristo puede ayudarte, ya que el murió en la cruz y resucitó al tercer día para darnos perdón y número dos pídele que te salve, confiesa tus pecados a Dios y pide a Cristo que te salve. Gracia y Paz

Anhelos insatisfechos y la soberanía de Dios – Lección 3

Aviva Nuestros Corazones

Serie: Elisabet: Cómo lidiar con la desilusión

Anhelos insatisfechos y la soberanía de Dios – Lección 3

La semana pasada compartimos sobre nuestras desilusiones y sobre cómo Dios ha ido obrando no sólo en nuestras vidas sino también en nuestros corazones. Esta semana estaremos viendo de una manera práctica cómo reaccionar cuando nos encontramos en medio de circunstancias difíciles, sin caer en la manipulación y aprendendiendo a dejar que Dios sea Dios.

Todo lo que llega a nuestras vidas de una forma u otra, si somos hijas de Dios, es parte del plan de Dios para dar a conocer a Jesús al mundo. ¡Si tan solo pudieramos ver eso! Ojalá que cuando no podamos verlo, podamos permanecer confiando en su plan soberano. Dios tenía un plan y un propósito para la vida de Elisabet. Ella era un pedacito, una parte muy pequeña, de una imagen mucho más grande.

Para este estudio seguiremos conversando con Berenice Montes, Orfa Montes y Pamela Espinosa sobre las desilusiones y lo que significa rendir a Dios tus anhelos. ¡Acompáñanos!

Entra al enlace y accede al video.

Frases para meditar:
«La obediencia a Dios no es un medio para hacer que Él haga nuestra voluntad. No obedecemos a Dios para que Él nos haga la vida más fácil. Obedecemos a Dios porque Él es Dios, es soberano y es digno de nuestra obediencia».

«Las experiencias y dudas de Zacarías no importaban. ¡Dios estaba obrando! Dios era soberano sobre la esterilidad de Elisabet y Zacarías y Dios es, en última instancia, soberano en nuestras propias vidas».

«Recuerda que Zacarías y Elisabet fueron fieles en su compromiso con el Señor, aunque Zacarías tuvo un lapso temporal en su confianza a Dios y dudó de que Él pudiera cumplir su promesa. De la misma manera, nuestras cabezas pueden saber que Dios es soberano, pero nuestros corazones pueden dudar que Él tiene toda la autoridad sobre los desafíos que enfrentamos».

Profundiza más:
¿Cómo crees que la constante exposición a las redes sociales y la forma en la que comparamos nuestras vidas con otras mujeres, contribuye a generar sentimientos pecaminosos y desilusión por lo que no tenemos?
¿Cómo lidias en tu vida diaria con lo que dicen o piensan los demás en medio de tus aflicciones?
¿Qué cosas prácticas puedes empezar a hacer para dejar a Dios ser Dios?

Recuerda:
El contentamiento no es lo mismo que estar en un estado «zen» o negar las desilusiones que han existido en nuestras vidas. Es llegar a la bifurcación entre la esperanza y la desesperación y escoger la esperanza; confiando en que Dios está trabajando en redimir nuestro sufrimiento para Su gloria. Esta es la elección que nos libera y nos lleva a Jesús.

Cómo buscar a Dios

MEDITACIÓN DIARIA
Cómo buscar a Dios
Tener hambre y sed de Dios es un gusto adquirido. Cuanto más le busquemos, mayor será nuestro anhelo.

Salmo 105.1-8

Ayer estudiamos lo que significa buscar a Dios, pero muchas personas no saben por dónde empezar.

Comience con la lectura de la Biblia y la oración. Cada día medite en la Palabra: escuche la voz de Dios, digiera lentamente lo que lee, hable con el Señor, hágale preguntas y aplique lo que aprende. No solo lea la Biblia, estúdiela, tal vez comenzando con un versículo o un pasaje corto. Puede que usted piense: “Eso nunca me ha gustado”. Mi consejo es: ¡Anímese! El conocimiento de Dios no entra en nuestras mentes por accidente; lo hace por medio del estudio diligente.

Tener hambre y sed de Dios es un gusto adquirido. Cuanto más le busquemos, mayor será nuestro anhelo. Sin embargo, si ignoramos a Dios, la poca hambre que tenemos disminuirá aún más.

¿Considera que esta última afirmación describe su experiencia? Entonces, pídale al Señor que despierte su apetito por Él, y siga adelante. Esto requiere tiempo y esfuerzo, dos cosas que nos conviene invertir sabiamente.

Descuidar nuestro tiempo con el Señor significaría negarnos a recibir las bendiciones que Él promete a quienes lo buscan con diligencia. Nadie quiere ir tras lo que es fugaz. En vez de eso, elija buscar al Eterno, la fuente de todo contentamiento, gozo y esperanza.

Biblia en un año: 2 Reyes 21-23

¡Habría que probar primero!

Viernes 29 Abril

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas; y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo.

2 Corintios 5:17-18

¡Habría que probar primero!

Con más de 95 años, el naturalista Théodore Monod todavía recorría los desiertos buscando algún espécimen raro. Habló admirablemente de la naturaleza y de la vida bajo sus diferentes formas. En una entrevista, evocando los conflictos que se desarrollan en nuestras sociedades cristianizadas, hizo esta reflexión: “Se dice que el cristianismo no funciona, pero ¿lo hemos probado realmente?”.

Quizás haya que empezar por definir lo que entendemos por “cristianismo”. Si se trata de un conjunto de reglas basadas en los esfuerzos del hombre, ¡no nos sorprendamos si ese cristianismo no funciona! Por naturaleza, el hombre es esclavo de sus pasiones y no puede liberarse a sí mismo (Romanos 7:23). El llamado cristianismo, que invita a cada uno a amar a su prójimo por sus propios esfuerzos, y así transformar el mundo, es pura ilusión.

El verdadero cristianismo es aquel en el que cada uno admite su propia culpabilidad ante Dios, y acepta la salvación que Dios da por medio de la fe en Jesús. Es el primer paso. Ese cambio, llamado conversión, es una decisión personal, producida por la gracia divina. Dios da una nueva naturaleza a todos los que dan ese paso decisivo. Entonces pueden manifestar un poco de ese amor divino derramado en sus corazones (Romanos 5:5). Este amor no busca su propio interés, no se goza en la injusticia, sino que se goza en la verdad, sufre todo, cree todo, espera todo, soporta todo (1 Corintios 13:5-7). ¿Ha dado usted el primer paso para probar ese cristianismo?

Isaías 42 – Marcos 4:21-41 – Salmo 50:1-6 – Proverbios 14:21-22

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch