Tiempo para descansar

MEDITACIÓN DIARIA
Tiempo para descansar
¿Qué le preocupa o estresa en cuanto a su relación con el Señor?

24 de abril de 2022

Para sacarle el máximo provecho a este devocional, lea los pasajes a los que se hacen referencia.

Algunos días es como si estuviéramos caminando perfectamente sincronizados con el Señor. Y otros días parece que no pudiéramos encontrarlo en ninguna parte. Aunque tratemos siempre de sentirnos cerca de Él es probable que no sea así en esta vida. Por eso debemos tomar en serio la invitación del Señor: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cansados, y yo os haré descansar” (Mt 11.28).

Contribuir en el proceso de nuestra santificación, por medio de la obediencia a Dios es bueno, pero debemos reconocer que el descanso también es una parte fundamental del proceso. Note que Dios descansó en el séptimo día (Gn 2.1-3) y que el Señor Jesús hizo pausas a lo largo de su ministerio (Lc 5.16). Cuando decidimos descansar del trabajo y de todo afán, demostramos confianza en la obra que hizo el Señor Jesús en la cruz. También estamos demostrando confianza en su control soberano sobre nuestras vidas. Aunque esto pueda parecer ilógico, descansar, de hecho, trae gloria a Dios.

PIENSE EN ESTO

¿Qué le preocupa o estresa en cuanto a su relación con el Señor? Considere dejar eso a un lado hoy para tan solo disfrutar del bien que el Señor Jesucristo aseguró para usted.
Biblia en un año: 2 Reyes 7-9

La buena pregunta

Domingo 24 Abril

Tú eres Dios que ve.

Génesis 16:13

Dios… nos ha hablado por el Hijo.

Hebreos 1:2

La buena pregunta

Todo el mundo quiere opinar sobre la existencia de Dios. Unos defienden teorías científicas, viejas o nuevas, para cuestionar la intervención de un Creador. Otros recurren a las catástrofes o a las injusticias para negarlo y decir que “no hay Dios”…

Algunos dicen: “¿Existe Dios?”. Pero esta no es la pregunta correcta. Sería más útil preguntarse humildemente: ¿Cómo se reveló Dios a sus criaturas? Detenernos en la cuestión de la existencia de Dios puede hacer que lo veamos como un Dios lejano, indiferente al destino del hombre. Entonces pensaremos que este tema no nos concierne.

En cambio, si se reveló, si nos habló, debemos escucharlo. Su mensaje está dirigido a nosotros y es imprescindible conocerlo.

La Biblia declara ser ese mensaje. Entonces surge esta pregunta: “¿Me enteré de su contenido?”.

No se trata, pues, de un debate intelectual, sino de un problema moral en el que interviene la honestidad. Una última pregunta surge de forma natural: “¿Realmente queremos informarnos y leer la Biblia?”. No como un desafío, sino más bien como un llamado a descubrir el amor de Dios.

Jesús nos invita: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39).

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30).

Isaías 35-36 – Marcos 1:1-20 – Salmo 48:1-8 – Proverbios 14:11-12

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