¿SE SOSTENDRÍAN LOS TESTIGOS DEL NUEVO TESTAMENTO EN UN PROCESO LEGAL?

Autor: Norman Geisler

¿SE SOSTENDRÍAN LOS TESTIGOS DEL NUEVO TESTAMENTO EN UN PROCESO LEGAL?

a1Simon Greenleaf, una de las mentes legales más famosas de la historia americana, ex profesor de Derecho de Harvard y autorde un libro sobre pruebas legales, aplicó cuidadosamente las reglas de la evidencia legal a los relatos de los Evangelios en su libro The Testimony of the Evangelists [El timonio de los evangelistas].

Argumentaba que si fueran sometidos al escrutinio de un proceso legal, «sería probable que todo hombre sincero e imparcial actuara en conformidad con ese resultado, aceptando su testimonio en toda su gridad». Agregó: «Que los testigos sean contrastados con su testimonio interno, con el testimonio de otros y con los hechos y circunstancias conexas y que sus testimonios sean sopesados, como si hubiesen comparecido ante una corte de justicia, a favor de la parte adversa, sujeto a un riguroso interrogatorio.

Tengo la más absoluta confianza de que el resultado sería una convicción indudable de su integridad, capacidad y verdad».

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

¿Mentiroso, demente o Señor?

Noviembre 24

¿Mentiroso, demente o Señor?

Lectura bíblica: Mateo 16:13–19

¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente! Mateo 16:16

a1—Qué tonta eres —se rió Diego—. Mónica, ¿cómo puedes creer todo eso en la Biblia? Jesús habrá sido una gran persona, pero no era Dios.

Mónica se quedó con la boca abierta. Ella y Diego eran compañeros en una escuela cristiana. Mónica quería defenderse, pero no le salían las palabras.

—Ya sé —dijo Diego—, estás pensando cómo es que estudio en esta escuela evangélica. Sé mucho del evangelio. Pero no estoy seguro de que lo creo.

Diego no es el primero que tiene este tipo de dudas. Tampoco es el primero que se haya formado en un hogar cristiano y que vaya a una escuela cristiana pero que cuestiona su fe. Pero hay un problema. Jesús afirmó ser Dios, y punto.

Pero probemos por un segundo el punto de vista de Diego. Si Jesús no era Dios, ¿qué era? Hay sólo tres opciones:
Primera opción: Quizá Jesús era un mentiroso. Jesús dijo ser Dios. Pero supongamos que no lo era. Eso lo convertiría en el peor mentiroso que jamás ha existido. Le decías a los demás que fueran honestos mientras enseñaba y vivía una enorme mentira.

Pero la posibilidad de que Jesús estuviera mintiendo no coincide con lo que sabemos de él y los resultados de su vida. Cada vez que alguien ha descubierto quién es Jesús, su vida ha cambiado para bien. Alguien que vivió como Jesús vivió, enseñó y murió no puede haber sido un farsante.

Segunda opción: Quizá Jesús era un demente. Si alguien te dijera que es Dios, lo tomarías por loco, como alguien que afirma ser Santa Claus. Pero Jesús no mostraba ninguno de los síntomas que acompañan la demencia. Jesús mantuvo la calma cuando sus enemigos lo atacaban. Dijo algunas de las palabras más sabias que jamás se hayan registrado. Jesucristo no era ningún loco.

Tercera opción, Jesús es Señor. Si nuestro Salvador no es un mentiroso ni un demente, es quien afirmó ser: el Hijo de Dios.

Jesús, entonces, es un mentiroso, un demente o el Señor Dios. Tienes que decidir lo que vas a creer. Pero tienes ayuda para poder tomar la decisión acertada: la Biblia.
Ésta provee el registro históricamente fidedigno de que Cristo resucitó de entre los muertos. Darte las razones indiscutibles para creer es una de las grandes razones por la cual Dios te dio la Biblia. Como escribió Juan: “Pero estas cosas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31).

PARA DIALOGAR
Así que, ¿quién crees que es Jesús: un mentiroso, un demente o el Señor? ¿Por qué lo crees?

PARA ORAR
Señor Jesús, tú eres Señor. Queremos honrarte y adorarte con nuestras alabanzas.

PARA HACER
Aprende las tres opciones de quién era Jesús hasta poder explicarlas con tus propias palabras. ¿Cómo es que sabes que Jesús es el Señor —el Hijo de Dios— quien está en control de todo?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Menú 34. Comida basura

Menú 34. Comida basura

a1“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”. Filipenses 3:7–8.

Pablo, el de Tarso, estaba en la misión. En su mente no cabía una igleburger de ningún tipo. Él se dedicaba a fundar iglesias a lo largo y ancho del Imperio Romano, sin aviones, sin Internet, sin CDs de música ¡sin PowerPoint! Dios lo había llamado tirándolo al suelo, con una luz fulgurante que lo dejó ciego temporalmente. La conversación que tuvieron es interesante, hablaron de coces, aguijones y demás. La típica conversación que solemos tener con Dios…

“Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer”. Hechos 9:3–6.

Dios lo llamó para salvarle y para que Él viviera la aventura que jamás soñó. Mira lo que le dijo Dios a un profeta que tenía que curarle la vista a Pablo, después de su conversión.

“El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre”. Hechos 9:15–16.

Sí. Pablo iba a descubrir una vida entregada a Dios, una vida en medio de un huracán. Realmente apasionante.

Antes, Él había logrado muchas cosas. Tenía un curriculum digno de admirar en su época, había tenido los mejores profesores:

“Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible”. Filipenses 3:4–6.

“Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros”. Hechos 22:3.

Nosotros hoy también queremos conseguir muchas cosas parecidas. Un nombre, una posición, una buena formación, un buen trabajo, una carrera profesional que ascienda vertiginosamente, una familia acomodada, recursos y caprichos.

Cuando nos convertimos en cristianos y no dejamos atrás esos deseos nos acercamos a Dios pidiéndole que nos dé todas esas cosas que no tienen porque no ser lícitas. Y una y otra vez le pedimos y le rogamos por todas esas cosas.

Pero Pablo, que vivía sólo para Dios dice que estima todo eso como basura.

Estiércol podría ser una buena traducción. Y no es que Pablo crea que todo eso no sirva para nada, sino que en comparación con el conocimiento de Dios, es como basura. Lo tiene como pérdida, como algo que no le aporta en comparación con el amor de Jesús y el poder conocer a su Señor.

Y de una forma muy real, Pablo perdió todo eso y lo tuvopor basura para ganar a Cristo. Es decir, para tenerlo a Él. Antes de ganar un buen trabajo, una buena reputación, serel mejor en los estudios, o antes de ganar un buen sueldo, prefería ganar a Cristo y estar en Él y con Él.

A la comida rápida, también se le llama comida basura, no porque sea algo imposible de comer, sino porque comparado con otros platos la verdad es que dejan mucho que desear. Aparte no es comida muy saludable, solo hay que ver el documental “Super Size Me”. Acabas teniendo problemas de colesterol, sobrepeso, etc. Y, aunque engorda, no es muy nutritiva. ¡Pero cómo nos gusta!

Y a pesar de que lo sabemos, hoy nos acercamos a nuestro Dios y la oración que más le repetimos es:

¡Oh Señor! ¡Dame más de todo esto que quiero! ¡Más comida basura! ¡Aumenta mi contenedor para que pueda albergar más basura! ¡Por favor! Te lo pido, en el nombre de Jesús. Amén.

Nuestra oración es un reflejo de lo que hay en nuestro corazón. Si en nuestro interior nuestras mayores preocupaciones son las que he mencionado más arriba, nuestra oración se parecerá bastante a esta. Y gracias a Dios, estas oraciones no siempre son respondidas. Dios no quiere darnos comida basura, quiere darnos lo que necesitamos.

Y lo que necesitamos es conocerlo, vivir en su Reino, y que se haga su Voluntad en nuestras vidas de una forma real, porque su Voluntad es la única que es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).

Por eso te recomiendo que no pidamos más comida basura y dediquemos nuestra vida a vivir buscando lo mejor para ganar a Cristo.

Sampedro, Á. (2013). Igleburger (pp. 175–178). Álex Sampedro.

¿POR QUÉ EL SEMINARIO DE JESÚS RECHAZA LA CONFIABILIDAD DE LOS TESTIGOS DEL NUEVO TESTAMENTO?

Autor: Norman Geisler

¿POR QUÉ EL SEMINARIO DE JESÚS RECHAZA LA CONFIABILIDAD DE LOS TESTIGOS DEL NUEVO TESTAMENTO?

a1Mediante premisas y conclusiones equivocadas este grupo autoproclamado de más de setenta eruditos ha hecho afirmaciones estrafalarias con respecto al Nuevo Testamento, poniendo en tela de juicio el ochenta y dos por ciento de las enseñanzas que los Evangelios atribuyen a Jesús. Uno de los fundadores del grupo, John Dominic Crossan, en su propósito de negar la resurrección de Jesús, llegó al extremo de afirmar que Jesús había sido enterrado muy a ras del suelo, y que los perros lo habían desenterrado y devorado. Las afirmaciones de este seminario no tienen fundamento por diversas razones. Tienen motivos espurios. Como ellos mismos lo reconocen, su meta es crear un nuevo Jesús «ficticio», que conlleva la destrucción de la vieja imagen de Jesús en los Evangelios y la reconstrucción de una figura que se adapte al hombre moderno. En vista de esto, nadie debería buscar en sus escritos al  verdadero Jesús.

Su tarea está viciada por su confeso afán de publicidad. En sus propias palabras: «Vamos a desarrollar nuestra tarea a plena luz pública; no solo nos comprometemos con la libertad de información sino que insistiremos en la divulgación pública de nuestra tarea». En una confesión franca, también reconocieron la naturaleza radical de su tarea. El cofundador de este seminario, Robert Funk, dijo: «Estamos internándonos en lo que para muchos es lo más sagrado y, por lo tanto, muchas veces estaremos al borde de la blasfemia».

Usan procedimientos viciados y libros equivocados. Su procedimiento está viciado porque pretenden determinar la verdad por el voto de la mayoría. Este método no es mejor hoy que cuando la mayoría de la gente creía que el mundo era plano. Su votación se basa en parte en un hipotético evangelio Q (del alemán Quelle, que significa fuente) y en un evangelio del siglo dos, el evangelio de Tomás, provenientes de los heréticos gnósticos. Además, apelan a un inexistente Marcos Secreto. El tado es que asignan más credibilidad al evangelio apócrifo de Tomás que al de Marcos o Juan.

Se basan en suposiciones erradas. Sus conclusiones se basan en premisas radicales, una de las cuales es su rechazo a los milagros. Ahora bien, si Dios existe, los milagros son posibles. Por lo tanto, cualquier rechazo de los milagros es un rechazo a la existencia de Dios. Aun más, sus conclusiones se basan en la suposición infundada de que el cristianismo fue influenciado por las religiones místicas. Edwin Yamauchi, el renombrado historiador de la antigüedad, ha demostrado que esto no es el caso, dado que los escritores judíos monoteístas de las Escrituras no podrían haber recurrido a fuentes paganas politeístas y no hubieran podido depender de fuentes posteriores a su tiempo.

Se basan en fechas equivocadas. Este seminario postula fechas tardías injustificadas para los cuatro Evangelios (posiblemente entre los años 70 y 100 d.C.). Con esto creen poder concluir que el Nuevo Testamento está conformado por mitos tardíos de Jesús. Pero esto se contrapone a la evidencia de los manuscritos egipcios del segundo siglo que contienen copias de fragmentos de Juan y que favorecerían su origen asiático en el primer siglo. Además, los Evangelios del Nuevo Testamento están citados en otras obras del primer siglo, como son La epístola de Barrabás, La Didaqué, Los Corintios de Clemente y Las siete epístolas Ignacio. Además, el historiador Colin Hemer ha demostrado que el Evangelio de Lucas se escribió antes que Hechos (cf.1:1 con Hechos 1:1) y que hay firme evidencia que permitiría fecharlo antes de los años 60-62 d.C, durante la misma generación en que murió Jesús. Además, aun los estudiosos críticos aceptan que 1 Corintios se escribió entre 55-56 d.C., o sea unos veintidós a veintitrés años después de la muerte de Jesús (en el año 33 d.C.). No hubiera sido posible que se desarrollaran mitos sustanciales en este período tan breve mientras todavía había testigos oculares que pudieran corregir el error. Finalmente, algunos críticos están dispuestos a admitir fechas tempranas para los Evangelios del Nuevo Testamento. El obispo John A.T. Robinson, ya fallecido, argumentaba en su libro Redating the New Testament [Nueva datación del Nuevo Testamento] que estos habían sido escritos entre los años 40 y no mucho más allá de 60 d. Esto fecharía los primeros registros escritos ¡siete años después de la muerte de Jesús!

Llegan a conclusiones equivocadas. Después de destruir la base para el Jesús real de los Evangelios, este seminario no llega a ningún acuerdo real con respecto a quién fue Jesús en realidad: un cínico, un sabio, un reformador judío, un feminista, un maestro y profeta, un profeta social radical, o un profeta tológico. No es nada sorprendente que algo llevado a cabo por este grupo, con procedimientos erróneos, basado en libros equivocados, fundado en premisas falsas y utilizando fechas erróneas, llegue a conclusiones equivocadas.

Quienes estén interesados en considerar la evidencia de la autenticidad de los cuatro Evangelios pueden consultar The Historical Reliability of the Gospels [La historicidad de los Evangelios], por Craig Blomberg y The Historical Jesus [El Jesús histórico], por Gary Habermas. O mejor aún, ir a los cuatro Evangelios y volverlos a leer.

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

Mi tributo

Noviembre 23

Mi tributo

Lectura bíblica: Marcos 14:1–11

Dejadla. ¿Por qué la molestáis? Ella ha hecho una buena obra conmigo. Marcos 14:6

a1Hermano Sol, Hermana Luna es una película acerca de San Francisco de Asís. Francisco estaba listo para heredar los negocios de su padre y vivir con toda comodidad y lujo. Pero cuando confió en Cristo, el joven se sentía incómodo con sus riquezas por la pobreza que veía a su alrededor. Como Cristo había renunciado a sus tesoros en el cielo para ser el Salvador, razonó Francisco, él debería hacer lo mismo. Renunció a las riquezas de su padre y vivió en la pobreza ayudando a los pobres.

En Marcos 14 tienes dos individuos. Uno, como Francisco de Asís, pensaba que ningún regalo era demasiado grande para honrar a Cristo. El otro tenía una obsesión tan enfermiza con el dinero que lo llevó a entregar a Cristo a sus enemigos por unas pocas piezas de plata.

Dos días antes de la Última Cena, una mujer se acercó a Jesús y echó un perfume caro sobre su cabeza, un reconocimiento lleno de amor de que Jesús era su Señor y Rey.
—¡Qué desperdicio! —murmuraron algunos discípulos—. Podíamos haber vendido ese perfume y ayudado a un montón de gente pobre con el dinero.

En realidad, la idea no era mala. Pero hay un tiempo para ayudar al necesitado, y hay un tiempo para mostrarle respeto a Jesús, nuestro Señor y Rey. Jesús apreció este regalo lujoso de la mujer.

Y después estaba Judas, cuya codicia lo llevó a la ruina. Éste fue el que encabezó la queja por la botella de perfume. Juan dice la verdad acerca de Judas: “Pero dijo esto, no porque le importaban los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa a su cargo sustraía de lo que se echaba en ella” (Juan 12:6). El principal de los sacerdotes detectó que Judas amaba el dinero y le pagaron para que entregara a Jesús (ver Marcos 14:11).

Entonces, ¿cómo puedes honrar a Cristo el Rey como lo hizo la mujer generosa? Después de todo, Jesús no está aquí en la carne. No obstante, existe una manera magnífica: Ríndele tributo a Cristo por medio de bendecir a alguien que está aquí en la carne. Prueba estas sugerencias:

• Cómprale a tu pastor o al líder juvenil un regalo, un libro, disco compacto, una corbata o lo que puedas.
• Haz una donación a un ministerio que ayuda al prójimo en gratitud a Cristo por ser tu Rey.
• Da una contribución al fondo de edificación de tu iglesia que realmente sea un sacrificio.
• Averigua algo que tu amigo siempre ha querido y dáselo como sorpresa.

Los “regalos para rendir tributo” significan aún más si los das anónimamente. Es una manera de mantenerte centrado en el verdadero propósito de dar: honrar a Cristo. Él sabrá lo que has hecho, y es una manera de declarar que Jesús es Señor de todo lo que posees.

PARA DIALOGAR
¿De qué manera puedes dar generosamente de un modo que honre a Jesús?

PARA ORAR
Señor, danos un corazón agradecido por todo lo que nos has dado, y un corazón que reconoce tu grandeza.

PARA HACER
Como familia, tracen un plan para dar un regalo como un tributo al Señor.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Menú 33. El Verbo se hizo carne: Hazte entender

Menú 33. El Verbo se hizo carne: Hazte entender

a1“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habit ó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Juan 1:14.

La iglesia habla un idioma que el mundo no entiende. La gente no entiende nuestra jerga: “bendiciones”, “El Espíritu me ha revelado la santa voluntad del Cordero a través de la Palabra”, “tengo una raíz de amargura” ¿Alguien sabe qué significa aleluya? ¿Hosanna? ¿Maranata?

La gente tampoco entiende nuestras formas: ¿Por qué algunos se visten así? ¿Por qué nuestros lugares/iglesias son así? ¿Por qué los bancos son de madera? ¿Por qué son tan incómodos? ¿Cuánto más incómodos, más espirituales? ¿Qué ocurre con el dinero que da la gente? ¿Por qué nuestras Biblias son tan grandes? Y no voy a entrar en el tema de las corbatas, sobretodo en esos días de calor abrasador. En fin, todo esto no es malo. Me encantan los bancos de los parques, me encanta la palabra aleluya y lo que significa, creo que el diezmo es algo genial que debemos practicar y que me mantiene unido y comprometido a mi comunidad, y que cada uno se vista como quiera. Pero la gente que todavía no lo conoce ¿Lo entiende? Te digo más. La gente que acaba de conocerle ¿Lo entiende? ¿Sabemos explicarlo? ¿Sabemos transmitir el mensaje a los que tienen inquietudes espirituales?

Martín Lutero hizo algunas cosas interesantes con su vida. (Más bien Dios hizo cosas interesantes con su vida:)).

Por un lado, redescubrió algo muy importante de la teología propia ¿Te acuerdas de lo que era eso? (lo que creemos y sabemos de Dios, quién es y qué hace).

Volvió a las Escrituras y vio que Dios nos salvaba por gracia, y que quería que creyéramos en Él y en su Hijo como suficientes para salvarnos. No debíamos tener esa carga y culpa para siempre, y esperar toda la vida el juicio de un Dios que estaba ahí para castigar al pecador. Dios es amor y Lutero lo vivió. No hacía falta intermediarios para estar con Dios, Jesús era suficiente. No había que pagar ninguna cantidad de dinero a nadie para salvarse, Jesús lo había pagado todo. No teníamos que vivir en temor ni esclavitud, sino que podíamos clamar Abba, llamar papá a Dios, y confiar, y tener fe en Él para nuestra salvación. Esto supuso una verdadera revolución en su época, una Reforma. Había visto lo que el Verbo era, el verdadero mensaje de Jesús, pero no se quedó ahí. También quiso hacer comprensible un mensaje tan importante. Esta frase condensa lo que él creía:

Sola Fide, Sola Gratia, Sola Scriptura: Solo la Fe, solo la Gracia, solo la Escritura

Martín Lutero tradujo la Biblia del latín al alemán para hacerla comprensible a su gente y relevante para su sociedad. Además, utilizó la última tecnología de la época. Cerca de donde él vivía habían inventado algo que revolucionaría la historia: La imprenta. Y Martín fue de los primeros en utilizarla, no tuvo miedo a lo novedoso de los medios, él quería transmitir el mensaje y sabía que las formas se podían adaptar siempre y cuando el contenido fuera fiel a las Escrituras.

No solo eso, también era un buen músico y se puso a componer canciones que transmitieran el mensaje. Hasta ese momento las canciones que se cantaban en las iglesias solo las cantaban los monjes o las monjas y los sacerdotes. Pero Martín quería componer para el pueblo. Sus melodías eran parecidas a las que cantaban en las tabernas, en las calles, en las plazas. En aquellas tabernas (tabernas alemanas) cantaban canciones mientras chocaban sus jarras de a litro de cerveza unos con otros. Y Martín se inspiró en esas melodías, y en el salmo 46. y empezó a componer:

Castillo fuerte es nuestro Dios.…

Había cambiado el envase, pero fue fiel a las bases

Y así el Evangelio se extendía entre la gente. Tanto así, que le acusaban de que ¡Sus canciones las cantaban por las calles! Ojalá volvieran a acusarnos así.

El primero que se esforzó en hacer comprensible el mensaje fue Dios mismo

¡El verbo se hizo carne! Se atrevió a juntarse con nosotros, unos pecadores profesionales, nos escuchó hablar, sentir, charlar de nuestros temas, se hizo como nosotros. Se hizo carne para llegar a nosotros. Hizo comprensible el mensaje del Evangelio que Dios desde el principio nos quería comunicar. Tenemos el derecho de cambiar las formas, tenemos la obligación de hacerlo, porque es parte de lo que se nos ha encomendado. Pablo lo hizo:

“Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él”. 1 Corintios 9:20–23.

Es importante que aprendamos a transmitir la verdad de Dios a nuestra sociedad y que estemos dispuestos a adaptar nuestras formas a las nuevas maneras de comunicarnos. Si el ser tan formal a la hora de compartir, usando un púlpito, una liturgia que recuerda a un mitin político, reuniones con una persona hablando y todos los demás diciendo solamente ¡Amén!, ya no alcanza a los perdidos, debemos cambiar nuestra forma de predicar (en el sentido amplio de la palabra) y bajarnos del púlpito, compartir de otras maneras, con otras palabras, traducir la Biblia a un nuevo idioma, siendo fiel a la Escritura y su mensaje, pero siendo sensible a los oídos e inquietudes de nuestra generación y, por ejemplo, tener reuniones que reflejen de otras maneras lo que es la Iglesia hoy.

No debemos tener miedo de las nuevas tecnologías, son herramientas de Dios para su Evangelio. Démonos la oportunidad de cambiar aquellas cosas accesorias e impulsemos la misión de Dios en esta tierra.

Quizás, el único cuidado que hay que tener es saber distinguir siempre entre el fondo y las formas, y no vender el mensaje del evangelio al mejor precio, sino saber adaptarnos a los tiempos y las culturas, manteniéndonos fieles al mensaje que se nos ha encomendado.

Jesús quiere que tengamos la misión en mente y vivamos para ella con todos los recursos que estén a nuestro alcance. ¿A qué estamos esperando?

Sampedro, Á. (2013). Igleburger (pp. 169–172). Álex Sampedro.

Preguntas acerca de la confiabilidad de la Biblia

Autor: Norman Geisler

Preguntas acerca de la confiabilidad de la Biblia

a1Los evangélicos afirman que el texto bíblico que Dios nos dio es digno de confianza. ¿Podemos confiar en la historicidad de la Biblia? ¿Se tratan de historias dignas de confianza? Dado que la confiabilidad histórica de la Biblia es el vínculo crucial para saber si esta es la Palabra de Dios, es importante responder a estas preguntas. El texto de las Escrituras es digno de confianza porque está determinado por dos factores principales: (1) el testimonio fiable de quienes lo escribieron y (2) la confianza en aquellos que copiaron los textos.

¿PODEMOS CONFIAR EN LOS TESTIGOS BÍBLICOS?

Los testigos bíblicos son dignos de confianza por diversas razones. Primero, quienes escribieron las Escrituras fueron, en su mayoría, contemporáneos con !os sucesos. Moisés fue testigo de los sucesos descritos desde Exodo a Deuteronomio (d. Éxodo 24:4; Deuteronomio 31:24). Josué fue testigo de los acontecimientos registrados en su libro (d. Josué 24:26), como también Samuel (d. 1 Samuel 10:25), y los profetas lsaías, Jeremías, Daniel, Esdras y Nehemías, con posterioridad a él. Lo mismo es cierto en el Nuevo Testamento. Mateo fue discípulo de Jesús. Marcos era coetáneo y ayudante del apóstol Pedro (cf. 1 Pedro 5:13). Lucas fue contemporáneo y conocía a los testigos oculares (d. Lucas 1:1-4). Juan era discípulo de Jesús y testigo ocular de los acontecimientos.

(1 Juan 1:1-2)

En segundo lugar, en el caso de los escritores del Nuevo Testamento, los ocho (o los nueve) autores fueron apóstoles, o personas muy cersanas a los apóstoles como testigos oculares o contemporáneos: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, Santiago, Pedro y Judas. Todos fueron hombres que tenían los más altos principios de ética y estaban dispuestos a pagar con su vida el precio de sus convicciones, como muchos de ellos lo hicieron.

En tercer lugar, la credibilidad de estos escritores radica en: (1) su tendencia a dudar si Jesús había o no resucitado de entre los muertos (cf. Mateo 28:17; Marcos 16:3; Lucas 24:11; Juan 20:24-29); (2) la inclusión de material poco favorable a su persona (d. Mateo 16:23; Marcos 14:47); (3) los diversos relatos (Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, etc.) que confirman sus palabras por dos o tres testigos como requerido en un juicio (cf. Deuteronomio 17:6); (4) las divergencias entre los relatos que revelan que no había colusión (d. véase Mateo 28:5; Juan 20:12); (5) la confirmación de los relatos gracias a cientos de descubrimientos arqueológicos; y (6) las pruebas que datan el material básico acerca de la muerte y resurrección de Jesús en el entorno de los años 55 y 60 d.C. El famoso historiador, Colin Hemer, confirmó que Lucas ya había escrito Hechos en el año 62 d.C. Pero él escribió el Evangelio que lleva su nombre, que dice básicamente las mismas cosas acerca de Jesús que dicen Mateo y Marcos, antes de escribir Hechos (o sea, antes del año 60 d.C). Además, los críticos bíblicos admiten que Pablo escribió 1 Corintios 15:1-6, en que se relata la muerte y la resurrección de Jesús, alrededor del año 55 d.C. No había pasado más de veintidós años desde la muerte de Jesús, y más de 250 testigos de su resurrección vivían aún.

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

Dar hasta que ayuda

Noviembre 22

Dar hasta que ayuda

Lectura bíblica: Marcos 12:41–44

Porque todos han echado de su abundancia; pero ésta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento. Marcos 12:44

a1Ester tenía edad como para haber sido una abuela, pero nunca se había casado ni había tenido hijos. Vivía sola en una casa pequeña. En público, era tan tímida que muchas veces ni se daban cuenta de que estaba presente; no obstante, era una fiel creyente que rara vez faltaba a los cultos de su pequeña iglesia. Cada vez que el pastor, su esposa o sus hijos tenían un cumpleaños, Ester les presentaba silenciosamente una tarjeta de cumpleaños con un regalo de dinero. Los chicos recibían unos pocos pesos, y el pastor y su esposa siempre encontraban una linda suma con sus tarjetas. Cuando el pastor y su familia se iban de vacaciones, Ester siempre les daba otra tarjeta con un poco más de dinero.

Con el correr del tiempo, el pastor se mudó a otra ciudad. Años después se enteró de que Ester había enfermado y fallecido. Luego vino la noticia asombrosa. Ester había estado viviendo con una escasa entrada mensual, ¡casi nada! Una de las personas más generosas de la iglesia apenas tenía dinero para comprar comida y ropa. Pero daba a otros como si fuera rica, igual que la viuda en el relato de Marcos.

Tema para comentar: ¿Puedes recordar ocasiones cuando querías dar pero creías que lo que tenías no te alcanzaba? ¿Qué te enseña el ejemplo de Ester?
El Nuevo Testamento nos muestra un principio importante relacionado con dar. Podrías llamarlo “la política de la mano abierta”, y puedes verlo por todas partes. Lucas lo dice de esta manera: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se os dará en vuestro regazo” (Lucas 6:38).

La política de la mano abierta tiene dos puntos principales:

Dale lo que sea que tengas al que lo necesita. Si tu amigo en la iglesia no tiene ni un centavo para ir al campamento bíblico, puedes romper tu alcancía y darle los pesitos que estabas ahorrando. O si alguna familia en tu comunidad pierde todo en un incendio, puedes darle algo de tu ropa al chico de esa familia que es de tu tamaño.

Confía en que Dios te dará cuando das generosamente a otros. “Qué bueno”, puedes estar pensando, “voy a dar más para recibir más”. Eso no es exactamente lo que significa Lucas 6. Cuando das sin pensar en que recibirás por eso algo —y especialmente sin esperar que Dios te va a recompensar— entonces Dios se complacerá en sorprendente derramando sus dones y bendiciones sobre tu vida.

No tienes que ser rico para abrir tu mano y dar con generosidad. Lo que requiere es práctica.

PARA DIALOGAR
¿De qué forma Dios ha sido generoso contigo? ¿Qué estás haciendo para abrir tu mano y dar con generosidad?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a ser tan generosos con los demás como tú lo has sido con nosotros.

PARA HACER
Saca un billete o dos y pídele a Dios que te muestre dónde esa suma puede ser de más provecho que en tu bolsillo. Luego espera y ¡deja que Dios te sorprenda al mostrarte las recompensas de abrir tu mano y dar con generosidad!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

CÓMO PUEDE LA BIBLIA SER A LA VEZ LA PALABRA DE DIOS Y LA DEL HOMBRE?

Autor: Norman Geisler

CÓMO PUEDE LA BIBLIA SER A LA VEZ LA PALABRA DE DIOS Y LA DEL HOMBRE?

a1La Biblia es tanto: la Palabra de Dios como las palabras del hombre, porque él (la fuente) se valió de seres humanos para transmitir su Palabra. Por lo tanto, hay una concurrencia entre lo que los autores humanos escribieron y lo que Dios les impulsó a escribir.

La Biblia es divina y humana al mismo tiempo del mismo modo que los cristianos creen que Jesucristo es divino y humano al mismo tiempo. Tanto Cristo como las Escrituras son teoantrópicos (del griego teos, que significa Dios; y antropos, que significa hombre en sentido genérico). Esto implica los siguientes factores:

• A ambos se los llama Palabra de Dios. Jesucristo es la Palabra Viva (d. Juan 1:1) y la Biblia es la Palabra escrita (d. Juan 10:34,35).

• Cada uno tiene dos naturalezas: una divina y otra humana.

• Las dos naturalezas están unidas por un medio. Para tomar un préstamo de la Cristología, ambos tienen un tipo de «unión hipostática». Las dos naturalezas de Cristo están unidas en una persona, y además están unidas en un conjunto de proposiciones, es decir, de enunciados.

• De manera semejante, tanto Cristo como las Escrituras son sin defecto. Cristo es sin pecado (cf. 2 Corintios 5:21; Hebreos 4:15) y la Biblia no tiene errores (d. Juan 10:35; Juan 17:17).

Por supuesto, como en cualquier analogía, existen algunas diferencias. A diferencia de Cristo que es Dios, la Biblia no es Dios y, por lo tanto, no debería ser adorada. La diferencia es que el medio unificador de las dos naturalezas de Cristo es Dios, la segunda persona de la Deidad.

Mientras que el factor de unión en la Biblia son las palabras humanas, en las que se da una concurrencia divina y humana, en Cristo, la unidad se encuentra en la única persona que es tanto Dios y hombre. Por lo tanto, Dios debe ser honrado (adorado) mientras que la Biblia debería ser respetada y no adorada.

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

Menú 32. Pero si la iglesia no es una hamburguesería, entonces ¿qué es?

Menú 32. Pero si la iglesia no es una hamburguesería, entonces ¿qué es?

a1La iglesia es un cuerpo, pero no un cuerpo cualquiera. Es el cuerpo de Cristo. Puede parecer que la iglesia es un club, o un hospital, una empresa, o cualquier otra cosa, pero es mucho más. Quizás puede ser todo eso en apariencia, pero en el fondo no.

“Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”. 1 Corintios 12:27.

“Y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia”. Colosenses 1:18a.

“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. 2 Corintios 5:20.

Cuando Dios ve su iglesia, ¿Qué ve? Ve sus embajadores en la tierra, los que deben seguir haciendo lo que Jesús hacía cuando estaba aquí. Ve su Espíritu en la iglesia para continuar con el trabajo de anunciar las Buenas Noticias. Ve un cuerpo que debe volver a tocar a los leprosos, sanar a los enfermos, liberar a los cautivos, dar vista a los ciegos. Ve una comunidad que debe ser el cielo en la tierra, lo más parecido a lo que ocurriría si Jesús fuera el Rey, el Presidente de este mundo. Representantes de Dios. Porque la gente cuando ve a la iglesia, quiere ver a Dios, y si no lo representamos como Él se merece, las consecuencias son nuestra situación actual. Ve un cuerpo, que aunque no estamos todos juntos físicamente, de una manera extraña, si estamos trabajando con un objetivo común.

Ve a su novia, su esposa, los que estarán con Él, los que se unirán a Él de una forma que aún somos incapaces de entender en su totalidad. Y ve cómo lo amamos, cómo lo admiramos. (Apocalipsis 21:9).

Ve amigos, sus amigos, personas a las que les encomendó la tarea más importante: decirle al mundo que Dios quiere que nos reconciliemos con Él, y por eso nos ha dado trabajo: El trabajo de la reconciliación.

Ve potencial, un potencial que Él ha sembrado, talentos que ha dejado en nuestras manos, y que no nos es permitido enterrar o esconder.

Ve una comunidad de discípulos a su alrededor que quieren aprender de Él cada día más. Que tienen de Maestro, al Creador (Mateo 28:19–20).

Ve misioneros, que quizás no hacen grandes viajes o quizás sí, pero lo importante es que saben que viven en una misión, que son mucho más que trabajadores, o estudiantes, o evangélicos; son hijos de Dios y la creación los está esperando.

“Porque el anhelo ardiente de la creaci ón es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”. Romanos 8:19.

Ve un pueblo diferente, con valores diferentes para vivir, relacionarse, pedir perdón, con bases diferentes para acercarse a otros. Ve gente sagrada, personas que saben que todo lo que hacen es en realidad para Dios.

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. Colosenses 3:23.

Que no distinguen entre vida secular y cristiana porque son lo que son, estén donde estén. Ve una nación con objetivos muy diferentes a los de las otras naciones, con estructuras diferentes a las otras, constituida de forma diferente y con reglas diferentes.

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9.

Jesús ve un cuerpo, su cuerpo, del cual Él es la cabeza, y quiere enviar órdenes a su cuerpo para que éste se mueva, corra y cambie el mundo. Él lo ve. Y para Él es real ¿Lo ves tú?

Sampedro, Á. (2013). Igleburger (p. 165). Álex Sampedro.