Menú 28. Desayuno nutritivo: Café y maná

Menú 28. Desayuno nutritivo: Café y maná

a1“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche”. Éxodo 13:21.

“Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no”. Éxodo 16:4.

“Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento. Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer”. Éxodo 16:11–15.

¡Libertad! Sí, pero ahora viene la aventura. A veces las cosas se pondrán tan difíciles que querré volver a tener las costumbres de Egipto. El desierto es un lugar muy duro para vivir. De hecho, si Dios no hubiera estado con ellos, hubieran muerto en el desierto por falta de comida y agua, sin contar con las inclemencias del tiempo, un calor abrasador durante el día y un frío que helaba los huesos por las noches.

Seguir a Jesús es imposible sin la ayuda de Dios. Es un camino de libertad sí, pero a veces será difícil. Hay una tierra prometida al final del camino, pero necesitamos a Dios para llegar allí.

En el desierto, Dios estaba presente en forma de nube de día, que les cuidaba del sol y una columna de fuego en la noche para guarecerse del frío. Sin esa presencia sobrenatural el pueblo de Israel hubiera desaparecido antes de llegar a ningún sitio. Esa presencia los guiaba, los detenía, los protegía, cuando la columna se movía, ellos también, cuando la columna paraba, ellos acampaban. Dependían de la columna de Dios.

Hoy, muchos cristianos pretenden vivir la vida espiritual, la libertad del Espíritu, sin su Espíritu. Sin el Espíritu Santo.

Su Espíritu no es algo que nosotros tenemos y que podamos controlar, Él nos dirige a nosotros a través de la Palabra, no nosotros a Él. Él nos tiene.

No es nuestra mascota para que le mandemos que haga cosas a la de una, dos y tres. El Espíritu Santo es Dios, y va por delante.

Si te alejas de su nube acabarás chamuscado en la aventura, así de simple. Nuestro llamado es a seguirlo allí donde nos quiera llevar, y no amedrentarnos.

Para tener fuerzas en esta travesía es necesario alimentarnos bien, y Dios, en este caso también proveyó. Se puso a cocinar un manjar de los cielos y se lo envió cada día a los israelitas: El maná.

Tiene buena pinta. Cada día recogían para su sustento, excepto el viernes que recogían para dos días. En ese alimento estaban todos los nutrientes necesarios para crecer, fortalecerse, cobrar ánimo y caminar mucho. Por un desierto. Algunas veces los israelitas se quejaron de la dieta, quizás porque les parecía poco nutritiva o variada, pensaban que no sería demasiado saludable y querían algo “mejor”, como una buena carne, ¿Qué tal una hamburguesa? Sin embargo, el maná siempre los mantuvo con vida. Todo lo que se preparaba tenía el maná como ingrediente principal, era su ingrediente secreto para todas sus recetas, algo que jamás se volvió a repetir. En el cielo pediré una ración a ver que tal.

Y no lo comieron durante una semana o dos, sino durante cuarenta años en el desierto, por varios motivos. En resumen, hubo toda una generación que no se atrevió a luchar y a seguir con la aventura y que pereció en el desierto.

Los que entraron a luchar por la tierra prometida fueron los niños y niñas que se habían criado a base de maná. Esos niños, indefensos al salir de Egipto, fueron los guerreros que años después de desayunar, comer y cenar maná, y de las duras situaciones que tuvieron que vivir, estaban preparados para pelear contra quien se pusiera delante, incluso gigantes. Liderados por Josué hicieron cosas increíbles.

Hoy,

Dios nos ha sacado de Egipto, y algunos pensábamos que automáticamente todo estaría solucionado. Y aunque, en cierto sentido es verdad, ahora es cuando comienza nuestra aventura. Habrá desiertos, habrá decisiones difíciles que tomar, diferentes caminos que elegir, inclemencias, situaciones adversas, ¿Qué clase de aventura sería si no? Y, por supuesto, al final espera una tierra prometida.

Y te quiero decir que estás loco si pretendes vivir fuera de tu Egipto sin la ayuda de Dios.

Dios ha provisto de su Espíritu para ti, esa nube de día y fuego de noche, que estará siempre contigo y te guiará, te consolará.

Su presencia es lo más importante, sin ella no vayas a ningún sitio, sé siempre consciente de que vives para Él, frente a Él, y que tu obsesión sea seguirlo. En medio del desierto es una cuestión de vida o muerte. Él nos dio su Espíritu para que no andemos como antes, aprovecha la relación que tienes con Dios para vivir hacia donde Dios te ha llamado.

Y necesitas alimentarte bien. Deja tu mentalidad “igleburger” y comienza a probar el maná. Jesús nos dijo que era el Pan que descendió del cielo:

“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. Juan 6:35.

Él es el maná, Él es suficiente, Él es lo que nos nutre, Jesús y nadie más. Muchos pretenden saber muchas cosas y parece que Jesús ya les resulta demasiado aburrido, ese tema ya está pasado, necesitan algo más profundo. ¿Más profundo? ¿Qué puede haber más profundo?

“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado”. 1 Corintios 2:2.

Jesús se dio por nosotros como maná, y si queremos vivir aquí, necesitamos alimentarnos de nuestra relación con Él cada día. Conocerlo más, nutrirnos más de Él y de su Palabra; sin ella estamos perdidos.

Ese maná debe ser el ingrediente fundamental de todo lo que hagamos, no puede haber un mensaje sin Jesús, no puede haber un ministerio sin Jesús y su cruz, no puede haber una comunidad que no tenga al maná divino como ingrediente principal.

Si decides que Jesús sea lo principal en tu vida y te alimentas de Él, y sustentas tu vida en Él, crecerás, incluso en el desierto, y Dios te dará la capacidad para entrar en la tierra prometida.

Sampedro, Á. (2013). Igleburger (pp. 145–149). Álex Sampedro.

¿CÓMO MALINTERPRETAN ALGUNAS PERSONAS LO QUE SIGNIFICA LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA?

Autor: Norman Geisler & Ravi Zacharias

¿CÓMO MALINTERPRETAN ALGUNAS PERSONAS LO QUE SIGNIFICA LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA?

a1Todo lo que se enseña en la Biblia ha sido inspirado por Dios. Conviene, sin embargo, no caer en algunas confusiones:

  • Que todas las partes de un parábola tienen que representar un hecho en vez de contribuir a la idea que la misma ilustra (d. Lucas 18:2).
  • Que todo lo que registra la Biblia es verdad en vez de tratarse de algo meramente enseñado o implícito (cf. Génesis 3:4).
  • Que no hay exageraciones (hipérboles) (d. Salmo 6:6; Lucas 14:26).
  • Que todas las afirmaciones acerca de Dios y de la creación son puramente literales (d. Job 38:7; Hebreos 4:13).
  • Que todas las afirmaciones reales son técnicamente precisas según las normas modernas en vez de exactas conforme a los criterios de la antigüedad (d. 2 Crónicas 4:2).
  • Que todas las afirmaciones acerca del universo deben enterderse desde una perspectiva astronómica moderna en oposición a un punto de vista común de observación (cf. Josué 10:12).

• Que todas las citas de las Escrituras deben entenderse literalmente en contraposición al fiel significado (d. Salmo 2:1 y Hechos 4:25).

• Que todas las citas de las Escrituras deben tener la misma aplicación que la versión original (d. Oseas 11:1 y Mateo 2:15) en vez de la misma interpretación (significado).

• Que la misma verdad solo puede expresarse de una sola manera, como en los Evangelios.

• Que cualquier cosa que el escritor creyera es verdad, en contraposición con lo que escribía efectivamente en las Escrituras (d. Mateo 15:26).

• Que la verdad ha sido revelada o tratada exhaustivamente en contraposición a haber sido presentada adecuadamente en la Biblia (d. 1 Corintios 13:12).

• Que las citas implican la verdad de toda la fuente que se cita en vez de limitarse al extracto citado (cf. Tito 1:12).

• Que una construcción gramatical en particular siempre será la convención en vez de una construcción adecuada para transmitir la verdad.

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

Problemas grandes

Noviembre 17

Problemas grandes

Lectura bíblica: Colosenses 4:2–6

Vuestra palabra sea siempre agradable, sazonada con sal, para que sepáis cómo os conviene responder a cada uno. Colosenses 4:6

a1El papá de Marga caminó en punta de pie a la sala donde estaban ella y su mamá en un sillón leyendo.
—Por fin se durmió Andrés —dijo suspirando.

Marga carraspeó nerviosamente. Sus padres levantaron la vista para mirarla.
—¿Qué pasa? —preguntó el papá.

Marga contestó:
—Estoy preocupada por una amiga.
—¿Quién es? —preguntó la mamá.
—¿Te acuerdas de Brenda Benítez? La conozco desde el jardín de infantes. Se está portando de un modo muy raro.
—¿Está metida en algún lío grande? —preguntó el papá.

Marga empezó a llorar;
—No sé exactamente. Pero sé que su situación familiar es realmente terrible. Me parece que está pensando en escaparse de su casa.

Hay ciertos problemas que son demasiado grandes como para poder encararlos por tu propia cuenta.

Quizá, como Marga, has notado en algún amigo una conducta que te preocupa. Quizá viste algo. O escuchaste algo. O sospechas algo. Cosas como

• rachas largas de tristeza
• enojo incontrolado
• mucho hablar de la muerte
• uso de drogas, alcohol u otras sustancias dañinas
• muestras de maltrato físico o sexual
• amenazas de hacerle algo malo a maestros, compañeros o algún otro

Aun cuando no sepas exactamente lo que le pasa a tu amigo, no puedes encogerte de hombros. Cuando notas que un amigo corre uno de estos grandes peligros, tienes que hablar del problema con algún adulto que te merezca confianza. Puedes mencionar tu inquietud a tus padres, algún maestro consejero o director de la escuela, o al pastor.

Eso no es ser un soplón. Quizá seas el único que pueda conseguirle ayuda a tu amigo. Y no estás acusando de nada a tu amigo. Estás sencillamente comunicando tu preocupación a un adulto que puede determinar si el problema es real, y cómo encararlo.

Si alguna vez crees que a un amigo le está pasando algo realmente malo, ha llegado el momento de hacer algo para ayudar. ¡Cuéntalo! ¡Inmediatamente!

PARA DIALOGAR
¿Qué situaciones que puedan enfrentar tus amigos le contarías siempre a un adulto?

PARA ORAR
Señor Jesús, muéstranos cómo ayudar a nuestros amigos que sufren. Queremos señalarte a ti como la solución de sus problemas.

PARA HACER
Como familia, hablen de problemas que son demasiado grandes para ser encarados por una sola persona.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Menú 27. Despedida de soltero: La última cena

Menú 27. Despedida de soltero: La última cena

a1Muchos, muchos años después se celebró otra cena, en Jerusalén, que recordaba a aquella que se celebró en Egipto. Era la Pascua, la fiesta de los panes sin levadura, durante miles de años se había celebrado recordando que era Dios el que salvaba, que nadie podía hacer nada para ser libre, solo Dios los podía rescatar, y lo hizo con toda su fuerza en Egipto. El cordero sobre la mesa sin un hueso roto como marcaba la tradición, y ese pan sin levadura recién hecho todavía estaba caliente, recién sacado del horno. Y nada como un buen vino mediterráneo para acompañar una buena carne. Y ese Dios que en el pasado los liberó, ahora estaba sentado en la mesa con ellos, disfrutando de aquel banquete.

Su Pascua. La que el instituyó para que recordáramos.

Jesús sabía que después de esa fiesta, en la madrugada, lo iban a apresar, sería traicionado por uno que compartía mesa y plato con Él. Y en unas horas moriría en una cruz. Era su última cena. Su última fiesta, y quería aprovechar ese momento con sus amigos. Él vino a esta tierra a por su novia, una novia que había sido esclava por mucho tiempo. Por eso dejó la gloria del Padre. ¡Jesús vino a la tierra para buscar novia! Pero sabía que eso le iba a costar muy caro. Quería traer salvación a este mundo, a todo el que clamara a su Nombre. Todos habíamos decidido negar su amor, intentar hacer las cosas por nuestra cuenta sin contar con Él. Pero, a pesar de todo, Él vino por nosotros. Para librarnos del temor a la muerte.

“… y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”. Hebreos 2:15.

Pero sabía que igual que en aquella pascua de antaño, alguien tenía que pagar para salvar a los esclavos. Alguien tenía que morir.

En aquella despedida de soltero Jesús les estaba diciendo a sus amigos que Él iba a pagar por nuestra redención (El pago que hace falta para que un esclavo sea libre), y que nos esperaría para celebrar la boda pronto.

“Yles dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios”. Lucas 22:15, 16.

Aquellos que estaban en la mesa tomaron pan, el pan de la Pascua, y vino (del bueno, ¿Qué exégeta serio puede defender, a día de hoy, que era mosto?). Jesús les dijo que eso representaba su vida. En el texto falta el ingrediente principal de la mesa, el Cordero. EL que de verdad iba a sufrir.

El Señor les dio a entender que aquella salvación que se había celebrado durante años, aquel símbolo repetido cada Pascua, se iba a hacer realidad delante de ellos. Y no sólo para un pueblo, sino para todos los pueblos. Y que no iban a ser libres solo de un sistema, iban a ser libres del sistema que gobierna todo el mundo. La esclavitud de la muerte, el destino de todos.

“Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte”. 1 Corintios 15:26.

Porque, cuando uno vive en ese Egipto, cree que no tiene opción, que nació para ser esclavo y al final morir. JHVH vino a romper con eso. A salvarnos a cada uno de nosotros para hacer un nuevo pueblo, a rescatarnos de nosotros mismos, de nuestros pecados, de nuestra vida sin sentido, y a darnos verdadera libertad.

Jesús pagó por nuestros pecados, sufrió injustamente, como aquel cordero de la Pascua. Por eso lo llaman el Cordero de Dios. El primogénito que iba a morir a cambio de los demás.

“Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios”. Juan 1:36.

En aquella cena, Jesús estaba celebrando la libertad que iban a vivir aquellos que estaban con Él. Pero, a la vez, por dentro, su alma estaba angustiada. Sabía que ahora le tocaba a Él. Él era la verdadera Pascua, Él era el verdadero Cordero, el que fue inmolado antes de la fundación del mundo. (Apocalipsis 13:8).

Él era el plan de Dios, incluso antes de Adán, no lo improvisó. Fue su eterno plan, lo que iba a ocurrir desde un principio. ÉL mismo, el Ser perfecto se iba a entregar por su creación. El amor elevado al infinito, el Creador que muere por su creación. La humildad del Ser más grande del universo. Y así, Jesús me salvó, y por eso me siento en su mesa, y recuerdo (celebro) con el pan y el vino, que Él es el Cordero que murió por mí, que no lo merecía, pero me sacó de mi Egipto para llevarme a vivir una aventura eterna. Por eso recuerdo aquella despedida de soltero, cada vez que me siento con mis amigos a recordar aquella Pascua, esperando el día en el que me siente en la boda de mi amigo Jesús, lo que la Biblia llama “las bodas del Cordero”. Aquel día Jesús volverá a tomar vino conmigo.

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado”. Apocalipsis 19:7.
Mientras tanto, como amigo del novio que soy, sigo buscando a quién más puedo invitar a esa boda. ¿Te apuntas? Hoy disfruto de su libertad, disfruto de mi familia, disfruto del pan y el vino.
Mientras tanto, en los postes, el vertical y el horizontal, la sangre del Cordero.
Sampedro, Á. (2013). Igleburger (p. 141-144). Álex Sampedro.

¿TODOS LOS TEMAS DE LA BIBLIA SON INSPIRADOS O ÚNICAMENTE LOS ESPIRITUALES?

Autor: Norman Geisler & Ravi Zacharias

LOS TEMAS DE LA BIBLIA SON DOS O UNICAMENTE LOS ESPIRITUALES?

a1La inspiración garantiza la verdad de todo lo que la Biblia enseña, implica o connota (en su espíritu como en los hechos). Pablo afirmó que toda la Escritura, no solo una parte, es inspirada por Dios (d. 2 Timoteo 3:16). Pedro declaró que ninguna profecía de las Escrituras tiene su origen en el hombre sino que es toda de parte de Dios (cf. 2 Pedro 1:20-21). Jesús les dijo a sus discípulos: «Pero el Consolador, el EspírituSanto, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho» (Juan 14:26). En ese mismo discurso, agregó: «Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad» (Juan 16:13 ).

La iglesia ha sido «(edificada) sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular» (Efesios 2:20, é.a). Y los santos de la Iglesia Primitiva se mantenían «firmes en la enseñanza de los apostoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración» (Hechos 2:42), y dejaron registradas estas enseñanzas para nosotros en las páginas del Nuevo Testamento, que se consideraba parte de las Escrituras sagradas junto con el Antiguo (d. 1 Timoteo 5:18, en que se citan los textos del Antiguo y del Nuevo Testamento; 2 Pedro 3 :15-16),

La inspiración de Dios, entonces, alcanza todas las partes de las Escrituras. Incluye todo lo que Dios afirmó (o negó) acerca de cualquier tema referido en las mismas. Incluye no solo lo que la Biblia enseña explícitamente sino también lo que enseña implícitamente. Cubre no solo los asuntos espirituales sino los hechos. El Dios que todo lo sabe no puede equivocarse bajo ninguna circunstancia en aquello que enseñe o que se pueda inferir. De hecho, Jesús confirmó cuestiones históricas y científicas, como la creación de Adán y Eva (d. Mateo 19:4,5), el Diluvio en el tiempo de Noé (d. Mateo 24:37,39), también que Jonás hubiera sido tragado por un gran pez (d. Mateo 12:40A2). Jesús dijo, además: «Si les he hablado de las cosas terrenales, y no creen, ¿entonces cómo van a creer si les hablo de las celestiales?» (Juan 3:12).

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

Cuando el pecado se interpone

Noviembre 16

Cuando el pecado se interpone

Lectura bíblica: Juan 8:1–11

Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno. Vete y desde ahora no peques más. Juan 8:11

a1—Yo sé que tenemos que amar a los demás tal como son —dijo Gabriela—. Pero, ¿qué de los creyentes que se están apartando de Dios? Tengo una amiga que está haciendo unas cosas realmente tontas. Todo empezó cuando su hermano mayor comenzó a beber y a drogarse. No estoy segura de que ella se haya metido en eso todavía, pero lo único que quiere hacer es andar con su hermano y los amigos de él. En la escuela, es como si apenas me conociera. Ya no va a los cultos. Ni siquiera sé lo que está haciendo. ¿Cómo puedo amarla?

Buena pregunta. El amor ve el daño que las personas se causan cuando desobedecen a Dios. Y el amor procura proteger a las personas de todo mal. Entonces lo que hay que hacer que demuestra amor por los creyentes que se apartan de Dios es confrontarlos cariñosamente con respecto a su mala conducta, teniendo la meta de protegerlos de los consecuencias de actuar equivocadamente.

Supón que tienes amigos creyentes que empiezan a andar en malas compañías. Ellos necesitan que alguien les diga con cariño: “La Biblia es muy clara en decir que lo que estás haciendo con esas compañías es malo. Me duele que te hagas daño a ti mismo y que dañes a otros. Te conviene cortar con esas amistades”. Quizá tus amigos no quieran oír esas palabras, pero tu interés es hacerles un bien. No quieres pretender que esa conducta incorrecta no exista. Quieres hacer lo que puedas para impedir que tus amigos se perjudiquen.

Pero ya te imaginas de qué manera reaccionará la mayoría ante ese tipo de honestidad. Por eso es que llaman a este método “amor duro”. Uno arriesga la amistad a fin de sacar a los amigos cristianos del pecado. Las personas que confrontes quizá no te hagan caso, y hasta pueden apartarse de ti por un tiempo, o para siempre. Pero tu responsabilidad es hacer todo lo posible por convencerlos. De qué manera responden queda entre ellos y Dios.
Entre tanto, puedes seguir amándolos del modo como los ama Cristo por medio de:

• satisfacer su necesidad de amistad
• buscar maneras de ser una influencia positiva y de ofrecer aliento
• realizar acciones bondadosas como lo harías por cualquier otro
• orar a Dios para pedirle oportunidades que ayuden a tus amigos a dejar el pecado y acudir a Cristo.

Cuando tus amigos pecan, no los estás ayudando si ignoras su conducta a fin de que no se ofendan y sigan siendo tus amigos. Tienes la magnífica oportunidad de ser honesto y demostrar el amor duro que realmente necesitan.

PARA DIALOGAR
¿Cuál es la mejor manera en que puedes amar a un creyente que está empecinado en apartarse de Dios?

PARA ORAR
Señor, danos sabiduría cuando es difícil saber exactamente cómo demostrar amor.

PARA HACER
¿Conoces algún creyente que no está caminando cerca de Dios? Tracen planes como familia para demostrarles cariño.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Menú 26. Un kebab antes de la aventura

Menú 26. Un kebab antes de la aventura

a1Te gustan los kebabs? A mi sí.

¿El primer kebab de la historia lo encontramos en el libro del Éxodo, para eso volvemos con nuestros viejos conocidos, los israelitas, cuando se encontraban esclavizados:

“Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego. Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis”. Éxodo 12:1–14.

Dios es un Dios que salva. La primera vez que se dio a conocer a todo un pueblo fue a los israelitas en Egipto. Estaban siendo explotados por un sistema totalitario donde el Faraón era el dios. Había abusos de todo tipo, incluso llegaron a querer asesinar a los niños recién nacidos para que el pueblo no creciera. Pero el Dios verdadero escuchó el clamor de su pueblo y envió a Moisés para decirles que “Yo Soy” los iba a salvar.

Y hubo plagas. Diez en total. Dios usó su poder para rescatar a los israelitas. Hizo todo lo que estuvo en su mano. Los israelitas solo observaban cómo Dios les estaba salvando. Ellos no tenían que hacer nada,

Dios los estaba salvando por gracia

Pero el Faraón, en vez de reconocer sus errores, se endurecía cada vez más, sus ojos estaban cegados y su corazón no quería entender. Puedes leer esto en Éxodo 5–11.

La última noche, la última plaga, sería la de los primogénitos.

Aquella noche morirían todos los primogénitos que habitaban Egipto, tanto de personas como de animales. Y aquella destrucción llegaría a tu casa a menos que preparases una cena especial, y que manchases la puerta de entrada. Algo que la señora de la limpieza podría echarte en cara después.

Aquí los israelitas sí tenían que creer y actuar como parte de lo que Dios iba a hacer. Pero no era un gran esfuerzo, simplemente tenían que cenar, cenar juntos, para recibir la salvación de JHVH.

Fijémonos en esa cena.

Ingredientes:

Cordero.

Panácimo. (Sin levadura)

Hierbas amargas.

Un Kebab en toda regla. En familia. Algo sencillo de preparar, algo para todos. Y en el centro de la mesa el cordero que aquel día sufrió para salvarles la vida, salvarles de la tristeza de quedarse sin hijos, salvarles de la opresión de un sistema que los esclavizaba ¿te suena? Algo cantamos en alguna canción.

Y así Dios los salvó

Al día siguiente, salieron hacia un nuevo futuro. Y simplemente habían creído en el Dios Salvador. Así se instituyó la Fiesta de la Pascua, una verdadera celebración recordando que es Dios el que rescata. Aquel pueblo se inauguró con lo que Dios hizo, y luego hicieron un pacto con Él para comportarse como el pueblo que Dios había escogido. Pero no tenían que hacer nada para ganarse el favor de Dios. Ya Dios les había hecho el favor, y ahora ellos iban a vivir en consecuencia. La aventura había comenzado. Y aunque pronto se olvidaron de lo que Dios hizo por ellos, creando dioses de menú, negándole o intentando ganarse una salvación que ya tenían, la realidad era que Dios había tomado la iniciativa con un pueblo, para rescatarlos. Mientras todos cenaban en la casa, afuera la muerte rondaba. Solo aquellos que creían que podían ser libres, solo aquellos que reconocían que el sistema en el que vivían no estaba bien y que debía cambiar, solo aquellos que sabían que no podían cambiarlo por sus propias fuerzas y ponían su confianza en Dios, ellos, se salvaron. Solo aquellos que veían que había una vida más allá de Egipto. Pusieron su fe en Dios y prepararon la cena, una cena con cordero, pan, un kebab, sencilla, sin grandes atractivos, pero una cena DE DIOS. Que, por cierto, ordenó algo un poco raro: La sangre del cordero tenía que ser rociada en los dinteles de la puerta. Y así serían librados de la plaga de la muerte.

Nuestro mundo de hoy no es tan diferente al de entonces. Hoy mucha gente vive como los esclavos en Egipto. Atados a formas de trabajo esclavista, injusticias con los más débiles, vivir sin sentido solo para trabajar, un sistema que nos ata y que está llenando nuestro mundo de plagas, crisis… Pero si clamamos a Dios como aquéllos, quizás podamos salvarnos.

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3.

Allí en Egipto, familias enteras que, por arrepentirse de su estilo de vida, por querer cambiar su forma de vivir, se sentaron a cenar juntos conforme Dios les dijo, confiando en Él, y se salvaron del mayor temor del ser humano. La muerte.

Mientras tanto, en los postes, el vertical y el horizontal, la Sangre del Cordero

Sampedro, Á. (2013). Igleburger (pp. 135–138). Álex Sampedro.

Comida al igual que salvación

Noviembre 15

Comida al igual que salvación

Lectura bíblica: Santiago 2:14–18

Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma. Santiago 2:17

a1—¿Arreglar casas? —Emilio frunció el ceño cuando vio la propaganda para el viaje misionero de familias que su iglesia estaba organizando—. ¿Cómo puede el hecho de arreglar casas ayudar a que alguien aprenda del amor de Jesús? Si no estoy llamando a las puertas para hablar a la gente acerca de Jesús de la mañana hasta la noche, para mí eso no es un viaje misionero.

Ya sabes que tienes que amar a los demás. Esa es una gran realidad de tu fe cristiana. Pero, ¿de qué manera debes expresar tu amor?

Muchos creyentes opinan que la única parte de la persona que nos debe interesar es su alma, la parte que vivirá para siempre. La única preocupación de ellos es asegurarse de que las personas estén camino al cielo. Pero Dios quiere que hagamos más.

Dios creó a los seres humanos. Y quiere que amemos a los que están en nuestro mundo de todas las maneras que necesitan ser amados. En la parábola del Buen Samaritano que contó Jesús, el que ayudó bondadosamente no le predicó al hombre herido. Le curó las heridas y lo llevó a un mesón para que lo cuidaran. Jesús no sólo habló a los hombres acerca del pan espiritual para satisfacer el hambre espiritual que tenían de Dios (ver Juan 6:35). También les dio pan material para satisfacer su hambre física (ver Juan 6:5–11).

Tema para comentar: Supón que se te presenta la oportunidad de trabajar en un barrio pobre, teniendo un culto y luego sirviendo una comida caliente a los desamparados. ¿Cuál actividad demuestra más amor: dar “un plato de comida” u ofrecer “salvación” (por medio de la música y el mensaje bíblico que tu grupo presenta)?
¿Es esa tu respuesta final? Esta es la respuesta correcta: Son actividades que demuestran amor de igual manera porque cada una muestra amor al satisfacer necesidades auténticas.

Alimento, ropa y un techo sin algo más, no conducen a las personas al reino de Dios. Ellas necesitan también oír de Cristo y confiar en él como su Salvador y Señor. Pero es difícil escuchar una lección bíblica cuando el estómago está vacío y el cuerpo duele por alguna enfermedad.

Satisfacer las necesidades físicas muchas veces abre las puertas de par en par para poder satisfacer las necesidades espirituales. Además, el mundo nos está observando. Los no creyentes no se impresionan con nuestra pasión por presentar a Jesús si descuidamos necesidades físicas dolorosas y evidentes.

Cada creyente tiene el privilegio de demostrar amor a la persona íntegra —alma y cuerpo— ¡porque ambas partes son igualmente valiosas para Dios!

PARA DIALOGAR
¿De qué manera satisfacer las necesidades prácticas de los demás les ayuda a ver en nosotros a Jesús?

PARA ORAR
Padre celestial, ayúdanos a ver a los demás como seres íntegros, y danos poder para satisfacer tanto sus necesidades físicas como espirituales.

PARA HACER
Piensa en una persona conocida que necesita el amor de Dios. ¿Qué cosas cariñosas, de todos los días, puedes hacer por ella para mostrar el amor de Dios?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Menú 25. Adoración en “Fast” y en “food”

Menú 25. Adoración en “Fast” y en “food”

a1“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren”. Juan 4:23.

Nuestra cultura está impregnada de música. Los cristianos tenemos también “nuestra música”. Que refleja a veces lo que somos. ¿Habrá entre nosotros una alabanza “Fast food”?

Normalmente, cuando nos juntamos unos cuantos, no puede faltar la música. La usamos en reuniones para expresar nuestra fe a Dios, a una sola voz. Y eso me parece genial. No hay nada más emocionante que ver a mucha gente cantando a Dios por lo que Él es e hizo por nosotros. Personas que han sido perdonadas por Dios que, en agradecimiento, viven para él y también se expresan con el arte de la música, y crean la banda sonora de sus vidas.

Cantar es un regalo. Me encanta emocionar a mi mujer cuando le canto. Y a ella le gusta, no porque cante mejor o peor, sino porque le canto sinceramente. Chicas, ¿No es encantador que un chico os cante, aunque su voz se parezca más a la de un sapo que a la de un príncipe? Además siempre queda la esperanza de que se convierta en algo mejor si lo besas, al menos eso dicen ellos;) No les hagas ni caso.

Pero ¿Qué pensaría mi mujer si no fuera consecuente con lo que le canto? ¿Si le digo que sólo tengo ojos para ella, pero me paso mirando a otras constantemente? ¿No sería mejor no cantar? ¿No es un poco cínico cantar en esa situación? Por mucho que lo adorne, estaría fatal. De hecho, cuanto más lo adornara sería peor.

¿Qué pensará Dios con todo lo que hemos montado alrededor de la música en nuestra liturgia? ¿Por qué lo hemos hecho?

La alegría se demuestra de muchas maneras, pero cantar es una de las mejores.

No tengo nada en contra de cantar, pero a veces pienso que parte de nuestra cultura evangélica depende demasiado de esa pequeña parte de nuestra adoración, que incluye instrumentos, altavoces, micrófonos, plataforma, ingenieros de sonido…

Creo que hemos confundido el tiempo de expresión musical con la verdadera adoración. Sí, lo dicen todos los buenos libros que hablan acerca del tema: la adoración no es música, pero ¿quién me puede negar que cuando hablamos de adoración automáticamente viene a nuestra mente algo que tiene que ver con música, cantar, levantar las manos, canciones lentas, un momento de intimidad, romántico, de contemplación con piano de fondo, o algo así?

Debemos hacer un esfuerzo consciente para recuperar la perla de la verdadera adoración. La primera vez que aparece en la Biblia es esta:

“Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tuúnico. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo”. Génesis 22:2–13

Abraham iba a entregar lo que más quería a Dios, por obediencia. En una situación terrible, difícil y dura. ¿Cómo fue capaz de adorar hasta ese punto?

Porque conocía a Dios, sabía que si Dios quería podía resucitar a su Hijo. La fe de Abraham estaba basada en el Dios que conocía.

“Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir”. Hebreos 11:17–19.

Y ahí, por la fe, dijo: “Adoraremos y volveremos”. Nada de música, no era un momento romántico. Solo había obediencia por la fe a un Dios que conocía.

Demasiados conceptos juntos que en esta sociedad no están de moda:

Obediencia absoluta+Fe+Dios+conocer en profundidad= Adoración en Espíritu y en verdad

Ahora la adoración la convertimos en música bonita que me emociona y me hace sentir bien, porque Dios me quiere aunque no lo conozco demasiado. Incluso si lo adoro bien, casi me debe un favor. Conceptos más de moda y muy peligrosos.

Música bonita+emociones+yo+desconocimiento= Adoración “Fast food”

¿Nuestros momentos juntos reflejan el amor que le tenemos a Dios? o ¿Nos engañamos con formalismos y supuestos “sacrificios de alabanza” los domingos, y no vivimos un evangelio real durante la semana?

“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”. 1 Samuel 15:22.

“Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de míno es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado”. Isaías 29:13.

A pesar de esto, creo que debemos expresar nuestra fe a través de las artes, tener tiempos de alabanza expresa en comunidad. Me da miedo ver una generación que ya no valora esos momentos, quizás quemados por la falsa religiosidad y el emocionalismo que han visto. Por temor a tropezar en la misma piedra se vuelven inexpresivos y, ni adoran con el corazón, ni con los labios.

Pero el temor y lo que han hecho los demás no son buenas guías para vivir.

Ni siquiera decidir hacer lo contrario de algo es una brújula sabia para vivir nuestra vida cristiana. Quizás tú que lees esto no estás acostumbrado a hacerlo. Te doy un consejo, hazlo primero tú solo.

Ten una vida devocional llena de arte y expresión, de fruto de labios que confiesan su nombre (Hebreos 13:15), tú y Dios. Y lo que ocurra en comunidad será el reflejo de vidas comprometidas con Dios desde la intimidad hacia fuera, empapando nuestras “iglesias” y a los demás. Y no te pongas límites, exprésate como tú eres, con tu estilo de música u otro arte, tu manera de decir las cosas. Pero también recuerda que formas parte de algo, que no estás tú solo, y a veces hacer las cosas juntos, aunque no estemos del todo de acuerdo o no sea nuestro estilo, es mejor que no hacer nada. Recuerda que lo importante es adorar en espíritu y en verdad. Sé sincero, conoce al Dios que adoras, y adórale.

Lo quieras o no, formas parte de la orquesta, si tú no suenas, habrá un vacío, porque el director Dios te dio la partitura y los demás cuentan con que hagas sonar la música de tu vida con ellos.

Sampedro, Á. (2013). Igleburger (pp. 130–134). Álex Sampedro.

¿QUÉ ES LO INSPIRADO EN LA BIBLIA, LAS PALABRAS MISMAS O LAS IDEAS?

Autor: Norman Geisler & Ravi Zacharias

¿QUÉ ES LO INSPIRADO EN LA BIBLIA, LAS PALABRAS MISMAS O LAS IDEAS?

a1Hay numerosas escrituras que hacen evidente que el centro de la revelación y de la inspiración es la Palabra escrita, (escrituras proviene de la palabra griega ‘grapha’), no simplemente la idea o el escritor, sino la escritura propiamente dicha. Noten la referencia a la revelación o inspiración divina que aparece en «la Escritura» (2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:20-21), «(palabras) que enseña el Espíritu» (1 Corintios 2:13, é.a), «el libro de la ley del Señop> (2 Crónicas 34:14), «puso (las) palabras (del Espíritu del Señor) en mi lengua»

(2 Samuel 23:2, é.a), «mis palabras» (lsaías 59:21) y «las palabras que por medio de los antiguos profetas el Señor Todopoderoso había enviado» (Zacarías 7:12).

Cuando se refiere al Antiguo Testamento como la Palabra de Dios, el Nuevo la mayoría de las veces usa la introducción «Escrito está» (d. p.ej. Mateo 4:4,7,10). Jesús describió esta palabra escrita como «toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4:4). Tan importantes eran las palabras exactas de Dios que, a Jeremías, se le ordenó: «Así dice el Señor: «Párate en el atrio de la casa del Señor, y di todas las palabras que yo te ordene a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del Señor. No omitas ni una sola palabra»» (Jeremías 26:2). Por lo tanto, no era cuestión de que los hombres tuvieran la libertad para afirmar la palabra de Dios con sus palabras; la elección misma de las palabras era de Dios. Éxodo 24:4 describe cómo «Moisés puso entonces por escrito lo que el Señor había dicho». En Deuteronomio, Moisés escribe: «Por eso (yo, Dios) levantaré entre sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande» (Deuteronomio 18:18, é.a).

Dios, a veces, elegía enfatizar incluso los tiempos verbales. Jesús dijo: «Pero en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo a ustedes: «Yo soy (no dice ‘yo era’) el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob»? Él no es Dios de muertos, sino de vivos» (Mateo é.a). En Gálatas 3:16, Pablo basó su argumento en un sustantivo singuIar contra uno plural, cuando puntualiza: «La Escritura no dice: «y a los descendientes», como refiriéndose a muchos, sino: «y a tu descendencia», dando a entender uno solo, que es Cristo».

Aun una letra (la letra s, por ejemplo) puede ser determinante. Es más, Jesús llegó a afirmar que partes de las letras eran inspiradas. En español, si no ponemos una línea sobre la letra t, podemos confundirla con una i. Por eso Jesús dijo:

«Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido» (Mateo 5:18).

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler