DESPUÉS DE LA ORACIÓN

D E S P U É S D E L A O R A C I Ó N
¡Oh Dios de gracia!
Yo lloro mis oraciones frías, apáticas y sin corazón; en su pobreza añade
pecado a pecado. Si mi esperanza estuviese en ellas estaría perdido, mas el
mérito de Jesús unge mi débil murmullo y gana Su aceptación.
Profundiza la contrición de mi corazón, Confirma mi fe en la sangre que
lava de todo pecado. Que pueda yo caminar con mi gran Redentor. Inunda
mi alma con verdadero arrepentimiento, que mi corazón sea quebrado por
causa del pecado y por el pecado. Que yo sea tan lento para perdonarme a
mí mismo como Tú eres pronto para perdonarme.
Contemplando las glorias de Tu gracia que yo sea lanzado en las
profundidades más abismales de la vergüenza, y que camine cabizbajo. Tú
me pacificaste ahora. O mi gran Sumo Sacerdote, derrama sobre mí
corrientes de necesaria Gracia; Bendíceme en todas mis funciones; En cada
pensamiento de mi mente, en cada palabra de mis labios, en cada paso de
mis pies, y en cada obra de mis manos.
Tú viviste para bendecir, moriste para bendecir, resucitaste para bendecir,
ascendiste para bendecir, tomaste Tu trono para bendecir, y ahora Tú
reinas para bendecir. Da sinceridad a mis deseos, seriedad a mis súplicas,
fervor a mi amor.


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s