Como una catarata ruidosa

Isha – Salmos

DÍA 129 – Salmo 92

Dosis: Gratitud

Como una catarata ruidosa

¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre. Proclamar tu gran amor por la mañana, y tu fidelidad por la noche, al son del decacordio y de la lira; al son del arpa y del salterio!” (Salmo 92:1–3) (NVI)

Todas hemos visto un chorro de agua, hemos contemplado y disfrutado de la regadera. Pero nada nos prepara para una catarata. ¡Miles y miles de litros de agua! Un ruido estruendoso, una vista magnífica. Como dice el salmista, es bueno dar gracias. Y cuando Dios dice en su palabra que algo es bueno, debemos tomarlo muy en cuenta.

Pero a veces nuestra gratitud semeja a las gotas que salen de un gotero. Mientras el salmista se desborda en gratitud y escribe un poema para cantarse: “Tú, SEÑOR, me llenas de alegría con tus maravillas; por eso alabaré jubiloso las obras de tus manos. Oh SEÑOR, ¡cuán imponentes son tus obras, y cuán profundos tus pensamientos! Él había aprendido a contemplar la catarata de bendiciones.

El salmista reconoce las bendiciones en su propia vida: “Me has dado las fuerzas de un toro; me has ungido con el mejor perfume. Me has hecho ver la caída de mis adversarios y oír la derrota de mis malvados enemigos. Tanto como aquéllas que se desbordan hacia su pueblo amado: “Como palmeras florecen los justos; como cedros del Líbano crecen. Plantados en la casa del SEÑOR, florecen en los atrios de nuestro Dios. Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos, para proclamar: «El SEÑOR es justo; él es mi Roca, y en él no hay injusticia.»334

¡Qué admirable es nuestro Dios! ¡Qué increíble su creatividad al formar seres humanos únicos! Cientos, cientos de ellos y tener un propósito para cada vida.

Demos gracias a Dios porque esto es bueno, desbordándonos en gratitud como una catarata que no puede dejar de fluir. Pensemos en los detalles de nuestra vida, nuestra familia, nuestra historia. Glorifiquemos a Dios con alegría. Como decía el salmista, todo el día encontraremos motivos de alabanza y por la noche podremos recordar y proclamar su fidelidad.

Oración: Señor, tengo tantas cosas que agradecerte. Dame la sencillez para reconocer tus muchos detalles que hacen mis días más hermosos. Amén.

De Vergara, P. A., de Vera, A. D., & Harris, K. O. (2012). Isha-Salmos: Una dosis diaria de fe para ti. (P. A. de Vergara, Ed.) (Primera Edición, p. 145). Lima, Perú: Ediciones Verbo Vivo.

 


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