TRABAJO FECUNDO

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TRABAJO FECUNDO

12/28/2016

 

Si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra. (Filipenses 1:22)

alimentemos_el_almaEl apóstol Pablo consideraba que estar vivo en el mundo físico es sinónimo de trabajo fecundo para Cristo. Su empleo de la palabra “obra” se refiere a su trabajo espiritual para el Señor, que da frutos espirituales. Pueden verse los frutos espirituales en las personas, en las obras y en las palabras; en todo lo que sea de valor eterno. Esa clase de frutos resulta del trabajo arduo, que es la actividad natural de los santos en la tierra.

Pablo tenía un gran deseo de dar fruto. Quería que los filipenses confiaran en Cristo y fueran fortalecidos para la evangelización (Fil. 1:26-27). Nos recuerda al salmista que dijo: “Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad” (Sal. 71:17-18). Ese anciano quería vivir bastante tiempo para declarar el poder de Dios a la próxima generación. ¡Qué Dios le conceda a usted ese mismo privilegio!

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TRAGEDIA SOCIAL

TRAGEDIA SOCIAL

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por Charles R. Swindoll

Job 1:1-12

alimentemos_el_almaEn esta etapa de tiempo que transcurre ante nuestros ojos, nos estamos acostumbrando a observar la metamorfosis de la familia tradicional que se transforma, dramáticamente, en nuevos modelos “adaptables” a las tendencias actuales como el matrimonio igualitario, Etc. Así como nosotros nos quejábamos cuando mamá nos echaba alcohol en una herida y nos defendíamos, también hoy, esta sección de la población que sostiene una postura diferente a los modelos preestablecidos por nuestras constituciones, (mayoritariamente regulados por la Santa Biblia) reacciona ante la crítica y la opinión pública al respecto y se queja, exigiendo igualdad de derechos e inserción en la sociedad. ¡No a la discriminación!, objetan. ¿Cuál debiera ser nuestra actitud ante esta oleada de moralidad relativa que estamos presenciando?… No voy hacerte perder el tiempo exponiendo “mi opinión” al respecto, porque puede estar sujeta a errores, por el simple hecho de ser humano, con nuestra crónica tendencia a errar al blanco.

Deseo que veamos juntos lo que Dios opina en Su palabra.  Y antes de exponerlo quiero decirte que también Dios está a favor de la “no discriminación”. Basta considerar este sagrado texto en 2° Pedro 3:9. Dos verdades se desprenden, primero que Él ama tanto a todos que espera con paciencia para salvar a todos los hombres. Los ama ¡A TODOS!, tal como son, con sus aciertos y errores, sus virtudes y sus defectos, aún con el corazón cargado de rencor hacia Dios, hacia la vida y hacia personas. Pero está también implícita una segunda verdad, y la necesidad que todos tenemos de arrepentirnos de nuestros pecados como condición indispensable para comprender y aceptar ese regalo de amor que se ofrece desde el cielo  cada habitante de  esta tierra. Dios,  en su soberanía, escogió el modelo de familia constituida por un hombre y una mujer y su descendencia. En este molde se forjan los hombres y mujeres del mañana. Escoger otro camino es abrir una herida en nuestra vida y en la de aquellos que la compartan. Tienes dos opciones dejar que Dios te la sane o quejarte cuando Él te echa el alcohol de Su Palabra.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Cuando dejo de vivir regulado por los preceptos divinos, dejo de vivir.

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

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TRAGEDIA SOCIAL

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Pablo Martini
Programa No. 2016-12-28

alimentemos_el_almaEn esta etapa de tiempo que transcurre ante nuestros ojos, nos estamos acostumbrando a observar la metamorfosis de la familia tradicional que se transforma, dramáticamente, en nuevos modelos “adaptables” a las tendencias actuales como el matrimonio igualitario, Etc. Así como nosotros nos quejábamos cuando mamá nos echaba alcohol en una herida y nos defendíamos, también hoy, esta sección de la población que sostiene una postura diferente a los modelos preestablecidos por nuestras constituciones, (mayoritariamente regulados por la Santa Biblia) reacciona ante la crítica y la opinión pública al respecto y se queja, exigiendo igualdad de derechos e inserción en la sociedad. ¡No a la discriminación!, objetan. ¿Cuál debiera ser nuestra actitud ante esta oleada de moralidad relativa que estamos presenciando?… No voy hacerte perder el tiempo exponiendo “mi opinión” al respecto, porque puede estar sujeta a errores, por el simple hecho de ser humano, con nuestra crónica tendencia a errar al blanco.

Deseo que veamos juntos lo que Dios opina en Su palabra.  Y antes de exponerlo quiero decirte que también Dios está a favor de la “no discriminación”. Basta considerar este sagrado texto en 2° Pedro 3:9. Dos verdades se desprenden, primero que Él ama tanto a todos que espera con paciencia para salvar a todos los hombres. Los ama ¡A TODOS!, tal como son, con sus aciertos y errores, sus virtudes y sus defectos, aún con el corazón cargado de rencor hacia Dios, hacia la vida y hacia personas. Pero está también implícita una segunda verdad, y la necesidad que todos tenemos de arrepentirnos de nuestros pecados como condición indispensable para comprender y aceptar ese regalo de amor que se ofrece desde el cielo  cada habitante de  esta tierra. Dios,  en su soberanía, escogió el modelo de familia constituida por un hombre y una mujer y su descendencia. En este molde se forjan los hombres y mujeres del mañana. Escoger otro camino es abrir una herida en nuestra vida y en la de aquellos que la compartan. Tienes dos opciones dejar que Dios te la sane o quejarte cuando Él te echa el alcohol de Su Palabra.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Cuando dejo de vivir regulado por los preceptos divinos, dejo de vivir.

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El ángel y el librito

Apocalipsis 10-13

9781586403546

El ángel y el librito

alimentemos_el_alma10 Y vi a otro ángel poderoso[a] que descendía del cielo, envuelto en una nube; y el arco iris estaba sobre su cabeza, y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego; y tenía en su mano un librito abierto. Y puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra; y gritó a gran voz, como ruge un león; y cuando gritó, los siete truenos emitieron[b] sus voces. Después que los siete truenos hablaron, iba yo a escribir, cuando[c] oí una voz del cielo que decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho y no las escribas. Entonces el ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano derecha al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, quien creo el cielo y las cosas que en el hay, y la tierra y las cosas que en ella hay, y el mar y las cosas que en el hay, que ya no habrá dilación[d], sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando esté para tocar la trompeta, entonces el misterio de Dios será[e] consumado, como El lo anunció[f] a sus siervos los profetas. Y la voz que yo había oído del cielo, la de nuevo hablando conmigo, y diciendo: Ve, toma el libro[g] que está abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra. Entonces fui al ángel y le dije que me diera el librito. Y él me dijo*: Tómalo y devóralo; te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel. 10 Tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré, y fue en mi boca dulce como la miel; y cuando lo comí, me amargó las entrañas. 11 Y me dijeron*[h]: Debes profetizar otra vezacerca de muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.

Los dos testigos

11 Me fue dada una caña de medir[i] semejante a una vara, y alguien dijo[j]: Levántate y mide el templo[k] de Dios y el altar, y a los que en él adoran. Pero excluye[l] el patio[m]que está fuera del templo[n], no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones, y éstas hollarán la ciudad santapor cuarenta y dos meses. Y otorgaré autoridad a mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio[o]. Estos son los dos olivos y los dos candelabros que están delante del Señor de la tierra. Y si alguno quiere hacerles daño, de su boca sale fuego y devora a sus enemigos; así debe morir cualquiera que quisiera hacerles daño. Estos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva durante los días en que ellos profeticen[p]; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda suerte de plagas todas las veces que quieran. Cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará.Y sus cadáveres yacerán[q] en la calle de la gran ciudad, que simbólicamente[r] se llama Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado. Y gente de todos los pueblos, tribus, lenguas y naciones, contemplarán[s] sus cadáveres[t] por tres días y medio, y no permitirán[u] que sus cadáveres sean sepultados. 10 Y los que moran en la tierra se regocijarán[v] por[w] ellos y se alegrarán[x], y se enviarán regalos unos a otros, porque estos dos profetas atormentaron a los que moran en la tierra. 11 Pero después de los tres días y medio, el aliento de vida de parte de Dios vino a ellos y se pusieron en pie, y gran temor cayó sobre quienes los contemplaban. 12 Entonces oyeron una gran voz del cielo que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron. 13 En aquella misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas[y] murieron en el terremoto, y los demás, aterrorizados, dieron gloria al Dios del cielo.

14 El segundo ¡ay! ha pasado; he aquí, el tercer ¡ay! viene pronto.

La séptima trompeta

15 El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían:

El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo[z]; y El reinará por los siglos de los siglos. 16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, 17 diciendo:

Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras[aa], porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar[ab]. 18 Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.

19 El templo[ac] de Dios que está en el cielo fue abierto; y el arca de su pacto se veía[ad] en su templo[ae], y hubo relámpagos, voces[af] y truenos, y un terremoto y una fuerte granizada[ag].

La mujer, el dragón y el niño

12 Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con[ah] la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; estaba encinta, y gritaba*, estando de parto y con dolores de alumbramiento.Entonces apareció otra señal en el cielo: he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas había siete diademas[ai]. Su cola arrastró* la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo cuando ella diera a luz. Y ella dio a luz un hijo varón, que ha de regir[aj] a todas las naciones[ak] con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tenía* un lugar preparado por Dios, para ser sustentada[al] allí, por mil doscientos sesenta días.

Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon, pero no pudieron vencer[am], ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero[an]; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Y oí una gran voz en el cielo, que decía:

Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo[ao], porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado. 11 Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte. 12 Por lo cual regocijaos, cielos y los que moráis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros con[ap] gran furor, sabiendo que tiene poco tiempo.

13 Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila a fin de que volara de la presencia[aq] de la serpiente al desierto, a su lugar, donde fue* sustentada por un tiempo, tiempos y medio tiempo. 15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para hacer que fuera arrastrada por la corriente[ar]. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, y la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había arrojado de su boca. 17 Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y salió para hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús.

La bestia que sube del mar

13 El dragón se paró[as] sobre la arena del mar[at].

Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas; en sus cuernos había diez diademas[au], y en sus cabezas había nombres blasfemos. La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un osoy su boca como la boca de un león. Y el dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad. Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y seguía tras la bestia; y adoraron al dragón, porque había dado autoridad a la bestia; y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede luchar contra ella? Se le dio una boca que hablaba palabras arrogantes[av] y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar[aw] durante cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre y su tabernáculo, es decir, contra los que moran en el cielo. Se le concedió hacer guerra contra los santos y vencerlos; y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado[ax]. Si alguno tiene oído, que oiga. 10 Si alguno es destinado a la cautividad, a la cautividad va; si alguno ha de morir a espada, a espada ha de morir. Aquí está la perseverancia y la fe de los santos.

La bestia que sube de la tierra

11 Y vi otra bestia que subía de la tierra; tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como un dragón.12 Ejerce toda la autoridad de la primera bestia en su presencia[ay], y hace que la tierra y los que moran en ellaadoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres. 14 Además engaña a los que moran en la tierraa causa de las señales que se le concedió hacer en presencia de[az] la bestia, diciendo a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tenía* la herida de la espada y que ha vuelto a vivir. 15 Se le concedió dar aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia también hablara e hiciera[ba] dar muerte a todoslos que no adoran la imagen de la bestia. 16 Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les dé[bb] una marca en la mano derecha o en la frente, 17 y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca: el nombre de la bestia o el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número es seiscientos sesenta y seis[bc].

Footnotes:

  1. Apocalipsis 10:1 O, fuerte
  2. Apocalipsis 10:3 O, hablaron
  3. Apocalipsis 10:4 Lit., y
  4. Apocalipsis 10:6 Lit., el tiempo no será más
  5. Apocalipsis 10:7 Lit., es
  6. Apocalipsis 10:7 Lit., anunció el evangelio
  7. Apocalipsis 10:8 O, rollo
  8. Apocalipsis 10:11 Lit., dicen
  9. Apocalipsis 11:1 Lit., caña
  10. Apocalipsis 11:1 Lit., diciendo
  11. Apocalipsis 11:1 O, santuario
  12. Apocalipsis 11:2 Lit., echa fuera
  13. Apocalipsis 11:2 O, atrio
  14. Apocalipsis 11:2 O, santuario
  15. Apocalipsis 11:3 I.e., vestidura áspera usada para penitencia
  16. Apocalipsis 11:6 Lit., los días de su profecía
  17. Apocalipsis 11:8 Algunos mss. antiguos dicen: Y su cadáver yacerá
  18. Apocalipsis 11:8 Lit., espiritualmente
  19. Apocalipsis 11:9 Lit., contemplan
  20. Apocalipsis 11:9 Lit., su cadáver
  21. Apocalipsis 11:9 Lit., no permiten
  22. Apocalipsis 11:10 Lit., regocijan
  23. Apocalipsis 11:10 Lit., sobre
  24. Apocalipsis 11:10 Lit., se alegran
  25. Apocalipsis 11:13 Lit., nombres de hombres, siete mil
  26. Apocalipsis 11:15 I.e., el Mesías
  27. Apocalipsis 11:17 Algunos mss. posteriores agregan: y el que has de venir
  28. Apocalipsis 11:17 Lit., reinaste
  29. Apocalipsis 11:19 O, santuario
  30. Apocalipsis 11:19 O, apareció
  31. Apocalipsis 11:19 O, santuario
  32. Apocalipsis 11:19 O, ruidos
  33. Apocalipsis 11:19 Lit., gran granizo
  34. Apocalipsis 12:1 Lit., y
  35. Apocalipsis 12:3 O, coronas
  36. Apocalipsis 12:5 O, pastorear
  37. Apocalipsis 12:5 O, todos los gentiles
  38. Apocalipsis 12:6 Lit., para que la sustentaran
  39. Apocalipsis 12:8 O, no fueron lo suficientemente fuertes
  40. Apocalipsis 12:9 Lit., a toda la tierra habitada
  41. Apocalipsis 12:10 I.e., el Mesías
  42. Apocalipsis 12:12 Lit., teniendo
  43. Apocalipsis 12:14 Lit., del rostro
  44. Apocalipsis 12:15 Lit., el río
  45. Apocalipsis 13:1 Algunos mss. posteriores dicen: Y yo me paré
  46. Apocalipsis 13:1 En el texto Gr. esta frase es el vers. 18 del cap. 12
  47. Apocalipsis 13:1 O, coronas
  48. Apocalipsis 13:5 Lit., grandes cosas
  49. Apocalipsis 13:5 Lit., hacer
  50. Apocalipsis 13:8 O, cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde la fundación del mundo
  51. Apocalipsis 13:12 O, por su autoridad
  52. Apocalipsis 13:14 O, por la autoridad de
  53. Apocalipsis 13:15 Algunos mss. dicen: y hará
  54. Apocalipsis 13:16 Lit., les den
  55. Apocalipsis 13:18 Algunos mss. dicen: seiscientos dieciséis
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EL MEJOR USO DE LA VIDA

EL MEJOR USO DE LA VIDA

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12/27/2016

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (Filipenses 1:21)

 Personalice el versículo de hoy llenando los espacios en blanco:

“Porque para mí el vivir es________, y el morir es ________”.

Si usted puso riqueza en el primer espacio, el morir no es ganancia, sino pérdida. Lo mismo puede decirse si usted escogió prestigio, fama, poder o posesiones, ya que ninguna de esas cosas permanece después de la muerte: se pierde el prestigio, se olvida la fama, el poder es inútil y otros se quedan con las posesiones. Para que el versículo de hoy tenga sentido como lo escribió Pablo, solo Cristo puede llenar el primer espacio en blanco. De otra manera, la muerte es inevitablemente una pérdida.

 Algunos que lean esto dirán que pusieron a Cristo en el espacio en blanco. Pero si lo piensan bien comprenderán que lo que en realidad quisieron decir fue Cristo más la riqueza, Cristo más el poder o Cristo más las posesiones. Cristo no puede compartir el primer espacio con ninguna otra cosa. Los que verdaderamente viven para Cristo no tienen temor alguno de la muerte y hacen el mejor uso de la vida, glorificando a Cristo en ambos casos.

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El acusador

27 Diciembre 2016

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Job 1:1-12

alimentemos_el_almaLos versículos 1 al 5 están llenos de buenas noticias, maravillosas bendiciones, integridad en los negocios, pureza de corazón, apego a la vida. El hombre es espiritualmente maduro, hogareñamente diligente y profesionalmente respetado.

Mientras Job duerme, a nosotros se nos abre otra escena que él no ve. En nuestras vidas también pasan cosas parecidas. Cuando no estamos conscientes de ellas, Dios está llevando a cabo un plan que nos dejaría atónitos y que, en ocasiones, nos asustaría. Él está permitiendo que se pongan en marcha ciertas cosas que nosotros nunca habríamos esperado. Algo está pasando en los cielos, sin el conocimiento de Job, y nosotros somos transportados del planeta Tierra al tercer cielo para ser testigos de lo que sucede.

Mientras el Señor da una mirada al mundo, ve a sus servidores angelicales que han venido a presentarse ante Él. ¿Y por qué no? Todos ellos tienen que rendirle cuentas a Él. Cumplen su mandato llevando a cabo su divina voluntad.

De repente, el acusador se aparece en medio de los otros ángeles. Es el maligno que acusa al pueblo de Dios día y noche.

Haga una pausa para recordar que Satanás no es un pequeño diablillo color rojo, que tiene un tridente y que está sentado sobre uno de sus hombros susurrándole tonterías en su oído. Esa es una criatura medieval que a Satanás le encantaría que usted creyera; muy por el contrario, él es el arcángel más hermoso, más inteligente y más poderoso creado por Dios. Por supuesto que no ha perdido su inteligencia, ni ha perdido su poder; y sin duda, no ha perdido tampoco su cautivante hermosura.

También es astuto. El método favorito de actuar de Satanás es entre bastidores, y el hecho de que es invisible no significa que no sea real. Como veremos un poco más tarde, Satanás tiene una personalidad, y está dedicado tenazmente a destruir al pueblo de Dios y a combatir el plan del Señor. Es a este astuto adversario que encontramos de pie en el cielo en medio del grupo de fieles siervos angelicales.

Observe el permiso que Dios le da a Satanás: “He aquí todo lo que él tiene está en tu poder”. Y añade una advertencia: “solamente no extiendas tu mano contra él” (Job 1:12). “No toques su vida. No toques su cuerpo ni su alma ni su mente. Puedes quitarle todo lo que tiene, y puedes acometer contra su familia, pero no te metas con el hombre.”

Satanás partió de la presencia del Señor con una sonrisa siniestra. Recuerde que Job no sabía nada de ese diálogo, ni que el mal caería pronto sobre él. Y recuerde también esto: nosotros tampoco sabemos qué planes perversos está haciendo Satanás contra nosotros.

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

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SON ESOS MOMENTOS

SON ESOS MOMENTOS

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 Pablo Martini
Programa No. 2016-12-27

alimentemos_el_almaEn alguna oportunidad te mencioné que soy botánico de profesión. Me dediqué por varios años al cultivo, la comercialización y el diseño con plantas ornamentales. En el lenguaje técnico se habla del “Shock del trasplante” al período que media entre el momento en que una especie es removida de su terreno original y es trasplantada a otro sitio. Como podrás imaginar, un considerable porcentaje de su sistema radicular queda en el territorio original. Esto “obliga” a la planta a desprenderse de una cantidad similar de hojas para equilibrar su parte aérea con su parte  subterránea. Entra, así, en un estrés hídrico que dura varios días, si no semanas. En este período, la atención que se le brinde, (riego, sombra, Etc.) es fundamental. Si no se está atento a su evolución, muere o queda con un daño permanente. Es ese “momento crucial” que marcará su destino, sea para vida o sea para muerte. De alguna manera, todos tenemos esos momentos cruciales en la trayectoria de nuestra vidas, también. De aprovecharlos y dejarse “asistir” por las personas que Dios pone a nuestro lado, radicará nuestro futuro. Adán lo tuvo, también Caín. Los patriarcas atravesaron también segmentos cruciales de su vida; Abraham, Jacob, Moisés, David… Todos y cada uno de ellos amanecieron ese día como cualquier otro, sin saber que algo que les sucedería tendría impactos de por vida. El N.T. no es una excepción. Los discípulos, al ser llamados; Saulo, camino a Damasco; Timoteo y miles más.

Hoy estamos tú y yo frente a Dios, frente a la vida y al mundo de personas que nos rodea. Cada día, al despertar, debes recordarte a ti mismo: “Este puede ser el día más importante de mi vida. Hoy puedo recibir la noticia que cambiará el rumbo de los acontecimientos, o la tentación más fuerte que jamás haya imaginado”. ¿Estoy preparado? Necesitarás un trato especial, no te resistas. Necesitarás personas a tu lado, no las ignores, necesitarás consuelo, Dios está siempre listo, necesitarás apartarte para reflexionar solo y en silencio. (Hazlo)

PENSAMIENTO DEL DÍA:

La vida es una cadena de momentos y cada eslabón es importante.

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Los ciento cuarenta y cuatro mil sellados

Apocalipsis 7-9

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Los ciento cuarenta y cuatro mil sellados

alimentemos_el_almaDespués de esto, vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro extremos[a] de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno, ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. Y vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo; y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel; de la tribu de Judá fueron sellados doce mil; de la tribu de Rubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce mil; de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manasés, doce mil; de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil;de la tribu de Zabulón, doce mil; de la tribu de José, doce mil, y de la tribu de Benjamín fueron sellados doce mil.

Los redimidos de todas las naciones

Después de esto miré, y vi[b] una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. 10 Y clamaban[c] a gran voz, diciendo:

La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.

11 Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y cayeron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, 12 diciendo:

¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.

13 Y uno de los ancianos habló[d] diciéndome: Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? 14 Y yo le respondí[e]: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo[f]; y el que está sentado en el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.16 Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol los abatirá[g], ni calor alguno, 17 pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.

El séptimo sello

Cuando el Cordero abrió el séptimo sello, hubo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios, y se les dieron siete trompetas.

Otro ángel vino y se paró ante el altar con[h] un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que lo añadiera[i] a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con[j] las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, lo llenó con el fuego del altar y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos, ruidos[k], relámpagos y un terremoto.

Las primeras cuatro trompetas

Entonces los siete ángeles que tenían las siete trompetas se prepararon para tocarlas.

El primero tocó la trompeta, y vino granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados a la tierra; y se quemó la tercera parte de la tierra, se quemó la tercera parte de los árboles y se quemó toda la hierba verde.

El segundo ángel tocó la trompeta, y algo como una gran montaña ardiendo en llamas fue arrojado al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres que estaban en el mar y que[l] tenían vida; y la tercera parte de los barcos fue destruida.

10 El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de las aguas. 11 Y el nombre de la estrella es Ajenjo; y la tercera partede las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por causa de las aguas, porque se habían vuelto amargas.

12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, para que la tercera parte de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo la noche.

13 Entonces miré, y oí volar a un águila[m] en medio del cielo, que decía a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que habitan en la tierra, a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar!

La quinta trompeta

El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra, y se le dio la llave del pozo del abismo. Cuando abrió el pozo del abismo, subió humo del pozo como el humo de un gran horno, y el sol y el aire se oscurecieron por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre[n] la tierra, y se les dio poder como tienen poder[o] los escorpiones de la tierra. Se les dijo que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna cosa verde, ni ningún árbol, sino sólo a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente. No se les permitió matar a nadie[p], sino atormentarlos por cinco meses; y su tormento era como el tormento de un escorpión cuando pica[q] al hombre. En aquellos días los hombres buscarán la muerte y no la hallarán; y ansiarán morir, y la muerte huirá[r]de ellos. Y el aspecto[s] de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla, y sobre sus cabezas tenían como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos. Tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de leones. También tenían corazas como corazas de hierro; y el ruido de sus alas era como el estruendo de carros, de muchos caballos que se lanzan a la batalla. 10 Tienen colas parecidas a escorpiones, y aguijones; y en sus colas está su poder para hacer daño a los hombres por cinco meses.11 Tienen sobre ellos por rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón[t], y en griego se llama Apolión[u].

12 El primer ¡ay! ha pasado; he aquí, aún vienen dos ayes después de estas cosas.

La sexta trompeta

13 El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro[v] cuernosdel altar de oro que está delante de Dios, 14 y decía al sexto ángel que tenía la trompeta: Suelta a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates.15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de la humanidad[w]. 16 Y el número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos millones; yo escuché su número. 17 Y así es como vi[x] en la visión los caballos y a los que los montaban: los jinetes tenían corazas color de fuego, de jacinto[y] y de azufre; las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre. 18 La tercera parte de la humanidad[z] fue muerta por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas. 19 Porque el poder de los caballos está en su boca y en sus colas; pues sus colas son semejantes a serpientes, tienen cabezas y con ellas hacen daño. 20 Y el resto de la humanidad[aa], los que no fueron muertos por estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos ni dejaron de[ab] adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni andar;21 y no se arrepintieron de sus homicidios ni de sus hechicerías ni de su inmoralidad[ac] ni de sus robos.

Notas al pie:

  1. Apocalipsis 7:1 Lit., las cuatro esquinas; i.e., puntos cardinales
  2. Apocalipsis 7:9 Lit., he aquí
  3. Apocalipsis 7:10 Lit., claman
  4. Apocalipsis 7:13 Lit., respondió
  5. Apocalipsis 7:14 Lit., Y le he dicho
  6. Apocalipsis 7:15 O, santuario
  7. Apocalipsis 7:16 Lit., no caerá sobre ellos
  8. Apocalipsis 8:3 Lit., teniendo
  9. Apocalipsis 8:3 Lit., diera
  10. Apocalipsis 8:4 O, para
  11. Apocalipsis 8:5 O, voces
  12. Apocalipsis 8:9 Lit., los que
  13. Apocalipsis 8:13 Algunos mss. posteriores dicen: ángel
  14. Apocalipsis 9:3 Lit., hacia
  15. Apocalipsis 9:3 O, como el poder que tienen
  16. Apocalipsis 9:5 Lit., Y se les concedió no matarlos
  17. Apocalipsis 9:5 Lit., hiere
  18. Apocalipsis 9:6 Lit., huye
  19. Apocalipsis 9:7 Lit., las apariencias
  20. Apocalipsis 9:11 I.e., Destrucción
  21. Apocalipsis 9:11 I.e., Destructor
  22. Apocalipsis 9:13 Algunos mss. antiguos no incluyen: cuatro
  23. Apocalipsis 9:15 Lit., los hombres
  24. Apocalipsis 9:17 Lit., así vi
  25. Apocalipsis 9:17 O, zafiro
  26. Apocalipsis 9:18 Lit., los hombres
  27. Apocalipsis 9:20 Lit., los hombres
  28. Apocalipsis 9:20 Lit., para no
  29. Apocalipsis 9:21 O, fornicación
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VIDA O MUERTE

VIDA O MUERTE

la-verdad-para-hoy

12/26/2016

O por vida o por muerte. (Filipenses 1:20)

alimentemos_el_almaEl apóstol Pablo no conocía los detalles del plan de Dios para su vida, pero confiaba en Él, ya significara vida o muerte. Más adelante dijo: “De ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros” (vv. 23-24). Pablo prefería el gozo de estar en la presencia de Cristo en el cielo, pero al parecer pensaba que el Señor le permitiría vivir porque sabía que los filipenses lo necesitaban.

 Pablo se regocijaba porque sabía que Cristo sería exaltado en su vida o en su muerte. Si vivía, estaría en libertad para predicar y edificar la iglesia. Si moría, sería ejecutado por el nombre de Cristo, y su fe constante serviría de trofeo de la gracia de Cristo. A Pablo no le importaban sus dificultades, sus detractores, y ni siquiera la posibilidad de su muerte, sino que se siguiera predicando el evangelio y se glorificara al Señor.

 Al igual que Pablo, usted no conoce los planes específicos de Dios para su vida. Pero algo de lo que puede estar seguro es que, en la vida o en la muerte, usted puede glorificar a Cristo.

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«Pasión por la iglesia»

«Pasión por la iglesia»

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Sugel Michelén

 

sugel100x100Sugel Michelén es pastor en la Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo en Santo Domingo, República Dominicana, durante más de 30 años. Tiene la responsabilidad de predicar la Palabra regularmente en el día del Señor. Tiene una Maestría en Estudios Teológicos y es autor de varios libros y publica regularmente artículos en su blog “Todo Pensamiento Cautivo”.

Él es instructor asociado en la Universidad Wesleyana en Indiana (IWU); enseña Filosofía en el Colegio Cristiano Logos; y durante 10 años, ha sido profesor regular de la Asociación Internacional de Escuelas Cristianas (ACSI) para América Latina.

El pastor Michelén, junto a su esposa Gloria tiene tres hijos y cuatro nietos.

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