EL NACIMIENTO VIRGINAL DE CRISTO

EL NACIMIENTO VIRGINAL DE CRISTO

la-verdad-para-hoy

12/21/2016

Estando desposada María su madre con José, antes que se
juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. (Mateo 1:16)

alimentemos_el_almaEl nacimiento virginal es una suposición implícita en todo lo que la Biblia dice acerca de Jesús. Rechazar el nacimiento virginal es rechazar la deidad de Cristo, la exactitud y la autoridad de la Biblia, y muchas otras doctrinas relacionadas que son el fundamento de la fe cristiana. Nada es más importante que el nacimiento virginal para comprender quién es Jesucristo. Si negamos que Jesucristo es Dios, hemos negado la esencia misma del cristianismo. Todo lo demás que la Biblia enseña acerca de Cristo depende de la verdad que celebramos en Navidad: que Jesucristo es Dios encarnado.

Si la historia de su nacimiento es simplemente una leyenda inventada, entonces lo es el resto de lo que la Biblia nos dice de Él. El nacimiento virginal es tan importante como la resurrección es la comprobación de su deidad. No es una verdad optativa. Cualquiera que rechace la deidad de Cristo rechaza absolutamente a Cristo, aunque aparente lo contrario (vea 1 Jn. 4:1-3).

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Querido José, querido mío

21 Diciembre 2016

Querido José, querido mío
por Charles R. Swindoll

Mateo 1:18-25-Levítico 20:10

alimentemos_el_almaPara José, el embarazo sorpresivo de María debió haberle causado un impacto muy grande. La mujer que amaba— aquélla que había desposado en un compromiso ante Dios y los hombres, aquélla que lo había hecho mantenerse puro a pesar de sus propios deseos— desapareció por tres meses y luego regresó embarazada. ¿Qué se suponía que iba a pensar?

Él no le creyó. Se desmoronó porque no podía aceptar lo que María le decía. Él necesitaba un plan. Por ley podía romper su compromiso matrimonial. Por ley también, pudo haber hecho que la apedrearan hasta morir por adúltera. Pero él la amaba así que buscó la forma de preservar la dignidad de María y “la dejó ir secretamente”. Nadie pensaba en acabar el embarazo de María. Simplemente se alejaría. . . y criaría a su hijo sola.

Al menos, eso es lo que José había decidido hacer al irse a dormir en una noche difícil. Sin embargo, Dios intervino mandando al ángel Gabriel para que visitara a José en sueños y le dijera: «No temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo».

José le creyó a Dios. Su fe hizo que sus planes cambiaran. Desde ese momento sería el apoyo y la fortaleza de María durante esta maravillosa, y a la vez, dolorosa experiencia.

Desde ese día en adelante, vemos un hombre humilde y fiel protegiendo a María y a un hijo que no era suyo. Proveyendo para ellos. Obedeciendo a Dios. Con el simple acto de llamar al niño Jesús (y no ponerle su propio nombre, la cual era una tradición para los primogénitos), José le decía al mundo que ese hijo no era suyo. Durante ese sueño, se dio cuenta cual iba a ser su función en esta magnífica misión, lo cual le daba energía y también le llenaba de humildad. Cuando se dio cuenta del desafío, él aceptó seguir adelante.

En todo aspecto, José ocupó la función del padre adoptivo— enseñándole a Jesús cómo trabajar, criándolo en la Ley y los profetas de la misma forma que cualquier buen padre judío lo hubiera hecho. ¿En qué manera la vida de José fue impactada por el tiempo que paso con su «Hijo»? No lo sabemos.

Lo que sí sabemos es esto— que el poder de la elección de José de creer que la promesa de Dios se estaba cumpliendo cambió el curso de su vida. En la actualidad, enfrentamos grandes y pequeñas decisiones de fe como esas– decisiones que una vez que las tomamos, cambian la dirección de nuestras vidas.

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EL DUEÑO DE MI FUTURO

EL DUEÑO DE MI FUTURO

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Pablo Martini
Programa No. 2016-12-21

alimentemos_el_alma¿Cómo podemos saber lo que nos conviene y lo que no? En el sentido más estricto de la palabra creo que es imposible. Al no ser dueños del futuro, los seres humanos nos vemos resignados a la concepción del tiempo. Obvio que podemos planificar (y de hecho es de sabios hacerlo), y de alguna manera prevenir ciertos sucesos. Pero aún en esos casos estamos sujetos a imprevistos, calamidades e infortunios desconocidos y ajenos para nuestra limitada voluntad humana. Así llegamos al punto de reconocer que somos dependientes de un designio mayor que gobierna nuestras vidas. La muchacha, por ejemplo, insiste ante Dios en sus oraciones por un esposo para el resto de sus días, Dios no se lo da. Se enoja, se deprime, se enfría en su fe. Vuelve a insistir y encuentra un muchacho. Buen muchacho, cristiano, ¡OBVIO!!! Se casan, es esposa, luego madre. ¡Lo logró! Los exámenes diagnostican cáncer en etapa terminal. “Sólo meses de vida”, dice el doctor. Su cuerpo se apaga día a día. Su esposo puede rehacer su vida, pero… “¿y mis tres pequeñitos? ¿Cómo se abrirán paso en la vida sin su madre?”… Dios puede suplir y de hecho lo hará. Piensa: “¿No será que Dios, conociendo mi corta vida, tenía planeado dejarme soltera?… ¡Y yo que tanto insistí! Ahora entiendo, Dios. Ahora entiendo”. Tal vez fui algo drástico (aunque nada fantasioso); pero quiero despertarte a la realidad de que es mucho más saludable una vida entregada a la siempre sabia mano de Dios.

Decidir nosotros lo que es para nuestro bien y lo que es para nuestro mal es desgastante, porque nos torna obsesivos con las cosas que no tenemos o que aun no llegan. Adán y Eva tuvieron que aprender esta verdad en el Edén a un precio muy alto.   Muchas veces Dios, que siempre quiere ser el mayor en nuestros corazones, nos pide o nos quita aquello que nos obsesiona, como hizo con Abraham al pedirle a Isaac, para que lo identifiquemos y reenfoquemos nuestra fe. Cuando te da es Dios; cuando te quita es Dios, cuando te lo niega es Dios.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Somos meros espectadores de los sucesos que van entretejiendo nuestras vidas ante lo cual no podemos hacer nada.

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El espíritu de verdad y el espíritu de error

1 Juan 4-5

9781586403546

El espíritu de verdad y el espíritu de error

alimentemos_el_almaAmados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto conocéis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es[a] de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús[b], no es[c] de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijos míos[d], vosotros sois[e] de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.

Dios es amor

Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es[f] de Dios, y todo el que ama es nacido[g] de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros[h]: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito[i] al mundo para que vivamos por medio de El. 10 En esto consiste[j] el amor: no en que nosotros hayamos amado[k] a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros. 12 A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros. 13 En esto sabemos que permanecemos en El y El en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. 14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. 15 Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. 16 Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para[l] nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él. 17 En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como El es, así somos también nosotros en este mundo. 18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra[m] castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. 19 Nosotros amamos[n], porque El nos amó primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede[o] amar a Dios a quien no ha visto. 21 Y este mandamiento tenemos de El: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.

La fe que vence al mundo

Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo[p], es nacido[q] de Dios; y todo aquel que ama al Padre[r], ama al que ha nacido[s] de El. En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos[t] sus mandamientos.Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido[u] de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. ¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

El testimonio acerca del Hijo

Este es el que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con[v] agua, sino con[w] agua y con[x] sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra[y]: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres concuerdan[z]. Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio de Dios: que El ha dado testimonio acerca de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho a Dios[aa] mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a su Hijo. 11 Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.

El conocimiento de la vida eterna

13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. 14 Y esta es la confianza que tenemos delante de[ab] El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye. 15 Y si sabemos que El nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho. 16 Si alguno ve a su hermano cometiendo un pecado[ac] que no lleva a la muerte, pedirá, y por él Dios dará vidaa los que cometen pecado que no lleva a la muerte[ad]. Hay un pecado que lleva a la muerte[ae]; yo no digo que deba pedir por ése. 17 Toda injusticia es pecado, y hay pecado que no lleva a la muerte[af].

Declaraciones finales

18 Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que aquel que nació[ag] de Dios lo guarda y el maligno no lo toca. 19 Sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo yace bajo el poder del maligno[ah]. 20 Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. 21 Hijos[ai], guardaos de los ídolos.

Notas al pie:

  1. 1 Juan 4:2 O, procede
  2. 1 Juan 4:3 Algunos mss. dicen: que Jesús ha venido en carne
  3. 1 Juan 4:3 O, no procede
  4. 1 Juan 4:4 O, Hijitos
  5. 1 Juan 4:4 O, procedéis
  6. 1 Juan 4:7 O, procede
  7. 1 Juan 4:7 O, engendrado
  8. 1 Juan 4:9 O, en nuestro caso
  9. 1 Juan 4:9 O, único; i.e., el único en su género
  10. 1 Juan 4:10 Lit., está
  11. 1 Juan 4:10 Algunos mss. dicen: amamos
  12. 1 Juan 4:16 Lit., en
  13. 1 Juan 4:18 Lit., tiene
  14. 1 Juan 4:19 Algunos mss. agregan: a El; otros: a Dios
  15. 1 Juan 4:20 Algunos mss. dicen: ¿cómo puede
  16. 1 Juan 5:1 I.e., el Mesías
  17. 1 Juan 5:1 O, engendrado
  18. 1 Juan 5:1 Lit., al que engendra
  19. 1 Juan 5:1 O, engendrado
  20. 1 Juan 5:2 Lit., hacemos
  21. 1 Juan 5:4 O, engendrado
  22. 1 Juan 5:6 O, en
  23. 1 Juan 5:6 O, en
  24. 1 Juan 5:6 O, en
  25. 1 Juan 5:7 Los mss. más antiguos no incluyen: en el cielo…en la tierra
  26. 1 Juan 5:8 Lit., están para una cosa
  27. 1 Juan 5:10 Lit., le ha hecho
  28. 1 Juan 5:14 Lit., hacia
  29. 1 Juan 5:16 Lit., pecando
  30. 1 Juan 5:16 Lit., no para muerte
  31. 1 Juan 5:16 Lit., para muerte
  32. 1 Juan 5:17 Lit., no para muerte
  33. 1 Juan 5:18 O, fue engendrado
  34. 1 Juan 5:19 Lit., en el maligno
  35. 1 Juan 5:21 O, Hijitos
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EL ÁRBOL DE NAVIDAD

EL ÁRBOL DE NAVIDAD

la-verdad-para-hoy

12/20/2016

La gloria del Líbano vendrá a ti. (Isaías 60:13)

alimentemos_el_almaLos árboles de Navidad parecen tener su origen en las antiguas celebraciones saturnales. Los romanos decoraban sus templos con verdor y con velas. Los soldados romanos que conquistaron las Islas Británicas hallaron que los druidas, sacerdotes de una orden religiosa céltica, adoraban el muérdago, y que los sajones usaban el agrifolio y la hiedra en las ceremonias religiosas. Todas esas cosas se incorporaron a las costumbres navideñas.

Sin embargo, resulta interesante notar que la primera persona que haya encendido un árbol de Navidad pudiera haber sido Martín Lutero, padre de la Reforma. Él introdujo la costumbre de poner velas en los árboles para celebrar la Navidad, citando a Isaías 60:13 como autoridad bíblica para esa costumbre: “La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies”.

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Iglesia victoriosa

Iglesia victoriosa

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Pastor: Samuel Millos

alimentemos_el_almaY viniendo Jesús á las partes de Cesarea de Filipo, preguntó á sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros; Jeremías, ó alguno de los profetas. El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos. Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y á ti daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. Entonces mandó á sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo. Mateo 16: 13-20

 

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María fue esa madre dispuesta

20 Diciembre 2016

María fue esa madre dispuesta
por Charles R. Swindoll

Lucas 1:30-Lucas 38-Lucas 1:46-55

alimentemos_el_almauizás María estaba realizando los quehaceres matutinos o tal vez resguardándose del calor del día en el jardín de la familia. No sabemos lo que estaba haciendo pero probablemente estaba pensando en el futuro, en José. . . en su hogar. . . en una familia.

Pero Dios interrumpió los planes de María para presentarle el Suyo. El ángel Gabriel le dijo que ella sería la que daría luz al Mesías.

“No temas, María porque has hallado gracia delante de Dios”. Ese pensamiento debió haber detenido cualquier otro que hubiera estado pensando en ese momento.

Al igual que cualquier fiel adolescente judía, ella sabía de la promesa del Aquél que vendría, pero ¿escuchar las noticias de que Dios la había elegido a ella para ser la madre del Salvador? Tener a Gabriel anunciando que la llegada inminente de Dios ocurriría en su cuerpo. . . la hacía preguntarse: ¿Cómo podría ser esto?

Seguramente María también se dio cuenta de alguna forma que este privilegio le costaría muy caro con respecto a su reputación: dudas sobre su pureza, susurros detrás de miradas veladas, acusaciones crueles. ¿Quién dijo ella que era el padre de ese niño?

Sin embargo María respondió inmediatamente en fe a lo que no podía comprender.

Sin ningún retraso, reaccionó en sumisión ante el deseo de Dios. “Que sea como lo has dicho” dijo María. La palabra griega, ginomai, que se utiliza en este versículo, significa “como resultado” e indica una entrega total muy similar a la frase: “que así sea”. Podríamos traducir la respuesta de María de la siguiente forma: “No lo entiendo totalmente, pero lo acepto. Sé que ocurrirá tal como Gabriel lo dijo”.

Para ella, era suficiente que Dios había prometido realizar lo imposible.

Para ella, era suficiente que Dios le había confiado este privilegio.

Ella, entonces, confiaría en Él en todo lo demás.

El ángel le había dicho que Aquél quien ella concebiría era mayor que cualquier otro deseo que ella hubiese soñado, cualquier cosa que este mundo hubiese conocido. Lo que allí comenzaba ese día, planeado antes que el tiempo existiera, era una promesa cumplida, la promesa de liberación, de salvación para todos aquellos que creyesen en Él.

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LA PEOR DE LAS RELIGIONES

LA PEOR DE LAS RELIGIONES

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Pablo Martini
Programa No. 2016-12-20

alimentemos_el_almaLa autoestima es esta valoración que cada uno tiene de sí mismo. No es innata ni se hereda genéticamente  sino que se construye en un proceso continuo de interrogación del mundo exterior.

Por eso lo social influye constitutivamente en la construcción de esta visión que tenemos de nosotros mismos. “La autoestima es una experiencia  íntima es lo que pienso y lo que siento sobre mí mismo”. (Luis Hornstein). Cuando es óptima, abre posibilidades en las relaciones pero cuando no está por ese nivel óptimo, sino que va hacia abajo o hacia arriba, genera molestia y sufrimiento. Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a imagen y semejanza de Él, pero la caída colapsó esa visión perfecta, y el deseo de ser “Como Dios” creó todas las derivaciones que nos podemos imaginar,  y entre ellas el VENENO de la egolatría, el egocentrismo, el egoísmo, términos que responden a un nivel MUY arriba de la línea óptima de autoestima.

Así es que hoy nuestra sociedad padece de posturas narcisistas que desde lo  relativamente normal hasta lo patológico, dejan a los sujetos presos de mirarse a sí mismos, corriendo el interés y la entrega a los otros y  cayendo en el individualismo y la soledad. El egoísmo: Es una exagerada defensa del interés propio menoscabando el interés de las personas que le rodean (lo contrario es generosidad) La egolatría: es el ensalzamiento de uno mismo (lo contario es la modestia). Es la  preocupación extrema por sí mismo. Esta produce falta de empatía con otras personas.

Algunos síntomas visibles: Reaccionar en la crítica con sentimiento de rabia, vergüenza y humillación. Aprovecharse de otros para lograr metas propias. Exagerar sus logros y talentos. Estar preocupados con fantasmas de éxito, poder, belleza e inteligencia. Requerir atención y admiración constantes.

Quizás experiencias desfavorables produjeron en tu ser esta tendencia a pensar solo en ti  mismo. Hoy puede ser la oportunidad para que cambies tu óptica permitiendo que el amor de Dios te habite y comiences a poner a los demás antes que a ti mismo. Empezarás a descubrir la verdadera felicidad.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

El egocentrismo equivale a una percepción distorsionada del mundo en la que se destaca uno mismo como el centro.

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Asunto y propósito de la carta

1 Juan 1-3

9781586403546
Asunto y propósito de la carta

alimentemos_el_alma1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida (pues[a] la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, os proclamamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y en verdad nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos estas cosas para que nuestro[b] gozo sea completo.

Dios es luz

Y este es el mensaje que hemos oído de El y que os anunciamos: Dios es luz, y en El no hay tiniebla alguna. Si decimos que tenemos comunión con El, pero[c]andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad[d]. 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a El mentiroso y su palabra no está en nosotros.

Cristo, nuestro abogado

2 Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado[e] tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. El mismo es la propiciación[f] por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. Y en esto sabemos que hemos llegado a conocerle: si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo he llegado a conocerle, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en él verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado. En esto sabemos que estamos en El. El que dice que permanece en El, debe[g]andar como El anduvo.

Mandamiento sobre el amor fraternal

Amados, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que habéis tenido[h] desde el principio; el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído. Por otra parte[i], os escribo un mandamiento nuevo, el cual es verdadero en El y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya está alumbrando. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está aún[j] en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz y no hay causa de tropiezo en él. 11 Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

No améis lo que está en el mundo

12 Os escribo a vosotros, hijos[k], porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito a vosotros, niños, porque conocéis al Padre.14 Os he escrito a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno. 15 No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida[l], no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Advertencias contra el anticristo

18 Hijitos[m], es la última hora, y así como oísteis que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos; por eso sabemos que es la última hora.19 Salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara[n] que no todos son[o] de nosotros. 20 Pero[p] vosotros tenéis uncióndel Santo, y todos vosotros lo sabéis[q]. 21 No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis y porque[r] ninguna mentira procede de la verdad.22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo[s]? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre. 24 En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que oísteis desde el principio. Si lo que oísteis desde el principio permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre. 25 Y esta es la promesa que El mismo nos hizo[t]: la vida eterna. 26 Os he escrito estas cosas respecto a los que están tratando de engañaros. 27 Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis[u] en El. 28 Y ahora, hijos[v], permaneced en El, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de El avergonzados[w] en su venida[x]. 29 Si sabéis que El es justo, sabéis también que todo el que hace justicia es nacido[y] de El.

Los hijos de Dios

Mirad cuán gran amor[z] nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El. Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando El se manifieste[aa], seremos semejantes a El porque le veremos como El es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro. Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley[ab], pues[ac] el pecado es infracción de la ley[ad]. Y vosotros sabéis que El se manifestó a fin de quitar los[ae] pecados, y en El no hay pecado. Todo el que permanece en El, no peca; todo el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido. Hijos míos[af], que nadie os engañe; el que practica la justicia es justo, así como El es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado[ag] desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir[ah] las obras del diablo. Ninguno que es nacido[ai] de Dios practica[aj] el pecado, porque la simiente de Dios[ak]permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido[al] de Dios. 10 En esto se reconocen[am] los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano. 11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros;12 no como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

Amemos de hecho, no de palabra

13 Hermanos, no os maravilléis si el mundo os odia. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama[an] permanece en muerte. 15 Todo el que aborrece a su hermano es homicida, y vosotros sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 16 En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17 Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón[ao] contra[ap] él, ¿cómo puede morar[aq] el amor de Dios en él? 18 Hijos[ar], no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 19 En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos[as] nuestros corazones delante de El 20 en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene; porque Dios[at] es mayor que nuestro corazón y sabe todas las cosas. 21 Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de[au] Dios; 22 y todo lo que pidamos lo recibimos de El, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El. 23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como El nos ha mandado[av]. 24 El que guarda sus mandamientos permanece en El y Dios[aw] en él. Y en esto sabemosque El permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.

Notas al pie:

  1. 1 Juan 1:2 Lit., y
  2. 1 Juan 1:4 Algunos mss. dicen: vuestro
  3. 1 Juan 1:6 Lit., y
  4. 1 Juan 1:9 O, injusticia, o, iniquidad
  5. 1 Juan 2:1 O, Intercesor; gr., Paracletos; i.e., uno llamado al lado para ayudar
  6. 1 Juan 2:2 O, satisfacción
  7. 1 Juan 2:6 Lit., él mismo debe
  8. 1 Juan 2:7 Lit., tenían
  9. 1 Juan 2:8 Lit., Otra vez
  10. 1 Juan 2:9 Lit., hasta ahora
  11. 1 Juan 2:12 O, hijitos
  12. 1 Juan 2:16 O, las riquezas
  13. 1 Juan 2:18 Lit., Niños
  14. 1 Juan 2:19 Lit., fueran manifestados
  15. 1 Juan 2:19 O, todos ellos no son
  16. 1 Juan 2:20 Lit., Y
  17. 1 Juan 2:20 Algunos mss. antiguos dicen: vosotros sabéis todo
  18. 1 Juan 2:21 O, sabed que
  19. 1 Juan 2:22 I.e., el Mesías
  20. 1 Juan 2:25 Lit., nos prometió
  21. 1 Juan 2:27 O, permaneced
  22. 1 Juan 2:28 O, hijitos
  23. 1 Juan 2:28 Lit., no seamos avergonzados de El
  24. 1 Juan 2:28 O, en su presencia
  25. 1 Juan 2:29 O, engendrado
  26. 1 Juan 3:1 Lit., qué clase de amor
  27. 1 Juan 3:2 Lit., si se manifiesta
  28. 1 Juan 3:4 O, iniquidad
  29. 1 Juan 3:4 Lit., y
  30. 1 Juan 3:4 O, iniquidad
  31. 1 Juan 3:5 Algunos mss. dicen: nuestros
  32. 1 Juan 3:7 O, Hijitos
  33. 1 Juan 3:8 Lit., peca
  34. 1 Juan 3:8 O, deshacer
  35. 1 Juan 3:9 O, engendrado
  36. 1 Juan 3:9 Lit., Todo aquél…no practica
  37. 1 Juan 3:9 Lit., su simiente
  38. 1 Juan 3:9 O, engendrado
  39. 1 Juan 3:10 Lit., se manifiestan
  40. 1 Juan 3:14 Algunos mss. posteriores agregan: a su hermano
  41. 1 Juan 3:17 Lit., sus entrañas
  42. 1 Juan 3:17 Lit., de
  43. 1 Juan 3:17 Lit., ¿cómo mora?
  44. 1 Juan 3:18 O, Hijitos
  45. 1 Juan 3:19 O, persuadiremos
  46. 1 Juan 3:20 Lit., delante de El; porque si nuestro corazón nos condena, Dios
  47. 1 Juan 3:21 Lit., hacia
  48. 1 Juan 3:23 O, nos dio mandamiento
  49. 1 Juan 3:24 Lit., El
La Biblia de las Américas (LBLA)Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

UN MENSAJE DE GRACIA

UN MENSAJE DE GRACIA

la-verdad-para-hoy

12/19/2016

Llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. (Mateo 1:21)

alimentemos_el_almaUsted pudiera pasar por alto la genealogía cuando lea en voz alta la historia de la Navidad. Pero no pase por alto su mensaje de gracia, que después de todo es el corazón de la historia de la Navidad: En su misericordia, Dios haciendo por los pecadores lo que ellos no pueden hacer para sí mismos, reparando vidas quebrantadas y restaurando esperanzas frustradas. Por eso Él vino: para salvar a su pueblo de sus pecados (Mt. 1:21).

 He aquí la mejor parte: “La misma gracia que fue evidente en la genealogía está vigente hoy, y el mismo Jesucristo está salvando a su pueblo de sus pecados”. Ningún pecado, sin que importe cuán horrendo sea, pone a los pecadores fuera de su alcance. “Puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (He. 7:25).

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