Maravilloso me fue tu amor | Charles Spurgeon

1 de febrero
Maravilloso me fue tu amor
2 Samuel 1:26

Vengan, queridos lectores, hablemos cada uno por sí mismo del admirable amor, no de Jonatán, sino de Jesús. No relataremos lo que otros nos han dicho, sino lo que hemos gustado y palpado; hablaremos del amor de Cristo. Tu amor por mí, oh Jesús, fue admirable, cuando yo vagaba como un extraño lejos de ti, «haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos» (Ef. 1:3). Tu amor me contuvo para que no cometiera el pecado de muerte y me libró de mi propia perdición. Tu amor detuvo el hacha, cuando la justicia decía: «Córtala, ¿para qué inutiliza también la tierra?» (Lc. 13:7).

Tu amor me llevó al desierto, allí me desnudó y me hizo sentir la culpa de mi pecado y la carga de mi iniquidad. Cuando estaba tristemente desalentado, tu amor me habló con dulzura en estos términos: «Ven a mí, que yo te haré descansar». ¡Oh, cuán incomparable fue tu amor, cuando, en un momento, lavaste por completo mis pecados e hiciste que mi alma, roja por la sangre de mi naturaleza pecaminosa y negra por la suciedad de mis transgresiones, fuese blanca como la nieve y pura como la lana! ¡Cómo engrandeciste tu amor al susurrar en mis oídos: «Yo soy tuyo y tú eres mío»! Afectuosos fueron esos acentos, cuando dijiste: «El Padre mismo os ama». Y dulces, muy dulces, resultaron los momentos en que me declaraste «el amor del Espíritu».

Nunca mi alma olvidará aquellos lugares de comunión donde te revelaste a mí.

¿Tuvo Moisés su hendidura en la peña desde donde vio la gloria, las espaldas de su Dios? Nosotros también tenemos nuestras hendiduras en la peña, donde hemos percibido los esplendores de la Deidad en la persona de Cristo. ¿Recuerda David los rastros de las cabras monteses, la tierra del Jordán y de los hermonitas? Nosotros también podemos recordar lugares queridos para la memoria, tan dichosos como aquellos.

Amado Jesús, danos una nueva porción de tu admirable amor, para que con él podamos empezar el mes. Amén.

Spurgeon, C. H. (2012). Lecturas vespertinas: Lecturas diarias para el culto familiar (S. D. Daglio, Trad.; 4a edición, p. 40). Editorial Peregrino.


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s