¿PODÍAN LOS PROFETAS AGREGAR IDEAS PERSONALES AL MENSAJE DE DIOS?

Autor: Norman Geisler

¿PODÍAN LOS PROFETAS AGREGAR IDEAS PERSONALES AL MENSAJE DE DIOS?

a1No, les estaba prohibido. Dios dijo: «No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno» (Deuteronomio 4:2). Así se le ordenó a Jeremías: «Así dice el Señor: «Párate en el atrio de la casa del Señor, y di todas las palabras que yo te ordene … No omitas ni una sola palabra»» (Jeremías 26:2).

La naturaleza de un profeta bíblico era la garantía que no agregaría sus ideas al mensaje de Dios porque debía hablar «todo lo que el Señor le había dicho» (Exodo 4:30). DIOS le dijo a Moisés, hablando de un profeta: «Pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande» (Deuteronomio 18:18). Y Amós escribió: «Habla el Señor omnipotente; ¿quién no profetizará?» (Amós 3:8). O sea que un profeta era alguien que decía lo que Dios le ordenaba, ni más ni menos.

La naturaleza misma de un profeta exigía que la Escritura profética fuera exactamente lo que Dios quería decir a la humanidad. Y dado que la Biblia se presenta como tal de principio a fin (cf. Mateo 5:17,18; 2 Pedro 1:20,21; Apocalipsis 22:19), debe, mas considerar que el registro histórico de los profetas era inspirada por Dios. De hecho, esto es lo que el profeta Zacarías declaró cuando escribió: «Para no oír las instrucciones ni las palabras que por medio de los antiguos profetas el Señor Todopoderoso había enviado con su Espíritu, endurecieron su corazón como el diamante. Por lo tanto, el Señor Todopoderoso se llenó de ira» (Zacarías 7:12).

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler


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